Protestas masivas sacuden a Irán:
La República Islámica mata a balazos a más de cien personas, lesiona o arresta a miles más
Estados Unidos derrama lágrimas de cocodrilo mientras intensifica el sufrimiento colectivo, se arriesga a librar una guerra
| revcom.us
Las protestas masivas han arrasado con Irán. Se iniciaron el 15 de noviembre, horas después de que el reaccionario régimen teocrático de la República Islámica de Irán (RII) anunciara que iba a racionar la gasolina y que los precios iban a subir drásticamente, del 50 por ciento al 300 por ciento. Estos fuertes aumentos de precios agravan inmediatamente el sufrimiento de millones de iraníes que ya se enfrentan a una inflación galopante, un alto desempleo y una dura desaceleración económica. (Véase la declaración de noviembre de 2019 del Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta) en relación a estos acontecimientos.)
Las protestas se extendieron rápidamente por todo Irán hasta 100 ciudades grandes y pequeñas. En Teherán, la gente usaba Waze, una app de navegación, para organizar “protestas de coches”, aparcando en las vías, creando bloqueos de calles y embotellamientos de tráfico.
Según informes, en su mayor parte las protestas fueron pacíficas, pero el líder supremo de Irán, el ayatolá Jamenei, denunció a los manifestantes como “malvivientes” y “villanos”, y la RII respondió con violencia, con cañones de agua, gas lacrimógeno y municiones reales disparadas desde los tejados, helicópteros y fuerzas policiales sobre el terreno. Al cierre de esta edición, Amnistía Internacional estima que han asesinado a más de 140 iraníes, algunos con disparos a corta distancia o mientras huían. Los periodistas dentro de Irán le dijeron al New York Times que creen que más de 200 personas han sido asesinadas, más de 1.900 han resultado heridas y han arrestado a 7.000. Hay informes de que los hospitales están llenos de heridos.
LA RII también suspendió el Internet en un esfuerzo por detener las protestas e impedir que el mundo sea testigo de su violenta represión. Según se informa, fue el mayor apagón del Internet en todo el país que se haya producido en Irán. Al parecer, también detuvieron a algunos periodistas.
Un informe de Amnistía Internacional puso de relieve la crueldad de la agresión de la RII:
La frecuencia y persistencia de los medios letales utilizados contra manifestantes pacíficos en estas protestas multitudinarias y en otras anteriores, así como la impunidad sistemática para las fuerzas de seguridad que matan a manifestantes, hacen temer seriamente que el uso intencionado y letal de armas de fuego para aplastar las protestas se ha convertido en un asunto de política de Estado… Según varios testigos presenciales, las fuerzas de seguridad están llevándose cadáveres y a personas heridas de las carreteras y hospitales. En una constante acorde con prácticas anteriores, los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad se han negado a devolver los cuerpos de muchas de las víctimas a sus familias o han obligado a éstas a enterrar a sus seres queridos apresuradamente y sin que se les practicara una autopsia independiente para determinar las causas y circunstancias de la muerte. Esto es contrario al derecho y a las normas internacionales sobre la investigación de homicidios ilegítimos.
Estos ataques letales provocaron una justificada indignación, ya que los iraníes continuaron valientemente, e incluso intensificaron, su resistencia. Muchos denunciaron no sólo las alzas de precios, sino todo el gobierno asfixiante y opresor de los teócratas islámicos de Irán, y en las regiones como Kurdistán y Juzestán contra la opresión nacional que sufren los pueblos kurdo y árabe. En diferentes lugares, los manifestantes atacaron, saquearon y/o prendieron candela a oficinas gubernamentales, negocios, escuelas religiosas, estatales administrados por el estado y otros símbolos del régimen. Algunos coreaban: “Muera a Jamenei”. Las ciudades grandes y pequeñas se parecían a zonas de guerra.
El régimen de Trump y Pence: Derrama lágrimas de cocodrilo, aumenta el castigo colectivo
Trump y el secretario de Estado Mike Pompeo han declarado públicamente que están del lado de los manifestantes y del “Gran Pueblo Iraní”, como dijo Trump en un tuit, y han condenado la violencia y la suspensión del Internet por parte de la RII.
En realidad, lo que han estrangulado la economía de Irán son la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear multinacional con Irán1 y la reimposición de sanciones draconianas como una forma de guerra económica, junto con la dependencia de la RII de las exportaciones de petróleo, lo que ha causado una fuerte caída de las exportaciones de petróleo de Irán y ha provocado una inflación de más del 40 por ciento. Esto ha resultado en tremendas penurias.
Como lo describió el periodista Jon Letman2:
Las sanciones de Estados Unidos han asfixiado la economía de Irán, aislando a casi todos los sectores de la sociedad del sistema financiero mundial y perjudicando a los ciudadanos comunes y corrientes de diversas maneras. Esto está afectando a todo, desde la base industrial de Irán y producción vital de petróleo, hasta los alimentos, medicinas y asociaciones e investigaciones científicas internacionales. Las universidades no pueden comprar libros, los ingenieros no pueden comprar software, los consumidores están excluidos de los servicios globales en línea y los hospitales no pueden obtener insumos vitales para salvar vidas.... Las muchas personas iraníes a las que he entrevistado han descrito algunos de los peores impactos de las sanciones como perjudicar a los niños y pacientes que sufren de cáncer, asma, enfermedades cardiovasculares y otras dolencias. Los medios de comunicación y los informes académicos respaldan sus historias. Incluso cuando se dispone de medicamentos, insumos y equipos, éstos son cada vez más inasequibles.
Esto es precisamente lo que Estados Unidos pretendía hacer con sus sanciones: crear un masivo sufrimiento, descontento, incluso la muerte y potencialmente una rebelión en la población para que el imperialismo estadounidense pueda afianzar su control sobre el Medio Oriente.
Como ya comentamos sobre la retirada de Estados Unidos del tratado nuclear y su imposición de sanciones paralizantes:
El control del Medio Oriente, con sus vastas reservas de petróleo y su ubicación en un cruce estratégico y comercial entre Europa, África y Asia, ha sido indispensable para el poderío, el dominio y el funcionamiento del imperio estadounidense desde hace 70 años. Pero en las últimas dos décadas su dominio ha sido sacudido. Sus guerras en Irak y Afganistán no han logrado consolidar su control en la región, y al contrario han contribuido a prender más crisis, trastornos y propagación del yihadismo islámico reaccionario. En 2011, levantamientos de masas desbancaron a los tiranos pro Estados Unidos en Túnez y Egipto, y condujeron a una salvaje guerra de sustitutos en Siria que ha durado siete años. Hoy, la guerra saudita en Yemen respaldada por Estados Unidos ha causado la peor crisis humanitaria del mundo.
Ante la agresión de Estados Unidos, incluida su invasión de Irak en 2003 y el apoyo a Arabia Saudita, y estos cambios y trastornos, las propias necesidades percibidas, y ambiciones de la opresiva, teocrática República Islámica de Irán (RII) la han impulsado a extender su reaccionario alcance e influencia hacia Irak, Siria, El Líbano, Afganistán y ahora posiblemente Yemen. Desde la perspectiva de los gobernantes de Estados Unidos, la creciente influencia de Irán es la principal amenaza en la región a su yugo sobre el Medio Oriente y sus salvajes aliados, especialmente Israel y Arabia Saudita.
Ahora los funcionarios del gobierno estadounidense se jactan de lo bien que están funcionando sus sanciones.
El gobierno iraní afirma que ha aplastado las protestas y arrestado a cientos de líderes, y en algunos casos el régimen está llamando a imponer la “pena máxima”, en otras palabras, la muerte, y el régimen sigue restringiendo fuertemente el uso del Internet. Estas no son las acciones de un régimen que confía en su poder y en su pueblo, y los atropellos y abusos de la RII, y de los imperialistas estadounidenses, que impulsaron las protestas no se han resuelto ni han desaparecido.
En ese sentido, como declaramos en la nota de la redacción a la acompañante “Declaración del Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta), noviembre de 2019”: “Esta lucha es, en su aspecto principal, abrumadoramente positiva, y los revolucionarios y progresistas deben apoyarla. Lo que hace que esta lucha se sobresalga es que en Irán hay un verdadero partido comunista revolucionario, el Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta), que está trabajando para transformar la situación en una lucha revolucionaria. Hay que apoyar fuertemente a estos esfuerzos en particular”.
Además, como ya hemos señalado, la posición correcta de los revolucionarios en Estados Unidos respecto a las acciones agresivas de su propio gobierno es el “derrotismo revolucionario”. En su libro El Nuevo Comunismo, Bob Avakian señala: “Derrotismo revolucionario quiere decir oponerse a las acciones del propio gobierno y clase dominante cuando libran sus guerras, que son guerras por el imperio”. (Véase los pasajes de las secciones “El internacionalismo y una dimensión internacional” y “El internacionalismo — El derrotismo revolucionario”.)
1. Para conocer los antecedentes, lea la anterior cobertura de revcom.us, como: “Estados Unidos, el agresor mentiroso y violador de tratados en el golfo Pérsico” y “¿Hasta cuándo continuará? Buques petroleros dañados en el golfo Pérsico: Una vez más Estados Unidos aumenta las amenazas, peligro de una guerra contra Irán”. [volver]
2. “Intensified US Sanctions Bolster Iran’s Hardliners and Fuel Angry Protests” [La intensificación de las sanciones de Estados Unidos apuntala a las fuerzas de línea dura de Irán y prende furibundas protestas], truthout.org, 19 de noviembre de 2019. [volver]
Una región en agitación, se asoma el potencial para una guerra
La agitación en Irán está teniendo lugar a medida que estallan protestas y rebeliones de masas en toda la región, con protestas contra el opresivo régimen respaldado por Irán en El Líbano y contra el régimen iraquí respaldado por Estados Unidos e Irán. El miércoles 27 de noviembre, los manifestantes quemaron el consulado de Irán en Náyaf, Irak, con la exigencia “Fuera Irán”. Según informes, más de 35 manifestantes han sido asesinados por las autoridades iraquíes.
También continúan las peligrosas amenazas y tensiones militares entre Estados Unidos y sus aliados e Irán. Israel ha emprendido ataques provocadores a las fuerzas aliadas con Irán en Siria. En los últimos meses, Estados Unidos ha desplegado buques, armas de alta tecnología y 14.000 soldados adicionales en el Medio Oriente. Hace poco, el comandante estadounidense advirtió que Irán estaba bajo una presión extrema y que quizá contraataque. En respuesta a las protestas en Irán, un alto general de los Guardianes de la Revolución de Irán le echó la culpa a Estados Unidos, Gran Bretaña, Arabia Saudita e Israel por avivar los disturbios y aumentó las amenazas de una escalada militar total.