Declaración del Partido Comunista de Irán (mlm) sobre el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Un mundo hinchado de misoginia, pobreza, guerras y desplazamientos humanos... ¡YA BASTA!

13 de marzo de 2020 | revcom.us

 

“Hablando de un grupo en la sociedad cuya necesidad fundamental de poder respirar y vivir como seres humanos no podrá satisfacerse sin la revolución comunista, no hay otro grupo para quienes eso sea más cierto que para las masas de mujeres”. (Bob Avakian, El Nuevo Comunismo, p. 227)

Han pasado cuatro décadas desde que estalló la resistencia de las mujeres en Irán contra el hiyab obligatorio y las leyes contra las mujeres de la República Islámica de Irán. Desde ese entonces, esta resistencia ha sido el mayor desafío para los fundamentalistas en su integración del estado y la religión en las estructuras del régimen teocrático fascista de Irán. Pero las luchas de las mujeres han ido más allá de esta resistencia, al jugar un papel importante en todos los levantamientos populares contra el régimen, incluido lo que se conoce como “El levantamiento de noviembre de 2019”.

Por lo tanto, este régimen considera que la supresión de las mujeres es un requisito para su propia existencia, recurriendo a penas de prisión severas y cámaras de tortura para las mujeres que han perseverado en su resistencia al hiyab obligatorio, y a pulverizar sus derechos básicos e igualdad y libertad. Aunado a eso, está la inmensa máquina de propaganda y agitación del régimen de la República Islámica para imponer los roles tradicionales de las mujeres (según las leyes de la Sharia), la poligamia para los hombres, el concubinato islámico y la degradación normalizadora de las mujeres en la sociedad. Un claro ejemplo de esto es el continuo fomento de odio por parte del “Líder” (Jamenei) contra las mujeres y su adulación por la “maternidad”, el “hiyab y la castidad”.

La opresión de las mujeres es ni una cuestión de identidad ni es la lucha contra ella la responsabilidad de las mujeres a solas. Por lo tanto, convocamos a los jóvenes rebeldes que están luchando contra la pobreza y las privaciones, a los militantes del movimiento laboral, a los activistas en el movimiento magisterial, a los ambientalistas, a los estudiantes, y a toda la sociedad a que condenen todas las formas de la opresión de las mujeres en Irán y en todo el mundo y a que se unan con las mujeres en la batalla para arrancar de raíz la supremacía masculina en todo el mundo. Y convocamos a las luchadoras a ampliar sus líneas de batalla contra la opresión de las mujeres hacia abarcar una guerra contra la totalidad del capitalismo y por la emancipación de la humanidad.

Con el fin de entender la compleja realidad de la opresión milenaria de las mujeres, con el fin de captar su relación con los demás sufrimientos innecesarios que soporta la humanidad, y con el fin de poder penetrar a lo hondo para ver la fuente de su persistencia en las dinámicas del sistema capitalista y así descubrir la solución para transformar todas las relaciones opresivas y trazar el camino para realizar esta transformación, necesitamos la ciencia y esa ciencia es el comunismo.

La ciencia del comunismo demuestra que la opresión de las mujeres es una de las contradicciones sociales que tiene raíces profundas en la sociedad de clases y ha estado entretejida en su trama desde el surgimiento de la propiedad privada y la formación de las clases en la época de la esclavitud por toda la historia hasta la era del capitalismo-imperialismo. Esta ciencia demuestra que la opresión de las mujeres desempeña un papel importante en la base subyacente del modo capitalista de producción y explotación, en la reproducción de las divisiones de clases, así como también tiene un papel decisivo en la superestructura política e ideológica de este sistema, contribuyendo a su coherencia y persistencia. Esta ciencia demuestra la forma en que el mundo está dividido en opresores y oprimidos y que no es posible zafarse de esta contradicción bajo este sistema, y para hacerla, necesitamos una revolución, el tipo de revolución que, según Marx, logre abolir las “Cuatro Todas”: la abolición de todas las diferencias de clase, la abolición de todas las relaciones de producción que generen las diferencias de clases, la abolición de todas las relaciones sociales opresivas que correspondan a estas relaciones de producción, y finalmente la abolición de todas las viejas ideas y valores y culturas que surgen correspondientes a estas divisiones y relaciones opresivas y explotadoras y ayudan a protegerlas y fortalecerlas. Para decirlo sucintamente: se requiere una revolución comunista.

¡Veamos al mundo y las condiciones miserables de miles de millones de personas! Veamos la forma en que en Estados Unidos, un régimen fascista ha llegado al poder y está consolidando su base, su jefe (Trump) llamó al Congreso en su discurso anual ante la nación a aprobar legislación que prohibiría el aborto “tardío”. Vamos la forma en que el Medio Oriente ha estado ardiendo en la lucha entre dos polos anticuados reaccionarios del imperialismo y el fundamentalismo islámico. Veamos la forma en que varias décadas de invasión imperialista ha hecho añicos a Afganistán: hace 18 años Estados Unidos y sus aliados lo invadieron con el pretexto de “liberar a las mujeres afganis de los talibanes” y ahora bajo el pretexto de traer “paz y tranquilidad” a ese país, ¡está llegando a un “acuerdo” con los talibanes! Veamos lo que el sistema capitalista imperialista mundial le ha ofrecido a la humanidad: no sólo ha hecho pedazos a la mayoría absoluta de nuestra gente en todo el mundo con pobreza, hambre, desempleo, guerras y desplazamientos, migración, fascismo, racismo y fundamentalismo religioso; ahora amenaza a la propia supervivencia de la especie humana y de la vida en general sobre la Tierra por medio de la destrucción ambiental.

Para poner fin a la opresión de las mujeres, o la que imponen con descaro los reaccionarios islámicos y los fascistas cristianos, o la que se impone de maneras más disfrazadas con los distintos tipos de políticas liberales y neo-liberales en las democracias burguesas occidentales, necesitamos entrarle a la ciencia del comunismo y a la síntesis más avanzada de esta ciencia desarrollada por Bob Avakian. Para la emancipación de las mujeres y la emancipación de toda la humanidad, la única solución es derrocar el sistema en su totalidad mediante una revolución comunista y nada menos, y esta debe basarse en la ciencia del Nuevo Comunismo y no en tal o cual “narrativa” u otros tipos de ilusiones. Este es un objetivo difícil de alcanzar y la victoria no está predeterminada. Pero tiene una base material en el mundo real, lo que hace que sea posible así como necesaria.

En víspera del 8 de marzo, declaramos que nosotros, el Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta) estamos decididos a poner fin al patriarcado milenario; estamos decididos a establecer la alternativa de la Nueva República Socialista de Irán mediante una revolución comunista, apoyándonos en las masas de personas y en el poderoso potencial de las mujeres para poder construir un mundo radicalmente diferente sin opresión y explotación, y en esta, lucharemos contra todos los caminos falsos que se presentan como alternativas viables.

Estamos decididos a vincular la lucha para erradicar la opresión de las mujeres y detener las misóginas leyes de la Sharia y el hiyab obligatorio en Irán, a la lucha para detener la pobreza y el desempleo, la represión policial y fascista, el régimen teocrático, la destrucción del medio ambiente, la opresión nacional, y las guerras libradas por la República Islámica en la región, y dirigirá y hará navegar toda esta lucha y su dinamismo hacia la revolución comunista.

Las mujeres, por intensamente que estén sometidas a todas las formas de opresión y discriminación y violencia, cuentan con una capacidad igual de intensa y deben estar al frente de esta revolución, y ser una vanguardia de la lucha por la emancipación de la humanidad. Por lo tanto, convocamos a todas las mujeres y hombres avanzados y revolucionarios a unirse con nuestro partido en la lucha contra los horrores que abruman al mundo y en el camino hacia la construcción de un mundo radicalmente nuevo.

El Anteproyecto de Constitución de la Nueva República Socialista de Irán sobre los Derechos Fundamentales de las Personas dice que la Nueva República Socialista en Irán garantizará:

“Plena igualdad de derechos para todos los ciudadanos, independientemente de sus creencias, religión, nacionalidad, género, sexualidad u orientación sexual. Plena igualdad de derechos, en todas las esferas políticas y culturales, a la educación, empleo, atención médica y vivienda. Incondicional y plena igualdad de hombres y mujeres en todos los aspectos de la vida política, económica y social y familiar. Se prohibirán la prostitución y la pornografía. El aborto se proveerá sin costo y habrá igualdad y libertad en materia del matrimonio, divorcio y amor y LGBT. Se prohibirá toda suerte de precio para la novia y dotes, etc., y las mujeres tendrán garantías sociales para mantener su vida”. (página 54 de la Constitución, que está en persa)

Para obtener estos derechos como los derechos humanos más básicos e ir más allá de eso y construir un mundo en el que no se produce ninguna desigualdad, a fin de establecer leyes para asegurar la igualdad... nos hace falta que un número creciente de hombres y mujeres, a partir de ahora y por todo el camino, ingresen a nuestro partido y se conviertan en la vanguardia de la lucha por la emancipación humana. La lucha contra la opresión de las mujeres es un frente decisivo de esta gran batalla y

“...en un sentido fundamental, como una parte crucial de la revolución cuyo objetivo final es un mundo comunista sin ninguna forma de opresión o explotación”. (Bob Avakian, El Nuevo Comunismo, p. 225)

Partido Comunista de Irán (mlm)

Marzo 2020

www.cpimlm.org

Unas iraníes protestan contra el código islámico de vestir, 2018. Foto: Farhad Rajabali

En el Perú, unas mujeres representan la danza contra la violación como parte de la lucha internacional contra la opresión de las mujeres. Foto: AP