SE NECESITA: Respuesta desafiante en masa al delirio y acciones fascistas de Trump
| revcom.us
De un lector:
He estado pensando en la barbaridad del discurso fascista de Trump el lunes 1º de junio tan sólo una semana después del asesinato brutal y gratuito de George Floyd a manos de la policía. Hay que tomar en serio sus amenazas contra el pueblo y rechazarlas de manera desafiante, no solo con palabras sino con hechos. Hay grandes implicaciones para el hermoso movimiento recién nacido de los muchísimos miles de personas que se han tomado las calles en la última semana para oponerse a este vil asesinato y a la larga historia y a la realidad actual del trato brutal a los negros en Estados Unidos.
Muchas personas ahora enfrentan el desafío: ¿la gente se enfrentará a las crecientes amenazas de Trump, ante la represión ya brutal contra los manifestantes, con mayor fuerza y determinación, o se dejará asustar, confundir y dividir?
El artículo “Un discurso y exhibición completamente fascista-cristiano... Una seria amenaza al pueblo” pone al desnudo lo que Trump tiene la intención de hacer para castigar y aterrorizar a todos aquellos que se han sentido impelidos a ponerse de pie y a negarse a seguir con esta situación. Trump ha lanzado un desafío — a aquellos que ya han estado continuando heroicamente en protestas ante la creciente represión, y con amenazas a sus oponentes políticos. Se les ha dicho a los demócratas que controlan los gobiernos locales, estatales y municipales que si no se ponen duros de la manera en que él exige, que va a tomar el relevo y encargarse de las cosas en su lugar, mediante el despacho de militares para atacar y reprimir a la gente.
No puede seguir en vigor el delirio de Trump al estilo de un dictador de estado policial, con todas las amenazas que contenía, acompañado de una demostración de fuerza brutal. Debemos sacar las lecciones correctas de la historia: cuando este tipo de terror apunta contra un movimiento justo, con demasiada frecuencia la gente ha retrocedido. Por ejemplo, en los últimos años, el movimiento Ocupar en esencia (y literalmente) “se doblegó” después de que las autoridades comenzaron a ejercer una mayor represión en su contra. No podemos dejar que eso ocurra en esta ocasión. Al contrario: de inmediato hay que enfrentarse a las maniobras de Trump con una catarata de acciones de masas aún mayor, en la que se fortalecen más y se expresan masivamente la fuerza y la determinación en las protestas contra el asesinato policial, con un contundente ¡AL CARAJO TRUMP! como adicional grito de guerra, acompañado de un poderoso coro de ¡Trump yPence FUERA YA!
Como dice el artículo: “Trump se propone intensificar seriamente la represión contra este hermoso levantamiento, como parte de un rumbo y consolidación fascista general. Ante estas amenazas, tiene que avanzar hacia adelante la lucha por la justicia para George Floyd — y para un mundo sin supremacía blanca y por una forma mejor de vivir para las personas”.
Ya estamos presenciando la determinación de las personas —en su mayoría jóvenes de todas las nacionalidades y géneros— a negarse a dar marcha atrás, volviendo la misma noche y al día siguiente en grandes cantidades con un espíritu de desafío, desafiando el toque de queda y las órdenes de quedarse en casa. Y esto está atrayendo el apoyo bien recibido de muchos otros que desean ser parte de esto.
Existe una hermosa, aunque inicial, sensación de una cultura de “nosotros contra ellos”: por un lado, personas que se sienten impelidas a seguir regresando para mantenerse en posición por la justicia y el cambio, y por otro lado, aquellos que están en el poder y sus seguidores que quieren aplastar esto. Esta sensación debe volverse más fuerte y más amplia ahora y ante todo lo que se lance para hacer que la gente retroceda, deslindando campos con: “¿De qué lado estás?”. A medida que esta crezca, la gente irá buscando y debatiendo la manera en que nos vamos hacia adelante, en este movimiento y más fundamentalmente hacia realmente hacer el tipo de cambio radical que se necesita.
Los Revcom deben estar presentes en medio de todo esto, de pie juntos con la gente y llevando audaz y convincentemente nuestro mensaje de ¡Revolución, y Nada Menos!, y la dirección de esa revolución, Bob Avakian (BA) y el nuevo comunismo que él ha desarrollado. Las personas necesitan saber que existe una manera en que pueden entrar en el movimiento para la revolución, no en grupos de uno o dos, sino al ritmo de cientos y miles.
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