Protesta de amerindios contra mitin de Trump celebrado en tierras robadas
| revcom.us
El 3 de julio, en las Colinas Negras de Dakota del Sur, Trump celebró otro mitin para propagar el fascismo, la supremacía blanca y la Covid-19. El discurso de Trump fue un llamamiento fascista a las armas contra todos aquellos que han estado tomando las calles contra el asesinato policial del pueblo negro y derribando justamente las estatuas y símbolos de la supremacía blanca, la Confederación esclavista y la opresión colonial, y contra cualquiera que se oponga a este régimen.
Pero esto no ocurrió sin oposición. Los manifestantes amerindios bloquearon la carretera que conduce al lugar del mitin, en protesta por la celebración de ese feo mitin, al pie del Monte Rushmore, en tierras sagradas para el pueblo lakota y otros pueblos indígenas. Protestaron por el robo de estas tierras por parte del gobierno de Estados Unidos. Protestaron por toda la historia de tierras robadas y la sistemática y genocida opresión de los pueblos indígenas. En el punto álgido de la protesta, había unos 200 manifestantes. Los manifestantes eran principalmente amerindios de diferentes tribus, y otros también se les unieron.
Se había movilizado una serie de fuerzas represivas contra la protesta pacífica: la Guardia Nacional, la policía y los sheriffs, muchos de ellos fuertemente armados con equipo antidisturbios. La protesta se declaró repetidamente como una asamblea ilegal, con amenazas de hacer arrestos. La multitud respondió gritando que los policías se encontraban en tierras indígenas y que eran los que están ahí ilegalmente.
Era una protesta furiosa, animada y muy desafiante. Algunas personas se comprometieron explícitamente a quedarse toda la noche si lo era necesario y estaban dispuestas a ser arrestadas. La gente bloqueó la carretera con sus cuerpos y también estacionó furgonetas atravesadas para bloquear la carretera. Cuando la Guardia Nacional se formó en fila al otro lado de la carretera y empezó a avanzar hacia los manifestantes, la gente corrió apresurada hacia ellos e hizo frente a estos cerdos empujando contra sus escudos, forzosamente impidiendo que los soldados avanzaran.
Durante muchas horas la gente mantuvo los coros, entre ellos: “Oigo, Oigo, Ojo, Ojo, Donald Trump tiene que marcharse”; “Este es nuestro hogar, esta es nuestra tierra”; “No a Trump, no al KKK [el Ku Klux Klan], no a un Estados Unidos racista”; “Desmantelen la supremacía blanca”; “La vida de los indígenas importa”; y “No más hermanas robadas”. Un llamado y respuesta fue: “Ustedes se llevaron nuestros hijos. Se llevaron nuestras madres. Se llevaron nuestros padres. Se llevaron nuestra cultura. Se llevaron nuestras tierras”. En un momento dado la gente coreaba: “La vida de los negros importa y no podemos respirar”. Un letrero simplemente decía: “Nunca tuvo grandeza”.
Se usó un spray de pimienta, y dos manifestantes dijeron que los policías les quitaron las máscaras antigás y cubrebocas a los manifestantes para poder rociarlas de cerca. Más tarde, los policías entraron y arrestaron a unas 15 personas.
Una joven entrevistada en la transmisión en vivo de Unicorn Riot dijo: “Han roto los tratados una y otra vez, ustedes como colonos están aquí en estas tierras ilegalmente, están entrando ilegalmente, tenemos el derecho de procesarlos en nuestras tierras, este es territorio bajo un tratado. No son bienvenidos aquí. ¡Ya han derramado suficiente sangre aquí, colonizadores!”
Para más antecedentes, vea:
- La historia criminal del Monte Rushmore
- Las tierras sagradas de Paha Sapa
- Los criminales del Monte Rushmore
La historia criminal del Monte Rushmore
El monumento del Monte Rushmore fue tallado en una pared de granito entre 1927 y 1941. Pero estas tierras, las Colinas Negras de Dakota del Sur, fueron robadas a los indígenas lakota por el gobierno de Estados Unidos en el siglo 19.
Bajo el Tratado del Fuerte Laramie de 1868, se reconoció que una gran parte de las Colinas Negras pertenecía a los pueblos indígenas. Pero en 1974, una expedición militar al mando del general George Custer confirmó y anuncio el descubrimiento de oro en las Colinas Negras, lo que impulsó la llegada de un torrente de los mineros hacia la región, con el respaldo y protección de las fuerzas armadas de Estados Unidos, y lo que provocó la Guerra de las Colinas Negras de 1876. Luego en 1977, el gobierno estadounidense ejecutó el Acta de Apropiaciones Indígenas de 1876, la que cortó todas las raciones para los lakota a fin de obligarlos a “vender las tierras o morirse de hambre”. En 1877, el gobierno estadounidense proclamó un “Acuerdo” bajo el cual se decía que los lakota habían cedido las tierras al gobierno federal. Pero al día de hoy, sigue en disputa la validez jurídica del “Acuerdo de 1977”, incluso si un sector importante del pueblo lakota realmente lo firmara.
Más de 100 años después, el sitio fue ocupado por un grupo de indígenas que protestaban por las violaciones del tratado, y en 1980, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que el gobierno federal había violado la Quinta Enmienda y que la nación sioux tenía derecho a una compensación de 100 millones de dólares. Las tribus rechazaron esta compensación porque aceptarla significaría que ya no podrían exigir legalmente que se les devolviera las tierras.
El creador del Monte Rushmore, Gutzon Borglum, estableció fuertes lazos con el Ku Klux Klan y asistió a sus reuniones mientras trabajaba en un enorme bajorrelieve en Stone Mountain, Georgia, para conmemorar a los líderes de la Confederación esclavista, entre ellos Robert E. Lee, Jefferson Davis y Stonewall Jackson. Independientemente de que fuera oficialmente un miembro del KKK o no, defendió la supremacía blanca y el antisemitismo. Borglum dejó el proyecto de Stone Mountain para trabajar en el Monte Rushmore.
El presidente de la tribu sioux del río Cheyenne, Harold Frazier, dijo en una declaración sobre el Monte Rushmore: “Nada recuerda más a la gran nación sioux de un país que no puede cumplir una promesa o un tratado que los rostros tallados en nuestras tierras sagradas en lo que Estados Unidos llama el Monte Rushmore”. Frazier dice: “Hay que quitar esta marca grabada en nuestra carne y estoy dispuesto a hacerlo sin cobrarle nada a Estados Unidos, de ser necesario yo mismo lo haré”.
Las tierras sagradas de Paha Sapa
Durante años, los activistas amerindios han argumentado que el monumento del Monte Rushmore es un enorme insulto para el pueblo, al igual que los monumentos a los líderes de la Confederación esclavista o a los conquistadores españoles. Y ahora hay demandas de que la enorme escultura del Monte Rushmore sea destruida. Esto ocurre en medio de las acciones directas de la gente en todo Estados Unidos para derribar estatuas de soldados de la Confederación, propietarios de esclavos y otros opresores.
La mayoría de las personas llama a estas tierras “Monte Rushmore”, pero para el pueblo indígena lakota su nombre es Paha Sapa, “el corazón de todo lo que existe”. Nick Tilsen, un líder y ciudadano de la nación lakota oglala en la Reserva Pine Ridge, dijo: “Este lugar es muy, muy sagrado para nuestro pueblo. Y por ello, el acto, primero, de robar nuestras tierras, y luego, de tallar los rostros de cuatro hombres blancos, que fueron colonizadores, que cometieron genocidio contra los pueblos indígenas, es un acto de violencia atroz... también está promoviendo esta narrativa y falsedad sobre la democracia estadounidense, cuando en realidad deberíamos estar elevando las verdades de lo que pasó a lo largo de la historia y cómo esas verdades están directamente conectadas a las disparidades que existen hoy en día en la sociedad entre los pueblos indígenas”.
Los criminales del Monte Rushmore
El Monte Rushmore, que presenta los rostros de piedra de George Washington, Thomas Jefferson, Teddy Roosevelt y Abraham Lincoln, es un monumento a la supremacía blanca, a la esclavitud y a los crímenes contra los pueblos indígenas.
Tanto Washington como Jefferson eran propietarios de esclavos. En 1779, Washington comandó una campaña de tierra quemada contra las tribus amerindias en el oeste de Nueva York. En 1862, Lincoln ordenó el ahorcamiento de 38 sioux en Minnesota después de un violento conflicto con los colonos blancos. Roosevelt apoyó activamente el destierro y el genocidio de los pueblos indígenas.
Harold Frazier, el presidente de la Tribu Sioux del Río Cheyenne, dijo: “Los visitantes miran los rostros de esos presidentes y ensalzan las virtudes que creen que hacen de Estados Unidos el país que es hoy... Los lakota ven los rostros de los hombres que mintieron, hicieron trampa y asesinaron a gente inocente cuyo único crimen fue vivir en las tierras las que dichos hombres querían robar”.
A large protest has gathered at the roadblock in front of the path up to Mount Rushmore. pic.twitter.com/xpUnbCmbKg
— Erin Bormett (@EEBormett) July 3, 2020