¿Qué intentan ocultar los fascistas cristianos respecto a Amy Coney Barrett?
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En una entrevista reciente (en inglés) con El Show RNL, la autora sobre el derecho y ganadora del premio Pulitzer Linda Greenhouse advirtió que Estados Unidos “se abalanza hacia la teocracia”, con la implicación de eliminar la “separación de la iglesia y el estado” constitucional, y la imposición a todos de la “visión” fundamentalista cristiana del “reino de Dios”. A la luz de esto, son escalofriantes las revelaciones recientes sobre la nominada de Trump para la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, y sus vínculos con Gente de Alabanza (“PoP” por sus siglas en inglés), un grupo fundamentalista cristiano parecido a una secta.
Amy Coney Bryant y Gente de Alabanza
Amy Coney Barrett, actualmente una jueza (nombrada por Trump en 2017) en el Tribunal de Apelaciones federal, fue nominada para la Corte Suprema. Como informamos anteriormente, de inmediato la nominación hizo sonar alarmas sobre la base de lo que se sabía en ese momento sobre su profunda adhesión a la doctrina católica en contra de todos los abortos, una vaga impresión de que ella tenía vínculos con PoP y su historial público de declaraciones y dictámenes.
Desde ese entonces, ahora se ha revelado en mayor grado que Barrett tiene nexos mucho más estrechos con PoP, y que PoP es aún más reaccionaria y “controladora” de lo que se sabía anteriormente. Y que tanto ella como PoP han tratado de encubrir esta relación de manera sistemática y deshonesta.
PoP se opone abierta y fuertemente al aborto, así como al matrimonio entre personas del mismo género, pero resulta que eso es la punta del iceberg de sus ideas y prácticas opresivas.
Basado en entrevistas extensos con miembros actuales y anteriores, y en un examen de documentos de PoP, Associated Press reporta que PoP se formó en 1971 en oposición consciente a los “movimientos contraculturales” y sociales liberadores de aquel tiempo, los que desafiaban los roles de género tradicionales y la opresión de la mujer.
A diferencia de eso, PoP se forjó en torno a la instrucción bíblica de San Pablo de que el esposo es la “cabeza” de la esposa y que la esposa debe “someterse en todas las cosas”. Según ex miembros (enlace en inglés), “la expectativa es que una mujer casada siempre refleje el hecho de que ella está bajo la autoridad de su esposo”. Esto incluye “tener relaciones sexuales a voluntad de él” y la prohibición de contraconceptivos porque las mujeres deben parir “todos los bebés que Dios les dé”.
El liderazgo de PoP es jerárquico y dominado por el hombre. Algunas mujeres (que hasta recientemente se conocían como “criadas”) están asignadas a dirigir a otras mujeres, pero estas criadas están subordinadas a los líderes de PoP, que son puros hombres. Una ex miembra contó que se le instruyó a compartir sus sentimientos más profundos con su “criada” — la que a su vez “repitió lo que ella dijo a las cabezas masculinas, que consultaron con su esposo sobre cómo hacer la corrección apropiada”. Se les anima a los miembros a “hablar en lenguas”, y después los líderes masculinos “interpretan” su jerigonza y la “transmiten al grupo más amplio” como guía.
Casi toda persona que permanezca en el grupo por más de seis años hace un juramento, o convenio, que incluye: “Nos acordamos en obedecer la dirección del Espíritu Santo manifestada en estos ministerios y mediante éstos [o sea, PoP] en plena harmonía con la iglesia”. [Énfasis agregado.]
Barrett fue traída a PoP de niña y ha pertenecido al grupo durante décadas. Ella y su esposo vivían en una casa de PoP mientras estudiaban derecho en los años 1990. En 2006 ella asistió a una conferencia de líderes femeninas del grupo; en 2010 ella era una “criada” de PoP. Su padre pertenecía a la dirección nacional, exclusivamente de hombres, de PoP. Su madre era una criada en la rama de Nueva Orleáns. Amy Barrett estaba en la junta de una escuela cristiana conectada con PoP en la cual la mayoría de las clases estaban segregadas por género.
Barrett y Gente de Alabanza deliberadamente ocultaron sus nexos
Claramente, PoP tienen una enorme influencia en configurar la cosmovisión de Barrett, y muy posiblemente sobre sus decisiones respecto a su vida. Sin embargo:
- En 2017, Barrett tenía la obligación de dar respuestas escritas a preguntas sobre su vida personal y profesional como parte de ser confirmada para el tribunal de apelaciones. Esto incluía: “Anote todas las organizaciones profesionales, de negocios, fraternales, académicas, cívicas, caritativas o de otra índole” a las cuales ella había pertenecido desde egresar de la escuela de derecho. Según la AP, ella no mencionó su membresía en Gente de Alabanza, ni la afiliación con PoP de la escuela en cuya junta ella servía.
- Ella llenó un formulario muy similar en 2020, y, de nuevo, “se le olvidó” mencionar PoP.
- Repetidamente y durante años Barrett ha “negado” hablar sobre PoP ni confirmar tan siquiera que ella tenía una relación con el grupo, y asimismo, PoP se ha negado a confirmar ni negar la conexión de ella con el grupo.
- En 2017, antes de las audiencias de su confirmación para el tribunal de apelaciones, y en un tiempo en que se informó que ella aparecía en la “lista corta” de nombramientos futuros a la Corte Suprema, PoP empezó a borrar de su sitio web toda mención de Barrett, hasta los anuncios del nacimiento de sus hijos.
- En 2020, tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg, PoP aceleró este esfuerzo, e incluso eliminó todas las copias de su propia revista de su sitio web.
A pesar de que Barrett les dijo a algunos estudiantes de derecho en su graduación en 2006 que deben “siempre tener presentes que su carrera judicial no es más que un medio para un fin… ese fin es forjar el reino de Dios”, los republi-fascistas insisten en que (enlace en inglés) preguntarle tan siquiera sobre PoP equivale a la “intolerancia anticatólica”. Y demócratas de peso ya han claudicado ante esto, diciendo que no tienen “ninguna intención” de hacerle preguntas a Barrett sobre su “fe religiosa ni afiliación religiosa”. El abandono de esta línea de cuestionamientos de antemano por parte de los demócratas es indicativo de su incapacidad general y su poca disposición de plantarse contra los fascistas —contra los fascistas cristianos en particular— y es un recordatorio urgente de que es necesario no confiar en el Partido Demócrata ni en solamente votar, sino asumir el llamamiento de Rechazar el Fascismo de tomar las calles con grandes y cada vez mayores cantidades de personas, para expulsar a este régimen y terminar con esta pesadilla.
Vea también:
EL VICE PRESIDENTE PENCE
—FANÁTICO FUNDAMENTALISTA,
FUERZA CRUCIAL EN EL RÉGIMEN FASCISTA
Bob Avakian
“Debido a la devastación cataclísmica que el gobierno fascista de Alemania causó en el mundo, nuestra atención ha tendido, con razón, a centrarse en los 12 años que estuvo en el poder. Durante ese tiempo, James Luther Adams, uno de los teólogos venerados de mi generación quien dio clases en las universidades Chicago y Harvard, fue a Alemania según la tradición de entre los nuevos egresados del posgrado de la época, para realizar estudios pos-doctorales. Adams presenció el choque entre la iglesia y el fascismo alemán. Hace 25 años [durante los años 1980], al ver que la derecha religiosa emergía en este país [Estados Unidos] como una fuerza política dedicada a ‘recobrar la nación para Dios’, Adams les dijo a sus estudiantes que aquí también habría que luchar contra los ‘fascistas cristianos’. Los fascistas estadounidenses, les advertía Adams, no saldrían con esvásticas y camisas pardas. La versión estadounidense, dijo, saldría con cruces y recitando la Promesa de Lealtad a la bandera de Estados Unidos”.
De:
Reflexiones sobre cómo debe responder a la derecha cristiana la Pacific School of Religion
Dr. Hubert Locke
CONOZCA A AMY CONEY BARRETT:
La nominada de Trump para la Corte Suprema. Es parte de un grupo fascista cristiano “Gente de Alabanza”, que cree que las mujeres están subordinadas a sus esposos. Hasta hace poco, sus lideresas se llamaban “criadas” y los lideres masculinos “cabezas”. El esposo es la “cabeza” de la esposa.
Nota de la redacción: Al cierre de esta edición, salen a la luz más revelaciones de que la nominada de Trump para la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, está tratando de encubrir su historial de actividades contra el aborto, junto con sus afiliaciones estrechas de vieja data con una organización fascista cristiana, principalmente católica, People of Praise (Gente de Alabanza — PoP por sus siglas en inglés), un esfuerzo que esta misma organización secunda borrando toda mención de ella de su sitio web.
Como escribimos cuando ella fue nominada, en 2006 Barrett les dijo a algunos estudiantes de derecho que se graduaban que deben “siempre tener presentes que su carrera judicial no es más que un medio para un fin… ese fin es forjar el reino de Dios”. En adición, en 1998 en un artículo en una revista de derecho, ella criticó al ex magistrado de la Corte Suprema William Brennan porque él declaró que, en un conflicto entre su fe católica y sus deberes como juez, él se gobernaría por “el juramento que hice para defender la Constitución y las leyes de Estados Unidos”, o sea, subordinar sus creencias religiosas a la ley, y no dejar que sus creencias religiosas influyeran en interpretaciones de la ley y dictámenes. Brennan se adhería correctamente al principio de la separación entre la iglesia y el estado (una cosa es que las creencias religiosas religiosas informen la moralidad de un individuo, pero otra cosa muy distinta es dejar que dichas creencias determinen la interpretación de las leyes, las que se aplican a todas las personas.)
Los demócratas de peso, en vez de dirigir la lucha para poner al descubierto las opiniones opresivas y misóginas de Barrett, basadas en la religión, como parte de oponerse a su confirmación para la Corte, han cedido a la posición de los republicanos de que es intolerancia “anti-católica” siquiera poner cuestionamientos al respecto. Los senadores como Blumenthal han dicho que no tienen “ninguna intención” de preguntar a Barrett en las venideras audiencias de confirmación sobre su “fe religiosa o afiliación religiosa”, una posición la cual afirmó Chuck Schumer, el líder demócrata del Senado, al decir que hay “CERO” posibilidades de preguntarle sobre lo que él calificó de “características personales”.