Del blog Aurora Roja de la Organización Comunista Revolucionaria, México:

AMLO — Fiel hasta el final al fascista Trump

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Una turba fascista, racista y misógina incitada por el presidente Trump irrumpió violentamente en el Capitolio estadounidense el 6 de enero. Fue la continuación de los intentos de Trump durante meses de desconocer los resultados de la elección que perdió por 7 millones de votos y dar un golpe de estado para mantenerse en el poder y consolidar el fascismo.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el presidente de México, rehusó pronunciarse sobre este intento de golpe de estado, según para no “intervenir” en asuntos internos de Estados Unidos. Sin embargo, no tuvo reparos en intervenir para defender la supuesta “libertad de expresión” de Trump cuando Facebook y Twitter bloquearon las cuentas que usaba para seguir azuzando a sus hordas fascistas, proclamando que “son muy especiales” y “los queremos”.

Frente a la amplia condena a sus acciones completamente reaccionarias e criminales, Trump se vio obligado a fingir que aceptaba una “transición pacífica” del poder en un breve discurso obviamente forzado e hipócrita, a la vez que seguía repitiendo sus indignantes mentiras de un “fraude electoral” inexistente. AMLO tomó esta oportunidad para intervenir en los asuntos del país del norte por segunda vez en la semana para alabar esta declaración, diciendo que garantiza “una transición ordenada, pacífica” en Estados Unidos. Así se pronunció objetivamente en contra de las voces de muchos en Estados Unidos y alrededor del mundo que insisten que hay que remover a Trump del poder inmediatamente, antes de que cometa más crímenes. Al alabar abiertamente el discurso hipócrita de Trump, AMLO solapa la siniestra campaña de mentiras, amenazas y violencia reaccionaria encabezada por Trump y sus achichincles para desconocer las elecciones y dar un golpe de estado fascista

¿Por qué AMLO solo interviene en la situación en Estados Unidos para apoyar al fascista Trump?

Este apoyo a Trump no es novedad, sino la continuación de una vergonzosa historia de conciliación y colaboración con el fascismo estadounidense a lo largo del gobierno de AMLO. Cuando estaba en campaña, López Obrador correctamente comparaba a Trump con Hitler y los nazis. Pero al encabezar el Estado capitalista en México, ha alabado como “amigo” al hombre que nunca ha dejado de tildar a los mexicanos de violadores y asesinos, entre otras diatribas racistas, misóginas y xenofóbicas (de odio a extranjeros). Cuando la Migra de Estados Unidos comenzó a arrancar a los niños de los brazos de sus padres migrantes y encerrarlos en jaulas (con cientos todavía separados de sus papás), el gobierno mexicano básicamente no hizo nada, con tal de mantener “buenas relaciones” con el monstruo en la Casa Blanca.

Cuando Trump exigió que México cazara y reprimiera a los migrantes con el mismo empeño que la reaccionaria migra yanqui, AMLO obedeció y mandó a la Guardia Nacional [mexicana] a hacer precisamente eso. Cuando Trump ordenó que se tirara a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a este lado de la línea divisoria con el programa “Quédate en México”, en completa violación de las leyes internacionales, el gobierno morenista [del partido político de AMLO] lo aceptó sin chistear. Cuando varias decenas de mexicanas y otras migrantes denunciaron que fueron sometidas sin su consentimiento a procedimientos ginecólogos innecesarios que atentaron contra su salud y quitaron a varias la posibilidad de dar a luz, el gobierno mexicano proclamó que iba a investigar pero terminó minimizando este terrible ultraje. Como es sabido, AMLO viajó a Estados Unidos en plena campaña electoral de Estados Unidos a celebrar el Feo festejo en que tanto alabó a Trump que su campaña electoral lo usó para ganar, con cierto éxito, votos entre los mexicanos y otros latinos. Trump insistió en toda su campaña que el único resultado que aceptaría era su propia victoria. Cuando perdió por siete millones de votos, tildó de “fraudulenta” su derrota, sin ninguna evidencia. AMLO prestó credibilidad a sus descaradas mentiras al compararlo con los fraudes electorales reales en México, y rehusó reconocer a Biden como presidente electo durante más de un mes.

Pienses lo que pienses de AMLO y su gobierno, no denunciar el intento de golpe de estado fascista en Estados Unidos ni criticar el colaboracionismo del gobierno mexicano con el régimen fascista de Trump y Pence es conciliar con el fascismo y es completamente reaccionario e inaceptable.

Es bien importante defender el derecho a la libre expresión, y las redes sociales deben ser manejadas por la sociedad en los intereses del pueblo, y no por multimillonarios como los dueños de Facebook y Twitter. Pero la libre expresión no incluye ni debe incluir el derecho a gritar “¡incendio!” en un recinto abarrotado de gente cuando no hay incendio. Tampoco incluye el “derecho” de incitar y encabezar un golpe de estado que, de haber tenido éxito, hubiera llevado a abolir todo derecho para todos, salvo el fascista en jefe y sus achichincles. ¿Alguien realmente quiere argumentar que fue correcto respetar la “libre expresión” de Hitler después de su primer intento fallido de imponer el fascismo con el infame “Putsch” de Munich?

¿Y dónde está la preocupación de López Obrador por el derecho a la libre expresión de los manifestantes pacíficos contra la racista brutalidad policíaca en Estados Unidos que han sido reprimidos con gases, toletes y bombas de aturdimiento, además de ser levantados y desaparecidos durante horas o días por elementos del Estado no identificados en vehículos no marcados por órdenes de Trump? ¿O por los manifestantes progresistas asesinados por las hordas fascistas con la abierta aprobación de la mierda residente en la Casa Blanca? ¿O por los 16 periodistas asesinados en México durante el gobierno actual, que llevó a Reporteros sin Fronteras a calificar a México como el país sin guerra más peligroso para los periodistas? ¿O por las decenas de activistas asesinados bajo el actual gobierno mexicano, como Samir Flores, asesinado con toda impunidad por oponerse al proyecto de muerte de la termoeléctrica en Huexca, Morelos, que como candidato AMLO prometió parar pero que ya como presidente del Estado capitalista intenta imponer por la fuerza?

A los seguidores de López Obrador y otros que han argumentado que para México, Trump sería mejor que Biden, solo queremos decir dos cosas. En primer lugar, aunque fuera cierto, poner los supuestos intereses de la estabilidad del orden social opresivo en México por encima de los intereses de la humanidad, es un estrecho nacionalismo burgués completamente reaccionario que algo tiene en común con el rabioso “Estados Unidos primero” de los fascistas en Estados Unidos. En segundo lugar, aunque es cierto que Biden es un representante de la clase dominante capitalista-imperialista en Estados Unidos y su gobierno inevitablemente va a ser malo, tanto para las masas estadounidenses como para la gente en todo el mundo, la consolidación del fascismo sería infinitamente peor. Los gobiernos alemanes de la posguerra han sido, como los gobiernos estadounidenses, gobiernos reaccionarios, capitalistas e imperialistas. Pero, ¿alguien realmente quiere argumentar que da lo mismo el régimen fascista de Hitler y los nazis, que masacraron más de 6 millones de judíos, comunistas, gitanos, homosexuales y otras personas supuestamente “indeseables”? Si piensas que es exagerado decir que el programa de supremacía blanca, masculina y estadounidense a ultranza de Trump y otros fascistas no llevaría a horrores semejantes, no has estado prestando atención.

Finalmente, representan una fea hipocresía los intentos de la derecha burguesa mexicana (PAN, PRI, PRD, etc.) de llevar agua a su molino condenando el intento de golpe de estado en Estados Unidos, cuando albergan en sus propias filas una buena cantidad de fascistas del Yunque [una organización religiosa fascista] y otros, y tienen las manos manchadas de sangre de innumerables crímenes contra el pueblo durante sus gobiernos. Pero su vil hipocresía no justifica el silencio o la complicidad de gente progresista con respecto al fascismo.

Fracasó este primer intento de golpe de estado fascista en Estados Unidos. Sin embargo, sigue muy presente la amenaza del fascismo, como “solución” extrema de las clases dominantes a las crisis agudas de su sistema, allá, acá y en el mundo en general. Es necesario tumbar el actual sistema capitalista, responsable de tantos crímenes y tanto sufrimiento innecesario en el mundo. La lucha contra el fascismo es parte integral de la lucha revolucionaria por acabar con el sistema capitalista que lo engendra.

¡En el nombre de la humanidad, ninguna conciliación ni colaboración con el fascismo!

¡El sistema es el problema, la revolución es la solución!

Aurora Roja
Voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México

auroraroja.mx@gmail.com | aurora-roja.blogspot.com


Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el presidente de México, y Donald Trump

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AMLO fiel al fascista.pdf 

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Amotinadores tipo MAGA (Hace que Estados Unidos vuelva a tener grandeza) ocupan el Frente Oeste del Capitolio antes de tomar por asalto el propio edificio, 6 de enero. Foto: AP

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