La respuesta a —
4. ¿En qué país las operaciones de contrainsurgencia de la CIA provocaron un terrible sufrimiento para las masas de personas?
| revcom.us
Respuesta: a, b, c y d
Todos estos países (junto con muchos otros) han sido objeto de intervenciones de la CIA que han causado un inmenso sufrimiento a la población:
Guatemala: A principios de la década de 1980, tras un golpe de estado respaldado por Estados Unidos, emprendido por el general José Efraín Ríos Montt, el ejército guatemalteco destruyó sistemáticamente más de 600 aldeas indígenas mayas en la sierra del país. Setenta y cinco mil personas, en su inmensa mayoría mayas, fueron masacradas en este pequeño y empobrecido país de América Central. Los soldados arrancaron los corazones de los niños cuando sus cuerpos aún estaban calientes y los amontonaron sobre una mesa para que sus padres los vieran. La CIA asesoró, entrenó y ayudó a dirigir a las fuerzas guatemaltecas que llevaron a cabo estas masacres y proporcionó “asistencia técnica”: equipos de comunicación, computadores y armas de fuego especiales.
El Salvador: A lo largo de los años 1980 y hasta principios de los 1990, la CIA y el gobierno de Estados Unidos respaldaron al gobierno y al ejército reaccionarios del país centroamericano de El Salvador en su guerra asesina de contrainsurgencia que mató a decenas de miles de trabajadores, campesinos, estudiantes, intelectuales, artistas y otros, y obligó a cientos de miles a huir al exilio. La CIA y las fuerzas armadas estadounidenses construyeron, entrenaron, financiaron, organizaron y ayudaron a guiar a las fuerzas armadas, la policía y los escuadrones de la muerte salvadoreños. Los “asesores” estadounidenses incluso les proporcionaron listas de objetivos.
Argentina, Paraguay (y otros países sudamericanos): En la década de 1970 y hasta bien entrada la década de 1980, la CIA y Estados Unidos organizaron, financiaron y dirigieron en secreto una campaña multinacional de represión política, tortura, desapariciones y asesinatos con el nombre en código Operación Cóndor. Esta fue implementada por las dictaduras militares de derecha en el Cono Sur de América Latina: Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil (a los que luego se sumaron Ecuador y el Perú). Operación Cóndor coordinaba las operaciones de inteligencia entre estos países; organizaba operaciones transfronterizas para detener y “desaparecer” a disidentes y opositores políticos obligados a exiliarse; y, en su “Fase III” más secreta, preveía la formación de equipos especiales de asesinos de los países miembros para que viajaran a cualquier parte del mundo para llevar a cabo asesinatos de “enemigos subversivos”. En 1974, la CIA ayudó a entrenar y organizar la DINA, la policía secreta de Chile (después de que la CIA fraguó el golpe de estado de 1973 que llevó al poder al fascista Pinochet). La DINA y su homóloga argentina, la SIDE, desempeñaron un papel líder en la Operación Cóndor, junto con los paramilitares colombianos, la Triple A (Alianza Americana Anticomunista). Algunas estimaciones cifran en 60.000 o más el número total de asesinados como consecuencia de la Operación Cóndor.
Y ha habido un enorme número de operaciones de contrainsurgencia de la CIA en todo el mundo. Para señalar tan sólo dos ejemplos horrorosos:
Vietnam: Como parte de la invasión y la guerra de Estados Unidos contra este país, que resultó en la muerte de dos millones de civiles vietnamitas, las operaciones de contrainsurgencia de la CIA incluyeron el tristemente célebre programa Phoenix. El objetivo era aterrorizar y aplastar brutalmente a la lucha de liberación mediante asesinatos generalizados, no sólo de combatientes y líderes de la liberación, sino de civiles sospechosos de ayudar a la lucha. Los vietnamitas han calculado que los equipos de la CIA mataron a unas 40.000 personas.
Afganistán: En este caso, fue Estados Unidos el que dirigió una insurgencia reaccionaria contra un gobierno en el poder. En 1979, la Unión Soviética invadió a Afganistán. La Unión Soviética era en ese entonces un país revisionista (es decir, un país “comunista” falso), una superpotencia imperialista que contendía seriamente con Estados Unidos por el dominio en muchas partes del mundo (el socialismo había sido derrotado en la Unión Soviética a mediados de la década de 1950 y se había restaurado el capitalismo). Luego, durante la década de 1980, la CIA, en asociación con los regímenes reaccionarios pro estadounidenses de Pakistán y Arabia Saudita, llevó a cabo una guerra masiva encubierta en Afganistán canalizando más de 3.000 millones de dólares en armas y ayuda a los reaccionarios combatientes fundamentalistas islámicos. La estrategia de Estados Unidos era hacer que la guerra fuera mucho más larga y más violenta, destructiva y costosa para los soviéticos. Para cuando los soviéticos fueron obligados a retirarse en 1989, más de un millón de afganos habían sido asesinados y un tercio de su población había sido expulsado a campos de refugiados. En esta insurgencia dirigida por la CIA contra los rivales imperialistas de Estados Unidos es donde Osama bin Laden se inició y se sembraron las primeras semillas de Al Qaeda y del Talibán.