Obrero Revolucionario #897, 9 de marzo, 1997
Ya no es necesario que la fertilización ocurra dentro del cuerpo de la mujer. Con una operación se pueden sacar óvulos de los ovarios de una mujer y después mezclarlos con espermatozoides de un hombre en el laboratorio; en un dos por tres un óvulo queda fecundado. Pero hasta ahora no existe la tecnología para "incubar" el óvulo fertilizado en el laboratorio los nueve meses de su desarrollo. Es más, hay que inyectar muy rápido el óvulo fecundado en el útero para que crezca.
¿Qué nos dice esto? Nos dice que todos los cambios que ocurrirán en los próximos nueve meses no son solo procesos del feto sino procesos del cuerpo de la mujer. El óvulo, el embrión y el feto están formados por células vivas, pero no tienen una existencia independiente y su crecimiento y desarrollo es inseparable de las células vivas que forman el útero de la mujer, su sistema hormonal, su sistema de transporte de alimento y oxígeno, etc.
Un aborto mata unas células vivas que son parte del cuerpo de la mujer. Células vivas que pasan por muchos cambios, que tienen el potencial de ser, más adelante, un ser humano, pero que todavía no lo son.
??