Buffalo, Nueva York
El legado combatiente del Dr. Barnett Slepian
Informe desde las líneas de frente de la guerra contra el aborto
Obrero Revolucionario #982, 15 de noviembre, 1998
El 23 de octubre, asesinaron al Dr. Barnett Slepian, un obstetra-ginecólogo de 52 años de edad de Amherst, Nueva York (cerca de Buffalo). Fue la última víctima de feroces ataques a proveedores de aborto y clínicas de la mujer, que han matado a siete personas, y herido a casi 20 más con balas y bombas.
Por más de una década, los fanáticos contra el aborto protestaron contra el Dr. Slepian; recibió más de 200 amenazas de muerte. A pesar de tales ataques, el doctor (apoyado por su esposa Lynn) seguía ofreciendo atención médica y derechos reproductivos a la mujer. Solo cuatro médicos practicaban el aborto en Buffalo, la segunda ciudad del estado de Nueva York. Con su valentía, el Dr. Slepian aportó mucho a las mujeres, en particular a las mujeres pobres.
Mary Lou Greenberg, vocera de la rama de Nueva York del PCR, escribió este informe desde Buffalo el 27 de octubre de 1998:
Con otros miembros del Equipo Especial sobre Derechos Reproductivos de ĦRehusar y Resistir!, llegué a Buffalo al día siguiente del asesinato del Dr. Barnett Slepian. Agarramos copias de los periódicos para leer qué había pasado: un fanático contra el aborto, armado con un rifle poderoso y escondido en el patio del Dr. Slepian, apuntó contra él cuando estaba en la cocina con su familia como a las 10 de la noche. Acababan de regresar de la sinagoga de un servicio por su padre, quien murió hace un año. La bala rompió el cristal de la ventana y le dio en la espalda.
Al leer los artículos, quedó claro que el Dr. Slepian tenía un fuerte compromiso a proveer servicios de aborto y servicios reproductivos generales. Un abogado, amigo del doctor, le dijo al periódico The Buffalo News que platicaron muchas veces acerca de los riesgos que corría. Dijo: "Creía que no le quedaba otra alternativa, que tenía que exponerse al peligro, porque no había otros médicos dispuestos a ofrecer a las mujeres la posibilidad de elegir".
Por años el Dr. Slepian encaró esa oposición. Los fanáticos contra el aborto lo amenazaron de muerte y los hostigaban a él y a su familia. Aunque ya no practicaba el aborto en su consultorio en Amherst (blanco de protesta durante la campaña de Operación Rescate para cerrar las clínicas de Buffalo en 1992), trabajaba en Buffalo Womenservices, la única clínica que todavía ofrece servicios de aborto. Frente a las amenazas y el hostigamiento, fue un defensor acérrimo del derecho de escoger.
El Dr. Slepian era uno de cuatro médicos de Buffalo que practicaban el aborto y el único que aceptaba pacientes de Medicaid; también ofrecía servicios obstétricos y ginecológicos generales a mujeres pobres en su consultorio de Amherst. Atendió muchísimos partos y a mujeres con embarazos difíciles; en la prensa, ellas elogiaron su compasión y gran conocimiento médico. Su asesinato afectará profundamente a un sinnúmero de mujeres y familias de esa región de Nueva York... y su muerte es una pérdida incalculable para nuestro movimiento....
El 25 de octubre, familiares y muchos amigos del Dr. Slepian asistieron al entierro. Por otra parte, la policía de Amherst convocó una rueda de prensa en su cuartel general, que se apiñó de reporteros ansiosos por conocer los resultados de la investigación. Pero ni la policía local, estatal ni el FBI tenían noticia alguna... y eso que cada noviembre de los últimos cuatro años han ocurrido ataques similares a proveedores de abortos de Canadá o el norte de Nueva York. Dichos ataques han causado garves heridas, pero el Dr. Slepian fue el primer médico asesinado.
En la rueda de prensa, salió un detalle nuevo. La policía dijo que seis horas antes del ataque, la esposa del Dr. Slepian les mandó una advertencia por fax sobre un posible ataque. Unos días antes, la Federación Nacional de Proveedores de Abortos (la asociación profesional) mandó esa carta a sus miembros en Estados Unidos y Canadá; les advirtió de la historia de ataques al acercarse el 11 de noviembre (Día de los Caídos en Guerra en Estados Unidos y Canadá) y les recomendó tomar precauciones especiales.
Cuando los reporteros preguntaron qué medidas tomó la policía para responder a la advertencia, la policía dijo: "Ninguna". Para justificar su inacción, Ħdijeron que Lynn Slepian no les pedía ayuda! Los reporteros preguntaron: "żLes da pena que no hicieron nada?". "No", dijo el superintendente de policía, aunque añadió que le daba pena que el doctor murió.
Para quien busca evidencia de que es totalmente inútil y mortífero esperar que las autoridades protejan nuestras clínicas y proveedores de aborto, Ħeso fue una prueba contundente! Demuestra una vez más que los defensores del derecho a escoger tenemos que apoyarnos en nuestros esfuerzos para proteger y defender a los proveedores de aborto, a la vez que luchamos en todos los frentes para cambiar el ambiente reaccionario que fomenta y provoca ataques como el asesinato del Dr. Slepian.
En lo que va del año, hemos visto un ataque incendiario a la clínica de aborto de Birmingham, que mató a un guardia de seguridad y lesionó a una enfermera, Emily Lyons. Hemos visto el linchamiento de James Byrd, Jr., en Jasper, Texas, y la golpiza brutal que mató al estudiante gay Matthew Shepard, en Wyoming; ahora, el asesinato bien organizado y a sangre fría del Dr. Slepian. Como dice ĦR&R!, "es un mismo ataque".
Con la gran pérdida del Dr. Slepian, sería maravilloso: si los médicos que no practican el aborto anuncian que lo van a aprender; si un buen número de estudiantes de medicina también decide aprender a practicarlo y exige que las facultades de medicina lo enseñen; si por todo el país hablamos a los medios de comunicación de la labor valiosa de los proveedores y nos comprometemos a ayudar en las clínicas.
Pero hay que hacer mucho más para cambiar la situación de que asesinen a médicos simplemente por el servicio que ofrecen a las mujeres. A todos los que quedaron horrorizados por el asesinato del Dr. Barnett Slepian: únanse a ĦRehusar & Resistir! para forjar una respuesta poderosa a escala nacional contra su asesinato y un movimiento capaz de parar los ataques a las clínicas y médicos.
***** Póngase en contacto con:
Mary Lou Greenberg,
a 212-969-0592; ĦR&R!, a 212-713-5657; email, refuse@calyx.com
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