“Lo que Marx sacó a la luz”
y
“Marx y Darwin”
Bob Avakian
9 de mayo de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Con motivo del bicentenario del nacimiento de Marx, publicamos este pasaje de "La base material y el método para hacer una revolución", un discurso de Bob Avakian de 2014. Este pasaje habla del punto de viraje y el significado de las contribuciones de Marx — el desarrollo de una comprensión científica y materialista del capitalismo y del potencial de una revolución para emancipar a la humanidad.
Lo que Marx sacó a la luz
Esto se remonta a otro punto fundamental de Marx. O sea, cuando se cita, parece tan obvio, no obstante Marx tuvo que pasar años y años adentrándose a muchísima economía política y aprendiendo de lo que Darwin estaba desarrollando en el campo de la biología, la teoría de la evolución —y estudiando los sucesos políticos y la historia y la filosofía— a fin de pasar por el tamiz todas las apariencias externas para llegar a ese núcleo interno de la contradicción, tal como la han identificado él y el marxismo en general, entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Que esa es la contradicción impulsora fundamental, que a su vez engendra y está dialécticamente interrelacionada con otra contradicción entre el modo de producción —la base económica— y la superestructura, que se erige a partir de esa base económica y trabaja para reforzarla.
Ahora, ¿qué significan estas frases? Para que algo ocurra en la sociedad —al reducirlas a su esencia—, es necesario producir y reproducir las necesidades materiales para la vida y lo mismo se aplica en el caso de nuevas generaciones de personas. Vivimos en un país altamente parásito —como ya he señalado, por ejemplo, en Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte (en adelante, “Pájaros/Cocodrilos”, para no tener que repetir el título [Primera parte: Revolución y el estado. Segunda parte: Construyendo el movimiento para la revolución])—, pero, ya he señalado que en un país altamente parásito como éste, hay un gran sector de la población que no participa directamente en la producción y reproducción de las necesidades materiales para la vida — y, de hecho, este parasitismo del imperialismo estadounidense, con esta mayor globalización, se ha puesto a transferir una creciente cantidad de la efectiva producción (como se dice, "subcontratarla") a otros países, en particular a los países del tercer mundo, pero en general a otros países en todo el mundo. Y se ha ido disminuyendo el número de personas reales participantes en la producción de las necesidades materiales para la vida en relación a la población total. Así, en una sociedad como ésta, si uno no es parte de esa pequeña parte de la población —un pequeño segmento de la población que se dedica concreta y directamente a producir las necesidades materiales para la vida—, es muy fácil nada más creer que esas cosas de alguna manera aparecen o existen. Como han dicho varias personas aparte de mí, si usted está en un extremo de la cadena alimentaria, el extremo superior de la cadena alimentaria, y los demás están haciendo todas las cosas que contribuyen a eso, es muy fácil no ver todo eso. O me gusta utilizar esta metáfora: Usted está en un edificio que se está pudriendo para adentro, sus cimientos se están pudriendo y al venir bajándose desde las plantas superiores del edificio, a partir de la planta alta del edificio, el edificio se viene pudriéndose piso por piso, pero usted está en el penthouse (ático) en la planta alta, y cree en efecto que el mundo es así, tal como son las cosas en el penthouse. Y, de repente (como a veces se hace en esos viejos dibujos comunistas o lo que sea) se da una erupción desde abajo y así se nos hace recordar que, "Ah, hay algo más aquí, aparte de este penthouse en el que estoy viviendo".
Bien, no digo que en Estados Unidos todos viven en un penthouse — se trata de una metáfora; y las metáforas, al igual que las analogías, tienen sus limitaciones. Pero cuando uno vive en una sociedad altamente parásita como ésta, es fácil no ver —es fácil no notar y desde luego no entender en ningún sentido cualquiera o en un sentido científico— cómo es la base de esta sociedad la que está funcionando, dentro de la que usted está buscando sus sueños, y no ver de dónde proviene hasta la riqueza que está en circulación que permite que distintas personas busquen diversas cosas. Se esconde todo esto, y se esconde en mucho mayor grado cuando uno vive en una sociedad altamente parásita como ésta. Pero en la base de todo esto se encuentra la producción y reproducción de las necesidades materiales para la vida y sobe dicha base las nuevas generaciones, porque las nuevas generaciones no pueden reproducirse sobre ninguna otra base — bien, es posible traerlas al mundo, pero si las personas están muy enfermizas, ni siquiera pueden traer hijos al mundo. O, si lo hacen, será muy alta la tasa de mortalidad infantil, como nosotros presenciamos en gran parte del tercer mundo. Pero es necesario tener las necesidades materiales básicas para la vida a fin de reproducir las nuevas generaciones.
Y eso es lo que Marx señala, se centra en este punto. Bien, piense en todas las formas en que uno se encuentra con otras personas todos los días y cómo piensan —en la medida en que siquiera piensan— acerca de lo que hace girar al mundo, qué es lo que en efecto hace funcionar la sociedad y todas las ideas completamente erróneas que tiene la gente al respecto o lisa y llanamente hasta la ausencia de pensar al respecto, o alguna combinación de pensar un poco y muchísima ignorancia y confusión sobre qué es lo que le permite levantarse por la mañana y dedicarse a sus cosas. ¿Se trata de su determinación individual — o ocurre algo que contribuye a que eso suceda, algo mucho más grande que uno mismo, y se trata de un fenómeno social general, abarca una sociedad entera y, en última instancia, un mundo entero de miles de millones de personas, qué no? (En estos momentos se prepara para transmitir la nueva versión de Cosmos, por lo que tenemos que decir miles de millones de personas en honor a Carl Sagan y el Cosmos original. Pero, de todos modos, miles de millones de personas, para continuar con el tema.) Y todos están participando en estas actividades que están ocultas — y he aquí la segunda observación de Marx, la que es aún más importante, y sin embargo, al mismo tiempo, la más oculta: para que estas cosas ocurran, las personas tienen que entrar en ciertas relaciones de producción las que más o menos, sin pizca de mecanicismo al respecto, corresponden a las fuerzas productivas que existan; y además, de la mano con eso, el hecho de que se están desarrollando constantemente las fuerzas productivas. Las personas son seres pensantes, y en cualquier sociedad piensan acerca de nuevas maneras de hacer las cosas, nuevas formas de organizar las cosas y debido a la fuerza impulsora de la anarquía —como Raymond Lotta señala en el reciente artículo—, en efecto el capitalismo es un sistema muy dinámico, que se ve impelido a transformar continuamente las fuerzas productivas y hasta algunas relaciones de producción en el marco general de las relaciones de producción capitalistas.
Por lo tanto, estas cosas no son estáticas e inmutables, sino que cambian constantemente, y son muy dinámicas, pero siempre cambian a costa de grandes sufrimientos para las masas populares en el mundo, para la gran masa de la humanidad y en última instancia en detrimento de la humanidad en su conjunto. Y lo podemos ver en el medio ambiente, lo podemos ver en la situación de las masas populares, lo podemos ver en la situación de las mujeres, lo podemos ver en la opresión de naciones enteras, lo podemos ver en las guerras — y así sucesivamente, en todas las cosas con las que está tan familiarizado cualquiera que haya estado prestando atención.
Marx y Darwin
Este análisis — ésta es la dinámica que Marx sacó a la luz. Y siempre me llama la atención — escucho a muchas personas esas de diferentes campos, que en términos básicos están llevando a cabo el punto de vista burgués, aun cuando sean de la pequeña burguesía, y hasta algunas de estas personas son progresistas. Escucho sus discusiones o leo artículos o libros, en los que están bregando con todas estas cuestiones, como cuestiones sobre la sociedad: ¿Qué tiene de mal la sociedad? ¿Hay maneras en que se podría cambiar la sociedad? ¿Tiene que haber mucho sufrimiento en el mundo? Etcétera. Hasta en el caso de las personas que están bregando con estas cuestiones desde una posición algo mejor, llama mucho la atención la forma en que de plano yerran completamente del blanco. Y Marx explica este tema, y esas personas hablan de todo y abordan todo salvo el entendimiento marxista básico.
No se trata sólo de que el marxismo sea una "mejor narrativa". Eso sería como el caso de un grupo de biólogos que se reunieran y se pusieran a debatir lo que pasa en el mundo natural, pero ignoraran o descartaran a Darwin. La biología después de Darwin es completa y radicalmente distinta a la biología antes de Darwin, aunque las personas han seguido desarrollando lo que desarrolló Darwin, se está desarrollando constantemente, al igual que en todos los campos del conocimiento donde las personas aplican un enfoque científico. Pero, por analogía, el entendimiento de la sociedad —y, sí, de la filosofía y de la política, pero el entendimiento de la cuestión fundamental de por qué la sociedad funciona de la manera en que lo hace, cómo se puede cambiar, en efecto cómo cambia, cómo se puede operar una transformación radical, qué es la base fundamental de todo eso— Marx sintetizó ese entendimiento. Y, sí, de ahí hemos avanzado y las personas —por ejemplo, Lenin, Mao, Stalin en ciertos sentidos, Engels sin duda— han hecho aportes y yo he seguido trabajando en esto y he seguido desarrollando un mayor entendimiento al respecto. Pero Marx hizo el adelanto inicial y fundamental, y la ciencia de la sociedad y la interacción de los seres humanos en toda la sociedad con el resto de la naturaleza y todo lo que eso genera, lo que incluye todas las ideas que genera en los seres humanos, pues, esa ciencia es tan distinta antes de Marx que la biología antes de Darwin en comparación con después de Darwin. Y cuando escuchamos a las personas, hablan de todo menos eso. O bien ignoran o desestiman, o tergiversan y descartan, este entendimiento fundamental.
Y para ponerse a transformar el mundo en un sentido radical, para conducir a la humanidad a un lugar totalmente diferente, en el que en efecto se transformen y superen todas las cosas que son los horrores cotidianos y las que se dice que constituyen el orden natural de las cosas, pues será necesario partir de un enfoque científico al respecto, tener bases en un conocimiento de las contradicciones y dinámicas concretas que configuran a continuo el escenario y vuelven a configurarlo, y los cambios que se producen constantemente, y los cambios que hacen posible tal transformación — no inevitable pero posible. Y es un hecho que las diferentes fuerzas de clase con un entendimiento más o menos consciente van a estar obrando constantemente en ese mismo escenario y trabajando para afectar esas mismas contradicciones desde su propia perspectiva. No se trata de algo como un laboratorio —bueno, hasta los laboratorios tratan con animales vivos, por ejemplo— vienen ocurriendo muchísimas otras cosas, no se trata de manejar unos entes pasivos, sin más ni más que muchísimas cosas que no cambian las que se puede mover de un lado a otro a fin de hacer una revolución. Se trata de unas dinámicas que cambian constantemente y sobre las que las demás fuerzas en la sociedad —o al menos sus representantes conscientes— están trabajando para afectar y cambiar en una dirección favorable al mundo tal como consideran que debe ser.
Bien, para que quede claro, eso no quiere decir que solamente se trate de una narrativa versus otra narrativa o un interés frente a otro interés en algún sentido no materialista. Sólo hay una resolución de todas estas contradicciones que corresponda a los intereses fundamentales de las masas de la humanidad oprimida y en última instancia de la humanidad en su conjunto. Pero eso no quiere decir que no piensan otras fuerzas de clase... todos los representantes de todas las clases piensan — eso es lo Marx también señala en El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, de que todos los representantes de todas las clases piensan que lo que están luchando por plasmar en nombre de la clase que representan corresponde a los intereses generales de la sociedad y de la humanidad. Todos ellos piensan así. Es decir, en cierto que hay algunos oportunistas cínicos y de mentalidad mezquina y funcionarios corruptos, y demás. Pero los representantes más ilustrados o de mente amplia de diferentes clases, y si se quiere utilizar ese término, los que trabajan más sinceramente por esos intereses — en realidad piensan que representan los intereses generales de la sociedad y de la humanidad. Ellos piensan que ésta es la mejor manera en que se podría organizar la sociedad.
Pero hay solamente un programa concreto y punto de vista en que eso es cierto en efecto en esta época de la historia humana, y en términos de la forma en que las contradicciones se manifiestan y el rumbo que tienen que seguir a fin de emancipar a los oprimidos —los condenados de la tierra, los oprimidos del mundo— y en última instancia la humanidad como un todo, e ir más allá del momento en que se superen las contradicciones propias del capitalismo y su manera de organizar a los seres humanos para relacionarse con el resto de la naturaleza, y las dinámicas respectivas, y nos pasemos a una época completamente diferente, en términos de las relaciones materiales y en cuanto a la forma de pensar de la gente. Esto es lo que Marx y Engels recalcaban cuando decían que la revolución comunista implica la ruptura más radical con las relaciones de propiedad tradicionales, por lo que no es de extrañar que se trate de la ruptura más radical con las ideas tradicionales. Eso tiene una base material. No sólo se trata de que éstas sean mejores ideas, o una manera más justa en que la sociedad podría organizarse en abstracto, o como un conjunto de ideas. Sí, es más justa. Pero eso tiene una base material.
Y si no nos basamos constantemente — constantemente pesa la espontaneidad en la que se ejerce la influencia de los puntos de vista de otras clases y sus representantes, lo que hace que empecemos a ver el mundo por ese prisma, por esos lentes. Así que se trata de una lucha constante que hay que retomar, y de bregar colectivamente, no sólo como individuos —sí, como individuos, pero sobre todo colectivamente en las filas del partido, y lo que tiene que ser las crecientes filas del partido, las crecientes filas del movimiento para la revolución, las masas más amplias de personas— una constante lucha para retomar y profundizar nuestro entendimiento y nuestra aplicación viva del conocimiento científico, sobre lo que, para repetir, Marx primero abrió paso y lo que desarrolló de una manera cualitativa (con Engels también, pero Marx más que nadie).
Una vez más, al utilizar esa analogía y recalcarla, se hace que el entendimiento de la ciencia de la sociedad y su interacción con el resto de la naturaleza sean tan fundamentalmente distinto a la forma en que se trataba antes de Marx, como lo son las cosas en la esfera de la biología — como lo son las cosas fundamentalmente distintas después de Darwin que antes de Darwin, aunque las personas han seguido trabajando en torno a lo que Darwin desarrolló, y había muchas cosas que Darwin no entendía, entendía parcialmente o hasta entendía incorrectamente, si bien su entendimiento fundamental era cualitativamente correcto y un tremendo adelanto. Lo mismo ocurre en el ámbito de lo que nosotros estamos haciendo. Había cosas que Marx no entendía. Engels, Lenin, Stalin sin duda, incluso Mao —digo incluso Mao, porque él es más reciente—, pero hay cosas que hemos aprendido que ellos no entendían o no entendían correctamente. Así es la naturaleza de ser científico. Y no obstante Marx hizo ese adelanto cualitativo fundamental inicial. Y ese entendimiento básico —sí, tal como ha pasado por un proceso de bregar continuo y constante desarrollo mediante aportes, y a nosotros nos corresponde la responsabilidad de seguir bregando y contribuyendo a su desarrollo— pero ese entendimiento en ese sentido es lo que tenemos que retomar continuamente, en el que tenemos que volver a afianzarnos, desarrollar bases más profundas y aplicar y plasmar la relación dialéctica correcta entre desarrollar las respectivas bases y aplicarlo, sacar lecciones de la experiencia de su aplicación así como de la mucho más amplia experiencia en el mundo, en diferentes ámbitos. Es necesario profundizar nuestro entendimiento de esta ciencia, volver con ese entendimiento más profundo, y así sucesivamente, en una dialéctica en movimiento hacia adelante, tratando con toda la complejidad sin perder la esencia, sin perder los fundamentos, sin perder nuestro conocimiento de los fundamentos, a la vez que seguimos interrogando los fundamentos. Debido a que ésta es una ciencia. Se trata de ser consecuente, sistemática, completa y cabalmente científico.
Y en efecto eso es lo que es el marxismo, lo que es el comunismo. Esto no implica que no cometa errores — no implica que las personas que están trabajando en esto no se dejen influenciar por las limitaciones de su propio entendimiento, por los puntos de vista de otras clases, por sus propios prejuicios y sesgos como personas, o lo que sea. Eso es cierto en cualquier campo de la ciencia. Pero el método científico es lo que nos capacita para que también aprendamos de todo eso, y lo que nos capacita para hacer un balance y profundizar nuestro entendimiento y hacerlo más correcto, en un proceso continuo. Así que eso es muy importante. Tenemos que ser científicos, y específicamente tenemos que aplicar lo que es, de hecho, el método y enfoque científico más completo, sistemático y consecuente, el enfoque del materialismo dialéctico y comunismo — para que quede claro, el comunismo que se base en el materialismo dialéctico.