31 de julio de 2005
Un "acto de fe" y un "salto" al conocimiento racional
Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU
Revolución #010, 31 de julio de 2005, posted at revcom.us
Hace poco recibí una carta de una persona que oyó pasajes de mi charla "Dios no existe: Necesitamos liberación sin dioses" en el programa radial de Michael Slate en la emisora KPFK/Pacifica de Los Ángeles 1. La carta está repleta de distorsiones de lo que dije. Entre otras cosas, afirma que califico al "cristianismo" de "mal". En realidad no califico así al cristianismo en sí, sino al fanatismo fundamentalista cristiano que predica la adhesión literal a la Biblia y cuyo fondo político e ideológico es fascista (y por eso lo llamamos, muy correctamente, fascismo cristiano). En la charla demarqué muy claramente la distinción entre el fascismo cristiano y otras corrientes cristianas (y creencias religiosas). Subrayé que si bien los comunistas, como ateos científicos, nos oponemos filosófica e ideológicamente a toda cosmovisión religiosa, reconocemos y valoramos el hecho de que muchos cristianos y creyentes de otras religiones han luchado con valor contra muchas formas de opresión, y que muchos más pueden hacerlo. Consideramos sumamente importante desarrollar y fortalecer una unidad con ellos, a la vez que seguimos debatiendo cuestiones de cosmovisión y objetivos políticos.
Además de tergiversar lo que dije en la charla sobre la religión, la carta tergiversa la historia del movimiento comunista internacional y la experiencia de la sociedad socialista. Repite los más burdos ataques y calumnias de los políticos, instituciones y medios reaccionarios de la clase dominante contra la Unión Soviética en el tiempo de Lenin y de Stalin, y contra China en el tiempo de Mao. (También habla de Camboya durante el gobierno de Pol Pot, que en realidad no es en absoluto un ejemplo de socialismo ni comunismo 2). Desde luego, la experiencia de la sociedad socialista y del movimiento comunista internacional es muy compleja y ha estado signada por contradicciones: en la primera ronda de estados socialistas del siglo pasado, en la Unión Soviética y China (y en la experiencia general del movimiento comunista internacional), el aspecto principal definitivamente han sido los grandes logros que mostraron y desbrozaron el camino hacia la abolición de toda relación de explotación y opresión, y hacia la emancipación final de la humanidad en el mundo entero; pero ha habido serios errores y deficiencias, y en ocasiones las acciones y el pensamiento de los comunistas no han concordado plenamente con las metas, métodos y principios del comunismo.
Yo he dedicado mucho esfuerzo y atención a analizar dicha experiencia, a sacar lecciones importantes y a defender su aspecto principal: su realidad positiva y emancipadora 3. Los comunistas de todo el mundo tenemos la responsabilidad de hacer más investigación y recapitulación (análisis y síntesis, como decimos) de esa experiencia, de popularizar sus grandes logros y de sacar lecciones para el futuro. (Cabe mencionar que además de mi trabajo pasado y presente sobre el tema, nuestro partido ha emprendido el proyecto Pongamos las cosas en claro, con el propósito de profundizar y diseminar una recapitulación científica de esa experiencia: su aspecto principal, que es positivo, y en segundo renglón, pero también importante, los serios errores y deficiencias, y una síntesis de las lecciones clave).
Otra distorsión de la carta es su discusión simplista y fundamentalmente errónea de la moral comunista. Afirma que no hay tal moral, que los comunistas no tenemos moral. En numerosos escritos y en mi libro Predicando desde un púlpito de huesos, he planteado los rasgos centrales de la moral comunista y contrastado sus principios liberadores con la naturaleza reaccionaria y esclavizadora de la moral que caracteriza al sistema capitalista-imperialista y la "moral tradicional" en general, especialmente cuando se basa literalmente en la Biblia. (Entre otras cosas, la carta ridiculiza la idea de que "los cristianos oprimen a la mujer y los homosexuales". Lo central no es que los "cristianos" en general lo hagan, sino que es un hecho innegable que la Biblia fomenta la opresión de la mujer y de los homosexuales, y quien quiera actuar de conformidad con la palabra textual de la Biblia "oprim[irá] a la mujer y los homosexuales". Para confirmarlo, basta con leer la Biblia: el Antiguo Testamento recomienda ejecutar a los homosexuales [Levítico 20:13], y defiende la violación, insta a cometerla y a llevarse a las mujeres como trofeos de guerra [Números 31:15-18, entre muchos versículos que se podrían citar]. Por su parte el Nuevo Testamento, por ejemplo, muchas de las epístolas de Pablo, sostiene que la mujer es inferior y que el hombre la debe dominar).
La carta también afirma que los comunistas no tenemos nada que decir —nada que valga la pena (o "inteligente")— sobre asuntos como la belleza y el amor. El Borrador del Programa de nuestro partido; nuestra ponencia sobre la homosexualidad; nuestro periódico, Revolución; y muchos de mis charlas y escritos, como mi autobiografía, From Ike to Mao and Beyond, My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist y el libro Marxism and the Call of the Future (conversaciones con Bill Martin, profesor de filosofía y teórico social radical sobre temas de ética, historia y política), así como mi nuevo libro Observations on Art and Culture, Science and Philosophy, abordan a fondo los temas de la belleza y el amor, la ética y la moral, y expresan claramente el punto de vista comunista. (Dejo al criterio del lector si lo que dicen esas obras vale la pena o es "inteligente").
Pero aquí quiero centrarme en la afirmación de que el comunismo (y el ateísmo en general) es otra forma de religión, y de que el comunismo y el razonamiento científico implican un "acto de fe", al igual que la religión. Esa distorsión de la carta es muy seria, es algo que divulgan por todas partes los fundamentalistas religiosos, y siembra mucha confusión. En este artículo explico por qué eso es completamente erróneo y examino las diferencias cruciales entre la religión y los "actos de fe", por un lado, y por el otro la ciencia y el método científico, especialmente el comunismo, con su punto de vista y método científico sistemático y global.
La carta afirma que el comunismo (y, en general, el punto de vista y método científico) no es más que otra forma de religión:
"Espero que no se ofenda si digo que su ateísmo es una fe. Estoy seguro de que se da cuenta de que el ateísmo también es una creencia. Y como ha sifrado [sic] sus esperanzas en que sea la verdad, podemos decir que es su religión. ¿Cómo le quedó el ojo? ¡Bob Avakian es un tipo religioso!
"Seguramente se da cuenta de lo que la mayoría de los evolucionistas no ven: que como no había nadie presente para hacer un registro del Big Bang, es un acto de fe tal como la versión bíblica de la creación. Pero no hay que preocuparse; ¡basta con decir con fuerza `La evolución es una cosa probada’ y ya!".
El aspecto central y fundamentalmente incorrecto de la carta es que distorsiona el método y proceso científico de investigar, analizar y sacar conclusiones. Concretamente, argumenta que el "salto" al conocimiento racional, en este caso a través de la aplicación del método científico, es igualito al "acto de fe" típico de la religión. Pero en realidad, son dos cosas radicalmente distintas. Un análisis de la diferencia entre las dos pone de relieve la confusión y las burdas distorsiones y tergiversaciones de la carta, y del método de razonamiento del autor; pero también sirve para aclarar la diferencia fundamental entre la orientación científica y la orientación religiosa a conocer y cambiar —o no cambiar— la realidad, especialmente la sociedad humana.
Como Mao Tsetung explica en sus importantes obras filosóficas, como "Sobre la práctica", el proceso de desarrollo (o acumulación) de conocimientos tiene dos etapas básicas: 1) el conocimiento sensorial y 2) el conocimiento racional. Para pasar al conocimiento racional, después de asimilar las sensaciones (en la primera etapa) es necesario dar un gran paso, o salto,y sistematizarlas: identificar las "pautas" y captar el carácter esencial y la identidad básica del fenómeno que están más allá de la superficie. Veamos algunos ejemplos de la "vida cotidiana" para ilustrar mejor este punto fundamental. Esto puede aclarar la diferencia entre adquirir conocimientos a través del salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional, y el "acto de fe" religioso, que no lleva, ni puede llevar, al conocimiento racional.
Como Mao indica, la primera vez que encontramos un fenómeno, lo percibimos de manera superficial e incompleta; captamos algunos rasgos pero no "lo que por dentro lo articula" (el carácter esencial que le da identidad) y lo distingue de otros fenómenos y establece su relación con ellos. Esta es la etapa de la sensación y del conocimiento sensorial. Veamos un ejemplo: muchas personas que tienen escasos conocimientos del fútbol americano han comentado que ¡al parecer se trata de una bola de tipos muy fornidos, con un montón de equipo, cascos, etc., que corren a lo loco, chocan violentamente y se apilan en el suelo! Pero si uno mira partidos por un tiempo y se esfuerza por entender lo que pasa, empieza a discernir las "pautas", "reglas" y "leyes" del juego. Los aficionados del deporte lo conocen bien, con todas sus "reglas" y "leyes", y ofrecen sin mayor problema opiniones y juicios sobre las jugadas. Obviamente, cuando vieron su primer partido, ellos tampoco conocían nada de eso y les parecía una serie de actividades "inconexas" sin chiste ni lógica. En el movimiento de profundización del conocimiento se pasa de tales impresiones superficiales a una comprensión del carácter del deporte y sus "reglas" y "leyes": uno acumula más y más conocimientos sensoriales y de repente da un gran paso, un salto, y "arma el rompecabezas" y sistematiza, o sea, hace un análisis y sintetiza lo esencial, las "pautas" clave y "lo que por dentro lo articula" y le da su carácter de "fútbol americano". Muchas veces uno da el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional casi inconscientemente, o sea, no se fija conscientemente en qué momento ocurre pero, a pesar de eso, es un cambio concreto y lleva a un plano superior del conocimiento: el conocimiento racional. (En el caso del fútbol americano, ¿vale la pena hacer el esfuerzo de pasar del conocimiento sensorial al conocimiento racional? Eso depende, naturalmente, del contexto cultural y social, además de las preferencias personales de cada cual, y ¡sobre eso no voy a opinar!).
Pero quiero contrastar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional de fenómenos concretos con el "acto de fe" religioso. Imaginemos que alguien diga: "No hace falta que observe un partido de fútbol ni que me expliquen las reglas; dios me revelará todo". O sea, un cuate dice que puede conocer un fenómeno (en este caso el fútbol) por medio de un "acto de fe". Pero en realidad, eso no lleva a conocimientos concretos ni puede comprobarse con los medios y métodos del mundo real. No hay manera de comprobar que "dios le revelará" tales conocimientos ni puede haber ninguna prueba, salvo su propia palabra. ¡No recomendaría ir a Las Vegas o Atlantic City a apostar un dineral al fútbol con "conocimientos" adquiridos por un "acto de fe"!
Veamos otro ejemplo. En un juicio por robo el fiscal presenta pruebas (testimonio de testigos y otras pruebas) a fin de demostrar que el acusado se encontraba en el lugar de los hechos o que le encontraron un arma muy parecida (o igualita) al arma que tenía el ladrón, etc. Por su parte, el abogado de la defensa busca demostrar (con testimonio, etc.) que el acusado se encontraba muy lejos o que el arma que tenía no era la del robo, etc. Para dar el veredicto el jurado tiene que dar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional; tiene que "desechar la cáscara para quedarse con el grano" y descubrir lo esencial de la evidencia. Naturalmente, es posible que no haga bien su trabajo, que los jurados tengan prejuicios contra el acusado o que no disciernan correctamente las "pautas" ni lleguen "al grano". Pero eso no niega que les toca dar un salto de los hechos (el testimonio, etc.) a una conclusión, al grano: ¿el acusado cometió el robo o no?, lo cual implica, repito, dar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional.
Si, por ejemplo, la defensa presenta 10 testigos que no tienen ninguna relación especial con el acusado y todos declaran sin duda que lo vieron lejos del lugar de los hechos en el momento del robo (y si el fiscal no "hace flaquear" a ninguno), es lógico concluir que el acusado no cometió el robo y hay que absolverlo. Aquí lo más importante es captar que para dar el veredicto el jurado pasa por un proceso de "sacar una conclusión basada en los hechos", lo cual implica y requiere dar el salto del conocimiento sensorial (oír testimonio) al conocimiento racional (sacar la conclusión de que el acusado no puede haber cometido el robo). Como es la única conclusión lógica, quizá no sea claro que fue necesario dar un salto para sacarla; es decir, que además de oír los hechos, el proceso requiere "armar el rompecabezas", ir al grano y captar la esencia de esos hechos. Es importante subrayar que se trata de una conclusión lógica,producto de un proceso de razonamiento que permite dar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional.
Nuevamente, quiero contrastar eso con un "acto de fe". Si un jurado dijera: "Sé que el tipo es culpable porque `el Señor me lo dijo’", sería lo contrario de un proceso lógico y razonado. Sería un "acto de fe", que es como un "salto a ciegas", en oposición al salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional. Tal "salto a ciegas" rechaza los hechos y el proceso lógico necesario para dar un salto radicalmente diferente: el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional. ¿A poco sería deseable que los jurados decidan la suerte de los acusados por medio de un "acto de fe"?
Un ejemplo más de la "vida cotidiana": si un niño observa el tráfico y la circulación de carros, y una persona mayor le explica el sistema, en poco tiempo se da cuenta de que si se mete a la calle sin más, terminará lastimado o muerto. En este caso, el niño primero observa el movimiento de vehículos aparentemente arbitrario y sin "pautas" definidas, y luego capta las "pautas" y el carácter esencial del movimiento, y cuándo es prudente cruzar la calle o no. Una vez más, vemos el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional que vimos en los ejemplos anteriores. Pero si la persona mayor le dijera al niño: "No tengas miedo de cruzar la calle porque `dios te protege’", no se trataría de un salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional sino de un "acto de fe" que rechaza la razón y la lógica, y seguramente tendría consecuencias trágicas.
Si la diferencia crucial entre el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional y el "acto de fe" es de vital importancia en la "vida cotidiana", es mucho más importante en el caso de los conocimientos científicos, que se adquieren y se comprueban a través de la aplicación sistemática del método científico y no por medio de "actos de fe".
El método científico dicta investigar la realidad a través de observaciones, experimentación y otros medios; acumular datos; sistematizarlos; y elaborar teorías que sintetizan las pautas (lo que tienen en común los datos) y explican el carácter esencial de los fenómenos. Después la teoría se pone a prueba: se hace otra ronda de observaciones y experimentación partiendo de la teoría a fin de profundizarla y determinar si los resultados concuerdan con lo que la teoría predice. Si los resultados contradicen la teoría (por ejemplo, si los experimentos u observaciones dan resultados que la teoría predice que no pueden ocurrir), hay que concluir que es errónea o que tiene fallas. En cambio, si se pone a prueba repetidamente desde múltiples direcciones por largo tiempo, y los resultados concuerdan invariablemente con lo que la teoría predice y ningún resultado u observación produce datos que la contradigan o que la teoría no pueda explicar, se puede concluir que es correcta. Pero para que la comunidad científica acepte una teoría, además de probarse repetidamente, tiene que pasar por el examen riguroso de otros científicos, especialmente los expertos del campo en cuestión. Si "pasa", o sea, si ningún científico demuestra que tiene fallas o es errónea y ningún resultado contradice la teoría y sus predicciones sobre la realidad, la comunidad científica la acepta como explicación válida de la realidad (o del aspecto de la realidad que abarca).
Es cierto que en el proceso de elaborar teorías inicialmente los científicos hacen "conjeturas" e "hipótesis preliminares"; es decir, muchas veces hacen una especie de "suposición" (con cierto fundamento) sobre un aspecto de la realidad, aunque todavía no tienen prueba definitiva. Pero tales hipótesis también se basan en evidencia previamente acumulada y verificada, y no en un "acto de fe" ni en declaraciones religiosas que se aceptan ciegamente sin prueba ni posibilidad de obtenerla. Además, los científicos ponen a prueba sistemáticamente tales hipótesis en el mundo real; con ese método se generan nuevos datos que, a su vez, sirven para elaborar las teorías científicas ya aceptadas.
Naturalmente, los científicos cometen errores. Tanto científicos individuales como la comunidad científica general y los "expertos" y "autoridades" de una rama u otra se han equivocado. Al fin y al cabo, son seres humanos con limitaciones; son parte de una sociedad y las ideas predominantes de esa sociedad influyen en ellos. Pero en el proceso de acumular conocimientos (a través de experimentación y observación en relación directa con ciertas teorías y en la ciencia y el mundo en general), toda teoría se pone a prueba y se somete al escrutinio de otros científicos. A veces nuevos conocimientos contradicen aspectos de una teoría o, en algunos casos, la teoría en su totalidad. En tal caso es necesario modificarla o descartarla por completo. Pero el punto clave es que el método científico nos da los medios para seguir investigando la realidad y conocerla más a fondo, y corregir los errores que se hayan cometido.
La profundización del conocimiento que se da al pasar del conocimiento sensorial al conocimiento racional, a su vez, sienta la base para acumular mayores conocimientos sensoriales, analizarlos, sistematizarlos y dar mayores saltos del conocimiento sensorial al conocimiento racional, una y otra y una y otra vez. Los individuos, la sociedad y la humanidad no acumulan conocimientos "de un solo golpe" sino por medio de un proceso constante. Así es en la "vida cotidiana" y mucho más en la aplicación consciente y sistemática del método científico. Esto nos lleva a otro punto que Mao recalcó: además del salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional, hay que dar otro salto del conocimiento racional a la práctica, lo cual permite transformar la realidad material y acumular mayores conocimientos sensoriales, que sientan la base para otro salto al conocimiento racional, y así sucesivamente.
En oposición a lo anterior, la cosmovisión religiosa —que se basa en la fe, en vez de investigar y analizar el mundo real, y dar el salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional— no puede llevar a una comprensión cabal de la realidad, y termina rechazándola de una manera fundamental. Desde luego, no todos los creyentes se basan palabra por palabra en la Biblia (u otras escrituras religiosas); no todos dicen que hay que aceptarla al pie de la letra como la palabra de un presunto ser sobrenatural todopoderoso y omnisciente, es decir, como la "verdad absoluta". De hecho, muchos creyentes aceptan muchas de las conclusiones científicas y no pocos intentan conciliar sus creencias en un ser sobrenatural con el método científico y su aplicación a la existencia material. Pero la religión afirma que hay otra esfera aparte de la existencia material, cuando en realidad no la hay; jamás se ha presentado (ni se podrá presentar) evidencia de tal esfera ni se puede comprobar su existencia a través de la investigación científica. De hecho, incluso los que quieren conciliar sus creencias religiosas con el método científico y su aplicación, no pueden hacerlo cabalmente porque tales creencias inevitablemente entrarán en conflicto con las conclusiones que se derivan de la aplicación del método científico.
Volvamos a un punto central de la carta, que está en los párrafos que cité. Tomemos lo que he planteado (el contraste entre el método científico y una cosmovisión religiosa y, en particular, el contraste entre el gran paso, o salto, del conocimiento sensorial al conocimiento racional y el "acto de fe") y apliquémoslo a dos ejemplos que da la carta: la evolución y el Big Bang. Los dos tienen en común que son teorías científicas que explican aspectos fundamentales del desarrollo del universo conocido (el universo que conocemos los seres humanos), la Tierra, los seres vivos y el ser humano. (En líneas muy generales, la teoría del Big Bang dice que el universo, como lo conocemos hoy, se originó con una explosión cataclísmica de materia hace miles de millones de años). La teoría del Big Bang cuenta con sustancial evidencia empírica, pero la teoría de la evolución está mucho más establecida y la han confirmado más de 150 años de experimentación y análisis desde que Charles Darwin la sistematizó en el siglo XIX. La teoría de la evolución explica que el ser humano ha evolucionado de una larga cadena de seres vivos a lo largo de miles de millones de años. Ofrece clara evidencia de que el ser humano y los grandes simios son parientes cercanos, de que descienden de una especie común y de que sus caminos evolutivos se separaron hace apenas unos pocos millones de años. Nuestro periódico publicó una importante serie de Ardea Skybreak sobre la evolución, La ciencia de la evolución (y según entiendo la editorial Insight Press publicará el libro pronto), con una profunda explicación de la evolución: explica que se ha comprobado una y otra vez que es correcta, desde muchos ángulos y con la aplicación del método científico en distintos campos; documenta que las actuales investigaciones y recapitulaciones científicas de muchos campos de la ciencia (la genética, el registro fósil y muchos otros "campos de investigación científica") siguen validando y comprobando la evolución; que jamás ha habido un descubrimiento científico o hecho comprobado que ponga en duda o refute la evolución; y que, en resumen, la evolución es una de las teorías más comprobadas y fundamentales de toda la ciencia, y uno de los componentes más fundamentales del conocimiento de la realidad. La serie también analiza y refuta minuciosamente los ataques de los fundamentalistas religiosos y demás contra las verdades fundamentales de la evolución con teorías como el "creacionismo" bíblico o la teoría "más sofisticada" de "Diseño Inteligente", que es una variante del "creacionismo".
Con esto en mente, volvamos a lo que dice la carta: que la evolución y el Big Bang son "un acto de fe tal como la versión bíblica de la creación". A estas alturas, debería estar claro que eso es completamente falso. La aplicación del método científico ha comprobado (y sigue comprobando) que la evolución es verdad; como hemos visto, el método científico requiere dar un salto del conocimiento sensorial al conocimiento racional,pero no tiene nada que ver con "actos de fe". Los "actos de fe" son contrarios al método científico y son una violación de él; si una teoría científica se basara en ellos (que por definición no se pueden probar ni corroborar con métodos científicos), inmediatamente se consideraría inválida según los criterios de la ciencia y del método científico.En el método científico y en la teoría de la evolución no hay "actos de fe"; sus conclusiones (y el método para llegar a ellas y seguirlas validando) se contraponen a los "actos de fe" y a la noción de que se puede llegar a conocer la verdad de la realidad basándose en la fe. Por lo tanto, cuando declaro (y no solo yo, sino la abrumadora mayoría de los científicos del campo de la biología y de la comunidad científica en general, lo cual es más importante para esta discusión), sin vacilar, que "¡la evolución es cosa probada!", puede que la persona que escribió la carta se moleste y sienta que contraría sus principios religiosos, pero a pesar de eso, la evolución es, efectivamente, cosa probada.
A estas alturas, también, debe estar claro por qué es fundamentalmente incorrecto el comentario de la carta de que "como no había nadie que diera constancia del Big Bang, es un acto de fe igual que la versión bíblica de la creación". Aunque (según mis conocimientos) la teoría del Big Bang no está tan corroborada y verificada como la teoría de la evolución, y aunque definitivamente falta mucho por conocer de los orígenes y el desarrollo del universo (o quizá de otros universos), y los físicos y demás científicos son los primeros en decir esto, la teoría del Big Bang definitivamente no es un "acto de fe religiosa" igual que el mito bíblico de la creación. Para empezar, el relato de la creación que se encuentra en el Génesis es incorrecto: lo contradicen claramente muchas conclusiones científicas sólidas, en general y en particular. Por ejemplo, se puede demostrar científicamente que la Tierra tiene miles de millones de años y no unos pocos miles de años; que la Tierra gira alrededor del Sol; y que existieron muchas especies vegetales y animales antes que los seres humanos. En contraposición, los conocimientos y conclusiones actuales obtenidos por el método científico no contradicen los planteamientos generales de la teoría del Big Bang (aunque, repito, según tengo entendido, la teoría del Big Bang no está tan firmemente corroborada por métodos científicos como la teoría de la evolución). Con el mito bíblico de la creación sucede todo lo contrario.
Por supuesto que en el momento del Big Bang no había seres humanos. Pero eso no invalida la teoría ni la reduce a un "artículo de fe", como el mito bíblico de la creación. Los seres humanos conocen muchas cosas de la realidad que no experimentan directamente. La teoría del Big Bang se ha formulado y desarrollado por un proceso (en curso) de partir de cosas claramente establecidas y demostradas, desde muchos ángulos, y "armarlas" para sacar una conclusión sobre la realidad general de que forman parte. Mejor dicho, implica un "salto": un salto de la evidencia a una conclusión sobre esa evidencia,pero no es "acto de fe" ni nada por el estilo.
En resumen, para formular la teoría del Big Bang los científicos del campo de la astronomía, la física y otros campos han partido de lo que ya saben del universo (lo que se ha establecido, probado y verificado científicamente), y han elaborado otras inferencias y sacado conclusiones sobre el universo y sus orígenes. En cada etapa del desarrollo de esta teoría científica (como en todas las teorías científicas), ha habido que poner a prueba en la realidad esas inferencias y conclusiones antes de pasar al nivel de una teoría verificada de aceptación general. La teoría del Big Bang se sigue desarrollando, pero no es pura especulación: las preguntas que plantea y explora, la investigación que estimula y los conocimientos concretos que ha descubierto a la fecha se basan en evidencia científica acumulada previamente sobre la realidad. Esto representa una profunda diferencia entre el método científico y la "fe religiosa", pues esta última, por definición, no saca conclusiones ni hace afirmaciones basadas en investigación y recapitulación científica de la realidad y, por definición, no se puede poner a prueba con métodos científicos. A diferencia del relato bíblico de la creación del universo, la teoría del Big Bang se sigue investigando continuamente. Aunque en el momento en que hoy se calcula que ocurrió el Big Bang (hace 15 mil millones de años) no había seres humanos, el avance de la tecnología (por ejemplo, nuevos telescopios e instrumentos lanzados al espacio) ha permitido a los científicos conocer mucho más de lo que sucedió poco después del momento en que ocurrió el Big Bang en un punto muy lejano a donde está la Tierra ahora. (En este contexto, "poco después" quiere decir más o menos mil millones de años, que no es mucho tiempo en la escala del universo). Los científicos pueden "ver el pasado" del desarrollo del universo debido a la relación entre el tiempo y el espacio. Los seres humanos observamos cosas (directamente o con telescopios) "transmitidas" por el medio de la luz; debido a la velocidad de la luz, lo que ocurrió hace mucho tiempo a mucha distancia tarda mucho tiempo en llegar a nosotros (aunque la velocidad de la luz es enorme comparada con otros movimientos que vemos). Por ejemplo, en una tormenta vemos el rayo antes de oír el trueno, aunque los dos fenómenos ocurren al mismo tiempo, porque la velocidad de la luz es mucho mayor que la velocidad del sonido.
Lo que han descubierto los científicos "viendo el pasado", acercándose al momento en que se calcula que ocurrió el Big Bang, ha corroborado la teoría del Big Bang y, simultáneamente, ha planteado nuevas preguntas. El punto crucial, volviendo a lo que dice la carta y a la cuestión fundamental de qué es la verdad y cómo llegamos a conocerla y ponerla a prueba, es que los conocimientos sobre el origen del universo no tienen nada que ver con la aplicación de principios religiosos ni con "actos de fe". Repitiendo, esos conocimientos (elaborados con métodos científicos y con "saltos" lógicos del conocimiento sensorial al conocimiento racional, que son parte del método científico) contradicen y refutan el mito bíblico de la creación, y comprueban que es justamente eso: un mito que se inventaron hace miles de años seres humanos que no sabían cómo se formó el universo (tal como lo conocemos), la Tierra y los seres vivos (contando los seres humanos).
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Conocer la realidad y profundizar continuamente tal conocimiento es de una importancia vital para la humanidad y su futuro. No es importante solo para los científicos y académicos; es importante para los oprimidos y explotados del planeta, que pueden y deben ser la fuerza motriz central de una revolución para tumbar y acabar con todas las formas de explotación y opresión en todo el globo, y ser los emancipadores de toda la humanidad. Abordar la realidad tal como es, con su constante cambio y desarrollo, y entender las fuerzas motrices subyacentes, es crucial para desempeñar un papel dirigente en la gestación de esa revolución y en la creación de una nueva era de la historia humana, que romperá y eliminará para siempre las cadenas materiales (los grilletes económicos, sociales y políticos de explotación y opresión) que esclavizan a la humanidad hoy, así como las ideas y la cultura que corresponden a esas cadenas y las refuerzan. En el Manifiesto Comunista,Carlos Marx y Federico Engels, fundadores del movimiento comunista hace más de 150 años, declararon que la revolución comunista y sus principios, métodos y metas representan una "ruptura radical" con las relaciones de propiedad tradicionales que esclavizan a la gente de una forma u otra, y una ruptura radical con las ideas tradicionales que se desprenden de esas relaciones de propiedad y las refuerzan.
La lucha en el campo de la epistemología —la teoría del conocimiento y de la forma de adquirirlo, la teoría de la verdad y de cómo conocerla— es una arena crucial de la batalla general por la emancipación de la mayoría oprimida y explotada del planeta, y en última instancia de toda la humanidad.
Para esa lucha emancipadora es de vital importancia captar las características centrales y la importancia del método científico, y en especial del enfoque científico más coherente, sistemático y global de la realidad — la cosmovisión y el método comunista —, que puede abarcar sin remplazar ni sofocar los muchos campos del conocimiento y el desempeño humano, y puede aplicar el proceso de aprender sobre la realidad y transformarla para beneficio de toda la humanidad.
Un componente crucial de la lucha para realizar las dos rupturas radicales de la revolución comunista, que se propone llevar la historia humana a una nueva época liberadora, es entender la profunda diferencia entre el afán de imponerle a la realidad nociones de "fe" y el esfuerzo por conocer científicamente la realidad (inclusive la religión, sus orígenes y efectos); es entender la diferencia radical entre "actos de fe" o "saltos a ciegas", y la acumulación sistemática de conocimientos por medio de saltos del conocimiento sensorial al conocimiento racional.
NOTAS:
1. La grabación de "Dios no existe: Necesitamos liberación sin dioses" (en inglés) está en Bob Avakian.net
2. En realidad Pol Pot no fue comunista y bajo su gobierno Camboya no era una sociedad socialista revolucionaria orientada hacia el comunismo; de hecho, se oponía a eso. Véase "Salvadores condescendientess: Qué salió mal en el régimen de Pol Pot", que analiza desde el punto de vista comunista (marxista-leninista-maoísta) los errores del gobierno de Pol Pot y por qué representa una desviación fundamental del comunismo.
3. Véase "¿Conquistar el mundo? Deber y destino del proletariado internacional" y "Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo", que salió en parte en el Obrero Revolucionario de agosto de 2004 a marzo de 2005. Esta charla, y muchos otros escritos de Bob Avakian, que abordan muchos temas importantes del comunismo y la experiencia de la sociedad socialista, también se encuentran en la internet en: revcom.us.
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Revolución #010, 31 de julio de 2005, posted at revcom.us
Unos camaradas que trabajan con "¡El mundo no puede esperar: ¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!", nos enviaron lo siguiente:
"La historia está repleta de luchas justas que triunfaron contra enemigos superiores. Pero también está llena de ejemplos de gente que se mantuvo al margen, esperando pasivamente que pasara la tormenta, y quedó ahogada por horrores que no se imaginó. El futuro no está escrito. EL FUTURO QUE NOS TOQUE DEPENDE DE NOSOTROS".
"¡El mundo no puede esperar! ¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!
¡Movilízate para el 2 de noviembre!"
Tras la distribución de cientos de miles de volantes del llamamiento para el 2 de noviembre, nuestra experiencia inicial es que millones y millones de personas están preocupadas e indignadas ante la situación en que vivimos. Han buscado un medio para parar todo esto, pero no lo encuentran. De hecho, las personas del poder en quienes han puesto su confianza las han traicionado en todo lo importante, y ahora están paralizados e inmóviles.
El marco político tradicional no ofrece una alternativa, y lo captan.
Pero sí hay una alternativa concreta. Mira lo que dice al Llamamiento al 2 de noviembre:
"Nosotros, a millones, debemos y podemos responsabilizarnos por cambiar el curso de la historia.
"Con ese fin, el 2 de noviembre, el primer aniversario de la `reelección’ de Bush, daremos el primer gran paso organizando un día de resistencia masiva en todo el país. Por todas partes se saldrán de clases y del trabajo, irán al centro o a las plazas, se tomarán las calles y exhortarán a SUMARSE a esta lucha. Repudiarán este gobierno criminal y dejarán en claro esto: ¡NO! ¡ESTE GOBIERNO NO NOS REPRESENTA Y LO SACAREMOS CORRIENDO!
".El 2 de noviembre será el principio: un enorme primer paso que apunta a la expulsión de Bush y un anuncio de que no pararemos hasta que se vaya. Esto será un gran apoyo y alegría para la gente de todo el mundo que, con urgencia, necesita y quiere que se pare a este gobierno".
Esa es la alternativa, y la única manera de responder acorde a la situación, conectarnos con los sentimientos de millones de personas que sienten angustia y frustración, y romper el yugo en que las tienen las actuales "alternativas políticas" que asfixian y paralizan.
Hay mucho que hacer y hay que trabajar duro para lograr eso, para crear algo que todavía no existe. No se podrá si hacemos caso a los que nos dicen que debemos "mantenernos cabizbajos, recortarnos las alas, y hacer lo seguro y fácil", pero SÍ podremos hacerlo si escuchamos a los millones de personas que buscan dirección para zafarse de esta mala dinámica. Hoy mismo centenares de personas pueden asumir la responsabilidad de organizar a miles y después miles más, y pasar la voz a millones que aborrecen lo que el gobierno de Bush está haciendo aquí y en el resto del mundo.
Repetimos, nuestra experiencia tras la distribución de más de 250,000 volantes indica que la gente ansía todo eso; pero hay cosas apremiantes, como la necesidad de organizarnos.
¿Por dónde empezar?
Nuestra consigna tiene que ser "¡A las masas!". Tenemos que hacer llegar el volante a millones de personas y el acto mismo de hacerlo tiene que crear un movimiento de masas: miles de personas tienen que participar este verano en la distribución del volante en conciertos, festivales de verano, secundarias, iglesias y gimnasios. Hay que hacerlo en las ciudades grandes, pero también en los suburbios, ciudades satélite y zonas rurales, para que la gente sepa que no está sola. El Llamamiento tiene que ir acompañado de miles de paquetes de organización con lecturas, camisetas, calcomanías, tarjetas, etc., e instrucciones de cómo comunicarse con los organizadores. De inmediato hay que poner avisos en la prensa alternativa, y ver cómo sacarlo en la prensa grande, para que culmine con un crescendo en el otoño. Se tiene que recaudar gran cantidad de dinero. Muchos han ofrendado el corazón y gran cantidad de dinero a los demócratas, que han echado a perder esos recursos y han desmovilizado a la oposición. Es hora de que dejen de pagar por eso y que contribuyan a lo que verdaderamente vale.
Todo eso requiere organización. Hay que organizar reuniones de toda clase: bien anunciadas con anticipación, así como reuniones para volantear ese día. Por ejemplo: "nos vemos en el Starbucks a las 7 de la noche. Trae tu banda". ¡Todas las reuniones tienen que ser bien organizadas! A los participantes hay que respetarlos como los posibles organizadores que son: están presentes porque están de acuerdo con el Llamamiento y hay que involucrarlos para que participen de lleno en la campaña en general. Debe haber grupos o subcomités que se encarguen de aprovechar su creatividad, energía, ideas y contactos para difundir sistemáticamente este mensaje. Nadie debe salir de una reunión pensando: "Es una buena idea, pero no veo cómo realizarlo". Más bien, todos deben salir con la idea de que pueden ser parte de un aparato bien organizado y capaz de llevar a cabo algo grandioso.
Eso es algo que se tiene que hacer YA, durante el verano, para crear una plataforma organizativa para que en el otoño estemos a un nivel superior.
Exhortamos a los luchadores y soñadores a que descarten las falsas ilusiones, la pasividad y el pesimismo y a que entren de lleno a esta campaña, pues el futuro está en juego. Puede parecer que la tarea es enorme, y SÍ lo es, pero su necesidad la hace posible: lo quieren millones de personas que no quieren vivir así, que no quieren vivir bajo un gobierno como este o ser cómplices de lo que este gobierno hace en el resto del mundo y que, por tanto, pueden llegar a ver que es una lucha política de vida o muerte por un futuro que está en juego. Cuando ese genio se escape de la botella en que lo han tenido embotellado, toda clase de milagros son posibles, siempre y cuando asumamos la responsabilidad.
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Revolución #010, 31 de julio de 2005, posted at revcom.us
El actual escándalo del asesor presidencial Karl Rove ha planteado esperanzas de que Bush está tropezando y de que la campaña de las fascistas cristianos de agarrar todo el poder, que ha sido un aspecto central de su gobierno, está perdiendo fuerza. Más tarde hablaremos de Rove y de la nominación de John Roberts a la Suprema Corte, pero antes demos un vistazo a los últimos años.
Por ejemplo, las elecciones de 1998: tras meses de ataques contra Bill Clinton, la cantidad de representantes republicanos al Congreso se redujo. Su líder, Newt Gingrich, tuvo que renunciar en medio de problemas y los comentaristas políticos dijeron que seguramente no podrían destituir a Clinton. ¿Y qué pasó? Los republicanos, con los fascistas cristianos a la cabeza, lo enjuiciaron de todos modos y casi logran destituirlo.
O las elecciones de 2000: cuando salió a luz la corrupción electoral en Florida y la Suprema Corte estatal mandó volver a contar los votos, todo mundo dijo que los republicanos no podrían robarse las elecciones. ¿Y qué hicieron? Enviaron sus guaruras a Florida a impedir el recuento y le dijeron a sus aliados de la Suprema Corte federal que anularan el fallo de la corte estatal y le dieran la presidencia a Bush.
O el caso del general William Boykin, un fundamentalista cristiano de alto rango que dio charlas en uniforme contra el Islam y anunció que dios escogió a Bush: hubo protestas clamorosas y mucha gente esperaba que lo castigaran. ¿Y qué pasó? El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, lo ascendió. Además, varios meses más tarde Rumsfeld se encontró en problemas por la tortura de presos en los penales Abu Ghraib y Guantánamo, y los medios especularon que él tendría que renunciar. Pero todavía es secretario de Defensa y la guerra y la inhumanidad siguen.
Lo que nos muestran estos ejemplos es que esa gente es implacable. Las peleas del proceso político no los han parado, y siguen buscando agarrar todo el poder a pesar de vueltas y revueltas. Los fascistas cristianos a) marcan el paso del Partido Republicano y b) siguen colocando a sus seguidores en los máximos nivel del gobierno. Y por favor, nadie debe olvidar que el núcleo de este grupo tiene UNA VISIÓN DIFERENTE, UNA VISIÓN TEOCRÁTICA Y FASCISTA, de cómo debe ser la sociedad: la política, el derecho, las relaciones familiares e íntimas, las escuelas, la ciencia, la cultura, etc., y no va a parar hasta que haya plasmado esa visión en realidad. o hasta que sea derrotado. Toda su historia hasta la fecha, y la actual trayectoria en que se encuentran, indican que no será posible derrotarlos sin una lucha muy encarnizada que rompa con el marco de la política usual.
Pase lo que pase con Rove, la implacabilidad con que los fascistas cristianos buscan sus metas y lo que se necesitará para pararlos no cambiará. En cuanto a Roberts, tras varios días de alabanzas en el Congreso y los medios por su "temperamento judicial" y "moderación", el New York Times informó el 22 de julio que la camarilla de Bush lleva un año asegurando a los fascistas cristianos que es "uno de los suyos" y que era el mejor candidato para que otro "de los suyos" termine en la Suprema Corte.
En pocas palabras: este país sigue una trayectoria mortífera; los que la dirigen tienen una visión y un plan para colocar a los suyos en los más altos niveles del estado; y pararlos requerirá una lucha de los de abajo de una magnitud que no se ha visto desde hace muchas generaciones.
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Mentiras en Katmandú
Li Onesto
Revolución #010, 31 de julio de 2005, posted at revcom.us
El artículo de Eliza Griswold, "No es fácil aquí en Katmandú, entre dos fuegos: Los rebeldes maoístas y el ejército real", salió en mayo en la revista Harper’s. He viajado en las zonas de guerrilla de Nepal, y sigo atentamente el desarrollo del conflicto. Siempre me enfurece este tipo de periodismo que se presta para difundir una gran cantidad de desinformación dañina.
A gente como Griswold le perturba mucho la realidad de que el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) (PCN(M)) ya controle la mayor parte del campo de ese país, que el Ejército Popular de Liberación (EPL) pueda movilizar a miles de guerrilleros contra el Ejército Real de Nepal (ERN), y que los nuevos gobiernos revolucionarios estén cambiando radicalmente la vida económica, política y cultural de millones de campesinos pobres en las zonas bajo su control.1 Desde el comienzo de la guerra popular maoísta en 1996, la clase dominante en Nepal ha sufrido una crisis constante ya que no ha podido lidiar con la insurgencia, que ahora amenaza con conquistar el poder. Pero en vez de investigar por qué la revolución ha crecido tan rápidamente, Griswold declara que la mayoría del pueblo de Nepal está entre dos fuegos: el brutal gobierno que ha violado brutalmente los derechos civiles y, por otro lado, los maoístas que son peores.
Con tal fin, Griswold presenta a: una muchacha de 18 años del ERN; un general de brigada del ERN que recibió entrenamiento en el Fuerte Leavenworth; el redactor de un periódico conservador en Katmandú; el embajador estadounidense a Nepal; un doctor y trabajadores de una clínica que solo atiende a "víctimas de tortura maoísta" (pero no a víctimas del ERN); aldeanos de una zona en contienda del Terai; dos muchachas y la directora de una escuela del valle de Katmandú que dicen que "los maoístas las secuestraron"; y un investigador de derechos civiles que dice que "nadie quiere dejarle Nepal a los maoístas".
Casi todas estas personas (más de una decena) son, por definición, hostiles a los maoístas y se encuentran en ciudades y zonas bajo el control del gobierno. La casi completa censura de prensa y la campaña de desinformación por parte de las autoridades2 han impactado fuertemente a la opinión pública, y limitan lo que se sabe y no se sabe sobre los maoístas, dentro y fuera de Nepal, como se ve con las personas que Griswold entrevista.
Griswold habla con tres maoístas: dos rebeldes con quienes se las arregló para juntarse en la carretera y un periodista que dejó a los maoístas, fue encarcelado y torturado por el gobierno y ahora escribe para un periódico maoísta. También cita a un líder del PCN(M). Pero, aparte de eso, no presenta la opinión de partidarios de la revolución ni habla con habitantes de las bases de apoyo maoístas.
Para seguir el tema de "dos fuegos", Griswold simplemente hace caso omiso de los simpatizantes maoístas, como si no fueran parte de la población. Pero al Ejército Popular de Liberación lo componen docenas de miles de campesinos que no se encuentran "entre dos fuegos" sino que están del lado de la insurgencia. Y muchos más participan en los nuevos gobiernos revolucionarios.
En Nepal, más del 85% de la población son campesinos, terriblemente pobres, desnutridos y explotados por funcionarios corruptos, terratenientes y usureros. Las castas inferiores y los grupos étnicos oprimidos sufren una discriminación sistemática bajo un rígido sistema de castas. En toda faceta de la sociedad, la mujer sufre una intensa discriminación y humillación. El rey controla el ejército, y la monarquía está atrincherada en las estructuras dominantes de la sociedad. El país es dominado por India y países imperialistas como Estados Unidos.
La revolución maoísta tiene el objetivo de eliminar toda esa opresión, mientras que el gobierno la impone, la apuntala y la defiende. ¿Es cierto que las masas, según argumenta Griswold, se encuentran entre esos dos fuegos? ¡Mentira! Millones de nepalíes que sufren una brutal opresión bajo el sistema apoyan la visión y el programa concreto maoístas, se organizan y siguen su dirección.
La clase dominante de Nepal no ha podido y no podrá solucionar las carencias apremiantes de alimento, agua, servicios de salud y de sanidad porque eso requiere arrancar de raíz las actuales relaciones económicas, sociales y políticas de la sociedad nepalesa y entre Nepal y otros países. Griswold reconoce que la situación de las masas es crítica, pero según ella los maoístas "se aprovechan" de ese sufrimiento y lo manipulan. En realidad, los maoístas se han ganado tantos partidarios precisamente porque están luchando contra esa opresión milenaria. En las zonas que controlan, están llevando a cabo cambios concretos: reforma agraria, igualdad para la mujer, eliminación del sistema de castas, servicios de salud, educación, y construcción de carreteras y puentes. Incluso una joven de las fuerzas armadas del gobierno le dice a Griswold: "Los maoístas tienen principios: por eso atraen a todos los que quieren luchar por la igualdad. Unos amigos míos de la aldea se fueron con ellos. Si yo viviera en la aldea, yo también sería maoísta".
En 1999, cuando estuve en las zonas de guerrilla, me impactó mucho observar que la abrumadora mayoría de las escuadras y pelotones del EPL provenía de los sectores más pisoteados: las castas inferiores, minorías étnicas, jóvenes campesinos y muchas, muchas mujeres jóvenes. Eso dice mucho sobre la naturaleza de la revolución.
Vamos al grano. Gente como Griswold habla de la represión, la extrema pobreza y la falta de poder de los pobres, pero nunca defiende el derecho del pueblo a luchar en la vida real contra todo eso. Y lo que odia mucho más que al statu quo opresivo es la autoridad revolucionaria que realmente transforma las relaciones económicas y sociales imperantes, y toda la cultura y modo de pensar que las acompañan. En realidad, argumenta que el pueblo debe someterse a esas horrendas condiciones, y termina disculpando y apoyando las represalias contra la revolución.
Griswold menciona que los maoístas detentan el poder en 73 de los 75 distritos políticos, pero ella se encierra en las zonas de desinformación y nunca sale a las zonas bajo el control maoísta, ¡que constituyen la mayoría del país! Ni siquiera habla de lo que está pasando en ellas. Solo repite que el gobierno maoísta es totalitario y espantoso.
¿Pero qué está logrando la autoridad maoísta en Nepal? Otra manera de plantearlo sería: ¿de qué sirve el poder que los maoístas ganaron por medio de la lucha armada?
Yo podría dar muchos ejemplos, pero me concretaré a la cuestión de la mujer (que ni menciona Griswold, a pesar de que es bien reconocido que un elevado número de mujeres participan en la revolución).
Las tradiciones feudales, como el matrimonio concertado, la dote y la poligamia, se imponen con una mezcla de reglas feudales y capitalistas: en toda esfera, sea el matrimonio o la prostitución, el cuerpo de la mujer es poseído, controlado y negociado. Costumbres religiosas y culturales fomentan y perpetúan la supremacía del hombre. En toda fase de la vida, la restringen y la sofocan. Para que se libere, hay que poner patas arriba las relaciones económicas basadas en la propiedad de la tierra. Hay que arrebatarle el control a las fuerzas religiosas, políticas y militares que apuntalan la tiranía de los terratenientes, funcionarios corruptos y usureros. Hay que eliminar las instituciones sociales y culturales que alimentan el control patriarcal de padres, hermanos y suegras sobre la mujer. Hay que revolucionar todo el sistema educativo.
¡Precisamente para eso sirven la autoridad y el poder revolucionarios!
En las bases de apoyo maoístas se está repartiendo la tierra y por primera vez las mujeres son propietarias. Se prohíbe el matrimonio concertado, la poligamia y otras tradiciones feudales opresivas. Las cortes populares castigan severamente el maltrato a la mujer y la violación. La mujer tiene el derecho de divorciarse, estudiar y luchar en la milicia local o en el Ejército Popular de Liberación. Participa parejo con el hombre en la nueva vida económica, política y social de la aldea.
Se están llevando a cabo cambios sumamente significativos y liberadores en las bases de apoyo maoístas, pero Griswold los niega cínicamente. Al observar a unos hombres que construyen una nueva escuela, solo se pregunta por qué los maoístas cobran una colegiatura de $3. A cientos de millones de personas del mundo, la segregación inhumana de castas les dicta y les amarga la vida. Toda la globalización capitalista y la invasión de cultura occidental no la han eliminado. Pero Griswold ni siquiera comenta al oír que en las bases de apoyo maoístas se han abolido las distinciones de casta y es común que se casen personas de distintas castas.
El pueblo de Nepal necesita cambio revolucionario, no una "solución" dentro del orden establecido que se fundamenta en relaciones económicas de intensa explotación, extrema desigualdad social y dependencia estructural de las potencias extranjeras. La vida diaria de la mayoría de la gente comprueba eso concreta y repetidamente, y por eso muchos apoyan a los maoístas.
Para apoyar su "análisis", Griswold cita a un hombre que dice: "Un 99% del país no quiere a los maoístas", una cifra patentemente ridícula ante el enorme crecimiento de la insurgencia, que incluso reconocen los que se oponen a la guerrilla. Sin embargo, ella declara que los maoístas solo han avanzado por medio de la coacción y el terror, y dice: "Los maoístas han empezado a reclamar que cada familia sacrifique a una persona a la causa".
Un reportero del periódico maoísta nepalés Janadesh le respondió: "Los maoístas no obligan a luchar a nadie. ¿Cómo obligar a un hombre o una mujer a disparar un arma? Para ser un combatiente en el Ejército Popular de Liberación, se necesita valor, dedicación y espíritu de sacrificio. No es como los juegos de guerra de video de la computadora. Es una lucha de vida o muerte. Solo los hombres y mujeres más valientes se preparan para luchar por la revolución. Hay un dicho en Nepal: ’un perro en brazos no puede cazar un venado’".
Piénsenlo un momento. Cuando se lanzó la guerrilla, eran pocos contra la coerción brutal de un gobierno apuntalado por India y Estados Unidos. ¿Cómo llegaron a su nivel actual de fuerza militar y política, a no ser que miles de personas acepten a los objetivos de la revolución y arriesguen la vida en el campo de batalla para hacerla realidad?
Hay videos, fotos e informes de mítines maoístas masivos en el campo.3 Los reporteros que han estado en las zonas que controlan los maoístas describen cómo organizan a la gente a construir carreteras, puentes y escuelas.4 Durante las negociaciones en 2003, unas 30,000 personas asistieron en un mitin maoísta en Katmandú. 5 Y el ERN ha confrontado a miles de guerrilleros en batalla. ¿Cómo se podría atribuir todo eso a la ’coacción’?
La mayoría de los campesinos pobres de Nepal son analfabetos, pero ¡no son mensos! Han vivido en carne propia un sistema, y empiezan a conocer y vivir en otro sistema revolucionario, y lo apoyan. Las docenas de miles que luchan contra el gobierno y los millones que viven en las zonas de control maoísta NO lo hacen porque los "intimidan" o "coaccionan".
Griswold cita a una persona que dice: "Los maoístas torturan a aproximadamente el 60% de los que caen en sus manos, pero el ejército tortura a 80%". 6 Habla con un doctor de una clínica para "víctimas de tortura maoísta" que dice que los dos lados están aumentando el uso de la tortura, y escribe: "Su teoría es que los maoístas y las fuerzas del gobierno están en competencia a ver quién puede ser más brutal. Citó las cifras ya conocidas sobre los maoístas y el gobierno". (Califica de "ya conocida" esta estadística no corroborada). Eso pasa por "teoría" sobre un conflicto serio: ¡¿que los maoístas y el ERN están en una contienda a ver quién puede torturar más?!
Los guerrilleros maoístas, a diferencia al ERN, no creen que "los fines justifican los medios". Sus acciones se basan en sus fines de dar a luz una nueva conciencia popular que llevará a la construcción de una nueva sociedad, para prender el camino hacia la abolición de la opresión y la desigualdad.
Eso se concreta en la manera humanitaria en que los maoístas tratan a los prisioneros de guerra, en conformidad con el Convenio de Ginebra. Han entregado a muchos en buenas condiciones a la Cruz Roja y otras organizaciones de derechos humanos.7 Los soldados del ERN y policías que fueron capturados por los maoístas han informado a reporteros que solo les hicieron escuchar propaganda y los invitaron a sumarse a la revolución, pero no les hicieron daño. Les advirtieron que de ser capturados de nuevo, los castigarían severamente, pero les regalaron comida y dinero para regresar a sus pueblos en vez de regresar al ERN. Esa es la política maoísta de luchar políticamente incluso con los que trabajan con el gobierno. Me han contado varios relatos de que los rebeldes advirtieron por lo menos tres veces a esas personas que abandonaran la actividad contrarrevolucionaria, antes de castigarlas.
Un informe del Kathmandu Post sobre 18 policías capturados dijo: "Su entrega tiene un toque humanitario. De hecho los rebeldes los liberaron después de proporcionarles una cantidad que iba de 800 a 1500 rupias para los gastos de regreso a casa.... maltrataron en ningún momento. ’No cometan atrocidades. Seguramente Uds. nos hubieran matado si nos hubieran capturado’, les dijeron los rebeldes. También mandaron a dos camaradas a ayudarles a salir de la zona sanos y salvos".8
Griswold nos pinta un cuadro en que "ambos lados" matan a gente inocente. A ver, comparemos la política y la práctica del ERN y el EPL. La vasta mayoría de las 12,000 personas que han muerto en la guerra eran civiles asesinados por el Ejército Real y presuntos revolucionarios que torturaron y asesinaron. Conforme a la política yanqui, de Vietnam a Fallujah, de "destruir la aldea para salvarla", el ERN (entrenado por Estados Unidos) ha violado los derechos civiles de muy amplios sectores de la población y ha asesinado a miles por "sospecha de apoyar a los maoístas", como dar comida y techo a la guerrilla. Las organizaciones de derechos civiles han comprobado que la policía y ERN incendiaron aldeas y torturaron, asesinaron y encarcelaron a miles de personas. En 2003 y 2004, Nepal registró el número más grande de casos nuevos de desaparecidos por fuerzas de seguridad en todo el mundo.9
En contraste, la vasta mayoría de los que los maoístas mataron eran policías y soldados en el campo de batalla. Han ejecutado a otros, como informantes, solo si sus acciones resultan directamente en la muerte o captura de maoístas y otros del pueblo.
El PCN(M) dirige una revolución armada que moviliza a miles de campesinos pobres e indigentes. Sus familias sufrían y morían en los "tiempos normales". Ahora, el ERN y la policía cometen horrendos crímenes contra el pueblo. Cuando la gente se alza contra los opresores, no es del todo "ordenado" y se necesita dirección para que la lucha supere el deseo de venganza. Eso es exactamente lo que provee el PCN(M). En varias ocasiones, ha criticado públicamente acciones incorrectas, e incluso ha cambiados ciertas políticas tras recibir críticas.10
James Moriarty, el embajador estadounidense a Nepal, se queja a Griswold: "Me horroriza lo fácilmente que se mueven [los maoístas] por el país y cuánto terror siembran". Griswold nota que: "Estados Unidos ha incluido a los maoístas en la lista de terroristas del Departamento de Estado, en un renglón justo abajo de los grupos que, en palabras del embajador, pertenecen a la ’Gran Guerra contra el Terrorismo’". Dice Moriarty:
"No es fundamentalismo islámico, obviamente... pero es una versión fervorosa de maoísmo que podría causar grandes problemas en esta región. Dicen que van a invadir a Estados Unidos... No me preocupo mucho por eso, pero sería un error no ponerles atención. Hay que tomar en serio el peligro que representan".
Es ridículo tener que refutar la absurda declaración de que los maoístas de Nepal hayan amenazado con invadir a Estados Unidos. Creo que Moriarty y probablemente Griswold también saben que es mentira. Pero esta mentirita es parte de la mentira principal: que los maoístas de Nepal sean terroristas y, por lo tanto, apoyar al gobierno de Nepal es parte de la "guerra contra el terror".
En 2002, Michael Malinowski, embajador estadounidense a Nepal, declaró que los maoístas de Nepal son "fundamentalmente iguales a los terroristas internacionalmente reconocidos".11 Bush, en su propuesta para dar $20 millones de ayuda económica y militar a Nepal, dijo: "En este momento no tenemos comprobación directa de la presencia de Al Qaeda en Nepal, pero se ha comprobado que un gobierno débil es un imán para los terroristas, delincuentes y servicios de inteligencia de los países vecinos...".12 Estados Unidos bien sabe que los maoístas de Nepal no tienen nada en común con grupos como Al Qaeda, pero eso no le estorba para inventar comparaciones falsas o argumentar que si no paran a los "terroristas" en Nepal, "otros terroristas" serán libres de utilizar el país.
Todo eso le sirve a Griswold de leña para pedir más ayuda militar e intervención estadounidenses. Tras entrevistar a un general del ERN, escribe: "La paz, cree el general, solo se fraguará por medio de más gastos militares, particularmente de Estados Unidos. ’Más tropas y mejores armas disminuirán las bajas humanas’, dice. ’Si somos débiles, los maoístas seguirán peleando... De no ayudarnos nuestros amigos estadounidenses, el problema maoísta no se resolverá. Sea en nombre de la política o de la religión, el terrorismo es terrorismo, querámoslo o no’".
¿No le prende el foco a Griswold que el general con quien está hablando comanda un ejército increíblemente sangriento? ¡Para colmo le da una tribuna para pedir más armamento que se destinará a más masacres y tortura!
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Hemos llegado a eso: en las páginas de la revista liberal Harper’s, un artículo que parte de la premisa de que "las masas están entre dos fuegos" de dos fuerzas malas, concluye pidiendo que se aplaste a un lado: los maoístas. Estos argumentos de Griswold no tienen nada de original. Son para convencer a los que podrían apoyar esta lucha de liberación de que si el gobierno es malo, los maoístas son peores, y por lo tanto no nos queda otra que apoyar al gobierno de Nepal. Solo sirven de pretexto para una guerra sangrienta, apoyada por Estados Unidos, contra una auténtica lucha popular de liberación de Nepal.
NOTAS:
1. Véase "La guerra popular de Nepal:" Tomar la ofensiva estratégica", Un Mundo Que Ganar, No. 31, 2005).
2. Bajo un estado de sitio declarado en noviembre de 2001, catearon y cerraron los periódicos maoístas y arrestaron a su personal. Interrogaron a redactores y escritores de la prensa burguesa simplemente por citar a líderes maoístas. Durante los primeros nueve meses, arrestaron a 130 periodistas. Cuando el rey Gyanendra suspendió el parlamento y se tomó el poder total el 1ó de febrero de este año, mandó soldados a las oficinas de prensa para "redactar" los artículos antes de se publicaran.
3. El DVD "Eight Glorious Years of Nepalese People’s War" está disponible en BM BOX 7970, Londres, WC1N-3XX, Inglaterra o email lal_rpg@yahoo.co.uk.
4. Reuters News Service, "Amid war, Nepal rebels build road to win hearts", marzo de 2005.
5. BBC News, 3 de abril de 2003.
6. Un artículo del Kathmandu Post (20 de septiembre de 2004) sobre el informe del Centro de Víctimas de Tortura citó distintas estadísticas: "En los últimos años, casi 60% de las personas detenidas por el estado, y el 40% de las secuestradas por los maoístas han sido torturadas físicamente, lo que no solo les causa daños físicos sino un serio golpe psicológico...".
7. Véase la página web del Comité Internacional de la Cruz Roja, http://icrc.org/spa
8. Kathmandu Post, 26 de noviembre de 2002, "Freed cops say weapons let them down".
9. Informe de Human Rights Watch: "Clear Culpability —Disappearances by Security Forces en Nepal", disponible en inglés en: hrw.org/reports/2005/nepal0205.
10. Véase: "Nepal rebels ’regret’ bus deaths, launch probe", Reuters, 7 de junio de 2005; "Nepal: Maoístas se autocritican por dinamitazo", Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar, 13 de junio de 2005; e Informe directo de la guerra popular de Nepal, Li Onesto, sección sobre "Políticas revolucionarias".
11. Indiatimes news online, 26 de febrero de 2002.
12. FY 2002 Foreign Operations Emergency Supplemental Funding, disponible en inglés en http://www.fas.org/asmp/profiles/aid/aidindex.htm.
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Phillip Watts
Revolución #010, 31 de julio de 2005, posted at revcom.us
Hace poco, el Senado aprobó una "resolución" de disculpa a "las víctimas de linchamientos y sus descendientes, por no haber promulgado leyes contra el linchamiento". La resolución tropezó con problemas: primero, Bill Frist, el líder del Senado, no permitió que la votación se anotara en las actas y segundo, aun así, ¡ocho senadores republicanos no quisieron apoyarla!
Por un lado, la "disculpa" y la conducta del Senado muestra al desnudo el sistema y su forma de operar. Después de tantos años esos cabrones todavía no pueden excusarse por un pasado de linchamiento de negros... y ni hablar de transformar las condiciones opresivas de la actualidad.
Por otro lado, ofrecer esta "disculpa" ahora dice mucho acerca de las formas de opresión a lo largo de la historia del país. La resolución fue idea de dos senadores en respuesta a un libro, Without Sanctuary: Lynching Photography in America (Sin refugio: La fotografía de linchamientos en Estados Unidos), que tiene fotos y hasta tarjetas postales de linchamientos reales.
Las fotos y postales son de una exposición y al enterarme de la "disculpa" oficial fui a verla.
*****
Una postal tiene una pequeña equis blanca para señalar el lugar donde lincharon a William James, un hombre negro, en Cairo, Illinois, el 9 de noviembre de 1909. Lo colgaron de un arco de acero iluminado para que todos lo vieran. Luego bajaron el cadáver y lo arrastraron. La turba de racistas blancos aplaudía. Le cortaron la cabeza y la pusieron en un palo. Le quitaron órganos como recuerdos y quemaron el cadáver.
Esta fue una de las primeras historias que leí en la exposición, pero no fue la más horripilante. Muchas fotos y postales demuestran a grupos de blancos sonrientes dando vítores. Niños y niñas vestidos en ropa de domingo miran con sonrisas al cadáver quemado.
Tales fotos y postales se vendían como recuerdos. Las notas escritas en ellas evocan escenas asquerosas y asombrosas. En una postal de un negro quemado colgado de un árbol, rodeado de una turba, una nota dice: "Esta es la barbacoa de anoche. Estoy a la izquierda, donde está una cruz. Tu hijo, Joe".
El libro de la exposición dice: "De 1882 a 1968, se calcula que 4742 negros y negras murieron a manos de turbas linchadoras. La misma cantidad (si no es más) cayó víctima de linchamientos legales (juicios relámpagos y ejecuciones), violencia a manos de particulares blancos y `cazas de negros’ en zonas rurales aisladas. Después tiraban los cadáveres en ríos y arroyos". Tenían el beneplácito oficial y policías, políticos y ministros religiosos se ponían a la cabeza.
En respuesta, surgió un movimiento contra el linchamiento en el norte del país y hasta cierto grado en el sur. Ida B. Wells, ex esclava, periodista y activista, sacó a la luz los horrores del linchamiento. Con W.E.B. Dubois y otras personas, organizó un movimiento masivo que tuvo como prioridad establecer leyes contra la práctica.
Se propusieron unos 200 proyectos de ley en el Congreso. Ninguno llegó a ley. La "disculpa" del Senado no explica por qué fue así.
En la exposición hay un libro para escribir comentarios. Ahí encontré uno en letra de niño: "¿Por qué no mandaron al ejército para poner fin a esto?". Buenísima pregunta.
Tras la guerra de Secesión, el ejército de la Unión se quedó en el Sur de 1865 a 1877, el período que se llama la Reconstrucción. Los negros liberados y los blancos pobres tomaron las tierras y empezaron a cultivarlas. En gran medida, el ejército mantenía bajo control a los ex dueños de plantaciones, derrotados en la guerra. Hubo cambios y reformas en la estructura política; los negros podían votar, se postularon a puestos políticos y ganaron.
Pero como dice Bob Avakian en "Cómo el sistema ha traicionado al pueblo negro: Momentos decisivos":
"En 1877, todo eso se acabó y se traicionó. La burguesía había conseguido lo que quería: consolidar la totalidad del país; consolidar su posición económica y política en el Sur, así como en el Norte y el Oeste".
Los ex dueños de plantaciones volvieron a controlar las plantaciones y obligaron a millones de negros a trabajar de aparceros, como si fueran siervos feudales. En 1877, el ejército de la Unión se retiró del Sur.
Así que, volviendo a la pregunta, la burguesía (la clase dominante de capitalistas) no "mandó al ejército" a poner fin a los linchamientos ¡porque años atrás había tomado la decisión de retirarlo! Tras la retirada del ejército, el Sur estableció una serie de leyes para subyugar a las masas negras (las leyes "Jim Crow"). En las vastas zonas rurales del Sur, los dueños de plantaciones necesitaban la violencia racista de turbas linchadoras y el Ku Klux Klan para implementar dichas leyes y reforzar esa opresión.
Por eso la burguesía no "mandó al ejército" ni promulgó leyes federales contra el linchamiento. El linchamiento era muy importante; era un aspecto central del sistema de opresión de los negros del Sur y de la estructura de clases en todo el país.
Me pregunto: ¿en realidad ha cambiado la situación?
Leí otro comentario en el libro: "Soy un hombre negro de 24 años. Esta exposición me impactó mucho y me hizo pensar en las historias que me contaron familiares que viven en el Sur. Pero me pregunto: ¿en realidad ha cambiado la situación? Vivo todavía con el hostigamiento de la policía y la discriminación".
Pensemos en el hecho de que esa "disculpa" viene años después de que el linchamiento dejó de ser una forma predominante de opresión de los negros.
Las formas de explotación y pobreza han cambiado conforme cambian las necesidades económicas del país; por ejemplo, cuando las plantaciones del Sur se mecanizaron, los negros se mudaron a los ghettos urbanos del Norte y del Sur, donde los explotaron en fábricas, en otros trabajos o simplemente sin trabajo.
Las formas de opresión han cambiado a la par con esas transformaciones. El linchamiento y las leyes Jim Crow quedaron atrás, reemplazados por la omnipresente brutalidad, asesinato policial y cárcel. En el capitalismo, el terror estatal directo de los cuerpos policiales urbanos es la forma de controlar a los pobres y continuar la opresión de los negros, y en tiempos de rebelión masiva contra esa opresión el ejército refuerza ese control.
La segregación y la discriminación reinan como siempre, al igual que la pobreza, la explotación y la superexplotación: todo eso impuesto por terror. Las formas han cambiado, pero no ha cambiado la naturaleza esencial del sistema. Eso no cambiará hasta derrocarlo y hsta que nazca algo diferente.
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Todo esto me hace preguntar: ¿cuándo pedirá perdón el Senado por los horrores de hoy? ¿Los de Abner Louima, Tyisha Miller, Rodney King, Amadou Diallo, de todos los negros y en particular los jóvenes que viven con un miedo constante frente a la brutalidad de estos tiempos?
Además, el linchamiento no es totalmente cosa del pasado. Miremos lo que pasó en Howard Beach cuando tres racistas blancos atacaron hace poco a unos hombres negros, el segundo incidente de ese tipo en 20 años. ¿Y quién puede olvidar a James Byrd, linchado hace seis años en Texas?
¿Qué nos enseña sobre el país y el sistema en que vivimos el hecho de que la era de los linchamientos es apenas un capítulo del libro de horrores que persisten hoy? De los horrores del viaje a América en los buques negreros, la venta de niños y otras atrocidades durante la esclavitud, los linchamientos y el encarcelamiento masivo de jóvenes negros hoy: ¿qué lección sacamos?
Esa pinche disculpa no es suficiente. No esperaremos otros 50 años por una disculpa a medias por todo el sufrimiento que nos han echado encima (una disculpa que no veremos ni en sueños).
Tenemos planeado un futuro completamente diferente.
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