Revolución #45, 1° de mayo de 2006

voz del partido comunista revolucionario, eu

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Proclamemos nuestra visión, celebremos nuestros logros, redoblemos nuestra lucha

¡Otro mundo —un mundo comunista— es posible!

El 1º de Mayo es el día en que se celebra la revolución proletaria. Izando banderas rojas, proclamamos nuestra visión:

Un mundo libre del yugo del capital; un mundo, en cambio, en que las necesidades y los deseos del pueblo (y no el insaciable afán de ganancias) determinan qué se produce, cómo se produce y cómo se distribuye; un mundo en que se cuida al planeta, en vez de expoliarlo y llevarlo al punto de destrucción…

Un mundo libre de las relaciones sociales que dividen a los seres humanos en explotadores y explotados, en opresores y oprimidos… un mundo libre de cárceles, torturadores y policías, y ejércitos que marchan sobre el planeta para propagar e imponer esas relaciones sociales; un mundo, en cambio, en que los seres humanos se relacionan libremente…

Un mundo libre de las ideas que manan de la división de la sociedad en clases y de las instituciones de opresión; libre de la ignorancia y el temor que pregona la religión; libre de la intolerancia que considera que lo máximo es dominar a los demás; libre de las constantes presiones a pensar en “uno mismo” que impone la vida diaria del capitalismo… un mundo, en cambio, en que los seres humanos se reúnen para examinar la realidad abiertos a nuevas ideas y buscan la verdad con entusiasmo…

Un mundo libre de la división entre los que trabajan con la cabeza y los que trabajan con el lomo; libre de fronteras; libre de la dominación de la mujer por el hombre… un mundo, en cambio, en que los seres humanos unidos cooperativa y voluntariamente trabajan con el intelecto y las manos para transformar el mundo… y transformarse a sí mismos en el proceso.

En suma, un mundo COMUNISTA.

Ese sueño se puede alcanzar

La humanidad puede hacerlo. Las divisiones de clase y las instituciones e ideas opresivas que nos agobian hoy NO existen desde siempre y no son parte de la “naturaleza humana”. Se presentaron en cierto momento de la historia, y también pueden desaparecer y ser reemplazadas por algo mucho mejor.

Por docenas de miles de años, los seres humanos vivieron en pequeñas sociedades comunales produciendo apenas lo que necesitaban para la subsistencia. Pero a lo largo de las generaciones se fueron acumulando conocimientos y fue posible producir un excedente. Con eso, surgió la base para que una parte de la sociedad obligara a la mayoría a trabajar para ella y controlara el fruto de ese trabajo. Y eso es lo que sucedió en diferentes partes del mundo: la humanidad se dividió en clases antagónicas: amo y esclavo, explotador y explotado.

Las nuevas clases dominantes monopolizaron el conocimiento y crearon nuevas instituciones opresivas: la subordinación de la mujer en la familia; la formación de ejércitos y la construcción de prisiones; altos sacerdotes y reyes. Asimismo, generaron nuevas ideas opresivas para justificar esas instituciones. Después, a lo largo de la historia, cuando el capitalismo reemplazó al feudalismo y a la esclavitud como el modo de producción dominante, y presidentes y parlamentos les quitaron los instrumentos de represión a reyes y emperadores, los pueblos nunca han dejado de luchar por liberarse de todo eso ni de soñar con un mundo mejor.

Hoy, podemos hacer más que soñar… y la libertad con que soñamos y por la cual luchamos es algo muy diferente y más elevado que las más altas aspiraciones del pasado. Las fuerzas de producción de hoy (la tecnología y los conocimientos que tenemos, y los mismos seres humanos) podrían producir abundancia para todos. Por primera vez, esas fuerzas productivas están altamente socializadas; es decir, muchos individuos tienen que trabajar juntos para utilizar e inclusive crear esos medios de producción. Pero esas fuerzas de producción, ahora socializadas, siguen siendo propiedad privada de los capitalistas, y eso encadena, distorsiona y pervierte su gran potencial.

La clase opuesta a los capitalistas es el proletariado: la nueva clase explotada cuyos miembros trabajan juntos en enormes fuerzas productivas integradas a nivel global, pero que no tienen nada. Antes del proletariado, las clases oprimidas de otros tiempos lucharon heroicamente, pero sus victorias a la larga llevaron a nuevas formas de explotación (debido a que las fuerzas productivas eran relativamente rudimentarias y de pequeña escala). Pero el proletariado, la clase que representa los medios de producción altamente socializados y trabaja con ellos, solo puede obtener su emancipación conquistando las fuerzas productivas altamente socializadas de hoy para toda la sociedad, y dirigiendo la sociedad a acabar todas las formas de explotación, todas las formas de opresión y todas las ideas que corresponden a ellas y las refuerzan: una revolución para emancipar a toda la humanidad.

El 1º de Mayo es un día para renovar, profundizar y proclamar por todas partes esa visión: que este mundo comunista ES el otro mundo posible, el nuevo mundo que lucha por nacer en medio de la agonía del mundo viejo, la flor roja que empuja el concreto.

La revolución y un poder estatal radicalmente diferente

Todo esto requiere una revolución, dirigida por el proletariado con miles de millones de personas, para establecer el socialismo. Esa revolución será un paso gigantesco y liberador de por sí, y abrirá el camino a la emancipación plena. Y esa revolución, y la época histórica de transformación que inicia, a su vez, requiere un partido formado por personas de todas las partes de la sociedad que adoptan el punto de vista y se dedican a la causa comunista. Hay que derrocar a los explotadores y opresores de siglos: hay que hacer añicos los instrumentos de su dictadura (sus ejércitos, cárceles y demás) y hay que romper el yugo que tienen sobre los pueblos. Y todo eso necesita dirección.

Rodeado de países imperialistas y compitiendo con los explotadores derrocados, lidiando con los “sellos” de la vieja sociedad, el proletariado victorioso necesitará un estado e instrumentos de supresión, es decir, una dictadura. Pero tiene que ser una clase de estado radicalmente distinto: un estado que sirve a las masas y suprime a los explotadores; un estado que alienta la eliminación de la explotación y de las relaciones de explotación, y la eliminación de todas las divisiones, instituciones e ideas opresivas, NO su fortificación y propagación. Un estado que responde a las necesidades básicas de vivienda, salud, educación, etc., de la población, y lo hace de un modo que siente las bases materiales y los cimientos sociales e ideológicos del comunismo. Un estado que no solo se defiende de ataques, sino que apoya la revolución en todo el mundo y aspira a una sociedad global de seres humanos que cooperan libremente. Ese estado tiene que conservar firmemente el poder y, a cada momento, tiene que involucrar lo más que se pueda a la mayor cantidad de gente a abordar y manejar los asuntos del gobierno, a fin de avanzar hacia la sociedad comunista, en donde ya no serán necesarios ni un estado ni un partido. Pero hasta llegar al comunismo se necesitará un estado: y ese estado tiene que ser la dictadura del proletariado. Eso quiere decir democracia para las masas en una escala sin precedentes, junto con la supresión de los explotadores, viejos y nuevos.

El 1º de Mayo celebramos nuestros logros en esta lucha histórico-mundial, y especialmente los primeros hitos de ese camino: la revolución de octubre de 1917 que formó la Unión Soviética, en que el proletariado por vez primera conquistó y conservó el poder por casi 40 años; y la revolución china, especialmente la Gran Revolución Cultural Proletaria, en que el proletariado conquistó el poder y después las masas, dirigidas por Mao y el Partido Comunista, se alzaron de nuevo para prevenir la restauración del capitalismo por nuevos explotadores que surgieron dentro del partido. Ambas revoluciones llevaron a un nivel de emancipación que no se había visto en la historia y lograron cosas increíbles; pero a ambas las derrotó la formidable fuerza que todavía tiene el imperialismo.1 Estas revoluciones nos dan inspiración y debemos aprender al máximo de sus increíbles logros bajo fuego; ese es el aspecto predominante. Por otra parte, tenemos que analizar sus deficiencias e ir más allá en nuestras ideas y en nuestra práctica.

Hoy Bob Avakian, presidente de nuestro partido, ha replanteado la visión del comunismo y elaborado una “nueva síntesis” integral y sistemática de la experiencia de la primera ola de revoluciones proletarias y del marxismo en sí. Ha elaborado un modelo del socialismo en que el proletariado se aferra firmemente al poder pero también estimula y promueve disentimiento, pensamiento crítico y “lucha desde abajo”, como elementos esenciales de la lucha por llegar a una sociedad comunista. La dirección de la nueva sociedad estimulará una actitud crítica y científica hacia la búsqueda de la verdad, y dejará amplio espacio a la imaginación. Ese nuevo estado radical acogerá a los científicos, intelectuales y artistas: realizarán su labor intelectual y artística, plantearán preguntas y buscarán la verdad, y se les dirigirá a contribuir a romper las barreras que los separan de otros sectores de la sociedad, especialmente de los que el viejo sistema explotaba y oprimía, como parte de la lucha por un futuro en que todos realicen tanto trabajo intelectual como trabajo manual.

La nueva sociedad forjará una nueva moral que rechace el sumo egoísmo del capitalismo, aprecie la vida de los pueblos de todo el mundo, y fomente la igualdad de las naciones y los pueblos, y de la mujer y el hombre. La nueva moral estimulará la lucha contra las relaciones opresivas que persistan, no la resignación y la aceptación. La complejidad de las ideas del presidente Avakian rebasa el ámbito de este ensayo; pero podemos decir que bregar con esas ideas es absolutamente esencial para llegar a un mundo mejor, y que sus contribuciones cruciales y de importancia fundamental son algo que debemos celebrar este día, ¡y difundir y continuar!

Dos mundos en lucha

Por último, el 1º de Mayo es un día para dar los próximos pasos de esta lucha monumental. Para hacer la revolución, se necesitan millones dispuestos a arriesgarlo todo, un partido con una estrategia correcta y profundos lazos con las masas, y una profunda crisis de la sociedad. Esa situación no existe hoy; pero tenemos la oportunidad y la urgente necesidad de hacer preparativos políticos para acelerar ese momento.

Hoy se contrastan fuertemente dos mundos. Casi parecen “dos universos”. El universo de los capitalistas plantea un futuro --y un presente-- de mucha mayor explotación mundial, con la destrucción de pueblos enteros en el proceso; de guerra y ocupación imperialista, con amenazas de algo peor; de fundamentalismo religioso por todo el planeta, con el peligro concreto de que se imponga una teocracia fascista cristiana en este país que apretará las cadenas de la mujer y fomentará ignorancia general; de mayor opresión racista, como se ha visto con la respuesta del gobierno al huracán Katrina y los ataques a los inmigrantes; y de la destrucción del medio ambiente por el desaforado afán de extraer ganancias.

Pero hay otro “universo” que consta de aquellos cuyos intereses fundamentales van contra todo eso, y muchos de ellos ya quieren algo diferente, algo mucho mejor. Los que están hartos de las mentiras, la dureza de la vida y la represión. Los que no toleran ver cómo esta sociedad explota, tiraniza y disminuye, y quieren ver una sociedad en que las grandes masas puedan florecer. Los que han observado con alarma los sucesos de los últimos años y anhelan nuevas direcciones y nuevas ideas. Los que sueñan y piensan cómo será un mundo diferente, y cómo llegar a él. Los que dicen no y, al decirlo, dicen sí muy profundamente. Los que se oponen. Los que sacuden a los que no se han sacudido el yugo de este sistema y son presas de la parálisis y el fatalismo.

Las apuestas son sumamente altas. Además del horror de la “vida normal” que el imperialismo impone a miles de millones, se vislumbra el horror peor de una nueva Edad de las tinieblas, porque los imperialistas están haciendo cambios radicales en sus mecanismos de dominación. Sin embargo, precisamente por eso, puede crearse una oportunidad para hacer cambios radicales distintos, cambios revolucionarios. Pero esa posibilidad solo se creará si el pueblo lucha, y si lo hace consciente de sus propios intereses, si riega la voz por todas partes, y si no se deja llevar a los confines del sistema que nos llevó a esta situación en primer lugar.

Es adecuado que el 1º de Mayo llegue con la primavera, cuando lo nuevo desafía la oscuridad del invierno, y la vence. Celebremos, entonces, esta ocasión como se debe: en la calle, con estandartes en alto, proclamando nuestra visión a los cuatro vientos con voces llenas de vida. ¡Hay un mundo que ganar!

1. Aunque China dice que es socialista y el partido de gobierno dice que es “comunista”, China ha sido un país capitalista con maquillaje comunista desde un golpe de estado en 1976. Regrese al artículo

Pronto en Revolución: “La base, las metas y los métodos de la revolución comunista”, más secciones de una charla de Bob Avakian

Desde comienzos del año, hemos publicado partes de una charla que dio Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, a un grupo de militantes y partidarios en 2005: “Puntos sobre el socialismo y el comunismo, Una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad” (Nos. 37, 39, 40 y 41); “Más sobre ‘la guerra civil que se perfila’” (No. 29); “Polarización... repolarización... y revolución” (No. 30); “Los fascistas cristianos y las fuerzas armadas” (No. 31); y “Reforma o revolución: Cuestiones de orientación, cuestiones de moral” (No. 32).

En esta extraordinaria charla, el presidente Avakian sigue planteando una nueva visión del comunismo y haciendo una nueva síntesis del marxismo; además, trata detalladamente las cuestiones que debe considerar la lucha revolucionaria hoy. Esta serie se caracteriza por una amplitud metodológica y una orientación de examinar a fondo lo que se necesitará para conquistar el poder estatal y conservarlo (y garantizar que sea algo que vale la pena conquistar y conservar), a fin de responder a los retos históricos actuales.

Con esto en mente, Revolución celebrará el 1º de Mayo publicando la próxima parte de esta charla --“La base, las metas y los métodos de la revolución comunista”-- en nuestro portal de la internet. En las próximas semanas saldrá en el periódico.

Nos entusiasma publicar esta serie y esperamos recibir comentarios.

From Ike to Mao and Beyond

My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist

Bob Avakian

En nuestro portal se encuentran ahora grabaciones de la autobiografía de Bob Avakian, From Ike to Mao… and Beyond, leídas por él (en inglés). Simultáneamente, vamos a publicar una serie de pasajes del libro en este periódico. Las grabaciones están en revcom.us y en BobAvakian.net. La semana pasada publicamos pasajes de los Capítulos 1 y 2: “Mis padres” y “Una nación bajo dios—Niñez en los años 50”. Esta semana encontrarán pasajes de los Capítulos 3 y 4. El audio del Capítulo 3 está en nuestro portal. El del Capítulo 4 estará el lunes 1º de mayo.

Capítulo 3: El mundo se va abriendo

Autoridad arbitraria

Aunque en la escuela primaria fui guardia peatonal, desde muy temprana edad internalicé la idea de que la autoridad arbitraria no es digna de respeto. Mis padres me transmitieron una fuerte convicción de que no hay que seguir a los que demandan obediencia a ciegas, por ejemplo, al policía que nos enseñaba a ser guardias peatonales como si fuéramos soldados o a un dictador militar. No creo que lo hayan expresado directamente, pero ese es uno de los valores que aprendí de ellos.

Me acuerdo de un profesor de matemáticas de la secundaria que nos castigó a tres amigos un día después de clases porque estábamos molestando. Se puso a leernos la cartilla y uno de mis amigos se rió de nervios. Él gritó: ¿Te parece chistoso? Lo agarró por el cuello, se lo apretó y casi lo tira por la ventana del segundo piso. Yo odiaba desde niño esa clase de autoridad arbitraria y dictatorial; iba contra todo lo que me parecía decente y respetable.

Otra cosa que internalicé de mi familia, especialmente de mi padre, es que la Constitución nos da ciertos derechos y que debemos defenderlos; que si tratan de pisotear nuestros derechos debemos oponernos. A mi manera de ver, eso era lo que yo hacía con muchos profesores. Ellos ejercían una autoridad arbitraria, imponían su voluntad en la clase y eran inflexibles. Era la actitud típica de los maestros de los años 50, así que yo tenía muchos conflictos con ellos.

Pero una vez, cuando tenía 13 años, apliqué lo que me enseñó mi papá... y me metí en un gran problema. Un día que regresaba del parque en bicicleta tomé un atajo que pasaba por mi antigua escuela primaria. El camino no era propiedad de la escuela; era una acera pública, un caminito pavimentado entre dos calles que pasaba al lado de la escuela. En la escuela estaban dos amigos míos y paré a jugar un rato con ellos. Algo que nos gustaba era subir al techo de la cafetería, pero sabíamos que estaba prohibido y que nos echarían. Nos quitamos los zapatos y los tiramos al techo, y después nos trepamos y que a buscarlos. Eran las 5 de la tarde y la única persona que estaba era el conserje. Ahora que pienso en esa situación, entiendo que a él le dio mucho susto vernos ahí; nos podíamos hacer daño y le podían echar la culpa a él. Así que se puso a gritarnos que nos bajáramos del techo y nosotros le contestábamos que teníamos que buscar los zapatos ¡porque alguien los tiró al techo! Cuanto más nos gritaba que bajáramos, más decíamos que no. Finalmente dijo que iba a llamar a la policía y bajamos.

Resulta que ya había llamado a la policía y llegó un agente. Mis amigos se fueron, pero yo decidí mantenerme firme. Estaba parado en el caminito cerca de la escuela (que no era propiedad de la escuela). El policía se puso a regañarme por subirme al techo: Sabes que no te puedes subir al techo. Yo contesté: Bueno, ya me bajé; subí a buscar mis zapatos pero ya me bajé. Entonces se dio cuenta de que no tenía puestos los zapatos y me dijo: ¿Qué es esto, ni siquiera te pones zapatos? Me insultó y me dijo que me fuera para mi casa. Yo le dije: No me puede decir que me vaya para la casa. Me puede decir que me salga de la escuela, pero no me puede mandar a la casa; esto es propiedad pública y puedo hacer lo que quiera; no me puede mandar a la casa. Discutimos un rato y después se subió al carro y se fue.

Yo me subí a la bicicleta y me encaminé a casa. A mitad de camino vi que mi papá venía hacia mí en el carro. Cuando paró, yo me bajé de la bicicleta y me fui corriendo a decirle: Papá, papá, un policía no me puede mandar a la casa si estoy en propiedad pública, no me puede decir qué hacer, ¿verdad? Mi padre me dijo: Me haces el favor y te vas para la casa. Ahí mismo me di cuenta de que estaba en aprietos. Cuando llegué a casa repetí todo lo que pasó y recalqué: Está bien, no me he debido subir al techo, pero me bajé y estaba en propiedad pública; estaba defendiendo mis derechos porque ese policía no tenía derecho de mandarme a la casa.

Resulta que lo que más molestó a mis padres de todo esto fue que pasaron una vergüenza en frente de los vecinos de su barrio clasemediero porque un policía fue a la casa a decirles que su hijo se estaba portando mal. Todos los vecinos se dieron cuenta. Un policía fue a decirle a mi padre, un abogado respetable, que su hijo andaba haciendo algo indebido. Encima, el policía le dijo: Bueno, estamos acostumbrados a ver esta actitud en los muchachos del oeste de Berkeley —es decir, del ghetto—, pero no en los muchachos de por aquí.

En vez de apoyarme, mis padres me obligaron a escribirle una carta de disculpas al policía. Yo me negué y me negué, pero mi vida iba a ser un infierno en la casa si no lo hacía y finalmente escribí la carta. ¡Y yo estaba defendiendo mis derechos! En ese momento francamente me sentía orgulloso de que me asociaran con los niños del oeste de Berkeley porque, pensaba, ellos sí saben defender sus derechos; me parecía que me ponían en buena compañía. Pero mis padres estaban horrorizados. Eso me hizo sentir remal y ellos se me fueron a los pies porque me parecían hipócritas. Ellos me enseñaron todo eso. ¿Dónde aprendí que uno debe defender sus derechos? ¿Dónde aprendí a decirle al policía que tenía el derecho constitucional de ir a donde quisiera, y que él me podía decir que no entrara a la escuela pero que no me podía decir que me fuera a la casa si estaba en propiedad pública? Me lo enseñaron mis padres, en particular mi papá, con todo el derecho que nos enseñó por medio de sus anécdotas, en conversaciones sobre la Constitución y demás. Y ahora se volteaban contra mí cuando yo lo ponía en práctica. Fue una experiencia traumática, pero por otra parte me resultó útil el resto de mi vida, en serio.

Como dije, por un tiempo este incidente hizo que estimara menos a mis padres. Pero tengo que darles crédito porque después reconocieron que cometieron un error y se criticaron. Mi padre, con mucha pesadumbre, pero también con cierto orgullo por haber aprendido algo, contaba esta anécdota y decía que su postura fue incorrecta. Pasaron muchos años antes de que reconocieran que yo tenía la razón y ellos no, pero finalmente lo reconocieron.

Capítulo 4: La preparatoria

Sinfonías de esquina

A mi amigo Sam lo conocí antes de la prepa porque su padre era el conserje de la iglesia a donde íbamos y Sam lo ayudaba a veces. Cuando entré a la prepa él estaba un poco más adelantado que yo, pero nos hicimos amigos y después cantamos juntos.

Sam tenía una característica: cuando comía, no le gustaba que le hablaran ni que lo molestaran, no importa quién fuera ni lo que pasara. Era así y uno sabía que era mejor dejarlo en paz porque no quería hablar sino comer. Bueno, un día se me olvidó llevar dinero para comprar el almuerzo y tenía mucha hambre. No podía comprar nada en la cafetería y me puse a buscar a algún amigo que me prestara dinero. Vi a Sam y me acerqué, sabiendo que violaba sus reglas, pero tenía hambre. Lo saludé y me contestó: No me molestes. Repetí: Sam, tengo hambre. Su respuesta fue: No me molestes que estoy comiendo. Bueno, me fui y me puse a buscar a alguien más que me prestara dinero o me diera algo de comer.

Al rato vi a un chavo con un plato lleno de comida y me llamó la atención porque tenía dos pedazos de pan de maíz. Eso me pareció injusto porque yo tenía hambre y él tenía no uno sino dos pedazos de pan. Me senté en la mesa al frente de él y me puse a mirar su plato. Él me miraba como diciendo: ¿Y este qué me ve? Yo seguía mirando su plato y finalmente le dije: Oye, mano, ¿no me das uno de tus panes? No, vete a la chingada, me contestó. Por favor, mano, tengo hambre y no traje lana. ¿No me das un pan, por favor? No, que te vayas a la chingada. Yo no sé qué se apoderó de mí, seguro era el hambre, y sin pensar estiré la mano y agarré un pan. Él se paró tirando la silla al suelo, listo para pelear. A mí también me tocó pararme y cuadrarme para pelear. Me miró mucho rato, mucho rato, y a la larga dijo: Ah, cabrón, cómetelo. Así que me llevé el pan. Sam, que alzó la cabeza de su plato lo suficiente para ver lo que pasó, se me acercó y me dijo: ¡Chingao, ese es Leo Wofford, de la que te libraste! El caso es que yo tenía mucha hambre y seguro Leo pensó que era un blanco despistado y me dejó en paz.

Sam vivía en East Oakland, pero iba a la escuela en Berkeley. Varias veces fui a su casa, que quedaba en el límite entre East Oakland y San Leandro; era como el Sur profundo. Pasando la avenida 98 había un arroyo y una cerca, y los negros no podían cruzarlos porque una chusma racista de San Leandro les caía encima. Sam vivía justo en ese límite.

Sam me llevó varias veces a East Oakland; una vez fuimos a una unidad habitacional de apartamentos dispuestos en círculos concéntricos alrededor de un patio con una cancha de baloncesto. Cuando llegamos, unos muchachos estaban empezando un partido; yo reconocí a un par que eran del equipo de pista de Castlemont High y me les acerqué y entré al juego. Bueno, en cierto momento, uno de ellos y yo tuvimos un careo; los dos nos estábamos escoltando y nos empujábamos y demás, y en cierto momento estalló una bronca. Los otros se hicieron para atrás y nos dieron espacio para pelear, pero después de carearnos un rato, la tensión se disipó y regresamos al juego. Pero, en medio de eso, noté que Sam, que estaba viendo el partido, se alejó de la cancha.

En otra ocasión Sam y yo fuimos a un partido de baloncesto entre las prepas Castlemont y Berkeley. Era en el gimnasio de Castlemont, pero yo, de tonto, me puse a gritarles boludeces a los jugadores de su equipo. La estrella era Fred “Sweetie” Davis, a quien en un momento empujó al suelo un jugador de nuestro equipo. Yo me paré y grité: ¿Te gusta besar el suelo, Sweetie? Sam llevaba rato diciéndome que no fuera bruto y en ese momento se paró y se fue, como dando a decir “yo no conozco a este imbécil blanco”. Así, sin querer, varias veces metí a Sam en situaciones difíciles.

Sam cantaba muy lindo y un día fui y le pregunté si quería formar un grupo de música. Lo pensó un tiempo y después me contestó que sí. Sam tenía un primo, George, que tocaba el piano y cantaba, así que propuso que lo invitáramos. Yo conocía a Felton, uno de los pocos chavos negros que estudiaron en mi secundaria, y cuando se lo propuse se entusiasmó. Después invité a Randy, un chavo blanco que cantó conmigo y con John en nuestro último año de secundaria.

Los cinco (tres negros, dos blancos) formamos un grupo. Ahí mismo nos dimos cuenta de que Sam debía ser el solista y nos repartimos las demás voces. Felton era el bajo, Randy era el barítono, George el segundo tenor, y yo el primer tenor. Nos organizamos muy bien. A veces practicábamos en la casa de George porque tenía piano y a veces en mi casa, donde también había piano. Pasábamos de tres a cuatro horas diarias practicando y cantábamos en todas partes, ya fuera en situaciones formales o en el vestuario antes y después de clase de gimnasia, en los corredores, en las escaleras de la escuela, en las esquinas, en donde fuera.

Con el tiempo, Randy se salió del grupo y entró Odell (el que me dijo que le pisé los zapatos el primer día de prepa). Cuando entró al grupo le recordé ese incidente; él no se acordaba, pero se divirtió mucho cuando se lo conté. Odell componía canciones; a veces me lo encontraba en los corredores y le preguntaba por qué no estaba en clase. Me contestaba: Ando componiendo, mano. Practicábamos mucho y queríamos que nos contrataran y darnos a conocer.

El grupo necesitaba nombre artístico; otros grupos se llamaban los Cadillacs y los Impalas, así que nos pusimos los Continentals. También ensayábamos en el centro deportivo de Live Oak, donde tenían un piano. El director nos oyó y nos dijo que le gustaba nuestra música y nos invitó a cantar en un baile del centro. Contestamos que sí y preguntamos si nos iba a pagar. Dijo que el presupuesto era limitado, pero que nos podía pagar algo. Nos reunimos y le pedimos $100 y él nos ofreció $25. Nos miramos y por supuesto lo aceptamos.

Ensayamos mucho y preparamos una canción de los Heartbeats, “You’re a Thousand Miles Away”, y otras canciones. Cuando iba llegando el día del baile, Sam se encontró con un amigo y este le preguntó qué hacía ahí. Sam contestó que íbamos a cantar y el amigo le dijo que cómo era posible si él, Sam, no sabía cantar. El caso es que antes de entrar se armó un duelo de voces entre Sam y su amigo: los dos cantaron una canción de los Spaniels y, después de un par de estrofas, el amigo aceptó que Sam cantaba muy bien.

En otra ocasión mi hermana menor hizo que nos contrataran para su fiesta de noveno grado. Como mi hermana nos consiguió la chamba, mis amigos me dejaron cantar una canción de solista; creo que era “Oh Happy Day” y fue muy suave.

A algunos padres blancos esa música no les gustaba para nada. En el caso de algunos era por racismo, porque veían que la cultura negra se estaba metiendo en “su vida”. Pero a muchos chavos blancos les encantaba, como se ve en el hecho de que la clase de mi hermana mayor votó por “WPLJ” como canción favorita. Creo que Richard Pryor tocó ese punto en sus números: cuando los negros hacen algo, pues es cosa de ellos; pero cuando lo adoptan los chavos blancos, saltan las críticas porque “ay, dios, la situación se está desbocando”. Para los chavos blancos racistas, esa música y esa cultura eran “indeseables”, y nos atacaban a los que nos gustaba. Era parte de toda una serie de cosas que rechazaban y criticaban.

Además de cantar doo-wop, yo cantaba en el grupo coral de la escuela. En mi último año, el maestro del grupo coral nos animó a mí y a tres compañeros a armar un cuarteto para el concurso artístico de ese año. Éramos dos blancos y dos negros, y cantamos una canción sentimental con nuestro propio toque. En otra ocasión, cuando tenía 16 ó 17 años, fui a un partido de béisbol de los Giants. Antes del partido siempre tocan el himno nacional y en esa época yo todavía era algo patriótico; no era superpatriótico, pero creía que en general este era un país bueno, aunque me chocaban mucho la discriminación, la segregación y el racismo. Bueno, todos nos paramos cuando sonó el himno y, por alguna razón, empecé a cantar. Cuando terminamos, una señora que estaba delante de mí se volteó y me dijo: ¡Qué buena voz! Varias veces he pensado en la ironía de eso.

Poco tiempo después dejé de cantar el himno nacional. Después, cuando iba a partidos y lo tocaban, yo me paraba y cantaba a pleno pulmón una versión que se inventó un amigo: Oh, oh, tío Sam, lárgate de Vietnam. Lárgate, lárgate de Vietnam.

A nuestros lectores

Saquen la bandera roja el 1º de Mayo

El 1º de Mayo es el día revolucionario del proletariado internacional, la clase mundial que no tiene nada que perder más que sus cadenas, la clase que puede dirigir a toda la humanidad a un mundo sin ninguna forma de esclavitud. El 1º de Mayo, el proletariado reafirma su visión internacionalista: los proletarios no tienen país y tienen la misión de forjar un mundo donde no haya fronteras que definan relaciones de explotación y opresión.

Este año, el 1º de Mayo habrá grandes manifestaciones en defensa de los derechos de los inmigrantes en muchas ciudades. Esto presenta una excelente oportunidad y reto para los lectores y distribuidores de Revolución. Los exhortamos a participar plenamente en estas manifestaciones y en las demás actividades del 1º de Mayo de varias maneras:

1. ¡Lleven banderas rojas!

La bandera roja del proletariado internacional tiene que destacarse audazmente en las manifestaciones. Esta bandera es un llamado a ser los emancipadores de la humanidad, los representantes de la misión histórica de nuestra clase mundial. (Ver el artículo “La historia de la bandera roja” en la página 3 sobre la historia e importancia de la bandera roja). Lleven muchas banderas rojas a las manifestaciones y distribúyanlas, junto con Revolución y el afiche de la última página de "¡Somos seres humanos! ¡Exigimos un mundo mejor! ¡No aceptaremos ninguna forma de esclavitud!".

2. Den a conocer a Bob Avakian

Para que la gente entienda que el mundo puede ser distinto y vea qué se puede hacer hoy para cambiar radicalmente la situación, tiene que escuchar lo que propone Bob Avakian. Revolución tiene escritos de Bob Avakian: pasajes de su autobiografía From Ike to Mao and Beyond… y el artículo “Resistencia, revolución y lo que se debe –y no se debe-- apoyar” en las páginas 8 y 9.

Especialmente el 1º de Mayo, tenemos que distribuir miles de CDs de un par de grabaciones de Bob Avakian: “¿Por qué viene gente de todo el mundo?” (de la charla “Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible qué es”, en DVD en inglés y español); y la canción “Ghetto Remix”, con citas de esa charla. (Descarga el audio del DVD en www.revcom.us o www.BobAvakian.net y quema CDs. Pide el DVD de threeQvideo. Descarga “Ghetto Remix”, con Akon, Miles Solay, Koba y Bob Avakian, en http://www.nosheetsleft.com/ghettoremix/)

Escuchen y repartan CDs o MP3s de la lectura de la autobiografía de Bob Avakian From Ike to Mao, and Beyond-My Journey From Mainstream America to Revolutionary Communist. Descarguen los archivos de audio (en inglés) en www.revcom.us o www.bobavakian.net.

3. En varias ciudades habrá celebraciones del 1º de Mayo en Libros Revolución y otros lugares. Pónganse en contacto con la librería o sucursal más cercana (la lista está en la página 2). U organicen su propia celebración. Toquen las grabaciones “¿Por qué viene gente de todo el mundo?”, “Imagínense…” y “Exhortación: Éntrale al partido” del DVD “Revolución…”. Organicen grupos para comprar, ver y comentar el DVD, y suscribirse a Revolución. Esas reuniones deben rebosar de internacionalismo proletario y celebrar la lucha internacional común, dirigida por el proletariado, para transformar todo el mundo y quitarnos de encima todos los horrores que nos impone el sistema imperialista.

4. Inviten a los jóvenes

Inviten a las celebraciones del 1º de Mayo a los jóvenes y anímenlos a participar. La bandera roja tiene que brillar allí donde no acepten lo que les ofrece este sistema y no se dejen encadenar por las escuelas.

5. Infórmenle a Revolución sobre las actividades del 1º de Mayo: revcom.us o Box 3486, Merchandise Mart, Chicago IL 60654.

La historia de la bandera roja

En marzo de 1871 los revolucionarios se apoderaron del Hotel de Ville en París, que era el centro de operaciones de la Comuna de París, e izaron la bandera roja de la revolución y el internacionalismo. La Comuna de París fue la primera toma del poder de la clase trabajadora y sus aliados. En su obra La guerra civil en Francia, Carlos Marx dijo: “El viejo mundo se retorció en convulsiones de rabia ante el espectáculo de la Bandera Roja”.

Esta no fue la primera vez que los oprimidos izaron la bandera roja como símbolo de sus aspiraciones revolucionarias. Históricamente, las clases rebeldes han izado la bandera roja cuando se han rebelado. Por ejemplo, los esclavos de Roma la izaron cuando sus luchas estremecieron el imperio, que al fin y al cabo sucumbió. La bandera roja era el símbolo de los esclavos que no tenían más opción que la rebelión. Durante las grandes rebeliones de campesinos que barrieron a Alemania, las legiones de campesinos llevaban consigo la bandera roja.

Con el ascenso de la clase burguesa, y el capitalismo, surgió por necesidad el estado nacional moderno, o las naciones. A medida que luchaba por derribar las barreras impuestas por el sistema feudal para crear condiciones favorables para su desarrollo, un mercado para sus mercancías, y la libertad de comercio y transporte, el capitalismo formó a los países tal como los conocemos hoy: cada cual con su propia bandera nacional que representa a la clase capitalista de cada nación.

A medida que iba tumbando las trabas impuestas por la sociedad feudal, fue surgiendo a la par de la burguesía una nueva clase, el proletariado: una clase altamente socializada pero carente de propiedad. El ascenso de la clase capitalista arruinó a muchos campesinos y pequeños propietarios urbanos, que se vieron obligados a trabajar en las fábricas de los capitalistas. Ya para el siglo 19, la lucha de clases en el mundo era de un carácter muy diferente a lo que era durante las guerras campesinas alemanas. Desde ese entonces todo movimiento social de importancia sería influenciado de una manera u otra por la lucha del proletariado. La bandera roja, enarbolada por esta nueva clase, adquiriría un nuevo significado: la misión histórica del proletariado de emanciparse a sí misma y a toda la humanidad.

La clase obrera izó la bandera roja en muchas ocasiones. Por ejemplo en 1831, durante la rebelión de Merthyr en el sur de Gales, cuando entre 7,000 y 10,000 obreros se apoderaron de Merthyr por cuatro días. Se dice que marcharon bajo la bandera roja cuando los soldados les dispararon, aplastaron la rebelión y masacraron a muchos.

En 1848, el año que salió el Manifiesto comunista, de hecho unos meses antes, la bandera roja fue la precursora de la lucha proletaria que se daba por toda Europa. En Francia, 16 años antes, los obreros de París izaron la bandera roja en la insurrección para tumbar del poder a Louis Philippe y otra vez en febrero de 1848, cuando volvieron a las barricadas.

En los días que siguieron, surgió la cuestión de escoger la bandera nacional de Francia. Los obreros pedían que fuera roja, pero los sectores de la burguesía, que habían tomado parte en esa lucha para transformar el estado de monarquía burguesa a republica burguesa, querían que la bandera nacional fuera la tricolor de la revolución burguesa.

La lucha de los obreros fue aplastada y la única concesión a sus demandas de que la bandera fuera roja fue la rosa roja sobre el asta de la bandera tricolor.

En 1871, la bandera roja ondeó una vez más sobre París en una declaración de la conquista del poder por la clase trabajadora y del establecimiento de la Comuna de París. Esta fue la primera vez que la bandera roja representó no solo la rebelión, no solo la insurrección, sino la revolución y la lucha histórico-mundial del proletariado y el establecimiento del estado proletario.

Fue durante la Comuna de París que la bandera roja llegó a representar y ser el símbolo de las aspiraciones del proletariado internacional y su misión histórica de emancipar a toda la humanidad. En un homenaje a la Comuna, Lenin dijo: “La memoria de los luchadores de la Comuna es honrada no solo por los obreros franceses, sino también por el proletariado de todo el mundo, pues aquélla no luchó por un objetivo local o estrechamente nacional, sino por la emancipación de toda la humanidad trabajadora, de todos los humillados y ofendidos. Como combatiente de vanguardia de la revolución social, la Comuna se ha ganado la simpatía en todos los lugares donde sufre y lucha el proletariado”.

Los combatientes de la Comuna entendieron claramente que rechazaban el nacionalismo de su propia burguesía y que la bandera roja era el símbolo de la emancipación de los pueblos del mundo. Proclamaron: “¡La bandera de la Comuna es la bandera de la República mundial!”. Años después, Federico Engels dijo de la Comuna: “Fue un valiente desafío a toda expresión de chovinismo burgués. Y el proletariado de todos los países certeramente comprendió esto”.

A fines del siglo 19 el capitalismo se transformó en imperialismo en varios países europeos, Estados Unidos y Japón. Con ello estalló la primera guerra imperialista. Los países imperialistas entraron a la I Guerra Mundial proclamando el chovinismo nacional de “mi país primero” y la “defensa de la patria”. Las clases dominantes vieron la importancia de suprimir la bandera roja y promover la bandera nacional. Esto suscitó mucho debate y los comunistas participaron en él. Era cuestión de si se iba a defender la bandera del chovinismo nacional o la bandera roja de la revolución proletaria y el futuro comunista. El agrupamiento internacional de organizaciones y partidos comunistas de ese entonces, la Segunda Internacional, se desbarató en ese debate sobre el nacionalismo y el internacionalismo.

Los obreros de muchos países izaron la bandera roja. En los ejércitos y la marina de Francia y Alemania hubo grandes rebeliones. En Estados Unidos, Obreros Industriales del Mundo (IWW, por sus siglas en inglés) y otros enarbolaron la bandera roja. Pero fue solo en Rusia, donde el partido de la clase obrera y su líder, V.I. Lenin, sostuvieron una posición consecuentemente revolucionaria con respecto al gobierno, que la clase obrera fue capaz de aprovechar la severa crisis que causó la guerra, lanzar una insurrección armada y tomar el poder. Solo en Rusia tiraron al suelo la bandera nacional e izaron la bandera roja del comunismo.

Los bolcheviques convencieron al pueblo de la justeza de su programa político y exhortaron a un levantamiento el 25 de octubre de 1917. Izaron la bandera roja en el Palacio de Invierno y arrestaron al gobierno provisional. Días después, miles salieron a las calles en tropel hacia la plaza Roja, entonando La internacional, el himno del proletariado internacional; desde lo alto del Kremlin se desenvolvieron gigantescas banderas rojas. Hablando de la importancia de la revolución de octubre, Lenin dijo: “Jamás hemos hecho secreto del hecho de que nuestra revolución es solo el principio, que su victoriosa conclusión solo será lograda cuando nosotros hayamos iluminado el mundo entero con estas mismas llamas de revolución”.

Por primera vez en la historia el proletariado y su partido de vanguardia tomaron el poder, establecieron la dictadura del proletariado e iniciaron la transformación socialista de la sociedad. Fue un hito histórico para la causa del proletariado internacional y la misión histórica del proletariado.

La bandera roja de la revolución y el comunismo sigue ondeando por todo el mundo. Con la victoria de la revolución china, la bandera roja ondeó sobre una cuarta parte de la humanidad. El significado y la causa de la bandera roja adquirieron más importancia después de que se estableció la dictadura del proletariado en China y cuando Mao Tsetung, el líder de la revolución, y el núcleo de revolucionarios lanzaron la Gran Revolución Cultural Proletaria. Mao exhortó a las masas a hacer una revolución contra las fuerzas del Partido Comunista que persistían en regresar al capitalismo.

Las revoluciones socialistas de la Unión Soviética y China dieron marcha atrás. Sin embargo, la historia de la bandera roja es inseparable de la lucha de los oprimidos y explotados, la meta de la revolución proletaria y la cosmovisión del internacionalismo proletario. (Ver el editorial “1º de Mayo: ¡Otro mundo es posible—Un mundo comunista!”, en la página 3).

En las luchas intensas de hoy hay que comprender que hay una bandera que representa los intereses fundamentales del pueblo, pero no es la bandera de la nación. Es la bandera roja del comunismo y la revolución proletaria. Es la bandera que une a los explotados y oprimidos, en vez de dividirlos. Es la bandera que representa la misión histórica de la clase proletaria de liberarse a sí misma y a toda la humanidad. Esa bandera nos pide que levantemos la frente y veamos más allá de los intereses de una nación y que nos imaginemos que un nuevo mundo es posible y necesario. La bandera roja es la bandera de no tener nada que perder y tener un mundo que ganar. ¡Cada vez más, donde los pueblos luchen y se rebelen, deben hacerlo con la bandera roja en alto!

Los Minutemen: Muerte y odio racista en la frontera

Luciente Zamora

Ya hay leyes represivas contra los indocumentados y ahora están tratando de criminalizarlos y negarles los servicios básicos.

Además, los que detentan el poder andan azuzando un movimiento antiinmigrante, nativista y fascista. Este movimiento de paramilitares caza inmigrantes a lo largo de la frontera, y está organizando capítulos en ciudades como Los Ángeles y Chicago y en condados del sur de California, Arizona, Nuevo México y Texas. De ellos, los Minutemen son el grupo más conocido; sus representantes salen como expertos sobre inmigración en cadenas reaccionarias como Fox, y en CNN y otros medios.

Enrique Morones, cuyo grupo Border Angels (Ángeles Fronterizos) pone agua en la zona fronteriza para ayudar a los que cruzan, es un fuerte crítico de los Minutemen y los demás grupos paramilitares, como Ranch Rescue, American Patrol y los Barnett Brothers. Morones dice que aunque no tienen miles de miembros, como afirman, esos grupos y la militarización de la frontera han causado un aumento de muertes.

En una entrevista, Morones nos dijo: “Antes de la Operación Guardián de 1994, había una muerte al mes a lo largo de la frontera. Desde esa fecha, han fallecido unas 4,000 personas al cruzar”. Agregó que han encontrado 4,000 cadáveres, pero que en realidad han fallecido muchas personas más, “posiblemente hasta 10,000”.

Es difícil contar los muertos porque aunque se encuentran esqueletos y huesos en el desierto, muchos cadáveres no aparecen. Morones dijo: “La mayor militarización y paramilitares como los Minutemen han empujado a los inmigrantes a zonas más extremas y remotas del desierto. Este año han fallecido más de 464 personas, más que en todo el año pasado”.

En abril los Minutemen iniciaron una nueva fase de patrullas fronterizas. Además, han estado organizando conferencias, foros comunitarios y protestas en almacenes de madera, donde los indocumentados van a buscar trabajo. Jim Gilchrist (cofundador de los Minutemen) se postuló para el Congreso como candidato del Partido Americano Independiente (fundado por un gobernador de Alabama que se paró en las escalinatas de la Universidad de Alabama para impedir que entrara una universitaria negra, y declaró: “¡Segregación hoy, segregación mañana, segregación para siempre!”).

Chris Simcox, otro cofundador de los Minutemen, planea darle un ultimátum a Bush a finales de mayo: o manda las reservas militares a la frontera de Arizona o los Minutemen construirán sus propias cercas en terrenos particulares a lo largo de la frontera. Según dijo Simcox, varios contratistas ya han ofrecido diseñar las cercas y contribuir el equipo necesario: “Vamos a mostrarle al gobierno federal lo fácil que es construir estas cercas de seguridad y lo baratas que salen cuando las construyen individuos y la libre empresa”.

Altos funcionarios del gobierno apoyan a estas patrullas de ciudadanos armados que cazan seres humanos para, según su portal, “defender la patria” de una “invasión de extranjeros ilegales”. Arnold Schwarzenegger, gobernador de California, elogió a los Minutemen en la emisora derechista KFI-AM. Dijo: "Hicieron un trabajo magnífico... Redujeron enormemente el cruce de inmigrantes ilegales. Esto demuestra que esforzarse y trabajar duro dan resultados. Es posible hacerlo".

Cuando los Minutemen se estaban organizando para patrullar la frontera en Texas, el gobernador, Rick Perry, no quiso prohibirlo y dijo que nadie tiene el derecho de impedir “que ciudadanos respetuosos de la ley viajen al estado o dentro del estado”.

Tom Tancredo (congresista fascista de Colorado que propuso negarles ciudadanía automática a los niños nacidos en Estados Unidos de padres indocumentados) alaba y apoya a los Minutemen. En 2005 invitó a Gilchrist a hablar ante el Comité del Congreso sobre Reforma Migratoria. En una entrevista radial, Tancredo dijo que si se da un ataque terrorista musulmán contra Estados Unidos hay que arrasar La Meca y otros lugares sagrados islámicos. Cuando un periódico de Denver sacó un artículo acerca de un líder estudiantil de una preparatoria cuya familia no tiene papeles, Tancredo trató de deportarlos.

Bush ha dicho que los Minutemen son “vigilantes” [una palabra despectiva en inglés--Nota del traductor], pero distanciarse un tanto de ellos no es igual a oponérseles. Nunca ha criticado a los políticos de peso que los han alabado y no ha hecho nada para pararlos. Y el jefe del Departamento de Seguridad de la Patria acaba de iniciar una campaña de terror de la Migra con redadas y arrestos de unos mil inmigrantes. (El artículo “Bienvenidos los inmigrantes ¡Abajo el muro!” contiene un análisis de por qué los capitalistas, a quienes Bush representa, necesitan y a la vez temen a los inmigrantes; está en el #43 y en revcom.us).

Muchas fuerzas paramilitares, entre ellas los Minutemen, dicen que no son supremacistas blancos o los han condenado; pero los neo-nazis han participado en estos movimientos y reclutado abiertamente a sus miembros.

El Southern Poverty Law Center informó que la National Alliance (grupo neo-nazi) participó en las patrullas de los Minutemen y repartió propaganda nazi a los Minutemen y los residentes de la zona fronteriza. Un miembro de la National Alliance, que participó en las patrullas en Arizona, dijo: “Entendemos por qué Gilchrist y Simcox tienen que cuidar lo que dicen ante los medios. Está bien. Ellos están a cargo y tenemos que obedecer sus reglas. Pero cuando los Minutemen se vayan, vamos a regresar y hacer lo que nos dé la gana”.

Este movimiento nativista apela a los sectores retrógrados de la clase media blanca y a los trabajadores blancos, pero también quiere atraer a los negros y a chicanos (e inclusive a inmigrantes con papeles) contra los indocumentados.

Todas las opciones de leyes migratorias que se están debatiendo en el Congreso son malas para el pueblo. Unas proponen construir una cerca de 1,125 km en la frontera y otras mandan que el Departamento de Seguridad de la Patria trace un plan para “mejorar la seguridad fronteriza” con “tecnologías de vigilancia aérea”. Pero todas las formas de militarización de la frontera, junto con los grupos paramilitares, han causado más muertes y han creado una atmósfera represiva por todo el país que criminaliza a los inmigrantes y a los que los ayudan (ofreciendo servicios sociales a este sector superexplotado). La construcción de centros de detención y las patrullas de paramilitares hacen pensar en la Alemania nazi. Esto no se puede tolerar.

¡Las justas demandas de los inmigrantes se deben cumplir!

Una gran ola de protesta por los derechos de los inmigrantes sacude el país. Millones de personas están alzando la cabeza, preguntando por qué la situación es como es, y cómo se puede cambiar, ¡y están en pie de lucha! Las demandas básicas del pueblo son claras y justas, y se deben cumplir. Son:

* Alto a la discriminación contra los inmigrantes

* Alto a los Minutemen y otros grupos antiinmigrantes

* Alto a la militarización de la frontera

* Plenos derechos y educación digna, servicios médicos y servicios sociales

* Alto a las deportaciones

* Alto a las redadas

* No a los centros de detención/campos de concentración

* No a la criminalización de los que ayudan a los inmigrantes

Hay que ir a las protestas del 1º de Mayo y a las demás protestas, y apoyar, difundir y luchar por estas demandas.

Apoya a los Anti-Minutemen 5

En las últimas semanas, han sacudido el país enormes marchas en pro de los derechos de los inmigrantes y contra los ataques que buscan sumirlos más en la oscuridad y someterlos a más explotación, así como castigar a millones por apoyarlos. El estado ha atacado esas protestas y, especialmente, ha arrestado y castigado a los estudiantes de prepa. Esta semana, el Departamento de Seguridad de la Patria ordenó redadas y arrestos de cientos de inmigrantes; con las nuevas leyes propuestas, como la HR 4437, eso es motivo suficiente para prohibirles de por vida la entrada al país.

En esta situación, grupos como los Minutemen fungen como tropas de choque semioficiales. Patrullan la frontera armados y azuzan miedo irracional a los inmigrantes (ver “Los Minutemen: Muerte y odio racista en la frontera”).

El 15 de octubre del año pasado, un amplio grupo de muchas nacionalidades y perspectivas fue a protestar contra la conferencia fundadora del capítulo de Illinois de los Minutemen en Arlington Heights (un suburbio de Chicago). La conferencia se realizó en la academia Christian Liberty, una escuela fascista cristiana fundada por un amigacho del gobierno de Bush. La policía atacó la protesta con un escuadrón antimotín de cuatro condados, perros, gas lacrimógeno y francotiradores. Arrestó a cinco personas y las acusó de resistencia a la autoridad y de agredir a los agentes (cosas falsas), por lo que los pueden condenar a cuatro años de cárcel.

Desde el principio, la fiscalía ha querido meterlos a la cárcel. En las últimas semanas, ha amenazado y molestado a sus defensores y a la prensa. Por ejemplo, ha llamado a intimidar a las organizaciones que se presentaron a la protesta del 15 de octubre; asimismo, le ha mandado órdenes judiciales a los medios que han entrevistado a las acusados y les ha pedido sus materiales y grabaciones. Eso equivale a decirle a la prensa que sea un brazo de la fiscalía.

Al cierre de esta edición, los acusados se preparan para el juicio el 25 de abril en Rolling Meadows, Illinos. En los últimos meses cientos de miles se han volcado a la calle para luchar por los derechos de los inmigrantes. Esa batalla ha llegado a los tribunales y al terreno judicial, donde hay que luchar con toda la fuerza para ganar.

Para más información sobre el caso y para apoyar a los acusados, ve a http://www.antiminutemen5.blogspot.com/

La situación está cambiando

En este país se podía ignorar la política. Con excepción de unos cuantos comentaristas, a muy poca gente le importaba.

Bueno, la situación está cambiando.

Hace un par de días sentí la represión contra los inmigrantes: en un pueblo cercano la Migra arrestó y deportó a varios. Una amiga mía es novia de un trabajador inmigrante y tiene miedo de que él desaparezca un día, como los que acaban de deportar. Teme no poder ni siquiera despedirse, que un día desaparezca y deje atrás todo lo que tiene en este país, como una novia que lo quiere mucho.

Esto me hace pensar en lo que pasaba en la Alemania nazi u otras dictaduras fascistas, pero ahora aquí en Estados Unidos pueden desaparecerlo a uno en un segundo porque no tiene papeles.

En una de mis clases hay un estudiante sudamericano. Tiene papeles, pero de todos modos tiene miedo de que lo arresten en plena noche. Sabe que a los que hablan su idioma y tienen el mismo color de piel los están pintando como el enemigo, y le da miedo. Hoy en la clase le di una copia de Revolución con el artículo “Los inmigrantes son nuestras hermanas y hermanos”. Lo agarró con entusiasmo y una sonrisa. Le alegró especialmente ver en la contraportada el afiche de “Se busca por cruce ilegal de fronteras” y la foto de Bush. Se emocionó mucho y no pudo esperar a que terminara la clase para leerlo; empezó a leer en clase y la maestra amenazó con quitárselo. Este periódico seguramente es muy importante para él. Aquí en un pueblo pequeño reaccionario leer la verdad sobre el sistema que oprime a su pueblo es un soplo de aire fresco.

Al recorrer el pueblo veo a muchos inmigrantes y los saludo para expresarles mi apoyo. Hoy le dije a un inmigrante que iba a cruzar la calle: “¡Hola!”. Él me contestó: “¡Hola!”. En la cara se le veía la preocupación por la redada que hicieron en el pueblo cercano. Sonreí y le dije: “Sí se puede” y le di un saludo rojo con el puño. Se le iluminó la cara y dijo: “Sí se puede”. Entendió exactamente lo que le quería decir y me dijo: “Thank you”.

Hasta en los pueblos más pequeños y más reaccionarios, la política está jalando a todo mundo. La situación se está polarizando de un modo increíble.

El maestro de cívica pasó la película “Fahrenheit 9-11”, pero como “contrapeso” pasó la película derechista (y llena de mentiras) “Fahren-hype 9-11”. Durante tres días discutimos a gritos las películas; cada día las discusiones eran más intensas.

Hace poco una librería decidió vender obras de Bob Avakian. Por supuesto los fascistas cristianos no están de acuerdo, pero la librería ya vende obras de Sylvia Brown, y tampoco les gustan. “Hemos recibido muchas quejas”, dijo la gerente, “pero de vez en cuando alguien viene y compra un montón de libros [de Brown], y me agradece que los tengamos”.

Cuando le recomendé que vendiera las obras de Bob Avakian, la gerente buscó en el portal del distribuidor de libros. Cuando leyó la descripción de Observations, dijo: “Esto es algo que debemos vender aquí. Este pueblo necesita oír una voz así”.

Pronto me voy de este pueblo porque quiero vivir en un lugar con más luchas y más potencial de cambios serios. Pero reflexionando sobre mis años aquí, creo que he tenido un buen impacto. Una amiga lesbiana me dijo: “Uno no puede decir lo que piensa aquí si no es republicano”. Le contesté: “Sí se puede. Yo lo hago”. Me contestó: “Pero mira lo que te ha pasado”.

Pienso en eso.

Pienso en el día que me llamaron a la oficina del director de la escuela por criticar la guerra, y en los maestros que me gritaban “traidor”.

Pienso en las veces que me han dicho “maricón comunista” en el pasillo de la escuela.

Pero ha valido la pena.

Por supuesto no me invitan a fiestas y no voy a recibir un premio en la graduación. Pero ha valido la pena.

Si no fuera por mis esfuerzos, muchos chavos todavía pensarían que “el comunismo es un gobierno que mata a la gente” o que Estados Unidos no puso a Saddam Hussein en el poder. Estas son falsas ideas que he podido corregir.

He tenido un gran impacto en este pueblo, no cabe duda.

Me da ansiedad irme. Pero en la ciudad, podré meterme más en el movimiento. En el movimiento me siento “en mi elemento”. Luchar contra este sistema me hace sentir vivo. Ojalá que pueda hacer más.

México negro

De una lectora

El Centro Museo de Bellas Artes Mexicanas de Chicago presenta la exhibición “La presencia africana en México”. Esta exposición es el proyecto más completo que se haya organizado sobre las contribuciones de los africanos a la cultura mexicana. Las tres exposiciones del proyecto buscan llevar a los mexicanos y a las personas de otras nacionalidades a conocer mejor la cultura mexicana. El museo espera que este proyecto permita tanto a los mexicanos como a los afroamericanos percibir las identidades de sus grupos a la luz de la historia que han compartido tanto en Estados Unidos como en México. El proyecto incluye también varios programas públicos y educativos.

Los afroamericanos y los mexicanos son dos de los grupos culturales más grandes de la ciudad de Chicago, así como las dos comunidades de color más grandes de Estados Unidos. Ambos grupos han influido los esfuerzos del otro para resistirse a la opresión y a la supresión de sus culturas, y tienen una historia compartida que debe ser oída.

El Ferrocarril Subterráneo, la red secreta de personas que ayudaban a escapar hacia la libertad a los esclavos afroamericanos, que estuvo activo entre 1829 y 1865, corría hacia el norte, hasta Canadá. Hacia el sur, el Ferrocarril Subterráneo llegaba más allá de los límites estadounidenses; cruzaba la frontera y se adentraba muy profundo en México, donde la esclavitud fue abolida en 1829, 36 años antes que en Estados Unidos. La “Estación de la Libertad” más meridional se descubrió recientemente en Mazamitla, Jalisco, México.

Durante la época de la esclavitud en Estados Unidos, entre 1776 y 1865, los esclavos lograron su libertad en México al colaborar con los seminolas, un grupo de indígenas del sureste. Durante las guerras Seminolas, el gobierno estadounidense los echó de sus tierras en Florida y del Territorio Indígena. Los seminolas buscaban un nuevo lugar para establecerse y los afroamericanos buscaban un lugar donde vivir libres de la esclavitud. Los dos grupos se unieron y, en 1850, cerca de 300 negros y seminolas huyeron juntos hacia México. El líder seminola expresó en una ocasión: “Cuando huimos de la esclavitud, México era una tierra de libertad, y los mexicanos nos recibieron con los brazos abiertos”. El gobierno mexicano les otorgó tierras en el norte del país.

Las personas de color libres y los afroamericanos de Luisiana salieron en pequeños grupos en dos ocasiones, en los siglos XIX y XX, y formaron comunidades en la costa del golfo de México. En los años 1850 el gobierno de Luisiana restringió los derechos de las personas de color. Esta situación llevó a los negros a mudarse a México, donde sus derechos no estaban dictados por la raza a la que pertenecían. Durante la Reconstrucción, entre 1865 y 1877, después de la guerra de Secesión de Estados Unidos, algunas personas de color libres regresaron de México a Luisiana. En los años 1880, cuando las leyes Jim Crow institucionalizaron la segregación, los descendientes de esa generación huyeron de nuevo a México en busca de igualdad racial. Este segundo grupo volvió a ponerse en contacto con sus familiares de la costa del Golfo.

A finales de la revolución mexicana, en 1920, la comunidad afroamericana de Estados Unidos se reunía para el Renacimiento de Harlem, un movimiento que se rebeló contra el racismo y la segregación. Los artistas que participaron en este movimiento estaban creando una obra hecha exclusivamente por afroamericanos. Deseaban cambiar la identidad del pueblo negro: de una identidad definida por la esclavitud a una identidad positiva definida por las culturas africanas. Esto ocurría en Estados Unidos al tiempo en que los mexicanos reconstruían un país destrozado por una década de guerra. En México, los artistas también reconstruían la identidad nacional. Estos movimientos similares en México y Estados Unidos crearon un clima perfecto entre los negros y los mexicanos para que se diera un intercambio profundo de ideas, de técnicas e incluso de personas. Mediante este intercambio, los afroamericanos aprendieron a usar las artes visuales como una forma de resistencia a la asimilación y la opresión, y como una manera de convocar a otros a resistirse también a esas fuerzas.

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La exhibición termina el 3 de septiembre de 2006.

Centro Museo de Bellas Artes Mexicanas de Chicago está ubicado en:
1852 W 19th Street, Chicago IL 60608
312-738-1503

Horario: Martes – sábado 10 a.m. - 5 p.m.
Entrada libre

Carta de “Kansas conservador”

Revolución en medio de la lucha de los inmigrantes

Como en todas las ciudades grandes de todo el país, Wichita, Kansas, también salió a manifestarse en contra de los racistas e inhumanos proyectos de ley de inmigración. Según el departamento de policía, más de 5,000 personas corearon SÍ SE PUEDE. Pero para los que estábamos ahí, parecía que eran muchos más... Sé que eran muchos más porque seguían llegando como un arroyo ya cuando se estaba acabando... sería imposible estimar la cantidad precisa. Claro, como estamos en Kansas conservador, salieron unos pendejos fascistas, pero como solo eran pocos (como seis, y no estaban juntos), no lograron mucho. Quedó muy claro que nosotros somos la voz de la comunidad, que el poder está en nuestras manos, y que todo su racismo no puede contra nuestra verdad. Yo distribuí Revolución y a muchos les interesó.

Yo hago lo que puedo para recaudar fondos para el periódico, pero es tan fácil regalarlos a los que nunca lo han leído. Muchos estudiantes latinos de mi prepa conocieron el periódico cuando yo los ayudé a organizar un paro (fueron como 700 chavos a la manifestación en el centro) y ahora lo compran. Bueno, tengo que terminar rápido porque estoy en clase mientras. En resumen: se avanza mucho en el frente inmigrante aquí en Wichita, Kansas, y como resultado, el periódico se está haciendo bastante conocido aquí entre los jóvenes latinos.

Resistencia, revolución y lo que se debe —y no se debe— apoyar

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario

Nota de la Redacción: La siguiente es la conclusión de “Elecciones, democracia y dictadura, resistencia y revolución”, una charla que dio Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, antes de las elecciones del 2004. A esta edición se le agregaron explicaciones entre corchetes. El archivo de audio de toda la charla está en bobavakian.net y en revcom.us (en inglés).

“A los militares hay que decirles la verdad, igual que a los demás”

Hablemos de la relación entre la lucha de hoy y la meta revolucionaria. Un grupo derechista conectado con el Partido Republicano me atacó por, entre otras cosas, ser el autor de lo siguiente, que es uno de los “Tres puntos principales” que salen en todos los números de nuestro periódico, el Obrero Revolucionario [ahora Revolución]: “Este sistema, en su totalidad, se basa en la explotación —aquí y en todo el mundo. Carece de todo valor y hasta derrocarlo no se logrará ningún cambio fundamental positivo”.

Bueno, me enorgullece reafirmar esa declaración y todo lo que encarna. Lo hago porque es la verdad y porque es crucial declararlo con firmeza. Aunque reconozco que un ataque de esa clase, por un comentario como este, es muy serio, especialmente en las circunstancias actuales, que hay que tomarlo en serio, y hay que contestarlo y devolvérselo a los atacantes; aunque tengo eso muy claro, también quiero decir que, en un sentido estratégico, me alegra que esas fuerzas me ataquen por eso.

Parafraseando una conocida declaración de Mao Tsetung, ese ataque muestra que la declaración de los “Tres puntos principales” de nuestro periódico da en el clavo e ilumina una profunda realidad y verdad fundamental que esos reaccionarios no quieren que salga a la luz. Esa declaración es la verdad: no se puede lograr ningún cambio fundamental positivo hasta derrocar este sistema; pero eso no implica que la resistencia al sistema y la lucha contra infamias e injusticias específicas ahora no sirva de nada y que no se pueda lograr nada. Todo lo contrario; es crucial forjar la mayor resistencia posible, especialmente contra los principales ataques de este sistema y de sus gobernantes a las masas de aquí y de todo el mundo. Entender la verdad de esta declaración debe llevarnos, más bien, a entender que toda la resistencia a este sistema se debe forjar con la meta revolucionaria en mente y de tal modo que avance lo máximo que sea posible y a la mayor velocidad posible hacia esa meta.

En este contexto, quiero hablar sobre una controversia que ha surgido en el amplio movimiento de oposición a las guerras imperialistas de este sistema y en particular la guerra de Irak. La controversia se centra en la consigna “Apoyar las tropas”: si es correcto o no plantearla como parte de la oposición a las guerras en que luchan esas tropas.

Quiero hablar brevemente de la importancia de esto y de la lucha política e ideológica que ha suscitado, y debe suscitar, con respecto a los objetivos inmediatos (oponerse a la ocupación de Irak y a las guerras imperiales de este sistema en general) y con respecto a la perspectiva estratégica de hacer la revolución.

Se ha dicho: debemos apoyar las tropas, pero no la guerra. Bueno, para mostrar por qué me parece que eso no tiene sentido, bastaría con decir: si uno apoya a alguien, tiene que apoyar lo que está haciendo. Si uno no apoya lo que hace, no debe apoyar a la persona. Permítanme ilustrar esto de modo más gráfico: supongan que se tropiezan con un grupo de hombres que están violando a una mujer; ella lucha con todas sus fuerzas, pero son varios tipos. ¿Propondrían la consigna: “apoyar a los violadores, no la violación”? Claro que no. Si lo que alguien está haciendo está mal, es mortífero y va contra los intereses del pueblo, no debemos apoyar eso ni apoyar a la persona que lo hace. Hay que apoyar a los que se levantan contra eso. De fondo, la consigna “apoyar las tropas, no la guerra” no es muy distinta a “apoyar a los violadores, no la violación”.

Eso es, literal y metafóricamente, lo que las tropas de Estados Unidos están haciendo en Irak y en otras partes: violar y saquear al servicio de un sistema que vive y prospera del saqueo y la explotación. Eso no se debe apoyar, y a las tropas no hay que apoyarlas cuando hacen eso. Tenemos que entender que son las fuerzas armadas de un sistema de explotación y saqueo mundial. No pelean por “su país”, o solo en el sentido de que “su país” quiere decir este sistema y su clase dominante de capitalistas-imperialistas. Por eso es por lo que luchan, sépanlo o no.

Tampoco pelean por los derechos y las libertades del pueblo de aquí o de cualquier otra parte. En serio, pensémoslo. Yo he tenido muchas discusiones con soldados desde la guerra de Vietnam y por experiencia propia puedo decirles que no es cierto. Pregúntense cuántos militares dicen cuando salen a una guerra, especialmente cuando van a una batalla: “Hago esto por esos hippies pendejos y por los manifestantes para que tengan el derecho de protestar contra lo que estoy haciendo”. No manchen.

Además, a pesar de que los adoctrinan a pensar y decir que luchan por sus compañeros, por los que han caído heridos o muertos en batalla, cuando la realidad se impone sobre las mentiras que les inculcan, eso no es cierto. Los objetivos y las personas por los que se luchan son algo objetivo, no son algo subjetivo ni lo que uno cree.

Esto se ve, por ejemplo, con la analogía de la lucha por la bandera de la Confederación [la parte del Sur que se separó de la Unión en la guerra de Secesión—Nota del traductor]. Muchos blancos del Sur dicen: “es que esa bandera no representa la esclavitud y la opresión; lo que representa es la cultura y las tradiciones sureñas”. Bueno, ¿y qué son esas tradiciones? Esas tradiciones son inseparables de la esclavitud, la opresión y el Ku Klux Klan; esos son sus pilares. Esa es la cultura y la tradición sureña. No puede haber Sur ni tradición sureña sin eso.

Lo mismo se aplica aquí. Están luchando por un sistema de imperialismo, reconózcanlo o no. Y por supuesto, el sistema hace todo lo posible para que no lo reconozcan. Tenemos que preguntar: ¿cómo llegan las tropas a donde están, a luchar donde están luchando? ¿Quién organiza y determina la misión por la que combaten? ¿Ellos y sus amigos agarraron un avión por su cuenta y se fueron a Afganistán o Irak o donde estén? ¿Ellos tomaron la decisión de declarar una guerra, de pelear con tal estrategia y de usar tales armas? No manchen.

¿Se imaginan que un par de tipos dicen: “Oye, mano, busquemos un mapa. Groenlandia. Sale. Vamos a pelear allá”? No, así no es como llegan las tropas a un teatro de guerra. “Vamos a hacer una colecta con los amigos y compramos boletos de avión para ir a alguna parte a una guerra. Vamos a la tienda de equipo militar viejo a comprar armas para pelear”. No, así no es. Los entrenan, adoctrinan, organizan y les dan órdenes para combatir de ciertas formas y por objetivos de los cuales pueden estar conscientes o no.

Tomemos el ejemplo de las torturas en las cárceles de Irak. Todos sabemos, aquí seguramente todos sabemos, que eso no es un caso excepcional. Ahora está saliendo a la luz que es algo general, y no solo en Irak. Hasta Al Gore dijo que esto se debe a que Bush y el resto declararon que en este contexto los Convenios de Ginebra sobre los presos de guerra y sobre derechos humanos no tienen validez ni aplicación; que son “anacrónicos”, como dijo uno de los abogados de Bush [Alberto Gonzales, ahora secretario de Justicia].

Pero eso es lo que han hecho las fuerzas armadas de Estados Unidos en todo el mundo. Son un ejército de conquista con la misión de imponer opresión a los pueblos de todo el mundo. ¿Recuerdan el himno de los marines? No lo voy a cantar, pero dice: “De los salones de Moctezuma a las orillas de Trípoli”. ¿Dónde carajos están los salones de Moctezuma y las orillas de Trípoli? Bueno, no están dentro de Estados Unidos.

Imagínense si Qaddafi se inventara un himno que dijera: “de las orillas de Florida a las tierras bajas de Ontario”. ¿Se imaginan el escándalazo?

El himno de los marines y sus jactancias indican que son un ejército invasor de conquista y saqueo que impone un sistema mundial de explotación. Y a fin de hacer eso, cuando están objetivamente en la posición de oprimir a la gente de los países que oprimen y ocupan, y cuando tienen inculcada la cultura de Estados Unidos, especialmente con respecto a la mujer, van a hacer las cosas que han hecho en Irak en Abu Ghraib y en otras partes; las cosas que han hecho en Afganistán y en Guantánamo. Y lo van a hacer especialmente cuando les ordenan hacerlo y tienen todo el respaldo de las fuerzas armadas.

Hace poco el periódico Toledo Blade sacó una serie sobre atrocidades cometidas por las fuerzas armadas de Estados Unidos en Vietnam: que les cortaban las orejas a las mujeres, las ancianas, los ancianos y los niños y se las colgaban como trofeos de guerra, que mutilaban y cometían otras atrocidades. Eso sigue saliendo a flote, 30 años después. Y en todo el mundo, donde quiera que se instalen las fuerzas armadas de Estados Unidos, los alrededores se vuelven burdeles para los soldados. Eso es un reflejo de la naturaleza de ese ejército y de la naturaleza del sistema por el cual lucha y que va a imponer.

Hay que hacer una pregunta, ya que a las tropas las condicionan a hablar de “los malos”: “somos ‘los buenos’ y vamos a pelear con ‘los malos’”. Es la mentalidad de la policía. Sabemos que los malos tratos que se han visto en las cárceles de Irak no son diferentes a los malos tratos en las cárceles de aquí. En un artículo de Mumia Abu-Jamal [famoso preso político, partidario de la organización MOVE, ex militante del Partido Pantera Negra que lleva más de 20 años condenado a muerte], él dice que uno de los guardias de las cárceles de Irak era guardia de su cárcel de Pensilvania. Esos malos tratos son parte integral de este sistema. Este sistema no puede hacer lo que hace, no puede hacer que sus capataces impongan lo que es, sin hacer cosas como esas constantemente.

La pregunta entonces es: ¿quiénes son los buenos y quienes son los malos?

Es necesario confrontar a las tropas con esta verdad fundamental. Es necesario crear una situación en que no cuenten con el apoyo de la población a lo que hacen y lo que representan, y que vean que no cuentan con él. Esto es de suma importancia para forjar resistencia a cualquier guerra. Fue sumamente importante para la resistencia a la guerra de Vietnam. Como resultado de la labor del movimiento contra la guerra y de la resistencia interna de las fuerzas armadas, aparecieron más de 100 periódicos, periódicos radicales dentro de las fuerzas armadas, cafés en los alrededores de las bases militares, y con esa influencia muchos soldados le dieron la espalda a lo que les ordenaban y al adoctrinamiento que recibieron.

Recuerdo que a fines de la década de 1960 el ejército hizo una encuesta sobre los líderes políticos de los miembros de las fuerzas armadas y resulta que los negros les dieron a los líderes del Partido Pantera Negra un puntaje más alto que a cualquier miembro del gobierno (y no se limitaba a los negros). Eso es algo muy importante y muy favorable para la resistencia a una guerra y también a nivel estratégico para la revolución.

No estoy recomendando hacer nada concreto con respecto a esto, pero piensen en una situación que se inclina a una mayor resistencia, ante todo lo que está en juego ahora, que se inclina más allá de eso hacia la revolución: bueno, cuando la clase dominante se sienta amenazada, va a mandar a las fuerzas armadas a reprimir violentamente la resistencia, y especialmente la revolución. Y sería necesario que se diera, en mucha mayor escala, lo que se dio durante la guerra de Vietnam [resistencia contra la guerra]. Eso no resolvería todos los problemas de la revolución, pero podría ser un factor muy importante.

Por eso, a los militares hay que decirles la verdad, igual que a los demás. Así lo hicimos en la lucha contra la guerra de Vietnam. Recuerdo que me pasaba los días en una mesa de libros contra la guerra en Berkeley discutiendo con los soldados que iban a buscarnos. Iban cuando estaban de permiso, cuando estaban a punto de embarcarse a Vietnam. Nos metíamos en discusiones, una tras otra, y les decíamos la verdad escueta sobre lo que iban a hacer y por qué estaba mal. Eso tuvo un efecto muy positivo, a veces inmediato y a veces con el tiempo, digo, no solo lo que hacíamos en Berkeley sino lo que se hacía en todas partes. Este es un asunto de importancia estratégica, pensando en la resistencia y pensando en la revolución.

Bueno, he hablado largo rato y voy a terminar. Para hacerlo, permítanme repetir el primer punto y leer los otros dos de los “Tres puntos principales” de nuestro periódico:

“1) Este sistema, en su totalidad, se basa en la explotación --aquí y en todo el mundo. Carece de todo valor y hasta derrocarlo no se logrará ningún cambio fundamental positivo.

“2) Muchos grupos protestarán y se rebelarán contra lo que hace este sistema, y es esencial apoyar y fortalecer esas protestas y rebeliones. Sin embargo, solo los que no tienen nada que perder más que sus cadenas pueden ser el espinazo de la lucha para derrocar a este sistema y crear uno nuevo que acabe con la explotación y ayude a preparar el terreno para un mundo totalmente nuevo.

“3) Tal lucha revolucionaria es posible. Hay un partido político capaz de dirigirla, un partido político que habla y obra por quienes no tienen nada que perder más que sus cadenas: el Partido Comunista Revolucionario, EU.

“Este partido tiene la visión, el programa, el liderato y los principios de organización para unir a todos los que hay que unificar para hacer lo que hay que hacer. A todos los que quieren tal revolución, a quienes tienen un deseo ardiente de ver cambios drásticos, a quienes se atreven a soñar y actuar para crear un mundo totalmente nuevo y mejor, se les presenta un desafío: apoya este partido, únete a este partido, difunde su mensaje y su fuerza organizada, y prepara el terreno para un levantamiento revolucionario que tenga una base sólida y una verdadera posibilidad de ganar”.

No tenemos que vivir así, en un mundo como este. Otro mundo ES posible. A pesar de las difíciles y dolorosas contracciones, un mundo nuevo ha de nacer. Hagamos todo lo posible por acelerar ese momento.

Nuevas dispositivas en revcom.us

Todavía es invierno en Nueva Orleáns

Li Onesto

“Siete meses después del huracán Katrina, Nueva Orleáns es una ciudad ‘sin nada’: edificios sin techos, barrios sin habitantes, gente sin casa, casas sin electricidad, niños sin escuelas, maestros sin salones de clase, médicos sin hospitales, enfermos sin medicinas, un gobierno sin soluciones y promesas oficiales sin resultados”.

“En Nueva Orleáns, la devastación es increíblemente general y profundamente descorazonadora. Se puede recorrer toda la ciudad (el barrio de pobres negros Lower 9th Ward, los barrios de clase media y los de la clase obrera blanca) y ver kilómetro tras kilómetro de casas vacías. Todavía encuentran cadáveres. Por todas partes hay montones de cosas arruinadas. Gente que duerme en el carro. Una ciudad de carpas en un parque donde viven inmigrantes y trabajadores de todas las nacionalidades que buscan trabajo. Algunos han regresado a reconstruir su casa, pero la temporada de huracanes empieza en junio y todavía no han reparado los diques”.

De “Todavía es invierno en Nueva Orleáns”
Un ensayo fotográfico de Li Onesto

Li Onesto ha creado un conmovedor ensayo fotográfico de su recorrido por Nueva Orleáns. Las fotos dan vida a las duras realidades, las profundas injusticias, y las lecciones y el potencial de revolución de la ciudad después del huracán Katrina. Muestran la devastación y los fracasos del sistema; y muestran la humanidad y el heroísmo de los habitantes de la ciudad.

El ensayo fotográfico está en el portal revcom.us. Pronto tendrá audio.

Un reto para nuestra generación

Alumbrar el cielo con la bandera roja — Vive como Damián García

Miguel Alfonso Cañero, del Colectivo de Escritores de Los Ángeles

La primavera brota con vida. Cada flor trae una nueva imagen llena de esperanza y promesa.

Hay una imagen que me llena el corazón de alegría y orgullo. Es una imagen que nos hace imaginar un futuro mejor y radicalmente diferente para la humanidad. Es una imagen que ofrece la posibilidad de quitarnos de encima miles de años de opresión y explotación.

Es una imagen de valor revolucionario y de amor al pueblo. Es la imagen del camarada Damián García encima del Álamo —ese odiado símbolo de conquista y saqueo empapado en sangre— desafiante, con la bandera roja ondeando contra el cielo azul de San Antonio.

Ese día, el 20 de marzo de 1980, Damián García y otros dos revolucionarios escalaron el Álamo y tiraron al suelo la bandera de Texas y en su lugar izaron la bandera roja del proletariado internacional. Damián proclamó ante el mundo: "Hemos venido a dejar las cosas bien en claro. Este es un símbolo del robo de territorio mexicano, un símbolo de la masacre de mexicanos e indígenas, y un símbolo de la opresión de los chicanos y mexicanos en el Suroeste". Exhortó a luchar, con el proletariado internacional, el 1º de Mayo, el Día Internacional del Trabajador.

En 1836, unos esclavistas, comerciantes y mercenarios anglos que se instalaron ilegalmente en Texas para separarla de México (que abolió la esclavitud) se apoderaron del cuartel mexicano El Álamo, situado en San Antonio. Pero el ejército mexicano los derrotó y aniquiló a todos los 182. Unas semanas después, las fuerzas anglosajonas sorprendieron al ejército mexicano y lo masacraron con gritos de "recuerden el Álamo". Desde ese entonces, se ha creado el mito de los "héroes" del Álamo. "Recuerden el Álamo" ha pasado a ser un toque de clarín contra todos los enemigos de Estados Unidos. Pero la realidad es que los supuestos "héroes", tipos como Davy Crockett, Jim Bowie y William B. Travis, eran especuladores de tierras, mercenarios, traficantes de esclavos y contrabandistas.

Más tarde, por medio de una guerra no provocada, Estados Unidos le robó a México la mitad de su territorio (lo que ahora es el Suroeste). Estados Unidos firmó un tratado que le prometía derechos a los mexicanos que vivían en ese territorio robado, pero jamás cumplió. El resultado ha sido una larga historia de salvaje subyugación y opresión de los mexicanos, chicanos y otros pueblos; la frontera ha sido una expresión del dominio de México por Estados Unidos.

La vida de Damián concentra esa experiencia de los chicanos y mexicanos que viven en el Suroeste. Se crió en el ghetto de San Bernardino, California, y vio cómo a su papá le negaban trabajo todo el tiempo por el color de la piel. A Damián lo menospreciaban y humillaban. Como muchos otros jóvenes, Damián buscaba algo distinto.

Damián se graduó de la Universidad de California en Santa Bárbara, y en los años 70 era el director de La Casa de la Raza. Pero quería más. Luego conoció al Partido Comunista Revolucionario y dedicó la vida no solo a la liberación de su raza, sino a la liberación de la humanidad entera. Se dio cuenta de que era parte de una clase internacional, compuesta de diferentes nacionalidades, culturas e idiomas, cuya labor produce una gran cantidad de riqueza que una pequeña clase de capitalistas imperialistas se roban.

Damián alcanzó a ver que la humanidad, con todo su conocimiento y tecnología, había llegado a tal nivel de desarrollo que ya no tenía que ser así. Se dedicó a la revolución comunista para resolver las enormes desigualdades y desequilibrio.

Tomó parte en la campaña del 1º de Mayo de 1980 de izar la bandera roja y proclamar que la nuestra es una lucha internacional, que somos parte de la revolución mundial. Vio que un mundo completamente nuevo era posible, un mundo comunista.

Con el audaz acto de escalar el Álamo, Damián estaba hablando por millones aquí en Estados Unidos y miles de millones del mundo entero para quienes la vida es un infierno en esta pesadilla capitalista. El haber izado la bandera roja y tomado una posición claramente internacionalista encima de ese decrépito símbolo de opresión le dio un fuerte golpe a la clase dominante, que respondió con la venganza típica del mito del Álamo. El 22 de abril de 1980, en plena campaña del 1º de Mayo en un multifamiliar de Los Ángeles, un agente al servicio de la policía asesinó a Damián.

Su muerte fue una gran pérdida y causó mucho dolor. Un preso negro de Atlanta le dedicó un poema que empieza así: "Damián García esta muerto, Pero con su muerte yo cobré vida".

Han pasado 26 primaveras desde ese día rojo en San Antonio.

Me siento inquieto sabiendo que esta noche 40,000 niños del tercer mundo habrán muerto de hambre y enfermedades que se pueden prevenir y curar.

Me siento inquieto después de escuchar a Bob Avakian hablar en la canción del CD "Ghetto Remix" sobre los hermosos niños de esta sociedad, llenos de vida y de tanta promesa cuando están jóvenes, a quienes este sistema les roba eso al crecer.

Me imagino cómo se sentía Damián García, también inquieto.

Hoy hay millones de personas angustiadas ante el rumbo de la sociedad y el mundo. Hoy mismo, hay un reto para todos los que ansían un fin a esta horripilante época. Es un reto que miles, y de hecho millones, especialmente de la nueva generación, tendrán que emprender: el reto de ser emancipadores de la humanidad. El reto de asumir y aplicar la concepción del mundo, el método y enfoque comunistas y de luchar para transformar radicalmente el mundo. El reto de alumbrar el cielo con la bandera roja y de vivir como Damián García.

Continúa levantamiento en Nepal

Intereses e intrigas yanquis

El 21 de abril, en medio de una escalada de protestas en las calles de Nepal, el rey Gyanendra habló por televisión y pidió elecciones y que los partidos políticos recomendaran un primer ministro.

Los que llenaban las calles pidiendo el fin de la monarquía rechazaron de inmediato la propuesta del rey.

Gyanendra dio el discurso después de 16 días de manifestaciones de cientos de miles en Katmandú y el resto del país. La policía mató a 11 manifestantes e hirió a cientos.

El 1º de febrero de 2005, el rey asumió poder absoluto y disolvió el parlamento. Fue una medida tomada a la desesperada porque el gobierno no podía aplastar la guerra popular que dirige el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) desde 1996 y que ahora controla el 80% del campo. El Ejército Real, que tiene el respaldo político, económico y militar de Estados Unidos, India e Inglaterra, ha librado una salvaje guerra contrasubversiva. Sin embargo, la guerra popular sigue avanzando y el rey se encuentra cada vez más aislado y resuelto a defender su gobierno autocrático y brutal. Eso preparó el terreno para las actuales protestas, que empezaron con un paro general de cuatro días convocado por una alianza de siete partidos parlamentarios.

Estados Unidos e India están muy molestos con el rey por no querer compartir el poder con los partidos parlamentarios y parece que le obligaron a dar el discurso que dio por televisión.

Horas antes del discurso, el embajador yanqui, James Moriarty, le dijo a la prensa que al rey no le quedaba otra alternativa que someterse a las demandas de los partidos de oposición que quieren el regreso de la democracia.

La víspera, el Enviado Especial de India, Karan Singh, regresó a su país tras una visita de dos días a Gyanendra y les dijo a los reporteros: "No quiero adelantar ni predecir el anuncio, pero espero que dé importantes pasos hacia el restablecimiento de la democracia. Creo que eso desactivaría la crisis".

Comentando el discurso del rey, la secretaria de Estados de Estados Unidos, Condoleezza Rice, admitió que Estados Unidos está trabajando "estrechamente con el gobierno de India" para resolver la crisis de Nepal.

Esas maniobras no tienen nada que ver con llevar la democracia a Nepal. Lo que buscan es una "resolución a la crisis actual" que concuerde con los intereses de Estados Unidos e India y que no permita avanzar a los maoístas.

Los intereses y los planes siniestros de Estados Unidos

La posición de Estados Unidos con respecto a la guerra popular maoísta en Nepal ha sido tenaz y firme: "no se les puede permitir ganar". James Moriarty ha intentado incansablemente de convencer al rey y a los partidos parlamentarios de que trabajen juntos para derrotar a la guerra popular. Ha criticado fuertemente a los partidos que han trabajado con los maoístas.

Unos días antes del discurso del rey, el Grupo Internacional de Crisis (ICG) divulgó un informe titulado "La crisis de Nepal: Movilizar la influencia internacional".

El GIC es un thinktank imperialista que supuestamente "procura impedir conflictos en el mundo". Analiza la situación de distintos países (por lo general países pobres del tercer mundo) y propone a Estados Unidos y otras potencias planes de diferentes niveles de intervención política y militar.

Desde hace varios años el ICG sigue atentamente los sucesos de Nepal y ha publicado varios documentos sobre la situación. El último informe contiene sorprendentes recomendaciones concretas y detalladas de cómo Estados Unidos, India e Inglaterra deberían intervenir directamente.

Recomienda que se establezca un "grupo de contacto" integrado por Estados Unidos, India e Inglaterra que se encargue de desarrollar la "estrategia y las tácticas para aprovechar el máximo de influencia internacional a Nepal para que salga del conflicto". Una tarea del grupo de contacto sería amenazar a los maoístas de que "si ponen obstáculos al avance del proceso de paz o si no respetan el acuerdo que tienen con la OHCHR (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos), los donantes y los partidos políticos principales, entonces los integrantes del grupo de contacto se encargarán de coordinar la captura de altos mandos y de suspender los movimientos fronterizos".

El ICG sabe que el pueblo nepalés siente un profundo odio por el dominio que India ha ejercido y toma eso en cuenta cuando aconseja que "India sabe que puede lograr sus objetivos en Nepal unilateralmente a un alto costo. Pero trabajar dentro de un marco multilateral le permitiría lograr los mismos objetivos sin aparecer abiertamente intervencionista". Luego explica la clase de intervención que se necesita: "El grupo de contacto debería planear una misión internacional con de 100 a 200 efectivos, pero no soldados de India o Estados Unidos (debido a lo sumamente delicado que sería desplegar esas fuerzas en Nepal). Una misión así requeriría helicópteros para investigar rápidamente cualquier incidente o incumplimiento del cese el fuego".

El punto de vista del ICG no es idéntico al del Departamento de Estado estadounidense, pero lo que recomienda cuadra con la posición de Washington de que "no se puede permitir el triunfo de los maoístas en Nepal". El plan que propone el ICG para resolver la crisis actual refleja las inquietudes geoestratégicas e intereses de Estados Unidos, India y otras potencias involucradas en Nepal.

Estados Unidos no ha ocultado en absoluto su intervención en Nepal; todo lo contrario. Por lo cual debemos preguntar: ¿con qué derecho quieren Estados Unidos e India imponer su voluntad en Nepal, intervenir y sofocar la lucha del pueblo y aplastar la guerra popular maoísta? La historia de Estados Unidos en Vietnam, Indonesia, Chile o Irak muestra que los sangrientos golpes de estado y "cambios de gobierno" que ha llevado a cabo han dejado cientos de miles de muertos para proteger sus intereses.

El subsecretario de Asuntos de Centro y Sur de Asia, Richard Boucher, dijo hace poco: "Tenemos que hacer todo lo posible para presionar al rey para que restablezca la democracia, urgir a los partidos a que se mantengan unidos y formen una democracia viable que funcione. Y para que erradiquen a los maoístas de la sociedad nepalí. Creo que esa es la posición de los gobiernos de la región, incluido el de India". Dio a conocer que sus "diplomáticos están en contacto con todos en Katmandú, con todos los partidos políticos y el rey". Agregó que Estados Unidos está "coordinando con otros países representados" en Nepal.

Tomando en serio esas declaraciones, es muy instructivo ver las recomendaciones del ICG, y lo que indican sobre lo que Estados Unidos está tramando en Nepal y la posibilidad de que intervenga más directamente de una u otra manera.

Lo que Estados Unidos odia y teme

Cuando el embajador estadounidense en Nepal dice que los partidos parlamentarios no deben trabajar con los maoístas, cuando Estados Unidos vilipendia al PCN(M) y dice que "no se les puede permitir triunfar", cuando Richard Boucher dice que los partidos deben formar una democracia viable que funcione y erradicar “a los maoístas de la sociedad nepalí", ¿a qué es lo que Estados Unidos se opone con tanta vehemencia?

Lo que no acepta Estados Unidos es que una revolución tome las armas para tumbar a un gobierno de su establo. Lo que no puede permitir es una revolución que busca cambios fundamentales en las relaciones económicas, políticas y sociales que oprimen a las masas de Nepal. Lo que quiere aplastar es una revolución que quiere acabar con las relaciones económicas y políticas que mantienen a Nepal bajo el dominio económico y político del sistema imperialista mundial.

En 1996, cuando el PCN(M) inició la lucha armada contra el gobierno, emprendió el camino de la revolución de nueva democracia, que apunta a tumbar a todo gobierno que represente al feudalismo y a los grandes capitalistas aliados y al servicio de los imperialistas. Lanzó una revolución para arrancar de raíz el semifeudalismo y sacar al capitalismo extranjero. Para cumplir con esos objetivos en las bases de apoyo, el PCN(M) ha llevado a cabo tareas democráticas, como la redistribución de la tierra y la eliminación de las desigualdades en el campo. El desarrollo de formas colectivas de propiedad y de trabajo de la tierra es un aspecto esencial para liberarse del dominio extranjero. La crítica de las tradiciones, la cultura y el pensamiento feudal son indispensables para construir un nuevo camino revolucionario.

Estos cambios revolucionarios que se están llevando a cabo en las bases de apoyo maoístas son una expresión de la revolución de nueva democracia. Esta revolución, que cuenta con vasto apoyo popular, es el único camino a la liberación de las masas populares de Nepal; esto es precisamente lo que tanto teme Estados Unidos y lo que está comprometido a parar.

Entrevista a testigo presencial en Katmandú

El 23 de abril, Li Onesto habló por teléfono con Stephen Mikesell, que está en Katmandú. Mikesell es antropólogo y experto sobre Nepal, y es autor de Class, State and Struggle in Nepal, Writings 1989-1995 (Clase, estado y lucha en Nepal: Escritos 1989-1995). De su conversación:

Stephen Mikesell: Ayer más o menos un millón de personas llegaron a Katmandú desde todas partes. Bloquearon el camino Ring Road, que rodea la ciudad, y muchas calles. Parecía como si iba a haber una gran confrontación, pero una tormenta disipó la situación. Hoy hubo manifestaciones menores en la ciudad y por todo el país. Los ministros del rey hacen las maletas y se preparan para abandonar las residencias gubernamentales, así que básicamente el gobierno se está desmoronando. A las 6 de la tarde caminé a la Ring Road y por todas partes vi grandes multitudes alrededor de fogatas.

Li Onesto: ¿Cómo describes el estado de ánimo de los manifestantes?

SM: Entusiastas, pero a la vez tensos y sombríos. Hay mucha resolución y tensión, pero también bailan, cantan y rodean a la policía. Es una mezcla compleja de emociones. Por lo general la multitud es muy joven, adolescentes y gente de veinte y pico años. Hay gente de todas las edades, por supuesto, pero la mayoría son jóvenes y los demás están en los márgenes. Muchos son campesinos que acaban de llegar a la ciudad; varios lahkhs llegaron desde el campo. [un lahkh son 100,000 personas]

LO: Hay informes de que a muchos nepalíes les molesta la intervención de las potencias extranjeras, como Estados Unidos e India; por ejemplo, el hecho de que aplaudieron la declaración del rey. ¿Has visto eso?

SM: Sí, así es. Piensan que los gobiernos extranjeros solo entienden superficialmente la situación, que aplaudieron la declaración del rey muy rápidamente y solo porque temen que los maoístas salgan más fuertes de estos sucesos. Esos gobiernos quieren un acuerdo entre el rey y los partidos políticos que excluya a los maoístas. Por eso decidieron apoyar al rey tan rápidamente. Pero por lo general, en Nepal nadie apoya la declaración del rey fuera de un puñado de monárquicos. Todos los que entrevisté me dijeron que este es el fin del rey. Y después no sé qué va a pasar…

Foro en la Universidad de California en Berkeley

“El ataque al pensamiento científico y por qué debemos defender la ciencia”

Universidad de California en Berkeley. El 13 de abril más de 160 profesores de ciencias y estudiantes de licenciatura y de posgrado asistieron al foro “El ataque al pensamiento científico y por qué debemos defender la ciencia”, que convocó el grupo de Defend Science de Berkeley. En el momento en que un hecho científico tan básico como la teoría de la evolución se encuentra bajo ataque, este foro es esfuerzo bien recibido.

La invitación al foro cita una declaración que hicieron los científicos de Defend Science: “En este momento en Estados Unidos la ciencia como tal está siendo atacada más que nunca. Los ataques llegan a gran velocidad e incluyen intervenciones frecuentes de poderosas fuerzas que están dentro y fuera del gobierno de Bush y que parecen muy dispuestas a negar las verdades científicas, interrumpir las investigaciones científicas, bloquear el progreso de la ciencia, sabotear la educación científica y sacrificar la integridad del proceso científico. Debemos rechazar una situación donde se obstaculice la investigación científica y se nulifiquen sus hallazgos si no están de acuerdo con los objetivos del gobierno, los intereses de las corporaciones o la ideología de los religiosos fundamentalistas; donde el dogma de las autoridades gubernamentales y religiosas usurpe el lugar de la ciencia; donde se suprima el enfoque científico de buscar explicaciones naturales para los fenómenos naturales”. (La declaración completa y sus signatarios están en defendscience.org).

El foro fue presentado y moderado por el Dr. Michael G. Hadfield, profesor de Zoología y director del Laboratorio Marino Kewalo de la Universidad de Hawai. En el foro participó también un gran número de científicos importantes.

El Dr. Dennis Baldocchi, profesor de Biometeorología del Centro de Ciencia Atmosférica de Berkeley, resumió la impresionante evidencia del calentamiento global y mostró cómo el ser humano, mediante el consumo de combustibles fósiles durante los últimos 100 años, ha cambiado el clima mundial, con profundas repercusiones en el futuro del planeta. Además expuso algunos de los ataques políticos de que han sido objeto importantes científicos del clima.

El Dr. Stephen Palumbi, profesor de Ciencias Biológicas, investigador del Instituto para el Medio Ambiente de Stanford y autor de The Evolution Explosion (La explosión de laevolución), habló sobre “Por qué es indispensable la ciencia evolucionista”. El Dr Palumbi explicó cómo se ve la evolución por selección natural en medicina, en agricultura y en tecnología. Explicó que para crear antibióticos para combatir infecciones y medicinas para combatir el virus del SIDA, y para impedir la propagación del virus de la gripe aviar, es imprescindible entender la evolución.

El Dr. Kevin Padian, profesor de Biología Integral, curador del Museo de Paleontología de la Universidad de California en Berkeley y presidente del Centro Nacional para la Educación de las Ciencias, habló sobre la magnitud de los ataques de que está siendo objeto la ciencia por parte del gobierno de Bush; desde publicar información falsa sobre la abstinencia sexual para prevenir el SIDA, hasta ordenar que los candidatos a paneles científicos digan si votaron por Bush. El Dr. Padian fue uno de los principales peritos que dio testimonio en un tribunal de Dover, Pensilvania, sobre la enseñanza de la evolución. Ese caso frenó la enseñanza en las escuelas públicas del “diseño inteligente”, doctrina religiosa que va en contra de la ciencia.

En la última pregunta de la noche, un estudiante preguntó: “¿Qué sacrificios tendremos que hacer para defender la ciencia?”, a lo que el Dr. Padian respondió: “Tendrán que hacer cosas que no les gusta hacer. Eso es un sacrificio. Tendrán que renunciar a un par de ponencias científicas cada año. Para empezar, es probable que tengan que renunciar a su tiempo libre, si es que lo tenían”. Los miembros del panel hablaron acerca del reto que implica suspender sus investigaciones científicas y el trabajo académico para ir a hablar con las mesas directivas de las escuelas, los consejos municipales y la gente en general para defender la ciencia y el método científico.

Sobre la marcha europea contra la opresión de la mujer en Irán

Mary Lou Greenberg

Desde que regresé de la marcha europea por la abolición de las leyes que atacan a la mujer en la República Islámica de Irán (4-8 de marzo), me he dado más cuenta de su importancia. En este momento histórico (cuando las alternativas que se presentan a millones de personas por todo el planeta son la dominación y devastación imperialista o las teocracias fundamentalistas islámicas), las mujeres iraníes, curdas y afganas que participaron en la marcha se le plantaron a ambas fuerzas reaccionarias, izaron un estandarte y lo ofrecieron a muchos más.

Informé sobre la marcha en un programa en Libros Revolución de Nueva York a finales de marzo, y las muchas preguntas de la discusión me mostraron que no hay mucha claridad sobre lo correcto que es tomar esa postura en este momento, cuando Estados Unidos amenaza con atacar a Irán. Antes del programa, una compañera me mostró un email que recibió. Decía:

“No estoy de acuerdo con [el programa y la marcha]. Celebrarlos en este momento le hace el juego a los monarquistas que se fueron de Irán y quieren regresar y poner en el poder al hijo del sha como títere estadounidense… A nosotras no nos toca cambiar estas cosas, es asunto de las mujeres iraníes, y créanme, lo podrán hacer cuando decidan. Entretanto, estamos ayudando a este gobierno a influenciar a la opinión pública contra Irán… No es hora de que los que estamos fuera de Irán ‘digamos no a los dos lados’ [el imperialismo estadounidense y la República Islámica de Irán], porque esto es nimio comparado con los daños de un ataque contra Irán y el pueblo iraní, y la posibilidad de una tercera guerra mundial”.

Es absolutamente esencial construir en este país el movimiento más fuerte para impedir un ataque estadounidense contra Irán, que sería un monstruoso crimen contra la humanidad. Pero “ayudamos al gobierno” si NO condenamos la opresión de la República Islámica y si no apoyamos a quienes luchan tanto contra la teocracia islámica como contra el imperialismo estadounidense, especialmente las fuerzas revolucionarias. Si no condenamos los ataques contra la libertad de la mujer por la República Islámica de Irán y los ulemas reaccionarios de Afganistán, Irak y otras partes, les cedemos la bandera de defensores de la mujer a los imperialistas, que la aprovecharán para callar a los que se oponen a sus crímenes.

Eso es lo que ocurrió antes de la guerra de Afganistán, poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Como dije en una declaración a la marcha: “Un pretexto para atacar y ocupar a Afganistán fue la liberación de la mujer de la opresión de los talibanes. De esa manera, el gobierno atrajo o neutralizó a fuerzas, especialmente mujeres, que hubieran opuesto resistencia a la guerra estadounidense contra el mundo. ¡La hipocresía es increíble! ¡Cómo puede un gobierno que hace todo lo posible aquí para negarle a la mujer el derecho fundamental a controlar su propio cuerpo, y el derecho al aborto, tener la osadía de decir que va a liberar a las mujeres de otra parte! ¡Y qué decir de los gobiernos reaccionarios que Estados Unidos apoya y de los países donde dice que ya ha liberado a la mujer!”

Desafortunadamente, muy poca gente, incluso en el movimiento de la mujer en Estados Unidos, condenó esta vil hipocresía. De hecho, ese silencio (o apoyo) le dio “crédito” a las ridículas y peligrosas afirmaciones de Bush y Cía. de que a ellos les importa el bienestar de la mujer.

Si no apoyamos la lucha contra la teocracia islámica misógina, ¿qué les decimos a las mujeres de Irán, tanto las que viven y luchan en el país como las que están en el exilio? ¿Que deben abandonar la justa lucha contra los que ejecutaron a miles de revolucionarios y que apedrean y dan latigazos a las mujeres? ¿Y qué les decimos a los pueblos del mundo: que el fundamentalismo islámico es la única manera de luchar contra la agresión imperialista?

Las participantes de la marcha (muchas de las cuales pasaron años en las mazmorras de la República Islámica por actividades revolucionarias) entienden claramente que el imperialismo y la teocracia islámica trabajan de la mano para aplastar las aspiraciones y las justas luchas populares. Nada más miren los gobiernos reaccionarios que Estados Unidos apoya hoy, como el de Arabia Saudita, donde la mujer tiene prohibido manejar y tiene que esconderse debajo de un montón de tela cuando salga de la casa. O el de Irak, donde la situación ha empeorado para la mujer (que teme que la violen o maten con una bomba si sale) y toda la población en comparación con el cruel gobierno de Saddam Hussein, que no era ningún amigo del pueblo. O el de Afganistán, donde hoy la opresión de la mujer la imponen señores de la guerra y ulemas apoyados por Estados Unidos, en vez del Talibán.

Hoy, cuando “McCruzada” o “Jihad” parecen ser las únicas alternativas para mucha gente, esta voz de resistencia que se opone a ambos caminos reaccionarios puede contribuir a una reconfiguración de fuerzas en escala global y darle “espacio” a todos los que luchan por un futuro diferente en los países que están en las miras del imperialismo estadounidense y más allá.

Nota a los lectores: Una versión más larga de este artículo, con una sección titulada “En sus propias palabras: Voces de la marcha europea”, de comentarios de los participantes de la marcha, está en revcom.us.

“En sus propias palabras: Voces de la marcha europea”

La Campaña para Abolir todas las Leyes Islámicas Misóginas, de Género y Punitivas en Irán (ver: www.karzar-zanan.com) organizó la marcha del 4-8 de marzo y unió a muchas organizaciones y partidos progresistas y revolucionarios.

Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Organización Femenil 8 de Marzo (Iraní-Afgana), una de las promotoras de la marcha, declaró: “Hoy el gobierno de Bush y sus aliados europeos, por un lado, y la República Islámica, por el otro, están tratando de convencernos de que tenemos que escoger o la esclavitud neoliberal o el fundamentalismo islámico. Pero sabemos que estas dos opciones no se excluyen mutuamente y muchas veces conviven. Declaramos audazmene que no necesitamos ‘salvadores’ como los invasores de Afganistán e Irak. Sabemos que otro mundo es posible y que no llegaremos a él si contamos con los opresores”.

Zaman Masudi, una de las organizadoras de la marcha que trabaja con el Partido LINKS de Alemania, fue a Alemania como estudiante en 1971 y regresó a Irán en 1979 después del derrocamiento del sha. Me dijo que su madre “tenía una vida infeliz en una familia feudal” y murió cuando Zaman era estudiante. “En 1979, me dije que no podía ayudar más a mi mamá, pero que había miles de madres que sí podía ayudar en Irán”. Tuvo que huir del país en 1981 con su esposo y bebé de siete meses. Me contó que le dicen que es mala idea criticar a la República Islámica hoy, cuando Estados Unidos está soltando amenazas nucleares. “Les digo que sufrimos una vez cuando nos olvidamos de la mujer. Cuando el sha cayó apoyamos a Jomeini y nos olvidamos del carácter de la República Islámica. Ahora estamos peleando contra la República Islámica y no vamos a decirle ‘sí’ al imperialismo. Vamos a decirles ‘no’ a ambos”.

Soraia, una militante curda del Partido Comunista de Irán (Komala), tiene 50 años de edad y vive en Suecia. También vio el sufrimiento de su madre debido a la opresión patriarcal, incluso a manos de su padre que una vez le arrancó las trenzas desde las raíces. Sus cinco hermanas se sometieron a matrimonios concertados, pero Soraia no lo aceptó y su madre la apoyó. “Aunque era analfabeta, siempre me decía que no se debe renunciar a los derechos”. Soraia dijo que espera que la noticia de la marcha llegue a todo el mundo y que apoyen la campaña porque “la mujer es la mitad de la especie humana y su lucha por la emancipación no se puede separar de la lucha de la clase obrera… La campaña tiene muchos lemas contra la opresión de la mujer, y mucha gente debe afirmarlos”.

Bayan, una curda de 20 años de edad nacida en Irán, era una de las participantes más jóvenes. Coreaba las consignas con mucha energía en alemán y curdo. Tiene 15 años en Alemania y no puede regresar a Irán debido a las actividades políticas de sus padres. “Es importante que las curdas digan lo que quieren”, me dijo. Recuerda que en Curdistán las mujeres tenían que someterse a los hombres y que su tía casi muere apedreada porque la acusaron de causar la muerte de su esposo enfermo.

Acerca del apoyo de los curdos en Irak a la invasión y ocupación estadounidense, me dijo: “La mayoría de los curdos en Irak dicen que ahora es libre, y que está bien que ahora una pequeña parte de Curdistán nos pertenece a nosotros. Pero yo digo que no, que es un gobierno títere. Teníamos un gobierno malo en Irak [con Saddam Hussein], pero mejor que la intervención estadounidense sería que los iraquíes y los curdos hagan la revolución”.

Bayan dijo que sabe que unas jóvenes curdas en Suecia, otros países europeos y Canadá han muerto a manos del padre porque no aceptan matrimonios concertados. “En Europa en el siglo 21, muchas curdas viven oprimidas por esposos y padres. Todos los días recibimos noticias de jóvenes curdas desaparecidas. Dicen que han regresado a su país, pero sabemos que no es cierto. Las han matado. Esta vieja cultura de hace 500 años tiene que cambiar”.

Le pregunté si quería decirle algo a otras jóvenes y me contestó: “No te quedes en casa pensando que estás sola y que no puedes hacer nada. No hay que pensar así. No, puedes cambiar la situación en que vives. Sé que es difícil, pero no debes aceptar una situación injusta… Una mujer puede vivir sin esposo o padre si decide contar con sí misma”.

La República Islámica odia y teme a esas jóvenes, tanto como a las luchadoras más experimentadas de la marcha, porque su oposición a las tradiciones y relaciones sociales feudales es un desafío directo al estado teocrático… que no ha podido contener.

Nueva convocatoria:

5 de octubre de 2006: Un día de grandes movilizaciones

¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!

El Mundo No Puede Esperar acaba de convocar a un día de movilizaciones este otoño. Del portal www.worldcantwait.net:

¡Hay que parar al gobierno de Bush!

El jueves 5 de octubre de 2006: Todo el día y hasta entrada la noche, por todo el país, tenemos que acabar con la parálisis que todavía domina gran parte de la vida política de este país.

Hay que faltar al trabajo y a la escuela, cerrar las universidades y preparatorias, organizar grandes manifestaciones, y dejarle saber al país y al mundo que:

…millones rechazamos este gobierno ilegítimo y criminal, que es un peligro para la humanidad y para la existencia del planeta.

…no nos vamos a acostumbrar a un clima político que cada día es más peligroso y reaccionario…

El 5 de octubre abriremos una brecha en los muros que están construyendo a nuestro alrededor y diremos ¡ya basta! con acciones políticas que rechazan la tortura y las guerras injustas, a los teócratas y la inmoralidad del imperio.

El 5 de octubre únete a un día de resistencia honesta y valiente. ¿Qué harás para responsabilizarte del futuro?

Cambiemos el curso de la historia. ¡Este gobierno no nos representa y tenemos que sacarlo corriendo!

Ponte en contacto con El Mundo No Puede Esperar en:

Info@worldcantwait.org
866-973-4463
305 Madison Avenue, #1166
New York NY 10165

Por qué los demócratas no pelean

Y por qué TÚ SÍ DEBES

No es ningún secreto que millones de personas están profundamente frustradas y se sienten traicionadas por los demócratas. Para muchas, el colmo fue que los demócratas ni hicieron el intento de censurar a Bush cuando salió a la luz que estaba espiando a los ciudadanos.

El momento no podía ser más oportuno. El nivel de aprobación del presidente estaba por los suelos (34%); la guerra contra Irak ha creado una guerra civil y la mayoría de los soldados quieren salir de ahí; y el presidente cayó con las manos en la masa: dijo que jamás mandaría a intervenir conversaciones sin orden judicial, y era una GRAN MENTIRA. El muy caradura violó la ley. El 62% del país estaba a favor de un voto de censura, inclusive el 29% de los republicanos.

Pero cuando el congresista demócrata Russ Feingold propuso un voto de censura, solo otros dos demócratas lo apoyaron.

En los últimos meses he recorrido el país y he participado en muchas conversaciones. En todas partes he oído esta pregunta: “los demócratas tendrían tanto apoyo, ¿por qué no pelean?”.

¿Es que no nos damos cuenta de que los demócratas votan año tras año por la guerra y por más represión?

Fijémonos que Hillary Clinton se queja de que “perdimos un tiempo crucial con Irán porque la Casa Blanca decidió restarle importancia a las amenazas y encomendar a otros las negociaciones… hay que darle una señal clara al gobierno de Irán de que estamos considerando todas las opciones”.

Joe Biden habla en serio cuando afirma: “Las fuerzas armadas de Estados Unidos deben ser las primeras del mundo. Usaremos la fuerza cuando tengamos que hacerlo, inclusive de modo preventivo, sin pedirle permiso a nadie”.

¡Los demócratas no quieren representar los deseos de los millones de personas que han salido a la calle a protestar contra las guerras preventivas e inmorales de este gobierno!

Escuchemos cuando Harry Reid recalca: “Como he afirmado muchas veces, los demócratas apoyan los poderes de la Ley Patriota. Votamos a favor de la ley en 2001 y apoyamos unánimemente la reautorización en el Senado el verano pasado. En los últimos meses hemos puesto atención para que ninguna cláusula expire durante las negociaciones de la prórroga a largo plazo de esta ley”.

Estas afirmaciones de los demócratas no tienen nada que ver con los deseos de los habitantes de más de 400 ciudades (el 62% de la población) que se pronunciaron en contra de la Ley Patriota.

No es que los demócratas no nos escuchen; ¡es que son IMPERIALISTAS! Y no se puede confiar en ellos para que nos representen.

Este imperio está en transición, como explica Bob Avakian. Los efectos de la globalización imperialista están desgarrando el mundo: enormes desplazamientos, trastornos sociales, y una producción internacional más agilizada y competitiva. Esta situación lleva a los imperialistas a tratar de solidificar su posición como única superpotencia del planeta. Estados Unidos ve dentro de sus fronteras una sociedad que rebosa descontento, incapaz de asimilar a millones de inmigrantes sobreexplotados, asolada por la incertidumbre económica, y en peligro de desgarrarse por conflictos sobre el papel de la mujer y por la situación de los negros. Por eso los imperialistas tratan de frenar y contener todo esto por medio de represión, patriotismo y más religión tradicional.