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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Jueves 28 de mayo —
La siguiente información es de worldcantwait.org
Le toca al pueblo actuar. Los memos sobre la tortura que se publicaron el mes pasado documentan que la tortura se usaba amplia, sostenida y sistemáticamente, que no era una “aberración” sino una parte integral de la guerra global de terror. La administración Obama, que está prosiguiendo con las detenciones sin límite, las entregas por la CIA, los poderes ejecutivos que Bush se adjudicó y la negación a los detenidos en Bagram del derecho de impugnar su detención, dice que enjuiciar a los torturadores no les permitiría “seguir adelante”. Ahora Obama ha anunciado que impedirá la divulgación de dos mil fotos que documentan los abusos de los prisioneros en instalaciones de Estados Unidos.
La tortura es inmoral y lo que se necesita ES resistencia en su contra.
• LOS ÁNGELES 3:30 pm Demandar divulgación de fotos de tortura y proceso a criminales de guerra durante discurso de Obama en Beverly Hilton. Cita: Wilshire y Whittier. 213.984.8571 worldcantwait_la@yahoo.com
• NUEVA YORK John Negroponte, zar de inteligencia de Bush, presenta un premio al general Petraeus, arquitecto de la escalada en Irak. Union League Club, 38 Calle E. 37th (entre Park y Madison). Convergencia en monos anaranjados en Grand Central Station, 5 pm; marcha a Union League Club. warcriminalswatch.org 866.973.4463.
• ATLANTA 5-7 pm Protesta contra tortura. Cita: estatua en estación del metro Little 5 Points, 53 Peachtree St SW. atlanta@worldcantwait.org 866.370.5404
• BENTON HARBOR, MI Discurso de Bush en Lake Michigan College. 4 pm, volanteo; 5 pm, protesta sobre Napier Road. bfealk@wideopenwest.com 248.652.8781
• BOSTON Plaza Harvard, Cambridge, MA, 2-4 pm. Protesta contra Douglas Feith, un estudioso invitado en Harvard, que admite que jugó un “papel importante” en la decisión de Bush de suspender los derechos de los Convenios de Ginebra para presos en Guantánamo. warcriminalswatch.org 866.973.4463.
• CHICAGO Karl Rove en el Teatro Chicago, 175 Calle State Norte. 6 pm. chicago@worldcantwait.org, 773.227.2453.
• CLEVELAND 6 PM. Cita: Coventry Peace Park, Cleveland Heights, Protesta. 7 pm: discussion, videos en Libros Revolución, 2804 Mayfield Road, Cleveland Heights. revbookscle@hotmail.com 216.932.2543
• GREENSBORO, CAROLINA DEL NORTE Greensboro de pie contra la guerra. 4:30-6 pm, manzana 4200 de W. Andover Ave. esquina con Big Tree Way, al este del cruce de I-40. ncworldcantwait@yahoo.com 336.558.806
• HONOLULU Marcha y mitin contra la tortura. Cita: capitolio del estado, 3:30 pm; empieza marcha 4 pm por distrito comercial del centro antes de mitin en edificio federal. ¡Vístase de naranja! Traiga pancartas, tambores y matracas. hawaii@worldcantwait.org
• HOUSTON Congelamiento contra la tortura. 3:00 pm. Cita: esquina Pressler y Fannin; 4:00 pm esq Westhiemer y Post Oak; 5:30 pm en puente Montrose. Blogueo de autopista. houston@worldcantwait.org.
• LOS ÁNGELES 6 pm Demandar divulgación de fotos de tortura y proceso a criminales de guerra. Edificio federal Westwood, Wilshire y Veteran. 213.984.8571 worldcantwait_la@yahoo.com
• FILADELFIA 5 pm protesta en Philadelphia Inquirer por darle columna sindicado al profesor de tortura John Yoo. Simulacro de submarino. 400 N. Broad Street. philadelphia@worldcantwait.org 215.888.7563
• SEATTLE Protesta en oficina de reclutamiento de la CIA, Universidad Washington. Mediodía, Red Square. Planes en marcha para protestas el 13 de junio cuando el secretario de Defensa Robert Gates habla en la graduación. seattle@worldcantwait.org.
• ÁREA DE BAHÍA DE SAN FRANCISCO 1 pm Protesta contra autor de memos de tortura Jay Bybee, ahora juez federal del IX distrito. Demandar proceso a Bybee, otros criminales de guerra. Palacio de justicia James L. Browning, Misión y 7 (en situ corte del IX distrito), San Francisco
• ÁREA DE BAHÍA DE SAN FRANCISCO Esta zona tiene cinco criminales de guerra (Yoo, Bybee, Haynes, Rice y Pelosi). Detalles: sf@worldcantwait.org 415.864.5153.
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Estamos en la primavera de 2009 en que los estudiantes están terminando sus exámenes finales y recibiendo sus diplomas, mirando hacia el futuro de su vida. Los jóvenes ocupan el verano con actividades y amigos.
Alrededor de los mismos días, el 4 de mayo 147 personas, entre ellas algunos adolescentes, resultaron muertas en ataques aéreos estadounidenses en Afganistán. ¿De qué sirvieron sus esperanzas y sueños, sus vidas? ¿Tenemos NOSOTROS una responsabilidad para con ELLOS? Y en caso de que sí, ¿qué es?
A la vez hemos leído los memos que demuestran que desde la cúpula este gobierno ha internado detenidos y justificado su tortura con la ley; que los mantuvieron y aún mantienen a algunos de ellos por plazos indefinidos sin decirles por qué, cuándo ni si van a procesarlos, los han mantenido en aislamiento, los han interrogado hasta 20 horas al día, los han torturado con brutalidad e incluso los han matado. Y ahora nos dice Barack Obama que van a suprimir las muchísimas fotos que documentan esta tortura porque si el público las viera, eso podría “enardecer” la opinión de la población estadounidense y de las personas de todo el mundo y podría poner en peligro a los soldados yanquis en Irak. ¿Tenemos NOSOTROS una responsabilidad para con la sociedad, para con la humanidad, de oponernos a todo eso?
En las últimas semanas, Obama ha estado HACIENDO cosas que de hecho legitima la tortura, a la vez que está DICIENDO que se le opone y la prohíbe; por ejemplo, la censura de estas fotos que demuestran lo generalizada y lo verdaderamente asquerosa que es la tortura; las constantes mentiras de que se tiene que responsabilizar a los responsables; y sus enérgicas labores para impedir que procesen a cualquier perpetrador de estos crímenes. Armar el nuevo “marco” en que se puede tener estas cosas como herramienta “para cuando Estados Unidos las necesite”.
¿Qué quiere decir que se legitime algo? Que no solo se acepta porque “así son las cosas” sino que se estipula en leyes que “así se supone que sean las cosas”.
Mientras que Cheney anda desbocado criticando a Obama y remachando sus argumentos en pro de la posición sin tapujos de “sirve lo que sea”, lo que se hace en los hechos y en lo fundamental no se diferencia del régimen de Bush. Como Jack Goldsmith, un profesor de Derecho de Harvard y ex procurador general adjunto y jefe de la Oficina de Consejería Jurídica de Bush, escribió en The New Republic: “El presidente Obama no ha hecho cambios de sustancia desde las prácticas tardías de Bush y los cambios que ha hecho, entre ellos los de presentación, tienen por objeto fortalecer el grueso del programa de Bush a largo plazo. Visto así, el presidente Obama está emprendiendo el proceso de fortalecer la presidencia con la finalidad de combatir el terrorismo”.
Haga una corta pausa y considere esto. Si usted votó por Obama o lo apoyó porque creía que lo iba a representar un verdadero alejamiento del pasado, porque quería sentirse bien acerca de Estados Unidos, porque sentía que iba a tener algo de importancia por primera vez en la vida, algo que de veras iba a traer el cambio, que iba a movilizar a esta generación para hacer “algo”, pues, esto es el contenido de ese algo, esto es el cambio que nos están dando. En realidad, no es sino darle un nuevo nombre al programa de Bush.
Si usted argumentara que esto es mejor que tener tragarse con mayor dificultad lo que Cheney, Bush o McCain y la gente de su calaña están planteando y promoviendo y que Obama tiene que hacer algunas de estas cosas a fin de ser el presidente, ¿no es hora de empezar a cuestionar qué clase de esquema es eso y qué clase de gobierno es ese que requiere tales condicionamientos, y no encontrarse en la posición de justificar todas las cosas a que se opone?
Obama dijo en su discurso del 20 de mayo: “Ahora, esta generación enfrenta una gran prueba en el espectro del terrorismo. Al contrario de la guerra de Secesión o la Segunda Guerra Mundial, no podemos contar con una ceremonia de rendición para llevar este recorrido a un fin. Ahora mismo, en distantes campos de entrenamiento y en las ciudades hacinadas hay personas que están planeando tomar vidas estadounidenses”.
En un cierto sentido, lo que esta generación hace acerca de la guerra contra el terror será en realidad “una gran prueba”, pero no de la manera en que ÉL lo dice. Lo que Obama quiere decir es cómo “nosotros” continuaremos con las Comisiones Militares y las detenciones preventivas. Lo que quiere decir es cómo los Estados Unidos actuará en pro de sus intereses para dominar más y explotar al Medio Oriente, como parte de reforzar su posición como la única superpotencia en el mundo. Lo que quiere decir es cómo los Estados Unidos recuperará su velo de legitimidad para el pueblo norteamericano y del mundo, en el curso de avanzar con este programa del imperialismo. Cuando él dice “nosotros”, está tratando de alistarnos en la guerra para estos intereses. Debemos rechazar eso, esos son los intereses del imperio y el imperio está parado sobre una plataforma de huesos.
Pero esta será una gran prueba para nosotros: el que tomemos acción política seria que contribuya a detener y retroceder el curso, o no lo hagamos. Citemos del periódico Revolución: “Cualquier pueblo que no resista tales crímenes y no exija acción judicial contra los torturadores y aún más contra aquellos del más alto rango que formularan la política, pone de manifiesto que está en complicidad con esos crímenes. Y al dejar pasivamente que se degrade y ataque la humanidad de los demás, pierde la suya”. Es importante estar en contra de eso y hablar acerca de cómo odia eso pero no es suficiente. Silencio + tortura = complicidad.
La complicidad es cuando un grupo de personas se quedan de brazos cruzados y permiten que sus amigos droguen y violen a una mujer y que sepan que está sucediendo pero deciden ignorarlo, no confrontarlo y lo justifican de cientos de formas malas o hagan una leve objeción indecisa y se convenzan de que no hay nada que puedan hacer.
La complicidad es como la historia en la novela Cometas en el cielo donde el protagonista Amir, un joven que ve la violación de su mejor amigo en un callejón, pero no se detiene porque no quiere arriesgarse de perder la carrera en que participa. Es solo un jovencito, pero por lo que le han enseñado y cómo le han fortalecido esta manera de ser, él no renunciará a los beneficios personales y materiales de ganar la carrera y por ende sacrifica la humanidad de su amigo y de sí mismo.
Ser cómplice significa que USTED ha permitido que algo suceda. Perder su humanidad significa que pierde cualquier sentido real de lo correcto y lo erróneo, y cualquier comprensión verdadera de su relación para con el resto de la sociedad y el mundo. Esto significa que las futuras generaciones mirarán atrás y harán de nosotros un ejemplo negativo, dirán “nunca más”.
Cuando recién me gradué de la universidad en 2004, mientras militaba en actividades políticas en un campo universitario, un puñado de nosotros nos pusimos overoles anaranjados y capuchas negras para denunciar la realidad de la tortura, poniendo al descubierto los hechos y la realidad y luchando con los estudiantes para que actuaran. Llegamos a entender algunas cosas básicas acerca de la situación y nos negamos a ignorarlas. No se trataba de lo más popular que uno pudiera haber hecho, pero pensamos que era realmente necesario. En ese tiempo debatíamos el hecho de que el pueblo miraba el régimen de Bush y pensaba en Hitler, que existía un peligro de que los estadounidenses se convirtieran en cómplices de los crímenes del gobierno y por eso tenemos que mirar la realidad de que en su abrumadora mayoría la gente no ha salido y actuado para detener esto aunque muchos llegaron a odiar a Bush y lo que representó.
Bien, mucha gente está apoyando el mismo sistema y lo que en sus aspectos esenciales es el mismo programa con la nueva cara de Obama. En algunas ocasiones unos miles han abandonado clases, llevado a cabo resistencia y hecho denuncias en señal de protesta, y estas han sido importantes pero no suficientes. Nos toca a nosotros, los que estamos conscientes y que hemos resistido, la responsabilidad de retar a los demás de modo que no miren a su alrededor y digan que hay tantos estudiantes indiferentes o pasivos y que por eso no podamos hacer nada salvo meternos en nuestras cosas y escondernos en algo que sea más agradable y acabar en algo con mucho menos sentido respecto al resto del mundo.
Lisa y llanamente somos una generación que está llegando a la mayoría de edad en una era de la tortura abierta y la guerra ilimitada, una era de ataques contra los derechos legales fundamentales. No se trata de simplemente un asunto moral. El que resistamos tiene mucho que ver con el futuro que tendremos.
Para la juventud, hay algo que se vive de manera universal. El que uno sea un joven en las entrañas de la bestia o un joven en un país oprimido, en ciertos momentos uno da un paso atrás de la vida cotidiana a fin de ponderar algo más grande que sí mismo. Uno reflexiona, ¿por qué están las cosas así? Inquieto y lleno de angustia, uno se siente como si asfixiara el aire mismo y se pregunta, ¿realmente tiene que ser así el mundo? Algunos luchan contra tal pensamiento, lo resisten, lo ignoran y lo rechazan. Otros lo acogen. La mayoría sólo tiene un momento fugaz una o dos veces en la vida para realmente mirar el mundo y a su vida y preguntarse, ¿por qué?, y soñar con un futuro diferente. Vivimos en unos de esos tiempos en que tenemos que dar un paso atrás y mirar derecho lo que está pasando en este planeta y qué papel y relación tenemos respecto a él.
En un sentido éste es solamente el comienzo, porque al mirar el mundo tal como es, uno verá un sistema que carece de valor, un sistema de explotación y opresión aquí y por todo el planeta. Un mundo desequilibrado en que algunos tienen la opción de ser abogado o médico mientras otros “tienen la opción” de combatir en las guerras yanquis o trabajar en McDonalds o en actividades ilícitas, y aún otros tienen la “opción” de trabajar en una fábrica por centavos o ser una esclava sexual.
Un sistema con tales “opciones” es un sistema que requiere que usted oponga resistencia y que debata enérgicamente acerca de la cuestión de la revolución y analice la verdad acerca del socialismo y del comunismo. Con este fin, he aquí otro reto: este verano únase con el movimiento revolucionario que pretende emancipar a toda la humanidad.
Se plantea con mucha urgencia lo siguiente: en el futuro, ¿miraremos atrás y veremos que estas generaciones consintieron, que nosotros aceptamos los crímenes horrorosos a cambio de los privilegios reales como percibidos de ser un “estadounidense”? ¿Continuarán estos crímenes por años, quizás décadas, a nuevos extremos de destrucción e inhumanidad? ¿O empezaremos a pensar acerca de la humanidad y lo que es bueno y lo que es necesario, no para sí mismo como individuo ante todo sino para toda la humanidad? ¿Resistiremos?
El 28 de mayo, El Mundo No Puede Esperar está convocando a una protesta que pide que procesen a los criminales de guerra y divulguen las fotos de la tortura. Ya es hora de que de manera franca y profunda todos vean la realidad del mundo y su relación con ella. Ya es hora de actuar.
Alice Woodward
Corresponsal de Revolución
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Nota de la redacción: A continuación presentamos la cuarta parte del texto de una charla que dio Bob Avakian anteriormente este año, que empezó a salir en el número 163 de Revolución. Las partes 1, 2 y 3 salieron en números 163-165. La cuarta entrega contiene la sección “Cada clase pretende rehacer el mundo a su imagen — pero solamente una clase no puede hacerlo apoyándose en la espontaneidad” e incluye las subsecciones “Algunos puntos acerca del papel de los intelectuales y el proceso revolucionario” y “Diferentes intereses de diferentes fuerzas de clase en la lucha contra la opresión del pueblo negro en Estados Unidos”. En preparación para su publicación se le hicieron revisiones y se le agregaron notas. El texto íntegro saldrá en línea próximamente. Otras partes de la charla están en línea en http://revcom.us/a/162/ruminations-TOC-es.html.
Esto me trae al siguiente punto —sin caer en el reduccionismo y la reificación— de que es un fenómeno muy importante en toda la vida social y particularmente en la lucha social que cada clase intentará rehacer el mundo a su imagen. Especialmente en todas las revoluciones, pero en cada una de las transformaciones sociales o movimientos sociales importantes, diferentes fuerzas de clase buscan tomar las riendas e imponer sus soluciones, de acuerdo a su manera de ver los problemas. Más específicamente es importante entender cómo la burguesía y otras fuerzas de clase reaccionarias pretenden hacer esto, especialmente en el contexto de cualquier trastorno social o lucha social importante y muy especialmente en el contexto del acercamiento de una revolución. Examinemos brevemente algunos ejemplos de esto.
• Irán durante la revolución de 1978-79, donde hubo una agitación social masiva en la cual diferentes fuerzas de clase estaban contendiendo y en la cual, desafortunadamente, los representantes de las masas explotadas y oprimidas y en particular el proletariado —es decir, los comunistas— estaban débiles, en comparación a otras fuerzas de clase, especialmente por la sanguinaria represión que se había llevado a cabo por varias décadas contra el movimiento comunista bajo el reinado del Sha respaldado por el imperialismo yanqui. En el torbellino y el hervidero de esa revolución, las fuerzas de clase que representaban los intereses de la burguesía —y en algunos aspectos las relaciones feudales— no solo maniobraron sino que contaron con un poderoso respaldo para tomarse las riendas de la revolución y convertirla en el horror en el que se ha vuelto desde ese entonces con la formación de la República Islámica de Irán y su existencia por casi tres décadas.
Se necesita aprender aún más sobre esto pero se sabe lo suficiente para que quede claro que los imperialistas yanquis, que inicialmente respaldaron al Sha, aun de cara a esta enorme conmoción de las masas, maniobraron entonces a través de sus contactos en el ejército iraní existente y en otras partes de las estructuras gobernantes en esa sociedad, para impedir que la revolución se madurara más completamente. Tomaron medidas para acortar un proceso en que las masas hubieran sido capaces de poner a prueba más completamente en la práctica así como debatir al nivel de teoría y línea los programas y con las fuerzas diferentes que representaban soluciones diferentes. En cambio, los imperialistas yanquis y los elementos por medio de los cuales podían trabajar, maniobraron de modo que las fuerzas agrupadas alrededor de Jomeini consiguieran en realidad el respaldo necesario para tener posibilidades de tomar el poder y consolidarlo. Los imperialistas calcularon que podían manejar tal situación mejor que una situación revolucionaria en continuo desarrollo — una situación en la cual los comunistas, suponiendo que hubieran sido capaces de encontrar su rumbo y comprender y aplicar más profundamente una línea auténticamente comunista y revolucionaria, hubieran sido capaces de ganarse a una cantidad cada vez mayor de las masas durante esta turbulencia social, en la que las masas pusieran a prueba diferentes programas y hubieran visto cuáles de ellos llevaban en realidad en la dirección que correspondía a sus intereses fundamentales, y cuáles se detenían a la mitad del camino pretendiendo refrenar la situación y mantenerla confinada dentro de un marco de opresión.
Una vez más, esto es algo que se necesita explorar más completamente — aunque ha sido explorado de manera importante, particularmente por nuestros camaradas comunistas iraníes. Simplemente pretendo esbozar una figura básica aquí para ilustrar este punto extremadamente importante de que diferentes fuerzas de clase entran en la refriega y especialmente en el contexto de turbulencias sociales mayores y más particularmente con inminentes revoluciones, pretenden tomar las riendas e imponer sus soluciones — y cuáles son las consecuencias cuando diferentes fuerzas de clase son capaces de hacer esto. (Más análisis con detalles adicionales al respecto se halla en el artículo “30 años después de la revolución iraní”, en la versión en inglés del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar, 23 de febrero de 2009.)
• La situación de Sudáfrica en la década del 1980 y principios de la del 1990. En ese período hubo un enorme auge de lucha revolucionaria en ese país, en particular en los cinturones de miseria de las ciudades y también en los bantustanes y en las masas de negros en toda Sudáfrica. Y en cierto momento, sobre todo con grandes cambios en el mundo, incluidos los cambios profundos en la Unión Soviética y su antiguo bloque —en primer lugar, el ascenso de Gorbachov a la cabeza del partido y del estado soviéticos y a continuación la desaparición y la disolución de la Unión Soviética y la fractura y separación de su antiguo imperio como tal— los imperialistas estadounidenses en alianza con la clase dominante de supremacía blanca de Sudáfrica reconocieron que no sólo tenían la necesidad sino también la libertad de cambiar la forma de gobierno en Sudáfrica: para abolir el sistema del apartheid e incluso para permitir que la población mayoritariamente africana votara en las elecciones y eligiera sudafricanos negros como los dirigentes del país comenzando con Mandela.
Pero, una vez más el resultado de esto fue que se abortó el proceso revolucionario. Hay ocasiones y situaciones en que los abortos son buenos y momentos y circunstancias en que son malos. Este fue un momento en que fue muy malo — el aborto de un proceso revolucionario. A pesar de lo que nos predican constantemente en estos días —incluso los “liberales” y los “progresistas” de la clase dominante y los que siguen sus pasos— el aborto de un feto no es en absoluto siempre un mal (o “en el mejor de los casos” un “mal necesario”). Pero sí es muy malo abortar un proceso revolucionario — y eso es lo que sucedió en Sudáfrica. Y una parte del cambio general allí elaborado bajo la influencia dominante de la clase dominante de los EE.UU., fue que Sudáfrica se mantuviera en el marco de la dominación imperialista e incluso de los dictados y las estructuras del FMI (Fondo Monetario Internacional), etc. Esto quedó claro y explícito.
Varias personas han analizado esta situación al menos parcialmente, pero lo esencial es lo siguiente: la forma general en que los imperialistas y sus aliados en las estructuras gobernantes de Sudáfrica pusieron en la palestra a Mandela no solamente no mejoró en lo fundamental la situación de las masas de africanos oprimidos y explotados en ese país sino en muchos aspectos este nuevo arreglo ha dado lugar a un empeoramiento de sus condiciones, sobre todo en términos económicos como en términos sociales y morales, por así decirlo, de modo que ahora y por el momento se han sustituido en gran medida y cada vez en mayor grado un auge de la lucha revolucionaria de masas y el sentido de propósito y el sentido de una lucha por un futuro mejor y todos los elementos inspiradores que van de la mano con eso, por la delincuencia, en particular entre los mismos jóvenes que un par de décadas atrás habrían sido la columna vertebral de una lucha revolucionaria. Y eso ha dado lugar a la desmoralización, a la confusión, a las ilusiones que no solamente se han alimentado y se ha echado raíces en las masas en Sudáfrica sino cuya influencia se ha extendido a los oprimidos en otras partes del mundo.
Y de nuevo eso fue una política muy consciente —una serie de medidas que adoptaron de manera muy consciente los imperialistas y ciertas capas de la élite blanca en Sudáfrica pero también algunos sectores burgueses de la población negra oprimida en Sudáfrica cuyas aspiraciones no fueron más allá de un arreglo de este tipo, porque sus intereses como grupo social (clase) en gran parte solo concordaban de hecho con la mera abolición de ciertas formas de segregación formal (el apartheid) y la opresión que iba de la mano con eso, pero que dejaban intactas las relaciones fundamentales de opresión y explotación — lo que en realidad ha dado lugar a consecuencias aún peores en muchos aspectos durante los casi dos decenios desde que se abolió el apartheid.
Esta es una profunda lección que se debe comprender profundamente y se debe remachar si las masas populares no sólo en Sudáfrica sino en todo el mundo de veras van a poder luchar conscientemente por su emancipación y la emancipación de toda la humanidad.
• Otro ejemplo es el contraste entre la India y China en relación con el fin del viejo colonialismo y el surgimiento de una nueva sociedad en ambos países (o de una no tan nueva). Aquí estamos hablando de dos trayectorias fundamentalmente opuestas: una nace de la lucha revolucionaria y, sí, de la guerra revolucionaria, con la dirección general de Mao y el Partido Comunista de China la que resultó en el derrocamiento del sistema imperante, una ruptura con la dominación imperialista, para embarcarse en un camino de transformar radicalmente la sociedad hacia el objetivo último de eliminar todas las relaciones de explotación y opresión y las instituciones e ideas que refuerzan y van junto con ellas, y la otra es el camino de la India representado por Gandhi y algunos otros de buscar la conciliación con el imperialismo — pretender ponerle fin al colonialismo formal pero mantener la situación dentro de un marco de opresión en términos de las relaciones internacionales en que la India está enredada y oprimida y en términos de las relaciones económicas y sociales en la India misma, entre ellas, de manera importante, la terrible opresión de la mujer así como el sistema de castas, los atropellos cometidos constantemente contra los llamados “intocables”, etc. En ambos países, se trata de fuerzas de clase específicas —fuerzas de clase muy diferentes y fundamentalmente opuestas— que obran para alcanzar ciertas soluciones de acuerdo con sus intereses y sus perspectivas y en consecuencia la manera en que ven los problemas.
• O podríamos tomar la lucha dentro del propio Partido Comunista de China, especialmente una vez que llegó a ser la fuerza dirigente en el estado socialista después de la toma del poder y el derrocamiento de la dominación imperialista y del gobierno reaccionario en China en 1949. Sobre todo cuando esta lucha dentro del Partido Comunista de China llegó a un punto álgido a través de la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) de mediados de los años 1960 hasta la muerte de Mao en 1976, quedó claro que había dos puntos de vista y programas fuertemente opuestos que representaban no sólo a los individuos sino a las fuerzas sociales —es decir, diferentes fuerzas de clase— que existían al interior del propio Partido Comunista de China y que tenían cargos de autoridad y dirección al interior del mismo. Por eso Mao hizo el análisis pionero que se sintetiza en la siguiente declaración suya popularizada durante la GRCP: Se está haciendo la revolución, sin embargo no se comprende dónde está la burguesía. Está justamente dentro del Partido Comunista. Los seguidores del camino capitalista (en el Partido) siguen todavía su camino.
No se trataba simplemente de que los burócratas en el partido y en el estado chinos se habían enriquecido o estaban ávidos de poder por haber gozado de posiciones de autoridad — no se trataba esencialmente de la burocracia. Se trataba de diferentes personas que eran intelectuales pero (para retomar lo que captó bien Marx) intelectuales cuyos modos contrastantes de pensar y las políticas y programas que plantearon —o sea, sus líneas— representaban dos clases fundamentalmente opuestas (acuérdense de las observaciones muy importantes de Marx sobre la relación entre las clases y los representantes políticos y literarios de esas clases). O para formularlo de otra manera, el interrogante, que provocó una lucha antagónica, era: ¿a la imagen de cuál clase social se debe rehacer la sociedad (y en última instancia el mundo)? ¿A la imagen del proletariado — no en un sentido reduccionista o reificado sino en el sentido de sus intereses de clase social que en última instancia requieren que se resuelvan las contradicciones del capitalismo, en particular la contradicción fundamental entre la producción socializada y la apropiación privada, y de ahí que se eliminen todas las diferencias de clase, y las relaciones de producción, las relaciones sociales, las ideas y las instituciones que las acompañan (en resumen, la realización de las “4 Todas”)? ¿O se debe rehacer la sociedad (y a la larga el mundo) de acuerdo con el punto de vista de ese sector social que había tomado una forma concentrada dentro del Partido Comunista de China, el que solo pretendía convertir a China en un país poderoso y que había decidido que la mejor manera de conseguirlo era estableciendo lo que son objetivamente relaciones económicas capitalistas y tomar medidas que alentarían y reforzarían todas las relaciones que acompañan las relaciones económicas capitalistas y que colocaría a China claramente en el marco general de la dominación y explotación imperialista a escala mundial?
No se trata de “luchas por el poder” entre individuos o camarillas. Se trata de diferentes clases —o de personas o grupos que objetivamente representan diferentes clases— que perciben más o menos correctamente sus intereses como una fuerza social, como una clase y que luego pretenden influenciar y utilizar la lucha y las aspiraciones de las masas de cambiar la sociedad, para moldear la sociedad de acuerdo con esos intereses de clase. Concordaba con los intereses de ese sector constituido, concretamente, de intelectuales, pero intelectuales que habían adoptado el punto de vista de la burguesía —repito, los representantes políticos y literarios de la burguesía, como los describió Marx— concordaba con los intereses de esa clase, con sus aspiraciones como una clase, establecer esas relaciones capitalistas, volver a integrar a China en el marco general de la dominación, explotación y opresión imperialistas en el mundo. Ese camino se oponía directamente a los líderes del partido que estaban en el camino socialista como una transición al objetivo final del comunismo por todo el mundo — también un grupo de intelectuales en un sentido amplio, pero intelectuales que habían adoptado el punto de vista del proletariado como una clase y que estaban luchando por sus intereses revolucionarios. Esta batalla —entre el camino socialista y las fuerzas dirigentes que lo representaban por un lado, y por otro el camino capitalista y los que lo representaban— proseguía muy intensamente, aunque con ciertos flujos y reflujos parciales, durante el decenio de la GRCP y desafortunadamente, poco después de la muerte de Mao en 1976, se desembocó en el triunfo de las fuerzas de clase que representaban el programa del capitalismo y del imperialismo y en la derrota de los que representaban el programa del comunismo y de la abolición final de las relaciones de explotación y opresión.
Al describir la forma concentrada que asumía esa batalla como la lucha entre los intelectuales (líderes del partido) que representaban, respectivamente, el camino socialista y el capitalista, no quiero pasar por alto ni menospreciar en lo más mínimo la importancia del papel de las masas en toda esa batalla — como si en esta situación hubieran sido simplemente espectadores o peones de los grupos dirigentes en contienda. Muy al contrario, uno de los distintivos de la GRCP era el nivel —verdaderamente sin precedentes en la historia— de la participación de las masas populares, literalmente cientos de millones de estas, en esta masiva agitación social, y el nivel inauditamente alto de conciencia de por lo menos decenas de millones de estas acerca de los términos de esa batalla y de lo que estaba en juego. Pero lo importante es, como resumió Lenin (en La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo):
De todos es sabido que las masas se dividen en clases… que las clases están generalmente… dirigidas por partidos políticos; que los partidos políticos están dirigidos, por regla general, por grupos más o menos estables de las personas más autorizadas, influyentes, expertas, elegidas para los cargos más responsables y que se llaman jefes. Todo esto es el abecé, todo esto es sencillo y claro (citado en V. I. Lenin, La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo [Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1975], p. 30; otra versión de esta cita se halla en la polémica contra K. Venu, “Democracia: Más que nunca podemos y debemos lograr algo mejor”, Un Mundo Que Ganar #1992/17, p. 56).
Aun si se tratara solamente de marxistas autoproclamados, pueda que Lenin tuviera un optimismo exagerado al afirmar que “de todos es sabido”; sin embargo queda el hecho de que efectivamente “todo esto es el abecé, todo esto es sencillo y claro”. Pero lo que sí resulta más complicado —que seguirá siendo un fenómeno importante mientras las masas estén divididas en clases y hasta abolir las relaciones sociales desiguales y opresivas que acompañan las divisiones de clase, en particular la división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual— es que los líderes por lo general son personas que como una de sus cualidades esenciales, tienen una capacidad más desarrollada para trabajar con las ideas (quienes por lo general son intelectuales). Este hecho objetivo y la brecha entre dichos intelectuales y las masas populares, en particular los que no son intelectuales, seguirán vigentes y tendrán implicaciones y ramificaciones concretas, sin importar si el origen y las circunstancias de dichos intelectuales (líderes) son en términos generales los de la pequeña burguesía o los del proletariado y otras masas básicas.
Una de las características distintivas de los intelectuales es que —debido a sus circunstancias particulares y la naturaleza de su papel de trabajar con las ideas— como individuos (y aun en cierto sentido como un fenómeno social más amplio) cuentan con relativamente más libertad y más capacidad de “vinculársele” a una u otra clase y hasta “despegarse” de una clase y “vinculársele” a otra. En otras palabras, pueden adoptar la concepción del mundo de una u otra clase y llegar a representar sus respectivos intereses. Ahora bien, en general —y a eso se refería Marx al describir el intelectual democrático y su relación con el tendero— los intelectuales espontánea y muy fuertemente tienden a acercarse al punto de vista y a los intereses de la pequeña burguesía porque por regla general eso es lo que más corresponde a la posición social y a las circunstancias de la intelectualidad. Pero como sabemos, ciertos intelectuales (o hasta grupos de intelectuales) pueden llegar a ser altos funcionarios, incluso líderes políticos, de la burguesía. Por otro lado, algunos intelectuales —entre ellos los intelectuales que surgen en las filas revolucionarias desde las masas básicas y que llegan a tener la capacidad de trabajar a un alto nivel con las ideas y de formular la línea y la política— pueden adoptar y efectivamente adoptan el punto de vista del proletariado y se convierten en luchadores en pro de los intereses del proletariado. Por lo general es más común este fenómeno social en tiempos de agitación social, en particular cuando las corrientes revolucionarias tengan más fuerza entre las masas populares y en su influencia sobre la sociedad en general.
Pero de fondo existe el reto muy concreto, ante aquellos intelectuales atraídos a la causa revolucionaria del proletariado, de aplicar de manera consecuente el punto de vista y el método del materialismo dialéctico y no solo de embarcarse en el camino de la revolución sino de perseverar en este a lo largo de todas las dificultades y de entregar concretamente sus capacidades intelectuales así como su corazón a la causa de esta revolución y sus objetivos emancipadores. Más allá de eso y muy especialmente, el reto ante los que llegan a ocupar puestos de dirección en la vanguardia de la revolución proletaria no solo es de dar dirección a esa revolución sino más específicamente de hacerlo de una manera que capacite a participar con cada vez mayor conciencia en esa lucha revolucionaria a una cantidad siempre mayor de las masas populares, en particular aquellas de los sectores más explotados y oprimidos de la sociedad. Para formularlo de otro modo —para abordar otra dimensión importante y otra contradicción profunda que caracteriza la revolución comunista proletaria y los aspectos en que tiene que ser fundamentalmente diferente de todas las revoluciones previas en la sociedad humana (como se señaló hace más de una década en “Cuestiones estratégicas”1): todas las revoluciones son dirigidas por una pequeña parte de la sociedad —y de manera concentrada por un grupo dirigente bastante pequeño, en comparación con las masas populares a que dirige en última instancia— un grupo dirigente que de hecho se constituirá principalmente de personas que son intelectuales, por lo general, sin importar de dónde hayan provenido dichos intelectuales en términos de su “origen social”. En un aspecto muy importante, eso cuadra con la revolución proletaria y no simplemente con las revoluciones dirigidas por personas que encarnan el punto de vista de las clases explotadoras y representan sus intereses. El reto profundo y verdaderamente histórico-mundial ante la revolución comunista proletaria y ante los que la dirigen es lograr que se dé un salto radical y una ruptura radical con la situación —típica de todas las revoluciones previas que luchaban en última instancia por los intereses de clases explotadoras y que fueron dirigidas por personas que representaban esas clases— en la cual las masas son la principal fuerza combatiente de la revolución (o para hablar más francamente, que son los que más se sacrifican y se mueren en dicha lucha) pero en que las fuerzas que cosechan los frutos de esa lucha y esos sacrificios son en realidad explotadores y opresores de las masas, y de nuevo la sociedad “se rehace a la imagen” de una clase explotadora, aunque se den ciertos cambios por lo que se refiere al modo particular en que eso ocurra.
Lograr dar ese salto y ruptura radical supone y requiere que se supere la contradicción mental/manual como un aspecto decisivo de consumar las “4 Todas”. Pero todo eso requerirá toda una época histórica y solo se podrá alcanzar a escala mundial; y durante toda esa transición, dondequiera que se conquiste el poder, se establezca la dictadura del proletariado y se continúe la revolución bajo esa dictadura, existirán las contradicciones complejas y a veces muy agudas que implica el hecho de que superar la división mental/manual y consumar las “4 Todas” no solo debe de ser un objetivo de largo plazo sino que hay que “trabajarlo” concretamente a lo largo de cada etapa del proceso, aunque la contradicción mental/manual seguirá siendo un fenómeno muy pronunciado cuando menos durante un muy largo período de esa transición. Manejar todo eso correctamente en el proceso vivo de avanzar la revolución con toda su complejidad es uno de los grandes retos ante nuestra revolución y su objetivo final del comunismo por todo el mundo.
Podemos examinar otro ejemplo del punto básico aquí, respecto al fenómeno de que las diferentes clases pretenden “rehacer el mundo a su imagen”: el papel de la burguesía negra (e incluso sectores de la pequeña burguesía negra, pero en particular la burguesía negra) en Estados Unidos, en relación a la larga lucha del pueblo negro, particularmente en el período inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad. Existen aquellos individuos y grupos de entre el pueblo negro que han pretendido calificar esa lucha como nada más salvo una lucha reformista por los “derechos civiles”, tal como lo expresan, y así limitarla y moldearla. En importantes aspectos, existe un paralelo a lo que ocurrió en Sudáfrica con Mandela. Estas fuerzas han pretendido dirigir (desviar) la lucha a una que se limita a eliminar ciertas barreras formales y jurídicas de la discriminación y la segregación — aunque en realidad dichas barreras están lejos de haberse eliminado y en ciertos sentidos se han reforzado más que nunca en la educación, la vivienda, el empleo, los servicios médicos y muchas otras esferas. Claro, abolir las leyes y códigos formales que encarnan la discriminación y la segregación beneficia a las amplias masas del pueblo negro (y a las amplias masas de todas las nacionalidades). Pero impedir que la lucha se salga de los confines del reformismo en el sistema imperante beneficia a un sector de la burguesía del pueblo negro — y no a las masas populares. Estas fuerzas burguesas ven que estas reformas les posibilitaría —por su posición social y por su posición de mayor privilegio en comparación con las masas del pueblo negro— una oportunidad más favorable para mejorar su situación dentro del marco existente, de “mejorar la vida” (ascender o superarse) dentro de ese marco, incluso en ciertos casos conseguir puestos de peso dentro del sistema. Ahora bien, en realidad y sin importar que reconozcan o no ese hecho (puede que unos sí lo reconozcan y otros no, pero la realidad es que) eso condena —y seguirá condenando mientras prevalezca— a las masas del pueblo negro y en efecto al pueblo negro como un pueblo, como una nación oprimida dentro de Estados Unidos, a seguir sufriendo una terrible opresión.
No se trata de algo tan sencillo como decir que esa opresión no les importa a estas fuerzas de la burguesía negra. Lo fundamental y esencial es que —para retomar la formulación de Marx— así ven el problema y la solución. Su perspectiva es que eliminar estas barreras formales y permitir avanzar a las personas en su posición, incluso quizás llegar a la cumbre como ha ocurrido ahora con Obama —llegar a ser el máximo funcionario del estado imperialista con todos sus horrores— es la mejor manera para posibilitar que el pueblo negro —o por lo menos los negros “a su imagen”— avancen y “hagan el sueño realidad”. Ven en sus propias aspiraciones e intereses la expresión más elevada del bien común. En cierto sentido, eso se aplica a todas las clases y sus representantes: creen que los intereses de clase que defienden representan los intereses generales y el bien común de todos. Lo fundamental es que el que eso sea cierto o no — y la diferencia fundamental es que eso sí es cierto en el caso del proletariado, como una clase, de una manera que no es cierto, y nunca lo ha sido, en el caso de cualquiera otra clase: las condiciones para la emancipación del proletariado de su situación de explotación y opresión son en realidad las condiciones necesarias y esenciales para la emancipación general de la humanidad, la abolición de todas las relaciones de explotación y opresión por todo el mundo. Pero —y eso encierra cierta ironía— precisamente al eliminar ciertas barreras formales de discriminación y segregación, lo que pasa es que los intereses de la burguesía negra, como una clase, quedan objetivamente en conflicto agudo (sin importar cómo esta lo perciba) con los intereses de las masas del pueblo negro, especialmente las masas que viven apiñadas, encerradas y brutalizadas en las zonas oprimidas urbanas así como en conflicto agudo con los intereses de las masas oprimidas y explotadas en Estados Unidos y por todo el mundo.
Que quede claro: eso no quiere decir que no sea posible ganarse a la burguesía negra —o por lo menos a muchas personas de esa clase— al campo de la revolución en el transcurso de los acontecimientos y mediante mucha lucha; como cuestión de orientación estratégica, es necesario como posible ganarse a todos los que se pueda de esa clase al campo de la revolución. Y ciertamente eso se aplica a la pequeña burguesía negra. Pero lo que es decisivo y esencial captar —para la vanguardia y para las masas que formarán la columna vertebral de la lucha revolucionaria— es que las fuerzas que representan la burguesía negra o incluso la pequeña burguesía negra —el punto de vista y los intereses que corresponden a las posiciones sociales de dichas fuerzas de clase— no pueden estar en la posición de dirigir dicha lucha, pues si sí, la lucha no alcanzará adonde tiene que llegar para así lograr la emancipación general de las masas oprimidas y explotadas de todas las nacionalidades y la emancipación final de toda la humanidad por todo el mundo. Solamente una vanguardia que represente y luche por los intereses del proletariado, como una clase, podría dirigir la lucha para lograr tal emancipación general.
Todos los ejemplos que he mencionado aquí —que solo he podido esbozar en pocas palabras y a grandes rasgos— demuestran la verdad fundamental de que las diferentes fuerzas de clase contienden según entiendan el problema y la solución. Y por su parte, las relaciones decisivas en la sociedad —de fondo las relaciones de producción pero también las relaciones sociales y políticas— y las distintas posiciones y papeles de los diferentes grupos sociales o clases en esas relaciones generales esencialmente moldean sus distintas maneras de entender el problema y la solución.
Pero otro factor que complica la situación, y otro problema, es que bajo la dominación de los explotadores y opresores —y específicamente hoy bajo el dominio de los imperialistas y las fuerzas burguesas— la pesada carga de la costumbre, la tradición y la espontaneidad a que eso da origen, tiende a ejercer una poderosa influencia que corresponde a los intereses y las aspiraciones de las clases explotadoras. Por eso se requiere una ruptura consciente de parte de los explotados y oprimidos —y de los intelectuales y otros que pretenden representarlos— en primer lugar para poder reconocer los intereses fundamentales de las masas explotadas y oprimidas y de ahí actuar de acuerdo con ese reconocimiento, en contraste y en conflicto con los de la burguesía, e incluso de los sectores con mayores privilegios que no son burgueses en el sentido estricto en cuanto a la manera en que se ven impulsados a ver los problemas y las soluciones.
Continuará.
1 “Cuestiones estratégicas” es una charla de Bob Avakian de mediados de la década pasada. El Obrero Revolucionario (ahora Revolución) publicó partes de la charla en los números 881 y 884-893 (noviembre de 1996-febrero de 1997) y 1176-1178 (24 noviembre-8 diciembre 2002). Están en http://revcom.us/chair_s.htm. [regresa]
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Sobre el aborto, Obama y Notre Dame
En la discusión del aborto, SOLO UNA pregunta moral viene al caso: ¿Se emancipará plenamente a la mujer para que sea un ser humano con control sobre la vida y reproducción, O se le obligará a subyugarse a la autoridad patriarcal masculina y a procrear contra su voluntad?
Una mujer que no es libre para decidir si y cuándo tener a un hijo, sin sufrir vergüenza, restricciones o la sentencia de otros, no tiene más libertad que un esclavo.
El movimiento para negar a la mujer el derecho al aborto y a los métodos de control de la natalidad es un movimiento para esclavizar a la mujer. No podemos acomodarnos ni a sus metas, ni a sus métodos ni a su moral.
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Quien está confundido sobre esa cuestión no tiene que mirar más allá que al circo de teócratas, odiamujeres rabiosos, católicos empedernidos y toda la colección de fascistas cristianos que fueron el pasado fin de semana a la Universidad de Notre Dame. A ellos les indigna que Barack Obama dio el discurso de la ceremonia de graduación y recibió un título honoris causa, dado que Obama no comparte su punto de vista de que hay que penalizar el aborto.
Por más de un mes, estos fanáticos opuestos al aborto han estado acudiendo a la universidad. Pilotearon un avión que volaba sobre el lugar desplegando fotos truculentas de lo que afirmaron ser fetos abortados. Colocaron vallas publicitarias que reprochaban a Notre Dame. Más de 70 obispos católicos enviaron declaraciones de condena. Alan Keyes, un ex candidato presidencial republicano, fue arrestado en una protesta en la universidad. Los activistas contra el aborto hicieron planes para viajar en autobús desde Chicago para las protestas del domingo para unirse a los estudiantes boicoteadores su propia graduación.
“La defensa de la vida” nunca ha sido lo que motiva ese movimiento. Estamos hablando de personas que por todo el país han cerrado con barricadas y colocado bombas a las clínicas de aborto, han acosado y asesinado a médicos, y han hostigado, mentido y hecho sentir vergüenza a millones de mujeres que entran a las clínicas. Han aprobado cientos de leyes que limitan las posibilidades de que las mujeres se hagan un aborto y cuentan con el gran respaldo de funcionarios más altos del gobierno. Nunca se cansan de recordarles a mujeres y hombres lo que la Biblia manda: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor” [Efesios 5:22]. Y ni una sola organización “pro-vida” apoya el uso de métodos de control de la natalidad.
En cuanto a la Iglesia Católica, ¡es realmente una reliquia de una época que, con razón, se llama la Edad de las tinieblas! A comienzos del año, la Iglesia Católica excomulgó a una niña brasileña de nueve años porque “pecó” al hacerse un aborto tras la decisión de los médicos de que era demasiada pequeña para llevar a término a sus fetos gemelos. La Iglesia también excomulgó a todos los familiares y todos los trabajadores médicos que la ayudaron a hacerse el aborto. Pero esperen un momento. A un familiar no le excomulgó: su padrastro, aunque él fue quien la violó y la dejó encinta en primer lugar. El razonamiento de la Iglesia fue muy claro: aunque la violación está mal, el aborto es mucho peor.
¿¡¿¡¿¡Qué “puntos en común” pueden haber entre los fascistas cristianos, a quienes el “valor” de la vida fetal (un sentimentalismo que ellos mismos crearon) nunca les ha valido un comino, pues les motiva únicamente el arcano mandato bíblico de subyugar a la mujer a la fuerza y reducirla a una procreadora, y los que insistimos en que la mujer es un ser humano capaz y digna de participar en toda esfera de la sociedad?!?!?!
En realidad, cuando dos puntos de vista están completamente antagónicos, puede haber “puntos en común” solo si un punto de vista claudica ante el otro. Así es precisamente la dinámica que vemos en la “nueva era” de Obama en torno al aborto y los derechos básicos de la mujer. Lo que se dio ese fin de semana en Notre Dame, y en la presidencia de Obama en general, es un ataque a la mujer desde dos frentes. Un frente ataca abiertamente al derecho al aborto y el otro transige en ello hasta que no le queda nada.
Parece que, trátese de proteger a torturadores contra un proceso judicial o poco a poco ceder los derechos fundamentales de la mujer, Barack Obama ha hecho la búsqueda de “puntos en común” con fascistas del tipo nazi el sello de su presidencia.
A pesar de lo que dicen los fanáticos opuestos al aborto, el enfoque de Obama nunca ha sido una insistencia en la plena libertad reproductiva de la mujer.
Al contrario, Obama muchas veces ha expresado su deseo de que la sociedad deje atrás lo que considera un debate innecesario que polariza el país. Aunque mantiene que el aborto debe ser legal, muchas veces ha cedido el liderazgo moral y la iniciativa política a los que se oponen al aborto, y ha dicho él mismo que “el aborto jamás es una cosa buena”. Ha adoptado cada vez más una postura que separa la cuestión del aborto de la cuestión de libertad para la mujer. Por ejemplo, hace poco hizo hincapié en diferenciarse de los “que insinúan que eso [el aborto] es simplemente una cuestión de libertad de la mujer y que no hay otros factores para tomar en cuenta”. Es más, ha llamado el aborto “un tema político que mete cizaña, el centro de un debate de dares y tomares que ha servido solo para dividirnos”.
Pero la cuestión del aborto no es “un tema... que mete cizaña”; se trata de subyugación o libertad para la mitad de la humanidad.
Sin embargo, Melody Barnes, la funcionaria más alta de Obama en temas de política interna, está convocando a reuniones entre líderes del movimiento contra el aborto e importantes feministas burguesas para hallar “puntos en común” sobre la cuestión. Hasta la fecha, y sin sorpresas para nadie, sus “puntos en común” aceptan la presunción subyacente de que el aborto es moralmente indeseable. Un “punto en común” que está saliendo a la luz es el de reducir la cantidad de abortos.
Seamos claros: hablar hoy de reducir la cantidad de abortos es hablar de reforzar las cadenas que atan a la mujer. La meta NO debe ser reducir la cantidad de abortos que se hacen. Debe ser romper todas las barreras, que todavía existen en cada esfera de la sociedad, a la participación plena e igual de la mujer como ser humano emancipado. En esta sociedad, en este momento, eso significa que habrá, y por la misma razón debería haber, más abortos.
Es así porque muchísimas mujeres quieren hacerse un aborto, pero no pueden debido a los enormes obstáculos legales, sociales y económicos que se les han impuesto, tales como las leyes de notificación a los padres, los plazos de espera obligatorios, las falsas clínicas de aborto que desorientan y demoran a las mujeres, el hecho de que el 87% de los condados del país no tienen ningún proveedor de abortos y las innumerables otras restricciones crueles y humillantes.
Es más, demasiadas mujeres tienen hijos hoy porque se les ha dado a pensar que es la única manera de ser amada o considerar que está haciendo algo “positivo” con su vida. Eso es un reflejo de la sociedad patriarcal, y dividida en clases, en que vivimos: una sociedad en que la mujer confronta la discriminación y la falta de respeto en la esfera pública mientras lleva la mayor carga de la crianza de los niños y las tareas de la casa, y en que se ha desarrollado todo un culto a la maternidad como si dar a luz fuera el logro más elevado que cualquier mujer podía tener.
Al carajo todo eso. Las mujeres somos seres humanos. Somos capaces de participar y contribuir plenamente a toda esfera de la sociedad, de manera plena y sobre la base de la igualdad con los hombres. Cuando se subyuga a la mujer, la mitad de la humanidad, y se le reduce a ser una procreadora, eso frena el avance de toda la sociedad.
Cambiar todo eso y liberar plenamente a la mujer, como parte de emancipar a toda la humanidad, requerirá en última instancia una revolución. Una sociedad revolucionaria desencadenará a las mujeres a romper todas las barreras que estorban su plena participación en cada esfera de la sociedad. Las mujeres descubrirán su valía, de la misma forma que lo harán los hombres, en las relaciones de respeto mutuo e igualdad que forjen con las demás personas y en los aportes que pueden contribuir a la sociedad en su conjunto. Y muchísimas mujeres que hoy ni siquiera lo pensarían, postergarán o rechazarán por completo tener un hijo propio, y la sociedad será mejor por esa decisión. En un mundo verdaderamente justo, la sociedad en su conjunto tendrá la responsabilidad colectiva de criar a la futura generación, y no la tendrán mujeres individuales de tal manera que restrinja su existencia social.
Sin embargo, aun antes de todo eso, un factor clave para construir tal revolución y oponer resistencia a la avalancha de ataques a la vida de las mujeres hoy es tomar una postura firme y consecuente con los derechos fundamentales de la mujer. Ahora mismo, se necesita una resistencia política a todo ataque contra los derechos de la mujer. La gente tiene que desechar la ilusión de que Obama hará algo que no sea transigir en los derechos de la mujer, mientras sigue saqueando a la gente del mundo. Se necesita alzar voces de claridad y conciencia que dejan claro que: ¡La mujer no es incubadora! ¡Un feto no es un niño! ¡Hacerse un aborto no es matar!
Sunsara Taylor es corresponsal del periódico Revolución (revcom.us) y estuvo en la Universidad de Notre Dame para reportearse sobre los sucesos ahí. Se puede contactarla en sunsarasworld@yahoo.com.
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Lectora escribe acerca de la conferencia de Hampshire College:
Recibimos la siguiente carta de una lectora:
“¡Estoy furiosa!”
No sabía realmente qué esperar. Todo lo que sabía era que cuando hiciera un clic en el horario para la conferencia de Hampshire College, De los derechos al aborto a la justicia social, “Denuncias del aborto”, algo tronó en mí. Algo refrescante, algo liberador, nunca había estado en una reunión de denuncias y estaba entusiasmada por asistir. Por dos semanas esas dos palabras —“Denuncias del aborto”— dieron vuelta en mi cabeza.
El zumbido y el ajetreo de un salón lleno de gente, que tenía algo que decir, algo por defender en un ambiente donde era “seguro” y también (en cierto grado) esperado (¡!) que uno debería sentirse inspirado, era contagioso.
Cuando se les pidió sentarse a los cientos que asistieron para iniciar el evento, el silencio de anticipación pesaba potentemente.
Escuché a las mujeres que una por una desde diferentes lugares y clases valientemente subieron al podio en el escenario, sus voces retumbantes de las bocinas, para decir sus historias:
Una oradora, ahora es madre, expresó que no se sintió “bien” con su decisión de hacerse un aborto; que después de todos esos años, una clase de sentimiento de culpa pesaba en ella por no tener remordimientos.
Otra mujer dijo haber pasado por un calvario: ella tuvo un aborto apoyada por su novio, que más tarde vino a ser su esposo abusador que con el la dejó. Ahora es madre soltera de dos hijos sin poder mantenerlos y está embarazada de nuevo. Con mucha dificultad pudo pagar un aborto. Y éste fue una decisión consciente de su parte de volver a su vida normal.
Otra mujer se sintió confiada en su decisión de abortar pero no lo podía pagar y decidió prostituirse para obtener dinero para el aborto. Y otra incluso, en una difícil condición económica trató de colectar dinero de sus amigas pero no consiguió suficiente. Desesperada llamó al centro y pidió ayuda, asustada de que se suicidara al no poder salir del lío.
Después de cada relato, me puse más y más furiosa. Muchas de esas mujeres tenían un profundo sentimiento de culpa sobre su decisión, como si abortar fuera algo de lo que se deben avergonzar. Escuchar esas mujeres —¡36 años después de que se legalizo el aborto!— cargando una culpa por un simple procedimiento necesario que es más seguro que llevar un embarazo a término y en esencia lo equivalente que un procedimiento dental — parecía ridículo y lo que es más, innecesario. Y que a la mayoría de esas mujeres —de nuevo en los 36 años en que el aborto ha sido legal— les costó mucho trabajo obtener un aborto, por razones económicas o por inaccesibilidad — eso es algo aún más exasperante.
Me sentía cansada y no quería hablar. Además, de tan furiosa que estaba no podía abrir la boca. Pero me mantuve pensando: “Desencadenar la furia de las mujeres. Desencadenar la furia de las mujeres…”
Y entonces ella se levantó. “Ella” era una mujer joven que fue violada a pleno día en el baño de las chicas de la prepa a la que asistía en el extranjero, por dos compañeros de clase. Y dijo que ella quedó embarazada de esta violación. Ella tuvo que salir del país donde vivía con su familia para abortar porque este era ilegal allá.
No me pude quedar más quieta y en silencio y salté de la silla y de zancadas sobre el pasillo salí a la escena, hacia el podium. Al principio no podía encontrar las palabras para expresar lo que sentía. Entonces una frase poderosa volvió a mí:
“¡Estoy furiosa!”
“Yo he estado sentada aquí mientras me llenaba de furia. ¡No puedo esperar hasta que haya una sociedad revolucionaria donde la mitad de la humanidad, las mujeres, no sean subyugadas y degradadas solo porque son mujeres, una sociedad en la que no se necesiten más esta clase de denuncias!”. Y hablé de mis dos abortos. Recalqué la importancia de luchar por una sociedad en que las mujeres jóvenes puedan realizar todo su potencial y no estar encadenadas a las condiciones que obstruyen su camino a una plena participación en la sociedad. Y terminé con un contundente: “¡No puedo esperar hasta que exista una sociedad revolucionaria!”
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar
Recibimos el siguiente artículo del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:
18 de mayo de 2009. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. Nos envió el siguiente artículo el Movimiento Popular Revolucionario de México
(http://mpr-mexico.blogspot.com).
La nueva cepa de virus de influenza A/H1N1 conllevó la amenaza de una pandemia mundial y ha provocado la muerte confirmada de 45 mexicanos hasta el 8 de mayo. Muy posiblemente se generó por vía rápida en una granja porcina capitalista en gran escala como Granjas Carroll en los estados de Puebla y Veracruz, y sin duda también fue más mortífera y problemática por la naturaleza del sistema capitalista mundial en que vivimos.
El riesgo de pandemia, como las tres pandemias de influenza del siglo pasado de 1918, 1957 y 1968, que resultaron en millones de muertes en el mundo, surge cuando aparece, por recombinación genética o mutación, una nueva cepa de influenza que sea fácilmente transmisible de humano a humano y a la que el sistema inmune de los seres humanos no tenga todavía resistencia.
Las grandes granjas porcinas capitalistas, regidas por naturaleza por el principio de la máxima ganancia privada y no por su utilidad social, han acelerado enormemente el proceso de recombinación de los virus de influenza (o gripe, estas dos palabras se refieren a la misma enfermedad). Los puercos son criaderos de nuevas cepas de influenza, frecuentemente combinando en su cuerpo virus de procedencia aviar, porcina y humana que pueden recombinarse genéticamente y producir cepas transmisibles entre los seres humanos. Se cree que eso es lo que pasó en las pandemias anteriores, y la mayoría de los científicos creen que es el caso con la nueva cepa A/H1N1, que combina elementos (polimerasas) porcinos, aviar y humano.
Este proceso lo ha propiciado y acelerado la transformación en décadas recientes de las granjas porcinas tradicionales en enormes complejos industriales, como Granjas Carroll en Puebla y Veracruz que produce un millón de cerdos al año que, sofocados por su intenso hacinamiento y las enormes cantidades de excremento producidas, intercambian patógenos a un paso veloz. Una primera señal de alarma ocurrió en 1998 cuando una cepa altamente patogénica devastó la población de cerdos de una granja en Carolina del Norte y a partir de ese entonces nuevas variantes empezaron a aparecer casi cada año. En 2003, un artículo de Bernice Wuethrich en la revista Science reportó que “luego de años de estabilidad, el virus de la influenza porcina norteamericana ha saltado hacia una vía rápida de evolución”.
El año pasado el Centro de Investigación Pew en Estados Unidos emitió un informe sobre la “producción animal en las granjas industriales”, con la advertencia de que “el continuo reciclaje de virus… en grandes manadas o rebaños incrementará las oportunidades de generación de virus novedosos, mediante mutación o eventos recombinantes, que podrían propiciar una transmisión más eficaz de humano a humano”. Estas investigaciones han sido obstruidas sistemáticamente por las grandes empresas industriales de la rama, entre ellas Smithfield Foods, sancionada en 1997 en Estados Unidos por graves daños al medio ambiente y la salud y que es propietario del 50% de las acciones de Granjas Carroll.
Varios informes periodísticos en el lugar han comprobado que Granjas Carroll en Puebla y Veracruz son un verdadero infierno: un fétido olor y enjambres de moscas provenientes de las granjas inundan a las comunidades alrededor, así como el gas metano producido por las lagunas de oxidación o “biodigestores” que son pozos donde tiran los marranos muertos por enfermedad, heridas o aplastamiento. Las aguas negras producidas en los criaderos son una mezcla tóxica de excremento, orina, residuos químicos, biológicos y antibióticos. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) comprobó en 2003 la contaminación del agua local con heces, pero bajo presión de la empresa se retractó en 2006. Los pobladores llevan años protestando la destrucción del medio ambiente y las persistentes enfermedades gastrointestinales y respiratorias que ha provocado la empresa, pero lo único que ha hecho el gobierno es detener, a instancias de la empresa, a cinco ambientalistas de las comunidades bajo cargos fabricados de robo y “ataque a las vías de comunicación”.
Fue precisamente en esta zona, en la comunidad de La Gloria, municipio de Perote, Veracruz donde ocurrió a partir del 9 de marzo de este año un brote severo de enfermedad respiratoria que llegó a infectar a 616 de los 2 mil 155 habitantes. No había medicamentos para atender a los enfermos y tres niños murieron.
Los pobladores atribuyeron el brote a la contaminación de la empresa y un funcionario de salud municipal indicó que investigaciones preliminares identificaron a las moscas como vector (origen) del brote, aunque tanto la empresa como las autoridades principales negaron esto, si bien impusieron un cerco sanitario… y fumigaron por moscas.
Entre los enfermos, según aceptó el mismo secretario de Salud, José Ángel Córdova en su conferencia de prensa televisada el 27 de abril, estuvo el primer caso, o uno de los primeros casos, de influenza porcina (rebautizada “influenza humana” por la Organización Mundial de Salud [OMS] para proteger a la industria porcina), en un niño llamado Edgar Hernández, con una muestra del caso disponible desde el 2 de abril (y el informe de notificación de casos, publicado el 30 de abril en la revista el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, Estados Unidos, indica, sin especificar detalles, un caso confirmado en México el 15 de marzo).
Las mismas autoridades sanitarias han señalado que una de las principales causas de muerte en esta epidemia ha sido la atención tardía a los pacientes. Y una de las causas de esta atención tardía fue la negligencia criminal del sistema de salud que contaba con una muestra de la nueva cepa de influenza por lo menos desde el 2 de abril y no alertó a la población sino hasta 21 días después, lo que sin duda resultó en muertes innecesarias.
La muestra no fue analizada hasta mucho después, en parte por las fallas mortíferas del sistema sanitario en general, que no cuenta ni con el personal ni el equipo ni los suministros necesarios, y en parte porque la prueba necesaria para identificar nuevas cepas de virus de influenza (la prueba de reacción en cadena por polimerasa, o PCR, por sus siglas en inglés) no estaba disponible en México, aunque la OMS nos tenía en la lista de países con esa capacidad. Esto a su vez es producto del desmantelamiento del sector salud en décadas recientes con la desaparición, por ejemplo, del Instituto Nacional de Higiene y del Instituto Nacional de Virología (dedicado a investigación científica de cepas virales y diseño de vacunas) bajo el anterior presidente Ernesto Zedillo y el recorte, bajo el anterior presidente Vicente Fox, del presupuesto de la empresa paraestatal Birmex (Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, que antes surtía vacunas, inmunoglobulinas y reactivos de diagnóstico) a pesar de las persistentes advertencias de los peligros de nuevos virus de parte de la comunidad científica sobre todo a partir del brote de influenza aviar en Asia en 1997.
La OMS y la Organización Panamericana de Salud (OPS) cuestionaron a las autoridades mexicanas sobre el brote de casos atípicos de neumonía (que frecuentemente es la causa inmediata de muerte en casos de influenza) el 11 de abril; el gobierno respondió que “el evento [de Perote] había terminado”. Y para que las autoridades sanitarias enviaran muestras a los laboratorios de Canadá y Estados Unidos (lo que finalmente confirmó la existencia de la nueva cepa A/N1H1), hicieron falta brotes de influenza atípica en la Ciudad de México, San Luis Potosí, Baja California y Oaxaca (y en este último caso una revisión por parte de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico indicó que el hospital donde ocurrió era “un lugar de cultivo” de epidemias por su sobresaturación, ya que llegaba a atender más de 240 pacientes hospitalizados con solamente 120 camas). Todavía el 22 de abril, con unos 20 decesos reportados oficialmente a nivel nacional por el fenómeno, el secretario de Salud Córdova insistía en que a lo mejor se trataba de “la colita de la epidemia” en Estados Unidos de influenza estacional (a que los seres humanos ya tienen resistencia inmunológica) y que no había que caer en el “pánico”.
Al finalmente descubrir que se trataba de una nueva y peligrosa cepa del virus, al día siguiente se declaró la alerta sanitaria y la suspensión de clases en el Distrito Federal y el Estado de México. El mismo secretario de Salud Córdova comenzó a sembrar el pánico, con información que se volvía cada vez más confusa y contradictoria con el paso de los días. Las cifras subían y bajaban a diario, confundiendo la nueva cepa con otros tipos de gripe y con cualquier caso de neumonía, y rehusando proporcionar información específica alguna en relación con los casos comprobados de la nueva cepa viral.
Mientras el discurso oficial insistía que todo estaba “bajo control”, la realidad que vivían miles de personas era muy distinta y esta realidad fue tapada por los principales medios de comunicación. Los médicos del importante Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) denunciaron que no tenían ni los más sencillos tapabocas. Cuando Alfonso Morales Escobar llevó a su madre al hospital Darío Fernández del ISSSTE (para empleados del gobierno) con un cuadro de síntomas como el de influenza difundido por las autoridades y pidió la prueba de influenza publicitada por las mismas autoridades, el doctor le respondió, “¿Cuál prueba?... Las autoridades están diciendo muchas mentiras. Que vengan y vean que no tenemos ni pruebas ni medicamentos ni nada. A ellos se les hace muy fácil estar engañando a la población”. Ha habido varias denuncias de la falta de antivirales, equipo y atención también en otros hospitales.
Muy ilustrativo es el caso de Óscar, reportado en El País el 3 de mayo: “[Tenía] cinco años y siete meses. El jueves 16 de abril, el niño se puso mal. Su madre lo llevó a la clínica número 11 del Seguro Social. ‘No lo quisieron recibir’, cuenta su tía, ‘porque no tenía fiebre. Nos dijeron que era una gripe normal’. Por la tarde, Óscar empezó a vomitar y lo llevaron a otra clínica del Seguro Social. Tampoco lo atendieron. Al día siguiente, a las seis de la mañana, Óscar empezó a sufrir convulsiones y, entonces sí, lo ingresaron de urgencia. Cinco horas después el niño ya estaba muy grave con un cuadro de neumonía. Lo pasaron a un cuarto de Terapia Intensiva... junto con otros ocho niños… murió a los nueve días de sentir los primeros síntomas, tras sufrir un calvario de hospital en hospital”.
Para colmo, para remarcar el profundo antagonismo entre el aparato estatal al servicio de las clases dominantes y la gran mayoría del pueblo, el presidente Felipe Calderón se aprovechó de la alerta sanitaria para proclamar un nuevo decreto represivo que permite a las autoridades ingresar “a todo tipo de local o casa habitación” sin orden alguna, aislar a las personas a su antojo y “evitar congregaciones de personas en cualquier lugar de reunión” con el pretexto de “la existencia de una afectación a la seguridad interior” que incluye, entre otros, el riesgo de “sublevación”. Por su parte, el “presidenciable” de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal, se esforzó por demostrar que es tan “duro” contra la población como cualquiera, aplicando, entre otras medidas, la prohibición de visitas a los presos, lo que implicó cortar el suministro de comida y agua que sus familiares les llevan, prohibición que sólo se levantó tras el enfrentamiento tanto de reos como de sus familiares con guardias y policías.
Aunque se mantenga estable o se reduzca el número de casos de A/N1H1 en México ahora, eso no significa el fin de esta nueva cepa de influenza: muchos expertos indican que es probable que vuelva a brotar en la temporada invernal, que es más propicia para los virus de la gripe. En cuanto a las medicinas antivirales efectivas contra este virus, estamos en manos de enormes empresas farmacéuticas como la empresa suiza Roche (fabricante de fosfato de oseltamivir, en su marca “Tamiflu”) y la británica, GlaxoSmithKline (fabricante de zanomivir o “Relenza”) que hasta ahora han combatido con éxito las exigencias de producir productos genéricos a más bajo costo. Novartis de Suiza y Baxter Internacional de Estados Unidos pretenden responsabilizarse de la fabricación de una vacuna, con la bendición de la OMS (y el gobierno mexicano firmó antes de la alerta sanitaria un acuerdo para que la transnacional Sanofi-Aventis produzca vacunas en México). El valor de las acciones de estas empresas ha aumentado súbitamente, frente a las perspectivas de jugosas ganancias fabricadas de la miseria de otros.
Todo esto viene a demostrar que lo más puerco de este virus es el sistema capitalista mundial y su expresión aquí: sus grandes empresas de desechos porcinos tóxicos son el principal indiciado de haber acelerado la recombinación de esta y otras cepas potencialmente peligrosas; la falta de vigilancia sanitaria y el desmantelamiento del sistema de salud a que tiene acceso la gran mayoría provocaron muertes innecesarias; el manejo de la crisis, fuera del discurso oficial, fue deplorable; y la fabricación de antivirales y una vacuna para enfrentar la amenaza latente sigue estando a merced de las ganancias de un puñado de empresas transnacionales.
En esto se refleja la contradicción fundamental del sistema en que vivimos, entre la producción socializada (con su potencial para satisfacer las necesidades de toda la gente), y la apropiación capitalista privada (o en términos más sencillos, el hecho de que lo que determina lo que se produzca y cómo son las ganancias de los capitalistas). La producción socializada y tecnificada de la sociedad moderna es completamente capaz de producir los alimentos necesarios para dar de comer a todo el mundo (estudios de la ONU han comprobado este hecho desde los años 60) sin dañar la ecología, pero mucha gente sigue hambrienta y mucha gente se enferma y muere por estos sistemas de producción que destruyen el medio ambiente, porque semejantes consideraciones no generan ganancias para empresas como Smithfield Foods y Granjas Carroll.
El gobierno no es simplemente una empresa, pero a fin de cuentas sirve a los mismos intereses de los imperialistas, grandes capitalistas y terratenientes. Esto se ve claramente en el desmoronamiento del sistema de salud pública —no lo consideran rentable ni de provecho para las ganancias capitalistas— mientras existe un sistema privado paralelo en que es posible, con suerte, recibir atención adecuada, si uno tiene suficiente dinero. También se ve en los fríos cálculos de “costos y beneficio” del gobierno con respecto a la alerta sanitaria. ¿De qué hablaban esos señores? Si quitamos el velo de retórica humanitaria, su política seguía un frío cálculo económico de ganancias y pérdidas: ¿las medidas iban a afectar las ganancias y la economía más que si se proliferaba la epidemia, resultando en ausentismo y otras pérdidas? Las vidas humanas que se perdieron sin necesidad les tienen sin cuidado a estos señores. Todo es cálculo monetario. De nuevo, la producción moderna socializada y tecnificada es completamente capaz de proporcionar el equipo necesario para confirmar la naturaleza de esta y otras cepas de virus, proporcionar atención médica preventiva de calidad, proporcionar los medicamentos necesarios, pero no se hace esto para la gran mayoría, porque no es rentable, no es acorde con las máximas ganancias de la economía. Esto no es simplemente una cuestión de malicia o corrupción, aunque sí las hay, y no es casual que los mandatarios de todos los principales partidos políticos demostraron claramente en esta crisis el antagonismo fundamental entre los intereses que estos señores sirven y los intereses de la gran mayoría. A fin de cuentas, el gobierno tiene que servir a los intereses del sistema económico vigente, y esa contradicción fundamental del sistema entre la producción socializada y la apropiación capitalista privada también se refleja en las políticas de este estado.
No tiene que ser así y ya no debe seguir así. La revolución de nueva democracia podrá quitar la propiedad y el control de los principales recursos económicos por parte de un puñado de grandes empresarios capitalistas y podrá barrer con el Estado que defiende y protege el funcionamiento de este sistema. El grillete de la apropiación capitalista necesita quitarse; se necesita romper la cadena de dominación imperialista y abrir la puerta al socialismo con la transformación de la apropiación privada en apropiación social, apropiación por parte de la sociedad, para que el inmenso potencial productivo de la economía pueda ponerse al servicio de las necesidades de la humanidad y la preservación del planeta, en vez de la sed de ganancias de un puñado que tanta destrucción y sufrimiento innecesario provocan. Esta transformación revolucionaria es necesaria y posible, y esta más reciente crisis sanitaria demuestra que la salud del pueblo lo exige.
Referencias seleccionadas:
Davis, Mike. “Los cerdos peligrosos usan traje”, La Jornada, 29-04-2009
Hernández Navarro, Luis. “Smithfield: un negocio muy marrano”, La Jornada, 5-05-2009.
“Influenza Porcina, cronología de eventos” en andinia.com, basado en el artículo en inglés, Veratect, “Swine Flu in Mexico-Timeline of Events”, http://biosurveillance.typepad.com/biosurveillance/2009/04/swine-flu-in-mexico-timeline-of-events.html
“Los estragos de Granjas Carroll en Perote”, Milenio Online, 13-04-2009.
Méndez, Enrique y Andrés Timoteo. Serie de 5 artículos sobre Granjas Carroll, La Jornada, 2 al 6-05-2009.
Ordaz, Pablo. “Un servicio de salud cómplice del virus”, El País, 3-05-2009.
El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Informe desde Oakland:
Miles de personas han visto los vídeos del frío asesinato policial a Oscar Grant en Oakland, California. En la madrugada del Año Nuevo el policía de BART Johannes Mehserle le disparó a quemarropa por la espalda a Oscar Grant, que tenía las manos detrás de sí, y así lo mató en el andén del metro. Ahora una audiencia preliminar determinará si se acusará a Mehserle de homicidio o de una acusación menos grave. Ya se han terminado tres días de testimonio y la audiencia continuará el martes 26 de mayo.
Esta audiencia preliminar insólita, en que la defensa está citando a sus propios testigos, es señal de las maniobras del sistema y lo mucho que está en juego en este caso. En la gran mayoría de las audiencias preliminares en California, solo el fiscal cita a testigos y la defensa no los cita hasta el proceso mismo. Pero el abogado de Mehserle está aprovechando esta audiencia como una oportunidad de citar a testigos que sentarán la base para justificar legalmente el asesinato a sangre fría y crear opinión pública de que Mehserle sea inocente.
El juzgado estaba lleno de gente, y afuera unas 150 personas hicieron un mitin de protesta contra el frío asesinato policial de Oscar Grant. A continuación, las notas de un reportero sobre lo ocurrido hasta ahora en la audiencia.
El fiscal citó a cinco testigos que habían filmado lo que pasó en la estación de BART esa noche. Karina Vargas describió que el tren estaba atiborrado con gente que “charlaba, se reía y se la estaba pasando muy bien”. Cuando el tren llegó a la estación de Fruitvale, se percató de algún alboroto en el vagón directamente delante del suyo: una voz enojada que dijo: “Tú y tú, cabrones, bájense del tren”. Otros testigos afirmaron que el policía Pirone apareció en la puerta del tren y gritó: “Sé quienes son”. “Bájense del tren o los saco yo”. Karina vio que Oscar Grant y otros jóvenes estaban alineados frente a la pared y comenzó a filmar. En cierto punto dejó de filmar porque pensaba que la policía sólo iba a detenerlos o arrestarlos. Pero luego oyó a la gente en el tren que comenzó a gritar, “aiii”, y se bajó rápido del tren y se puso a filmar. Vio que el agente Pirone le agarró a Oscar y lo tiró contra la pared. De acuerdo a los testigos y los vídeos, los pasajeros del tren le gritaban a la policía que basta ya, que fue “brutalidad policial” y gritaban “Rodney King”. Todos los que grabaron vídeos dijeron que cuando Mehserle le agarró a Oscar y lo sujetó boca abajo en el piso, y cuando Pirone lo inmovilizó con la rodilla en el cuello, Oscar no oponía resistencia y estaba acatando sus órdenes. Karina observó que se apuntaba la luz roja del táser a todos los jóvenes que estaban de cara a la pared. Al oír el disparo, dejó caer su cámara, la cual le quedó colgando de la correa alrededor del cuello. Vio humo (del arma) y vio a Oscar bocabajo en el suelo, con el pecho que subía y bajaba, y en su cara vio que estaba luchando por respirar. Aterrorizadas, ella y otras personas corrieron para subirse de nuevo al metro y gritaban: “Lo balearon, así no más lo balearon”. En el vídeo se le oye decir: “Los tengo en vídeo, malditos hijos de puta”. Dijo que la agente seguía detrás de ella, golpeando la ventana, cuando las puertas cerraron. Otros pasajeros le dijeron que esa agente exigía que le entregara la cámara.
Al dar su testimonio, se pasaba el vídeo que ella misma grabó. Los familiares de Oscar Grant lloraban en silencio mientras la pantalla grande mostraba los momentos del asesinato de Oscar, con una claridad mucho más nítida que las versiones en YouTube. Muchas personas en el juzgado se estremecieron al oír el tiro.
Karina dijo que sus amigos no podían dar crédito de que la policía hubiera disparado un arma, para después tratar de convencerla que fuera un táser. Pero cuando ella se enteró de que Oscar había muerto, llamó a su mamá, y su mamá le instó que pasara el vídeo en el noticiero. Durante su testimonio se reveló que en realidad BART tenía instalada una videocámara de vigilancia que captó al menos una parte de los sucesos de esa noche: información que BART había negado antes. Todavía no se ha pasado ese vídeo en la audiencia.
Karina dijo que después de dispararle a Oscar, Pirone y Mehserle lo tendieron de espaldas y a ella le parecía que “lo estaban chequeando”. El fiscal le preguntó si ella quería decir que lo estaban registrando. No, dijo ella, no lo estaban registrando, sino que estaban chequeándolo para ver cómo estaba. Su testimonio contradice diametralmente la afirmación de Pirone de que, al igual que Mehserle, él pensaba que los jóvenes estaban armados. En pasajes de los informes policiales que se han dado a conocer, al menos dos policías de BART afirmaron que Mehserle, después de balear a Oscar y en los días siguientes, dijo: “Pensé que traía un arma”.
Los relatos de Margarita Carazo, Tommy Cross, Daniel Liu y Jamil Dewar, este último de 16 años de edad, fueron básicamente iguales: filmaron a la policía porque lo que vieron fue injusto.
Cross quedó tan afectado por lo que había visto que por semanas después no podía dormir, ni podía pasar por la estación de Fruitvale sin hiperventilarse. Aún así, dijo que estaba satisfecho de que lo filmó porque sin los vídeos: “la policía pudiera haber tratado de darle carpetazo”.
El testimonio de esos testigos describió la indignación generalizada de los pasajeros del tren ante la brutalidad de la policía. Su valentía al filmar el crimen y al luchar por la verdad y la justicia en este caso es un elemento importante y aleccionador de esta lucha.
El miércoles, el abogado de Mehserle le pidió subir al estrado al agente de BART Wooffinden, quien le acompañó a Mehserle esa Nochevieja.
Wooffinden describió una escena en que una muchedumbre “superó en número” a los policías. Dijo que podía oír por la radio policial un “alboroto”, personas gritonas y chillonas, en la llamada de la estación de Fruitvale. Describió un presentimiento, que mientras él y Mehserle conducían hacia Fruitvale, se sentía inseguro y se le subía la adrenalina. Dijo que cuando llegó, vio que dos policías tenían a unos jóvenes puestos en línea contra la pared, y al instante formó una “línea de escaramuza de una persona” entre ellos y otro grupo de 4-5 jóvenes varones que “avanzaban” hacia él, gritando groserías e “insultos racistas”. Dijo que los jóvenes no mostraron ningún respeto para la autoridad y no pararon hasta que los amenazó con su porra. Dijo que tenía muchísimo miedo a lo largo del incidente.
El fiscal hizo añicos estas testimentiras de Wooffinden en las repreguntas. Wooffinden admitió que la llamada a la estación de Fruitvale sólo trataba de una agresión con lesiones, un delito menor. Además, al confrontarlo con uno de los videos en cámara lenta, no podía señalar a ningún solo cuadro para fundamentar su afirmación de que tuviera repetidas discusiones fuertes con unos jóvenes varones que lo insultaron y lo amenazaron. Tampoco que éstos “avanzaban” hacia él, tal como él había alegado. Dijo que “no podía recordar” lo que había escrito en su informe y declinó ampliar lo que había escrito en el informe o lo que había dicho en su testimonio. El video mostró lo que la gente de alrededor del mundo vio: que los oficiales iniciaron y cometieron agresión en contra de detenidos sumisos. Y en ningún momento el video le mostró levantando su porra como había afirmado. Wooffinden dijo que había intentado pedir refuerzos por radio. El fiscal adjunto le preguntó cuántos oficiales creyó que fueran necesarios y dijo “de 20 a 30”. Pero el fiscal señaló que todos los oficiales de BART tienen un botón de emergencia para una situación intensa. Wooffinden admitió que nunca empujó el botón de emergencia de su radio y aparentemente tampoco lo hizo ninguno de los otros seis oficiales en el andén esa noche.
Dennis Zafaritos fue el único que denunció la supuesta pelea, y testificó a favor de la defensa. Dijo que a su parecer en la pelea estaban “de 10 a 12 jóvenes varones negros” y un “varón blanco” a quien identificó en una foto. En las repreguntas admitió que a él no le gustaban las multitudes y le preocupaba lo atestada que estaba la estación de BART incluso antes de que subiera al tren esa noche en San Francisco, que por la “conducta alborotadora” de la gente esperó más de una hora antes de bajar al andén para subir al tren con su familia.
Dennis Horowitch era el hombre que Zafaritos afirmó estaba “peleando” con Oscar. Horowitch había conocido a Oscar en la cárcel Santa Rita, pero en el estrado dijo: “Yo no estaba peleando. No voy a sentarme aquí y decir que tengo un problema con alguien”. El abogado de Mehserle, Michael Rains, insinuó que Horowitch tenía miedo de que si testificara habría repercusiones para su familia de parte de la gente que luchaba por justicia para Oscar. Horowitch respondió que temía más a la policía por la manera en que ésta había hostigado a su familia.
Los amigos de Oscar y otros presentes esa noche dijeron que los hombres sólo “se forcejearon” por un momento y en el incidente sólo estuvieron un par de personas, no la “pandilla” según dijeron los informes iniciales de los medios. Jamil Dewar, amigo de Oscar, testificó que el incidente duró sólo un par de minutos y él había ayudado a separar a los jóvenes incluso antes de que el tren llegara a la estación.
Fuera del tribunal, la familia le dijo a la prensa que el testimonio demostró que Wooffinden y BART mentían y siguen intentando armar un encubrimiento, y que era necesario ponerle un basta ya a eso. “Hay que conseguir la justicia”, dijo Wanda Johnson, la madre de Oscar Grant.
John Burris, el abogado civil que representa a la familia de Oscar Grant, explicó a los medios que ningún testimonio ha probado que los jóvenes en el andén hayan hecho nada salvo “afirmar su inocencia” ante los policías de BART. También observó que la afirmación de Wooffinden de que todos los jóvenes tenían los “puños cerrados” es un “argumento policíaco clásico” para justificar la conducta de la policía. Dijo que Oscar Grant, detenido, “sometido y rodeado por oficiales” no había hecho nada que justificara el uso de una pistola, ni siquiera un taser.
El abogado de Mehserle, Michael Rains, declaró que Oscar Grant estaba “oponiéndose al arresto de manera activa, activa, activa”. Los videos muestran todo lo contrario. Además, hasta ahora los propios testigos de Mehserle no han fundamentado esta afirmación, excepto Alika Rogers, quien creía que los policías estaban “forcejeando con las manos de Oscar Grant” mientras trataban de ponerle las esposas poco antes de su muerte por un disparo de la policía.
Pero aunque los policías creyeran que Oscar oponía alguna resistencia, éste estuvo bocabajo en el suelo, con la rodilla del oficial Pirone sobre la espalda, rodeado de Mehserle y otros agentes. Así que ¿qué motivo había para dispararle a quemarropa por la espalda?
FUE ASESINATO A SANGRE FRÍA.
Todos los días ocurren asesinatos policiales bajo este sistema capitalista. Pero en general quedan impunes porque el sistema tiene que proteger a sus agentes del orden. Sin embargo, en este caso a causa de al menos media docena de grabaciones de video, una rebelión, oposición y protesta continua e interés generalizado, mucha gente considera que seguramente se va a acusar a Mehserle y condenarlo de homicidio. Pero la gente tiene que preguntarse a sí misma: ¿Desde cuándo haya bastado la evidencia más clara que el agua de un asesinato policial a sangre fría para impedir que este sistema dejara impunes y libres a los policías asesinos?
¿Recuerda el juicio de los oficiales que golpearon a Rodney King? Sin duda el abogado de Mehserle está estudiando detenidamente cómo se obtuvo ese veredicto de “no culpable”. Sin duda la rebelión popular prendida por ese veredicto de “no culpable” acosa a aquellos que están viendo la manera de darle su mayor apoyo a los oficiales asesinos, y de evitar que la situación orille a muchas personas de distintos sectores sociales hacia la furia amarga y la oposición.
Hay mucho en juego en este caso, y en la coyuntura particular de esta audiencia. La defensa está aprovechando esta audiencia para crear opinión pública a favor de Mehserle. Quiere poner los cimientos legales y crear el apoyo político para que el juez deje impune a Mehserle. En esta audiencia el juez puede decidirse a anular el caso, o puede reducir considerablemente los cargos contra Mehserle, lo que también sería indignante.
En esta situación, es sumamente importante la lucha política de la gente por exigir justicia para Oscar Grant, y esta lucha puede importar muchísimo.
La audiencia continúa el martes 26 de mayo cuando el abogado de Johannes Mehserle llamará a más testigos. Se planea otra protesta fuera del tribunal esa mañana. Si usted puede, TIENE QUE ESTAR PRESENTE.
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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AFGHANISTÁN:
Obama está enviando a 21.000 tropas más a Afganistán para unirse con la actual fuerza norteamericana de 38.000. ¿Qué significa esta creciente ocupación yanqui para el pueblo de Afganistán?
Vimos un ejemplo descarnado cuando un ataque aéreo yanqui mató a más de 140 personas en la provincia occidental de Farah el 4 de mayo de 2009.
Según el New York Times: “Las bombas eran tan poderosas que hicieron trizas a la gente. Los sobrevivientes dijeron que solo encontraron de cuerpos. Varios aldeanos dijeron que no podían reconocer todos los muertos y nunca encontraron a algunos parientes” (“Afghan Villagers Describe Chaos of U.S. Strikes” [Aldeanos afganis describen el caos de ataques estadounidenses], 14 mayo 2009).
Funcionarios de Estados Unidos afirman que el ataque aéreo se dirigió a los combatientes del Talibán. Pero los aldeanos dijeron que ya había terminado el combate entre Estados Unidos y el Talibán y que éste se había ido antes de que comenzara el ataque aéreo. Las familias cenaban cuando cayeron las bombas.
Luego los aldeanos les dijeron a las autoridades afganis que intentaron llevar a la gente en busca de un lugar seguro después de que comenzó el combate. Los niños, las mujeres y los hombres mayores se congregaron en vecindades amuralladas en la aldea de Gerani, a 5 km del combate. Las bombas yanquis mataron a la mayoría de la gente en estas edificaciones.
Protestas masivas en contra del bombardeo han tenido lugar en Afganistán. Incluso Hamid Karzai, el presidente afgani, títere de Estados Unidos, tuvo que pedir que estos ataques aéreos yanquis se terminaran. Como respuesta, el general James Jones, asesor de Seguridad Nacional de Obama, destacó que Estados Unidos no iba a prohibir los ataques aéreos y dificultar las labores de sus fuerzas en Afganistán, diciendo: “No podemos luchar con las manos atadas”.
Esta matanza es la más grande desde que Estados Unidos invadió y ocupó al país en 2001. Pero no es la primera vez que los ataques aéreos yanquis cometen masacres en masa de civiles inocentes desde el cielo.
De hecho, esta clase de ataque aéreo contra civiles ha sido un rasgo importante de la guerra yanqui en Afganistán.
Este agosto pasado, la aldea de Azizabad en la provincia de Herat sufrió un ataque aéreo yanqui. De inmediato Estados Unidos intentó ocultar y justificar ese crimen de guerra.
En octubre, el Departamento de Defensa de Estados Unidos publicó “The Callan Report” [El Informe Callan], un resumen del informe de una investigación oficial sobre el bombardeo de Azizabad.
Las Naciones Unidas, el gobierno de Afganistán y la Comisión Independiente Afgani de Derechos Humanos habían investigado el incidente y todos habían concluido que resultaron muertos de 78 a 92 civiles en Azizabad, la mayoría de ellos mujeres y niños. Pero Estados Unidos rechazó las tres investigaciones, afirmando que resultaron muertos no más que cinco a siete civiles y 30-35 combatientes del Talibán. El Informe Callan dijo que resultaron muertos solamente 33 civiles en el bombardeo.
Human Rights Watch (HRW) investigó más sobre el bombardeo y criticó severamente el Informe Callan. Dijo que el informe exoneró a las fuerzas estadounidenses que cometieron el ataque, aunque no dio ningún motivo para tal conclusión. Además, criticó el hecho de que el informe dio a entender, de nuevo sin ninguna evidencia, que las fuerzas del Talibán habían usado adrede a los civiles como “escudos” (vea “US Investigation of Airstrike Deaths ‘Deeply Flawed’” [“Profundamente errada”: investigación de muertos de ataque aéreo], HRW, 15 enero 2009).
En enero de 2009, Brad Adams, director de HRW Asia, dijo: “A no ser que la nueva administración de Obama trate de manera urgente la práctica de ataques aéreos por el ejército estadounidense en Afganistán, el resultado será más civiles muertos y heridos innecesarios”.
Ahora, una semana después de “los primeros 100 días” de Obama como comandante en jefe del imperialismo yanqui, ocurrió la masacre más grande de civiles en Afganistán.
El Informe Callan argumentó que el ataque yanqui en Azizabad fue “necesario” y “proporcional”, en otras palabras, que tal “daño colateral” de muertos de civiles es inevitable en la persecución del Talibán.
Veamos un ejemplo de lo que Estados Unidos argumenta que es una proporción necesaria y aceptable de civiles muertos:
En julio de 2008 una procesión nupcial estaba en camino hasta la aldea del novio en la provincia oriental de Nangarhar. De repente un avión yanqui sobrevoló a ras de suelo la quebrada. El periódico británico de gran circulación, The Guardian, describió lo que siguió:
“La primera bomba cayó sobre un gran grupo de niños que corrían delante de la procesión. Mató al instante a la mayoría de ellos. Unos minutos después, el avión volvió y lanzó otra bomba, justo sobre el centro del grupo. Esta vez las víctimas fueron casi todas mujeres. De algún modo la novia y dos muchachas sobrevivieron, pero mientras bajaban la ladera con dificultad huyendo desesperadamente del avión, una tercera bomba les alcanzó. Hajj Khan fue uno de cuatro hombres mayores que escoltaban la procesión nupcial ese día. ‘Estábamos caminando, yo tenía a mi nieto de la mano, entonces hubo un ruido fuerte y todo se volvió blanco. Cuando abrí los ojos, todo el mundo estaba gritando. Estaba tirado a unos metros de donde antes estaba, todavía tenía la mano de mi nieto pero era lo único que quedó de él. Miré a mí alrededor y vi pedazos de cuerpos por todos lados. No podía distinguir a quién pertenecía cuál pedazo” (vea “Afghanistan: impact of civilians killed by U.S./U.K.” [Afganistán: impacto de civiles muertos a manos de EE.UU./R.U.], The Guardian, 17 diciembre 2008).
Al igual a la masacre del 4 de mayo de 2009, los parientes dijeron que era imposible identificar los restos de sus seres queridos ya que se habían hecho añicos los cuerpos. Enterraron en 28 tumbas a 47 víctimas.
Esta fue la tercera fiesta de bodas en Afganistán atacada desde el aire por Estados Unidos en 2008. Sólo un mes antes, bombas yanquis cayeron en una fiesta de bodas cerca de Kandahar, dejando a 27 personas muertas.
Un artículo del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (SNUMQG) sobre la masacre yanqui de julio de 2008 señaló que de hecho los ataques aéreos a las fiestas de bodas han sido típicos en la ocupación yanqui, puesto que los imperialistas estadounidenses consideran intrínsecamente hostil cualquier reunión grande de afganis. El SNUMQG también explica que el Talibán y sus aliados, todos reaccionarios, “también han matado a muchos civiles, sin dudar desde un primer momento en asesinar y últimamente han matado a muchos civiles adoptando la táctica de atentados suicidas con bombas, su propia versión de la ‘muerte desde el cielo’ terrorista e indiscriminada de Estados Unidos” (“Afganistán: Protestas en contra de los bombardeos y desalojos estadounidenses”, 14 julio 2008, en Revolución #138).
Así que ¿qué es la “proporcionalidad necesaria” de muertos civiles para el imperialismo yanqui?
El Proyecto en Memoria de las Víctimas Afganis informó en mayo que desde que el presidente Barack Obama tomó posesión el 21 de enero, las fuerzas ocupantes dirigidas por Estados Unidos en Afganistán han matado aproximadamente a 160 civiles. Entre estos muertos civiles, 56 eran niños y 15 mujeres, más de 40 eran hombres y en cuanto a más o menos otras 40 víctimas, no se sabe ni la edad ni el género.
Un informe de 2008 de Human Right Watch, titulado “Soldados en contacto: ataques aéreos y civiles muertos en Afganistán”, dice: “Se pueden procesar por crímenes de guerra en los tribunales nacionales o internacionales a los individuos que cometan violaciones graves de la ley humanitaria internacional con propósitos o intenciones criminales”.
Además, agrega que se prohíben los ataques que violen el principio de la proporcionalidad “cuando sea de prever que causarán incidentalmente muertos y heridos entre la población civil, o daños a bienes de carácter civil, o ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista” (Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales [Protocolo I] de junio de 1977, 1125, U.N.T.S. 3, que entró en vigor el 7 de diciembre de 1978).
En otras palabras, el derecho internacional ha establecido que al atacar un blanco militar, es un crimen de guerra causar muertes y heridas excesivas a civiles.
El periódico británico The Independent (“‘120 die’ as US bombs village” [‘120 mueren’ cuando EE.UU. bombardea aldea], 7 mayo 2009) informó:
Esta clase de asesina “proporcionalidad” de muertos civiles también es evidente al otro lado de la frontera en Pakistán, que el régimen de Obama trata como parte de un escenario regional más amplio de guerra:
Desde 2006 han ocurrido 60 ataques del Predador (avión no tripulado). Las autoridades de Pakistán informan que estos ataques mataron a 701 personas, entre ellos 687 civiles. Al menos 152 personas han muerto en estos ataques en los primeros 99 días de 2009 y sólo dos de ellos tienen que ver con Al Qaeda.
Según David Kilcullen, asesor de contrainsurgencia del general David Petraeus de 2006 a 2009: “Los informes de prensa dan a entender que durante los últimos tres años los ataques de aviones no tripulados han matado a unos 14 líderes terroristas. Pero, según las fuentes paquistaníes, también han matado a unos 700 civiles. O sea, 50 civiles por cada militante muerto, un índice de bajas de 2 por ciento — no precisamente ataques de ‘precisión’”.
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¿Qué nos enseña todo esto sobre la naturaleza de la invasión y la ocupación yanqui de Afganistán? ¿Qué implicará esto para las masas afganis cuando el gobierno yanqui envíe a Afganistán a aún más tropas?
La invasión y ocupación yanqui de Afganistán NUNCA ha tenido nada que ver con la “liberación de Afganistán”. Ni tampoco con la captura de Osama bin Laden en respuesta a los ataques del 11 de septiembre. Su objeto ha sido reemplazar el régimen del Talibán con otro más obediente a los intereses de Estados Unidos, entre ellos la derrota del fundamentalismo islámico y el control estratégico de este país y esta región de fuerte importancia geoestratégica. Las tropas yanquis en Afganistán son un brutal ejército de ocupación que se apoya en el terror para defender y extender los intereses del imperialismo estadounidense. Las matanzas en masa desde el cielo cometidas por Estados Unidos en Afganistán son horrorosos crímenes de lesa humanidad.
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Revolución #166, 31 de mayo de 2009
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Carta de un lector
Recibimos la siguiente carta en español.
La tarde del 7 de febrero de 2009 lectores del periódico Revolución, voz del Partido Comunista Revolucionario, nos reunimos a las afueras del Million Dollar Theater para promover el periódico, ya que ese día se presentó la agrupación musical de Venezuela, Los Guaraguao. Dicha agrupación es conocida internacionalmente desde 1973 por sus controversiales letras, letras que manifiestan las injusticias y el sufrimiento en el campo y la ciudad que aún vive el pueblo latinoamericano; entre sus canciones la más popular es: “Casas de cartón”, en la cual describen claramente las condiciones de extrema pobreza que nuestros hermanos latinos oprimidos han sido forzados a vivir.
Es por ello que nos pareció una magnífica oportunidad asistir a dicha actividad, para entrar en contacto con personas de distintas regiones latinoamericanas que a través de estas expresiones musicales se solidarizan con el descontento social consecuente de un sistema mundial basado en la opresión y acumulación de capital para unos cuantos, sistema que ha corrompido todos los rincones de nuestro planeta.
Al llegar a las 5:30 pm ya se podía sentir en el ambiente la presencia vibrante de nuestro grupo revolucionario, en las filas para comprar boletos y de ingreso al lugar, también una mesa frente del teatro reforzada con el periódico Revolución, la Constitución del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, volantes de la marcha del Día Internacional de la Mujer en apoyo a las mujeres de Irán y Afganistán contra la opresión odia-mujer de la Republica Islámica de Irán y el imperio estadounidense, y los volantes que denuncian la constante brutalidad policial, que en su caso más reciente desató rebelión y resistencia en Oakland por el ASESINATO de Oscar Grant a manos de la policía.
Las voces de nuestros compañeros se hicieron escuchar entre la multitud con las frases: “Necesitamos la revolución”, “Tenemos la dirección política y el líder para la revolución”, “Obama no es la solución ni la esperanza para un mundo mejor”; causamos conmoción en las personas que en su mayoría nos recibieron con aceptación e interés, ya que muchos están conscientes de nuestra realidad, al mismo tiempo con asombro ya que muchos desconocían la existencia del Partido; también nos encontramos con muchos lectores simpatizantes del periódico que aprecian la función que desempeña. Al interactuar con las personas nos expresaron cuestionamientos y expresiones como: “¿Son influenciados por Carlos Marx?”, “¿Será el mismo socialismo que existió en Rusia y China?”, “La revolución es parte del pasado que ya vivimos”, “¿Quién es el presidente del partido?”.
Como respuesta a estas inquietudes se les hizo ver que se cuenta con la dirección de un partido comunista en esencia que tiene el liderazgo del Presidente Bob Avakian, que ha creado un aporte significativo al comunismo, basado en profundos estudios y análisis de los aportes de Carlos Marx y de los grandes avances y errores de lo que fueron las revoluciones en Rusia y China; consecuente a lo anterior dio vida a una nueva visión y una síntesis de cómo hacer la URGENTE REVOLUCIÓN en nuestros tiempos y en un país como Estados Unidos, además esta nueva visión creará una base para un movimiento revolucionario internacional.
En lo personal permítanme comentarles que soy un ser humano proveniente de un país de los que el imperio llama el tercer mundo, en los años que tengo de vida he sido víctima y testigo de las distintas injusticias consecuentes de vivir y aceptar este sistema que únicamente beneficia a esa clase social explotadora; a cualquier punto cardinal del planeta a donde emigre siempre será lo mismo, de este sistema no se puede huir. Pero he logrado comprender que para que los seres humanos vivamos dignamente hay que eliminar el problema desde la raíz y el problema es el SISTEMA. YA estoy cansado de ahogarme en sueños limitados por este maldito sistema, estoy harto de vivir OPRIMIDO.
Ya hace tiempo que leo el periódico Revolución y asisto a las reuniones emancipadoras que organiza Libros Revolución. De forma consciente y voluntaria decidí salir a las calles en compañía de otros lectores en apoyo al partido para promover el periódico, ya que es una herramienta revolucionaria muy importante para la emancipación humana y claro expandir los horizontes de este movimiento de liberación humana, y así contribuir al aceleramiento de la REVOLUCIÓN que tanto necesitamos. Tú que también eres lector del periódico Revolución te exhorto a que contribuyas con nuestro partido, el partido del pueblo, todas las maneras de apoyo son muy importantes y fortalecedoras para nuestra liberación y la de nuestras hermanas y hermanos alrededor del mundo.