PCI (mlm) sobre la muerte de Amir Hassanpour:
“Una declaración sobre la pasión de un rebelde”

10 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

1º de agosto de 2017. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. La siguiente declaración del Comité Central del Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta) se publicó el 22 de julio de 2017.

Perder a alguien como Amir es muy duro. Especialmente en un mundo que a cada segundo inflige insoportable miseria a la mayoría de los seres humanos.

Al pensar en Amir, se escucha su cálida voz diciendo: ¿Cómo no angustiarse por lo que le hacen al pueblo de todo el mundo? ¿Cómo no estar indignado por la innecesaria e insensata privación de las necesidades más básicas para la vida humana que sufren miles de millones? ¿Cómo no enfurecerse por las continuas guerras imperiales, la horrenda expansión de la intolerancia religiosa y las relaciones esclavistas-patriarcales entre las personas, y lo peor, el ascenso al poder de fascistas cristianos —y no preguntar por qué? ¿Cuál es la causa raíz de todo esto y cuál es la verdadera solución?

Amir tenía un gran amor por la humanidad y un ardiente anhelo de un mundo mejor.

En sus inicios fue un joven nacionalista que se afligía por la explotación feudal del campesinado, la opresión nacional de los kurdos y las relaciones patriarcales que les exprimían la vida a las mujeres. Luego descubrió la teoría comunista, que aclaraba las causas raíces de esta situación y demostraba que hay un verdadero potencial en la sociedad humana de ir más allá de esta cruel forma de vida, de esta obsoleta organización social jerárquica, y abrir paso a una nueva época para la sociedad comunista.

Amir tenía muchas cariñosas cualidades como individuo. Pero él representaba mucho más que eso. Fue parte de la generación de los años 1960. Los revolucionarios de esa generación tuvieron grandes sueños y acciones, luchaban por emancipar a la humanidad de las divisiones de clases, la explotación, la opresión y las viejas ideas que corresponden a estas relaciones y divisiones.

Los que están en el poder los llamaron la “generación perdida” porque una porción muy grande de estos estudiantes e intelectuales que habían sido formados para convertirse en engranajes de su sistema habían elegido a cambio utilizar sus habilidades al servicio de los oprimidos y del derrocamiento revolucionario del capitalismo. En las entrañas mismas de la bestia, trabajaron por la derrota de Estados Unidos y sus aliados en la guerra de Vietnam; denunciaron la naturaleza reaccionaria-imperialista del estado de Israel y defendieron el derecho de los palestinos a Palestina; llegaron a ser la voz de la rebelión de los esclavos africanos en Estados Unidos; y transformaron las universidades en centros de verdad científica contra el oscurantismo religioso y no religioso. En las meras entrañas mismas del capitalismo se atrevieron a llamar a la gente a ver la necesidad, posibilidad y deseabilidad de construir una sociedad comunista sobre las cenizas del despiadado y destructivo capitalismo.

Para quienes se forman como intelectuales hay siempre una contradicción fundamental a resolver: ¿Qué hacer con la posición privilegiada que el capitalismo les ha dado? ¿Para quiénes y para qué van a utilizar sus habilidades y destrezas intelectuales y sus conocimientos, de los que normalmente se ha privado a los oprimidos y explotados y que necesitan para romper sus cadenas? ¿Van a utilizar sus habilidades de su formación como intelectuales para forjar un nicho en este sistema y en últimas justificar y validar el orden existente, o van a utilizarlas al servicio de abrir brechas para el derrocamiento del sistema y para transformar radicalmente el mundo en favor de los intereses de la humanidad y del planeta? En otras palabras: ¿De qué lado están? Este es el punto de partida para un intelectual rebelde. Pero, mantenerse en este camino requerirá necesariamente otras, más profundas rupturas.

Mantenernos rebeldes y seguir en el camino revolucionario no era fácil y sencillo, ya que enfrentamos algunas importantes derrotas aplastantes. Se perdió la China revolucionaria, y la primera ola de la revolución comunista que empezó con la fugaz Comuna de Paris de 1871 llegó a su fin. Dentro de este marco, una gran oportunidad revolucionaria en Irán se convirtió en una amarga contrarrevolución que extendió sus nubes de tinieblas por todo el Medio Oriente.

Luego de estas derrotas, muchos comunistas revolucionarios se desmoralizaron, y el sistema pudo “reciclar” a algunos de ellos. Los que están en el poder lograron hacerlo con brutales mecanismos de terror y represión, y también con mecanismos “blandos”. Por ejemplo, hicieron esfuerzos e inversiones increíbles para distorsionar y sepultar la verdadera historia del comunismo. El pensamiento relativista, instrumentalista y positivista llegaron a predominar se en la academia y de hecho se institucionalizaron como la concepción del mundo normal y aceptable en el ámbito académico.

Todos nosotros, incluyendo Amir, bregamos con el reto de no rendirnos frente a esta masiva campaña reaccionaria.

Nos costó trabajo responder al reto de por qué fuimos derrotados. Los comunistas revolucionarios tuvieron que conseguir claridad en su manera de pensar. Para lograrlo, tenían que examinar críticamente la historia y sacar lecciones. Se hicieron grandes balances para entender los logros y errores en la teoría y la práctica de la primera ola de la revolución comunista. Este proceso llevó finalmente a un salto radical en nuestra comprensión, a una revolución en la manera de pensar, a una nueva síntesis del comunismo, y la persona que desarrolló este proceso fue Bob Avakian, a quien nuestro partido ha caracterizado como el más grande revolucionario de nuestros tiempos.

Amir siguió muy de cerca y participó en este proceso. Algunos que piensan que la adhesión de Amir a la nueva síntesis fuera una simple expresión de apego nostálgico a su pasado comunista revolucionario. ¡Qué lejos de la realidad está eso! De hecho, fue resultado de su apasionado apego a la meta de transformar radicalmente el mundo y de su inmarcesible orientación científica de buscar y reconocer la verdad. Al emitir juicios, evitaba conscientemente el instrumentalismo. No medía las consecuencias personales de manifestar verdades difíciles e impopulares. Consideraba que la verdad es verdad y los disparates son disparates, y hay que atreverse a hacer esta distinción.

Como escribiera en el prólogo a la edición en kurdo del libro La verdadera historia del comunismo:

No podemos alcanzar un futuro comunista apoyándonos en el anterior comunismo, y sin el comunismo nuevo no se puede entender correctamente el pasado ni construir el futuro. Hacer una síntesis comunista del anterior comunismo y desarrollar el comunismo nuevo fue la colosal obra emprendida por Bob Avakian en el proceso de desarrollar enormes luchas teóricas, políticas e ideológicas durante las últimas tres décadas. Y logró hacerlo. Si los comunistas quieren ser una vanguardia del futuro y no un residuo del pasado, deben adoptar la nueva síntesis del comunismo y explorarla seriamente y ver el verdadero lugar que le corresponde en la historia y en el mundo hoy.

Extrañaremos muchísimo a Amir. La voz de este querido camarada siempre resonará en nosotros:

Sí, estoy a favor de las grandes narrativas… quisiera que fueran incluso más grandes… no nos interesa que un ser humano esté por encima de otro… Queremos este tipo de mundo y este tipo de relaciones y este tipo de ‘gran narrativa’. La ciencia nos lo permite, y sobre la base de esta verdad científica tenemos que tener por objetivo dar saltos y alcanzar este horizonte que la humanidad ha podido explorar.

En homenaje a Amir, permítannos finalizar de la siguiente manera:

Amigos de los tiempos de antaño: ¡nunca es tarde para convertirse otra vez en rebelde revolucionario! Siempre se pueden tomar audaces e inspiradoras decisiones.

Y queridos amigos más jóvenes: el mundo clama por la necesidad de una revolución comunista. Sin comunistas revolucionarios nunca habrá ninguna revolución comunista. Ya es hora de decidir y escalar las alturas de nuevo. Al navegar sobre las nuevas olas del comunismo, estará con nosotros la triunfal sonrisa de Amir.

 

El 17 de marzo de 2017, el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (SNUMQG) anunció su transformación en una herramienta más completa para la revolución basada en la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Lea el editorial del SNUMQG aquí: “Editorial: Introducción a un SNUMQG transformado”.

 

 

 

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