Mientras el Talibán se apodera de Afganistán y Estados Unidos se ve expulsado y derrotado…
¿EN QUÉ QUEDAN LOS INTERESES DE LA HUMANIDAD?

20 de agosto de 2021 | revcom.us

 

Como escribimos la semana pasada, hace casi 20 años, los fundamentalistas islámicos fanáticos de Al Qaeda secuestraron varios aviones y estrellaron dos de ellos contra las torres gemelas del Centro de Comercio Mundial, un enorme complejo de oficinas en Nueva York. El centro fue destruido y casi 3.000 personas murieron. También atacaron al Pentágono, sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Estados Unidos, bajo el presidente republicano George W. Bush, respondió declarándole la guerra al gobierno de Afganistán, que había permitido que Al Qaeda permaneciera en su país. El gobierno de Afganistán estaba encabezado por un grupo fundamentalista islámico fanático y represivo, el Talibán.

La invasión estadounidense a Afganistán cobró la vida de decenas de miles de afganos, así como de varios miles de invasores estadounidenses y europeos. Si bien esta misión estuvo revestida de toda suerte de frases melosas sobre “difundir la democracia” y “liberar a las mujeres”, en esencia se trataba de dos cosas:

Primero, transmitir el mensaje al estilo mafioso a todas las demás fuerzas del mundo de que si se atrevieran a atacar a Estados Unidos o incluso si permitieran que se emprendiera un ataque desde su suelo, serían destruidos con una venganza cien veces peor; y

Dos, tratar de extender de manera radical y violenta el poder de Estados Unidos de una manera mucho más amplia y profunda en el Medio Oriente y Asia central y, más allá de eso, el mundo. El poder que existe para defender un imperio mundial de explotación, terrible opresión y saqueo destructivo del medio ambiente.

En Afganistán, esos “grandes designios” del imperio estadounidense fueron finalmente derrotados. Cuando el opresor número uno del mundo sufre una derrota, eso es algo positivo para la humanidad.

Esta derrota se da en un momento de gran conflicto en la clase dominante estadounidense, sin precedentes desde la Guerra Civil. Si bien nadie puede decir cómo se desarrollará ningún suceso en particular, es muy posible que esto agrave el conflicto al interior de la clase dominante en su conjunto y en sus instituciones claves del orden (fuerzas armadas, CIA, etc.). Estas obras recientes de Bob Avakian exploran estos conflictos a fondo —Un año nuevo, la necesidad urgente de un mundo radicalmente nuevo — Para la emancipación de toda la humanidad y ESTE ES UN MOMENTO POCO COMÚN EN QUE LA REVOLUCIÓN SE VUELVE POSIBLE POR QUÉ ES ASÍ, Y CÓMO APROVECHAR ESTA OPORTUNIDAD POCO COMÚN— y conllevan la posibilidad de que maduren en una situación revolucionaria.

Por todas estas razones hay que aplaudir esta derrota.

Esto no significa que las cosas se volverán automáticamente más fáciles para la revolución. A corto plazo, la administración de Biden quizá intente contraatacar con más fuerza en otros lugares o de otras formas para reafirmar la dominación de Estados Unidos. Los fascistas perseguirán su propia estrategia, ya sea presionando o atacando a Biden o las dos cosas. Ambos bandos fomentarán el veneno del patriotismo, a la vez que luchan sobre el contenido de lo que debería ser. La pregunta que pende es si aquellos que ven la necesidad de un cambio revolucionario y trabajan por él aprehenden esta oportunidad, cuando la gente está pensando en grandes cosas, para librar una lucha feroz y ganar a la gente para que vea lo que realmente está impulsando las cosas aquí y lo que está en juego, y a ponerse del lado de la gente del mundo y NO de uno u otro grupo de sus propios gobernantes.

Mediante todo esto, hay que luchar con la gente para que vea que:

Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino.

— Lo BAsico 3:8

Los artículos de este número dan una idea viva de eso.

Si bien la derrota de Estados Unidos es positiva, la victoria del Talibán no lo es. El Talibán en el poder implicará más sufrimiento por encima de más sufrimiento, en formas muy bárbaras y horribles, con su punta de lanza más afilada apuntada brutalmente contra las mujeres. El fundamentalismo islámico NO representa una alternativa liberadora.

La semana pasada citamos la siguiente cita fundamental de Bob Avakian:

Lo que vemos en contienda, con la yihad por un lado y McMundo/McCruzada [imperialismo global crecientemente globalizado] por el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos polos “anticuados”, acabará fortaleciendo a los dos.

Esta es una formulación muy importante y crucial para entender las dinámicas que impulsan el mundo en este período, pero tenemos que tener en claro cuál de “los dos sectores históricamente anticuados” ha causado más daño y representa la mayor amenaza a la humanidad: los “sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista”, y en particular los imperialistas estadounidenses.

— Lo BAsico 1:28

La gente no puede darse el lujo de verse jalada entre los polos de respaldar a una u otra de estas fuerzas reaccionarias. Es necesario que forjemos otro camino, una alternativa revolucionaria.

Ese camino existe. Es el camino de la revolución y una sociedad socialista en camino hacia un mundo comunista sin la opresión de las naciones del mundo explotadas y dominadas por los imperialistas como Estados Unidos, o de las mujeres por los hombres... un mundo sin guerras, sin fronteras o ni siquiera países... una comunidad mundial de personas, liberada de las cadenas de la ignorancia y la asfixia, que trabajen en colectivo para el bien común.

La visión encarnada en esta revolución y la estrategia para hacer esa revolución no solo ha sido desarrollada por Bob Avakian, sino que en sentidos importantes éste ha desarrollado una nueva concepción y la ha puesto sobre una base más científica y más firme. Como BA mismo ha dicho sobre el nuevo comunismo:

Urge que se asuma esta nueva síntesis, de manera amplia, en esta sociedad y en el mundo en su conjunto: dondequiera que la gente venga cuestionando por qué las cosas son como son y si es posible un mundo distinto; dondequiera que la gente hable de la “revolución” pero en realidad no entiende qué quiere decir una revolución, no tenga ningún enfoque científico para analizar y lidiar con lo que enfrenta y lo que hay que hacer; dondequiera que la gente se levante en rebeliones pero esté cercada, decepcionada y a la merced de los opresores asesinos, o que sea mal dirigida por caminos que solo refuercen, a menudo con una brutalidad bárbara, las cadenas esclavizantes de la tradición; dondequiera que la gente necesite una salida de sus condiciones desesperadas, pero no ve la fuente de su sufrimiento y el camino hacia adelante para salir de las tinieblas.

El mundo clama por esta alternativa. Nos corresponde a nosotros llevarla a la gente, luchar por ella y apoyar políticamente a todos aquellos en todas partes que responden a este llamamiento, en momentos que conllevan el potencial de un avance liberador grande o de un revés devastador y quizás existencial.

La gente huye de Afganistán. Captura de pantalla.