El cierre del gobierno: ¿Una “rendición” trumpista? ¡O la lógica del GENOCIDIO!
| Periódico Revolución | revcom.us
Los Estados Unidos de América tal como está constituido en la actualidad, o sus fronteras actuales, no tiene nada de sagrado para nosotros. Todo lo contrario.
Bob Avakian, Lo BAsico 3:20
Se ha terminado temporalmente el cierre del gobierno, que irrumpió en torno al muro fronterizo propuesto por Trump. Los demócratas y los republicanos están negociando, y Trump está listo para dar el importante discurso sobre el “estado de la unión” la semana entrante, con un nuevo plazo para un acuerdo presupuestario a mediados de febrero.
Se está propagando mucha hipérbole de que es una gran rendición el hecho de que Trump se haya visto obligado a poner fin al cierre del gobierno e ir a las negociaciones. De hecho, aunque la táctica particular de Trump no funcionó en el sentido inmediato (pues, él todavía no ha obtenido la financiación), de hecho, toda la agenda fascista sobre los inmigrantes avanzó.
En primer lugar, hay que tener claridad: estas negociaciones son una lucha en el interior de la clase dominante, por lo cruel que debe ser la represión de los inmigrantes, la mejor manera de llevar a cabo esta represión y dónde “se ajustará” a las nuevas “normas sociales y políticas” que ahora están luchando por finiquitar y resolver. Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes y demócrata de más alto rango, ya ha estado cediendo terreno. Ella ha venido incrementando cada vez más las propuestas de gasto de los demócratas para la “seguridad fronteriza” (traducción: la militarización de la frontera) para igualar a las propuestas de Trump. En lugar de hacer mucha bulla sobre lo “inmoral” que sería el muro, ella cambió de centrar sus objeciones en exigir más medidas “basadas en la evidencia” a llevar a cabo esta represión1.
Vía esta lucha, Trump ha redoblado su retórica fascista y ha continuado sus amenazas de usar el poder ejecutivo para circunvenir la aprobación del Congreso para construir el muro, incluidas amenazas con declarar una emergencia nacional, cuyas implicaciones y consecuencias podrían ir más allá de la cuestión de la inmigración. Es algo alucinante decir que esto es una “rendición,” tal como lo han hecho muchos demócratas y sus voceros de los medios de comunicación.
¿POR QUÉ siquiera está pasando esto? Un sistema que chupa sangre en todo el mundo
Al oponerse al cierre del gobierno, los demócratas desviaron la atención de la gente de los refugiados que ahora sufren terriblemente en la frontera entre México y Estados Unidos, y de los millones de inmigrantes en Estados Unidos que ahora están detenidos o que tienen que vivir con el temor de ser deportados de manera inminente en un ambiente cada vez más hostil donde su humanidad está constantemente cuestionada. Lo entrenan a uno para pensar únicamente en el sufrimiento de los ciudadanos estadounidenses (de los empleados federales y de los contratistas independientes que se quedaron sin medios para ganarse la vida, de los que se encuentran en condiciones desesperadas, de los que padecen hambre o están enfermos, quienes ahora se enfrentan a más penurias debido al cierre). Este sufrimiento es real y criminal, y hay que oponérsele. Pero los demócratas hicieron un espectáculo de hacer esto a fin de desviar la atención de la gente de los crímenes que este sistema está cometiendo contra los inmigrantes. Al hacer esto, están entrenando a uno para pensar que la vida de los estadounidenses es más importante que la vida de las personas de otros países.
Mientras tanto, nadie se atreve a preguntar POR QUÉ la gente viene a Estados Unidos desde todo el mundo, por temor a que se pongan al descubierto las manos sangrientas del imperialismo estadounidense como una fuerza impulsora en todo esto. Nadie se atreve a preguntar cuál es la solución a un mundo en el que las personas, impulsadas por el funcionamiento del imperialismo, se arriesguen la vida y sufran tremendas penurias, a fin de escapar de sus situaciones.
Estados Unidos se encuentra en la cima de un sistema del imperialismo. Este sistema ha causado que 65 millones de personas huyan de sus países de origen debido a las formas en que el imperialismo ha hecho que sea imposible de vivir en sus sociedades, ya sea por el saqueo y los trastornos económicos, las guerras por el imperio y la aceleración de la catástrofe ecológica. Estados Unidos ha llevado a cabo un golpe de estado tras otro, ha respaldado a dictadores brutales, ha desgarrado el tejido social en un país tras otro y ha utilizado su poderío económico y militar para intimidar, matar y condenar a muerte a sectores enteros de la humanidad, todo ello como parte de obtener sus riquezas y mantener su posición en la cima de este sistema imperialista despiadado. Al mismo tiempo, su sistema tiene una sed de mano de obra migrante y, al mismo tiempo, el creciente número de migrantes de las naciones oprimidas tiene el potencial de socavar la “identidad” cristiana blanca esencial de Estados Unidos y todo el sentimiento de superioridad blanca que ha articulado la nacionalidad blanca dominante desde antes de la fundación.
En resumen: no tienen respuestas reales al caos y el sufrimiento que han desatado, aparte de más y aún peor sufrimiento.
Las opciones según lo dictado por este sistema: “Construir el muro y el crimen caerá” contra aviones no tripulados y sensores
Una respuesta a la intensificación de la crisis de refugiados es lo que representan Trump y toda la marea fascista que estamos presenciando en todo el mundo. Desde el inicio de su campaña para “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”, Trump ha lanzado un ataque integral contra los inmigrantes, convirtiendo esta cuestión en un eje y un ariete para impulsar el programa fascista en general. Han hecho avances concretos en sus ataques a los inmigrantes (mediante políticas como la “prohibición a los musulmanes” y el fin del TPS2) y están azuzando a una base fascista que ve en la “morenización” de Estados Unidos una amenaza existencial a la existencia de Estados Unidos y su capacidad de mantener su posición en la cima. El muro fronterizo racista se ha convertido en una forma concreta de imponer este asalto represivo y en un símbolo del programa genocida que pretenden hacer avanzar.
Por otro lado, tenemos a los demócratas que también promueven la aplicación de la seguridad fronteriza mediante aviones no tripulados y sensores de alta tecnología. Los demócratas se unen con los fascistas para mantener fuera a muchos inmigrantes y, en general, para mantener una atmósfera represiva, especialmente entre aquellos que realizan trabajos mal pagados, pero quieren hacerlo fuera del radar, ya que promueven un multiculturalismo multilateral: quieren aceptar a los inmigrantes “respetables” (también conocidos como aquellos a los que este sistema puede explotar de manera rentable) o que pueden “contribuir” como técnicos, gerentes, científicos, profesionales y capitalistas. También quieren mantener la apariencia de “iluminación” que han proyectado en todo el mundo. Tienen un historial tan sangriento de asaltos draconianos a los migrantes: basta con examinar las medidas aprobadas por Clinton y el Deportador-En-Jefe, Obama (lea el reciente artículo de revcom.us “Cómo el Partido Demócrata ha perseguido y deportado a millones, y matado a miles, con su política migratoria ‘moral’”), pero quieren hacer que uno piense que ellos se preocupan por la humanidad de los migrantes y los oprimidos, traficando con la mentira de que piensan que el muro es inmoral a fin de canalizar la indignación de la gente hacia las soluciones sin salida que ofrece el mismo sistema que nos metió en este lío.
Un asalto a los migrantes con una lógica genocida
Los demócratas han hecho que la gente celebre un supuesto contratiempo para Trump. A un nivel, es cierto que el régimen de Trump no pudo abrirse paso inmediatamente a su gusto con el cierre. Pero estos demócratas con su hipérbole sobre la celebración quieren que uno se olvide de que Trump aún puede declarar un estado de emergencia, presionar para otro cierre o determinar otras formas de tomar la ofensiva.
A un nivel más profundo, Trump de hecho hizo avanzar la agenda fascista de dos maneras importantes y destructivas. Primero, como lo muestra el recuadro acompañante, los ataques a los migrantes de hecho se han intensificado durante este período. Segundo, y de aún más importancia, los términos del debate se viraron aún más en la dirección de los fascistas. Las cosas han pasado rápidamente de “el muro es inmoral” a discutir si es la forma más efectiva, “basada en la evidencia”, para reprimir a las personas a las cuales el propio Estados Unidos ha relegado a situaciones desesperadas y ha expulsado de sus países de origen.
El aumento de la militarización de la frontera, y el muro fascista en particular, son una forma de imponer el asalto a los migrantes, al obligarlos a realizar cruces aún más peligrosos por el desierto: miles de personas han muerto en los últimos 25 años a causa de las barreras construidas por el demócrata Clinton y el republicano Bush.
Y ADEMÁS el muro es un símbolo del programa genocida fascista. Se mantendrá como los monumentos a los generales de los amos de esclavos que se construyeron después de la Guerra Civil, un símbolo que remachó para los negros su posición subordinada. Los símbolos importan MUCHÍSIMO. Años antes del Holocausto, los funcionarios nazis obligaban a los judíos a ponerse la estrella amarilla como preludio de las deportaciones en masa a los ghettos y luego a los campos de exterminio en Europa oriental. Imagine que un sector opositor de la clase dominante alemana se opusiera a la implementación sistemática de este símbolo por parte de Hitler sobre la base de que “necesitamos más formas basadas en la evidencia” para controlar a los judíos. Este es un símbolo de la mayor “otroización” de un sector entero de la población. La profundización de la brecha entre los que son considerados humanos y los que son considerados prescindibles, y, para citar a Pat Robertson, un prominente miembro fascista cristiano de la coalición encabezada por Trump, “una mancha para la sociedad”. Los términos se establecen y restablecen con avances y contratiempos sobre el camino, pero aceptar estos términos nos lleva directamente a las fauces del fascismo.
Necesitamos zafarse de estos términos y soluciones sin salida ofrecidas por este sistema y sus representantes para los cuales el fascismo es simplemente una cuestión de gustos. Necesitamos una revolución para derrocar a este sistema, para construir un mundo más allá de estas fronteras empapadas de sangre, donde la humanidad está trabajando colectivamente para superar TODAS las divisiones opresivas entre las personas. Esa es la única manera de ir más allá del sistema del imperialismo que pulveriza a las personas en todo el planeta, las expulsa de sus países de origen y las obliga a cruzar mares y desiertos, arriesgarse a la muerte para escapar de la devastación y la destrucción en sus países de origen, incluso en los tiempos “más democráticos”.
1. Si bien el muro sí es “inmoral”, por no decir algo peor, es llamativo que Pelosi nunca haya expresado tales reservas cuando el presidente demócrata Bill Clinton inició el financiamiento de muros y cercas en la frontera, y su colega líder Schumer había votado por ellos. [regresa]
2. El TPS, Estatus de Protección Temporal, proporciona un estatus legal a los migrantes en Estados Unidos provenientes de un pequeño número de países designados que se estima que no pueden regresar a sus países de origen a causa de desastres naturales o conflictos armados. El TPS protege temporalmente a las personas contra la deportación a pesar de que carecen de estatus legal como residentes permanentes, y les permite obtener permisos de trabajo. [regresa]
Perdido en la hipérbole: ¿Qué está pasando REALMENTE a los migrantes en Estados Unidos?
Perdido en la hipérbole sobre la supuesta rendición de Trump ante Pelosi, perdido incluso en las denuncias de cómo el cierre afectó a los empleados del gobierno y las masas de personas más ampliamente, es la realidad básica de un grupo de personas: los migrantes mismos, expulsados de sus países de origen por el funcionamiento de este sistema y las políticas de los gobernantes de Estados Unidos, de modo que hoy miles de personas languidecen por la frontera entre México y Estados Unidos, decenas de miles de personas están detenidas y millones viven a las sombras y están satanizadas.
Si bien esta lucha ha venido desenvolviéndose, y si bien los demócratas han dirigido la atención de la gente a otras cosas, a lo que se les está haciendo a los estadounidenses (lo cual, para que quede claro, en muchos casos es extremadamente injusto), no han desenmascarado lo que se sigue haciéndoles a los inmigrantes, durante este cierre del gobierno.
- El régimen ha puesto en la mira a varios líderes políticos, incluso lograron conseguir una condena contra unos defensores de los derechos de los migrantes por dejar agua en el desierto para las personas que cruzan la frontera.
- La Migra (ICE) amplió su definición de “extranjero criminal” para incluir a los migrantes que tienen multas de tránsito.
- La Migra aumentó dramáticamente las redadas en los centros de trabajo en 2018; comenzaron con redadas en las tiendas 7-11 en todo Estados Unidos, e incluyen la redada más grande en un centro de trabajo del año, donde 300 agentes de todo el Sur irrumpieron en las instalaciones del fabricante de remolques con las armas desenfundadas en Texas y arrestaron a 160 personas. En 2018, el número de trabajadores arrestados aumentó en un 800%; de empleadores, en un 82%.
- La semana pasada se anunció un programa “piloto” que declara que en California, los solicitantes de asilo serán devueltos a México para esperar sus posibles audiencias ante un juez de lo migratorio, lo que implica que las personas que ya se encuentran en Estados Unidos en espera de las audiencias serán enviadas a México. La gente tendrá que encontrar una manera de sobrevivir en las ciudades fronterizas peligrosas, donde los coyotes merodean por los albergues, con ofertas de llevar las personas por la frontera sin detectar vía rutas aún más peligrosas a un precio que dispara cada vez más. Se espera que este programa piloto se expanda a otros estados también.
- Rechazan el 98% de las solicitudes de exención de la prohibición a los musulmanes debido a “penurias excesivas”, incluso en situaciones como la de un niño somalí de siete años de edad al cual se le impidió reunirse con su madre después de la muerte de su padre.
- Dos niños murieron bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza: un niño migrante de ocho años de edad de Guatemala, Felipe Alonzo-Gómez, y una niña migrante, Jakelin Maquin, de siete años de edad, murieron a la espera de recibir atención médica.
Fuentes disponibles
Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.