Fantasías de “la izquierda” con “rehacer la política”, o la realidad de la necesidad de una revolución REAL
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El número del domingo 12 de julio del New York Times sacó una columna de opinión de Amna Akbar que dice que “La izquierda está rehaciendo la política”·con un enfoque “interseccional” de la “violencia por parte de la policía, el calentamiento global y la vivienda inasequible”. Ella concluye con un llamado a “seguir centrado en la construcción de los movimientos de masas de la gente común que van en serio acerca de la restauración y la redistribución de la riqueza social”, de modo que de alguna manera diferencia eso del reformismo trillado. Ella está “asombrada por la manera en que inauguran un nuevo momento político, ya que la izquierda ofrece no solo una crítica contundente, sino también escaleras prácticas para visiones radicales” (12 de julio de 2020).
Dejando a un lado el punto ciego virtual de Akbar sobre lo que Estados Unidos y el sistema le hacen a la gente por todo el mundo, con sus guerras1, sanciones2 y maquiladoras3, aquí van dos puntos esenciales acerca de su sorpresa y fantasías de conclusión:
Primero, como Bob Avakian ya ha escrito, tomando nota de la observación científica de Marx:
…una de las características que distinguen a los reformistas —entre ellos los “socialistas” reformistas— es que, en la medida en que identifican a la economía como la fuente de la desigualdad y otros males sociales, tienden a situar el problema en la esfera de la distribución, aunque la fuente fundamental de la opresión y la desigualdad que caracterizan una sociedad explotadora, como el capitalismo, se encuentra en la esfera de la producción, y más específicamente en las relaciones de producción.
Al referirse a esto en “DAVID BROOKS —EL NO TAN GRAN FARSANTE— Y LAS PROFUNDAS DIFERENCIAS ENTRE TRUMP, SANDERS Y EL VERDADERO SOCIALISMO”, Avakian agrega:
es fundamental la transformación del modo de producción. El “modo de producción” se refiere al sistema económico que abarca ciertas relaciones de producción, y más esencialmente la propiedad de los medios de producción —tierras, materia prima, estructuras físicas tales como las fábricas y la tecnología— los que bajo este sistema son propiedad privada y están bajo el control de los capitalistas, o asociaciones importantes de capital tales como corporaciones, bancos, etc. Esto es la fundación sobre la cual los capitalistas explotan a las masas de personas —en todas partes del mundo— las que no poseen medios de producción y por lo tanto son obligadas a trabajar para los capitalistas que monopolizan los medios de producción. Y eso es la base sobre la cual los capitalistas acumulan ganancias de manera privada, en una competencia febril con otros capitalistas.
Segundo, las “escaleras prácticas” de Akbar convenientemente eluden la “escalera” básica y necesaria de una revolución REAL, el derrocamiento y el desmantelamiento del aparato estatal que brutalmente impone este sistema del capitalismo-imperialismo —su modo de producción y todas las relaciones sociales opresivas e ideas que lo acompañan. Este estado ahora está encabezado por el régimen de Trump y Pence, un régimen fascista que representa un peligro inmediato y existencial para toda la humanidad. Una necesidad crucial que la llamada “izquierda” embrolla al apoyarse profundamente en la política electoral, es que hay que sacar el poder a este régimen fascista por medio de la movilización sostenida no violenta de masas de la gente. Todo esto contribuye a lo que fundamentalmente se necesita y lo fortalece: el movimiento de masas para una revolución REAL —y las fuerzas organizadas— para eso.
Una verdadera revolución socialista tiene por objetivo transformar la propiedad de los medios de producción a la propiedad común de la sociedad en su conjunto, lo que haga posible lo que nunca se puede hacer bajo el capitalismo: realizar la producción sobre la base de un plan integral, que no obra por medio de la explotación sino por medio de la participación consciente y activa de las masas de personas, en interacción con el resto de la naturaleza de una manera sustentable a la vez que satisfaga las necesidades materiales, culturales e intelectuales de la gente —no sólo en una parte del mundo sino a la larga por todo el mundo— y que actúe para eliminar completamente la pobreza, privación y degradación, y todo el sufrimiento innecesario que las masas de personas por todo el mundo tienen que soportar bajo el dominio de este sistema capitalista.
Al mismo tiempo, hay que llevar a cabo la transformación del modo de producción en una relación dialéctica (un proceso interrelacionado que se influencia mutuamente) con la transformación de las relaciones sociales opresivas (como la relación entre hombres y mujeres) y las ideas y la cultura que refuerzan la opresión y la explotación. Y, de gran importancia, para lograr todo eso, hace falta —y es imposible lograr todo eso sin— derrocar y desmantelar el aparato estatal (en particular, las fuerzas armadas y la policía, así como las cortes y las burocracias, y el poder ejecutivo) el cual hace valer el dominio de los explotadores (la clase capitalista), y reemplazarlo con un poder estatal socialista cuyo propósito y función es de servir y promover la transformación radical de la sociedad, y del mundo en su conjunto, hacia la abolición de toda explotación y opresión.
1. Vea, en la serie “Crimen Yanqui” de revcom.us, denuncias de las guerras de Estados Unidos por todo el mundo, entre ellas Vietnam, Corea y el Medio Oriente. [volver]
2. Vea los antecedentes de las actuales sanciones de Estados Unidos contra Irán en los artículos de revcom.us: “¡Oponerse a la agresión del imperialismo estadounidense!: Una explosión destruye planta de combustible nuclear en Irán a medida que el régimen de Trump y Pence acelera sus ataques” y “Estados Unidos, el agresor mentiroso y violador de tratados en el golfo Pérsico”. Sobre los antecedentes de las sanciones de Estados Unidos contra Irak, vea: “Crimen Yanqui Caso #76: Las sanciones de Estados Unidos y la ONU contra Irak — ‘Un acto legitimado de matanza en masa’”. [volver]
3. Vea, en revcom.us, los artículos de Raymond Lotta: “Un imperio de explotación, un mundo de miseria, y la revolución por la que clama la humanidad” y “De apretón de clavijas a apretón de muerte: La dominación imperialista, la Covid-19 y dejar en el olvido a los pobres del mundo”. [volver]
Un hombre carga cobalto húmedo desde la mina de cobalto Shinkolobwe, en la República Democrática del Congo, un país que produce el 60% del cobalto del mundo, que se usa en la manufactura de baterías de iones de litio para automóviles eléctricos, computadores portátiles y teléfonos inteligentes, 2004. (Foto: AP)
Un vehículo civil incendiado a raíz de un ataque por parte de las fuerzas estadounidenses cerca de la base aérea Bagram, al norte de Kabul, Afganistán, abril 2019. (Foto: AP)
Unos inmigrantes centroamericanos en un sobrepoblado centro de detención en McAllen, Texas, julio 2019. (Foto: AP)
Unas costureras se ponen máscaras faciales contra el coronavirus mientras confeccionan batas para cirugía en una fábrica en la Zona Industrial en Rangún, Myanmar, mayo 2020. (Foto: AP)
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