¡Llevar a nuevas alturas la lucha para parar el asesinato por parte de la policía y la supremacía blanca, y vincularla a la lucha para sacar del poder al régimen de Trump y Pence!

Carl Dix

25 de octubre de 2020 | revcom.us

 

George Floyd. Breonna Taylor. Elijah McClain. El levantamiento que recorrió a Estados Unidos a principios del verano —que decía sus nombres— era necesario, y justo. ¡Este levantamiento era hermoso, y era poderoso!

Pero el fascismo trumpista-pencista devolvió el golpe: golpeadores asesinos con armas de fuego y supremacistas blancos en carros amenazaron a nuestras protestas e incluso mataron a manifestantes, como en Kenosha; nuevas leyes, policías y tribunales encerraron tras rejas a líderes de protestas con fianzas de un millón de dólares, y volviendo a atacar de manera vengativa. Ante la rebelión justa, esto fue una “contrarrevolución”, y NOSOTROS, el pueblo, ¡tenemos que volver con más fuerza!

Hace falta continuar esta resistencia de masas, y llevarla a nuevas alturas. Nos hace falta llegar a un mundo donde el asesinato policial YA NO EXISTE, como ha dicho Bob Avakian. Esto requerirá una revolución, un derrocamiento de este sistema. Pero SI Trump logra llevar las cosas adelante y finalizar su golpe de estado fascista arrollador, eso asestará un retroceso a esta lucha — y a TODA lucha por la justicia social. El nivel de represión, no solamente contra este movimiento sino contra el pueblo negro, contra los inmigrantes, contra las mujeres y la gente LGBTQ, contra otros oprimidos, alcanzará alturas que no hemos presenciado en 100 años y más… y podría ser peor.

He dicho anteriormente que la encarcelación en masa, el asesinato policial y la criminalización de una generación era un genocidio lento que podría convertirse en un genocidio rápido. Si este régimen permanezca en el poder de manera violenta —ilegítima—, y lo ha dicho Trump abiertamente y lo que él tiene la intención de hacer, con o sin los votos — ese genocidio rápido podría ser acelerado, y podría ser horroroso.

Es así de grave.

La lucha contra la supremacía blanca y el terror policial, junto con todas las otras batallas cruciales que se están librando, tiene que pasar en este momento por la lucha de vida o muerte para expulsar a este régimen — ¡AHORA!, por medio de protestas sostenidas no violentas de masas convocadas por RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo).

Trump es un racista genocida:

Él trabajó para azuzar un ambiente de chusmas de linchamiento contra los 5 del Parque Central durante su juicio injusto, e incluso después de su exoneración, él seguía insistiendo en que deben estar en la cárcel.

Para él, hubo “gente buena” entre la gente del Ku Klux Klan y los nazis que marcharon en Charlottesville, atacaron a los manifestantes e incluso mataron a una de ellos, Heather Heyer.

Él condena a las protestas, mayormente pacíficas, contra el asesinato policial, por “ilegalidad”. 

Él fue a Kenosha pocos días después de que los policías ahí balearon a Jacob Blake por la espalda, para felicitar al departamento de policía por ¡hacer un buen trabajo!

Él ha amenazado con acusar de sedición y traición a los manifestantes y a sus oponentes políticos.

Él desplegó agentes federales paramilitares para suprimir a protestas y desató a golpeadores fascistas. 

Esto es sólo el mero principio, y si él se mantiene en el poder, ¡será mucho, pero mucho, peor! Su Departamento de (In)/Justicia está elaborando políticas para policías que allanan el camino de regreso a la época de la segregación del Jim Crow, la negación de los derechos básicos y el terror de las turbas de linchamiento — pero con un toque de vigilancia de alta tecnología del siglo 21. Y ¡él sí tiene toda la intención de mantenerse en el poder!

El régimen de Trump y Pence está llevando a cabo un golpe de estado arrollador: robándose las elecciones — poniendo en duda la legitimidad de la votación por correo postal, haciendo que sea más difícil que voten algunos sectores como los negros, los latinos y los indígenas, reclutando a agentes del orden público y ex elementos de las fuerzas armadas como “observadores electorales” (que en código significa juntar a gorilas supremacistas blancas para intimidar a los votantes en las zonas urbanas) y apresurándose para meter a otra magistrada fascista en la Corte Suprema como su última línea de defensa con tal de amarrarse su maldito culo a la Casa Blanca.

Este ES fascismo, una forma de gobierno en que eliminen el derecho de protestar e intensifiquen la represión — sea por medios legales a manos de policías y tribunales o por medios extralegales a manos de tropas de choque fascistas. Restringirán las luchas justas — y las reprimirán.

Por todas estas razones, si eres una persona que odia la injusticia, tienes que tomar las calles.

El 22 de octubre de 2020, el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, y en cualquier otro momento, que digan los nombres de Breonna Taylor, George Floyd y otros víctimas de los puercos policías asesinos.

ES MÁS, tienes que permanecer en las calles asumiendo el Llamamiento de Rechazar el Fascismo de protestar día tras día y de propagar la demanda: ¡Trump-Pence Fuera Ya! Los estoy llamando especialmente a que asistan el 24 de octubre a asambleas de protesta de masas convocadas en más de una docena de ciudades alrededor de Estados Unidos.