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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
Actualizado 14 de noviembre de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Participe en llevar las respuestas más serias a los problemas más candentes a decenas y cientos de miles personas, y luego a millones.
Este discurso de Bob Avakian (BA), en inglés, hace un análisis científico de las raíces de este régimen fascista — tanto en la historia de Estados Unidos como en las raíces más profundas en el sistema del capitalismo-imperialismo. BA lo hace con pasión, humor, humanidad y un profundo sentido de la historia. Se adentra en las cuestiones más profundas, más inquietantes, primero en el discurso y después durante la sesión de preguntas y respuestas que trató una amplia gama de temas.
Si más personas vieran este discurso, podría cambiar la ecuación política. Pero muy pocos lo han visto, ni siquiera saben de él. Se le necesita a usted para ser parte cambiar esto.
¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!
En nombre de la humanidad,
Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista
Un mundo mejor ES posible
Un discurso de Bob Avakian
(en inglés)
Revolución #522 20 de diciembre de 2017
24 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
22 de noviembre de 2017. El discurso en inglés de Bob Avakian, ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista, un mundo mejor ES posible, es el mejor análisis de la situación que enfrentamos hoy: los retos que plantea ante la humanidad, cómo surgió, y cómo actuar en su contra. La sesión de preguntas y respuestas después del discurso de una hora trata los interrogantes más críticos que se han planteado, y lo hace de modo poderoso, exhaustivo y accesible. Además, las personas llegan a conocer y comienzan a relacionarse con el revolucionario más radical del planeta... una experiencia que realmente te hace reflexionar profundamente.
Pero es necesario que mucha más gente vea la película. En estas próximas dos semanas, céntrenos en comenzar a cambiar eso. Todos los que leen esto deberían pensar en formas creativas para propagar la película, especialmente ustedes que conocen a creadores de opinión de varios tipos. Para los Clubes Revolución, esto significa dos cosas específicamente.
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
20 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El martes 12 de diciembre, en todo Estados Unidos, la gente seguía de cerca cuando el demócrata Doug Jones derrotó por escaso margen al fanático abiertamente fascista cristiano Roy Moore en las elecciones para senador federal por el estado de Alabama.
Moore hizo campaña con una plataforma e historial abiertamente anti-gay. Repetidamente había llamado a criminalizar las relaciones entre personas del mismo género e incluso lo habían destituido de la Corte Suprema de Alabama (!) por negarse a reconocer la decisión de la Corte Suprema federal que legalizó el matrimonio entre personas del mismo género. Hizo campaña como fanático anti-aborto extremo.
Para colmo, ¡Moore había alabado abiertamente la esclavitud! Cuando se le preguntó en un mitin en septiembre “cuál era la última vez que Estados Unidos había tenido grandeza”, se remontó más de 150 años atrás para responder, cuando “las familias estaban unidas —aunque teníamos la esclavitud— se cuidaban los unos de los otros…. Nuestras familias estaban fuertes, nuestro país tenía rumbo”. Además, Moore dijo que no debía haber más enmiendas a la Constitución federal después de las primeras diez. En otras palabras, no se debía haber puesto fin a la esclavitud, concedido el derecho de votar a las mujeres y los negros ni el derecho de una persona de ser un ciudadano, ni tomado medidas para impedir que los estados les privaran a las personas de los derechos garantizados por la Constitución federal. Y nótese bien: ni Moore ni ninguno de sus partidarios (ni mucho menos Donald Trump) jamás trataron de retirar ninguna de estas declaraciones escandalosamente racistas.
A pesar de todo eso, ¡Moore casi ganó! Además: Moore no solo es un demente patriarcal, amante de la esclavitud y odiador de la gente gay, sino que también está acusado de haber abusado de varias adolescentes cuando él era treintañero. Si bien no se han comprobado las acusaciones, Moore sí admitió que de adulto, había buscado citas con unas adolescentes (aunque, según él, ¡con el permiso de las madres!). Si esta última acusación no hubiera reducido los votos republicanos, hay que decir que es probable que Moore hubiera ganado.
Al mismo tiempo, otros factores afectaron el resultado. En primer lugar, un número récord de personas negras de Alabama salieron a votar en contra de este cerdo. En estas elecciones que se celebraron fuera del mes y del año acostumbrados, más personas negras votaron que habían votado por Obama, a pesar de que las escandalosas medidas tomadas por el partido Republicano desde la elección de Obama han reducido fuertemente las posibilidades de votar de los negros en Alabama. Esto bien podría señalar una sensación muy realzada del peligro que Moore —y aparte de Moore, Trump, quien respaldó a Moore— representa para el pueblo negro, así como una repugnancia por todo su programa. Aunque votar no será lo que detenga a Trump —y volveremos a este tema—, si las personas negras simplemente no hubieran salido a votar, eso no solo hubiera significado que Moore hubiera ascendido al Senado y a gran prominencia, sino que pudiera haber conllevado una profunda sensación de derrotismo. Así que esto encierra un aspecto positivo.
Además, Moore se encontraba con la oposición de un sector del partido Republicano concentrado ahora en unos senadores federales republicanos que, como Trump, favorecen al fascismo, pero tienen algunas diferencias con un sector aún más abiertamente fascista y racista encabezado por Steve Bannon.
Pero, de nuevo, ya no es hora de dar saltos de alegría por la derrota de Moore; debemos tomar nota y analizar sobriamente el hecho de que fueron unas elecciones muy reñidas. Si Moore hubiera recibido solamente 10 votos, eso hubiera significado algo extremadamente feo. El hecho de que este candidato que abiertamente anhelaba los días de la esclavitud y hacía alarde de su odio por las personas LGBTQ ganó más de 650.000 votos, entre ellos el 68 por ciento de las personas blancas que votaron... pues, eso es una vergüenza más allá de lo feo, y es algo que hay que enfrentar sobriamente.
Hay que enfrentar el hecho de que existe un sector grande de personas blancas —de hecho, una mayoría— que ha sido movilizado en torno a un programa fascista que se identifica más o menos abiertamente con la “grandeza de Estados Unidos” que se basa en la virulenta y abierta subordinación del pueblo negro, la abierta dominación y degradación de las mujeres y las personas gay (y en el caso de las personas LGBTQ, la franca privación de sus derechos básicos), la “limpieza étnica” de los inmigrantes y los musulmanes (así como una dominación teocrática de un gobierno y la sociedad civil por el fascismo cristiano fundamentalista), y una política exterior estadounidense aún más altamente agresiva. Esto no solo es cierto en Alabama, sino en Estados Unidos en su conjunto: la asquerosa verdad es que Trump ganó la mayoría de los votos de cada sector de la población blanca en 2016, e incluso un rabioso racista y sexista como Moore, tan extremo que incluso algunos republicanos llamaron abiertamente a su derrota, pudo haber ganado una mayoría decisiva del voto de los blancos en Alabama.
Este movimiento fascista duro está arraigado en toda la historia de Estados Unidos en la esclavitud y luego en la supremacía blanca, en los lazos profundos entre el fundamentalismo cristiano y la supremacía blanca (como Bob Avakian ha declarado, “El ‘cinturón de la Biblia’ en Estados Unidos es también el cinturón de los linchamientos”), en la reacción contra las tradiciones cambiantes con relación a las mujeres y las personas gay, en el chovinismo pro estadounidense que ha seguido siendo la premisa dominante de la inmensa mayoría de la población y en las formas en que el partido Republicano durante más de 40 años ha venido forjando incesantemente una base e infraestructura fascista arraigada en esto. Para tener una idea de la profundidad de estas raíces, las y los lectores deben ver el discurso filmado de Bob Avakian de este otoño: “¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!” (en inglés). Si ya lo han visto, pues véanlo de nuevo — porque no se puede permitir que se pierda de vista esta verdad. Este fascismo está muy pero muy profundamente arraigado, este movimiento ha sido forjado y está convencido de su carácter justo supuestamente “ordenado por Dios”, creen que esto es su “última oportunidad”, y no van a tomar su derrota a la ligera.
Además, Moore NO perdió debido a un enfrentamiento directo de Jones y a sus denuncias al movimiento fascista representado por Moore. Jones ni siquiera se postuló con una plataforma liberal. Tampoco proclamó abiertamente que quería atraer e incorporar en una coalición a los negros y los blancos progresistas para derrotar esta campaña vilmente racista, sexista y chovinista pro estadounidense.
Al contrario, Jones hizo campaña como un “demócrata de mano dura con la delincuencia”. Traducción: Jones se identifica con el estilo de Bill Clinton, cuyas políticas exacerbaron la masiva criminalización y encarcelación de los negros y otras “minorías” e incluso armó un espectáculo de presidir la ejecución de un hombre negro mentalmente incompetente, Ricky Rector, durante su primera campaña presidencial. Jones mantuvo “fuera del radar” el apoyo que recibía de negros prominentes hasta el mero final de la campaña. Jones apoya totalmente al ejército asesino estadounidense: declaró en una entrevista con AL.com: “Hay que erogar dinero con inteligencia. El presupuesto federal es muy grande y tiene muchos componentes. Pero creo que en el mundo de hoy, las erogaciones para la defensa son muy importantes, y es increíblemente importante asegurar que dispongamos de unas fuerzas armadas modernas y capaces para proteger a este país. Eso es lo más fundamental”.
Este es un enfoque con que Clinton y luego Obama constantemente intentaron aplacar a estos fascistas, y constantemente les concedieron la iniciativa en nombre de “ser bipartidista”. En el caso de Obama, esto significó decir, después de que Trump ganó las elecciones en una campaña abiertamente supremacista blanca, sexista e hiperchovinista pro estadounidense, que en última instancia él y Trump estaban “en el mismo equipo” y que debemos esperar que Trump tenga éxito.
Jones recibió loas por centrar la campaña en “asuntos locales” y en Moore, y por no dejar que “se convirtiera en un referéndum sobre Trump” — es decir, abstenerse de atacar a Trump, aparentemente por temor a alienar o provocar a los partidarios de Trump que Jones quizá convenciera o al menos consiguiera que se quedaran en casa. Jones no solo se negó a sonar la alarma sobre el grave peligro que el régimen de Trump y Pence representa para la humanidad, mucho menos denunció su carácter fascista, sino que ¡ahora está llamando a atraer e incorporar los racistas, misóginos y chovinistas que votaron por Trump y Roy Moore!
En una conferencia de prensa después de las elecciones, al hablar de una llamada de felicitaciones de Trump, Jones dijo que hablaron de buscar el “puntos en común”. ¿Sobre qué, por favor? ¿Sobre la conservación de monumentos a la supremacía blanca? ¿Sobre la deportación de inmigrantes? ¿Sobre el potencial de una guerra contra Corea del Norte y en el Medio Oriente? ¿Sobre los ataques a los medios de comunicación, el estado de derecho y la ciencia? ¿Sobre “infraestructura y empleos”, el tema recurrente preferido de los demócratas, que es simplemente otro término para la normalización de un régimen fascista que tiene impulso y dinámica en busca de consolidar el dominio fascista? El quid del asunto no es que Jones apoya algunas o todas estas políticas de Trump, sino que el propio acto de “buscar puntos en común” en sí legitima a este Hitler estadounidense y desarma ideológicamente a la gente para lo que tendrá que ser una lucha seria para arrancar de raíz este fascismo.
Pero, una persona como Charles Blow, que anteriormente le llamó fascista a Trump y sonó la alarma sobre él, ahora dice que estas elecciones son un “presagio”, para citar el título de su columna del miércoles 13 de diciembre en el New York Times [en inglés]. Según Blow, la muy reñida derrota de Moore “demostró que Trump fue un candidato marginal que se conectó con una fealdad estadounidense y le sacó provecho para obtener una victoria fortuita con la ayuda de un adversario extranjero”. Luego, Blow agrega:
Trump es anomalía y abominación a la vez, y Estados Unidos quiere extirparlo como un cáncer.
Claro que estamos de acuerdo con Blow en que Trump es una abominación. ¿Pero una “anomalía”? Una anomalía quiere decir algo que es una fuerte desviación de la norma. Una vez más queremos instar a las y los lectores a escuchar el discurso de BA que enfrenta directamente la verdadera historia de Estados Unidos, tanto aquí como en todo el mundo, y analiza la profundidad y el cultivo de este movimiento fascista encabezado por Trump y Pence. Pero por ahora diremos lo siguiente: No se puede considerar con sinceridad a un Estados Unidos que robaron las tierras y cometió genocidio a sus habitantes originarios, en que todos los cimientos de su poder económico, político y militar descansaron en el gigantesco crimen histórico de la esclavitud, en que desde ese entonces han usado el poder por ella ganado para aterrorizar, dominar y explotar despiadadamente a gente por todo el mundo, un país que encabezó el irresponsable saqueo del medio ambiente que ya nos ha llevado al borde del desastre... ni siquiera se puede considerar la trayectoria de Nixon, por Reagan a George W. Bush y llamar acertadamente a Trump una “anomalía”.
De hecho, Trump ha unido varias fuerzas fascistas que se han venido creciendo con una velocidad creciente a partir de la década de 1960. Las contradicciones subyacentes impulsoras que Estados Unidos enfrenta en casa y a nivel internacional han hecho que grandes sectores de la clase dominante vean al régimen de Trump y Pence como algo necesario y un último recurso ahora, y consideran que deben actuar rápidamente para consolidarlo. Las continuas amenazas de Trump contra los demócratas de peso no resultan principalmente de su narcisismo, sino de la opinión de su facción de que al mínimo hay que intimidar a estos demócratas. Los demócratas, por su parte, no se opondrán resueltamente a Trump porque para destronar y enfrentar al régimen fascista y además a la base fascista activada de ese régimen, se necesitará que movilice a su base e inicie un proceso que podría salirse de su control y deslegitimarlos (y su complicidad en muchos aspectos de la agenda fascista, particularmente con respecto a los más oprimidos y en el escenario mundial)... e incluso podría conducir a la deslegitimación del sistema entero. Por eso los demócratas juegan a la cuerda floja de tratar de restringir a Trump con cosas como la investigación de Mueller que no llegan a la esencia del asunto, el fascismo, y que intencionalmente van a otro lado, y que hacen que los términos sean el patriotismo contra la falta del mismo.
La descripción de Trump como una anomalía aislada no solo no es acertada, sino que desarma y causa daños reales.
Lo que hace que Blow distorsione la posición de Trump en relación con Estados Unidos y su historia es su ferviente deseo relacionado con el punto principal de su artículo: la noción de que, en sus palabras,
La Resistencia está avanzando, envalentonada, con una estrategia y una demostración de que la estrategia puede funcionar.
Las suposiciones que sustentan esta declaración son peligrosamente erróneas. Lo que motiva esta estrategia es evitar denunciar la naturaleza fascista de la amenaza que enfrentamos ahora, y trabajar por medio de las elecciones y el Partido Demócrata. Esta estrategia llama a la gente a dedicar sus esfuerzos a la elección de los demócratas en 2018. Pero aunque desafíen la manera en que el sistema ya está organizado para anular los votos de los más oprimidos y los habitantes de las zonas urbanas, y aunque de alguna manera el régimen no logre proceder con sus esfuerzos de dramáticamente reducir más el derecho de votar de los negros y otras minorías... aunque con todo eso los demócratas de alguna manera elijan a una mayoría, esto en sí NO implicaría la destitución de Trump. La dirigencia demócrata ha seguido insistiendo NO someter a Trump a un juicio político de destitución y que de plano se declare improcedente tal idea. Y nótese bien que Blow no dice nada al contrario.
Además, ¿se cree que estos fascistas no harán nada frente a una derrota electoral? ¿Qué hubiera pasado si Trump hubiera sido derrotado en las elecciones de noviembre de 2016? ¿Si Hillary Clinton hubiera perdido el voto popular pero hubiera ganado la presidencia por la puerta trasera electoral (como lo hizo Trump)? ¿Se cree que Trump hubiera llamado a la gente a unirse y a aceptar el resultado, como lo hicieron Hillary Clinton y luego Obama? Obviamente, nadie lo sabe con certeza, pero recordemos que Trump estaba preparando a sus seguidores para rechazar cualquier pérdida producto de “elecciones amañadas”.
Lo que no viene al caso es que una derrota electoral en 2018 sea improbable, sino que este núcleo duro está convencido de que tienen la razón y que esto es su última oportunidad de “recuperar a su país” —es decir, imponer a martillazos una forma fascista del capitalismo-imperialismo estadounidense— y no los va a disuadir una derrota electoral.
No se podrá derrotar al fascismo sin enfrentarlo. No se podrá derrotar negándose a nombrarlo como tal; y Blow, que a menudo ha tachado de fascista al régimen, ha elegido, por la razón que sea, no usar ese término en esta columna. No se podrá derrotar negándose a denunciar lo que Bob Avakian ha llamado
la tríada del fascismo, es decir, la afirmación agresiva irredenta de la supremacía blanca, la supremacía masculina y la supremacía pro Estados Unidos (o el racismo, la misoginia y el patrioterismo xenófobo belicoso, si se quiere usar otra terminología), reforzada con una oposición desafiantemente —y no irredenta pero desafiantemente— ignorante y beligerante hacia la ciencia y al pensamiento racional, en combinación con la aserción igualmente ignorante y beligerante de la “superioridad de la civilización occidental”, como se evidenciaba en el reciente discurso de Trump en Polonia. (de El problema, la solución y los retos ante nosotros).
Y no cabe la menor duda que no se podrá derrotar al fascismo tratando de arroparse con la misma consigna del propio movimiento fascista. Pero Blow agrega:
La Resistencia ha llegado para recuperar a su país y hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza, lo que quiere decir plantear una amenaza electoral plausible a todo lo relacionado con Trump y a todos los que apoyaron su profanación de este país. (nuestro énfasis)
¿Qué carajos? ¿Esos son los términos según los que se va a luchar contra el régimen de Trump y Pence? La “grandeza estadounidense” ha sido únicamente, y podrá ser únicamente, una consigna arraigada en el Destino Manifiesto que justificaba el exterminio de los pueblos indígenas que originalmente vivían aquí y la esclavización (y luego la continua tortura y superexplotación después del fin de la esclavitud abierta) de los millones de africanos secuestrados y arrastrados en cadenas a este continente.
Por cierto, nótese que el objetivo que plantea Blow aquí no es ni siquiera la derrota electoral directa del régimen Trump y Pence, sino al contrario, lo que se ha reformulado como “plantear una amenaza electoral plausible”. Esta llamada estrategia —en el contexto de los horrores literales que se están perpetrando en este momento contra los inmigrantes y los musulmanes en Estados Unidos, el saqueo del medio ambiente, el relleno teocrático de las cortes, y la agresión y opresión con el respaldo de Estados Unidos en todo el mundo en este momento desde Yemen hasta Somalia, África occidental y Palestina... y en el contexto de las amenazas de horrores contra los negros y otras “minorías”, contra las mujeres y las personas LGBTQ, y el peligro extremadamente realzada de una guerra nuclear catastrófica— es una estrategia para la capitulación y la derrota. Y en este contexto actual, eso es intolerable.
Por una razón, el Partido Demócrata no denunciará ni puede denunciar y oponerse seriamente a esto. Aunque muchas personas oprimidas y trabajadoras votan por ellos, los demócratas representan el mismo sistema capitalista-imperialista que Trump, y lo admiten: defienden el capitalismo, promueven la “proyección del poder estadounidense” (o sea, el imperialismo), promueven el “excepcionalismo estadounidense”, o sea, que Estados Unidos, entre todos los países, es excepcionalmente bueno (cuando en realidad ha sido excepcionalmente rapaz y sanguinario), y así sucesivamente. En otras palabras, los demócratas son un partido que representa los intereses de la clase dominante. Tienen diferencias con Trump, entre algunas diferencias muy serias, pero valoran la continuación del orden y el funcionamiento del sistema más que la posible amenaza a ese orden que podría plantear la agitación política, así que tratan de restringir y cortar las alas de la furia de la gente y canalizarla hacia “cauces seguros”. En el mejor de los casos su objetivo es usar la furia de la gente para poner algún tipo de restricción a Trump; en realidad, su objetivo es hacerla inofensiva. No están dispuestos a arriesgar la estabilidad del sistema denunciando los horrores y la ilegitimidad del régimen fascista de Trump y Pence ni llamando a la gente a las calles para protestar y oponerse a este régimen.
Además, se tiene lo siguiente: Si uno construye un movimiento de acuerdo a la lógica de los demócratas, y ese movimiento tiene la estrategia de trabajar para elegir a los demócratas (perdón, trabajar para postular a unos candidatos que plantean una amenaza plausible), ¿qué pasa cuando Trump trate de salirse de una crisis política interna yendo a la guerra? Luego, cuando la dirigencia demócrata se apresure a demostrar su patriotismo apoyando a Trump (como lo hicieron con Bush II y Bush I y Reagan, y como lo hicieron con sus propios líderes Clinton y Obama en los numerosos actos de agresión que ellos lanzaron o apoyaron), ¿dónde estará? Cuando Trump use tal crisis para aumentar severamente la represión y los demócratas lo apoyen (como lo hicieron con Bush II cuando apoyaron casi por unanimidad a la Ley Patriota y la encarcelación y tortura ilegales de los musulmanes dentro y fuera de Estados Unidos), en una forma que ciertamente podría ser aún peor que bajo Bush... ¿dónde estará?
En su bolsillo... o algo aún peor, con justificación como “unos males necesarios” lo que una vez habría denunciado como crímenes.
Como ya hemos dicho, y esto aún es cierto, esto no quiere decir que Trump tenga todo bajo control ni que las divisiones que existen en la cúpula no puedan llegar a formar parte de lo que termine por sacar a este régimen. Pero esto ni va a continuar como una posibilidad sin un fin definido ni sucederá a menos que millones de personas se tomen las calles en un movimiento no violento sostenido. Esto hace que sea más, y no menos, urgente exigir que la pesadilla termine AHORA y que el régimen sea expulsado del poder; que sea más, y no menos, importante que la gente conozca y le entre o se una con Rechazar el Fascismo; que sea más, y no menos, urgente realmente enfrentar la naturaleza fascista de este movimiento y las raíces profundas de ese fascismo en la sociedad estadounidense y en el sistema capitalista-imperialista que impulsa esa sociedad.
No existe ninguna salida fácil, ningún atajo ni ninguna manera de evitar lo que se necesitará: ¡que millones de personas exijan que se marchen Trump y Pence! — votando con los pies en las calles para hacer que esto suceda.
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
Un pasaje de CIENCIA Y REVOLUCIÓN, Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian, Una entrevista a Ardea Skybreak
20 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
En la primera parte de 2015, durante varios días, Revolución le hizo una amplia entrevista a Ardea Skybreak, una científica con formación profesional en ecología y biología evolutiva y una defensora de la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian. Skybreak es la autora del libro, entre otras obras, La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo: Saber qué es real y por qué importa, y de Pasos primitivos y saltos futuros, Un ensayo sobre el surgimiento de los seres humanos, la fuente de la opresión de la mujer y el camino a la emancipación. Revolución irá publicando los pasajes de esta entrevista en los próximos meses, por lo que más vale conectarse aquí cada semana para descargar las nuevas entradas. [Para la versión completa en forma de pdf, haga clic aquí y la versión en inglés en forma de libro está aquí.]
Continúa AS: De nuevo, imagínate el gran impacto que pudiera tener si la nueva síntesis cobrara fuerza, que por toda la sociedad las personas la estudiaran y la discutieran, que los revolucionarios en todas partes la hicieran suya. Muchos de los comunistas revolucionarios actuales son personas que se formaron en los grandes levantamientos de los años sesenta, entre ellas el propio Bob Avakian. Ese período estuvo muy rico. Pero ahora urge muchísimo que nuevas generaciones hagan suya esta nueva síntesis, que trabajen sobre ella, que contribuyan a desarrollarla más y que la extiendan por todo el mundo. De nuevo, quisiera poner el ejemplo, aparte del propio Estados Unidos, del Medio Oriente. Qué impacto pudiera tener si cantidades importantes de personas, entre ellas los jóvenes en esos países del Medio Oriente que están viviendo tanto tumulto... si, en vez de escoger entre promover la democracia al estilo estadounidense y aspirar a mudarse a Estados Unidos o a construir un sistema semejante en su propio país (con todos los horrores correspondientes), o por otro lado sumarse a los fundamentalistas islámicos desquiciados con todos sus formas horrorosas de tratar de reestructurar la sociedad — si en vez de escoger entre una u otra de esas opciones inservibles, bloques importantes de personas, entre ellas muchos jóvenes, se adentraran en la nueva síntesis del comunismo, la estudiaran, la debatieran, forcejearan seriamente con ella y buscaran cómo aplicarla en los contextos de sus propios países — eso podría ofrecer una alternativa concreta, una alternativa genuinamente positiva. Claro, ellos tendrían que analizar cómo aplicar la nueva síntesis concretamente a las condiciones particulares de sus países y sociedades particulares. Pero los métodos y principios centrales de la nueva síntesis se aplican en todas partes. Podrían hacerla suya y así ofrecer una alternativa positiva a aquellas dos alternativas feas, la que podría convertirse en un polo de atracción en regiones del mundo que están en tumulto, de las cuales hay muchas.
Pregunta: Con respecto a lo que acabas de decir sobre el impacto, el enorme impacto, que tendría si las generaciones nuevas hicieran suya esta nueva síntesis, yo quisiera preguntarte específicamente qué importancia tiene el hecho de que existe este partido de vanguardia, el Partido Comunista Revolucionario, dirigido por BA, que se basa en la nueva síntesis del comunismo que BA ha desarrollado, y sobre la necesidad de que ese partido crezca y que las personas ingresen en él.
AS: Bueno, de nuevo yo remito a las personas a la página web www.revcom.us, donde algunos artículos explican por qué se necesita un partido de vanguardia. Por qué no es posible hacer una revolución sin uno. Creo que las y los lectores aprenderían mucho adentrándose en eso. Hiciste una buena pregunta, pues es una pregunta la que la gente muchas veces no discute, o no la discute lo suficiente. ¿Cómo ponerse a hacer una revolución concreta sin ser verdaderamente disciplinados y organizados en una organización revolucionaria, es decir, en un partido revolucionario? No bastará actuar como individuos atomizados ni juntarse siquiera en grupitos medio desorganizados de individuos del mismo pensar.
Hay una declaración en la página web www.revcom.us, Organícense para una revolución concreta. Si entendemos lo que es una revolución concreta, lo que implica —que efectivamente requiere llegar al punto en que sea posible desmantelar el aparato estatal existente y remplazarlo por otro completamente diferente, diferentes organismos del poder, que requiere conquistar el poder y organizar la sociedad sobre una nueva base con nuevas instituciones— ¿cómo lograr todo eso sin un cuerpo muy firmemente unido y organizado de personas que están muy comprometidas y dedicadas a hacerlo, y que están dispuestas a actuar de una manera muy disciplinada y organizada? A lo mejor muchas personas reconocerían la necesidad de una organización firme y disciplinada más adelante, cuando la situación se madure al momento de la lucha armada, o cosas semejantes — piensan en ejércitos disciplinados y cosas por el estilo. Pero, ¿y qué de la fase actual, cuando se trata principalmente de la lucha política, de luchar contra el poder por la vía política principalmente por ahora, trabajar para unir a las personas sobre esa base y trabajar para transformar su modo de pensar, pero hacerlo de una manera que siente las bases para poder “jugársela el todo por el todo”, para conquistar el poder en la realidad, cuando existan las condiciones para hacerlo? Incluso ahora, bajo las condiciones actuales, más vale que no actuemos de manera individualista, o de manera desperdigada, al estilo de unos individuos desorganizados que a veces trabajan juntos y a veces no, que siempre jalan cada uno por su lado y terminan echando a perder hasta sus mejores esfuerzos. Hacer una revolución es un proceso complejo y multifacético que tiene que aunar muchos diferentes componentes de la lucha y asegurarse de que todos sigan en el camino y avancen por un rumbo determinado. Por lo que más vale que estemos lo más unidos que sea posible, que jalemos todos por el mismo camino básico, y reclutemos más personas y expandamos constantemente las filas del grupo disciplinado y organizado que puede dar una dirección estratégica ideológica y política a cada vez más amplios sectores de la sociedad.
Pregunta: Pues, ¿qué significa tener un partido que se basa en la dirección de BA y en ese marco de la nueva síntesis?
AS: Bueno, obviamente, un partido se constituye de muchos seres humanos individuales, de los cuales no todos son del mismo parecer respecto a todas las cosas ni entienden las cosas de la misma manera ni actúan todos al mismo nivel. Como dije anteriormente, creo que hay una enorme “brecha” entre Bob Avakian y básicamente todos los demás. Él “ha ido avanzando muchos kilómetros más allá, incluso de los mejores de los demás”, como alguien dijo una vez, con respecto a las personas en el PCR así como las de afuera del partido. Eso es simplemente un hecho objetivo. Pues bien, podemos trabajar sobre eso —en primer lugar podemos aprender a valorar y apreciar más profundamente lo que BA ha desarrollado— lo que él ha llegado a concentrar y el ejemplo que él constantemente pone ante los demás — que objetivamente lo ha puesto más allá que el resto de la banda, por decirlo así. Podemos hacer lo mejor que podamos para aprender de él, en particular estudiando con detenimiento todo su método y enfoque de las cosas. Además, podemos trabajar para “reducir” al menos esa brecha de una manera significativa y continua, que incluye tener una actitud buena hacia recibir dirección y aprender de una dirección avanzada, y contribuir activamente nosotros mismos a forcejear continuamente con la nueva síntesis y cómo aplicar sus principios y métodos centrales de una manera continua a fin de desarrollar y hacer mayores avances en el movimiento para la revolución.
Las personas deben entender mejor lo que significa estar dispuestas a dirigir y lo que significa estar dispuestas a recibir dirección. Que sea una calle de doble sentido de responsabilidades mutuas e interdependientes y que esté lo más alejado que sea posible de un proceso pasivo o unilateral. El que uno reciba dirección, si se trata de una dirección buena, ¡no significa que todo el tiempo nos mandoneen o nos den órdenes nada más! [se ríe] Esa no es una dirección buena. Una dirección buena se constituye principalmente de preparar a las personas con una orientación y método y enfoque generales, y de esa manera darles las herramientas para que por su cuenta contribuyan lo más que sea posible al avance del proceso y los objetivos mayores en general, y a la vez para que preparen a otros a hacer lo mismo.
Repito, un partido revolucionario tiene que funcionar como un cuerpo unificado, y por eso hay un concepto, el centralismo democrático, sobre el cual pueden leer más en la Constitución del Partido Comunista Revolucionario. El centralismo democrático no se trata simplemente de que acatar órdenes y actuar de manera disciplinada, aunque sí por una parte se trata de eso también, por ejemplo con relación a cumplir con tareas y responsabilidades. Pero, el centralismo democrático implica mucho más. En lo fundamental, el centralismo democrático es un concepto científico sobre la disciplina epistemológica. No significa el servilismo. Lo que sí significa es que, cuando al nivel dirigente desarrollan los análisis y síntesis, y estrategias y métodos para un período específico de trabajo y para priorizar las cosas, el partido como conjunto debería funcionar como un cuerpo unificado para llevar esta cuestión al mundo lo mejor que se pueda. Al igual que unos buenos científicos que trabajan de manera coordinada y disciplinada sobre un proyecto científico. En el presente caso, trabajan sobre el proyecto de transformar la sociedad, de transformar el modo de pensar de bloques de personas, de luchar contra el poder en torno a ultrajes atroces, actuando todos de una manera disciplinada y unificada juntos con el máximo número de personas que se pueda unir para hacerlo, todo lo anterior de una manera coherente. De ahí, si miembros del partido tienen diferencias y no están de acuerdo con ciertas cosas, tienen la responsabilidad de plantear sus preguntas o desacuerdos de manera sistemática, por los canales apropiados. Eso también es parte del método y proceso científicos.
Los miembros actúan de manera unida y unificada, pero de ahí internamente discuten, forcejean, debaten y plantean preguntas, desacuerdos y modificaciones, etcétera, para que se dé concretamente un proceso genuinamente colectivo. Fijémonos en esa frase que el PCR formuló, de que la colectividad del partido es su fuerza. Claro que esa colectividad recibe dirección centralizada: se da dirección regularmente al partido y a las personas alrededor del partido que se interesan en aprender de esa dirección y orientación. Por lo que efectivamente, el partido recibe dirección, está bajo una dirección. Lo dirige BA, por medio de su obra entre otras cosas, y lo dirige la página web www.revcom.us, mediante los documentos del partido, etc. Por lo que definitivamente, se da una dirección. Al mismo tiempo, las personas no son —ni deben ser— pasivas. Las personas en el partido, de todos los niveles, así como las personas fuera del partido, definitivamente deben plantear sus propias ideas, preguntas y desacuerdos, pero de una manera sustancial y apropiada. De una manera que probablemente contribuya de manera positiva al proceso general. Eso no significa que uno tiene que haber analizado una cosa a fondo antes de plantear una pregunta o un posible desacuerdo, pero por lo menos debe plantearlo con el espíritu apropiado. Lo que quiero decir con eso de que hay que plantearlo de manera sustancial y con un espíritu apropiado, es que no debe componerse de puro “quéjese quéjese, puro refunfuño, no me gusta eso, no me gusta aquello”. ¿Me entiendes? Eso no sirve de nada. Aunque se trate de una pregunta sencilla o un desacuerdo sencillo, hay que plantearlo con el espíritu de que todos trabajemos para alcanzar un mundo mejor, y eso es lo que todos debemos hacer juntos.
Por eso, para repetir, considero que durante el Diálogo, Bob Avakian y Cornel West pusieron un buen ejemplo que otras personas deben seguir. Tienen algunos desacuerdos sustanciales, como ellos pusieron en claro. Pero también identificaron puntos sustanciales de unidad y manifestaron una conciencia moral conjunta, en torno a la lucha contra la opresión. Por lo que pudieron encontrar las formas de trabajar juntos al mismo tiempo que seguían hablando entre sí y al público en general sobre los desacuerdos que tienen, y retaban a las personas a forcejear con eso, sin temer que las personas forcejearan con eso.
Pregunta: Así que el partido capacita a las personas para que puedan aplicar colectivamente, de manera unificada, la nueva síntesis del comunismo a la realidad, forcejar sobre la nueva síntesis y su aplicación y desarrollarla más.
AS: Correcto. Como un buen equipo de científicos, con BA en la posición del líder del equipo, el líder del equipo en general, y otras personas que desempeñan su respectivo papel lo mejor que puedan, de acuerdo con sus experiencias y conocimientos, y con el desarrollo de su capacidad de entender y aplicar el método científico. Se parece mucho a una situación en la que se quiere solucionar un enorme problema científico en las ciencias naturales —por ejemplo, encontrar una vacuna contra el ébola, una cura para el cáncer, determinar la manera de hacer retroceder el calentamiento global o parar la deforestación de la selva tropical— y a fin de mejorar las posibilidades de tener éxito, se ponen a organizar y unificar a muchos científicos para trabajar en equipo, a diferentes niveles, con diferentes capacidades y diferentes niveles de experiencia, pero todos unidos en su disposición a: trabajar juntos con coherencia, usando los mejores métodos científicos posibles; estudiar el conocimiento cumulativo en su campo hasta ahora e ir avanzando sobre tal base; poner en uso su propia creatividad e iniciativa; y seguir la dirección de un líder del equipo, que tiene la mayor capacidad de dar una dirección y orientación general para el proyecto en su conjunto, y que ha demostrado, y pone de ejemplo para los demás, un nivel especialmente avanzado y desarrollado de conocimiento, experiencia y métodos pertinentes al campo particular y al problema que resolver.
Bueno, en el “campo” de aplicar métodos científicos a “resolver el problema” de emancipar a toda la humanidad del sistema destructor de cuerpos y almas que es el capitalismo-imperialismo, en la actualidad la persona más imbuida de esas cualidades y más capaz de asumir las responsabilidades de líder del equipo es BA, claramente. Repito, no se trata de una opinión mía — creo que es un hecho claramente demostrable. Simplemente no hay nadie más hoy en día que trabaje a un nivel semejante. Por lo que debemos apreciar nuestra fortuna al poder trabajar con la persona (y recibir su dirección), quien por suerte es en la actualidad “el experto más avanzado en el campo”, y debemos aprovechar plenamente su dirección y orientación general si vamos en serio por una revolución, de las maneras correctas y con una posibilidad concreta de lograrla.
Pero en efecto todos necesitamos poner manos a la obra. Fíjate, uno sale al mundo y trabaja para transformar la realidad material, para transformar la sociedad, y claro que a veces no está seguro de lo que hace, o se topa con obstáculos y empieza a salir del camino, o lo que sea. Pero también puede aprender de eso. Que no lo pases por alto. Si sales del camino o te topas con problemas, no trates de olvidarlo o dejarlo de lado o esquivarlo para seguir al próximo paso. En vez de eso, olvídate de tu ego [se ríe] y confróntalo, conócelo, analízalo. Seguramente nos toparemos con muchos problemas y cometeremos muchos errores, y probablemente muchas otras personas se topan con los problemas que tú tienes. Pues, platiquémonos sobre eso, aprendamos colectivamente de eso, con el fin de seguir mejorando lo que tenemos que hacer.
Y por otro lado, si algunas personas hacen cosas que representan adelantos, avances, que no lo mantengan en secreto tampoco. Que no les baste pensar, “¡qué a todo dar!” para sus adentros. Informen sobre lo que descubren, sobre lo que aprenden allá en la sociedad, sobre lo que concretamente hace avanzar las cosas y se conecta con las cosas. Porque surgirán perspectivas importantes y experiencias nuevas desde cada nivel, que incluyen personas en la base del partido y personas fuera del partido que trabajan de cerca con él. Pero es necesario compartir ese conocimiento. No queramos desperdiciar nada de eso.
Por lo que, cabe repetir, existen las responsabilidades de los líderes y las responsabilidades de las personas bajo esos líderes, a todo nivel. La responsabilidad de la dirección a todo nivel es de dirigir. La responsabilidad de las personas bajo los líderes es de recibir la dirección, de seguir la dirección, con la orientación de no ser servil sino luchar contra la opresión y trabajar para la emancipación de la humanidad. Y, en el curso de recibir la dirección, aprender a ser un líder uno mismo y extender esa dirección y esa conciencia y organización revolucionaria por toda la sociedad.
Pregunta: Así que con el partido hay una base para que esta nueva síntesis se convierta en una fuerza material en el mundo de una manera que no sería posible sin este partido.
AS: Así es, sin un partido organizado, sin un movimiento revolucionario organizado, al final se tratará de unas pocas personas que se hablan entre sí entre cuatro paredes.
Pregunta: Retomando la obra y la dirección de Bob Avakian, y el papel que él juega en el mundo, como has dicho, todo eso se disputa mucho. A algunas personas les encanta Bob Avakian y lo que él ha desarrollado y lo que representa y el papel que juega en el mundo, y a algunas personas les desagrada mucho. ¿Quieres hablar más de eso?
AS: Creo que eso es un tema muy importante en que adentrarse más, porque hay mucho que aprender de investigar por qué a tantas personas les encantan Bob Avakian y su obra y al mismo tiempo por qué tantas personas odian a Bob Avakian y su obra —o al menos odian a Bob Avakian porque, para repetir, muchos de los que lo odian tanto ni siquiera conocen su obra— típicamente no estudian su obra a fondo, no analizan los argumentos específicos, no le entran a fondo a los análisis y las síntesis, no formulan críticas serias y sustanciales. Lo que hacen principalmente esos odiadores, por lo menos en la actualidad, son calumnias mezquinas e insultos y ataques personales. Son ataques a un nivel y de una mentalidad muy bajos, y entre la mayoría de esos odiadores hay una falta de cualquier análisis sustancial de los problemas sociales tratados y las soluciones propuestas. Con pocas excepciones, no hay personas escribiendo tesis o dando discursos que traten a fondo lo que Bob Avakian plantea sobre la estrategia para la revolución, cómo desarrollar un movimiento revolucionario en Estados Unidos, por qué la revolución es necesaria y posible, cómo podría haber una posibilidad realista de ganar, qué tipo de sociedad se podría construir, y cómo hacerlo. Pues, Bob Avakian ha desarrollado un conjunto de obra, durante décadas, con documentos y análisis muy sustanciales sobre esas cuestiones, y ha hecho una enorme cantidad de trabajo para que eso sea fácilmente disponible. No obstante, esos odiadores no son, por lo general, al menos durante el presente período, personas que formulan contraargumentos ni contraanálisis sustanciales. Se trata mucho más de calumnias vulgares y bajezas. Eso tiene algo que ver con la cultura prevaleciente. En la cultura actual en general, hay muchas personas que se dedican, al parecer, a rebajar a otras personas con calumnias e insultos mezquinos. La red está repleta de eso. Pero, con respecto a Bob Avakian específicamente, ese fenómeno se manifiesta en una enorme y apasionada virulencia de odio en su contra. Preguntémonos: ¿Por qué odiarían tan apasionadamente a una persona que ha dedicado toda la vida a tratar de servir al pueblo, y a la emancipación de la humanidad? Uno podría estar de acuerdo o en desacuerdo con sus argumentos y análisis específicos, podría tener diferencias sustanciales, etcétera, y podría debatir y discutirlos con principios. Pero ¿por qué demonios atacar personalmente y tratar de destrozar a una persona que no trata de promoverse a sí misma, traficar nada ni sacar provecho propio ni nada por el estilo? Muy al contrario, se ha dedicado la vida entera a servir al pueblo y trabajar para formular soluciones a los horrores del sistema y poder hacer nacer una sociedad nueva que sería mejor para la inmensa mayoría de las personas en Estados Unidos y el mundo. Pues ¿por qué unos individuos en efecto tienen un odio tan apasionado por una persona así?
Es importante hacer una evaluación científica de las tendencias de ese tipo, más allá de simplemente reconocer la cultura prevaleciente de bajezas, la que es un rasgo repugnante de la sociedad en general en estos días. Repito, creo que se necesita explorar más por qué algunos de esos odiadores, la mayoría de los cuales ni siquiera se molestan en familiarizarse con la extensa obra de BA ni en debatirla con nada de seriedad, están emperrados, pese a lo anterior, en escupir tanto veneno virulento hacia él. ¿Por qué, de verdad? Además, creo que para descubrir lo que pasa, se tendría que preguntarle al odiador ese algunas preguntas incisivas: ¿Qué es SU análisis del problema? ¿Qué es SU análisis de la solución? ¿Qué plantea USTED, qué propone? ¿Qué clase de resistencia organiza USTED? ¿Qué son SUS objetivos estratégicos? ¿Qué clase de sociedad nueva propone USTED, y cómo se propone alcanzarla? Si no considera que sea necesario derrotar y desmantelar el presente sistema por medio de una revolución, pues ¿cuál programa y soluciones propone USTED? ¿Cómo es SU plan para eliminar los incesantes ultrajes y abusos los que el presente sistema genera y los que están incrustados en su propia base, tales como el asesinato policial de negros, latinos y otras personas de color y el genocidio lento que es la encarcelación en masa; la cultura patriarcal de violación, denigración y deshumanización de la mujer y el rechazo al derecho al aborto; las guerras de imperio, ejércitos de ocupación y crímenes de lesa humanidad los que el imperialismo perpetra constantemente; el cierre y la militarización de las fronteras y el maltrato y la deshumanización de los inmigrantes; la degradación acelerada y multifacética del medio ambiente global impulsada por el imperialismo hacia un punto crítico sin vuelta atrás, textualmente? ¿Qué es SU solución a todo eso? ¿Qué propone USTED?
Debemos confrontar a los odiadores con semejantes preguntas. No debemos permitir que se salgan con la suya escupiendo virulento veneno de odio para destrozar y rebajar a BA y por extensión a todos los que trabajan con BA, simplemente porque por su cuenta no tienen casi nada de sustancia ni valor que proponer. Si no les gusta lo que BA y el PCR analizan y proponen, ¿¡por qué no hacen su propio trabajo, simplemente, para resolver los problemas de la humanidad?!
Creo que algunas de esas personas nada más quieren mantener un pie en el sistema, ¿me entiendes? ¿Por qué dan tantos pataleos y berrinches ante la perspectiva del avance hacia una sociedad nueva que podría beneficiar a la inmensa mayoría de la población? ¿En realidad, preferirían que las cosas quedaran como son? Esa actitud caracteriza en particular a algunos sectores de la pequeña burguesía, en otras palabras, las personas de las clases medias. No todas, por supuesto, pero algunas de las personas de la clase media quieren mantener por lo menos un pie... Fíjate, esa es la definición de la pequeña burguesía, ¿no es así? Es la clase que se encuentra en medio del proletariado y los más oprimidos de abajo de la sociedad, por un lado, y la burguesía dominante, los capitalistas dominantes, por otro lado. Por lo que se encuentran en un limbo, entre ni una ni otra cosa, y es muy común que muchas de esas personas juegan a los dos bandos y tratan de mantener un pie en ambos mundos — un pie en el sistema actual, porque, para ser directo, todavía les gusta la vida bajo el presente sistema, el que todavía les brinda bastantes ventajas y privilegios; y un pie con el que al menos en sus mejores momentos, quizá estén dispuestas a dar un paso hacia el futuro, dado que muchas de ellas sí reconocen que el presente sistema es un horror, especialmente para los de abajo, y muchas de esas personas, en sus mejores momentos, sinceramente quisieran llegar a una sociedad más justa y más equitativa. Pero muchas veces están renuentes a hacer olas y a hacer lo que hay que hacer para llegar a ese futuro. Por lo que están conflictuadas. Algunas de ellas al final juegan papeles muy positivos y contribuyen de varias maneras al proceso general en el camino de emancipar a los oprimidos, los explotados y al final toda la humanidad. Pero algunas se ponen muy ruines y tratan de refrenar y despedazar a aquellas personas y fuerzas que en lo concreto van hacia adelante y trabajan para organizarse para una revolución concreta y un cambio fundamental en el sistema que maneja la sociedad. Pues, que cada quien saque su conclusión.
Pues, podremos hablar más sobre eso. Pero quiero pedir que ustedes piensen por un minuto sobre el respeto y la falta de respeto; sobre las personas que comprueban, una y otra vez, que tienen principios e integridad, y un espíritu generoso con amplitud de miras, que se dedican a la lucha para cambiar el mundo al servicio de mejorar la humanidad, en comparación a aquellas personas por otro lado que, al parecer, se la pasan despedazando a otras personas, regando calumnias e insultos mezquinos, bajos y vengativos, y lanzando ataques personales, mientras por su cuenta tienen muy poco que ofrecer en torno a un camino viable y realista para salir de los horrores del sistema, y muy poco que ofrecer en torno a un plan concreto sobre cómo rehacer la sociedad entera sobre una base libre de explotación y opresión institucionalizada. Por lo que, por favor, compañeras y compañeros, piensen en ese contraste. Porque, efectivamente, es gravoso y nocivo que haya personas que siempre andan mordisqueándole a uno los talones, intentando estorbar y especialmente intentando interponerse entre Bob Avakian y las personas con las que él busca conectarse — constantemente mordisqueando, fastidiando, apuñalando por la espalda, tratando de despedazar. ¿Es eso lo que debe ocurrir en realidad?
Que tengan principios, que tengan integridad. Si uno tiene desacuerdos sobre temas de sustancia, pues órale, que los apunte, haga discursos, haga análisis, hágalos saber. Si tiene programas y enfoques alternativos, adelante, plantéelos. Pero hágalo con principios e integridad. No sea bajo, no ande mordisqueándoles los talones a otros en un intento de estorbar, tratando de evitar que se conecten con las personas con las que tratan de conectarse.
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
20 de octubre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El fenómeno del acoso sexual y el asalto sexual —que incluye, pero no se limita al abuso sexual de las mujeres por los hombres que ocupan posiciones de poder sobre ellas— tiene una larga y extensa historia en toda esta sociedad supremacista masculina, y lo refuerza la cultura pútrida que esta sociedad ha engendrado. El torrente de indignación contra este abuso sexual y contra los acompañantes encubrimientos y complicidad institucionales tan comunes, y la demanda de un cambio radical en la cultura —que han dado un gran salto en relación con las acusaciones contra Harvey Weinstein y ahora se han extendido mucho más allá de eso, con la participación de millones de mujeres, en un ámbito tras otro por todo Estados Unidos y en otros países también— es justo y justificado y desde hace tiempo necesario, y se debe apoyar, alentar, propagar y defender de contraataques.
En el contexto de este auge de indignación suprimida por tanto tiempo, van a surgir algunos aspectos negativos, entre ellos algunos excesos, donde se hagan acusaciones falsas o exageradas en casos particulares; pero estos han sido (y casi seguramente, seguirán siendo) un aspecto muy secundario del fenómeno. Si es necesario y cuando sea necesario señalar algunas de esas deficiencias, se debe hacer con muy buen criterio, de una manera que no socave el carácter arrolladoramente positivo de este auge de indignación, y que de hecho contribuya a fortalecerlo.
Este auge de indignación completamente justa y suprimida por tanto tiempo no equivale a ninguna acusación particular. De hecho, se deben abordar esas acusaciones particulares a partir de una evaluación científica de la evidencia, lo que es especialmente importante donde las acusaciones no sólo alegan una mala conducta sino actos delictivos específicos, como la violación u otro asalto sexual. Pero no se debe permitir que esta diferencia, entre las acusaciones particulares y el fenómeno general, oculte o disminuya la justeza y la importancia del masivo auge de indignación contra este abuso tan extenso y profundamente arraigado y contra el enorme daño que les hace a las mujeres y a la humanidad en su conjunto.
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
Discurso de apertura, Rechazar el Fascismo, 10 de diciembre de 2017
20 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Lo siguiente es el texto del discurso de apertura en las reuniones de masas de Rechazar el Fascismo en diferentes partes de Estados Unidos.
“El régimen de Trump y Pence es un régimen fascista. Ni insulto ni exageración sino eso es lo que es.
“Para el futuro de la humanidad y del planeta, nosotros, el pueblo, debemos expulsar a este régimen.”
Hace un año se formó RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo), un mes antes de la inauguración de Trump. Esto es lo que dijimos en ese entonces. Cada día que ha pasado desde aquel entonces, cada día que provoque angustia y furia, ha confirmado este mensaje y misión básica.
La Oficina Nacional de Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) ha preparado el siguiente discurso para iniciar una discusión sobre lo que nuestra organización se propuso a hacer, y por qué; para adentrarnos en lo que hemos y no hemos logrado, y por qué; y al final, qué debemos hacer ahora. Después de discutir este discurso, se darán dos discursos cortos seguidos de discusiones que tratan más a fondo lo que proponemos para las próximas seis semanas.
En este momento en que nos reunimos, las comunidades inmigrantes por todo Estados Unidos viven en el terror de que sus familias y sus vidas resulten destrozadas. Los arrestos de los inmigrantes han aumentado en un 43 por ciento este año. La Prohibición de Viajar hecha por Trump ya está en vigor.
Los incendios forestales arrasan con California, debido a la ausencia casi total de lluvia este año. Tres huracanes devastadores azotaron al país en 2017, y Donald Trump con la arrogancia de un señor colonial racista, arrojó rollos de papel de cocina a la gente de Puerto Rico. Hoy, meses después, la mayoría de la isla sigue sin electricidad. Ante esto y la contundente evidencia científica del calentamiento global, el Régimen de Trump y Pence ha triturado todos los reglamentos de protección ambiental en que puedan poner sus sucias manos, incluido el abandono del Acuerdo Ambiental de París que por débil que sea, es el único acuerdo internacional para reducir el calentamiento global.
Donald Trump ha intensificado el peligro de una guerra nuclear catastrófica — al amenazar con descargar “fuego y furia” y “destruir por completo” a Corea del Norte. Hace un año, el Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo también dijo que “Trump tiene el dedo encima del disparador nuclear, por lo que el Régimen de Trump y Pence es más peligroso para el mundo que ni Hitler”. Esto también era cierto en ese entonces, y, ominosamente, es aún más cierto hoy.
Nuestro Llamamiento a la Acción fundador también reconoció que “El fascismo tiene rumbo e impulso. Criminaliza el disentimiento pieza por pieza. Aporrea la verdad. Sataniza y singulariza a un grupo tras otro, en una trayectoria que lleva a horrores reales. Todo esto ya ha empezado bajo el Régimen de Trump. La historia ha demostrado que hay que parar el fascismo antes de que sea tarde”.
¿Verdad que esto sigue siendo cierto?
El agosto pasado, a base de reconocer que millones de personas sienten de corazón que Esta pesadilla tiene que terminar, Rechazar el Fascismo convocó a marchas y reuniones de protesta a nivel nacional el 4 de noviembre que INICIARÍAN un proceso en que las personas continuarían protestando de diferentes maneras todos los días, haciendo crecer y construyendo el movimiento, para que los miles que actuaran el 4 de noviembre atrajeran e incorporaran a decenas y luego a cientos de miles, que se convirtieran al final en millones de personas — decididas a no cesar hasta que se cumpla nuestra demanda:¡El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
Fundamentamos nuestro llamamiento en la realidad de que la situación era (y sigue siendo) tan extrema, tan grave —con decenas de millones de personas en Estados Unidos angustiadas por el grave peligro que el Régimen de Trump y Pence plantea para vidas en Estados Unidos y en el resto del mundo— que era posible, y sigue siendo posible, que las masas de personas reorganizaran su vida y actuaran con la determinación de protestar día tras día y noche tras noche. Porque protestar de una manera a la altura del peligro del fascismo inminente era lo único que podría pararlo.
El 4 de noviembre, cuatro mil personas se movilizaron en más de 20 ciudades, y lo hicieron ante amenazas fascistas que se diseminaron en los medios informativos y el internet. En tres ciudades nuestras marchas enfrentaron a viles fascistas armados que vinieron con el fin de amenazar y posiblemente hacerles daño a los que se atrevieran a marchar con Rechazar el Fascismo.
El 4 de noviembre era un presagio importante de lo que hace falta: un día inspirador, la más importante manifestación para exigir que se saque del poder al Régimen de Trump y Pence en su conjunto. La valentía, la convicción y la determinación de esta protesta deben darle esperanzas a toda persona de conciencia. Pero, el 4 de noviembre no lanzó el movimiento de protestas no violentas de masas continuas y crecientes. Esto hacía falta, y aún hace falta urgentemente, si es que la humanidad vaya a parar la consolidación del fascismo en la superpotencia más poderosa del mundo.
De plano, faltaron suficientes cantidades de personas. Faltaron suficientes voces de conciencia prominentes — personas que tengan una plataforma para hacerse oír y a que les presten atención millones de personas. Faltó que tomaran las calles en representación suficientes organizaciones que han estado luchando contra los diferentes ataques del Régimen de Trump y Pence. Muchos estudiantes participaron el 4 de noviembre, pero las escuelas y universidades no salieron en masa.
Hemos dicho desde la fundación de Rechazar el Fascismo que sólo al tomarse las calles con valor y convicción, con acciones fuera del marco de los procesos políticos normales de Estados Unidos, tales como las elecciones, las audiencias, etc., se podría ponerle un alto a lo que es una situación altamente anormal: un régimen fascista total que está triturando normas y reconfigurando la sociedad y el gobierno. Bajo el lema de Hacer que Estados Unidos Vuelva a Tener Grandeza, el Régimen de Trump y Pence está forjando un fascismo estadounidense: el Destino Manifiesto y el excepcionalismo estadounidense, un fascismo envuelto en la Biblia interpretada textualmente y la bandera estadounidense, empapado de racismo, misoginia, y xenofobia. El Llamamiento a la Acción del Rechazar el Fascismo dice que “el fascismo no es simplemente un burdo conjunto de políticas reaccionarias horripilantes… Lo crucial es entender que una vez en el poder, en esencia el fascismo elimina los derechos democráticos tradicionales”. En cierto momento, lo que podría ocurrir más pronto de lo que reconozcan la mayoría de las personas, podría llegar a ser muy tarde para pararlo — con una fuerte represión del disentimiento, y la acomodación de la población con la nueva norma del fascismo.
Rechazar el Fascismo reconoció que, para parar este monstruo implacable, había que expulsar al régimen en su conjunto. Con Trump como el maestro de ceremonias demagógico, y Pence como el fascista cristiano medieval a su lado, han montado una vil camarilla que controla y está reconfigurando todas las divisiones del poder executivo. El partido Republicano fascista controla el Congreso, dos tercios de los gobiernos estatales y está posicionando a sus jueces en las cortes. Están triturando las normas de la verdad, la ciencia, la separación de poderes y la separación entre la iglesia y el estado, y cosas adicionales, y peores, todo ello sin ninguna oposición seria por parte de la dirigencia del partido Demócrata. Incluso después de que millones de personas firmaron una petición por un juicio de destitución, incluso después de que un senador republicano que va a salir del Congreso dijo que Trump ha puesto a Estados Unidos en un camino hacia una tercer guerra mundial, la dirigencia del partido Demócrata dijo: un juicio de destitución no es una opción en consideración — ni ahora ni después de los comicios de 2018.
Rechazar el Fascismo ha planteado que es sólo la acción decidida de masas de la gente la que tiene el potencial de detener esto. Que se haga con el paso del tiempo con la participación de cientos de miles y millones de personas en protesta de masas día tras día, con el crecimiento de sus fuerzas y su determinación, con el objetivo de crear una crisis política nacional de modo que, como dice el Llamamiento para el 4 de noviembre: “Cada fuerza y facción en la estructura del poder se verá obligada a responder a nuestra demanda. Las grietas y divisiones entre los de arriba, que ya son evidentes hoy, se intensificarán y ensancharán. A medida que atraigamos a cada vez más personas a ponerse de pie, todo esto podría llevar a una situación en que este régimen ilegítimo sea sacado del poder”.
Esto no lo pudimos iniciar el 4 de noviembre. Esta es la misión que queda por lograrse. Así que, adentrémonos en esto.
Tenemos que adentrarnos en esto no sólo para nosotros mismos… y no a solos, sino como una parte integral de la lucha de expulsar a este régimen. Tenemos que enfrentar directa y honestamente la necesidad que pesa sobre la humanidad y juntos abrir brecha hacia adelante. Lo hacemos porque “En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista”.
Al ver el panorama más amplio en una perspectiva y contexto amplio de lo que ocurrió y no ocurrió el 4 de noviembre, se revela que un número masivo de personas no se tomó las calles ni tuvo la determinación de permanecer en las calles para expulsar al régimen porque están acostumbradas a cierto estilo de vida, a una estabilidad que se deriva de vivir en un país que no ha experimentado una guerra en su propio territorio en 160 años ni ninguna gran agitación en más de medio siglo.
La realidad que enfrentamos es que la mayoría de las personas en las clases medias, las que más han alzado la voz por angustia e indignación contra el régimen, tienen un estilo de vida al cual, hasta la fecha, no están dispuestos a interrumpir. Se han habituado a dejar que otros se encarguen de los asuntos políticos y de gobernanza, salvo quizás accionar una palanca de la máquina de votar cada pocos años. Incluso la mayoría de la población que no vota todavía no estaba dispuesta a abandonar la normalidad de su vida, aunque esa normalidad está empezando a deshilacharse y deshacerse. Esto subyace a por qué muchas personas dieron una acogida sincera al mensaje básico de Rechazar el Fascismo y realmente odian al Régimen de Trump y Pence, pero en este momento se negaron a romper con las normas y el marco de la política de costumbre.
Hemos estado trabajando y seguimos trabajando sobre la contradicción entre la estabilidad relativa de la vida de la mayoría de las personas en Estados Unidos y su profunda e intensa repugnancia y angustia por las horrorosas acciones y futuro del Régimen de Trump y Pence. No logramos activar a un número suficiente de personas para hacer lo que hay que hacer. El enorme problema para todos aquellos que odian al Régimen de Trump y Pence, pero no están dispuestos, todavía, a romper con la normalidad de su vida y con el marco político en que conciben sus acciones de afectar la política, es que el mundo y la vida, tales como los conocen, están por llegar a su fin si el Régimen de Trump y Pence sigue en el poder.
Tenemos que decir una vez más, que ya que Trump tiene el dedo en el disparador nuclear —sin ninguna restricción por parte de ninguna otra persona en el gobierno o en las fuerzas armadas— lo que está en juego con la continuación de la complacencia de la gente, el precio de acomodarse con el fascismo que viene desarrollándose y de seguir con la vida cotidiana y en efecto normalizar lo que no es normal, bien podría ser el futuro de nuestra especie y del planeta. Cabe repetir, esto no es ninguna exageración.
Se ha entrenado a la gente para que crea que lo único posible es apoyar, cifrar sus esperanzas o trabajar con el partido Demócrata. Una y otra vez los medios de comunicación presentan los temas importantes en términos de los republicanos o los demócratas con los ojos enfocados en las próximas elecciones aun antes de terminar las actuales.
Tenemos que decirle a la gente: No les hagan caso a los que les digan que se puede tratar con este régimen de las formas normales — sea por medio de elecciones, fiscales especiales o un cambio en el Congreso. Tenemos que decírselo, y tenemos que convencerlos.
¿Esto significa que no hay esperanzas en esta situación? ¿Que la gente nunca actuará? ¡NO!
Hay una aguda contradicción entre la profunda e intensa repugnancia de la gente por Trump y Pence y todas las cosas horripilantes que han hecho, y por otro lado, sus falsas ilusiones que se derivan de su vida relativamente estable, su experiencia y su creencia en el funcionamiento estable del gobierno, sus instituciones y sus procesos. Aunque la situación personal de la gente en Estados Unidos de hecho es precaria, pesa la realidad de que la vida en Estados Unidos es relativamente estable, y la creencia ilusoria de que siempre será así.
Miren, vayamos al grano. Los sectores progresistas y los sectores históricamente marginados de Estados Unidos esperan que los demócratas se encarguen de sus intereses. Esto también es así, quizá sea especialmente así, de parte de los que quieren reformar al partido Demócrata. Existe una “fe”, sin ninguna corroboración en la realidad, de que el partido Demócrata vaya a reparar lo que están haciendo Trump y Pence y su régimen. No lo hará. Ellos, y otros en el poder, sólo actuarán si creen que están perdiendo la lealtad de enormes sectores de la sociedad. Sólo actuarán cuando la agitación y el trastorno creados por la gente los impulsen a actuar sobre lo que es para ellos su mayor interés: mantener su sistema.
Si bien sigue siendo cierto que Rechazar el Fascismo aún no es conocido por toda la sociedad, mucha gente sí sabía del 4 de noviembre. Dondequiera fuéramos, una inmensa mayoría de la gente respondía con entusiasmo a las consignas y el Llamamiento de Rechazar el Fascismo — cargando pancartas en las manifestaciones, contribuyendo a los anuncios en el New York Times y el Washington Post y de muchas otras formas. Pero, al sopesar si correr el riesgo de trastornar su vida y sus creencias o no, a fin de realmente entrarle con todo a lo que objetivamente se requiere para parar la consolidación fascista en marcha del Régimen de Trump y Pence, se retiraron a la falsa ilusión de un mundo cuyo fin sí está llegando.
Debemos reconocer claramente el entrenamiento, y, hay que decirlo, el adoctrinamiento. Todos los días la dirigencia del partido Demócrata y aquellos, como la MSNBC entre otros en los medios de comunicación, así como las organizaciones políticas y de servicios tipo oenegeísta, que por su parte se apoyan en el partido Demócrata y a su vez promueven que se confíe en el partido Demócrata, le dicen a la gente que NO haga lo que Rechazar el Fascismo estaba llamando y lo que sigue llamando a hacer. Que no se tome las calles, que no provoque a la bestia de los fascistas, que no socave sus esfuerzos electorales de atraer a los votantes indecisos, que no piense ni actúe fuera del marco de la política de costumbre y, para ser francos, quizá no se ponga a cuestionar por qué los demócratas han conciliado con estos fascistas durante un largo tiempo, ni se ponga a empezar a cuestionar cómo están las cosas en su conjunto.
Le están diciendo a la gente que responda a esto de formas normales — que espere que Mueller termine su investigación, y por favor, no haga nada que perjudique nuestras posibilidades en los comicios de 2018 o 2020. Rechazar el Fascismo ha señalado con razón que (1) esto bien podría ser muy tarde para impedir una guerra catastrófica, la devastación ambiental, el terror y desarraigo en la vida de millones de inmigrantes, el fin del derecho al aborto y muchos otros horrores, que incluyen leyes aún más draconianas que reprimen el disentimiento; y (2) estos fascistas están trabajando tiempo extra para arrebatarles los derechos de votar a los negros y los latinos, en combinación con todo un sistema electoral racista arreglado con su base histórica en las zonas rurales, para que amarren su triunfo electoral. ¡NO! Sería mortífero dejarnos embaucar con esto en la lucha contra la consolidación del fascismo. Tenemos que poner el argumento de que el único camino adelante es VOTAR CON LOS PIES EN LAS CALLES.
En resumen, debemos discutir por qué tenemos que continuar y perseverar en este argumento por medio de lo que decimos, lo que escribimos y de mayor importancia, por medio de lo que hacemos, para que las personas enfrentan la necesidad que representa para ellas y toda la humanidad la consolidación del fascismo por el Régimen de Trump y Pence. Y sobre esa base, por qué lo que Rechazar el Fascismo está organizando y construyendo es el camino para hacer el cambio que se necesita: sacar del poder político al Régimen de Trump y Pence.
Debemos discutir y entender, y debemos explicar a las personas por todo Estados Unidos, que la base para sacar al Régimen de Trump y Pence se encuentra, fundamentalmente, en ellas. Rechazar el Fascismo está preparado para darle con todo con eso. Estamos preparados para dirigir junto con otros. Hay un lugar para todos, para organizaciones diversas con muchos diferentes objetivos y entendimientos que reconocen, o que se puede ganar a reconocer, que la única manera de detener la consolidación de un Estados Unidos fascista son las acciones de la gente en unión y con determinación en las calles para impulsar la expulsión del Régimen de Trump y Pence.
Antes de concluir, creemos que esta contradicción, entre la repugnancia de la gente por el Régimen de Trump y Pence y su poca disposición en este momento a trastornar la relativa “normalidad” de su vida, es lo principal en que no logramos abrir brecha para que prosperara el 4 de noviembre. Otros factores también pesaron, por ejemplo, tuvimos que movilizar una masa crítica lo suficientemente grande de personas y organizaciones para que la gente considerara como viable la audacia de nuestro plan y misión. Nos dijeron que les daban miedo todos los rumores de lo que los fascistas pudieran hacer. Estas son cuestiones reales que hay que tratar, pero existen en el problema mayor de lo que hemos descrito. Pues hay muchas ocasiones en la historia cuando la gente supera el miedo y desafía los obstáculos, al reconocer la necesidad de actuar de formas extraordinarias.
Debemos discutir y empezar este resumen en esta reunión. Es un resumen y un proceso que continuará. Y, al mismo tiempo, tenemos que seguir adelante. Nuestro análisis del Régimen de Trump y Pence es correcto y se confirma a diario. Nuestra misión y objetivo de expulsar al régimen por medio de la acción no violenta de masas de millones de personas es lo que tiene que ocurrir.
Con este fin, la Oficina Nacional está proponiendo el siguiente plan para las siguientes seis semanas, aproximadamente hasta el fin de enero.
El plan tiene tres elementos.
#1: Un elemento clave del período entrante es hacer trabajo de divulgación amplia, investigar activamente con muchos diferentes tipos de personas y organizaciones; lucha ideológica sobre la necesidad que enfrenta la humanidad con el Régimen de Trump y Pence y qué es el camino hacia adelante; y polémicas en las redes sociales y nuestro sitio web que comparan y contrastan los diferentes análisis y soluciones. En el período que viene tenemos que estar luchando y aprendiendo activamente — haciendo un balance del primer año del Régimen de Trump y Pence y de la resistencia y lucha a que llamamos. No debemos hacer esto solamente entre nosotros, sino junto con las personas muy ampliamente. Esto debe ser un período de trabajo de divulgación amplia y de lucha ideológica y aprendizaje (interrelacionados entre sí). De mucha importancia, por medio de este proceso tenemos que construir más y hacer crecer a Rechazar el Fascismo y forjar una unidad de principios con otras organizaciones y comunidades opuestas a este régimen.
#2. Rechazar el Fascismo tiene que seguir dirigiendo lucha. En particular tenemos que iniciar acciones que denuncien de manera contundente al régimen y sus crímenes y por qué tiene que marcharse. Además, tenemos que actuar de maneras que pongan al descubierto agudamente por qué la dirigencia demócrata no es ninguna respuesta. En este sentido, debemos examinar el ejemplo de los jóvenes de DACA que fueron a la oficina de Nancy Pelosi y denunciaron la manera en que ella estaba traficando con la vida de sus familias y comunidades y su estatus, y que ellos no aceptaban eso. En las acciones que hacemos debemos aprender de las acciones de ACT-UP a principios de los años 1990. Además, Rechazar el Fascismo debe participar y trabajar en coaliciones que sean consecuentes con nuestra misión, para protestar con motivo del aniversario de la inauguración de Trump.
También debemos atraer e incorporar a muchas personas nuevas en la difusión del mensaje de Rechazar el Fascismo y la recaudación de fondos para esta gran causa.
Después de discutir lo que he presentado aquí, ___________ presentará una visión de toda esta cuestión.
#3: La Oficina Nacional anima a las secciones locales y a las personas que están empezando a conocer Rechazar el Fascismo a que vean y discutan el discurso filmado y la sesión de preguntas y respuestas de Bob Avakian, ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible.
Este discurso y las preguntas y respuestas tratan muchas de las cuestiones que la gente enfrenta y plantea.
Así que, antes de abrir la discusión, déjenme concluir con lo que hemos dicho durante más de un año, y que sigue siendo tan cierto como el día en que se escribió por primera vez:
“Que no digan que no removimos cielo y tierra para expulsar a este régimen. El presente debe ser un momento en la historia en que millones de personas toman posición, juntas, con convicción y coraje, superando el miedo y la incertidumbre, para oponer resistencia y decir ¡NO! No sólo para nosotros, sino en nombre de la humanidad”.
¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
Revolución #522 20 de diciembre de 2017
Pasaje de
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El historiador Edmund S. Morgan, en su libro Esclavitud y libertad en los Estados Unidos: De la colonia a la independencia, citado por David Brion Davis en su libro Inhuman Bondage [Esclavitud inhumana], dice que para Jefferson y otros esclavistas de Virginia como George Washington (“el padre de nuestro país”) y James Madison (quien fue el autor principal de la Constitución estadounidense y que también llegó a ser presidente de Estados Unidos), había cierto tipo de unidad —una unidad de contrarios, como diríamos los comunistas— entre cómo veían a los blancos, y por otra parte a los africanos negros, a los mulatos y a los indígenas. Aquí, voy a citar a Morgan y hacer algunos comentarios sobre lo que dice, para destacar los puntos esenciales.
Morgan señala: “Así, en Virginia, el racismo concentró el temor y el desprecio que los hombres de Inglaterra, fueran Whig o Tory, monárquicos o republicanos, sentían por las inarticuladas clases bajas” de su propia “raza”. Lo que Morgan muestra es que en Europa, ya sea de parte de los “liberales” o de los “conservadores” (los Whig y los Tory), había un desprecio abierto, especialmente entre las clases dominantes altas y sus representantes políticos, por la “chusma ignorante” de las clases bajas, mientras que en Estados Unidos esto no se manifestó exactamente de la misma manera debido a que mucho de este desprecio se desviaba, por así decirlo, y se dirigía hacia las masas negras —que en su inmensa mayoría estaban esclavizadas, especialmente en el Sur— y hacia los mulatos y los indígenas.
Morgan prosigue — y esto es muy importante en términos del desarrollo general de la democracia burguesa en Estados Unidos: “El racismo hizo posible entre los blancos de Virginia el desarrollo de una devoción por la igualdad” —una igualdad para los blancos, hay que recalcar— “que los republicanos ingleses habían declarado que era el alma de la libertad”. Y Morgan señala que una de las cosas que lo hizo posible fue que en Virginia “había muy pocos pobres como para que eso importara”. En otras palabras, debido al racismo y a que veían a los africanos, a los mulatos y a los indígenas como seres inferiores que realmente no merecían la libertad, los blancos de Virginia, sin ver ninguna aguda contradicción, podían pronunciar, como lo hizo Jefferson en la Declaración de la Independencia, nobles principios sobre la igualdad y los derechos inalienables de todas las personas. Se referían a la gente blanca —y más específicamente de los hombres blancos—, a la vez que excluían explícitamente a los otros grupos de personas — muy especialmente a la gente de origen africano que habían esclavizado. Una cosa iba con la otra: la inclusión de algunos y la exclusión de otros, la idea de la igualdad entre los blancos (aunque ésta tampoco fuera realidad) y la subyugación y la esclavización de las personas negras, mulatas e indígenas. Aquí están la paradoja y la ironía, aquí está una profunda contradicción, incorporada en Estados Unidos de América desde sus mismos inicios: Estos virginianos, cuyas ideas han ejercido una influencia muy grande en el concepto de la libertad en Estados Unidos —y la encarnación de esto en los documentos de fundación de Estados Unidos— representaban los intereses de la clase esclavista entre los blancos, pero al mismo tiempo podían declarar que estaban hablando en términos universales acerca de la libertad para todas las personas. Podían proclamar una república, en oposición a una monarquía, podían exaltar los principios de un gobierno compuesto de representantes elegidos por el pueblo, y las libertades asociadas con el republicanismo —y podían creer en esto—, aun cuando al mismo tiempo practicaban y defendían la esclavitud, así como otras formas de explotación y opresión.
Como plantea Morgan: “al agrupar a los indígenas, mulatos y negros en una sola clase paria” —es decir, al ponerlas en una categoría de seres que no iban a considerar realmente como humanos y no iban a otorgarles los derechos y libertades que los seres humanos deben tener— “los virginianos habían allanado el camino para agrupar de forma similar en una sola clase de amos a los dueños de las plantaciones grandes y pequeñas”. Nuevamente aquí vemos la unidad dialéctica (contradictoria) entre la exclusión de una parte de la sociedad, y la idea de la unidad de las otras —identificadas como las blancas— incluso con las divisiones de clase entre éstas.
Morgan plantea una conclusión muy profunda: “El racismo se convirtió en un ingrediente esencial, aunque no reconocido, de la ideología republicana que les permitió a los virginianos” —como Washington y Madison, así como Jefferson— “dirigir a la nación”3.
Esto habla de una muy importante particularidad, o peculiaridad, de la sociedad burguesa y los principios de la democracia burguesa tal como se desarrollaron desde los mismos comienzos de Estados Unidos y tal como se han desarrollado históricamente ahí. Como señala David Brion Davis, Morgan argumenta que la esclavitud racial le permitió a la clase de esclavistas propietarios de plantaciones de Virginia cooptar a los blancos más pobres y así perpetuar una sociedad sumamente explotadora y desigual bajo el estandarte de la libertad republicana. Como señala Davis: “La esclavitud y el racismo de Virginia se convirtieron, paradójicamente, en la base social e ideológica para el compromiso de Estados Unidos con la libertad y la igualdad” (Inhuman Bondage, p. 135).
Es muy importante entender esto, no sólo en relación con la fundación de Estados Unidos, sino también en relación con sus implicaciones y sus consecuencias a lo largo de la historia de Estados Unidos, hasta el día de hoy. La ideología republicana y las nociones de la libertad que han caracterizado la forma en que se ha concebido y dirigido Estados Unidos, de hecho han incluido, como elementos fundamentales, el racismo y la opresión del pueblo negro y de otra “gente de color”: la exclusión de estos grupos —de forma abierta y explícita, o al menos en la realidad y en la práctica— de la noción y aplicación imperantes de la libertad, y su subyugación desde los meros comienzos y en el funcionamiento esencial de Estados Unidos. Y ha habido una clara tendencia a que esto contribuya de diversas maneras a mellar los conflictos de clase en general en la sociedad estadounidense y a la conciencia de clase del proletariado — particularmente entre los blancos, pero también de manera diferente en el pueblo negro y otras nacionalidades oprimidas.
Todo esto está relacionado con la primera ironía que mencioné: Jefferson hablaba de una sociedad agraria basada en los pequeños agricultores como la sociedad modelo pero en realidad, y contrario a eso, de forma consecuente defendió y luchó por los intereses de la clase esclavista; y la sociedad agraria que en realidad él encarnaba, y de la que era un vocero, era un sistema de plantaciones esclavistas.
La segunda ironía es que, aunque Jefferson exaltaba a los pequeños agricultores y la noción de una sociedad basada en los pequeños agricultores, creía firmemente que era necesario dirigir a tales pequeños agricultores y que a éstos los encabezaran miembros de una capa social más privilegiada, en términos económicos e intelectuales — de la cual el Jefferson mismo era un representante. Y aquí hay una ironía dentro de esta ironía, por así decirlo: en lo que se refiere a los “demócratas jeffersonianos” —esto se aplica a los demócratas burgueses más en general, pero en particular a aquellos que defienden y exaltan a Jefferson y sus ideas e ideales como el modelo de una grandiosa sociedad, aun cuando aún no se haya logrado en toda su extensión—, ¡muchos de ellos figuran entre aquellos que están muy prestos a atacar a los comunistas, y en particular a Lenin y su obra ¿Qué hacer?, por supuesto elitismo! Con qué frecuencia les hemos escuchado decir cosas como: “¡Los comunistas como Lenin piensan que las masas son demasiado estúpidas para saber lo que es bueno para sí mismas! Ellos piensan que estas masas tienen que tener una élite de intelectuales para darles órdenes y decirles lo que es bueno para sí mismas, ya que son muy estúpidas para saber qué es lo que realmente quieren y necesitan — eso es lo que es el punto de vista de los comunistas, eso es lo que argumenta Lenin en el ¿Qué hacer?”
Aquí no tengo tiempo de adentrarme en todas las maneras en que eso es una burda distorsión de lo que Lenin estaba argumentando realmente en ¿Qué hacer? Pero el hecho es que la esencia de lo que él argumenta en esa obra es todo lo contrario a estas acusaciones: Él insiste tanto en la capacidad como en la necesidad de que las masas entiendan las dinámicas básicas de la realidad objetiva, y de la sociedad humana en particular, para poder luchar conscientemente por transformar la sociedad, por hacer la revolución con el objetivo final de crear un mundo comunista. Lenin recalca que ésta es la única forma en que en realidad se puede hacer esa transformación tan radical de la sociedad. Y, sí, insistió que las masas necesitan una vanguardia que las dirija en esta lucha — una vanguardia cuyo propósito precisamente es capacitar a las masas mismas para que hagan la revolución, y no sustituirlas (o tratar de sustituirlas) al hacerla.
Así que ésta es la “ironía dentro de la ironía”: Muchos de estos demócratas jeffersonianos (burgueses) nunca se cansan de acusar de “elitismo” a los comunistas, y a Lenin en particular, y no obstante su héroe y modelo, el mismo Thomas Jefferson, era un firme creyente en la idea de que la gente del común necesitaba que una elite económica e intelectual la guiara hacia una sociedad virtuosa. Ésta es la lógica que Jefferson habría seguido, si realmente hubiera tratado de crear una sociedad así — lo cual no hizo.
Y la tercera ironía: Si la sociedad de pequeños agricultores de Jefferson de hecho se hubiera creado —y existen muchas razones por las que no fue posible hacerlo, pero si se hubiera podido hacer—, en poco tiempo habría engendrado y habría sido suplantada por la polarización y la aparición de élites que gobernaran a la “gente del común”. Si se tiene una visión de una sociedad compuesta por una gran cantidad de agricultores, cada uno que posee una pequeña parcela de tierra y que la cultiva de forma independiente, bueno, primero que todo existen muchas “condiciones naturales”, por decirlo así, que tendrán diferencias entre estos agricultores —diferentes condiciones del suelo, de la topografía y de otros factores ambientales y geológicos— que favorecerían a unos y no a otros.
Por ejemplo, miremos a la misma Virginia. Señalé esto en la charla “Revolución”4. ¿Por qué hay una Virginia del Occidente? La razón básica es que el territorio de este estado —que antes de la guerra de Secesión era la parte occidental de Virginia— tiene un terreno muy diferente que la mayoría del resto de Virginia: esta zona occidental es muy montañosa y rocosa, tiene mucho carbón, pero no es tan propicia para la agricultura en pequeño ni para la agricultura en general (hay algunos cultivos en pequeño, pero no es tan favorable para la agricultura como otras partes de Virginia, ni otras partes del Sur, que tienen un suelo mucho más rico). Esa es la razón subyacente por la que, en la época de la guerra de Secesión, esta parte occidental del estado se separó de Virginia y de la Confederación: ahí, las condiciones económicas y los intereses de la gente eran muy diferentes.
También está la cuestión muy importante de cómo están situadas las diferentes parcelas de tierra con respecto al agua y otros factores que les dan ventajas (o desventajas) a aquellos que poseen la tierra. Estas diferencias, y sus efectos y consecuencias en términos del rendimiento agrícola y factores relacionados, se harían valer por sí mismos, aunque se comenzara con una situación en que todos tuvieran una granja de más o menos el mismo tamaño, y muchos pequeños agricultores independientes realizaran cultivos en pequeña escala, familiares — con todo el patriarcado y la supremacía masculina que acompaña eso. Hubiera habido desigualdades dentro de estas familias y granjas familiares, y hubieran habido el desarrollo de una polarización y unas desigualdades entre los diferentes agricultores, aunque si simplemente se tomara a una región de Estados Unidos como el Sur, por no decir nada del hecho de que se habían formado tierras de cultivo más hacia al occidente, había granjas de otro tipo en el nororiente de Estados Unidos en sus comienzos, y además había agricultura en otros países y había comercio mundial, lo cual habría penetrado en todo esto y habría afectado e influenciado la polarización que ya se desarrollaba dentro de la sociedad de base agraria en Estados Unidos. E imaginemos que de alguna manera el gobierno dijera: “Muy bien, aplicaremos el ‘modelo jeffersoniano’: todos tienen que ser pequeños agricultores —o, si no todos tienen que ser pequeños agricultores, al menos la base de toda la economía y de toda la sociedad tiene que ser los pequeños agricultores— y si alguien comienza a crecer mucho más que los demás, en términos de tenencias de tierras, le quitaremos una parte de sus tierras y se las daremos a otros, para que de nuevo habrá distribución más igual de las tierras en pequeñas granjas en todo el país”. Pues bien, con el tiempo esto habría suscitado guerras y conflictos armados, porque aquellos a los que se les hubiera puesto trabas de esa manera (a los que les quitaran tierras para “equilibrar” las cosas) se habrían resistido, y si se hubiera seguido haciendo esto, ellos se hubieran rebelado y tomado las armas.
Y además, de nuevo, existe todo el mercado mundial y su influencia en todo esto. En los años de la fundación de Estados Unidos, si se examina la venta del algodón, tabaco y otros productos, como el azúcar, del Sur, ¿a dónde iban estos? En gran medida, iban al mercado mundial, a Europa y a otros lugares. Para mantener una situación más o menos de igualdad en la tenencia de tierras, se hubiera tenido que impedir que todos produjeran para el mercado mundial, porque si produjeran para el mercado mundial, se habría fomentado y reforzado la desigualdad: a algunos agricultores les hubiera ido mejor que a otros, hubieran encontrado un mercado más favorable en algún momento para lo que estaban cultivando. Y eso habría afectado e intensificado la polarización que ya se estaba dando. Hubiera sido necesario intervenir con el gobierno y el ejército para sacar al país del mercado mundial.
En resumen, esto para nada hubiera sido práctico y realizable. Aunque se partiera de esa base —de muchos agricultores con tenencias de tierras más o menos iguales—, no se podría mantener esto, fundamentalmente porque todo esto se daría —y en la verdadera historia de Estados Unidos todo se ha dado— dentro del contexto general de la producción e intercambio de mercancías. Sobre esto, hay dos cosas para destacar: uno, como lo ilustra lo que ya he esbozado, la producción y el intercambio de mercancías conducen de forma inevitable a desigualdades y a una polarización. El funcionamiento general del sistema de mercancías significa que habrá desigualdad; significa que a algunos les irá mucho mejor en la competencia que a otros; significa que se desarrollará una polarización. Y lo que acompaña a esto —lo segundo a recalcar aquí— es que la fuerza de trabajo misma (la capacidad de trabajar en general) se convertirá en una mercancía. Se puede ver que esto ocurre incluso hoy: muchos agricultores ya no están en capacidad de sobrevivir como tales (o dedicarse a los cultivos y nada más); se ven impelidos a contratarse a otros a los que les ha ido mejor (a otros agricultores, o a gente que tiene otros negocios). En una sociedad agraria —y en particular en una que funciona dentro de un marco general de producción e intercambio capitalista de mercancías— se reducirá a cada vez más gente a una posición de trabajadores asalariados, que tienen que vender su capacidad de trabajo, su trabajo, para poder vivir. También se tendrá esa polarización —entre los capitalistas y los trabajadores asalariados— junto con la gran desigualdad que se seguirá desarrollando incluso entre la clase de terratenientes, hablando en un sentido amplio. Y cuando el mercado mundial entre a la ecuación, todo esto se acentuará muchísimo más.
Así, junto con la manifiesta contradicción entre lo que proclamaba Jefferson sobre que “todos los hombres son creados iguales” y son dotados de ciertos “derechos inalienables”, por un lado, y por el otro lado, no solamente el hecho de que él fuera un esclavista sino sus repetidas acciones, inclusive como presidente, en pro de la clase esclavista, estas otras ironías (o contradicciones — las ironías son contradicciones) que he identificado y de las que he hablado aquí, son a su vez una expresión de la naturaleza fundamental de la sociedad en que vivió y funcionó Jefferson y de la que él se yergue como un legítimo adalid: un sistema arraigado en las relaciones de explotación y opresión5.
Para resumir este punto: al examinar lo que Jefferson escribió (en sus “Notas sobre Virginia” y otras cosas) sobre el modelo de que una sociedad buena y virtuosa es la que se basa en una multitud de pequeños agricultores, y el conflicto entre esto y el tipo de sociedad que él realmente defendió y por el que luchó, podemos sacar algunas lecciones profundas sobre la naturaleza del gobierno republicano moderno como una democracia burguesa —y sobre la naturaleza de la misma democracia burguesa en general, como una forma de gobierno y dominación de clase, una dictadura de la clase burguesa— así como, en forma más particular, las expresiones específicas que ésta ha asumido en la historia de Estados Unidos, con la peculiar institución de la esclavitud durante cien años antes de la fundación de este país, y por cerca de cien años más después de su fundación.
Hay una narrativa semi-oficial sobre la historia y la “grandeza” de Estados Unidos, que dice que dicha grandeza radica en la libertad y el ingenio de su pueblo, y sobre todo en un sistema que da aliento y recompensa a estas cualidades. Ahora, en oposición a esa narrativa semi-oficial acerca de la grandeza de Estados Unidos, la realidad es que —para volver a un aspecto fundamental de todo esto— la esclavitud ha sido una parte indispensable de la fundación de “la libertad y la prosperidad” de Estados Unidos. La combinación de la libertad y la prosperidad es, como sabemos, aún hoy y en cierto modo hoy más que nunca, proclamada como la cualidad única y el destino y misión especiales de Estados Unidos y su papel en el mundo. Y esto está en aguda contradicción con el hecho de que sin la esclavitud, nada de esto —ni siquiera las libertades democrático-burguesas, por no hablar de la prosperidad— hubiera sido posible, no sólo en el Sur de Estados Unidos sino tampoco en el Norte, ni en el país en su conjunto ni en su desarrollo y surgimiento como potencia global económica y militar.
Es obvio que la forma en que se desarrolló la agricultura en el Sur estaba directamente relacionada con el sistema esclavista y de hecho se fundó en él. Pero, más allá de eso, la forma como Estados Unidos se relacionó con el mercado mundial, y construyó su prosperidad y su base económica así, dependió en un grado muy importante en la producción realizada por los esclavos. Por ejemplo, el intercambio entre el desarrollo de la manufactura en el Norte y el desarrollo de la agricultura en el Sur —aun cuando, antes de la guerra de Secesión, ese intercambio se daba en gran medida por medio del mercado mundial y en particular por medio de Inglaterra, donde se vendía el algodón, por ejemplo, a las fábricas de textiles de Inglaterra y se vendían otros productos de Inglaterra a los fabricantes del Norte de Estados Unidos— eso ni siquiera hubiera podido ocurrir de la forma como se dio, con la magnitud de escala en que se dio y con la prosperidad que generó, sin la esclavitud. Por supuesto, este proceso —donde, por ejemplo, se vendía el algodón del Sur de Estados Unidos en gran parte a Inglaterra en vez de a Nueva Inglaterra— contribuyó con el paso del tiempo a agudizar la contradicción entre el sistema esclavista en el Sur y el sistema capitalista que se estaba desarrollando en el Norte de Estados Unidos. Pero el punto a recalcar aquí es que, en un sentido general y fundamental, los productos cultivados por los esclavos del Sur de Estados Unidos constituyeron un gran factor en el desarrollo de la economía estadounidense, tanto en el Norte como en el Sur. Y, a su vez, el desarrollo de esa economía ha sido la base subyacente fundamental para la poderosa maquinaria militar que es el ejecutor determinante del papel de Estados Unidos como una importante potencia mundial.
En resumen: Sin la esclavitud, Estados Unidos no existiría tal como lo conocemos hoy. Eso es una verdad simple y básica.
Bueno, por supuesto, la esclavitud no fue el único factor que desempeñó un papel importante en el surgimiento de los Estados Unidos como potencia mundial, cuya fuerza económica subyace a su enorme fuerza militar. Un factor histórico importante en todo esto fue el robo de territorio, a escala masiva, a México así como a los pueblos indígenas. Pero, a su vez, gran parte de esa conquista de territorio fue, por un largo período de tiempo hasta la guerra de Secesión, en gran medida para ampliar el sistema esclavista. “Recuerde El Álamo”, nos dicen siempre. Bueno, muchos de los “héroes” de El Álamo fueron cazadores y traficantes de esclavos. Olvidemos toda esa basura sobre los Davy Crockett como grandes héroes, con la que a muchos nos atiborraron cuando niños — estos eran cazadores y capataces de esclavos, aventureros que en gran medida tenían como objetivo expandir el sistema esclavista. Más fundamentalmente, independiente del papel particular de los individuos, lo que motivó la guerra con México por Texas, por parte de Estados Unidos, fue en esencia el afán de expandir el sistema esclavista. Y extender el sistema esclavista fue uno de los objetivos principales de la guerra con México, aunque la guerra también condujo a la expansión hacia el Oeste del sistema capitalista en desarrollo centrado en el Norte de Estados Unidos (esos dos sistemas, esos dos modos de producción, el capitalismo y la esclavitud, estaban en competencia entre sí por ver cuál dominaría en el nuevo territorio conquistado por Estados Unidos; esto fue parte del creciente conflicto entre ellos, que luego vino a estallar en la guerra de Secesión en la década de 1860).
Bien, si algunas cosas hubieran resultado de forma diferente, un Estados Unidos diferente, o algo completamente diferente, hubiera evolucionado en el mismo territorio (o más o menos el mismo territorio) en el que ahora existe Estados Unidos de América, pero el Estados Unidos que sí evolucionó no pudiera haber evolucionado, y no hubiera alcanzado la posición que ya tiene, si no hubiera sido por la existencia y el papel de la esclavitud en todo esto. Así que cuando quiera que escuchemos hablar de la “libertad” en Estados Unidos, tengamos eso en mente. Pensemos de nuevo en el significado de los planteamientos de Edmund Morgan que se analizaron anteriormente. Aun cuando estamos hablando sobre los derechos democrático-burgueses reales —y que quede claro que de esto es de lo que estamos hablando, los derechos dentro del marco general de dominación política, dictadura, por parte de la clase capitalista (burguesa) que de hecho gobierna este país— siempre se tiene que entender esto en relación dialéctica con la esclavitud, desde la misma fundación y en términos del desarrollo histórico del país.
Con respecto a los derechos democrático burgueses, así como en el desarrollo general de este país, la esclavitud es un factor decisivo que continúa proyectando su larga sombra.
Este es un punto fundamental sobre el que hay que enfrentar a aquellos que quieren basarse en las nociones idealistas de la democracia jeffersoniana, y sobre el que se tiene que debatir y luchar con ellos — de una manera muy elevada, pero también de una manera muy contundente. Hay grandes cosas en juego en términos de la forma como la gente entiende esto. Esto no es historia “abstracta”. Especialmente en Estados Unidos, con su etos de gratificación instantánea, se condiciona y anima a la gente a pensar sólo en términos muy limitados y estrechos — para vulgarizar esto solamente un poco: cualquier cosa que haya ocurrido la semana pasada, por no hablar del año pasado, por no decir nada de hace un par de siglos, carece de toda relevancia respecto a lo que voy a consumir en este momento. Contrario a este condicionamiento realizado por la clase dominante y sus medios de comunicación y otros mecanismos para moldear la opinión pública, y lo que promueve la forma misma en que funciona este sistema, realmente entender la historia —y dar la lucha sobre cómo abordar científicamente el conocimiento de la historia— es una parte crucial de la lucha sobre el rumbo de la sociedad y, en un sentido muy real, sobre el rumbo del mundo en su conjunto, sobre toda a la luz del papel que Estados Unidos y su dominación imperialista juegan hoy en el mundo. Realmente entender lo que son las cosas más fundamentales sobre la naturaleza de Estados Unidos y la forma en que se ha evolucionado históricamente: esto incide de manera crucial en la lucha para transformar radicalmente esta sociedad, y en última instancia el mundo en su conjunto. Incide de manera crucial en la lucha para ganar a cada vez más personas para que entiendan la necesidad de llevar a cabo semejante transformación radical — y como parte de eso, para que entiendan la imposibilidad de construir una sociedad justa y virtuosa (lo que sea que eso signifique) sobre la base de los principios jeffersonianos, aunque fuera posible realizar real y completamente tales principios.
3. Estas citas son del libro de Edmund S. Morgan, Esclavitud y libertad en los Estados Unidos: De la colonia a la independencia, citado por David Brion Davis en Inhuman Bondage, the Rise and Fall of Slavery in the New World, p. 135. [regresa]
4. El título completo de esta charla es Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es; y está disponible en forma de cuatro dvds, en inglés y español, de RCP Publications, Chicago. [regresa]
5. En un sentido más grande y más abarcador, el carácter específico de la sociedad estadounidense, y su desarrollo histórico, es una expresión particular de las contradicciones fundamentales en toda sociedad humana: las contradicciones entre las fuerzas de producción y las relaciones de producción y entre la base económica en cualquier momento dado y la superestructura de política (que incluye las instituciones, las estructuras y los procesos políticos) e ideológica. Las fuerzas de producción se refieren a la tierra, las materias primas, la maquinaria y otras tecnologías, junto con la gente y sus conocimientos y habilidades, que se pueden utilizar en la producción, mientras que relaciones de producción se refieren a las relaciones en que entran las personas en el proceso de llevar a cabo la producción en una sociedad determinada. En un sentido fundamental, el carácter de las fuerzas de producción determina el carácter de las relaciones de producción. Como señaló Carlos Marx, para poder llevar a cabo la producción —para poder producir, y reproducir, los requisitos materiales para la vida— las personas entran en unas relaciones de producción muy definidas, y una economía no puede funcionar (y no se puede entender), aparte de estas relaciones entre las personas en la producción; pero en un sentido básico, estas relaciones de producción son independientes de la voluntad de los individuos — se determinan fundamentalmente por el carácter de las fuerzas de producción en un momento dado, y no por las ideas o los planes de las personas. Al mismo tiempo, es un fenómeno general que las fuerzas de producción continúan desarrollándose, y esto tiende a hacer surgir cambios en las relaciones de producción; por ejemplo, la creación y el desarrollo de los computadores y otras “tecnologías de la información” han conducido a cambios significativos en la forma en que lleva a cabo la producción, incluso en el sistema capitalista. Pero cuando las fuerzas de producción se han desarrollado de tal forma que las relaciones de producción existentes en su conjunto se han convertido, en un sentido cualitativo y profundo, en un obstáculo, en una traba, para las fuerzas de producción, en ese momento surge la necesidad objetiva de una revolución en la sociedad, para poder crear nuevas relaciones de producción que puedan desencadenar más las fuerzas de producción de una manera cualitativa. La actual época en la historia es una época en la que semejante revolución es necesaria y se requiere — para derrocar el capitalismo y reemplazar sus relaciones de producción con relaciones socializadas de producción, que correspondan al carácter socializado de la forma en que se lleva a cabo la producción en el mundo de hoy (el hecho de que realizan, y sólo pueden realizar la producción en gran escala hoy grandes grupos de personas, organizadas en redes altamente desarrolladas, que trabajen en conjunto —y hoy esto ocurre cada vez más a una escala internacional— a diferencias de unos individuos aislados que trabajan cada quien por su lado para hacer sus propios productos). Semejante revolución —para transformar la base económica de la sociedad (las relaciones de producción) solo puede y debe darse en la superestructura, es decir, por medio de una lucha política (e ideológica) que, siempre que la sociedad esté dividida entre explotados y explotadores, llega a concentrarse en una lucha total por el poder en la sociedad, tal como se encarne en las instituciones del poder político y se exprese en última instancia en el monopolio de la fuerza armada. Lo que es radicalmente nuevo y único en la revolución comunista es que su objetivo es el de derrocar el sistema capitalista de explotación y resolver la contradicción fundamental que caracteriza el capitalismo —entre el carácter socializado de la producción y la apropiación como capital poseído de manera privada de lo que se produce por estos medios socializados— y esta revolución no sólo pondrá fin a la explotación capitalista, sino a toda explotación, a la división de la sociedad en clases y a todas las relaciones sociales opresivas, y por lo tanto pondrá fin a la necesidad y de la existencia del estado, un aparato represivo utilizado por la clase dominante para ejercer su dominio sobre aquellos a los que explota y oprime. [regresa]
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
20 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
Hijos de los trabajadores de Tazreen Fashion que murieron en el incendio de la fábrica de ropa de Bangla Desh, noviembre de 2014. Foto: AP
Durante las primeras horas de la mañana del 24 de noviembre de 2012, 600 de los más de 1.400 trabajadores en la fábrica de la costura de nueve pisos de Tazreen Fashions cerca de Daca, la capital de Bangla Desh, se quedaron trabajando horas extras produciendo prendas confeccionadas para Walmart, Sears, Walt Disney Co. y otros grandes minoristas transnacionales.
Un incendio que aparentemente comenzó cerca de generadores eléctricos en la planta baja en un área de la fábrica utilizada ilegalmente como almacén se extendió rápidamente hacia arriba por todo el edificio.
Los trabajadores quedaron atrapados dentro de la fábrica abarrotada porque no había salidas de emergencia y las tres escaleras estrechas entre los pisos daban al almacén en llamas en la planta baja y las ventanas estaban bloqueadas con rejas. Los pisos superiores, recién construidos de prisa encima de los seis pisos legales, estaban en construcción y cerrados con candado, bloqueando todo acceso al techo. Muchos cadáveres se quemaron hasta estar irreconocibles, y muchos sufrieron la inhalación y sofocación de humo.
Un sobreviviente, que trabajaba en el quinto piso, informó que escapó a través de una ventana del tercer piso y bajó por el andamio de bambú de construcción. Dijo que perdió a su madre, que también trabajaba en el quinto piso, cuando intentaban bajar. “Las escaleras estaban atestadas porque todos los trabajadores trataban de salir de la fábrica. No había electricidad; estaba oscuro, y perdí a mi madre en la oscuridad. Traté de buscarla por 10 o 15 minutos pero no la encontré”. Poco después de que se prendió el incendio, los gerentes dijeron a los trabajadores que hicieran caso omiso de las alarmas de incendio y que volvieran al trabajo porque se trataba de un simulacro de incendio. De hecho, a nueve funcionarios de nivel medio los acusaron de cerrar con candado las salidas y de impedir que los trabajadores salieran del edificio.
Para cuando las llamas y el humo finalmente se despejaron, al menos 112 trabajadores habían muerto en la fábrica de Tazreen esa noche o durante los dos días siguientes, y al menos 200 resultaron heridos.
Las pruebas encontradas en el edificio incendiado junto con los registros de la fábrica mostraron que al menos seis empresas suministraban prendas de Tazreen a Walmart en 2012 y que Walmart fue el mayor cliente en los meses previos al incendio.
Si bien el incendio de la fábrica Tazreen Fashions es el más mortífero en la historia de Bangla Desh, los incendios en fábricas y otras catástrofes prevenibles no son infrecuentes en ese país. Las normas de seguridad laxas, el cableado deficiente y el hacinamiento son los culpables de muchos incendios industriales letales y decenas de muertes cada año, más de 600 entre 1990 y 2012, y siguen ocurriendo. Apenas seis meses después del desastroso incendio de Tazreen, y a diez kilómetros del mismo, el edificio Rana Plaza, que albergaba cinco fábricas de la costura en cuatro de sus ocho pisos, colapsó repentinamente y mató a al menos 1.133 personas y lesionó a otras 2.500, haciéndolo el desastre más letal del mundo de una fábrica de la costura desde que se tiene registro.
Actualmente, alrededor de cuatro millones de personas (en su mayoría mujeres de las zonas rurales más pobres) trabajan en unas 4.500 fábricas (y muchas también trabajan en el hogar, a menudo en la fuerza de trabajo “informal”) fabricando prendas para exportar en todo el mundo, pero principalmente en Estados Unidos y los países de Europa Occidental. Bangla Desh es el segundo mayor exportador de prendas de vestir del mundo después de China, y Estados Unidos es el mayor importador de prendas listas para llevar confeccionadas en Bangla Desh (constituyendo alrededor del 25 por ciento de las exportaciones de Bangla Desh), seguido por Alemania, el Reino Unido y Francia. Los salarios y las condiciones de trabajo están entre los peores del mundo, con un salario apenas de subsistencia (en 2012, generalmente menos de $ 37 por mes) agravado por turnos largos (de hasta 19 horas). Los edificios de fábrica con frecuencia son inseguros y construidos y / o modificados ilegal y apresuradamente para que los propietarios puedan prometer y cumplir con cantidades mayores y plazos más cortos que los compradores les exigen.
Las empresas imperialistas multinacionales de Estados Unidos y otros países, con el apoyo del sistema política estadounidense: los “compradores” (marcas grandes, minoristas transnacionales) que contratan a varios proveedores que por su parte subcontratan las fábricas para producir las prendas confeccionadas de acuerdo con las especificaciones y plazos exigidos por estas marcas grandes. De esta manera, dirigen y coordinan la cadena económica de producción en la industria RMG, contratando fabricantes que violan o pasan por alto las medidas de seguridad, y de ese modo continúan las condiciones de abusos contra trabajadores y mujeres, así como los inseguros edificios y condiciones de trabajo.
Walmart, siendo un comprador líder entre las empresas transnacionales de marcas grandes, y su “director de contratación ética”, Sridevi Kalavakolanu, quienes, al mismo tiempo que afirmaban que ya no contrataban la bien-conocida-por-estar-insegura fábrica de Tazreen Fashions y afirmaban que hacían todo lo posible para promover condiciones de trabajo más seguras en Bangla Desh, encabezó un movimiento entre los compradores aun después del incendio para negarse a invertir en mejoras eléctricas y de seguridad en las fábricas de Bangla Desh. El propio Walmart había auditado repetidamente la fábrica de Tazreen Fashions y había identificado condiciones de grave peligro de incendio que nunca se abordaron eficazmente. Aunque aseveraron que antes del incendio habían dicho a los proveedores que dejaran de usar esa fábrica, la evidencia demostró lo contrario. Y, poco después del incendio, Walmart admitió que se necesitarían reparaciones y renovaciones “muy extensas y costosas” en Tazreen y en muchas otras fábricas en Bangla Desh. Pero Walmart dijo que no tenía ninguna intención de pagar tales mejoras, e insistió en que “no es económicamente factible que las marcas hagan tales inversiones”.
Los gerentes de la fábrica de Tazreen, que mintieron a los trabajadores sobre la realidad del incendio, los impidieron escapar y hasta les bloquearon con candados algunas de las rutas de escape.
Delwar Hossain, dueño de la fábrica, que negó que el edificio fuera inseguro. Según se informó, luego de ser arrestado al intentar huir a la India, dijo: “Fue mi culpa. Pero nadie me dijo que no había salida de emergencia que pudiera ser accesible desde el exterior. Nadie aun me aconsejó instalar una de ese tipo, aparte de las ya existentes”.
Funcionarios del gobierno de Bangla Desh, que rara vez aprueban, y aún más raramente monitorean y hacen cumplir, leyes para defender los derechos de los trabajadores, los salarios mínimos y la seguridad, o para combatir el continuo acoso y abuso sexual de las trabajadoras.
Se echaba la culpa en muchas direcciones con respecto a la causa específica del incendio y quién tenía la culpa. Después de un informe inicial de que el cableado defectuoso era probablemente el problema (como es el caso en aproximadamente el 80 por ciento de los incendios en las fábricas de Bangla Desh), el gobierno emitió una declaración que sostenía que fue un “acto de sabotaje” por parte desconocida (que activistas y grupos de trabajadores sospechan que fue una mentira deliberada para disculpar al gobierno por su falta de acción contra los propietarios y gerentes). En 2001, después de que un incendio similar en una fábrica mató a 24 personas, el Tribunal Superior de Bangla Desh había ordenado al gobierno que formara un comité para monitorear la seguridad de los trabajadores de la costura. Pero jamás se implementó esa directiva. Los funcionarios del gobierno afirman que es difícil llegar a un acuerdo entre los propietarios para implementar reformas asequibles, y aún más difícil monitorear y hacer cumplir los reglamentos. Los propietarios de estas fábricas (muchos de los cuales también tienen poder en el gobierno como legisladores o administradores) afirman que no tienen control sobre el proceso y que es demasiado costoso hacer más que los compradores requieren para obtener y mantener un contrato. Los compradores transnacionales de marcas grandes, por su parte, afirman que los salarios y la seguridad son la responsabilidad de los propietarios, e insisten en que ellos, los compradores, están haciendo todo lo posible para promover el cumplimiento de las expectativas de seguridad del gobierno, y que no contratan a propietarios e instalaciones de fabricación inseguros.
Además, todos afirman que este desastre fue un accidente desafortunado y que están haciendo lo mejor que pueden para proteger la industria textil económicamente crucial y que continúan proporcionando empleos a un sector de la población (principalmente mujeres de áreas rurales pobres) que de otra manera no tendrían ningún trabajo y no podrían contribuir a los ingresos de su familia.
Pero la verdad es que este incendio mortal en la fábrica de Tazreen Fashions (y otros que se repiten cada año con un saldo de más de 600 muertes entre 1990 y 2012) no es simplemente un accidente desafortunado, y la realidad es que los verdaderos beneficiarios del sistema de producción en Bangla Desh no son las trabajadoras mal pagadas y agobiadas por el trabajo, sino los compradores transnacionales de marcas grandes que son la fuerza motriz fundamental de todo el proceso.
No hay duda que estos específicos gerentes y dueños de fábricas y funcionarios del gobierno jugaron un papel en las laxas medidas de seguridad, el cableado defectuoso, las condiciones de trabajo abarrotadas, la construcción y diseño deficiente del edificio, y la mala dirección para las personas que intentaban desesperadamente escapar de las llamas y el humo — las causas de las horribles muertes y heridas de ese día. Pero los compradores de marcas grandes impulsan el proceso. Definen los productos que desean, eligen contratar a los proveedores y subcontratar a los fabricantes, y establecen los términos de cuándo y cómo se producen y entregan los productos. Como dijo la coordinadora internacional de la Clean Clothes Campaign (Campaña de Ropa Limpia), Ineke Zeldenrust, “Estas marcas saben desde hace años que muchas de las fábricas con las que eligen colaborar son trampas mortales. Su falta de acción constituye la negligencia criminal”.
Esa falta de acción es el resultado del verdadero motivo subyacente de todas estas decisiones: la incesante búsqueda de ganancias, mercados nuevos y especialmente fuentes de mano de obra más barata, el mismo motivo que indujo las crecientes empresas transnacionales de costura de Estados Unidos a establecer firmemente el papel importante de Bangla Desh en la industria de la costura a finales de los años 1970. “La razón por la cual Bangla Desh pasó de cero a héroe en el sector de la confección es porque no hay un país con costos laborales y otros costos tan bajos”, dijo Arvind Singhal, presidente de Technopak Advisors, consultora minorista con sede en la India. “Ningún comprador tiene prisa en trasladarse de Bangla Desh porque los minoristas occidentales se preocupan si cualquier aumento de precio minorista pasara a los clientes. Actualmente, no hay ningún sustituto por Bangla Desh donde, para limitar los costos, los fabricantes aun se arriesgan a operar en estructuras desvencijadas”.
Fuentes y lectura adicional
“Bangla Desh: Obreros quemados vivos en la trampa mortal de una fábrica de ropa”, Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar, 26 de noviembre de 2012
“Incendio en Bangla Desh deja a 121 muertos: Si tu camisa podría hablar…”, Revolución, 9 de diciembre de 2012
“Bangla Desh: The Human Cost of Cheap Clothes” (en inglés), Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar, 29 de abril de 2013
“El infierno de Daca, Bangla Desh” Revolución, 16 de junio de 2013
“La oda al imperialismo de Nicholas Kristof. ¿Qué clase de mundo celebra? ¿Qué clase de mundo podría emancipar a la humanidad?”, Raymond Lotta, Revolución, 20 de octubre de 2013
“Todos hablan de la desigualdad — Hablemos del sistema que la causa. Una lección desde Bangla Desh” Revolución, 6 de enero de 2014
“Documents Indicate Walmart Blocked Safety Push in Bangla Desh”, Steven Greenhouse, New York Times, 5 de diciembre de 2012
“Bangla Desh factory fires: fashion industry’s latest crisis”. Jason Burke, Guardian, 8 de diciembre de 2013
“The Effects of Globalization on Bangla Desh’s Ready-Made Garment Industry: The High Cost of Cheap Clothing”, Alexandra Rose Caleca, Brooklyn Journal of International Law, vol. 40, núm. 1, artículo 7, 2014
“Rags, Riches, and Women Workers: Export-Oriented Garment Manufacturing in Bangla Desh” Naila Kabeer y Simeen Mahmud, Chains Final en www.wiego.org/publications
“Sabotage, really?”, The Daily Star, 19 de diciembre de 2012
“Bangla Desh factory owner: I didn’t know fire exits were needed”, CTV News, 29 de noviembre de 2012
“For cost-crunching retailers, Bangla Desh reigns supreme” Reuters, 9 de julio de 2013
“Gap and Walmart in Bangla Desh: A History of Irresponsibility and Empty Promises” cleanclothes.org, julio de 2013
“Spinning the Chain; Lost in the Queue. International Restructuring and Bangla Desh Women Garment Workers”, Rashed Al Mahmud Titumir, Solidarity Forum for Garment Workers of LDCs Dhaka, 18-19 de agosto de 2003, The Innovators
“Special Report: How textile kings weave a hold on Bangla Desh”, John Chalmers, Reuters, 2 de mayo de 2003
“Bangla Desh’s ready-made garments landscape: The challenge of growth”, informe de McKinsey & Company Report en Apparel, Fashion & Luxury Practice, noviembre de 2011
Revolución #522 20 de diciembre de 2017
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Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
Para 1998, 3.700 fábricas ya empleaban a más de un millón de obreros en el montaje de aparatos electrónicos, prendas de vestir, juguetes, refacciones para autos y otros productos para la venta en Estados Unidos. Hasta un 75% de los obreros contratados en las maquiladoras eran mujeres, en su mayoría de 16 a 23 años de edad. (Foto: AP)
El crimen: El tratado de “libre comercio” entre Estados Unidos, Canadá y México, conocido como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), fue ratificado, con mucho bombo y platillo, en 1994. Se decía con mucho alarde que el tratado de 2.000 páginas, negociado en secreto, generaría una mayor prosperidad para los tres países. Pero, en realidad, el TLCAN fue un pacto depredador que condujo a la intensificación del cruel y destructivo saqueo de México y su población, principalmente mediante la rápida expansión del sistema de “maquiladoras” fronterizas de baja paga para los obreros. Las empresas de Estados Unidos han exprimido enormes ganancias a cientos de miles de obreros mexicanos de baja paga.
Bajo el TLCAN, las corporaciones de Estados Unidos podían intensificar su explotación de México y los mexicanos. Por ejemplo, el TLCAN eliminó los aranceles para los productos que cruzan la frontera, lo cual benefició enormemente al sector agroindustrial corporativo estadounidense altamente mecanizado. También eliminó impuestos para los productos, como los aparatos electrónicos, que entran a México para que se ensamblen y luego regresen a Estados Unidos. En el primer año del tratado unos $100 mil millones de nuevas inversiones extranjeras directas inundaron a México.
Mientras tanto, millones de pequeños campesinos mexicanos y empresas de dueños mexicanos no pudieron sobrevivir. El desempleo creció, y los salarios de los obreros mexicanos, que de por sí ya eran bajos, cayeron más. Desde todas partes de México la gente, desesperada, se fue a las ciudades fronterizas para buscar trabajo, en lugares como Ciudad Juárez, Tijuana y Nuevo Laredo en las fábricas propiedad de las corporaciones como General Motors, General Electric, Zenith, AT&T y muchas otras.
El TLCAN sentó las bases económicas para que las compañías no mexicanas, en su mayoría con sede en Estados Unidos, pudieran expandir sus operaciones o abrir nuevas fábricas. ¡Muchos tenían ganas de sacar provecho del “ambiente” favorable para las “ganancias” en México donde los salarios, por el mismo trabajo, eran 12 veces menores que en el lado estadounidense de la frontera! Para 1998, 3.700 fábricas ya empleaban a más de un millón de obreros en el montaje de aparatos electrónicos, prendas de vestir, juguetes, refacciones para autos y otros productos para la venta en Estados Unidos.
Hasta un 75% de las personas contratadas en las maquiladoras eran mujeres, en su mayoría entre 16 y 23 años de edad. Muchas acababan de llegar de aldeas y pueblitos del campo. Los dueños de las fábricas las contrataban por su destreza y energía juvenil. Pero también las preferían porque en las sociedades dominadas por el patriarcado y la misoginia (en ambos lados de la frontera), es más fácil explotar a las mujeres, de hacerlas trabajar horas largas y agotadoras, a menudo sin descansos y un corto almuerzo y con una paga menor que para los hombres. Como mujeres, las consideran “fuentes de ingresos suplementarios”.
Ciudad Juárez tiene una de las mayores concentraciones de maquiladoras. Un tercio de las mujeres que trabajan en las fábricas de la costura en esta ciudad son cabezas de familia. Si bien las mujeres son vulnerables a la manipulación por los hombres en posiciones de autoridad, las madres solteras son especialmente vulnerables porque su sustento y el bienestar de sus hijos están en juego. Las madres y los padres dependen del trabajo de turnos adicionales o del tiempo extra para tener lo necesario. Se sabe que los supervisores de las fábricas utilizan esta necesidad para chantajearlas. Por ejemplo, los obreros de una compañía se quejaron de que los supervisores les exigían una mordida de 50 pesos a la semana para que fueran elegibles para trabajar horas extra. Castigaron a los obreros que se quejaban de este tipo de humillación enviándolos a un área de trabajo especial que los obreros llaman “la prisión”, o simplemente “el infierno”.
Muchos obreros de las maquiladoras viven en comunidades de hogares improvisados hechos de cartón, paletas descartadas o cajas de embalaje de las fábricas, o en tugurios sin tubería interna, sin electricidad o alumbramiento público. Unos construyen sus hogares al lado de los rellenos sanitarios. Con frecuencia las casas son peligrosas y cuentan con poco aislante. Especialmente en el invierno los padres de familia se preocupan de que al dejar a sus hijos a solas con un calentador para calentar el hogar corran peligro de un incendio en las altamente inflamables estructuras. Y para colmo, existe el constante problema de la inseguridad alimentaria. En realidad, los salarios en las maquiladoras están por debajo del nivel necesario para sobrevivir. Por ejemplo, hasta el 2015, un operador de línea de montaje ganaba 650 pesos, o 39 dólares, a la semana, pero los precios de la comida a veces son mayores que en el lado estadounidense de la frontera. Esto obliga a las familias trabajadoras a emprender una constante lucha por disponer de comida y otros artículos de primera necesidad.
En las maquiladoras, obligan a los obreros a trabajar rodeados de polvo y sustancias químicas que les arruinan la salud, y se saben que a veces causan malformaciones congénitas. Un estudio de 1994 fue el primero en demostrar que las obreras de las maquiladoras daban a luz más bebés de bajo peso que en otras industrias. Sus viviendas con frecuencia están cerca de las fábricas donde las condiciones ambientales son peligrosas. Los habitantes de la zona fronteriza viven expuestos a una atmósfera con niveles altamente elevados de contaminantes, como altos niveles de carbón de monóxido. Otro problema a lo largo de la frontera es la pésima calidad del agua potable. Las promesas hechas de que las disposiciones del TLCAN garantizarían protecciones para el medio ambiente han resultado inservibles. Como resultado de los desperdicios tóxicos que emiten las maquiladoras, se ha dado un deterioro gradual de las comunidades urbanas donde están ubicadas las fábricas.
Como condición de contratación, muchas compañías someten a las mujeres a humillantes pruebas de embarazo. Advierten a las mujeres que contratan que si se embarazaran, podrían perder su trabajo. La organización Human Rights Watch documentó casos en los que el personal de las maquiladoras obligaban a las obreras embarazadas a trabajar tiempo extra sin pago, les asignaban los trabajos físicamente difíciles o las negaban pago de tiempo extra, con el fin de obligarlas a renunciar.
Mientras tanto, hay muchas historias sobre gerentes y supervisores depredadores que usan su posición de poder para obtener favores sexuales a cambio de un empleo o seguridad laboral. La negativa a aceptar esta situación o los intentos de denunciar el acoso sexual podrían resultar en la pérdida de un trabajo, de horas extra necesarias o alguna otra forma de castigo. Para las mujeres y sus familias, estas son cuestiones de vida o muerte.
Desde 1993, según las autoridades mexicanas, hasta 1.500 mujeres habían sido asesinadas en Ciudad Juárez, colindante con la frontera entre México y Estados Unidos. Se han encontrado los cadáveres de cientos de estas mujeres en la zona desértica alrededor de las maquiladoras. Muchas fueron atacadas mientras se desplazaban en condiciones peligrosas de ida y vuelta al trabajo. Otras, al parecer, fueron asesinadas en otros lugares, y luego los cadáveres fueron tirados en el desierto. Muchas de ellas habían sido violadas, golpeadas y mutiladas antes de matarlas.
Las empresas maquiladoras han hecho poco en respuesta a los asesinatos. Según algunas estimaciones, queda sin resolver un 98% de estos asesinatos. Un familiar de una víctima dijo: “En cierto sentido se dice que las mujeres no valen la pena.... Existe muchísimo desprecio por las mujeres pobres y morenas. Existen una actitud racista y una actitud clasista”. La madre de una mujer “desaparecida” dijo: “Hemos abierto la puerta muy ancha, nuestra frontera con Estados Unidos, para dejar que las grandes multinacionales se establezcan en nuestra ciudad. Les damos un permiso para hacer absolutamente todo. No tienen que garantizar los aspectos más elementales de la vida, de los salarios con los que las mujeres pueden vivir a los servicios básicos en nuestras comunidades, o incluso simplemente la seguridad”.
Muchos factores contribuyen a estos asesinatos. El chocante aumento de estos asesinatos coincidió con el crecimiento galopante de las maquiladoras —las mujeres pobres que emigraban a la frontera desde todo México en busca de empleo— que trabajan largas horas, se desplazan en condiciones peligrosas al amanecer y salen del trabajo después del anochecer. Janette Terrazas, una artista plástica y activista, dijo: “Las maquiladoras crearon espacios públicos violentos”. Además, el estrés y las condiciones sociales en las maquiladoras han contribuido a los conflictos en los matrimonios, al abuso de los niños y a la violencia doméstica contra las mujeres. La salida del hogar de las mujeres para trabajar en las maquiladoras desafía la “tradición” de la subordinación de las mujeres a los esposos y a las “tareas domésticas”, lo que agrava una situación en la que más de cuatro de cada diez mujeres dicen que habían sufrido violencia doméstica.
El presidente estadounidense George H. W. Bush (1988-1992): El precursor del TLCAN fue un tratado bilateral entre Estados Unidos y Canadá. Las negociaciones para incluir a México empezaron bajo la administración de George H.W. Bush.
El presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari: Presidió las negociaciones del TLCAN por México, así como la privatización de la empresa telefónica y los bancos de México y miles de otras empresas paraestatales. Unas fueron vendidas a precios de ganga a amigos personales, y a empresas extranjeras, especialmente de Estados Unidos. Salinas promovió el TLCAN respaldado por poderosas empresas mexicanas, con el pretexto de que impulsaría a México hacia las filas de los prósperos países del “primer mundo”. Pero al fin de su mandato en 1994, la economía mexicana colapsó y Salinas huyó al exilio.
El presidente estadounidense Bill Clinton (1992-2000): Impulsó la ratificación del TLCAN con el respaldo de U.S. Business Roundtable (La mesa redonda de empresas estadounidenses) y grandes corporaciones de Estados Unidos. Clinton alegaba que el tratado elevaría el nivel de la vida para las poblaciones de los tres países.
Los defensores del TLCAN prometían que el tratado iba a aliviar muchos de los problemas en la zona fronteriza causados por la zona de libre comercio existente. El TLCAN, se decía, iba a ayudar a mejorar las condiciones laborales, iba a mejorar la aplicación de las leyes ambientales e iba a disminuir la alta concentración de maquiladoras en la zona fronteriza.
El presidente estadounidense George H. W. Bush dejó en claro que apoyaba la creación de más tratados de libre comercio y ligó la expansión de los mercados para los empresarios y agricultores de Estados Unidos con mayor libertad por todo el mundo. Alegó que el aumento del libre comercio entre los países, sin importar las disparidades en tamaño y riqueza entre los socios comerciales, conduciría a la ampliación de las libertades civiles y políticas.
El presidente Clinton dijo que apoyaba el tratado porque confiaba en que iba a traer empleos y prosperidad para todos.
En los años 1970, las corporaciones de Estados Unidos empezaron a trasladar sus fábricas a los países que pagaban bajos salarios a fin de apuntalar sus ganancias y competitividad. Para 1994, el 40% del personal de las corporaciones trasnacionales con sede en Estados Unidos estaba ubicado en las naciones oprimidas (del “tercer mundo”) y un tercio de su comercio interno se realizaba con sus empresas afiliadas en esas naciones.
Las primeras maquiladoras se establecieron a mediados de los años 1960, para aprovechar la mano de obra barata a una distancia corta de la frontera sur de Estados Unidos. Estas fábricas fronterizas se convirtieron en una jugosa zona para sacar ganancias para los inversionistas de Estados Unidos y otros países. La importancia de las ganancias de esas empresas creció para las corporaciones estadounidenses en un mundo cada vez más competitivo.
Las maquiladoras se convirtieron en islas de modernidad, en enclaves de la economía globalizada que distorsionaban el desarrollo económico de México y pusieron cada vez más el control sobre su economía en manos extranjeras.
La acelerada competencia global capitalista que le siguió al colapso de la Unión Soviética y el ascenso de una China capitalista económicamente más fuerte motivaron las acciones de Estados Unidos hacia una explotación aún mayor de los pueblos y los países. Se dio un renovado interés en México, que desde 1848 ha sido una importante fuente de riqueza del capitalismo estadounidense. La economía dependiente mexicana y la élite “compradora” gobernante, facilitaron la entrada de las corporaciones estadounidenses para aumentar su penetración de la economía mexicana.
Estados Unidos se ha beneficiado desde hace muchos años de los obreros mexicanos y la explotación de México y los mexicanos, lo cual ha nutrido la expansión de un imperio. Por lo tanto, el TLCAN y el sistema de maquiladoras han sido tanto una manera de continuar como de intensificar la larga historia de la acumulación de riqueza para Estados Unidos, derivada del saqueo de su vecino al sur, y un contrapeso ante la creciente fuerza económica de la Unión Europea, Japón, China y otros países competitivos.
Fuentes:
James Cockcroft, La esperanza de México, Siglo XXI Editores, 2001.
“Mexico’s Maquiladoras: Abuses Against Women Workers”, Human Rights Watch, 17 de agosto de 1996.
Patricia Fernández Kelly, “The ‘Maquila’ Women”, NACLA Report.
Sierra Jorgensen, “Maquiladoras and the Exploitation of Women’s Bodies”.
David Bacon, “The Maquiladora Workers of Juárez Find Their Voice”, Nation, 20 de noviembre de 2015.
Elyse Bolterstein, “Environmental Justice Case Study: Maquiladora Workers and Border Issues”.
Gil Villagrán, “Maquiladoras, NAFTA’s Sweatshops”, 2 de mayo de 2009.
“Mexico: Wages, Maquiladoras, NAFTA”, Migration News, febrero 1998.
Evelyn Nieves, To Work and Die in Juárez, Mother Jones, mayo/junio 2002.
Jessica Livingston, “Murder in Juárez: Gender, Sexual Violence, and the Global Assembly Line”, Frontiers: A Journal of Women Studies, vol. 25, número 1, 2004.
Alana Semuels, “Upheaval in the Factories of Juárez”, Atlantic, 21 de enero de 2016.
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Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
El crimen: De 1846 a 1873, el gobierno estadounidense y los colonos blancos cometieron un genocidio en masa contra la población indígena californiana. En 1846, antes de la fiebre del oro de 1848, 157.000 personas vivían en California, de las cuales 150.000 eran indígenas. Era la población indígena más densa y más diversa en Estados Unidos. Ya para 1873, quedaron vivos solamente 30.000 indígenas, y en 1880, sólo 16.277.1
Esta limpieza étnica masiva resultó de los asesinatos genocidas de la población indígena a mano de los soldados estadounidenses, milicias estatales voluntarios, y vigilantes. Estos incluyeron masacres grandes que arrasaron con aldeas enteras, matanzas de grupos, matanzas individuales, la muerte de miles por inanición, y la muerte de miles por enfermedades mientras estaban presos en fuertes estadounidenses o en reservas indígenas federales.
En An American Genocide: The United States and the California Indian Catastrophe (Un genocidio estadounidense: Estados Unidos y la catástrofe indígena californiano, Benjamin Madley documenta la matanza de miles de norteamericanos nativos a base de documentos históricos.
He aquí los datos de algunas de las mayores masacres que eran parte de la campaña contra la población indígena de California.
En 1846, California seguía bajo el control formal de México, pero las fuerzas armadas estadounidenses y colonos blancos norteamericanos ya habían empezado a luchar por el control del territorio que se convirtiera en un estado de Estados Unidos en 1850.
El 30 de marzo de 1846, el capitán John C. Frémont, junto con 60 blancos fuertemente armados y vestidos de piel de ante, el guía Kit Carson, varios indígenas Delaware (Lenape), y algunos voluntarios de un punto de trueque cercano, avanzaron río arriba por el río Sacramento hacia tierras habitadas por el pueblo Wintu en una región unos 145 km al noroeste de lo que después sería la ciudad de Sacramento.
El 5 de abril, esta banda de 76 hombres emperrados en matar a indígenas llegaron a un lugar que se convertiría en la ciudad de Redding en el valle alto del Sacramento. Esta región de varios cientos de kilómetros cuadrados les abastecía a más de 5.000 Wintu con una abundancia de comida. A pesar de tener algunas contradicciones con otras tribus en la región, los Wintu era pacíficos y habían forjado relaciones mutuas de intercambio con las otras tribus.
Ese día, los Wintu, entre ellos mujeres y niños que por lo general no tenían armas, se habían reunido en las riberas del río Sacramento para pescar salmón y prepararlo para la comida. A base de estimados documentados, Madley declara que “mil o más Wintus estuvieron ahí ese día”.
El río estaba crecido ese día, por lo que hubiera sido demasiado peligroso que los Wintu trataran de cruzarlo. Las fuerzas de Frémont los rodearon y de ahí “lanzaron un asalto bien planeando sin provocación de un tipo que más tarde sería común en California… dieron el orden de no pedir ni dar piedad”. El alcance de los rifles era de 180 metros, mucho más lejos de lo que pudiera alcanzar una flecha.
Después de que balacearan y mataran a muchos Wintu, Frémont dio el orden para la segunda fase del ataque. Como explicó Madley, esto “sería la segunda fase de muchas masacres californianas… un asalto militar detalladamente ejecutado” por una avanzadilla que tiraría una ráfaga tras otra desde cerca.
La tercera fase del ataque era matanza de mano a mano con sables, pistolas y cuchillas de carnicero. Se reportó que “los indios, indias y sus bebés fueron balaceados como ovejas, y esos hombres no se detuvieron mientras encontraran a uno vivo”.
Los Wintu que sobrevivieron las primeras tres fases del ataque trataron de retirarse a pie al río, las llanuras, y las laderas. De ahí Frémont realizó la cuarta fase. Kit Carson y sus hombres, los indígenas Delaware, montados a caballo, persiguieron a los que se retiraron por las llanuras y “literalmente abrieron brecha por entre los indígenas huidos a hachazos”. A los que trataron de cruzar el río los acribillaron.
Un testigo ocular, William Isaac Tustin, reportó sobre lo que presenció. Según Madley, “Si Tustin acertó, la fuerza de Frémont mató hasta 1.000 hombres, mujeres, y niños indígenas californianos, en lo que puede haber sido una de las más grandes, pero menos conocidas masacres en la historia estadounidense”. Se reportó que ni un solo hombre de Frémont fue muerto ni tan siquiera herido durante la masacre.2
Charles Stone y Andrew Kelsey era dos de los primeros colonos blancos en la región de Clear Lake en el norte de California, unos 160 km al norte de San Francisco. Se convirtieron en latifundistas con tierras transferidas a los colonos de las tribus indígenas locales. Al subir los precios de esclavos afroamericanos, estos colonos en California pudieron comprar indígenas a bajos precios como “aprendices” forzados (básicamente esclavos) para que laboraran en sus ranchos.
Era sabido que Stone y Kelsey torturaron y mataron a muchos de sus esclavos indígenas. Violar a las mujeres y niñas indígenas les era pan de cada día. Se reportó que “asesinaron a los indígenas sin límites ni piedad”.3
Cuando se desaparecieron un caballo y un buey del rancho de Andrew Kelsey, se les echó la culpa a dos indígenas. Éstos sabían que Stone y Kelsey sacarían venganza por ello. Al principio ellos iban a pagar a Stone y Kelsey, pero luego decidieron que lo mejor sería matarlos. Madley escribió que estos dos indígenas “no pudieron haberse imaginado la enormidad del asesinato en masa vengativo que matar a Stone y Kelsey provocó. En sólo cinco meses, entre diciembre de 1849 y mayo de 1859, vigilantes y soldados estadounidenses matarían a hasta 1.000 indígenas, o más, en cuatro condados del norte de California”.
La primera ola de asesinatos comenzó el día de Navidad de 1849, cuando el Primer Teniente John W. Davidson dirigió al combate a 1º Dragoons, una unidad de caballería para combatir a indígenas. Las filas de 1º Dragoons habían incluido a personas como Nathan Boone (hijo de Daniel Boone) y Jefferson Davis, que más tarde fuera presidente de la Confederación (esclavista). Montados a caballo, acribillaron a un grupo de indígenas, mataron a muchos e hirieron a otros, [Los 1º Dragoons, o el 1º Regimiento de los Dragoons, fue formado como una unidad de caballería en el oeste de Estados Unidos. Aparte de combatir a indígenas, desempeñaron un papel importante en las batallas durante la Guerra Estados Unidos-México. No fue formado específicamente para combatir a la población indígena.]
Davidson vio a otro grupo de indígenas en una isla en Clear Lake. Quería atacarlos, pero sus tropas estaban cansadas, así que se retiró y planeó un ataque más tarde en la primavera.
La población local se impacientó por la falta de acción de las fuerzas armadas estadounidenses, por lo que organizaron acciones vigilantes. Estas fueron la segunda ola de asesinatos en masa, de febrero a marzo de 1850. Estos vigilantes atacaron y mataron a indígenas indiscriminadamente. Según un reporte, “una partida de estadounidenses vino desde Sonoma para vengarse con los indígenas en general por el asesinato de Kelsey… Esta partida venía en camino hacia Soscal para atacar a los indígenas ahí, pero los rechazó otra partida de hombres blancos en Napa, que impidió que ellos cruzaran en el ferry. De ahí regresaron a Calistoga, y asesinaron a sangre fría a once indígenas inocentes, de jóvenes a viejos, al salir éstos de su ‘temazcal’ (cabaña de sudar), y quemaron sus cabañas juntas con los cadáveres”.
Los blancos que detuvieron a los vigilantes eran parte de un grupo de rancheros “motivados por la convicción moral e intereses económicos para defender a los indígenas bajo ataque… Los [indígenas]… también eran seres humanos, y algunos de la población no indígena consideraron ‘crueles’ las acciones vigilantes”. Sus acciones resultaron en los arrestos de algunos de los vigilantes, que no fueron declarados culpables, pero esto logró parar a muchos de los asaltos vigilantes.
De ahí, se aprobó la tercera ola de asesinatos de masa, el plan Davidson. Dirigida por el comandante de expedición y capitán nominal Nathaniel Lyon, la Compañía C del 1º Dragoons, junta con un destacamento de la 3ª Artillería y destacamentos de la 2ª Infantería del ejército, emprendieron marcha para Clear Lake “con órdenes de proceder contra los indios de Clear Lake y exterminar si fuera posible la tribu [Pomo]”.
Después de marchar durante siete días, llegaron en Clear Lake el 11 de mayo. El 15 de mayo atraparon al pueblo Pomo en la isla en Clear Lake. Lyon ordenó a sus hombres a matar a sus dos guías indígenas – balearon a uno y colgaron al otro.
Su orden original de Lyons era de no negociar. Los Pomos se reunieron con los soldados pacíficamente, porque creían que iban a negociar. Pero una vez que se dieran cuenta que esto no era posible, algunos hombres indígenas intentaron impedir que las fuerzas de Lyon llegaran a la isla. De ahí, las tropas atacaron y masacraron a los Pomos.
En un artículo 13 días más tarde en el Daily Alta California, un capitán del ejército describió el ataque:
“Arrojaron… un fuego destructivo indiscriminadamente sobre hombres, mujeres, y niños. ‘Cayeron’, dijo nuestro informante, ‘como zacate al pasar la hoz’. Se encontraron con poca o ninguna resistencia, y el trabajo de la carnicería duró poco. Los gritos de las víctimas masacradas se desvanecieron, el rugido de los mosquetes… cesó; y quedaron tirados muertos sobre el suelo de su valle natal los cadáveres ensangrentados es estos indígenas – ninguno fue perdonado ni por el sexo ni por la edad; se obedeció de manera aterradora el orden de exterminación”.4
El ejército rechazó este informe y trató de dar carpetazo a la masacre. Pero William Rhalganal Benson, un Pomo, desmintió el encubrimiento, declarando:
“Mataron a muchas mujeres y muchos niños alrededor de esta isla. Una anciana una (indígena) contó lo que vio mientras se escondía en una ribera, bajo unos juncos colgantes. Dijo que vio a dos blancos que venían con sus rifles en el aire, y en sus rifles traían colgada a una niña. La trajeron al arroyo y la arrojaron al agua … a poca distancia, ella dijo, yació una mujer que estaba baleada en el hombro, tenía a su bebito en los brazos. Dos hombres blancos vinieron corriendo hace la mujer y el bebé, apuñalaron a la mujer y al bebé, y arrojaron a los dos por encima de la ribera al agua. Dijo que oyó a la mujer decir, Ay ay mi bebito; dijo que cuando [los sobrevivientes] recogieron a los muertos, encontraron que todos los chiquillos murieron apuñalados, y muchas de las mujeres también murieron apuñalados… Le llamaban el arroyo de la isla. (Ba-Don-Bi-Da-Meh).”5
En Clear Lake en julio de 1850, el mayor Edwin Allen Sherman dijo, “Eran por lo menos cuatrocientos los guerreros matados y ahogados en Clear Lake y un número igual de mujeres y niños indios que se arrojaron al lago y se ahogaron… Pues en total, alrededor de 800 indios encontraron una tumba acuática en Clear Lake”.
“Si la estimación de Sherman es correcta”, declara Madley, “el ataque del 15 de mayo de 1850 podría ser clasificado como uno de las masacres a indígenas más letales en la historia de Estados Unidos y sus antecedentes coloniales. Según los cálculos de Sherman, excedería el asesinato de 260 a 300 Hunkpapas y Miniconjous en Wounded Knee en 1890, sobrepasaría la masacre de 400 a 700 Pequots en Mystic, Connecticut, en 1637, e igualaría la matanza de 600 a 800 indígenas Pueblo en Acoma, Nuevo México, en 1599”.6
En primavera de 1853, vigilantes mataron a varios indígenas Tolowa en Battery Point en la parte más norte del California (donde hoy se encuentra Crescent City). Los vigilantes agredieron a los indígenas después de que uno de ellos fue visto con una pistola.
En fines de agosto de ese año, en Yontocket en la costa de California cerca de su frontera actual con Oregón, el pueblo Tolowa se reunieron con los Yurok y varias otras tribus del suroeste de Oregón. Las tribus cumplían un peregrinaje espiritual para rezar en la tierra sagrada de Yontocket, a la cual las tribus consideraban el centro de su universo.
Un grupo grande de vigilantes blancos bajo la dirección de J.M. Peters se organizó para atacar a los Tolowa porque creía que el conclave en Yontocket incluía a algunos sobrevivientes de la masacre en Battery Point.
Muy de mañana, Peters y sus vigilantes rodearon la aldea donde los Tolowa estaban durmiendo, y abrieron fuego sobre sus tiendas de campaña. Cuando los Tolowa trataron de escapar, fueron acribillados desde todos lados de su campamento. Los vigilantes quemaron por completo a Yontocket, y más tarde Peters anunció que “casi ningún indio quedó con vida”. Calificó su ataque de “un saturnal de sangre”.
En ese entonces, no reportaron cuántos murieron.
En 1963, un Tolowa de 87 años, Eddie Richards, relató las historias de la masacre que le habían contado sus parientes y un testigo ocular. Dijeron que “centenares y centenares” de indígenas fueron masacrados en Yontocket:
“Los blancos los rodearon por todos lados… Cada vez que alguien salga, nunca entra de nuevo… Prendieron fuego a la casa, la casa de los indígenas. Uno podría ver que les cortaron la cabeza. Les clavaban sus cosas; pronto los recogían y los arrojaron derechito al fuego. Alguna gente trataba de huir bajándose por la ciénaga. En cuanto se bajen, si no los alcanzan luego luego, los alcanzan desde el otro lado cuando suban. Echarles un balazo ahí mismo, esperándolos”.7
El sobreviviente dijo a Richards, “el agua estaba roja de sangre simplemente, y los cadáveres flotaban por todas partes”.
Otra anciana Tolowa dijo que le habían contado que “los blancos estaban en todos los alrededores, veían nada más. Luego prendieron fuego al lugar. Mujeres tratan de escaparse, las agarra, las avienta al fuego. Les echa balazos si tratan de huir”.
Otra persona relató que le habían dicho que los vigilantes “mataron a tantos indígenas que no los pudieron enterrar a todos, así que tomaron los cadáveres y les colgaron piedras del cuello y los llevaron a la ciénaga… y así los enterraron”.
Un historiador Tolowa, Loren Bommelyn, afirmó que “Más de 450 de nuestra gente yacían en el suelo asesinados o agonizándose. Luego los blancos hicieron un enorme fuego y le arrojaron nuestras vestimentas ceremoniales sagradas, y de gala, y nuestras plumas, y las flamas crecieron más… arrojaron a los bebés. Muchos de ellos estaban todavía vivos… (De ahí) quemaron por completo el pueblo”.
Madley reporta que:
“Tantas víctimas fueron incinerados, sumergidos o se fueron flotándose que los atacantes no pudieron hacer un contado completo de muertos. Fuentes blancos estiman que hasta 150 fueron masacrados esa mañana. Sin embargo, esto puede ser una subestimación. Fuentes Tolowa —primero documentados en historias orales y después escritos en el siglo 20— insisten en que los blancos masacraron a por lo menos 600 personas en Yontocket. Incluso si tomáramos la mitad de esa estimación, Yontocket podría ser clasificada como una de las masacres más letales en la historia estadounidense. Sin embargo, sigue siendo desconocida, aparte de unos pocos académicos, residentes locales, y, por supuesto, los Tolowa”.8
El asesinato en masa de indígenas continuó hasta fines de la década de 1870. En total, extinguieron unas 130.000 vidas amerindias —el 80 por ciento de la población autóctona en 1846— por medio de masacres, asesinatos, inanición, y enfermedades, cometidos por las fuerzas armadas y colonos estadounidenses.
Cometer el genocidio de los indígenas californianos durante más de 30 años no hubiera sido posible sin la participación de muchos criminales, entre ellos el gobierno, el ejército, los medios de comunicación, y grupos de individuos (vigilantes y milicias). He aquí los principales:
Presidente de Estados Unidos James K. Polk y capitán del ejército John C. Frémont. Frémont fue mandado a California en 1846 por Polk, que tenía planes de arrebatarle California a México. El rol de Frémont era organizar y proteger a los colonos blancos en California de los mexicanos e indígenas. Cuando Frémont y sus tropas se convirtieron en una formidable amenaza al gobierno mexicano que en ese entonces gobernaba a California, el gobierno mexicano ordenó que él saliera de California. De salida hacia Oregón, Frémont y sus tropas cometieron la masacre del río Sacramento en 1846.
La legislatura estatal de California. La legislatura estatal de California aprobó la “1850 Act for the Government and Protection of Indians” (Ley para la gobernanza y la protección de indígenas de 1850). Entre 1850 y 1863, esa ley facilitó el desalojo de indígenas californianos de sus tierras tradicionales y la separación de por lo menos una generación entera de niños y adultos de sus familias, idiomas, y culturas. Según esa Ley, un indígena acusado de un crimen era culpable hasta que comprobara su inocencia. Estableció un sistema de servidumbre indígena californiana, según la cual, podían secuestrar a niños indígenas y obligarlos a trabajar sin remuneración, y podían comprar a cualquier indígena encarcelado por su trabajo. También legalizó el castigo corporal de indígenas.
El gobierno estatal californiano gastó más de $1 millón para financiar las milicias estatales californianas que hicieron expediciones con fin de matar a indígenas por todo el estado. Se reportó que estas milicias mataron a aproximadamente 2.000 californianos nativos entre 1850 y 1861.
Gobierno estadounidense. El aumento de la “Deuda de la Guerra contra los Indios” puso en peligro la capacidad del estado de seguir con las expediciones de las milicias para matar a indígenas. Por lo que, bajo el presidente Franklin Pierce, el gobierno estadounidense aprobó legislación en 1856 y 1857 parar reembolsarle a California su “Deuda de la Guerra contra los Indios”. Al respecto, Madley escribió, “Esta enorme transferencia de dinero en efectivo proveyó el financiamiento crucial para la máquina californiana de matanza e hizo que el genocidio fuera cada vez más un proyecto conjunto estatal y federal”.9
El gobernador de California Peter H. Burnett. En 1851, Burnett hizo uso de un argumento racista para justificar el genocidio de indígenas californianos. Convocó una guerra de exterminación y dijo que ésta “seguirá en marcha entre las razas, hasta que la raza indígena se vuelva extinta… El destino inevitable de la raza está fuera de lo que el poder o la sabiduría del hombre pueda evitar”.
El senador John B. Weller, que más tarde sería el segundo gobernador de California, dijo a sus compañeros senadores estadounidenses que los indígenas californianos “serán exterminados ante la marcha adelante del hombre blanco… aunque la humanidad lo prohíba, el interés del hombre blanco exige su extinción”.
La prensa de California desempeñó un papel muy importante al azuzar un fervor racista contra los indígenas y promover el genocidio. Después de ponerse en marcha la fiebre del oro en California, la prensa empezó a intensificar sus calumnias contra la población indígena, a la que consideraba un estorbo. En 1848, el California Star declare que los indígenas se convertirían en ladrones, y que “una guerra continua se librará necesariamente, por las depredaciones cometidas, hasta que todos sean exterminados”. Un mes más tarde un comentarista del Star escribió que los indígenas “son un cargo y una peste para este país, y yo contemplaría con alegría la salida de cada una de esas criaturas desgraciadas de entre nosotros”.10
Al final de la década de los 1850, la prensa ya era el principal defensor de la exterminación de los indígenas. Escribió el Red Bluff Independent, “Se está haciendo evidente que habrá que recurrir a la exterminación de los diablos rojos antes de que estén seguros los residentes cercanos a las rancherías, o que se pueda viajar por los caminos serranos con alguna seguridad, a menos que sean partidas de hombres bien armados”. En 1865, escribió el Courant, “Es una piedad para los diablos rojos exterminarlos, y una salvación de muchas vidas blancas… sólo hay un tipo de tratado que sea verdaderamente efectivo — el del plomo”. Y del Shasta Courier, “La exterminación es la única protección segura... y entre más pronto se aplique el remedio, mejor”.11
El gobierno estadounidense, las fuerzas militares, y los colonos blancos afirmaban que sólo se protegían de los indígenas decididos a matarlos. Unidades del ejército declaraban que se toparon con una partida de guerra y tuvieron que defenderse, a pesar del hecho de que mujeres y niños formaban parte de esos grupos de indígenas a los que mataron y masacraron, y una partida de guerra jamás los hubiera traído.
La resistencia justa de los habitantes autóctonos californianos a los ataques genocidas fue pretextada para matar y asesinar a aún más de ellos. Se desató un programa de miedo generalizado de los indígenas por todo California. La resistencia indígena contra su exterminación fue caracterizada como agresión y prueba de que las tribus nativas están “en guerra” contra la población blanca.
Incluso si un indígena si matara a un blanco, ya se lo pretextaba para eliminar a todos los indígenas en la zona. Madley reportó que las supuestas expediciones punitivas contra indígenas “escogieron no distinguir entre el culpable y el inocente”. Esto resultó en “el asesinato en masa de todo indígena californiano en las inmediaciones, sin importar su edad, género, identidad, ubicación, ni afiliación tribal”. Pretextaron la necesidad de castigar colectivamente para justificar la matanza indiscriminada de hombres, mujeres, niños, y ancianos indígenas, y el robo o destrucción de su propiedad.
Lo que subyacía e impulsaba todo lo anterior eran la supremacía blanca y el “Destino Manifiesto”: la idea de que la raza “blanca” era inherentemente superior a las demás, que eran subhumanas, y que Dios había mandado que el destino de los blancos en Estados Unidos era conquistar y dominarlo todo desde el Atlántico al Pacífico, “de un mar resplandeciente al otro”, como dice su canción.
Hay un concepto popular de que se le robó California (en ese entonces conocido como Alta California) a México. Si bien esto es cierto, el hecho es que, para la época de la fiebre del oro, México había perdido el control de California. El presidente Polk codiciaba California y temía que otro país lo colonizara. A la conclusión de la Guerra de Estados Unidos-México en 1849, Estados Unidos obligó a México a firmar el Tratado de Guadalupe Hidalgo, que otorgó a Estados Unidos el control de lo que ahora es su región suroccidental, incluido California.
Antes de la Fiebre del Oro de 1848, la población de California era 157.000 — 150.000 indígenas, 6.500 personas de descendencia española o mexicana, y 800 estadounidenses no indígenas. Una vez que se descubrió el oro, se estima que más de 300.000 personas habían inmigrado a California para 1850, el año en que se convirtió en estado.
Los 150.000 indígenas californianos practicaban un modo de vida que frecuentemente abarcaba el uso colectivo de tierras y recursos en vez de su propiedad privada, y requería grandes expansiones de tierra para la agricultura, la caza y la recolección. Desde el principio, los pueblos indígenas californianos oponían una justa resistencia al robo de su tierra y la destrucción de sus sociedades. Esto fue un obstáculo para el impulso de los colonos blancos de colonizar y dominar todo California: de controlar y explotar sus tierras y recursos y expandir las formas capitalistas de explotación que habían traído consigo.
La única solución para las hordas irrumpientes de buscadores blancos de oro (llamados forty-niners) y colonizadores era eliminar a los indígenas y arrebatarles la tierra.
Otro hecho que también impulsó este genocidio fue que la mitad de población de California era de color. Semejante diversidad racial, étnica, y cultural no estaba de acuerdo con lo que Estados Unidos requería para cohesionar el país y su nuevo territorio en torno a la supremacía blanca. Requería un California anglosajón, protestante, de habla inglés.
Los forty-niners blancos agredían a los inmigrantes de color y mataron a muchos. El gobierno impuso una ley de impuestos al minero extranjero que les hizo más difícil sobrevivir a los que no eran blancos. Turbas racistas atacaban a inmigrantes chinos. A pesar de que California formaba parte de los estados no esclavistas, la imposición de la ley del esclavo fugitivo de 1852 permitía que los esclavistas sureños que inmigraron a California continuaran a poseer esclavos.
Pero no hubo ninguna población única, aparte de los indígenas de California, que se interpusiera firmemente ante un país basado en el Destino Manifiesto y la supremacía blanca. California fue robado a México y a los indígenas californianos —por medio de un genocidio despiadado contra decenas de miles de ellos, que por poco elimina la población indígena del estado.
1. An American Genocide: The United States and the California Indian Catastrophe de Benjamin Madley, 2016, Yale University Press, New Haven & London, p. 3. [regresa]
2. Ibid., p. 48 [regresa]
3. Ibid., p. 112 [regresa]
4. Ibid., p. 130 [regresa]
5. Ibid., p. 130 [regresa]
6. Ibid., p. 132 [regresa]
7. Ibid., p. 223 [regresa]
8. Ibid., p. 224 [regresa]
9. Ibid., p. 250 [regresa]
10. Ibid., p. 65 [regresa]
11. Ibid., p. 330 [regresa]
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
16 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
En enero 2002, a raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la administración de George W. Bush estableció el Campo de Detención de la Bahía de Guantánamo en la Base Naval de Guantánamo, Cuba. Por los últimos 15 años, y hasta la fecha, Guantánamo ha sido una cámara de tortura, donde han detenido ilegal e indefinidamente a cientos de personas, y las han torturada*.
El Congreso le autorizó a Bush establecer Guantánamo bajo la ley “Autorización para el uso de Autorización para el Uso de la Fuerza Militar contra el terrorismo” que aprobó el 14 de septiembre de 2001. Esta le dio a Bush amplios poderes para ejecutar una “guerra contra el terror” — para esencialmente actuar con impunidad para proteger lo que el presidente determinara que servía “los intereses de Estados Unidos”. Entonces, el 13 de noviembre de 2001, Bush firmó una orden militar sobre “Detención, tratamiento y juicio de ciertos no ciudadanos en la guerra contra el terrorismo” para permitir la detención y procesamiento de “combatientes enemigos ilegales” por una comisión militar bajo la autoridad única del presidente. En seguida, cientos de hombres alrededor del mundo, quienesquiera que Estados Unidos y sus aliados consideraban sospechosos en la “guerra contra el terrorismo” y muchos otros fueron detenidos y encerrados indefinidamente por años, sin juicios o incluso cargos, audiencias o acceso al sistema judicial. Constituyó un crimen de guerra en clara violación de la Convención de Ginebra y la ley internacional.
En total, desde enero de 2002, han llevado a Guantánamo a 780 hombres de 50 nacionalidades. La administración de Bush alegó que la mayoría de los hombres fue capturada en combate en Afganistán, pero los estudios han mostrado que la gran mayoría (tal vez más del 80%) “…no fueron capturados por estadounidenses en el campo de batalla sino por paquistaníes y afganos, con frecuencia por recompensas”. Estados Unidos distribuyó ampliamente volantes que ofrecían $ 5000 o más por cada preso. Para el mayo de 2011, habían puesto en libertad o transferido a detención en sus países de origen a más de 600 presos que habían pasado años detenidos, la mayoría nunca acusada de nada. La información del Departamento de Estado indica que detuvieron a la mayoría de los detenidos por delitos menores y no estaban afiliados a organizaciones en la lista estadounidense de terroristas. En 2010, el coronel Lawrence Wilkerson, ex asesor del secretario de Estado Colin Powell, dijo en una declaración jurada que altos funcionarios, entre ellos George W. Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld, sabían que la mayoría de los detenidos en Guantánamo eran inocentes pero que todavía los mantenían encarcelados.
En Guantánamo y otras partes, Estados Unidos creó y justificó legalmente “técnicas de interrogatorio mejoradas” (consideradas por la mayoría de la comunidad internacional como la tortura).
El caso de Mohamedou Ould Slahi. Slahi había combatido junto con al-Qaida en su insurrección en Afganistán en contra de la invasión rusa en los años 1980, pero luego denunció a ese grupo en los años 1990. En noviembre de 2001, Slahi se sometió voluntariamente a un interrogatorio en una delegación de policía en su ciudad de residencia, Nouakchott, Mauritania. De repente se encontró víctima de una “rendition” (entrega): agentes de Jordania, bajo el mando de Estados Unidos, lo “entregaron” a una prisión en Amman, Jordania, donde lo detuvieron y torturaron por siete meses y medio.
Luego Slahi fue detenido en secreto por un rato en la prisión de Bagram en Afganistán y de allí a Guantánamo, donde lo sometieron a un par de años de agresivas “técnicas de interrogatorio mejoradas”, antes de por fin liberarlo sin cargos en 2016, 14 años después de su detención inicial.
Slahi detalla lo que experimentó en su libro Diario de Guantánamo, escrito durante su detención, incluidos la horripilante tortura y abuso que sufrió especialmente durante los primeros dos años allí. Identificó como uno de sus interrogadores a Richard Zuley, un ex teniente de policía de Chicago por 30 años de mala fama por usar diversas formas de tortura para extraer confesiones. Slahi describe el aislamiento extremo por meses, la privación de sueño a manos de tres turnos de interrogadores por 20 horas cada día durante 70 días. Lo metían en una “sala congelada” por muchas horas, a veces desnudo, a veces le echaban agua fría, lo forzaban a tragar agua salada, lo esposaban en posiciones de stress, y lo agredían sexualmente. También lo martillaban con música a todo volumen y luces oscilantes, y lo golpeaban con regularidad. Muchas veces lo amenazaron con matarlo, y Zuley también amenazó con detener a su madre y llevarla a la prisión de Guantánamo, donde solo hay hombres, lo cual Slahi interpretó como una amenaza de violación y muerte.
La mayoría de sus denuncias la corroboraron los propios informes y documentos del gobierno estadounidense que describen muchos incidentes similares, y muestran que su tortura fue planeada y aprobada desde los más altos niveles.
El abuso y tortura en Guantánamo, con nuevas “definiciones oficiales” de estas palabras, eran la política y procedimiento estándares permitidos por los más altos niveles de los gobiernos de Bush y Obama.
Nueve hombres han muerto en detención en Guantánamo. El Departamento de Estado dice que seis fueron suicidios, aunque existen bastantes pruebas de homicidios inducidos por tortura, tanto en Guantánamo como en la prisión de Bagram en Afganistán.
El caso de los tres “suicidios” simultáneos en Guantánamo el 9 de junio de 2006: Salah Ahmed al-Salami de Yemen, de 37 años, Mani Shaman al-Utaybi de Arabia Saudita, 30, y Yasser Talal al-Zahrani de Arabia Saudita, 22, quien estaba detenido en Guantánamo desde los 17 años.
Ninguno de los tres tenía cargos en su contra, pero todos habían participado en huelgas de hambre (junto con muchos otros prisioneros, a algunos de los cuales los sometieron a la tortura de la alimentación forzada) para protestar por las condiciones y el abuso en la prisión. Unas horas después de su muerte, el comandante de las Fuerzas de la Marina de Guantánamo, el contralmirante Harry Harris, anunció a la prensa que los tres detenidos se habían suicidado ahorcándose, cual conclusión el Servicio de Investigación Penal de la Marina (NCIS) defendió rápidamente. Sin embargo, por lo menos tres organismos investigadores independientes plantearon importantes dudas sobre la conclusión oficial de “suicidio”, y presentaron pruebas que sugirieron que los tres prisioneros murieron torturados y que la versión de los suicidios era un encubrimiento.
Un libro recién publicado (2016) de Joseph Hickman, un sargento que estaba de servicio en Guantánamo el 9 de junio de 2002, documenta extensamente su conclusión de que para el gobierno estadounidense Guantánamo no era solo una prisión, sino un campo de instrucción para los interrogadores en métodos avanzados de tortura.
Actualmente, 41 hombres siguen detenidos en Guantánamo, hombres que el gobierno yanqui afirma que son “muy difíciles de procesar exitosamente, pero demasiado peligrosos como para ponerlos en libertad”. En unos casos, es posible que Estados Unidos se está negando a liberarlos para impedir que revelen su maltrato y tortura en Guantánamo.
En resumen, la prisión yanqui en Guantánamo viola las protecciones que la Convención de Ginebra concede a prisioneros de guerra, como la prohibición de la detención indefinida sin juicio o cargos y el uso de toda una serie de técnicas físicas y psicológicas (conocidas por la comunidad mundial como la tortura) con el fin de obtener información, de castigar, o simplemente de silenciar a la persona. Todos constituyen graves crímenes de lesa la humanidad.
El presidente George W. Bush y su administración (especialmente Dick Cheney, vicepresidente, Alberto González, abogado asesor de la Casa Blanca y luego Procurador General, y Donald Rumsfeld, secretario de Defensa) que desempeñaron un papel importante en el establecimiento ilegal de la prisión en la Base Naval de Guantánamo y en las medidas durante varios años para ampliar los poderes del presidente, y especialmente en redefinir a los prisioneros capturados durante la “guerra contra el terror” como “combatientes enemigos ilegales” (y no “prisioneros de guerra”) y quitarles los derechos y protecciones judiciales contra el abuso y la tortura.
John Choon Yoo, ayudante adjunto del Procurador General, y John Scott Bybee, en ese entonces adjunto del Procurador General, por redactar los memorandos sobre la tortura y proporcionar opiniones legales que contribuyeron a legalizar la “guerra contra el terror” y las violaciones de la Convención de Ginebra, como las detenciones indefinidas sin habeas corpus, las técnicas de interrogatorio mejoradas, y la tortura sistemática.
El presidente Barack Obama y su administración (especialmente John Brennan, director de la CIA, y Eric Holder, Procurador General). Obama dijo que Guantánamo era un “capítulo triste en la historia de Estados Unidos”, y prometió repetidamente cerrarlo dentro de un año de su mandato. Pero se rajó ante la oposición en el Congreso y su propio compromiso de mantener la legitimidad en la “guerra contra el terror”. De hecho, Obama mantuvo vigentes muchas de las mismas políticas y prácticas, y se negó a presentar cargos contra los funcionarios gubernamentales responsables de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad cometidos de modo generalizado y abierto durante la década anterior.
Varios jueces de circuito y de distrito, así como los jueces de la Corte Suprema, que trabajaron para justificar las restricciones de los derechos civiles y humanos para librar “la guerra contra el terror”.
El contralmirante Harry Harris y los funcionarios de peso del NCIS, el Departamento de Defensa y el Departamento de Justicia que apoyaron y participaron en el encubrimiento elaborado de crímenes de lesa humanidad que resultó en el homicidio de detenidos en Guantánamo.
El Congreso, que le otorgó amplios poderes a Bush para crear la prisión en Guantánamo, que se negó a oponerse a las detenciones indefinidas y la tortura ilegales allí, y que desde entonces se ha negado una y otra vez a clausurar esa cámara de torturas.
La justificación principal por “la guerra contra el terror” y el uso de nuevas políticas, leyes y prácticas “de mano dura” como la detención indefinida, la “rendition” y la tortura ilegales, fue la protección del pueblo estadounidense.
La administración de Bush también alegó que, ya que las personas detenidas eran “combatientes enemigos ilegales” y no “prisioneros de guerra”, y ya que Guantánamo no es parte de Estados Unidos, las leyes de Estados Unidos no aplican. Por tanto, se pueden considerar adecuados: la “rendition” a Guantánamo y a otros países para interrogarlos, el detenerlos indefinidamente sin cargos ni juicios, el hacer caso omiso de la Convención de Ginebra, la redefinición de lo que constituye la tortura, y la invención de “técnicas de interrogatorio mejoradas”.
En 2004, Alberto González, asesor judicial de la Casa Blanca, declaró: “El presidente no ha dado ninguna orden o directiva que inmunice contra ser procesado a cualquier persona involucrada en una conducta que constituya la tortura. Todas las técnicas de interrogatorio autorizadas han sido cuidadosamente examinadas, son legales y no constituyen la tortura”.
Los ataques del 11 de septiembre de 2001 llevados a cabo por fundamentalistas islámicos reaccionarios fueron un duro golpe contra los imperialistas yanquis porque su “patria” fue atacada y porque demostraron que los fundamentalistas islámicos y los yihadistas eran un desafío serio a su dominio del Medio Oriente y Asia Central. Con todos los ojos del mundo puestos sobre Estados Unidos, los mandamases imperialistas yanquis se sintieron obligados a responder con una colosal demostración de fuerza y una implacable determinación sin cuartel — con el fin de llenarle al enemigo de terror, y manifestar el “choque y pasmo” que exigiría el respeto y temor a la determinación y enorme poderío de Estados Unidos. Tenían que castigar y completamente aplastar, tanto militar como políticamente, a los yihadistas, ese desafío audaz a su liderazgo en el actual orden mundial.
También querían sembrar terror entre la población en las regiones donde operan los yihadistas islámicos y apartarla de los yihadistas. Así que empezaron a detener a quienquiera que les parecía que tenía la más remota sospecha de apoyar a los yihadistas — así como a masas de personas al azar. Las metieron en prisión indefinidamente, las torturaron e interrogaron, para demostrar ante el mundo (y la gente de Estados Unidos) lo bárbaros que podían ser contra QUIENQUIERA que se les opusiera.
Para impedir que empeorara la imagen de Estados Unidos, fue necesario crear nuevas leyes y nuevas definiciones de lo que es un prisionero de guerra y lo que es la tortura, y establecer la prisión en Guantánamo para detener, interrogar y castigar a prisioneros capturados en la entonces recién denominada “guerra contra el terror”. Estos crímenes de lesa humanidad también fueron una manera de “cambiar las reglas” — para cambiar cómo se le debe de ver a Estados Unidos tanto a nivel internacional como dentro del país, con la esperanza de adoctrinar a sectores de la población a hacer suya la brutal belicosidad y la arbitraria aplicación de leyes y justicia y aceptarlas como “lo normal nuevo”.
* El derecho de Estados Unidos a alquilar territorio cubano para establecer la Base Naval fue algo que Cuba fue forzado a aceptar tras la derrota de España en la guerra de 1898. Pero el tratado estipulaba que se usara el territorio alquilado "...únicamente como una estación naval o para suministrar el carbón [a los barcos], y por ningún otro propósito..." (énfasis añadido). Así que desde el principio fue ilegal usar la base como prisión para supuestos terroristas y otros. [regresa]
Fuentes
“Crimen yanqui: Caso #59: La invasión, ocupación, dominación y saqueo de Cuba por Estados Unidos: De 1898 a 1959”, 15 de octubre de 2017, periódico Revolución
Guantánamo Bay detention camp, Wikipedia, inglés
“Interview with Larry Siems, Editor of Guantánamo Diary,” (Entrevista a Larry Siems, Editor de Diario de Guantánamo”, transcripción del show de Michael Slate 13 de febrero, 2015, publicado en el periódico Revolution, 23 de febrero, 2015
“Bush sigue a la carga para legalizar la tortura”, Revolución, 24 de septiembre, 2006
“The Guantánamo ‘Suicides’: A Camp Delta sergeant blows the whistle” [Los “suicidios” de Guantánamo: Un sargento del Campamento Delta da revelaciones); Scott Horton en la revista Harper’s Magazine, marzo de 2010
“Uncovering the Cover-Ups: Death in Camp Delta” [Desenmascarando los encubrimientos: Muerte en el Campo Delta]; Mark Denbeaux et al.; Facultad de Derecho de la Universidad Seton Hall: Centro para la Política y la Investigación, mayo de 2014 (disponible en línea)
“A la vista en Abu Ghraib: La tortura y la dominación yanqui” Obrero Revolucionario #1240, 16 de mayo de 2004
“The Brutal Logic Behind the Torture Madness”; Revolution, 12 de junio de 2005
Murder at Camp Delta: A Staff Sergeant’s Pursuit of the Truth About Guantánamo Bay [El asesinato en Campamento Delta: La búsqueda de la verdad sobre la Bahía de Guantánamo de parte de un sargento], Joseph Hickman, 2016
“Report Gives New Detail on Approval of Brutal Techniques” [Un informe aporta nuevos detalles sobre la aprobación de técnicas brutales]; Brian Knowlton; New York Times, 21 de abril de 2009 (refiriéndose al informe del Comité del Senado sobre las Fuerzas Armadas hecho público en 2009)
Un informe del “U.S. Army Criminal Investigation Command” [Mando de Investigación Criminal del Ejército de Estados Unidos” filtrado al New York Times y reportado por Tim Golden, 20 de mayo y 22 mayo de 2005
Permalink: http://revcom.us/a/521/otro-cerdo-policia-sale-impune-es.html
Revolución #522 20 de diciembre de 2017
16 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
De un lector:
Se ha declarado inocente a Philip Brailsford, un cerdo de Mesa, Arizona, de asesinato en segundo grado e imprudente homicidio de Daniel Shaver, a pesar de que un video del asesinato muestra claramente que Shaver, que se arrastraba por el piso y suplicaba por su vida, no llevaba un arma.
El video de cinco minutos, que acaba de salir al público, muestra a Shaver salir de la habitación de un hotel con las manos en alto. Luego se pone en el suelo con las manos en la cabeza. Los policías le dan una serie de órdenes, y él las cumple. Shaver les dice a los policías que está “arrepentido” y luego, mientras llora y pone sus manos en el aire, les ruega: “Por favor, no me disparen”. Se le dicen que se arrastre hacia los policías. Mientras se arrastra hacia adelante, parece como si Shaver intentara subirse los pantalones cuando el cerdo descarga su rifle AR-15 en Shaver. El rifle del policía lleva grabada la frase, “Estás jodido”.
Llamaron a la policía al hotel porque alguien vio a Shaver con una pistola. Se encontraron en la habitación del hotel dos pistolas de aire comprimido que Shaver usaba en su trabajo de control de plagas.
Una vez más, un policía asesino sale impune, el veredicto del jurado diciéndoles a estos cerdos asesinos que dispararle a una persona que no lleva ningún arma es legal en Amérikkka.
De Lo BAsico, de las charlas y escritos de Bob Avakian:
Nota de la redacción: En 1998 la policía de Riverside, California, mató a Tyisha Miller, una afroamericana de 19 años de edad. Miller había perdido la conciencia en su coche, por un ataque epiléptico. Los policías dijeron que ella se despertó de repente y que tenía un arma; le dispararon 23 veces, dándole al menos 12 veces y matándola. Bob Avakian habló de la situación.
Si esa es su manera de manejar la situación, ¡que se vayan al carajo! Que se larguen, que se vayan al carajo, que se quiten de la faz de la tierra y dejen en paz a las masas, porque es obvio que hay mil maneras de manejar esa situación que hubieran sido mucho mejores. Y francamente, si nosotros tuviéramos el poder del estado y ocurriera algo así, habríamos preferido que un policía del pueblo diera la vida primero, antes de matar sin sentido a uno de las masas. Así actúan los verdaderos servidores del pueblo, o sea, se juegan la vida por defender al pueblo. ¡Al carajo con su maldito lema de “servir y proteger”! Si esa fuera su intención, habrían encontrado otra manera mil veces mejor de solucionar el problema. ¿Cómo lo manejaría el proletariado? La historia demuestra que cuando el proletariado tiene el poder, pone por encima de todo la vida de las masas, pero cuando la burguesía tiene el poder, el papel de su policía es sembrar terror y matar a las masas a sangre fría sin ninguna provocación, matarlas sin necesidad, precisamente porque cuanto más arbitrario sea el terror, más asusta. Precisamente por eso lo hacen y es una parte importante de su oficio.
Bob Avakian, Lo BAsico 2:16
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
Ideología imperialista en las historietas de Disney
20 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
De un lector
Hace poco fui a una exposición de arte, “How to Read El Pato Pascual (Donald Duck): Disney’s Latin America and Latin America’s Disney” [Cómo leer el Pato Pascual (Pato Donald): La América Latina de Disney y el Disney de América Latina] en dos galerías de Los Ángeles. Esta exposición es parte de una serie más grande de exposiciones de arte, “Pacific Standard Time: LA/LA, Latin American & Latino Art in LA” [Hora estándar del Pacífico: L.A. / L.A., Arte Latinoamericano y Latino en L.A.].
La exposición de El Pato Pascual, con más de 150 obras de 48 artistas latinoamericanos, investiga y desafía casi 100 años de influencia cultural entre América Latina y Disney. Muchas de las piezas muestran cómo los artistas presentan el papel de los personajes de los cómicos de Walt Disney en imponer la cultura y los valores económicos estadounidenses sobre la gente de América Latina.
La idea de la exposición se basa en el libro Para Leer al Pato Donald de Ariel Dorfman y Armand Mattelart. El libro se publicó en 1971 en Chile en un momento de agitación política y social y cuando una parte del pueblo chileno se oponía al imperialismo estadounidense.
Dorfman escribió sobre la razón por la cual este libro tenía que publicarse:
Tenía el propósito de responder a una necesidad muy práctica: los cuentos de los medios de comunicación de masas que los chilenos consumían, los que colonizaron mentalmente la manera en que vivían y soñaban con sus circunstancias cotidianas, no coincidían ni remotamente con la situación nueva y extraordinaria en su país. Generalmente importados de Estados Unidos y disponibles por los medios de todo tipo (cómics, revistas, televisión, radio), fue necesario criticarlos y denunciar los modelos y valores que propugnaban, todos los mensajes ocultos de avaricia, dominación y prejuicio que contenían.
Después de que la CIA yanqui inició un golpe en Chile en 1973 que derrocó al presidente electo Salvador Allende y puso en el poder al dictador títere de Estados Unidos Augusto Pinochet, prohibieron el libro y forzaron al exilio a Dorfman y Mattelart. El gobierno de Pinochet recogió todos los libros y los quemó en la televisión, evocando los incendios nazis de libros en Alemania. (Para más información sobre esto, vea la serie Crimen Yanqui, Caso # 57: El golpe de estado de la CIA de 1973 en Chile, en revcom.us).
Hubo intentos de prohibir el libro en Estados Unidos. Walt Disney presentó demandas que alegaban que el libro violó las leyes de protección de derechos de autor. Disney perdió las demandas y el libro fue permitido en Estados Unidos.
Se ha publicado el libro en 10 idiomas. La edición en inglés se publicó en 1975 con una introducción escrita por el profesor emérito de Historia del Arte de la Universidad de California en Los Ángeles, David Kunzle, y un apéndice escrito por John Shelton Lawrence, profesor emérito de la universidad Morningside College en Sioux City, Iowa. (Se puede encontrar el libro en línea).
En la introducción, Kunzle escribe:
No es accidental que el primer análisis cabal de la ideología de Disney provenga de una de las colonias más dependiente económica y culturalmente del imperio estadounidense. Cómo leer El Pato Donald nació en el fragor de la lucha para liberar a Chile de esa dependencia; y desde entonces se ha convertido, con sus numerosas ediciones latinoamericanas, en un instrumento muy potente para la interpretación de los medios de comunicación burgueses en el Tercer Mundo.
Esta exposición está actualmente en dos lugares: el Museo Luckman en la Universidad Estatal de California en Los Ángeles, y Schindler House en West Hollywood. El arte en Schindler House es más representativo del libro de Dorfman y Mattleart y del papel que jugó Disney en Chile, mientras que el arte en el Museo Luckman tiene una gama más amplia de contextualización de cómo los artistas latinoamericanos ven a Disney.
Jesse Lerner, profesor de Estudios de Medios de Comunicación en las universidades Claremont Colleges, y uno de los dos curadores de la exposición, me dio un recorrido personal de una pequeña sección de la exposición. Él y el co-curador, el artista Rubén Ortiz-Torres, han publicado un libro maravilloso con el título de la exposición. El libro tiene una colección de escritos y fotografías de todo el arte de la exposición. El libro está en inglés y español.
En una entrevista del Los Angeles Times, Lerner dijo acerca de la exposición: “Disney toma prestado de América Latina, lo convierten en algo Hollywood, lo envían de regreso a América Latina, y los latinoamericanos hacen otra cosa con eso y lo envían de regreso”.
Ortiz-Torres lo expreso así, “Disney se apropia, y la gente se apropia a Disney. Es una disputa constante”.
Siendo una persona que no sabía nada del libro de Dorfman y Mattelart pero que sí sabía algo sobre Disney en América Latina, particularmente en Brasil, a mí muchas de las obras de arte me hicieron reflexionar. Se puede sentir la ira de los artistas en muchas de las obras, así como la yuxtaposición de los felices personajes de dibujos animados de Disney con la realidad de la vida y la lucha de las masas de América Latina.
Las exposiciones de Pacific Standard Time: LA/LA están compuestas de unas 100 exposiciones individuales en lugares desde Riverside, a San Diego, a Santa Bárbara, la mayoría de ellas en Los Ángeles. La exposición completa se cerrará a mediados de enero. Los temas de la exposición son: El arte y el activismo; Las fronteras, la diáspora y el desplazamiento; La crítica del globalismo y del modernismo; Las definiciones de identidad; El diseño / La arquitectura; La serie del Cine / La música / La danza; Del arte abstracto al arte conceptual; Lo prehispánico a lo colonial.
Ustedes que viven en el Sur de California o van a visitar allí el próximo mes deberían visitar la exposición.
Permalink: http://revcom.us/a/522/el-primer-tramo-del-plan-de-6-semanas-es.html
Revolución #522 20 de diciembre de 2017
Discurso de Rechazar el Fascismo:
23 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Lo siguiente es el texto del segundo discurso preparado por la Oficina Nacional de Rechazar el Fascismo para las reuniones de masas en diferentes partes de Estados Unidos.
El orador anterior habló de que es cierto que enfrentamos un régimen fascista y que la única forma de detenerlo antes de que sea demasiado tarde es que millones de personas salgan a las calles y permanezcan en las calles hasta que se cumpla esta sola demanda unificadora única: ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
Lo que quiero decir ahora es: ¿Qué se debe hacer? Voy a describir un plan básico para las próximas semanas y pico más, de hoy al 20 de enero, el aniversario de la inauguración. Esto va a ser un período de transición, aprendiendo y desarrollando un plan para la próxima fase.
La Oficina Nacional ha propuesto tres cosas principales que Rechazar el Fascismo debería de hacer.
(1) Primero, debemos difundir el mensaje de este movimiento en todas partes a amigos, familiares, grupos comunitarios y otros. Necesitamos hacer una investigación social activa y trabajo de divulgación.
Todo esto se superpondrá con la Gira Nacional que se está planeando para enero, pero también debe continuar durante las próximas seis semanas y debemos de participar todos de diferentes maneras.
La investigación social activa significa llegar a muchas personas y organizaciones diferentes. Esto debería incluir a las personas con las que hemos trabajado anteriormente y otras con las que todavía no hemos podido hablar.
Necesitamos hablar con la gente, compartiendo el entendimiento de que este es un régimen fascista y únicamente la gente movilizada en protesta no violenta, sostenida y masiva, que incorpore con el tiempo a millones de personas con la demanda, “¡El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!” puede expulsar a este régimen y terminar esta pesadilla, y explorar cómo otros ven esto. Al hacerlo, tenemos que luchar con la gente sobre las diferencias que realmente importan y si es posible fortalecer nuestra unidad para ponernos a la altura de lo que se nos exige. Esto implicará llamar a la gente a unirse a nosotros, forjar estrategias con aquellos que sí ven los peligros para realmente conectarse con el único programa que puede poner fin a esto, y luchar con otros que están atrapados en un camino que solo puede conducir a la conciliación y la acomodación.
Hay muchos niveles y formas de hacerlo, desde colgar letreros / carteles en escaparates, en jardines o ventanas de casas, distribución amplia de nuestro Llamamiento en la plaza pública, en reuniones de organizaciones sociales y políticas, eventos culturales. Compartir esto con familiares y amigos durante las vacaciones. Se está difundiendo este mensaje en las redes sociales: @RefuseFascism y muchas otras formas creativas.
La recaudación de fondos es una necesidad urgente, pero también una forma importante de trabajo político e investigación social activa.
Todavía es cierto que la mayoría de la gente no está enterada de Rechazar el Fascismo, incluso después del 4 de noviembre, aún no sabe que hay una organización que tiene claridad de lo que enfrentamos y tiene el plan de luchar en su contra.
(2) Segundo, nuestra Oficina Nacional ha planteado que debemos tomar acciones de formas que desafíen la complacencia y la normalización del fascismo en esta sociedad.
Las protestas y los actos que rompen el silencio y traen el ruido, que “perturban el ambiente”, trazan fuertes líneas divisorias para lo que la gente debe enfrentar y sobre lo que debe actuar, y que liberan a las personas de la complacencia. No se debe dejar que nadie asociado con el régimen de Trump y Pence se presente en público sin que alguien lo desafíe y enfrente políticamente por los crímenes que está cometiendo. La gente debe tomar posición contra las redadas del ICE, incluso cuando ocurren en las horas de la madrugada. Las personas deben hacer plantones en las oficinas de los funcionarios que están llenando de fascistas a los tribunales federales. La gente debe perseguir a todas las dependencias y personas públicas asociadas con el abandono de la vida del pueblo puertorriqueño, con la destrucción de los derechos reproductivos de las mujeres, con la difusión de propaganda fascista como los tuits contra los musulmanes por Trump. (Y, por cierto, protestar en lugares como Twitter por mantener abierta la cuenta de Trump incluso cuando él viole su política al amenazar directamente con asesinar a 25 millones de norcoreanos).
¿Por qué es esto tan importante? En primer lugar, si entendemos que hay que tomarse las calles día tras día con determinación y valor, tenemos que dar un ejemplo de eso. Actos que rompen con los límites de la “protesta aceptable y los cauces habituales” y que dicen, una y otra vez, no solo con nuestras palabras, sino con nuestra osadía y nuestros cuerpos y arriesgando algo: ESTO NO ES NORMAL. No se quede cruzado de brazos, no intente esperar que pase, únase a la lucha para impedir un Estados Unidos fascista ¡AHORA, antes de que sea muy tarde!
De mucha importancia: Todos los presentes deberían de salir y tenemos que amar un gran escándalo y movilizar a muchos otros para que se unan a las protestas el martes 12 de diciembre, el día de las elecciones de Alabama, para decir NO a todo lo que Roy Moore representa: a toda la supremacía blanca, la teocracia fascista cristiana racista, todo el odio hacia las personas LGBTQ y las mujeres, la locura anti-ciencia y más, que es una parte importante de este régimen de Trump y Pence y del peligro que representa para todo Estados Unidos y el mundo.
Al mismo tiempo, debemos tomar acciones contra esas instituciones y “líderes” que concentran lo que se interpone en el camino y se oponen a que la gente tome este camino. Eso significa identificar a las fuerzas e instituciones políticas como los dirigentes del partido Demócrata, los medios de comunicación liberales como la MSNBC, el New York Times, que están ocultando la verdad y empujando a la gente hacia las fauces del fascismo con su insistencia de que “no puede haber fascismo en Estados Unidos”, por su propia naturaleza, y que los caminos para impedir eso son abiertos y efectivos.
¿Por qué es importante denunciar a la dirigencia de los demócratas? Porque están canalizando agresivamente el deseo de la gente de actuar hacia caminos que solo fortalecen al régimen y desvían a la oposición, al decirle a la gente que para resolver el problema, hay que trabajar para las elecciones de 2018 o lograr que más mujeres se postulen a un cargo, cuando no es así. Algunas personas piensan que debido a que estos demócratas y medios de comunicación liberales a menudo están en la mira del régimen Trump y Pence (piense en el coro: Enciérrenla, contra Hillary, o la forma en que Trump llama a los medios informativos el “enemigo del pueblo”), no se debe de plantear críticas a estas instituciones o arriesgarse a que parezca que nos estamos uniendo a los fascistas al hacer críticas a ellas. Pero la realidad es que hay que dirigir a la gente a rechazar esos caminos, a salir de esos canales o, de lo contrario, la humanidad pagará las consecuencias. También hay que dirigir a la gente a denunciar los esfuerzos para “blanquear” y enterrar las noticias del único camino y organización real que tiene alguna esperanza de desafiar a este régimen: Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) y las acciones de la gente en las calles con la demanda que este régimen tiene que marcharse.
Aumentar toda esta clase de acciones será crucial para atraer e incorporar a las personas que sí ven la necesidad de actuar, que quieren arriesgar algo para luchar en contra de un Estados Unidos fascista, y se sienten frustradas y desanimadas por lo que ven en ascenso y la forma en que otros a su alrededor se hacen de la vista gorda. Esta clase de acciones también son una forma clave de sacudir a esas personas que han llegado a aceptar que vamos a tener que vivir con esto, para avivar su valor moral e inspirarlas a convertirse en parte de la solución. Si las personas no ven ninguna fuerza que esté dirigiendo a la gente a llamar a una emergencia y darle a las personas una forma de actuar, pues eso refuerza la presiones que lleven a cerrarse los ojos, a solo esperar que con sus amigos cercanos se escapen de los horrores y todas las formas en que las personas están eligiendo ir a lo seguro.
Hemos llamado a nuestras secciones locales a que de manera creativa, encuentren formas de tomar acciones que saquen lecciones de la orientación de Act Up de finales de la década de 1980, la forma en que Larry Kramer despertó a la gente en respuesta a la plaga del SIDA que afectaba a un enorme número de hombres gay y otros en ese momento. Hay otros ejemplos de la historia de los que también debemos aprender. Pero la idea principal a entender es que estas acciones no son artilugios solo para llamar la atención del público (aunque llamar la atención es importante), estas acciones hacen que la sociedad enfrente la realidad de maneras dramáticas que concentran la necesidad urgente de actuar. Algunas acciones así incluirán la desobediencia civil no violenta, el riesgo de arrestos, como las acciones que se tomaron en Los Ángeles que bloquearon las autopistas con nuestro mensaje, ¡no una sino dos veces! y otras acciones serán como las acciones de los beneficiarios de DACA y los que los apoyaron en el Capitolio de Estados Unidos o en las oficinas de Nancy Pelosi cuando un grupo de DREAMERS (SOÑADORES) se apoderaron de su conferencia de prensa y la ahogaron a gritos, negándose a detenerse o ceder a pesar todas sus maniobras políticas, exigiendo que Pelosi y los demócratas no colaboren con Trump mediante el tráfico con la seguridad y la vida de sus padres, familias y otros inmigrantes en nombre de la aprobación de una ley DREAM. ¡Esta fue una acción desinteresada y valiente, y se necesita mucho pero mucho más de esto!
Mientras más esto ocurra de maneras diferentes y creativas, muchas más personas se verán ante el reto y tendrán la inspiración de unirse con nosotros.
Además de planear nuestras propias movilizaciones, debemos unirnos a las acciones que otros están convocando. En particular, necesitamos construir contingentes y unirnos en la organización de las grandes manifestaciones convocadas para el aniversario de la inauguración el 20 de enero, ya sea la marcha de las mujeres u otras que se opongan al régimen. Debemos apoyar y unirnos en coaliciones con otros, buscar ser parte de ellas e influenciarlas. Y quizá queramos organizar marchas alimentadoras en algunos lugares. No solo es importante estar en unidad con aquellos que están poniéndose de pie en las calles, sino también es una forma de interactuar con aquellos que se sienten impelidos a actuar, dándoles dirección y una manera de actuar de manera más efectiva con un mejor entendimiento de lo que enfrentamos.
Por último, tenemos que estar tensos ante la posibilidad de que haya cambios que provocan espontáneamente que decenas y cientos de miles de personas se tomen las calles en torno a un escándalo. Deberíamos estar preparados para impulsar tales oportunidades lo más que se pueda.
(3) La tercera propuesta de la Oficina Nacional es una sugerencia fuerte de sacar mucho provecho del reciente discurso filmado de Bob Avakian (BA), ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. ¡Un mundo mejor ES posible!
Deberíamos encontrar formas de hacer que esta película esté ampliamente disponible y alentar la participación de todos los que necesitan escuchar un argumento cabal de por qué nos encontramos en la situación en la que nos encontramos y qué se puede hacer al respecto.
El discurso filmado de Bob Avakian en inglés, ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. ¡Un mundo mejor ES posible! https://vimeo.com/238240664
Este discurso, pronunciado desde la perspectiva comunista revolucionaria de Bob Avakian, ofrece una clara comprensión científica de cómo este régimen fascista ha surgido hoy en el terreno político y en las estructuras del poder en Estados Unidos. Todos, sin importar la perspectiva que tengan, se beneficiarán al escuchar y discutir esta presentación y discusión, inclusive en la sesión de preguntas y respuestas donde la gente que está trabajando sobre el problema del régimen fascista de Trump y Pence tiene la oportunidad de plantear sus preguntas y frustraciones y obtener respuestas profundas. Puede importar muchísimo si las personas que están decididas y dedicadas a la misión de Rechazar el Fascismo se toman el tiempo para entrar en esto, y también es crucial que un público mucho más amplio tenga la oportunidad de escuchar y aprender de este discurso. Necesitamos determinar todas las formas, por medio de las redes sociales y de boca en boca, para que muchos mas miles de personas lleguen a conocer este discurso crucial que ha sido puesto a nuestra disposición en esta coyuntura crucial.
*** ** * ** ***
Como parte clave de todo lo que estamos haciendo, tenemos que recaudar muchos fondos. Esto no es una distracción del otro trabajo importante que tenemos que hacer; es esencial para aumentar nuestra capacidad de construir la organización que se necesita, para llegar a millones de personas y poner fin a este régimen. Y es una forma en que muchas personas pueden contribuir. El trabajo de divulgación y la lucha con las personas para hacer donaciones no es distinto a la lucha política que hemos identificado que debe informar nuestro trabajo en general. No hay otra fuente de fondos: solo podemos confiar en los millones de personas que odian esta pesadilla y quieren ser parte de ponerle fin. Rechazar el Fascismo tiene una página para donativos donde las personas pueden encontrar los materiales y el Llamamiento para que donen. Visítela y difunda esto en las redes sociales y por correo electrónico a todos sus conocidos. Hemos establecido objetivos ambiciosos, pero son alcanzables si nos conectamos y activemos a muchos miles de personas ahora.
En todo lo que hacemos, debemos tratar de atraer e incorporar a tantas personas como sea posible, encontrando las diferentes formas en que las personas pueden participar en esto, difundirlo y actuar para organizar a la gente a hacer todo lo que esté a su alcance para expulsar a este régimen antes de que sea demasiado tarde.
Todos en todas partes que forman parte de Rechazar del Fascismo y se unen con la misión de Rechazar del Fascismo, pueden asumir cualquiera o todas estas tres tareas importantes para este período entrante de diferentes maneras según sean de sus condiciones. Organicémoslas para ser parte de esta gran causa.
Revolución #522 20 de diciembre de 2017
23 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Un lector de revcom.us posteó este comentario sobre “Más sobre ‘Lo que uno elige’... y cambios radicales” de Bob Avakian (BA):
Si hubiéramos tenido más de este tipo de enseñanza en la escuela vía cursos de filosofía, retorica, lógica y ética, sabríamos mejor cómo pensar en vez de qué pensar. Pero cuando yo iba a la escuela, aprendimos que Estados Unidos era el mejor, que el capitalismo era el sistema económico mejor y más eficiente, que el comunismo es una porquería, y que si no tienes éxito en la vida, es porque eres perezoso, estúpido o tomas malas decisiones, y no puedes culpar a nadie más que a ti mismo. Casi nadie nos enseña a pensar sobre las fuerzas más grandes del sistema y la cultura que contribuyen a moldear a la humanidad en sus formas actuales. Muchas gracias a BA y a unos pocos otros pensadores ilustrados que no solo visualizan y ofrecen un plan para un mundo mejor, sino que ¡nos enseñan cómo pensar sobre la manera de realizarlo!
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
23 de diciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
¿Qué diría y qué haría si supiera que Estados Unidos ayudaba a librar una guerra de hambre a millones de las personas más pobres del mundo? Una guerra de bombardeos de granjas y mercados, de ataques contra barcos de pesca y de bloqueos de la importación de alimentos. Una guerra que ha dejado a tres cuartas partes de la población de un país, inclusive a los niños, sin suficiente comida, millones de personas al borde de la inanición.
Considere bien lo que está sucediendo en este momento en Yemen. Durante casi tres años Estados Unidos ha respaldado con firmeza la guerra de Arabia Saudita allí, suministrando miles de millones de dólares en bombas y equipos militares, reabasteciendo sus aviones de guerra, proporcionando inteligencia y apoyando su bloqueo naval.
El objetivo de Estados Unidos y Arabia Saudita es aplastar la rebelión hutí porque lo ven como una amenaza para sus intereses reaccionarios. El movimiento hutí tiene su base entre los seguidores de la rama zaidí del islam chiíta que constituyen más de un tercio de los 25 millones de habitantes de Yemen. Los hutíes combaten bajo el estandarte islamista reaccionario de Ansar Allah (Partidarios de Dios) y su movimiento tiene el respaldo político y algunos vínculos con la reaccionaria República Islámica de Irán. Pero la guerra sautida-estadounidense no solo ataca a los combatientes hutíes sino a millones de civiles también.
El bombardeo de barcos de pesca y el sistema de agua potable
El 12 de diciembre, sin previo aviso, un helicóptero saudí atacó un barco de pesca frente a la costa de Yemen. No fue un accidente o incidente aislado. La pesca es crucial para la cada vez más escaso suministro de alimentos en Yemen, y Arabia Saudita y sus aliados han atacado 250 barcos pesqueros yemeníes, matando a 152 pescadores hasta el momento.
Desde marzo de 2015, las fuerzas aéreas sauditas también han llevado a cabo 942 ataques a granjas, 114 a mercados, 34 a mezquitas, 147 a edificios escolares, 26 a universidades, 378 al transporte y 61 a sitios de almacenamiento de alimentos, según un artículo del 12 de diciembre de 2017 del Guardian. Los barcos saudíes (con el respaldo naval de Estados Unidos) bloquean los puertos de un país que importa el 80 por ciento de sus alimentos. Todo esto es evidencia, según un estudio [en inglés], de una estrategia deliberada de “destruir la producción y distribución de alimentos” en las áreas controladas por los hutíes. Los bombardeos saudíes han dejado a 20 millones de personas en Yemen sin acceso a agua potable, saneamiento y alimentos adecuados. El resultado es el hambre masiva, la inanición inminente y la mayor epidemia de cólera en la historia, que ya afecta a más de 800.000 personas, la mitad siendo niños menores de 18 años, con 4.000 nuevos casos cada día.
Según la ONU [en inglés], “la privación deliberada de recursos necesarios para la supervivencia física del grupo... como agua potable, alimentos y servicios médicos” ¡constituye un acto de genocidio!
¿Y cómo han respondido los gobernantes de Estados Unidos, los que dicen ser una fuerza por el bien en el mundo, a la catástrofe humanitaria en Yemen? ¿Con indignación ante las imágenes de madres consolando desesperadamente a sus bebés afectados por el cólera? ¿Con una condena de la hambruna acechando a millones, dañando a los niños? ¿Con declaraciones de que la matanza debe terminar a raíz de las noticias de la última masacre aérea saudí que mató a otras 39 personas en Saná, la capital de Yemen?
En una conferencia de prensa de alto perfil sobre Yemen el 14 de diciembre, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, no mencionó a los millones de yemeníes a punto de morir de inanición o cólera debido a la colaboración entre Estados Unidos y Arabia Saudita. Ella no mostró ninguno de los cientos y cientos de bombas y misiles estadounidenses que Arabia Saudita ha dejado caer sobre plantas de tratamiento de aguas y alcantarillado, hospitales y clínicas, apartamentos y mezquitas, y funerales y fiestas de bodas en Yemen.
En cambio, Haley dirigió su indignación... a Irán. Presentando lo que ella declaró que era parte de un misil iraní disparado desde Yemen a Arabia Saudita, Haley aseveró que demostraba que el régimen iraní estaba abasteciendo a los hutíes. Acusó a Irán de ser responsable de la carnicería en Yemen y afirmó que representa “una amenaza para la paz y la seguridad de todo el mundo”. Exhibió un misil sin presentar ninguna evidencia de dónde o cuándo fue recogido, fabricado o usado, y denunció a Irán por “permitir el lanzamiento de misiles como este sobre civiles inocentes” — ¡mientras que bombas y misiles hechas en Estados Unidos y lanzadas por los saudíes están lloviendo sobre civiles yemeníes!
Así que frente al creciente infierno de hambre e inanición en Yemen, Haley reafirmó el respaldo de Estados Unidos a la bárbara guerra de Arabia Saudita y aumentó las amenazas contra Irán, intensificando el peligro de una matanza aún mayor. (Vea la barra lateral). El papel de Estados Unidos en la guerra genocida en Yemen no es una “excepción desafortunada”. En nombre de “la libertad”, “la democracia” y “la salvación de vidas”, Estados Unidos ha atacado una y otra vez a civiles y llevado a cabo masacres: tres millones muertes en la Guerra de Corea de 1950-1953, 500,000 a manos de los generales indonesios a instancias de la CIA en 1965; entre dos y tres millones durante la Guerra de Vietnam de 1965-75; más de un millón de iraquíes por inanición y enfermedad debido a las sanciones de Estados Unidos y la ONU en la década de 1990; más de 1.3 millones en Irak, Afganistán y Pakistán como resultado de la interminable “guerra contra el terror” lanzada en 2001; y la lista podría seguir sin parar.
Esta escandalosa violencia y matanza de civiles se ha llevado a cabo para mantener y expandir el imperio global de explotación y opresión capitalista de Estados Unidos, un sistema que ha destruido la vida a literalmente miles de millones de personas.
¿Son estas las acciones de una “fuerza por el bien en el mundo”?
¡Dejen de pensar como estadounidenses y comiencen a pensar en la humanidad!
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Revolución #522 20 de diciembre de 2017
El Instituto Bob Avakian dirige una discusión sobre la película ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
23 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Con esa pregunta se inició una reciente discusión sobre el discurso filmado de Bob Avakian: ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible (en inglés). La presentación de la película y la discusión fueron auspiciadas por El Instituto Bob Avakian en Chicago.
Fue un público diverso en cuanto a edades, procedencias sociales, experiencias y puntos de vista —aunque todos se oponían firmemente al régimen de Trump y Pence y casi todos habían venido participando activamente en contra del régimen. Muchos ya la habían visto, y algunos más de una vez. No obstante, podían y querían volver a adentrarse más a fondo en la película. Al final, alguien comentó que lo que esta discusión tenía de diferente era la manera que el líder de la discusión logró que la gente volviera repetidamente al contenido de lo que había dicho BA, así como el método y enfoque de ese contenido. Si bien hay mucho que hacer en lo inmediato, y que se suscitan muchas cosas en el pensar de la gente al escuchar a BA, como ideas sobre qué hacer, esta persona consideró que era importante lograr que las cosas siguieran volviendo al contenido de lo que acabábamos de escuchar.
La gente bregaba en particular con qué tan profundamente este movimiento fascista está arraigado en la historia y realidad de Estados Unidos, y en la historia de la humanidad — todas las diferentes capas de causas y dinámicas que condujeron a este movimiento. Desde ese ángulo inicial, y al entrarle más a fondo sobre la marcha, la gente pudo sopesar y abordar objetivamente todas las cosas con las que se topaban — por ejemplo, que la Constitución impediría el fascismo. La película los estimuló para pensar en el mundo entero y en la marcha de los acontecimientos de las últimas décadas — como el ascenso del fascismo cristiano (y una persona señaló los paralelos con los sucesos en América Latina).
La “Gran Falsedad Tautológica” (en inglés) llevó a los presentes a trazar muchas conexiones — de la historia y el simbolismo de la Estatua de la Libertad, a la manera que la cultura promueve superhéroes y guerras, pero NO promueve la historia real, el contenido de “hincar una rodilla” y la importancia de los auges de lucha contra los asesinatos policiales de los últimos años y contra el abuso sexual hoy. La gente hizo denuncias llamativas de lo que los europeos les hicieron a los indígenas, como las sanguinarias masacres, sobre todo a la gente de los “Dos Espíritus”1.
Las elecciones de Alabama, donde Roy Moore fue derrotado por un pelo, pesaban en el pensamiento de los asistentes e incidieron en la discusión de formas que profundizaron lo que se aprecia de este discurso de BA — tanto la línea recta de la Confederación a Trump, y las maneras que en su discurso BA denuncia y explica esto.
Esto fue parte de un énfasis general que se planteó durante la discusión en cómo BA se centra en la esclavitud en Estados Unidos — ¿por qué se adentró tanto en eso? ¿Qué luz arrojó esto sobre las cosas, cómo se diferenció de otros análisis, otros “marcos de entendimiento”? Una vez más, muchas personas le entraron a este tema, aportando diferentes dimensiones y diferentes maneras de ver las cosas.
En cierto momento se dirigió a la gente a contrastar esto con un reciente discurso de Obama, donde se presenta la esclavitud y otros atropellos como algo que de alguna manera va en contra de los fundamentos y rumbo principales de la historia y la sociedad estadounidenses — como el hecho de que en su discurso Obama se refiere constantemente a “diferentes narrativas”, en contraste con buscar la verdad y enfrentarla sin tregua; o sea, el ejemplo que pone el discurso de BA2.
¿Por qué es tan crucial que una masa crítica de personas entienda algo así? ¿Por qué la gente muy ampliamente debe conocer esto, y no obstante por qué la gente puede seguir actuando, a partir de lo que sí entiende, a la vez que vaya aprendiendo más y bregando con el análisis ahí, con cualesquiera desacuerdos que tengan con partes de lo que él dice? También la gente brego con esto y queda por explorar más sobre esas dinámicas.
Debido a restricciones de tiempo, la discusión no pudo más que mencionar de paso otros críticos e importantes temas del discurso de BA en sí: el surgimiento y papel del fascismo cristiano en Estados Unidos, el papel de Estados Unidos en atizar el crecimiento del fundamentalismo islámico, los grandes retos que el imperio estadounidense enfrenta por todo el mundo y los problemas del chovinismo pro estadounidense mencionados en la Gran Falsedad Tautológica. Tampoco pudimos adentrarnos muy profundamente en los problemas que enfrentan los gobernantes de Estados Unidos que han llevado a las soluciones fascistas del régimen de Trump y Pence, ni el análisis de BA de por qué los demócratas no tienen ninguna respuesta que sirve a los intereses de la humanidad y por qué es tan imperativo tener a un movimiento de millones de personas para expulsar al régimen de Trump y Pence por el bien de la humanidad y para tener alguna esperanza de llegar a un mundo mejor. Se señaló que este discurso tiene capas y capas, y es necesario difundirlo y adentrarse más profundamente en él, y seguir debatiendo y pensar acerca de su contenido.
Nos quedó un tiempo para ver y discutir una pregunta y respuesta del discurso: la respuesta de BA a la pregunta de por qué la gente en Estados Unidos no se indigna más y no está dispuesta a protestar en contra de los atropellos que Estados Unidos comete contra otros países (Corea del Norte en este caso) y qué tiene que ver esto con las posibilidades de realmente impedir la plena consolidación del fascismo.
La gente “palpó” la pregunta, y bregó con ella, hablando de las represivas leyes estatales contra protestas que BA menciona, una vez más la Gran Falsedad Tautológica, y de la manera en que “se están cerrando las ventanas” contra la una oportunidad de realmente detener esto — todo como parte de lo que BA recalca sobre la necesidad y las bases para luchar con la gente sobre todo esto.
Sobre este punto la gente también bregó con el contenido de la respuesta pero además, y de manera aún más fundamental, con la manera que BA aborda esto. No había atajos ni respuestas fáciles; más bien, BA también introdujo otras dimensiones del problema, a la vez que estaba explorando caminos de posibles soluciones. Era como que alguien enfrentaba, bregaba y trabajaba sobre un problema, e invitaba a otros a bregar también. No había ni pizca de algo que fuera fácil, precocinado o que tuviera el propósito de “elevar los ánimos de la gente”.
El programa se había iniciado con una introducción sobre la obra de BA, su importancia para el mundo entero y el papel particular de El Instituto Bob Avakian al respecto. En el cierre, el líder de la discusión volvió a esa importancia — y dijo que de ninguna manera puede salir algo bueno de la situación en el mundo de hoy si que la humanidad no bregue realmente con esta obra; al mismo tiempo, si eso sí ocurriera, se podría forjar un futuro muy diferente, incluso hermoso, a pesar del daño y la destrucción del medio ambiente y la gente que se asoma tan directamente ante nosotros y nos agobia.
1. Las personas de las culturas indígenas que no se conforman estrictamente a los papeles convencionales de género de “hombre” y “mujer”. [regresa]
2. El 5 de diciembre, 2017, Obama dio un discurso en el Economic Club de Chicago. El discurso tuvo importancia en diferentes niveles, y cabe analizarlo a fondo. Pero, para los propósitos de este artículo, Obama dijo: “El Estados Unidos que yo conozco se basa en la libertad de prensa y religión, apoya los mercados libres y está dispuesto a ser parte de los grandes problemas en el mundo como zika. La otra narrativa es Estados Unidos Ante Todo, para las personas que quieren encontrar seguridad y buscan respuestas simples ante trastornos masivos en el lugar de trabajo debido a la mecanización y la globalización. La revolución de tecnología ha hecho que sea fácil entregar poderosas historias que hacen que la gente cuestione sus suposiciones básicas, conduciendo a un choque de culturas. La cuestión es si recurriremos al nacionalismo como parte de nuestra necesidad de imponer nuestra superioridad sobre otros o si retrocederemos a la narrativa a la que aspira la gente de todo el mundo”. [regresa]