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Revolución #570 21 de noviembre de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Mire a su alrededor. El planeta se está quemando bajo nuestros pies; éxodos de refugiados huyen para salvarse la vida en casi cada continente; el tamborileo de guerra se vuelve más fuerte y apremiante, desde Asia oriental al Medio Oriente; y en todas partes, de Brasil a Polonia, de las Filipinas a Italia, y, claro, Estados Unidos, los fascistas avanzan, conquistan, y/o consolidan más el poder.
El sistema capitalista-imperialista está en una crisis profunda. Se está haciendo añicos el mundo que conocemos — un mundo que ya ha sido un infierno para miles de millones de personas en todo el mundo. Se enfrentan entre sí dos bloques en las clases dominantes en casi cada potencia importante, con soluciones radicalmente diferentes. Por un lado, las fuerzas fascistas insisten en que hay que triturar las reglas tradicionales y forzosamente poner en su lugar a las capas gobernantes anteriores, o, de ser necesario, reprimirlas violentamente; y, por otro lado, hay fuerzas imperialistas más o menos “liberales” que han gobernado durante las últimas décadas. Contienden dos futuros — cada uno que de fondo representa el viejo orden de explotación, opresión, dominación violenta de naciones y guerra, y devastación ecológica al servicio de las ganancias, mientras uno “promete” hacerlo aún más descarada y salvajemente y hace avances por ese camino.
Sin embargo, hay algo más en la mezcla —algo de una importancia vital, de hecho existencial: un tercer futuro— una ruptura radical con todos los campos del imperialismo, una diferente sociedad basada en la eliminación de todas las formas de explotación y opresión, la superación de las relaciones sociales, la moralidad y los modos de pensar los que se han inculcado en las personas al tratar de sobrevivir en esas sociedades, una nueva sociedad tan diferente a la de hoy como el día y la noche. Un futuro para la emancipación de la humanidad. Hoy día hay una visión y estrategia altamente desarrollada y una dirección fundada en un método científico para conocer las dinámicas de la sociedad y cómo se podría transformar radicalmente por medio de la revolución.
Esto es el contexto en el cual ocurrieron los recientes comicios estadounidenses, y esto es el contexto en el cual hay que entenderlos.
Primer punto: los republicanos, liderados por el régimen de Trump y Pence (y no se altere tanto, aunque justamente, por Trump, de modo que subestime el papel de Pence y sus legiones fundamentalistas cristianas) hicieron campaña más ferozmente que nunca como fascistas. Los medios de comunicación lo describen con eufemismos corteses —y normalizadores— del “populismo” o incluso el “nacionalismo blanco”, pero hay que hablar sin pelos en la lengua. Trump y la gente de su entorno hicieron campaña de una manera aún más abiertamente fascista que lo hicieron en 2016. Sus mítines diarios, televisados a los fieles por el Noticiero Fox, eran festivales de agitación racista y antiinmigrante, saturados de chovinismo pro estadounidense y de raza blanca. Ostentaban una ignorancia oronda (y de hecho una hostilidad por la razón) y una moralidad que combina la piedad patriarcal con la avaricia egoísta. Piénselo: durante las últimas dos semanas antes de los comicios, la propaganda electoral de Trump se enfocaba en calificar de “invasores” a una caravana de inmigrantes desesperados, y mandó seis mil tropas armadas para pararlos (las que siguen ahí, a propósito); atacó e insultó a sus oponentes, especialmente los oponentes negros; y traficó con el antisemitismo en palabras para los enterados.
Ya para la conclusión de la campaña, bombas caseras fueron mandadas a oponentes prominentes de Trump (entre ellos ex presidentes, políticos negros e importantes donantes al Partido Demócrata de descendencia judía), ocurrió una horrorosa masacre, de inspiración fascista explícita, en una sinagoga judía, y los medios informativos se desbordaban con un informe tras otro del hostigamiento racista contra negros — inclusive el asesinato de dos negros en un supermercado Kroger a manos de un hombre que supuestamente profesaba ideología supremacista blanca.
Mientras tanto, algunos comentaristas no podían explicar por qué Trump y los otros republicanos no hacían campaña a base de la “economía próspera y el hecho de que no estábamos en guerra”. Estos comentaristas no entendían que Trump tuvo otro objetivo: si bien semejante campaña posiblemente les hubiera ganado uno que otro escaño más en el congreso, no hubiera servido al objetivo de movilizar, organizar y endurecer más a su base fascista: no hubiera roto más las normas y límites de la “política (electoral capitalista-imperialista) de costumbre”; y no hubiera mandado un fuerte mensaje de que se avecina más política fascista. Trump no “inventaba” una crisis como una caravana de invasores inmigrantes con tal de ganar elecciones congresales, tanto como venía construyendo un movimiento y consolidando su control sobre el congreso, las cortes y todas las palancas del poder con tal de consolidar el fascismo.
Otros comentaristas analizaron incorrectamente los arranques de Trump en la semana después de los comicios, al decir que él trataba “cambiar de tema” respecto a la pérdida de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. Aunque quizá los asuntos electorales estén en la mezcla, predominan objetivos mayores. De hecho, su nominación de un lame-botas bruto leal como procurador general interino, obviamente una maniobra para marginar la investigación de sus vínculos con Rusia; sus ataques contra la prensa, especialmente a periodistas negras prominentes, así como al corresponsal de la CNN Jim Acosta, el que se atrevió a exigir que Trump respondiera por su xenofobia antiinmigrante; su insistencia en declarar un triunfo electoral mientras amenaza a los demócratas respecto el conteo de boletas en varios estados; luego su viaje a Europa donde siguió destrozando a martillazos la alianza con los cómplices imperialistas de Estados Unidos, pues todas estas cosas sirvieron a diferentes elementos de la consolidación fascista. No entienden, o no quieren dar a entender, que este régimen está pertrechándose más, quitando los obstáculos de su camino y cohesionando a su base para las batallas por venir. Para hacerlo, él está “redoblando esfuerzos” respecto a lo que Bob Avakian llamó “… la tríada del fascismo, es decir, la afirmación agresiva irredenta de la supremacía blanca, la supremacía masculina y la supremacía pro Estados Unidos (o el racismo, la misoginia y el patrioterismo xenófobo belicoso, si se quiere usar otra terminología), reforzada con una oposición desafiantemente —y no irredenta pero desafiantemente— ignorante y beligerante hacia la ciencia y al pensamiento racional, en combinación con la aserción igualmente ignorante y beligerante de la ‘superioridad de la civilización occidental’…” (Vea la Primera parte de “El problema, la solución, y los retos ante nosotros” en revcom.us.)
Segundo punto: El objetivo de los líderes demócratas era “contrapesar” a Trump por medio de aumentar sus escaños en el congreso, y al mismo tiempo encerrar la oposición a Trump dentro de límites que no desafían al sistema en general. Para ser claros, los demócratas de peso sí ven en Trump un gran peligro: para ellos y para sus ideas de la mejor manera de mantener y preservar el sistema que presiden y la mejor manera de amarrar los intereses imperialistas de esta clase dominante en su lucha incesante para dominar y explotar brutalmente al mundo entero.
En esto, estos demócratas de peso contaron con el acompañamiento de muchos republicanos prominentes, entre ellos algunos que “prestaban servicio” en el régimen de George W. Bush — un régimen que por su parte cometió violaciones atroces del estado de derecho, como la tortura y la suspensión de hábeas corpus, y una guerra asesina en Irak, que mató, de hecho, a cientos de miles de personas y convirtió a millones en refugiados desesperados. Incluso algunas de estas personas instaron abiertamente a que la gente votara contra los republicanos en 2018. La amplitud de esta oposición es un elemento que muestra el carácter agudo de la división “en la cima”.
Al mismo tiempo, un número extraordinario de “personas de base” entregaban una enorme energía e “inversión moral” a la elección de demócratas al congreso porque se oponen fieramente a Trump. Estos millones de personas recibieron instrucciones cada noche de la CNN, MSNBC y casi todas máquinas de organización y propaganda mediática tradicionales y “progresistas”, de que este camino fue la única forma de resistencia con sentido. En esto se manifestaron distintas cosas con distintas personas, pero la principal razón fue una oposición profunda y visceral al fascismo encarnado en el régimen de Trump y Pence, una oposición a menudo pero no siempre expresada como tal por la gente, pero sí se expresaban claramente con respecto a una o la mayoría de sus manifestaciones más atroces.
Pero los demócratas estaban decididos a a) nunca mencionar nada que tocara ni remotamente el carácter fascista real del régimen, y b) se negaron a desafiar con seriedad a Trump (y a su régimen en su conjunto) por los ataques atroces e indignantes contra los inmigrantes encarnados en sus arranques sobre la caravana, en la propagación general del odio racista, el patriarcado asqueroso continuado junto con sus ataques al derecho al aborto y la contracepción, ni hablar de un militarismo y patrioterismo aún mayor que los demócratas*. Para muchas personas, votar por las numerosas candidatas femeninas, así como por los candidatos musulmanes, gay y transexuales que se postularon como demócratas, sentía como un rechazo al régimen y a todo lo que representa; y en cierto sentido sí lo era, pero ni la mayoría de estos candidatos ni mucho menos el Partido Demócrata en su conjunto se le opuso a esto de manera frontal.
Al contrario, los demócratas hablaban casi exclusivamente del cuidado médico. Eso es equivalente a hacer una campaña electoral contra Hitler en 1934, por ejemplo, y enfocarse en decir que se podía mejorar su programa de construcción de carreteras. Y en la actualidad: Imagínese lo que significa que demócratas prominentes no hayan trazado una raya en la arena declarando que un presidente que defiende el honor de la Confederación y la supremacía blanca abierta no puede servir legítimamente de presidente — que hacerlo sería lo mismo que el compromiso que se hizo con los amos de esclavos en la Constitución estadounidense.
La pregunta es, ¿por qué no lo han hecho? En este caso, tampoco se reduce a un cálculo electoral estrecho. Imagine si los demócratas más prominentes de hecho calificaran a Trump de fascista — en otras palabras, que lo calificaran por lo que es. Imagine si dijeran la verdad, aunque de la manera en que ellos la entiendan — de que esta facción encabezada por Trump y Pence está encaminada a rehacer toda la sociedad en formas fascistas, con consecuencias potenciales verdaderamente escalofriantes.
Pues entonces, ¿qué? Entonces tendría que reconocer que la gente sí realmente tiene que salir en la sociedad y arriesgarse en las primeras líneas para oponerse a esto; por horripilante que lo es el imperialismo, el fascismo lleva eso a nuevas alturas de intensidad en la severidad de sus ataques a las masas, especialmente a las masas de las nacionalidades oprimidas (como estamos viendo hoy) y en el carácter implacable de su represión (que incluye la más o menos evisceración total de los derechos legales y civiles asociados con el estado de derecho bajo este sistema, por limitada y rutinariamente violados que sean esos derechos bajo el funcionamiento cotidiano del capitalismo-imperialismo). Semejante reconocimiento podría empezar a suscitar preguntas acerca del sistema que recurre al fascismo como una salida en tiempos de profunda crisis.
Y, ¿qué pasa cuando la gente sí sale a las calles — incluido el tipo de gente al cual los demócratas prestaban tanta atención a acorralar en el sistema por medio de las elecciones, en particular los negros y otras nacionalidades “minoritarias” oprimidas (los latinos, los indígenas, los asiáticos, etc.), las mujeres, la gente LGBTQ, los musulmanes, etc.? Las cosas pueden salirse de las manos a estos demócratas — en el sentido de que una vez despiertas a la lucha, quizá las personas empiecen a entusiasmarse más para buscar respuestas a POR QUÉ estamos en este lío, y es menos probable que, de incumplir sus demandas, sea posible volver a meterlas en la botella.
Así que, a pesar de sus diferencias agudas y sus inquietudes reales sobre el rumbo de las cosas, se preocupan aún más para mantener todo esto, lo más que sea posible, dentro de los límites de las “normas apropiadas” — al mismo tiempo que se están minando y aboliendo esas mismas normas, algo que Bob Avakian recalca en este corto de audio (en inglés).
Para tener una idea de esto, simplemente escuche lo que dicen los demócratas de peso ahora, tras ganar unos escaños y tener una sólida mayoría en la Cámara de Representantes. “Vamos a demostrar que podemos gobernar”, dicen. Ellos “trabajarán con” Trump y negociarán con él, es decir, normalizarán aún más al monstruo, no solo acomodarse más, no solo conciliar, sino que colaborar con los fascistas abiertamente racistas que, sí, siguen llevando la batuta.
Y mire los grandes esfuerzos de la dirigencia demócrata hoy por meter en cintura incluso a sus propios congresistas. Mire el editorial del New York Times el día después de las elecciones que aconsejó a Nancy Pelosi a que se asegurara que los presidentes demócratas de los comités de la Cámara de Representantes no hicieran desmanes (wilding) en su oposición a Trump. (Vea “Las recientes elecciones, el futuro que enfrentamos y la revolución REAL que necesita la humanidad”). Piense en lo que significa que el New York Times le dé otro propósito a la palabra racista para los enterados (“wilding”) de la década de 1980 que se utilizó para condenar falsamente a los 5 del Parque Central en Nueva York (una acusación falsa a favor de la que Trump se puso al frente para promover, pidiendo la pena de muerte para cinco adolescentes que luego se demostró que fueron inocentes de todos los cargos) como para decirle a Pelosi que se asegurara de que no se desarrollara nada que en ningún sentido siquiera empezara a agitar las aguas. (Vea aquí y aquí más información sobre Trump y los 5 del Parque Central).
La gente como el representante Jerrold Nadler, el demócrata que ahora es jefe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, sale en la televisión para decir que él no va a poner a Trump bajo juicio político “porque eso desgarraría al país”. Una vez más, piénselo: si esto es el fascismo, y lo es, pues, ¿no valdría la pena “desgarrar al país” (en el sentido político, lo que al parecer Nadler quiere decir)? ¿Valió la pena acabar con la esclavitud? Sí, según la lógica de las masas de esclavos, aquellos que se opusieron a la esclavitud por otras razones y aquellos que tenían en mente los intereses de toda la humanidad.
Y recuerde, los republicanos de peso como Newt Gingrich abiertamente hacen analogías con la Guerra Civil en términos del tipo de cambio para el que ellos se están preparando. Esto NO quiere decir que se necesitaría una guerra civil para expulsar a este régimen; de hecho eso no está a la orden del día en este momento cuando aún es posible impedir este horror para la humanidad mediante la desobediencia civil no violenta masiva, de millones de personas en las calles en protesta todos los días y noches hasta que se cumpla su demanda de que todo el régimen tiene que marcharse: una postura que de hecho funcionó en varios países del mundo durante la última década. Esto SÍ es para llamar la atención sobre el calibre de lucha y la voluntad de maximizar esfuerzos por lo cual el sector fascista de la clase dominante está preparando a sus seguidores.
Para explorar un poco más la analogía de Newt Gingrich y volver a explorar la lógica, y la moral, de aquellos que lucharon para poner fin a la esclavitud: El presidente Lincoln, en contraste con esas masas, NO empezó la Guerra Civil para poner fin a la esclavitud, sino que para preservar la unión. Pero lo que la guerra en sí desencadenó, junto con la necesidad que Lincoln enfrentó para realmente ganar la guerra, lo obligó a inclinarse por declarar la Proclamación de Emancipación. Por analogía hoy, un auge masivo desde abajo —pero ÚNICAMENTE un auge masivo desde abajo— también podría cambiar toda la ecuación en la cúpula de la sociedad y se podría encontrar una forma de impeler al régimen fascista a “dimitir”. Para que quede claro, nosotros no nos referimos a la Guerra Civil como alguna especie de paso inmediato; responderíamos a lo que todas las fuerzas vieran como una situación en la que se hubiera politizado fuertemente toda la sociedad sobre cuestiones básicas de moralidad y política, y responderíamos a las analogías hechas por otros.
Es muy gruesa la perspectiva misma de lo que está a la orden del día en este momento ahora: la desobediencia civil no violenta sostenida masiva. Pero piense de nuevo en lo que significara si este régimen fascista se estableciera a martillazos completamente, en que los costos que ya incurren la humanidad y las generaciones futuras alcanzaran alturas aún mayores.
Lo que nos lleva al tercer y cuarto puntos: sobre el objetivo inmediato de expulsar al régimen de Trump y Pence, así como la necesidad más grande y más fundamental de hacer la revolución, de hacer nacer un mundo completamente nuevo.
Sobre el primer punto: aún queda tiempo para detener a esta monstruosidad inexorable, pero no queda mucho tiempo. Y también hay una manera de hacerlo, pero ese camino costará trabajo duro y requerirá que las personas se salgan de sus zonas de confort.
Para aquellos de ustedes que cifran sus esperanzas en los demócratas, si ahora están embriagados con su “gran victoria”, si piensan que de alguna manera esto muestra que “todavía hay bondad en el alma de Estados Unidos”, pues los han engañado. Como dijo Malcolm X, los han embaucado. Y, en una medida muy exagerada, muchos de ustedes se han embaucado a sí mismos. Estos líderes les pusieron en claro que no van a desafiar a Trump de ninguna manera importante. Lo dejaron en claro durante la campaña electoral y lo están dejando en claro aún más ahora; y no cambian eso todas las poses de gente como la “socialista” Alexandria Ocasio-Cortez (que por su cuenta no pronunció la muy prohibida “palabra f” [fascismo]).
Así que, una vez más, aún queda tiempo para cambiar esto, para detener esta monstruosidad inexorable fascista... pero no queda mucho tiempo. En un día de estos podría darse algún incidente internacional que sirviera de pretexto para dar un salto en la evisceración del estado de derecho o algo peor; o sin ningún pretexto en absoluto. Piénselo: mientras que los demócratas de peso echan dimes y diretes para mostrar que pueden “gobernar” (es decir: mostrar que pueden arrancar migajas a un régimen fascista) y pueden cuidarse de asegurar que sus investigaciones no rebasen ciertos límites, Trump continúa sus asaltos a cosas como la ciudadanía por nacimiento, el derecho al voto, el poder judicial y así sucesivamente... una vez más: ¡todo eso únicamente en la última semana!
¿Qué les dirán las futuras generaciones, si es que aún existan esas generaciones, cuando les explique que sabía que había una manera de deshacerse del régimen, pero era muy arriesgada, no había garantías, y bien podría haber requerido que usted cambiara mucho en su vida... por lo que intentó tomar un camino más seguro?
Y, sí, existe una manera de cambiar esto... pero es un camino duro. Implica reconocer la verdad sobre Estados Unidos y su verdadera historia y tejido social y la verdad acerca de lo que de hecho se requerirá para expulsar a este régimen. Y de hecho implica llevar esto a las calles, en la desobediencia civil no violenta, pequeña al principio pero con el objetivo de despertar, atraer e incorporar a millones de personas. En estos momentos, quiere decir ir a todas partes y luchar con la gente para dejar este marco en el que la dirigencia demócrata, la MSNBC y los demás están metiendo a usted ASÍ COMO tomar acción (aunque sean acciones pequeñas al principio) contra los ultrajes los que ya está perpetrando el régimen como parte de la ofensiva fascista. Y ante todo quiere decir encontrar las formas de llevar a la plaza pública y al debate público las demandas de Rechazar el Fascismo —¡Esta pesadilla tiene que terminar: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!— con las cuales muchísimas personas están de acuerdo de corazón, o con las cuales estarían de acuerdo si llegaran a conocerlas.
Una vez más, en ese contexto, en un contexto en el que millones de personas estén diciendo ¡NO! en las calles, las diferencias muy reales y muy serias entre los fascistas y su oposición burguesa tradicional podrían entrar en juego como parte de una lucha para expulsarlo. En ese contexto, los conflictos sobre algo como suspender la investigación de Mueller acerca de los tejemanejes de Trump con Rusia podrían convertirse en parte de impulsar una lucha mucho más amplia, en pro de los intereses de la gente y de lo que se necesita: no solo ponerle presuntos frenos a este régimen sino muy realmente expulsarlo.
El cuarto, y más esencial, punto es el siguiente: esta monstruosidad inexorable fascista no salió de la nada; es el engendro de un sistema económico y político muy específico. Ha venido acumulándose durante años como respuesta a las contradicciones muy arraigadas y ahora en agudización en una sociedad del tipo en el que vivimos (el capitalismo-imperialismo) y la forma de gobierno que, por mucho que esto se tape, es en esencia una dictadura de esta clase capitalista-imperialista. La democracia de Estados Unidos es una democracia fundada y condicionada por las necesidades de las capas gobernantes del país: durante sus primeras ocho décadas, las clases de los dueños de esclavos y de los capitalistas; y desde ese entonces, la clase dominante capitalista-imperialista, que ha extendido sus tentáculos por todo el mundo. Los derechos civiles y legales, los que sí son importante defender, no obstante son derechos enmarcados en lo que sirve o al menos lo que no están en conflicto con las necesidades de este sistema. Este funcionamiento normal crea la ilusión de que “nos estamos gobernando a nosotros mismos”, cuando en realidad, como mucho, tenemos el poder de elegir cuál representante de la clase dominante perseguirá sus intereses y defenderá su forma de gobierno sobre las masas de personas en todo el mundo y sobre nosotros. Y cuando el sistema sufra una crisis profunda, como ahora, los de arriba pueden eliminar incluso los derechos limitados que sí existen, y pueden instaurar una dictadura sin tapujos. Para las capas gobernantes, el fascismo es preferible a una revolución que acabaría con su sistema.
Pero independientemente de la forma de gobierno, el poder real está en las manos de una pequeña clase de capitalista-imperialistas. Así que pregúntese: ¿por qué estamos encerrados en semejante sistema en el que nos dicen que podemos elegir únicamente entre formas más despiadadas y formas más democráticas de dictadura? ¿Por qué enfrentamos, continuamente, los ultrajes y horrores entretejidos tan profundamente en esta sociedad, de la encarcelación en masa genocida y la opresión general de los negros, latinos y pueblos indígenas; la persecución y satanización de los inmigrantes; la degradación y opresión de las mujeres; las invasiones y ocupaciones a otros países; y el demente saqueo y destrucción del medio ambiente por el capitalismo?
Es cierto que el régimen de Trump y Pence empeora e intensifica mucho más todas estas cosas, pero lisa y llanamente ¿por qué los aceptamos? Los demócratas no tienen respuestas para nada de eso, aparte de, en algunos casos, imponer estas relaciones opresivas básicas de modo un poco distinto. Así que no solo luchemos contra el régimen, por importante que sea hacerlo, sino que en serio exploremos el trabajo que ha hecho Bob Avakian para examinar profundamente la fuente del problema que enfrentamos y además exploremos la solución que él ha desarrollado: el plano para una sociedad completamente diferente en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, y la estrategia que él ha desarrollado para hacer una revolución real, en la nueva película Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución.
Al adentrarse en estas obras, en esta solución, la gente podría contar con mayores fundamentos sobre la necesidad de tomar parte en la lucha contra este régimen e impulsarla. Hace falta que las personas que este tercer futuro atraiga, el futuro que asuman y por el que empiecen a luchar —el futuro de la emancipación de toda la humanidad— se conecten constantemente con otros y les pongan retos, al estilo de nosotros, a partir de la comprensión más profunda de las raíces de este problema... cuál es la solución a ese problema subyacente profundo… y a esa luz, la verdadera seriedad de la amenaza representada por este régimen y lo que hay que hacer en este mero momento para expulsar al régimen que hoy avanza hacia adelante de manera tan febril. Cuanto más los revolucionarios hagan que esto incida, más amplios serán los sectores de personas que será posible atraer e incorporar y más profunda será la unidad que será posible forjar.
Estos son tiempos muy cruciales. ¿Estará usted, estaremos todos nosotros, a la altura del desafío que plantean?
* Sobre este último punto, claramente una de las cosas más repugnantes de la campaña fue la manera en que los demócratas se alardeaban de haber postulado a unos candidatos ex militares y ex CIA y honrar su “servicio a la patria” — es decir, su participación en las guerras criminales de agresión contra los pueblos oprimidos.[regresa]
A continuación presentamos un discurso importante que dio Bob Avakian en 2017.
¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!
En nombre de la humanidad,
Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista
Un mundo mejor ES posible
Un discurso de Bob Avakian
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Revolución #570 21 de noviembre de 2018
De la Organización Comunista Revolucionaria, México
| Periódico Revolución | revcom.us
Posteado el 4 de noviembre de 2018 en el diario digital Aurora Roja de la Organización Comunista Revolucionaria, México.
Al grito de “¡No somos criminales, somos trabajadores internacionales!”, muchos miles de centroamericanos en la primera de varias caravanas comenzando en octubre logró vencer los gases lacrimógenos y toletes de cientos de policías federales mexicanos para seguir su marcha hacia el norte. Huyen del infierno de rampante violencia criminal, hambre y desempleo en el que el actual sistema mundial ha convertido sus países, y buscan trabajo y refugio de amenazas de muerte y violación. Como le explicó a la prensa una migrante, “Mire, si a nosotros nos deportan, que nos den por desaparecidos”.
Son nuestras hermanas y hermanos. Merecen el apoyo que en su paso por el país mucha gente les viene dando, alentándolos y apoyándolos con agua, comida, ropa, zapatos y transporte. ¡Exigimos libre paso y apoyo a los trabajadores migrantes y fin a la represión, detenciones y deportaciones!
Para el criminal gobierno de Estados Unidos, son, en las palabras del presidente fascista Trump, “criminales bien curtidos”, “terroristas”, “personas peligrosas” de “una invasión” y “emergencia para la seguridad nacional”. Y bastó la visita a la Ciudad de México de Pompeo, secretario de Estado de EU, exigiendo que México detenga la primera caravana, para que el gobierno mexicano mandara de inmediato la Policía Federal a la frontera sur para golpear y atacar con gases lacrimógenos a los migrantes. Cuando pasó a México la segunda caravana, un migrante hondureño de 26 años de edad fue asesinado por una bala de goma en la cabeza, disparada o bien por la policía mexicana o la guatemalteca. ¡Este patético servilismo criminal hacia el imperialismo estadounidense es intolerable!
Los grandes empresarios estadounidenses, en asociación con los grandes capitalistas locales, recorren el mundo con sus capitales sin ningún impedimento para sacar miles de millones de dólares de ganancias al precio de la devastación, pobreza y violencia desbordada que han desolado a países como los centroamericanos aún más que a México. Eso lo pregonan como el supuesto “libre comercio”, la libertad de los capitalistas e imperialistas de explotar a la gente dónde, cuándo y cómo ellos quieran. Pero si los trabajadores cruzan alguna frontera en busca de empleo y seguridad, son tachados de “ilegales” y “criminales”, y cazados con saña. ¡Ya basta!
Los migrantes van a Estados Unidos porque los capitalistas imperialistas estadounidenses han jodido a otros países aún más que a su propio país. Todos los horrores que impelen el éxodo de los oprimidos de Honduras, Guatemala y El Salvador son resultados directos del sistema imperialista que los ha dominado y explotado por más de un siglo. En Centroamérica, grandes plantaciones de plátano y de café propiedad de monopolios agroindustriales de EU sobreexplotan a los jornaleros y amarran la dependencia del país dentro del sistema imperialista mundial. En maquiladoras con salarios de hambre, la gente produce la ropa que se exporta a Estados Unidos. El “mercado libre” imperialista, avalado por el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica de 2005, ha inundado a estos países con granos básicos y productos lácteos importados de EU, devastando la producción campesina y aumentando mucho los precios. Con la colusión entre los gobernantes y el crimen organizado, se ha creado una situación mortífera con una tasa de asesinatos más de dos veces la de México, donde hemos visto más de 240 mil asesinatos en los últimos dos sexenios. Para mantener este “paraíso de explotación” y asegurar su control de esta región por razones estratégicas para su imperio mundial, EU ha impuesto y apuntalado regímenes brutales que protegen sus intereses y someten al pueblo.
Honduras: El ejército de EU lo invadió siete veces entre 1903 y 1925. En los 1980s utilizó el país como base de la contrainsurgencia de los Contras en Nicaragua. En 2009, EU respaldó el golpe militar contra el presidente hondureño Manuel Zelaya. En 2017, el régimen fascista de Trump y Pence avaló la reelección del actual presidente, Juan Orlando Hernández, que reprimió con saña las nutridas protestas contra el fraude electoral. En años recientes han asesinado a 200 activistas LGBT, 100 periodistas y por lo menos una docena de activistas ecologistas, entre ellos, Berta Cáceres, renombrada luchadora indígena.
El Salvador: El ejército de EU y la CIA han organizado, armado y asesorado a las FFAA, policía y escuadrones de la muerte salvadoreños desde los 1950s, hasta dándoles listas de personas que debían asesinar. En los 80s, EU patrocinó una sanguinaria guerra de contrainsurgencia con saldo de por lo menos 75 mil muertes, y cientos de miles de refugiados que huyeron al norte. Los jóvenes salvadoreños indocumentados crecieron en los barrios pobres de EU, y ahí nacieron los maras, que llegaron a El Salvador cuando muchos fueron deportados en los 90s.
Guatemala: EU maquinó un golpe militar en 1954 contra el presidente Jacobo Arbenz, que había nacionalizado tierras no cultivadas del monopolio estadounidense United Fruit para distribuirlas a los campesinos. En los 80s, EU respaldó otro golpe de Estado que instauró como presidente al General Ríos Mont, un pastor fascista cristiano, quien desató una guerra genocida con armas, aviones y asesoría de Estados Unidos e Israel, masacrando sistemáticamente a más de 75 mil personas, principalmente de unas 600 comunidades indígenas mayas.
Es una cruel ironía que los migrantes tienen que arriesgar la vida tratando de llegar a EU, el mismo país que es el principal responsable de la brutal pobreza, violencia pandilleril, represión y carestía que no los dejan trabajar y vivir en sus países de origen. Así funciona este sistema: justamente porque Estados Unidos explota, saquea y domina gran parte del mundo, se concentra ahí la riqueza arrancada de la labor de los trabajadores y del saqueo de los recursos naturales en los países oprimidos. Y así funciona en todo el sistema capitalista-imperialista mundial, con unos 65 millones de migrantes y refugiados en el mundo, forzados a huir de sus hogares para intentar sobrevivir ante la miseria, las guerras reaccionarias, la violencia generalizada y la destrucción del medio ambiente. Una parte de lariqueza robada por los imperialistas hace posible un nivel de vida relativamente mejor en los países imperialistas norteamericanos y europeos, entre otros. Por eso los migrantes van para allá: porque los grandes capitalistas imperialistas han jodido mucho más a los países que dominan que a su propio país.
Todo esto es producto de un sistema, el sistema capitalista-imperialista mundial. Hace falta la revolución para tumbar este sistema mortífero y crear un nuevo sistema económico y político socialistas donde se trabaje colectivamente para la sociedad y para avanzar la misma revolución en los demás países. Donde triunfe esta revolución se dará la bienvenida y la plena ciudadanía a todos los migrantes que quieren contribuir a transformar la sociedad, y hacerla una base de apoyo a la revolución mundial, para poner fin al capitalismo-imperialismo y construir un nuevo mundo comunista sin fronteras ni ninguna forma de explotación y opresión. Esta revolución sí es posible: el frenesí racista de Trump es parte de una respuesta fascista extrema a contradicciones muy profundas para el sistema imperialista que solo pueden ser resueltas en los intereses de la mayoría por medio de la revolución comunista.
Los verdaderos criminales están en la Casa Blanca, azuzando el racismo para tratar de imponer su programa de fascismo y limpieza étnica. NO es simplemente una táctica electoral. Mandan 5, 7 o 15 mil soldados a la frontera. Actualmente hay 12,800 migrantes menores de edad”no acompañados” apresados en centros de detención en EU. Están expandiendo sus campos de detención, donde los menores han denunciado el maltrato de estar encerrados en jaulas o en cuartos muy fríos que llaman “hieleras”, el abuso físico, insultos racistas y castigos crueles. Así criminalizan a los migrantes que piden asilo. Han comenzado a quitar los pasaportes de personas mexicanas o centroamericanas nacidas en EU cuyos certificados de nacimiento fueron firmados por parteras en vez de doctores, alegando que fueron falsificados. Y Trump amenaza con negar la ciudadanía a los nacidos en EU de madres indocumentadas.
Todo régimen fascista usa este método de satanizar a ciertos grupos para embrutecer y endurecer a otra gente en su contra, y así imponer su programa. El programa del régimen fascista de Trump/Pence incluye la limpieza étnica de los inmigrantes como parte de su meta de un país de blancos, donde las personas no blancas no tengan derechos, sean tratadas descaradamente como una “casta inferior”, lo que podría llegar a dimensiones genocidas. Es una respuesta reaccionaria y fascista a la crisis real de millones de refugiados en el mundo, creada por el funcionamiento de su mismo sistema.
El Estado mexicano es perro guardián de EU imperialista y cómplice del fascismo. Aunque por lo general no se atreven a usar la misma invectiva racista y xenófoba que Trump, detrás de sus palabras “humanitarias” actúan con la misma saña que la Migra estadounidense. Después de las golpizas y gases en la frontera sur, han encerrado a gente que solicita refugio y han detenido y deportado la gente que han logrado aislar de las caravanas, hasta jalando mujeres por las greñas y golpeándolas, negando atención médica a dos mujeres con abortos espontáneos y echando mano “a todo tipo de presiones, amenazas y acciones directas”, según el titular de la oficialista Defensoría de derechos humanos oaxaqueña. El gobierno ha presionado a las empresas camioneras a que ni renten autobuses, y también a gente solidaria que ofrece transporte, amenazando con procesarlos por “tráfico humano” si dan transporte a los migrantes. En 2015, las autoridades mexicanas llevaron a cabo el 70% de las detenciones y deportaciones de migrantes centroamericanos, dejando solo el 30% a la migra y policía de EU. Como un ejemplo de su actuar, en septiembre de 2018, agentes del INM y la Policía Federal atacaron a los migrantes en Juan Rodríguez Clara, Veracruz, con saldo de 47 detenidos, 15 lesionados y, según la gente, dos muertos. Un joven hondureño que escapó informó que escuchó la orden de la policía, “Tiren a matar que son unos perros”. Todo esto demuestra una vez más que el Estado mexicano es un aparato represivo encargado de mantener el sistema mayormente capitalista bajo dominación imperialista, principalmente de los Estados Unidos.
Apoyemos a los migrantes y luchemos por la revolución que emancipará a la humanidad. Los migrantes merecen el firme apoyo de todos. Unámonos con ellos, denunciemos los crímenes brutales en su contra por parte de las autoridades mexicanas, estadounidenses y centroamericanas, y preparemos la revolución liberadora que pondrá fin a toda esta crueldad.
¡Alto a las Detenciones, Deportaciones y Ataques Racistas!
¡Liberen a los Migrantes!
¡Saquemos a las verdaderas bestias: Trump, Pence y sus compinches mexicanos!
Organización Comunista Revolucionaria, México (4/nov/2018)
De las Preguntas y Respuestas después del discurso “Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución”. Vea el discurso en inglés y conozca más aquí.
Permalink: https://revcom.us/a/570/california-en-llamas-es.html
Revolución #570 21 de noviembre de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
De un lector:
Incendios masivos arrasan a muchas partes de California. Para el viernes 16 de noviembre, la tasa de muerte del Incendio Camp en el norte de California es de 76, y se informa que hay más de 1200 personas desaparecidas. Todos los días salen informes de nuevos restos humanos encontrados en las cenizas. En el sur de California, el Incendio Woolsey comenzó en Thousand Oaks, al norte de Los Ángeles, y se extendió sobre las montañas de Santa Mónica y hasta el océano Pacífico, matando a tres personas, destruyendo las casas de actores, cantantes y otros en zonas adineradas de Malibu, entre ellas las casas de Miley Cyrus y Neil Young. Evacuaron a un cuarto de millón de personas.
Los incendios en California se han intensificado en los últimos años, en cuanto al área quemada y el número de propiedades destruidas y vidas perdidas. El Incendio Camp es el incendio más destructivo y mortal desde que California comenzó a mantener un registro en 1932. Este incendio se produjo solo unos meses después del Incendio Mendocino Complex (julio de 2018), el incendio más grande en la historia de California en términos de área quemada. Hace menos de un año ocurrió el Incendio Thomas (diciembre de 2017), el segundo más grande. En octubre de 2017, el Incendio Tubbs, el cuarto más mortal y previamente el más destructivo, destruyó vecindarios en los condados de Sonoma y Napa, matando a 22 personas. Nueve de los 10 incendios forestales más grandes desde que California comenzó a registrarlos han surgido desde el año 2000.
Si bien los incendios forestales son una parte natural del ambiente forestal, el cambio climático provocado por el hombre es lo que está impulsando su aumento en número e intensidad. El Informe de Evaluación del Clima Nacional de 2017, preparado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por las siglas en inglés), la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) y el Departamento de Energía (DOE), concluyó con “alta confianza” que el cambio climático está impulsando el aumento de incendios desde 1980 en el oeste de Estados Unidos y Alaska.
El saqueo de la tierra en busca del carbón, el petróleo y el gas natural para alimentar la economía global está profundamente entretejido en el funcionamiento del capitalismo-imperialismo. Este sistema no puede librarse de esta adicción porque los capitalistas se ven obligados a competir despiadadamente entre sí para obtener las máximas ganancias y la ventaja estratégica, lo que los conduce a utilizar las fuentes de energía más baratas y más disponibles, y ven los impactos ambientales de su producción, como las emisiones de gases de efecto invernadero que son una de las principales causas del cambio climático, como algo externo que no incluyen en sus cálculos de pérdidas y ganancias. En cambio, pasan estos costos ambientales a la sociedad y al planeta.
Debido a la feroz competencia que propulsa el capitalismo, los capitalistas no pueden darse el lujo de hacerlo de otra manera, sin importar sus declaradas, o incluso sinceras, preocupaciones ambientales. Esta es la razón por la que en 2017, cuando informe tras informe advirtió del peligro del aumento de las temperaturas globales, el mundo bombeó a la atmósfera MÁS gases de efecto invernadero que en cualquier año anterior, y los últimos cuatro años han estado los más calurosos jamás registrados.
Es por eso que este sistema no se puede reformar y es incapaz de proteger a la Tierra. Esta es una razón más por la que solo una revolución que derroque el capitalismo y ponga en su lugar un nuevo sistema socialista radicalmente diferente tiene la posibilidad de salvar al planeta.
Son estas dinámicas las que se exponen en los incendios y las condiciones horribles que están generando.
El Incendio Camp destruyó casi completamente la ciudad de Paradise (en español, Paraíso): 10.321 edificios destruidos que incluyeron 8.650 hogares. Evacuaron a más de 50.000 personas. A partir de la mañana del 15 de noviembre, solo estaba contenido un 35% del incendio.
Paradise se encuentra en la falda de la Sierra Nevada cerca de la ciudad más grande de Chico. Paradise es una ciudad de 26.000 habitantes con muchos residentes entrados en años o jubilados. Un cuarto de sus residentes tiene más de 65 años. Muchas personas viven en casas rodantes. El catorce por ciento de la población vive por debajo del umbral de pobreza.
El incendio se extendió rápidamente por la cresta donde se encuentra Paradise, impulsado por vientos de 95 a 110 km/h. Los caminos para huir del incendio se convirtieron en estacionamientos. La gente condujo a través del fuego y humo demasiado espeso para poder ver, chocando con otros autos y saliendo de los terraplenes de los caminos. Un sobreviviente dijo que era como si “la puerta del infierno se hubiera abierto”. Otro dijo: “Todo lo que se podía ver era negro y rojo”. Otros dijeron que habían visto caballos en llamas.
Después de que dos incendios forestales se extendieron hasta el borde de Paradise en 2008, el pueblo hizo esfuerzos para prepararse para futuros incendios. Pero la velocidad e intensidad del incendio actual abrumaron sus planes. Tras el incendio, autos quemados y fusionados bordearon la carretera. Chimeneas se erigían como lápidas sobre un paisaje de escombros. Dijeron a los trabajadores de rescate con perros busca-cadáveres que peinaban las cenizas que buscaran ollas y pipas porque el cráneo humano puede parecerse a una olla y un fémur a una pipa.
Miles de personas han perdido todo y viven en tiendas de campaña o albergues o duermen en sofás. Muchos no tienen ni idea de lo que esté por venir. Se informa que en uno y posiblemente más de los albergues se ha brotado el muy contagioso norovirus.
Hay muchas historias de heroísmo y compasión entre la gente. Un enfermero condujo a un hospital a través de las llamas mientras su coche se fusionaba. Otros ayudaron a personas mayores a evacuar. Mucha gente de todo el norte de California ha abierto sus hogares.
El cambio climático está creando las condiciones para estos incendios monstruosamente destructivos.
Hubo lluvias esta primavera en California las que produjeron un aumento de la vegetación. El verano fue el segundo más caluroso registrado en el estado. El área alrededor del Paraíso generalmente recibe alrededor de 13 centímetros de lluvia en el verano y principios del otoño. Este año solo cayeron menos de 2 centímetros. La primavera mojada seguida por el verano caluroso y seco intensificó el peligro de incendios porque la vegetación relativamente abundante se secó, lo que hizo que el incendio estuviera aún más feroz. Más del 48 por ciento del estado está anormalmente seco, según el Sistema Nacional Integrado de Información sobre Sequía.
A medida que el calentamiento global aumenta las temperaturas, el aire caliente y seco agosta los bosques y los pastizales, haciéndolos más combustibles y provocando incendios mucho más intensos. La intensidad de estos incendios está dando lugar a nuevas características que los hacen más destructivos y más difíciles de controlar. En Paradise, los incendios saltaron por encima de un lago de cien metros al menos tres veces. El Incendio Woolsey saltó por encima de la carretera 101 varias veces.
“Los incendios se extienden más rápido que jamás se haya visto, y las barreras que en años pasados contenían los incendios (líneas de buldóceres, carreteras, ríos) ya no son suficientes”, informó el New York Times durante los últimos incendios grandes en el estado.
Hoy en día, la temporada de incendios en el oeste de Estados Unidos se extiende, en promedio, 78 días más que a mediados de los años ochenta. En su libro Tipping Point for Planet Earth [Punto de inflexión para el planeta], el profesor de la Universidad de California en Berkeley, Anthony Barnosky, y la profesora de la Universidad de Stanford, Elizabeth Hadley, escriben: “[En California] Ya no hay una ‘temporada de incendios’ y una temporada baja. Los incendios se han convertido en un fenómeno de todo el año. Los incendios forestales, reconocidos en el pasado como fenómenos locales controlados principalmente por la precipitación, son un nuevo ‘normal’ global, controlado principalmente por la temperatura”.
Barnosky y Hadley agregan que los estudios detallados sobre los incendios en el oeste de Estados Unidos estiman que para 2050 el área quemada sería cuatro veces más que lo que es “normal” hoy. “Todo el carácter de los bosques cambiará para siempre”.
Otro factor que exacerba el impacto del incendio es la construcción de viviendas en áreas donde las tierras silvestres se conectan con las áreas urbanas. La construcción en estas áreas ha aumentado rápidamente en las últimas décadas. El número de hogares en estas áreas aumentó un 41% entre 1990 y 2010.
“En estos lugares, no es cuestión de si va a ocurrir un incendio, sino cuándo ocurrirá”, dijo el ex jefe del Distrito Metropolitano de Bomberos de Sacramento, California, Kurt Henke, al periódico el Sacramento Bee. “Básicamente estamos construyendo estructuras justo en la trayectoria de los incendios. Es simplemente el caso que existen algunos lugares donde no se debe construir una urbanización”.
Bajo el capitalismo, son las ganancias y la competencia anárquica entre diferentes grupos de capitalistas las que impulsan la construcción de viviendas (y todo lo demás). Es por eso que, a pesar de los muchos daños y la pérdida de vidas en incendios forestales durante muchos años, “la planificación del uso del suelo que toma en cuenta los incendios forestales aún no ha ganado terreno en la práctica, particularmente en Estados Unidos”, como lo expresó un artículo en una revista científica.
El humo tóxico del incendio Camp se ha flotado sobre gran parte del norte de California e incluso el Valle Central. El 15 de noviembre, la calidad del aire en gran parte del Área de la Bahía de San Francisco, a 265 kilómetros del incendio, se clasificó como “nada saludable” y continúa empeorando. En Sacramento, la calidad del aire llegó al nivel peligroso. Muchas escuelas han permanecido cerradas desde que comenzó el incendio. La Universidad Estatal de San Francisco y la Universidad de California en Davis y la misma en Berkeley anunciaron que iban a cerrar por lo que quedó de la semana. En San Francisco, una neblina gris se cernía sobre la ciudad, el aire olía como un fogón, y una luna naranja brillante salía por la noche. Condiciones similares están presentes en el sur de California.
El humo de los incendios contiene partículas y gases que pueden causar todo tipo de problemas de salud. Las partículas más grandes pueden causar problemas como la tos y el estornudo. La más peligrosa para la salud a largo plazo es una materia de partículas finas, conocida como PM2.5. Estas partículas pueden penetrar profundamente en los pulmones y contribuyen a la bronquitis crónica, la función pulmonar reducida, el cáncer de pulmón y la enfermedad cardíaca.
Cientos de miles de trabajadores agrícolas, jornaleros, paisajistas, trabajadores de la construcción, empleados de obras públicas y otros no tienen más remedio que trabajar en el aire tóxico. “Ha sido horrible”, dijo a In These Times Kywanna Reed, quien trabaja como controladora de tráfico para una empresa de construcción. “Me despierto con dolores de cabeza. Me acuesto con dolores de cabeza. Tengo un dolor de cabeza en este momento y una bolsa de medicamentos para el dolor de cabeza en el camión. Todo mi sistema respiratorio está hecho un desastre”.
Además, el Incendio Woolsey quemó gran parte del Laboratorio de Campo de Santa Susana (SSFL, por las siglas en inglés), un sitio que se ha considerado “significativamente contaminado” debido a décadas de pruebas de cohetes y reactores nucleares y una fusión nuclear parcial en 1959. Aunque el Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California ha declarado que el área es segura, lo cuestiona la organización Physicians for Social Responsibility-Los Angeles [Médicos por la Responsabilidad Social de Los Ángeles]. Su presidente, el Dr. Robert Dodge, escribió: “Estamos hablando de radionúclidos y productos químicos tóxicos increíblemente peligrosos, como tricloroetileno, perclorato, dioxinas, y metales pesados. Estos materiales tóxicos se encuentran en el suelo y la vegetación de la SSFL, y cuando se queman y se transmiten el humo y la ceniza en el aire, existe una concreta posibilidad de una mayor exposición a los residentes del área”.
La intensidad, letalidad y frecuencia de incendios en California son un claro ejemplo de las formas en que se está dañando la Tierra y se están perdiendo vidas debido al cambio climático. Este daño no se puede reparar fácilmente, si en realidad se puede repararlo. Uno de los objetivos de la humanidad debe ser proteger los preciosos recursos de nuestro planeta y dejarlo en mejor forma para las generaciones venideras.
A pesar de todo lo que se sabe sobre el cambio climático, sus causas, y el camino mortal en que está nuestro planeta, cada año se bombean cada vez más gases de efecto invernadero, y las temperaturas siguen aumentando. Solo la revolución ofrece un camino real para poner alto a esto y poner a la sociedad en un rumbo radicalmente diferente.
Hacer una revolución y cambiar la trayectoria ambiental catastrófica en que se encuentra el sistema capitalista, como parte de la transformación de TODAS las relaciones opresivas y podridas del sistema, supone hacer una ruptura total con el desarrollo anárquico del capitalismo impulsado por las ganancias. Necesitamos una forma completamente diferente de organizar la sociedad, y existe un plan científico para ella, que se concentra en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. PODEMOS construir una sociedad que no sea impulsada ni obstaculizada y restringida por la acumulación de ganancias y sus imperativos, una sociedad que mantenga en sus cimientos la protección del planeta para las generaciones futuras como parte de la transformación y eliminación de todas las heridas y cicatrices profundas del capitalismo-imperialismo, en todo el mundo. Una sociedad socialista puede inspirar y movilizar a las personas, los recursos y la ciencia de formas imposibles bajo las salvajes y opresivas relaciones económicas y sociales actuales. Para lograrla, necesitamos una revolución real.
El daño que ya se ha hecho al medio ambiente global es horrible. Todos los que consideran con seriedad el estado del cambio climático saben que nos encontramos en un verdadero lío, pero la verdad es que sí es posible un mundo completamente nuevo. Debemos actuar YA, con la urgencia que exige la situación, para hacer la revolución, poner fin al sistema capitalista-imperialista y poner alto a la destrucción del planeta.
Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución
Un discurso de Bob Avakian
En dos partes en inglés:
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Vea cortos y escuche audio de la película y las preguntas y respuestas (en inglés)
El 10 de noviembre, tras dos días de los rugientes incendios Camp y Woolsey que seguían extendiéndose y mientras se sacaban cadáveres carbonizados de vehículos y casas, Trump emitió su primer tuit al respecto: “No hay razón para estos incendios forestales masivos, mortales y costosos en California, excepto que el manejo forestal es tan deficiente. Miles de millones de dólares se dan cada año, con tantas vidas perdidas, todo debido al manejo malo de los bosques. ¡Arréglenlo ya, o no más dinero federal!” Y durante una visita del 17 de noviembre a la cuidad destruida de Paradise, Trump dijo que en Finlandia “pasan mucho tiempo rastrillando y limpiando” el suelo de los bosques y afirmó que debido a esto, “no tienen ningún problema”.
Palabras tan desalmadas no se pueden imaginar. Trump ni siquiera ofrece una pizca de simpatía (ni siquiera la simpatía falsa) a aquellos que perdieron la vida o el hogar. En cambio, vomita un montón de mentiras, echa la culpa a California, y amenaza con cortar los fondos para el estado.
Las amenazas de Trump a California tienen un tono fascista. Al amenazar con cortar el financiamiento a California en medio de este desastre, está tomando represalias —tal vez de una manera que coste vidas— contra un percibido enemigo, en este caso todo el estado de California.
Trump culpa al malo manejo forestal sobre los incendios. El “manejo forestal” de Trump, como lo ha expresado su secretario del Interior, Ryan Zinke, es el de aumentar enormemente la tala de árboles en los bosques de Estados Unidos. Zinke se ha referido a grupos que se oponen a la explotación forestal como “terroristas”. Intensificar la tala probablemente haría que los incendios sean aún más destructivos. Por ejemplo, la eliminación de gran parte del dosel arbóreo al talar más árboles permitiría que el material combustible en el suelo del bosque se seque, lo que puede servir como leña para incendios futuros.
El músico Neil Young, quien perdió su hogar en el Incendio Woolsey, escribió en una declaración en respuesta a Trump: “California es vulnerable, no por el manejo malo de los bosques, como quiere que pensemos DT (nuestro supuesto presidente). Somos vulnerables debido al cambio climático”. Young agregó: “Imagínense a un líder que cuestiona la ciencia diciendo que estas soluciones no deberían ser parte de su toma de decisiones en nuestro nombre”.
Desafortunadamente, no tenemos que imaginarnos a tal líder. Trump y su régimen están ahora en el poder. Hay que expulsarlos del poder y evitar que consoliden su régimen fascista antes de que sea demasiado tarde.
Un corto de Revolución: por qué es necesario, por qué es posible, qué es, una charla filmada de Bob Avakian, pronunciada en 2003 en Estados Unidos.
A continuación dos extractos de un artículo en Revcom.us publicado en agosto de 2018.
Un documento de la Organización Meteorológica Mundial, un grupo compuesto de representantes de 191 países, fechado 30 de julio de 2018, dice: “El verano extraordinariamente caluroso y seco que está haciendo en algunos lugares del hemisferio Norte ha convertido los campos y bosques en pasto para los incendios que están asolando desde la región ártica hasta la zona del Mediterráneo y la costa occidental de América del Norte. Estos incendios han provocado decenas de víctimas mortales y están devastando extensas regiones, con repercusiones de gran envergadura para el medio ambiente, los ecosistemas, la salud humana y el clima”.
En un reciente artículo de opinión en el New York Times, tres profesores de biología y ciencia ambiental argumentan: “Los incendios extensos de este año han amplificado la preocupación de que estemos estancados en un patrón mundial de conflagración que es tanto persistente como catastrófico. Los incendios forestales en Europa central y norteña han sido más generalizados que el año anterior, en lugares como el Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Letonia, Malta, Los Países Bajos, Polonia y Alemania. En Grecia, al este de Atenas, murieron unas 90 personas. (El año pasado en Portugal más de 100 personas murieron como resultado de los incendios forestales, entre ellas al menos 30 personas atrapadas en sus vehículos” (“The Earth Ablaze” [El mundo en llamas], 8 de agosto de 2018).
Una de las características de la temporada de incendios de 2018 ha sido la extensión de grandes incendios a zonas donde antes ocurrían raras veces, como partes de Siberia y Suecia dentro del Círculo Ártico. A principios de julio, el humo de unos incendios en Siberia llegaron al otro lado del océano Ártico hacia Alaska y, en últimas, a la costa oeste de Groenlandia. Más de 50 incendios forestales estallaron en Suecia, los peores incendios en 75 años.
Las temperaturas más altas también están cambiando los patrones del clima de manera dramática, incrementando la frecuencia de sequías y amenazando el bienestar de miles de millones de personas. El New York Times informa (9 de agosto) que “El cambio climático podría disminuir de manera dramática las condiciones de vida de hasta 800 millones de personas en el sur de Asia [Afganistán, Pakistán, India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka], una región donde ya viven algunos de los más pobres y hambrientos del mundo...”. El impacto del calentamiento global también está dando duro a la agricultura en el Oriente Medio, el Norte de África, Centro América y Australia, así como otras regiones.
Lo que la destrucción de los bosques significa para el planeta
Los bosques desempeñan un papel importante en el medio ambiente. Subastan agua potable, atrapan el carbono (la principal causa del cambio climático), y albergan ecosistemas enteros. Los bosques destruidos les dejan sin alimentos, albergue o los medios para sobrevivir a pájaros, mamíferos y otras especies que dependen de ellos. Su belleza y diversidad biológica nos enriquecen a todos.
Con respecto al calentamiento global, la destrucción de las zonas forestales contribuye a lo que se llama el bucle de retroalimentación negativa, en el que el incremento de la temperatura y otros cambios climáticos matan árboles y bosques. Cuando no hay bosques para atrapar el carbono, se aumenta el calentamiento global, lo cual resulta en la muerte de más bosques, y así sucesivamente.
El editorial en el New York Times de los tres biólogos advierte: “Lo que preocupa en especial durante los últimos tres años es que los bosques más grandes del mundo, la taiga de Rusia y sus primos, los bosques boreales que rodean el Ártico y conservan buena parte del carbono del planeta, experimentaron incendios a un ritmo y escala no vistos [en inglés] en por lo menos 10.000 años, según el registro paleo-ecológico”.
CONSTITUCIÓN Para La Nueva República Socialista En América Del Norte (Proyecto De Texto)
De la autoría de Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del PCR
Para leer la sección sobre el medio ambiente, haga clic aquí
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Revolución #570 21 de noviembre de 2018
Actualizado el 24 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
Una revolución real no quiere decir trabajar para hacer unos cambios en el presente sistema — quiere decir derrocar el presente sistema y hacer nacer un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. No es posible reformar el presente sistema del capitalismo-imperialismo. Bajo el presente sistema, no existe ninguna manera de poner fin a la brutalidad y asesinato por la policía, las guerras y la destrucción de la gente y del medio ambiente, la explotación, opresión y denigración de millones y miles de millones de personas, incluida la mitad de la humanidad que son mujeres, en Estados Unidos y por todo el mundo — todo lo que está arraigado en las profundas contradicciones que son inherentes al funcionamiento, relaciones y estructuras esenciales del presente sistema. Únicamente una revolución real podría operar el cambio fundamental que hace falta.
Para hacer tal revolución, es necesario que tengamos seriedad y ciencia. Es necesario que tomemos en cuenta los puntos fuertes concretos del presente sistema pero aparte de lo anterior, sus debilidades estratégicas, basadas en sus profundas y determinantes contradicciones. Es necesario que construyamos tal revolución entre aquellos que con mayor urgencia necesitan un cambio radical, pero por otra parte, entre otras personas que se niegan a vivir en un mundo en el que el presente sistema vomita interminables horrores, y que continuamente lo anterior se “justifica” y hasta se embellece como “grandeza”.
Es preciso que estemos en una misión de correr la voz, de dejar que la gente conozca que tenemos la dirección, la ciencia, la estrategia y el programa, y la base para organizar gente para una revolución emancipadora y real. Tenemos a Bob Avakian (BA), el líder de tal revolución y el arquitecto de un nuevo marco para la revolución, la nueva síntesis del comunismo. Tenemos al Partido liderado por BA, el Partido Comunista Revolucionario, con dicha nueva síntesis como base científica para realizar los preparativos para una revolución. Tenemos los Clubs Revolución, donde la gente puede participar y actuar en poderosa representación de la revolución, de manera organizada, a la vez que vaya aprendiendo más sobre la revolución y dé pasos adelante hacia el camino de ingresar al Partido. Tenemos la página web del Partido, revcom.us, y su periódico Revolución, que desenmascaran claramente los crímenes del presente sistema, analizan con ciencia por qué no es posible reformarlo, y dan orientación y dirección para que la gente trabaje de manera unificada por la revolución. Tenemos la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA y adoptada por el Comité Central del Partido, que ofrece una abarcadora y concreta visión y “plano” para una sociedad radicalmente nueva y emancipadora. Es necesario que conozcan lo anterior y le entren en serio las personas en los barrios marginados de las ciudades y en las cárceles, las y los alumnos y estudiantes, académicos, artistas, abogados y otros profesionales, las y los jóvenes en los suburbios de las ciudades y las zonas rurales — pues, las personas en todas partes de la sociedad.
Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.
Mientras nosotros esperamos las necesarias condiciones para jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución, es necesario que la aceleremos y llevemos a cabo enérgicamente los “3 A Preparar”: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. Tenemos que Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución — protestar contra las injusticias y atropellos del presente sistema y oponerles resistencia, y ganar gente a desafiar y repudiar el presente sistema putrefacto y sus maneras de pensar, y a hacer suyos el punto de vista y los valores, y la estrategia y el programa de la revolución, acumular fuerzas para esta revolución, y derrotar los esfuerzos de los poderes gobernantes de pulverizar la revolución y su dirección. Ante toda “sacudida” en la sociedad —toda crisis, todo ultraje nuevo, cuando muchas personas cuestionen y opongan resistencia a lo que por lo normal aceptan— es necesario que aprovechemos esto para impulsar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas. Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.
Todo lo anterior tiene por objeto algo muy definido — una situación revolucionaria: en la que el sistema y sus poderes gobernantes estén en una crisis seria y que grandes partes de la sociedad vean la violencia que utilizan para reforzar el presente sistema por lo que es: asesina e ilegítima. En la que se profundicen y agudicen muchísimo los conflictos entre las fuerzas gobernantes — y las masas populares no les respondan siguiendo detrás de un bando u otro de los gobernantes opresores, sino que les respondan sacando provecho de tal situación para acumular fuerzas para la revolución. En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno nuevos que se basen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior.
“Sobre la posibilidad de la revolución” es una declaración muy importante del Partido, que está posteada en revcom.us. Establece las bases —la concepción y doctrina estratégicas— de la manera de combatir con una verdadera posibilidad de triunfar, una vez que se hayan gestado un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas y las condiciones necesarias para una revolución. El presente todavía no es el momento para emprender un combate de tal índole —intentar hacerlo así ahora únicamente conduciría a una derrota devastadora— pero ya está en marcha el trabajo para desarrollar más dicha concepción y doctrina estratégicas con el futuro en mente, y a continuación presentamos algunas de las principales cosas que las fuerzas revolucionarias tendrían que hacer cuando se hayan gestado las condiciones de jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución.
Para todo lo anterior es necesario ganar a millones de personas hacia la revolución en el período que conduzca a la maduración de una situación revolucionaria. La oportunidad de derrotarlos, cuando llegue la hora —la oportunidad de deshacerse del presente sistema y hacer nacer algo mucho mejor— está íntegramente relacionada con lo que nosotros hacemos ahora. Es necesario que todo aquel que tenga sed de un mundo radicalmente diferente, sin explotación y opresión y sin todo el innecesario sufrimiento causado por el presente sistema, trabaje ya con una prendida determinación de hacer que lo anterior ocurra, de modo que nosotros sí tengamos una verdadera oportunidad de ganar.
"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” es un complemento del Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, posteado el 16 de mayo de 2016 en www.revcom.us. Difunda por todas partes "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” junto con “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL”. Ya es hora de correr la voz por toda la sociedad.
Descargue AQUÍ "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” (pdf de 36 x 24 pulgadas): ESPAÑOL | INGLÉS. Descargue AQUÍ “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” (pdf de doble carta): ESPAÑOL | INGLÉS. Se recomienda que se impriman ambos mensajes en papel bond y se cuelguen de maneras apropiadas por todas partes. He aquí una imagen aproximada de su presentación:
¡"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” ya está en forma de folleto!
Instructivo:
Ya se puede descargar el pdf del folleto que contiene: "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución”, “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” y “Puntos de Atención para la Revolución”. El folleto cuenta con 16 páginas, de tamaño media carta (5,5 x 8,5 pulgadas). También se puede imprimir en papel de 6 x 9 pulgadas. Hay dos formatos: 1) Un pdf de 16 páginas individuales y consecutivas. 2) Un pdf con pliegos para llevar a una imprenta: el primer pliego con las páginas 1 y 16, el segundo con las páginas 2 y 15, etc. Cuando se impriman así y se doblen, las páginas saldrán en orden consecutivo. La imprenta explicará qué formato necesita. Que las y los lectores hagan planes para imprimir este folleto de tamaño media carta, recaudar dinero y difundir decenas de miles de ejemplares por todas partes tan pronto como sea posible.
ESPAÑOL:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta
INGLÉS:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta
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Revolución #570 21 de noviembre de 2018
Inmigrantes iraníes sobre haber visto Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución de Bob Avakian
| Periódico Revolución | revcom.us
A revcom.us:
Nosotros, un pequeño grupo de iraníes que viven en Estados Unidos, después de ver la película de un discurso que dio en el verano el camarada Bob Avakian, les escribimos esta carta para contarles de nuestra experiencia con esta película y para invitar, animar y retar fuertemente a los que tienen el corazón dolido al oír y ver el mundo de horrores que está experimentando la humanidad en todo el mundo, a que dediquen el tiempo y, en cuanto sea posible, inviten a amigos, parientes y seres queridos para ver esta película. La película enseña, dice por qué el mundo está como está, que ya no tiene que ser así, y que otro mundo es posible. Pero lo que es más, la película invita a ver que usted y otros pueden ser parte del puente a la revolución, a un futuro diferente y mucho mejor. Esta película lo cambiará a usted, tal como nos cambió a todos nosotros de una manera u otra.
Al ver el más reciente discurso / película de BA, nos inspiró a empezar a estudiar EL NUEVO COMUNISMO con el fin de contribuir lo más que podamos a construir un mundo diferente y mucho mejor para la humanidad en todas partes, un mundo comunista que se base en la nueva síntesis del comunismo.
Si a usted le duele el corazón al ver el mundo:
Tenemos la responsabilidad de actuar… y de hacerlo ya.
Para nosotros está bien claro lo que Bob Avakian plantea claramente: “…tenemos dos opciones: vivir con todo esto y condenar a las generaciones del futuro a lo mismo o a cosas peores si es que de plano tengan futuro, o ¡hacer la revolución!” Hemos llegado a darnos cuenta aún más claramente después de ver esta película que no queremos vivir en esta pesadilla y tenemos confianza que ustedes tampoco lo quieren. Nos dimos cuenta que tenemos un papel que jugar, no en el futuro sino hoy mismo, con la alegría de engendrar un nuevo mundo para las futuras generaciones.
Ver la nueva película fue impactante y precisamente lo que el título prometió y ofreció. Encontramos un tema / concepto que nunca entendimos firmemente. Cómo hacer la revolución en el más poderoso, más desalmado y brutal país de la historia de los seres humanos, en vista de lo que es capaz y de lo que probablemente esté planeando hacer dada la visión fascista de este régimen bajo Donald Trump. Es cierto que con sus crímenes, tienen de rehén al mundo. Son capaces y están dispuestos a hacer más para expandirse y sacar ganancias y más. Este es su punto fuerte y es algo que no debemos y no podemos subestimar. Todos, individual y colectivamente, lo hemos experimentado.
Por otro lado, aprendimos cómo podemos y debemos armarnos con la ciencia de la revolución para conocer al mundo real tal como es y la manera en que puede cambiar, para prepararnos, como fuerza para la revolución para cuando llegue el momento en que millones de personas ya no toleren estos crímenes del sistema, y quieran tomar acción.
Aprendimos muchísimo sobre cada uno de los 5 Altos, los horrores que representan. Al mismo tiempo, cada uno y todos obligarán a las masas de personas de diferentes capas sociales a reaccionar. Y cuando esos millones de personas se lancen a las calles contra uno o más de los crímenes del sistema, como lo han hecho en Irán o Egipto y otras partes… van a necesitar un plan, una guía, una estrategia y una dirección. En esta ocasión, debemos aprovechar la debilidad de los de arriba, y jugar nuestro papel para contribuir a dirigir a esos millones de personas para una verdadera posibilidad de una revolución comunista, para acabar con este Estados Unidos imperialista de una vez por todas por el bien de la humanidad dotándoles de la nueva síntesis del comunismo: el método y ciencia y dirección de Bob Avakian, el arquitecto del nuevo comunismo.
El camarada Avakian habló precisa y delicadamente sobre ciertas cuestiones cruciales que esclarecieron conceptos que nos eran desconocidos o complicados. Honestamente, antes de ver esta película, no creíamos que tal revolución fuera posible en Estados Unidos. Aprendimos cómo podríamos jugar un papel y ser parte del movimiento para la revolución así como servir de una fuerza de reserva de la revolución para mantener el impulso de la revolución y cumplir con sus múltiples necesidades hoy y cuando las fuerzas revolucionarias se enfrenten cara a cara y con todo al enemigo. Esta película contestó muchas preguntas que teníamos y a la vez planteó muchas preguntas que no sabíamos que teníamos antes de ver esta película.
Fue muy valioso aprender sobre los 5 Altos y cómo estos son concentraciones históricas de contradicciones que este sistema del capitalismo-imperialismo no puede solucionar.
La primera separación entre el hombre y la mujer y su relación con la propiedad privada de los medios de producción y lo entrelazados que están y por qué no se puede eliminar la una sin eliminar la otra… sin la eliminación de la acumulación y el intercambio capitalistas… ¡VAYA! Tuvimos que parar la película muchas, muchas veces no solo por cuestiones de traducción, sino que fue monumental absorber una capa tras otra, y luego, ¡VAYA! otra vez al llegar a tener claridad sobre lo importante que es luchar contra el poder hoy, e incluso qué tanta más importancia lo tiene transformar al pueblo para la revolución, y sí por medio de lucha. Por ejemplo, esta reciente batalla para impedir que Kavanaugh fuera nombrado a la Corte Suprema demuestra lo indispensable que es luchar con las personas que de veras se preocupan de uno o más de los 5 Altos y por qué NO ES POSIBLE REFORMAR ESTE SISTEMA Y HAY QUE DERROCARLO.
Este mismo método se destacó respecto a los otros altos —los ataques a los inmigrantes, los ataques a los negros y otra gente de color, minorías, los ataques al medio ambiente, y las guerras de imperio— no solo cómo nos impacta a nosotros y las nuevas generaciones sino a las generaciones por venir SI AÚN EXISTIRÍA UNA OPORTUNIDAD PARA SEMEJANTE FUTURO… y todo eso no se debe a la avaricia capitalista o individual, sino más bien para que sobreviva el propio sistema del capitalismo-imperialismo.
Uno de los conceptos esenciales que más captó nuestra atención fue la explicación de ACELERAR MIENTRAS SE AGUARDA, un importante principio de la revolución y para la continuación de la revolución, y que es necesario acelerar los “Tres a preparar”1 —el terreno, el pueblo y la vanguardia— en todo lo que hagamos ahora desde la perspectiva de partir de la revolución hacia atrás….
Otra cosa que quedó bien clara, en vista de la experiencia de algunos de nosotros en nuestro país, fue el concepto de tener seriedad y CIENCIA con respecto a la revolución. Aunque todos nosotros teníamos seriedad —mucha seriedad— y estábamos preparados para arriesgarlo todo y lo habíamos hecho, algunos de nosotros, o quizás la mayoría, no lo abordábamos con la ciencia. Así será el caso en toda revolución y hay que verla como una contradicción que estará con nosotros, pero nuestra responsabilidad es convertir esa necesidad-contradicción, como lo dice el Camarada Avakian, en libertad. Y de nuevo lo que aprendimos sobre la centralización política e ideológica y la descentralización táctica y local y de que todos nosotros nos transformamos en la dirección de toda la gente, los oprimidos para los cuales la vida cotidiana bajo este sistema es un infierno y los otros que ya no podían tolerar estos horrores aunque no sufran ese infierno directamente….
Fue importantísimo que colectivamente viéramos la película y que interactuáramos con ella. Disfrutamos mucho el forcejeo colectivo con ella y queremos agradecer a los que ayudaron con la traducción y nos proporcionaron un marco para muchas de las preguntas y perspectivas insólitas que teníamos y las que no sabíamos que teníamos.
Y el punto final, o quizás el punto de partida, es el reto a nuestro modo de pensar que nos lanza el Camarada Avakian sobre una base científica de que el comunismo no es inevitable. Es una ciencia y la ciencia requiere científicos que no solo entiendan lo que existe, sino que transformen el mundo y emancipen a la humanidad, ese es el reto ante todos nosotros de ser emancipadores de la humanidad….
Seamos francos: Esto no fue fácil. Nos costó trabajo a nosotros y a los camaradas que ayudaron con la traducción y que pusieron un marco para la discusión. Algunos de nosotros no estábamos seguros de que íbamos a poder quedarnos para toda la reunión. Pero al hacerlo, nos dimos cuenta de que necesitamos más de esto y que por eso primero colectivamente vamos a estudiar EL NUEVO COMUNISMO y luego planeamos estudiar la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.
1. Los Tres a preparar: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. [regresa]
Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución
Un discurso de Bob Avakian
En dos partes en inglés:
Véalo, compártalo, junte fondos para él
Conozca más sobre el discurso y organícese para difundirlo.
Vea cortos y escuche audio de la película y las preguntas y respuestas (en inglés)
CONSTITUCIÓN Para La Nueva República Socialista En América Del Norte
(Proyecto De Texto)
De la autoría de Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del PCR
Revolución #570 21 de noviembre de 2018
13 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Las personas deben tomar en serio los compromisos que asumen —deben cumplir con tales compromisos—, y debemos establecer y luchar por que ésta sea la norma y lo que se hace en realidad. Pero llegar a participar en el movimiento para una revolución real tiene una dinámica específica que es distinta, por ejemplo, a la de unirse a un equipo deportivo o un grupo de música. No deberíamos exigir de inmediato una participación “de cero a cien” —o, en todo caso, tratar de imponer un salto, en lugar de ganar a que la gente lo haga como parte de un proceso revolucionario general. Lo que necesitamos construir es un movimiento de masas en constante desarrollo para la revolución —sí, una revolución real— con un vibrante “Ohio”*, por medio del cual un número exponencialmente creciente de personas pueden participar activamente y seguir avanzando (no todas, sino muchas de ellas) por medio de la interacción dialéctica de contribuir y aprender en dimensiones continuamente crecientes. Respecto a aquellos que sí lleguen al “lado avanzado” de este “Ohio” *, una vez más esto plantea la cuestión de que lleguen no solo a ser parte del Club Revolución sino de que también den un paso adicional para formar parte de la vanguardia comunista; pero también en este caso, es importante no tratar la cuestión de los compromisos (aunque sea de una manera algo “indirecta”) a partir de la posición negativa y defensiva que equivale a: “Hemos tenido a unas personas que hacen compromisos y luego no los cumplen, y luego nos desaparecen (se esfuman como fantasmas); así que vamos a asegurarnos de que usted no lo haga (¡no lo pueda hacer)!” Más bien, debemos partir del reconocimiento de que los compromisos, si bien encierran y requieren (repetidos) saltos sobre el camino, en esencia corresponden a cuáles aspiraciones han sido despertadas o han sido desarrolladas en las personas, y se basan en esas aspiraciones, y a lo que están llegando a comprender que se requiere en relación con eso. Por lo tanto, una vez más, si bien debemos tener una actitud seria con respecto a las personas que hacen y cumplen compromisos, esto debe estar a la altura de cómo son su comprensión y sus sentimientos en un momento determinado, y muy esencialmente debe darse en el contexto del movimiento revolucionario de masas más amplio del cual forman parte (o del que están llegando a formar parte) y de contribuir a ese movimiento, y, si bien no se debe practicar ningún seguidismo, este proceso debe partir de lo que se ha ganado a las personas mismas a reconocer (sí, las que se ha ganado por medio de lucha, incluso a veces lucha aguda) como una contribución necesaria y esencial a la revolución.
*El “Ohio” se refiere a la práctica de la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio de marchar de tal manera que deletrea la palabra “OHIO” cuando se ve desde arriba; en este proceso, los miembros de la banda que comienzan la primera O, luego se mueven a través de las otras letras de la palabra hasta que estén en la última “O”. Lo que se señala es un proceso análogo a la construcción de cualquier tipo de movimiento progresista o revolucionario, en el que las personas “atraviesan” varios niveles de comprensión y compromiso, aunque ¡esto no es (“en el mundo real”) tan lineal y al mismo ritmo que la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio!*
Permalink: https://revcom.us/a/570/bob-avakian-no-se-puede-cambiar-el-mundo-sin-lo-basico-5-es.html
Revolución #570 21 de noviembre de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Cada semana, Revolución presenta una cita de Lo BAsico, de Bob Avakian, el manual para la revolución. Alentamos a los Clubs Revolución y a otros lectores, en todas partes, a tomarse el tiempo para discutir la cita, toda la cita, y para escribirnos a revolution.reports@yahoo.com con informes de estas discusiones o reflexiones que se le ocurren al leer la cita.
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian
No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian es un libro de citas y ensayos cortos que trata poderosamente las cuestiones esenciales de la revolución y la emancipación humana.
Haga su pedido del libro AQUÍ.
Permalink: https://revcom.us/avakian/science/31ba-ciencia...internacionalismo-es.html
Revolución #570 21 de noviembre de 2018
Para descargar la obra completa en español, haga clic aquí.
Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje de la nueva obra de Bob Avakian, El Nuevo Comunismo. Aparte de los pasajes que ya se han posteado en revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en revcom.us y en el periódico Revolución. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que está disponible en su totalidad en español aquí, y está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press.
Estos pasajes son de la sección titulada “Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real”.
Además de lo que se ha dicho en el sentido de que, a la hora de la lucha por la toma del poder, habrá aspectos de una guerra civil entre dos sectores de la población —y aparte de lo que se ha recalcado sobre la necesidad de lidiar con el problema del cerco, la represión y pulverización—, otra dimensión relacionada que hay que tomar en consideración es que esta lucha no solo deberá tener una orientación básica internacionalista, sino que probablemente también tendrá un aspecto significativo de ser internacional. Se ha señalado que para nosotros las fronteras de Estados Unidos no tienen nada de sagrado. Si leen la Constitución para la Nueva República Socialista, específicamente en referencia a lo que hoy es el Sudoeste de Estados Unidos, podrán ver que toma en consideración la fuerte interconexión —en la historia, en la actualidad y con miras hacia el futuro— entre lo que sucede en (lo que es hoy) Estados Unidos, y lo que sucede al sur de la frontera. Además, dado que, a la hora de la verdad, en una medida importante, casi a ciencia cierta se interconectarían y compenetrarían la lucha revolucionaria en (lo que hoy es) Estados Unidos, y la lucha revolucionaria al sur de la frontera, es necesario realizar análisis y trabajo estratégico, acerca de la dimensión internacional.
¿Qué quiero decir por derrotismo revolucionario, y por qué es tan importante? Derrotismo revolucionario quiere decir oponerse a las acciones del propio gobierno y clase dominante cuando libran sus guerras, que son guerras por el imperio. Significa que aplaudimos cualquier revés que sufren en esas guerras, porque eso debilita su opresivo control sobre las masas, en Estados Unidos y en el mundo más en general. Ahora bien, sí tenemos que reconocer que tenemos una situación diferente a la que había durante la guerra de Vietnam. En esa época, el Frente de Liberación Nacional (FLN) de Vietnam era una organización revolucionaria del pueblo en Vietnam del Sur que combatía, junto con el gobierno y el pueblo de Vietnam del Norte, contra los imperialistas estadounidenses. Ho Chi Minh era el líder de esa lucha, hasta que murió a fines de los años 1960; se autodenominaba comunista pero en realidad era más bien un nacionalista revolucionario. Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, Ho Chi Minh dirigió la lucha armada del pueblo vietnamita para expulsar a los franceses, quienes habían colonizado a Vietnam, y luego para expulsar a los estadounidenses, quienes a principios de los años 1950, intentaban reemplazar a Francia como amo colonial de Vietnam. Bien, en aquella época solíamos ir a las manifestaciones y la gente marchaba por las calles coreando, “Ho, Ho, Ho Chi Minh, el FLN vencerá”. Se sentía muy bien, y era justo hacerlo. Era justo estar del lado del pueblo vietnamita y de Ho Chi Minh quien lo dirigía. No se trataba de que uno solamente quisiera que su propio gobierno perdiera la guerra injusta que libraba, sino de que de hecho, uno podría estar del lado de la gente que luchaba contra el gobierno de uno, porque esa gente representaba una causa justa, representaba una lucha real contra el imperialismo. No se dedicaban a atacar a los civiles. Combatían contra el ejército del imperialismo estadounidense que había invadido a su país y lo bombardeaba masivamente. Así que, en esos días se podía estar del lado de la gente que luchaba contra el gobierno estadounidense, los imperialistas de Estados Unidos.
Hoy, desafortunadamente, la situación es diferente y no es tan favorable a corto plazo. Nadie con una posición decente debe querer apoyar a estos yihadistas islámicos reaccionarios que de hecho también son los ejecutores de relaciones brutalmente opresivas —en particular, pero no exclusivamente las horrorosas relaciones patriarcales— y que, al servicio de eso, realizan todo tipo de depravadas masacres de civiles comunes. Así que uno no puede, si tiene una posición justa, identificarse de ninguna manera con esas fuerzas y respaldarlas. No obstante, hay algunas personas en el mundo que se autodenominan de izquierda o hasta comunistas o maoístas, gente como este tipo Ajith, que tratan de darles un rostro bonito a estos yihadistas fundamentalistas islámicos e insisten que son antiimperialistas, que libran una lucha antiimperialista. Pero la realidad es que, aunque combatan contra Estados Unidos, no representan una fuerza positiva, progresista, ni mucho menos una fuerza revolucionaria; y allí donde han logrado ejercer el poder, su dominio es brutalmente opresor. Eso se ha demostrado repetidas veces en el mundo real. En la mente, uno puede imaginar que esta gente es distinta a cómo realmente es, pero eso solo puede causar mucho daño, porque en el mundo real no son una fuerza positiva, si bien por sus propias razones, se oponen al imperialismo estadounidense, en cierta medida, pero no de ninguna manera fundamental ni con ningún fin positivo.
Esto genera una situación difícil porque, especialmente por el gran parasitismo de la sociedad estadounidense —en la que importantes sectores de la población, en particular de las capas medias, reciben una tajada del botín de la dominación y saqueo imperialista en el mundo— cuando el gobierno de Estados Unidos puede señalar las continuas atrocidades que realizan esos fundamentalistas islámicos, esto refuerza la tendencia de la gente a apoyar, o al menos no oponerse seriamente, a su propio país y gobierno y las guerras que emprenden contra estos fundamentalistas islámicos. Lo hace más fácil que las personas acepten lo que hay y tomen la posición: “No me gustan mucho estas guerras, pero miren a esa otra gente; tenemos que hacer algo acerca de los grupos como el Estado Islámico (EI)”. No importa el hecho de que Arabia Saudita, un gran aliado de Estados Unidos, corta más cabezas que el EI, y encarna e impone todo tipo de horrorosa opresión, contra las mujeres y otros. Pero no obstante, la gente puede decir: “Miren a esa gente, como el EI”. Por lo tanto, esto lo hace más fácil que las personas no tomen el camino más difícil de ir en contra de su propio gobierno y las guerras que libra.
Sí, es verdad: los fundamentalistas islámicos que se oponen a estos imperialistas no son buenos, no proponen una alternativa positiva. Pero eso no hace que las guerras por el imperio que libra el gobierno estadounidense sean justas. Esta situación ha continuado demasiado tiempo y hay que desafiarla de frente y a profundidad. Son guerras por el imperio. Son guerras injustas. Se llevan a cabo con medios de destrucción masiva, matan a cientos de miles de civiles, torturan gente al servicio de estas guerras. Hay que oponérseles y oponérseles enérgicamente. No es aceptable que la gente nada más tome la posición: “Sí, quisiera que acabaran esas guerras, pero tenemos que hacer algo acerca de estos fundamentalistas islámicos”. Es crucial que la gente llegue a ver la verdadera naturaleza de las guerras que libra su gobierno y por qué hay que oponerse activamente a estas guerras; y aunque no se puede, y no se debe, apoyar al otro bando, de todas formas uno todavía tiene que tener el enfoque básico de aplaudir la derrota de su propio gobierno en las guerras que libra. Hay que aplaudir la derrota de estos imperialistas porque, en primer lugar, sus guerras son injustas, aun cuando la gente del bando contrario también sea injusta. Y en segundo lugar, cada derrota así debilita a este sistema y su clase dominante y nos acerca más al momento en que la gente de hecho podrá hacerlo caer y crear algo liberador en su lugar.
Introducción y orientación
Víctimas necias del engaño ajeno y propio
Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia
El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Con cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
La epistemología y la moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque "consumista" de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente
Segunda parte. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación
Las "4 Todas"
Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del "concepto del paracaídas" — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución real
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte —
Núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad
Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real
Un solo enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de las mujeres
El Frente Unido bajo la Dirección del Proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental
Cuarta parte. La dirección que necesitamos
El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones que esto supone
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las implicaciones cruciales de eso
El fortalecimiento del Partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar desde "Sobre la posibilidad" hacia atrás —
Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"
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Revolución #570 21 de noviembre de 2018
De Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org):
| Periódico Revolución | revcom.us
En contra de cada maniobra fascista del régimen de Trump y Pence, hay que responder con más lucha y contar con la participación de cada vez más gente y diversas fuerzas políticas que se oponen a las maniobras de este régimen. Y esta lucha tiene que tener por objetivo y prepararse para nada menos que sacar al régimen en su conjunto por medio de una lucha masiva no violenta de la gente que permanezca en las calles día tras día, creando el calibre de crisis política que podría expulsar al régimen fascistas en su conjunto.
[1] Lo más determinante de estas elecciones recientes es que se consolidó más el programa fascista del régimen de Trump y Pence y se movilizó más completamente su base social fascista. Bombas de pipa enviadas a dirigentes demócratas y la CNN. Una nefanda masacre antisemita. Asesinatos racistas de afroamericanos. Despiadadas mentiras antiinmigrante acerca de una “caravana invasora” a la que los soldados de Estados Unidos se enfrentarán, caravana a la que Trump dijo que deberían disparar si los refugiados arrojan piedras. Trump azuza a sus mítines al estilo de Nuremberg. Además de los dos años que lleva el régimen eviscerando lo que se supone son derechos civiles y legales, prohibiendo a los musulmanes, amarrando a una mayoría en la Corte Suprema fascista, azuzando la violenta supremacía blanca y xenofobia, la odiosa misoginia y rompiendo con alianzas internacionales y aumentando amenazas de guerra. El régimen de Trump y Pence y las fuerzas en él han dicho que consideran esta presidencia como la “última oportunidad” para amarrar su visión para Estados Unidos. Esto continuará y empeorará: ahora Trump despidió a Sessions, ataca a los periodistas, redobla su nacionalismo racista, a menos que sea detenido por las masas de personas que actúan en una oposición feroz y sostenida fuera de los límites de la política como de costumbre.
[2] No cambió esto la mayoría que ganaron los demócratas en la Cámara de Representantes. La oposición demócrata a lo largo de las elecciones y el discurso posterior de Nancy Pelosi rechazaron hacerle frente al fascismo de Trump, pero en cambio normalizaron, acomodaron y luego prometieron colaborar con el régimen el que está trayendo un fascismo estadounidense. Sobre los demócratas, se podría decir: “Primero vinieron por los musulmanes, y yo protesté una vez y luego dejé que se diera... Luego vinieron por los inmigrantes, y voté por la atención médica y no dije nada”. Están decididos a mantener el orden, aunque sea el orden del fascismo, en lugar de correr el riesgo de la inestabilidad que se necesitaría para enfrentar y expulsar al régimen fascista y la pesadilla que están imponiendo.
[3] Las personas que odian y temen toda esta pesadilla y rumbo fascista ahora deben ACTUAR con gran determinación en las calles, a la vez que se organizan para activar a decenas de miles y pronto millones a sumarse a ellos en las calles, con una sostenida determinación hasta que saquemos del poder a este régimen fascista en nombre de la humanidad. Por esto estamos organizando un movimiento, con el objetivo de llevar a cientos de miles y luego millones de personas a las calles, para decir: ¡En nombre de la humanidad: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) hizo un llamamiento a celebrar protestas el 7 y 10 de noviembre a nivel nacional tras las elecciones a mitad de mandato. Se celebraron en la Ciudad de Nueva York, Atlanta, Boston, Chicago, Cleveland, Detroit, Honolulu, Houston, Los Ángeles, el condado de Orange (California), Filadelfia, San Bernardino (California), San Francisco y Seattle. Aquí presentamos algunas imágenes iniciales que hemos recibido y juntado de varias ciudades. Revcom.us posteará más cobertura en los días por venir.
Revolución #570 21 de noviembre de 2018
De RefuseFascism.org:
| Periódico Revolución | revcom.us
“@realdonaldtrump está en el camino de convertirse en el unidor-en-jefe respecto a un tema que ha dividido a Estados Unidos durante generaciones”. -comentarista de CNN Van Jones
“En muchos sentidos, nos estamos volviendo más duros contra los delincuentes verdaderamente malos — los que son, desafortunadamente, muchos”. -Donald Trump
Cuando supe la noticia hace unos días de que Trump respaldó la Ley Primer Paso, una propuesta de ley bipartidista de reforma a la justicia criminal, me recordé de la cita famosa de Malcolm X de que, si uno clava un cuchillo hasta las nueve pulgadas y lo saca seis pulgadas, uno no puede llamarlo progreso.
Al leer y ver las noticias, por ejemplo, este artículo del New York Times, “Trump acoge un camino hacia la revisación de leyes sobre sentencias y prisiones” (enlace en inglés), uno se imaginaría que Trump nunca había dicho ni hecho nada racista en su vida. Al parecer, no creían que valiera la pena recordar a los lectores que este mismo Trump abusó verbalmente a dos periodistas negras la semana pasada, e hizo un anuncio de campaña tan racista que ni siquiera el “Noticiero” Fox quiso transmitirla. Que no valiera la pena recordar que este mismo Trump instó a policías que “no sean demasiado gentiles” cuando hacen arrestos, el mismo que calificó de “buena gente” a supremacistas blancos con antorchas, que se autocalificó de nacionalista, que empleó palabras como “racistas”, “animales”, “pozos de mierda”, e “invasión”, para azuzar una mentalidad linchadora contra inmigrantes, el mismo que lidera un régimen repleto de fascistas cristianos supremacistas blancos.
Hay tantos ejemplos más de lo que Trump hace y dice para satanizar y criminalizar a negros, morenos y otra gente de color. Sin embargo, el New York Times le parece bien que lo olvidemos, y cuando se le preguntó a Van Jones si realmente debe confiar en una persona tan racista, dijo que la confianza es algo que se regula con un atenuador de luz, no es algo que se prende y se apaga.
No conozco todo lo que esta propuesta de ley abarca. Sí incluye algo de reducción de penas mínimas obligatorias, algo de flexibilidad para que los jueces ignoren las mínimas obligatorias, una prohibición de engrilletar atrozmente a las mujeres embarazadas, una oportunidad para que los presos ganen “créditos por el buen comportamiento” y participen en entrenamiento laboral. Quizás se podría beneficiar unos pocos miles de personas, pero eso sólo se aplica al sistema penitenciario federal, que se encarga de unos 200.000 presos, mientras al 87 por ciento de la población penitenciara de 2.2 millones los tienen los sistemas penitenciarios estatales. Tampoco se aplica a los indocumentados ni a los inmigrantes detenidos por violar leyes migratorias sin violencia. Dice el dicho que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. El camino al fascismo, igualmente.
De hecho, esta propuesta de ley tiene apenas suficiente sentido, y le falta sentido a un grado suficiente, para que Trump lo apoyara. Pone como condición que los “delincuentes verdaderamente malos” serán castigados aún más severamente. A Trump le encanta hablar de delincuentes verdaderamente malos”. Así como los 5 del Parque Central (jóvenes negros y latinos condenados injustamente por supuestamente violar a una blanca en la Ciudad de Nueva York en 1989 — Trump publicó un anuncio a toda página que exigía aplicarles la pena de muerte). Como mujeres que se hagan el aborto después de que se revoque Roe v Wade. Como los musulmanes a los que él los ha prohibido la entrada al país.
Recientemente, miré un video de un perro que trataba de sacar un hueso de su tazón de agua. Pero no era un hueso de verdad, sólo el dibujo de un hueso que colocaron cruelmente en el fondo del tazón. Pobrecito perro batallaba y batallaba para sacar el hueso, por lo que su dueño publicó un video en Twitter con la leyenda, “qué Gary más idiota”.
Bueno, pues, ¿qué culpa tiene Gary? Es un perro.
Pero nosotros debemos saber mejor que dejarnos engañar con ese hueso idiota.
Me imagino a todos los trumpistas que se pondrán a gritan, “Ya vean, ¡no es racista!”. En ocasiones, Hitler parecía moderado al lado de los elementos más violentos e indisciplinados del Partido Nazi y su base, cuando él tuviera que actuar en contra de esas fuerzas con tal de avanzar el programa general. Esto fue parte del proceso de normalización y consolidación, de comprar la confianza y la complicidad de los alemanes en el camino hacia el genocidio.
Hace décadas, los sicólogos encontraron que animales de laboratorio demostraban un comportamiento deseado más frecuente y persistentemente si recibían un refuerzo variable e impredecible. Si el animal no podía esperar un premio cada vez que cumpliera con el comportamiento deseado, pero lo recibía con suficiente frecuencia como para continuar intentando, era más probable que se le pegara ese comportamiento. De manera semejante, estamos en un bucle de retroalimentación variable de choque y normalización. Choque choque normal. Choque choque choque choque normal. Choque normal. En cada repetición, el choque no es lo mismo. Tampoco es lo mismo lo normal. Es el nuevo normal, algo que aprendimos a aceptar que no queríamos aceptar. La Prohibición a musulmanes. Una Suprema Corte pro-fascista. Niños en campos de concentración.
El respaldo de Trump de la Ley Primer Paso es de una clase magistral en la normalización. Nos dicen que celebremos esta maniobra “presidencial”, esta mentira de que unas pocas migajas para unos pocos miles de presos son equivalentes a todo con el cual uno tendría que ser cómplice en cambio. Nadie debe dejarse embaucar por la lógica de que este “primer paso” llevará un a próximo paso mejor. No lo hará. No pasará bajo un estado plenamente fascista que está apoderándose de toda institución, llenando los tribunales de jueces fascistas, hasta la corte superior del país, y envalentonando una cultura de terror supremacista blanco abierto, que está matando a gente ahorita mismo. Si usted quiere creer en esa ilusión, pues ya está en el camino de convertirse en un buen alemán.
Toda otra persona que no quiere conciliar con el fascismo y que se inquieta por el futuro de toda la humanidad, incluidas las víctimas de la encarcelación en masa, conéctese con un movimiento que realmente puede poner alto a una pesadilla para la humanidad. Abandone sus ajustes con este régimen. Plantee la demanda de que Trump y Pence deben marcharse, y actúe ahora con toda su determinación, para construir un movimiento para expulsar este régimen antes de que consolide el poder. Nuestras acciones reflejarán los valores de respeto por toda la humanidad y del mundo que queremos — en marcado contraste con el odio y la intolerancia del régimen fascista de Trump y Pence. La lucha determinada la que Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) está organizando, que no se rinde ni se deja provocar, es capaz de crear una crisis política seria. Los de arriba que ahora son bajo ataque ellos mismos a manos del régimen, pero que concilian con él, serán obligados a responder a nuestra lucha desde abajo, que abocaría a una situación en que se saque del poder a este régimen ilegítimo. Esto es posible, y es necesario, no sólo para nosotros, sino para toda la humanidad.
Publicado en inglés en RefuseFascism.org.
Revolución #570 21 de noviembre de 2018
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El 11 de noviembre de 2018, un equipo de agentes israelíes se infiltró en el encerrado sector palestino de Gaza para llevar a cabo una operación secreta. Pero antes de que pudieran ser extraídos por helicóptero, fueron descubiertos y enfrentados por las fuerzas de seguridad de Hamás, el movimiento fundamentalista islámico que es la fuerza política dominante en Gaza. En respuesta, los israelís abrieron fuego y mataron a por lo menos seis personas, y en el tiroteo también murió uno de los agentes israelíes. En los días que siguieron, Hamás y otros grupos armados de Gaza lanzaron misiles y proyectiles de morteros contra Israel, y por su parte Israel bombardeó Gaza con aviones y fuego de tanques, destruyendo una emisora de radio y TV, oficinas de Hamás y torres de apartamentos.
La situación llegó a un pelo de desatar una enorme matanza por Israel contra los dos millones de palestinos que viven en Gaza. En los últimos 10 años (en 2008 y 2014) dos guerras de esa clase dejaron a miles de civiles muertos en Gaza. Sin embargo, a mediados de la semana, Israel y Hamás llegaron a un acuerdo de un cese del fuego que, en el momento de escribir esto, sigue en tenue vigor.
El hecho de que Israel no ha lanzado (por lo menos por ahora) una guerra total contra Gaza a partir de estos incidentes recientes desató una gran crisis en la coalición gobernante de Israel, encabezada por el sionista derechista de mano dura Benjamín Netanyahu. Su ministro de “defensa”, un sionista aún más extremista, renunció en protesta, despotricando contra el cese el fuego con Hamás, diciendo que “Israel perdió su efecto disuasorio contra todos sus enemigos”. El partido del ministro se retiró de la coalición gobernante dominante y muchos creen que habrá nuevas elecciones. No está del todo claro cómo se resolverá todo esto, y podría abrir la puerta para un papel mayor para las fuerzas aún más a la derecha que Netanyahu, y/u otra masacre israelí de la gente de Gaza.
Para entender cómo es que casi hubo otra matanza en Gaza, y lo que hay que hacer por el bien de la humanidad, tenemos que arrojar luz sobre tres realidades básicas.
Gaza es una pequeña franja de 9.6 kilómetros de ancho por 40 kilómetros de largo, habitada por los palestinos que perdieron sus tierras durante la limpieza étnica, la Nakba (“catástrofe” en árabe) de 1948 que resultó en la fundación del estado de Israel.
Decir que Gaza es la mayor prisión al aire libre del mundo no es ni metáfora ni hipérbola. Tanto Israel (que en gran parte rodea a Gaza por tierra y mar) como Egipto (con quien Gaza comparte una pequeña frontera) en efecto han encerrado a la gente. El bloqueo israelí impide que la gente reciba medicina, máquinas de diálisis y monitores de corazón. Gaza tiene tierras fértiles y acceso al mar Mediterráneo para pescar, pero Israel no lo permite, disparando periódicamente a los granjeros cerca de la frontera con Israel y atacando a pescadores palestinos. Un informe de las Naciones Unidas señala que más de la mitad de los residentes de Gaza padecen “una inseguridad alimentaria moderada o grave”. Solo hay electricidad unas pocas horas al día, y las plantas de agua potable y de aguas negras están abrumadas porque Israel no permite entrar suficiente combustible para operar la maquinaria. La “guerra” de 2014 entre Hamás e Israel (en realidad una masacre unilateral por parte de Israel) dañó 547 escuelas, jardines de infantes y universidades, muchos de los cuales aún no han sido reparados porque Israel no permite entrar suficiente material de construcción.
Gaza tiene el promedio de desempleo más alto que casi cualquier país del mundo, de 44%, y la gran mayoría de la gente sobrevive por medio de ayuda pública. A los encerrados en Gaza les privan de la asistencia médica esencial y el accesso a la educación, y los separan de sus seres queridos en Cisjordania (una parte más grande de Palestina, físicamente separada de Gaza). Tan recientemente como hace cuatro años, miles de palestinos cruzaban de Gaza a Egipto para atención médica, pero desde la masacre de 2014, la única entrada a Egipto está casi completamente cerrada. (Para la documentación de esto, y más sobre las horripilantes condiciones en Gaza, vea el documental de la BBC “Israel-Palestinian conflict: Life in the Gaza Strip” [El conflicto israéli-palestino: La vida en la Franja de Gaza], 15 de mayo de 2018.)
Junto con la frenética y persistente deshumanización y satanización del pueblo palestino por parte de Israel y los gobernantes de Estados Unidos, así como las maniobras estadounidenses en varios escenarios judiciales internacionales para deslegitimar la existencia del pueblo palestino, todo eso quiere decir que un verdadero genocidio se está intensificando.
El pueblo palestino en Cisjordania, en Gaza, dentro de las fronteras de Israel, y en la diáspora alrededor del mundo jamás ha dejado de luchar contra el desalojo de sus tierras ancestrales, la deshumanización y el genocidio. Y desde su fundación, Israel ha respondido a esa resistencia con la muerte, la tortura y el terror. Esa violencia genocida continua es el marco de la situación específica actual en Gaza.
En 2007 Hamás, la organización fundamentalista islámica, ganó el control político de Gaza. Hamás y la corriente a la que pertenece son reaccionarios que se basan en una interpretación draconiana del islam. Sin embargo, el ascenso de Hamás representó una amenaza grave para Israel, y abrió puertas para que la República Islámica de Irán, el país que Estados Unidos e Israel consideran la máxima amenaza a sus intereses en el Medio Oriente, extendiera su influencia en la región.
A fines de 2008 y principios de 2009, esencialmente como respuesta al ascenso de Hamás, Israel lanzó una “guerra” unilateral que impuso sobre los dos millones de palestinos en Gaza un castigo colectivo, destruyendo escuelas, bombardeando hospitales con artillería, y matando a 1400 personas.
Seis años después, en 2014, Israel lanzó una segunda matanza que fue aún peor. Respecto a esa matanza, un informe de la ONU señaló: “[L]a magnitud de la devastación no tiene precedentes. El saldo de muertos por sí solo lo dice todo: 2.251 palestinos muertos, entre ellos 1.462 civiles palestinos, de los cuales 299 eran mujeres y 551 eran niños; y 11.231 palestinos heridos, incluidos 3.540 mujeres y 3.436 niños... de los cuales el 10 por ciento quedó discapacitado de manera permanente como resultado”. Las bombas, misiles y buldóceres de Israel destruyeron apartamentos, escuelas, hospitales, y vecindarios enteros. Atacaron por lo menos siete veces las escuelas de las Naciones Unidas que habían sido designadas refugios seguros, dejando muertas a decenas de personas que se habían refugiado en ellas. (Vea: “Informe de la ONU pone al descubierto los crímenes de guerra de Israel en su asalto a Gaza en 2014: ‘En tiempos de guerra, no existe una población civil, solo un enemigo’, en revcom.us).
Los apologistas de los crímenes de Israel defienden estas matanzas refiriéndose a los cohetes lanzados desde Gaza a Israel. Durante la “guerra” de 2014, esos ataques de cohetes mataron a seis personas en Israel. Es un pretexto obsceno que niega la naturaleza sumamente unilateral de la muerte y devastación, y oculta los verdaderos y fundamentales factores implicados, empezando por el violento desalojo del pueblo palestino.
Esas dos guerras sí destacan el sanguinario terror que Israel ha desatado contra Gaza, pero hay mucho más. La fallida incursión de la semana pasada, cualquiera que fuera su objetivo específico, fue parte de un patrón a diario de interminables secuestros, asesinatos de manifestantes, tortura de niños, ataques con aviones no tripulados, asesinatos de funcionarios y otros actos de terror para mantener al pueblo palestino, y a la población de Gaza en particular, en un perpetuo estado de shock, y para aporrear a Hamas con el fin de someterlo y obligarlo a colaborar con Israel.
¿Por qué, a raíz de la fallida incursión, Israel estaba a punto de lanzar otra de esas matanzas? Porque, a los ojos de poderosos sectores de la clase dominante de Israel, sin esa clase de matanza, la muerte de un solo agente israelí en Gaza podría minar el estado de terror que Israel impone sobre Gaza.
Desde mediados de la década de los años 1960, Israel ha sido una base, y defensor, del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente y más allá. Ahora, en un momento cuando la posición de Estados Unidos en la cima de un mundo de explotación y opresión enfrenta desafíos y está bajo estrés desde muchas direcciones, los gobernantes estadounidenses consideran la “relación especial” entre Estados Unidos e Israel más indispensable que nunca. Y, a medida que el régimen de Trump y Pence hace añicos toda clase de acuerdos, alianzas y normas internacionales, se ha esforzado para reforzar la alianza con Israel. Desde el primer día que de su mandato, Trump y Pence descartaron por la borda toda apariencia de ser “neutral” en algún “proceso de paz” con los palestinos, y emprendió medidas para deslegitimar oficialmente cualquier reconocimiento del pueblo palestino, lo que incluyó recortar la ayuda económica a agencias de socorro que reconocen el estatus de refugiados de los palestinos expulsados de sus tierras.
En mayo de este año, el régimen de Trump y Pence trasladó la embajada estadounidense en Israel de la ciudad de Tel Aviv (la mayor ciudad de Israel donde casi todos los países tienen sus embajadas) a Jerusalén, cual acción pisoteó los acuerdos que se remontan a la fundación de Israel que prometieron que Jerusalén sería la capital de un futuro estado palestino. Esa medida prendió indignación a nivel mundial, incluidas protestas en Gaza que dejaron muertos a docenas y heridos a miles de palestinos (Vea “Gaza Semana 5: Palestinos embisten contra los muros del campo de concentración”). El traslado de la embajada a Jerusalén también cumplió con la exigencia que ha sido uno de los principales temas en la agenda de los lunáticos fundamentalistas cristianos apocalípticos, como el vicepresidente Mike Pence, para quienes un choque apocalíptico en Israel sería un paso hacia la segunda llegada de Jesucristo.
Hablando del traslado de la embajada, y después de que Israel había baleado a miles de manifestantes palestinos, el líder demócrata, el senador Chuck Schumer, dijo lo siguiente con respecto al traslado de la embajada: “Yo auspicié legislación para hacer esto hace dos décadas, y le aplaudo al presidente Trump por haberlo hecho”. Y en marzo, ante una conferencia de AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Estadounidenses-Israelíes), Schumer invocó la mitología fundamentalista judía y los intereses de Estados Unidos para declarar: “[N]osotros, aquí en Estados Unidos, tenemos que defender firmemente a Israel en las buenas y en las malas”. La demócrata Nancy Pelosi (probablemente la próxima presidenta de la Cámara de Representantes), los senadores demócratas Ben Cardin y Amy Klobuchar, y el representante Adam Schiff también pronunciaron ante la conferencia de AIPAC. Ninguno de ellos criticó la continua opresión y terror de Israel contra los palestinos. Y en 2017, 14 senadores demócratas se unieron a 29 republicanos para auspiciar legislación para ilegalizar el boicot de instituciones y compañías israelíes.
¿Por qué existe esta vergonzosa y beligerante complicidad de parte de los demócratas con estos crímenes que Israel comete contra los palestinos?
Unos opinan que la razón que el Partido Demócrata apoya sin reservas a Israel se debe a votantes y contribuyentes judíos. Pero eso encubre el verdadero papel de los demócratas como partido de la clase dominante, y de hecho converge con las teorías de conspiración antisemíticas muy dañinas. La verdadera razón por la que los líderes del Partido Demócrata dicen el tipo de cosas que dijo Schumer es que, aunque tienen agudas diferencias con Trump sobre su repudio de otras alianzas y relaciones, son diferencias sobre cómo mantener a Estados Unidos en la cumbre de un mundo de explotación y opresión. Y desde esa perspectiva, no hay otro aliado como Israel. Si bien Estados Unidos procura tener alianzas con países como por ejemplo Arabia Saudita y Egipto, las condiciones en esos países son mucho más inestables, y la opinión pública está más dispuesta a identificarse con el pueblo palestino. En contraste, esa no es la situación en Israel (por lo menos ahora). Israel juega un papel para los intereses del imperio estadounidense que ningún otro aliado en la región puede jugar.
Sí, urge expulsar al régimen fascista de Trump y Pence. Pero los demócratas y lo que representan no son, y no pueden ser, una alternativa positiva desde el punto de vista de lo que necesita la humanidad.
El hecho de que una fallida redada israelí en Gaza casi causó una matanza colosal, y que todavía podría darse, y que ha provocado una grave crisis en la alianza gobernante en Israel indica lo extremadamente tensa que es la situación en el Medio Oriente, y si vamos al caso, en el planeta; e indica los enormes peligros que esta situación plantea.
El mundo pende de un hilo. Un bravucón demente está en la Casa Blanca con el dedo en el gatillo nuclear, y el segundo en mando es un lunático que espera el Apocalipsis, y el Partido Demócrata que —aunque no está de acuerdo, se opone y se preocupa seriamente por mucho de lo que Trump hace a nivel internacional— está comprometido a mantener el mismo orden mundial infernal y está de acuerdo con Trump y Pence sobre Israel. El punto de vista de los demócratas es, para volver a citar a Schumer, que Estados Unidos tiene que “defender a Israel en las buenas y en las malas”.
La opresión del pueblo palestino por Israel es un foco de un mundo que clama por la revolución real. Y desenmascarar y oponerse a la opresión de los palestinos por Israel es una parte importante de preparar el terreno, preparar al pueblo y preparar a la vanguardia para la revolución, y un reto crucial para todos a quienes les importan la humanidad y la justicia.
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Aprendan más de estos recursos en revcom.us y difúndanlos:
¿Bastión de ilustración O matón para el imperialismo? El caso de ISRAEL
Israel bombardeó Gaza con aviones y fuego de tanques, destruyendo una emisora de radio y TV, oficinas de Hamás y torres de apartamentos (Foto: AP)
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Revolución #570 21 de noviembre de 2018
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El domingo 11 de noviembre a las 4 a.m., unos alguaciles respondieron a una llamada de que se habían hecho disparos en un bar en Robbins, Illinois, un poco al sur de Chicago. Cuando llegaron los policías, Jemel Roberson, de 26 años, el guardia de seguridad armado del bar, intentaba someter a alguien. Un testigo describió lo que sucedió cuando llegó la policía: “Todos gritaban: ‘¡Seguridad!’ Él era un guardia de seguridad… y todavía hicieron su trabajo, y vieron a un hombre negro con un arma, y básicamente lo mataron”.
Roberson les había pedido a algunos hombres borrachos que abandonaran el bar. Pero luego uno de ellos regresó con un arma y comenzó a disparar, dando a varias personas. Roberson forcejeó con él, tirándolo al suelo y tratando de evitar que más personas fueran lastimadas.
Pero lo único que vieron los policías fue a un hombre negro con un arma, y dispararon y asesinaron a sangre fría.
Roberson era un músico que tocaba el teclado y la batería en varias iglesias del área de Chicago. Él y su compañera tenían a un hijo de 9 meses y esperaba a otro hijo. Irónicamente, Roberson quería ser un policía.
Roberson es ahora una de las al menos 840 personas en Estados Unidos que la policía ha baleado y asesinado en 2018 y una de las al menos 19 de estas en Illinois. La Policía Estatal de Illinois está “investigando” el tiroteo, pero ya ha emitido una declaración que intenta justificar la acción del policía que mató a Roberson.
El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura. (Bob Avakian, Lo BAsico 1:24)
“¿Por cuánto tiempo? ¿Cuántas veces más tendrán que correr las lágrimas?”
Un corto en inglés de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! una película de un discurso de Bob Avakian pronunciado en 2012. Vea la película completa en inglés en revolutiontalk.net
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Revolución #570 21 de noviembre de 2018
Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar
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9 de octubre de 2018. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. El fin de semana pasado se vieron muchas manifestaciones por toda Francia y en otros países europeos que exigían que se le diera un pabellón a la embarcación humanitaria Aquarius. En respuesta al llamado de una “ola naranja” que se propague rápidamente por la Europa mediterránea, vistieron camisetas y otras prendas del vivo color de los chalecos salvavidas y el casco del barco de rescate que ha salvado a 29.523 personas de morir ahogadas mientras cruzaban el mar desde África.
El Aquarius (como un cuarto de las embarcaciones del mundo) estuvo zarpando con un pabellón panameño, hasta que el nuevo gobierno fascista de Italia presionó a Panamá para cancelar la matrícula del barco. Desde finales de septiembre no ha podido dejar el puerto de Marsella por miedo a que Italia o cualquier otro gobierno pudiera abordar y apoderarse del barco, ahora técnicamente ilegal, y encarcelar a su tripulación. Pese a las críticas del presidente Emmanuel Macron a Italia por cerrar sus puertos a los inmigrantes rescatados, Francia se ha sumado a todos los otros países de la Unión Europea contra el Aquarius y sus embarcaciones hermanas. Todo esto es más notorio y vergonzoso ya que los operadores del barco, Médicos sin Fronteras, y SOS Mediterranee, tienen sede en Francia, y un amplio sector de la sociedad francesa ha pedido que Macron permitiera que Aquarius se registrara en Francia.
El 6 de octubre, miles de personas entusiastas se concentraron frente al viejo puerto de Marsella, donde la noche anterior golpeadores fascistas se habían tomado la sede del Aquarius. El grupo fascista “Generación Identitaria” ha actuado agresiva, y algunas veces violentamente, para trastornar las operaciones de rescate en el mar y en las montañas y bosques a lo largo de la frontera entre Francia e Italia. Es financiado por el partido Agrupación Nacional (antes Frente Nacional) que ha estado aumentando sus vínculos con la derecha tradicional del país. No fueron pocos los manifestantes que comentaron el contraste, entre la tolerancia de las autoridades con el grupo sediento de peleas, y el trato más brutal con el que amenazan a los activistas de las oenegés.
Es triste el hecho de que en Francia, como en Italia y otras partes, la derecha fascista haga de su oposición a los inmigrantes (“ilegales” y legales, entre estos personas nacidas en Europa, hijos de padres inmigrantes) su ariete, mientras que fuerzas centristas (como Macron) hacen que ese discurso racista sea respetable, al adoptar medidas legales antes consideradas inconcebibles en la política dominante, y los partidos parlamentarios de “izquierda” hacen su mejor esfuerzo por centrar la atención en otros lugares, especialmente en asuntos económicos. Estas fuerzas consideran que asuntos como los recortes de las pensiones tienen más posibilidades de unificar a amplios sectores de la población, mientras que no tocan el nacionalismo y el racismo que están causando una profunda y desastrosa desunión en la población. Este enfoque reaccionario a veces está en conflicto con los sentimientos en las filas de base más jóvenes de estos grupos, lo que lleva a una deliberada ambigüedad y maniobreo político en la cúpula.
Por lo menos 1.000 personas participaron en una concentración en París. Lo más significativo de la campaña del 6 de octubre en Francia es que hubo manifestaciones en las calles de unas 15 ciudades, algunas relativamente grandes, especialmente en zonas universitarias como Montpellier, y actos en otras tres docenas de ciudades y pueblos. Al parecer, participaban tanto estudiantes y otros jóvenes como personas mayores que se consideran “apolíticas”, pero que se encuentran organizando acciones que van contra la posición antiinmigrante abierta o tácita de gran parte de la supuesta “clase política” del país. Cerca de mil personas protestaron en Calais, donde el gobierno francés ha enviado, de manera infame, a sus fuerzas de seguridad para arrasar el campamento de los inmigrantes (que con desprecio llama “la jungla”) y dispersar forzosamente a sus 10.000 habitantes, una vez más sin mucha oposición aparte de las personas que se consideran humanitarias.
Algunas de las acciones del 6 de octubre en Italia al parecer tuvieron un carácter similar. La manifestación más grande fue en Palermo, Sicilia, cuyo alcalde ofreció acoger a los pasajeros del Aquarius en junio, cuando el gobierno italiano se negó a dejarlos desembarcar. Varios cientos de miles de personas se concentraron “contra todas las formas de racismo, fascismo y discriminación” en Riace, un pequeño poblado de montaña en Calabria, en el sur de Italia, cuyo alcalde había sido arrestado hace poco por su campaña pública para traer inmigrantes de África y otras partes para repoblar y revitalizar esta despoblada región.
En este momento, aunque Italia y la Unión Europea (UE) han logrado quitar los barcos de las oenegés en el Mediterráneo e incluso han obligado a las embarcaciones comerciales a evitar zonas donde anteriormente recogían a gente en peligro, dos embarcaciones más se están preparando para zarpar. Una fue financiada y tripulada por italianos asociados con personas de mentalidad anarquista, que salió de las protestas anti-G8 en Italia, junto con grupos religiosos determinados a desafiar al nuevo régimen italiano.
En Suiza, muchas personalidades reconocidas y algunos legisladores han firmado una carta abierta para exigir que su gobierno ejerza su derecho a permitirle al Aquarius usar un pabellón suizo. Una vez más, esto es algo llamativo porque pese a que los firmantes son casi todos principalmente de la corriente dominante de la sociedad, este acto está en oposición al partido político dirigente del país y a gran parte de la opinión pública.
Otras manifestaciones en apoyo al Aquarius se programaron para Madrid, Valencia y Bruselas.
Una semana antes, al menos 20.000 personas marcharon en Hamburgo, pasaron por los muelles de la ciudad y exigieron que los puertos alemanes se abrieran a los pasajeros del Aquarius y otras embarcaciones de rescate. Otras 4.000 personas se manifestaron en Berlín. La repugnancia contra los disturbios antiinmigrantes en Chemnitz y la afinidad que se expresa, para con las fuerzas fascistas, en los más altos cargos del gobierno de Merkel, impulsaron estas protestas (véase próximamente “Las turbas fascistas en Chemnitz y la necesidad de un camino radical hacia adelante”).
En medio de estos acontecimientos, un funcionario del gobierno alemán amenazó con organizar vuelos fletados para enviar de regreso a Italia a los solicitantes de asilo que pasaran por ese país con rumbo al norte (es decir la mayoría). El nuevo hombre fuerte de Italia, Matteo Salvini anunció que iba a cerrar los aeropuertos del país en lugar de aceptar a esos solicitantes. Estos son ejemplos muy serios del grado a que los partidos tradicionales están cumpliendo las demandas de los fascistas y el grado a que los fascistas están ganando la iniciativa política en Europa.
El Aquarius inició sus operaciones en febrero de 2016, después de que la UE terminara abruptamente las operaciones de búsqueda y rescate que había sido obligada a emprender tres años antes, debido al clamor público ante la muerte de 366 personas ahogadas en un solo naufragio. En ese momento, muchos italianos del común, como en la isla de Lampedusa, la que se convirtió en un eje de arribos de inmigrantes, avergonzaron a su gobierno con sus heroicos ejemplos de rescate y solidaridad humana. En ese entonces la primera ministra británica Theresa May era una de las voces más boconas que insistía en que la UE suspendiera las operaciones de rescate porque supuestamente alentaba a la gente a emprender la peligrosa travesía marítima.
Especialmente desde la ascensión del nuevo régimen de Italia, otros gobiernos de la UE le han permitido tomar la batuta para parar a los barcos de rescate y hacer tratos con los señores de la guerra libios, para bloquear o hacer regresar los barcos de inmigrantes. Milicias respaldadas por Francia e Italia secuestran, encarcelan y a veces subastan a africanos negros como esclavos. Aunque el número de personas que llega a Europa, y especialmente a Italia, ha caído drásticamente, el porcentaje de los que mueren en el cruce se ha triplicado o cuadruplicado. (Para otra descripción creíble del infierno en el que Italia, Francia y la UE han convertido a Libia, véase el New York Times, 17 de septiembre de 2018, “Italy, Going It Alone, Stalls the Flow of Immigrants. But at What Cost?” [Italia, a solas en sus esfuerzos, frena el flujo de migrantes. Pero, ¿a qué costo?]).
Casi todos los gobiernos europeos se han unido agresivamente, o son completamente cómplices, en los esfuerzos por detener la inmigración sin importar el costo en vidas humanas. El espíritu genocida que se manifiesta tan abiertamente hoy podría presagiar medidas aún más atroces y masivas por venir. No es solo una coincidencia que al mismo tiempo en que la UE está tratando de hundir políticamente al Aquarius, se le ha ordenado a Médicos sin Fronteras abandonar Nauru, en el Pacífico central. Australia ha utilizado esta pequeña nación isleña, en gran parte reducida a escombros por operaciones mineras extranjeras, como un campamento-prisión al aire libre para los solicitantes de asilo que su marina secuestra en el mar antes de que puedan llegar a tierra firme. No están expulsando a Médicos sin Fronteras porque ya no se necesite su trabajo desesperadamente, sino porque su personal ha denunciado condiciones tan crueles que los intentos de suicidio se han vuelto endémicos entre los cientos de adultos y niños que no tienen esperanzas de salir nunca de allí. En la cumbre de la UE en febrero, hubo una discusión abierta sobre seguir el modelo de Nauru, quizás con campamentos parecidos en los desiertos y otras regiones del norte de África.
Este contexto es lo que le da a la batalla en torno al Aquarius y otras embarcaciones de rescate una relevancia de tan amplio alcance.
El 17 de marzo de 2017, el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (SNUMQG) anunció su transformación en una herramienta más completa para la revolución basada en la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Lea el editorial del SNUMQG aquí: “Editorial: Introducción a un SNUMQG transformado”.
Thanks to everyone who came out today to show their support for the #Aquarius, calling for #Europe to allow us to continue our lifesaving work in the Central #Mediterranean. @SOSMedIntl @MSF pic.twitter.com/fKm7wDHTB2
— MSF Sea (@MSF_Sea) October 6, 2018
Gracias a todos los que se presentaron hoy para expresar su apoyo al Aquarius y llamar a que Europa nos deje continuar nuestras labores de rescate en el Mediterráneo central. @SOSMedIntl @MSF
Al menos mil personas participaron en una concentración en París. Lo más significativo de la campaña del 6 de octubre en Francia es que hubo manifestaciones en las calles de unas 15 ciudades y actos en otras tres docenas de ciudades y pueblos. (Foto: AP)