El sheriff del condado de Los Ángeles se declara culpable de encubrir la brutalidad en la prisión — pero SIGUEN aterrorizando a la gente
2 de marzo de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
De un/a lector/a:
La semana pasada, Lee Baca, ex sheriff del condado de Los Ángeles, aceptó un acuerdo en que se declara culpable de mentir al FBI cuando investigaban la brutalidad y violaciones de derechos civiles en la cárcel del condado de Los Ángeles. Baca sirvió como sheriff de 1998 a 2014.
El Departamento del Sheriff de Los Ángeles es el organismo policial el cuarto más grande en Estados Unidos, con 18.000 empleados asalariados, entre ellos 9.100 agentes. Además tienen un personal voluntario de varias miles de personas, incluyendo agentes voluntarios. El Sherifato de Los Ángeles patrulla todas las áreas no incorporadas y las ciudades en el condado que no tienen fuerzas policiales, una población en total de más de 10 millones de personas, y está a cargo de todas las oficinas del condado, incluyendo los tribunales, el sistema de tránsito de Los Ángeles, el sistema carcelero del condado de Los Ángeles y más.
En 2013, se arrestaron a 18 agentes y ex agentes por diversos delitos en la cárcel, los que incluyeron propinar palizas a los reos. (Ver “La brutalidad de las mazmorras de Los Ángeles: ¡Hay que parar esto!”. Desde entonces, han condenado a 17 de ellos, y otros agentes enfrentan cargos, entre ellos Paul Tanaka, ex segundo al mando bajo Baca.
Uno de los incidentes, que el Sherifato denominó “Operación Caja de Pandora”, se lanzó en 2011 y tenía que ver con un preso informante que le describía al FBI la brutalidad cruel en la cárcel. El FBI le dio un teléfono celular a este informante para documentar estos abusos. Cuando los agentes a cargo de la cárcel se enteraron de este teléfono celular, comenzaron a mover al preso de celda a celda, ocultándolo del FBI. Cambiaron su nombre en los registros para impedir que el FBI lo encontrara. Cuando el FBI sí lo encontró, intentó entrevistarlo pero el departamento le acortó la entrevista, impidiendo que el FBI la termine. Luego enviaron a unos agentes del Sherifato a la casa de una de los investigadores del FBI con instrucciones de intimidarla y “hacer todo lo posible, hasta llegar casi al punto de ponerle las esposas”.
Cuando todo esto salió a la luz, Baca dijo que no sabía nada de ello y no estaba involucrado de ninguna forma. Dio la explicación policial habitual acerca de por qué ocurrían esta y otras actividades ilegales: que siempre hay algunas manzanas podridas pero el 99 por ciento de sus agentes, él incluido, “respetamos el sistema de justicia criminal”.
Después de la jubilación anticipada de Baca en enero de 2014, el FBI se dispuso a presentarle tres cargos de delitos graves de obstrucción en este incidente: que Baca había mentido acerca de ocultar al preso, acortar el tiempo de la entrevista del FBI al preso, e intimidar a la agente del FBI. Frente a varios cargos de delitos graves y un juicio, Baca confesó que había mentido acerca de estas tres cosas.
El papel esencial del FBI y el gobierno federal ha sido el de utilizar esta investigación para encubrir los verdaderos crímenes cometidos. Permitieron que este perro, quien según La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) “es en gran parte culpable” de los horribles crímenes cometidos contra los presos en la cárcel del condado de Los Ángeles, de declararse culpable de un cargo que conlleva una pena máxima de seis meses. Las probabilidades son que no vaya a permanecer ni un día en la cárcel y solamente sea puesto en libertad condicional. Este acuerdo no requiere que Baca testifique en los próximos juicios y ha impedido que Baca sea interrogado acerca de las otras actividades ilegales que sus agentes llevaron a cabo en la cárcel.
Estas actividades incluían propinar golpizas y usar spray de pimienta contra presos con enfermedades mentales y presos que consideraron “irrespetuosos”; golpear a familiares que visitaban a los internos, en una ocasión rompiéndole el brazo a uno de ellos; detener y esposar al cónsul general de Austria que visitaba a un preso austriaco, a pesar de que el funcionario no había cometido ningún delito y a pesar del hecho de que se supone que los funcionarios diplomáticos extranjeros son inmunes a la persecución debido a su estatus legal en el país.
Ahora tenemos el jefe del organismo policial el cuarto más grande de Estados Unidos condenado de obstrucción a la justicia, y muchos otros en el departamento ya condenados y aún otros más frente a cargos adicionales.
Así que, ¿ha cambiado algo desde 2013?
Las personas encarceladas en las cárceles del condado de Los Ángeles todavía son sometidas al maltrato brutal. Se acaba de publicar un informe que declara que el uso de la fuerza en la cárcel del condado de Los Ángeles se ha incrementado un 40 por ciento de 2014 a 2015, muchas de las lesiones de los internos siendo fracturas orbitales (la cuenca del ojo) y de la mano. Además, el condado ha pagado millones de dólares para resolver las demandas por la fuerza excesiva contra los internos.
¡No! Nada ha cambiado.
Los agentes del Sherifato de LA siguen asesinando y aterrorizando a la gente en las calles de Los Ángeles. En 2015, policías en el área de Los Ángeles mataron a más personas que la policía en cualquier otra parte de Estados Unidos, y un tercio de esas muertes tuvo lugar a manos del Departamento del Sheriff de Los Ángeles.
Asesinaron a Terry Laffitte, de 49 años de edad y padre de tres hijas, cuando agentes del Sherifato lo atacaron y lo mataron en su propio patio trasero después de pararlo por andar en bicicleta de forma errática al llegar a la entrada de su hogar. (Ver “Marcha contra el asesinato policial por el Sur Centro angelino: ‘¡Justicia para Terry Laffitte!’”). Asesinaron a Cedric Oscar Ramírez cuando allanaron la casa donde estaba. Asesinaron a Noel Aguilar, disparándole en la espalda después de detenerlo por andar en bicicleta con auriculares puestos. Asesinaron a Johnny Ray Anderson, no armado, cuando saltó por encima de una cerca porque pensó que la policía le arrestara. (Ver “Benny Anderson sobre el asesinato policial de su hermano Johnny…” en www.revcom.us).
¡No! Nada ha cambiado.
No está claro por qué es que los federales (FBI) persiguen al Departamento del Sheriff de Los Ángeles. Lo que sí está claro como el cristal es que la cárcel del condado de Los Ángeles es una mazmorra infernal y que la brutalidad en esa cárcel existe a lo largo de todo el Departamento del Sheriff. La brutalidad y violaciones de derechos civiles han sido toleradas e incluso, en algunos casos, dirigidas desde los niveles más altos del departamento. Así que al carajo con ese argumento de que “sólo unos pocos policías son malos y que el 99 por ciento de ellos son buenos”. No, Baca. Todos ustedes hacen lo que Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, dice que hacen:
El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura. (Lo BAsico 1:24)
Todos estos policías, y eso incluye a Baca, deben ser encarcelados. A la cárcel con los policías asesinos y a la cárcel con los que brutalizan a los presos, sea lo que sea su papel en el proceso.
Al mismo tiempo, no hay que hacerse ilusiones de que los federales, al perseguir a los agentes del Sherifato, estén de lado del pueblo y que protejan sus derechos. El papel del FBI ha sido todo lo contrario. revcom.us/Revolución escribió sobre el tema en “Lecciones de las luchas del pueblo: El FBI y los federales: No son amigos pero sí son viles enemigos”: “[E]xisten lecciones amargas de la historia de la lucha de la gente, desde el movimiento de derechos civiles hasta los justos movimientos y levantamientos de los años 1960 y la historia reciente, que ponen de manifiesto la realidad en contraste con las afirmaciones de que la FBI está protegiendo los derechos del pueblo que ya están garantizados por la Constitución de Estados Unidos.” El artículo da varios ejemplos, entre ellos el Programa de Contrainteligencia (COINTELPRO) que el FBI lanzó contra el Partido Panteras Negras con el fin de destruir y desacreditarlo y asesinar a sus líderes, tal como hizo a Fred Hampton y Mark Clark de las Panteras Negras de Chicago.
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