Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver "3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor").
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui
LOS CRÍMENES
El DPLA (Departamento de Policía de Los Ángeles), con su lema “Para proteger y servir”, celebra este año su 150 aniversario. Pero, ¿cuál es su historia real, desde el principio hasta hoy? ¿Y qué enseña sobre la historia real de Estados Unidos y el papel de la policía?
1950-1966: el jefe Parker y la rebelión de Watts — Un DPLA más “profesional” y más brutal
William Parker, quien fue nombrado jefe de policía en 1950, fue alabado como un modernizador. Pero no había nada “moderno” en su racismo cruel y frío. Cuando fue juramentado, declaró, durante un período en el que decenas de miles de negros emigraban a Los Ángeles, que “Los Ángeles es el punto blanco de las grandes ciudades de Estados Unidos en la actualidad. Beneficiará a la comunidad el que lo mantengamos así”.
Una década más tarde, Parker le dijo a la Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos que los negros y los latinos tenían más probabilidades de cometer delitos que los blancos, y que los barrios tenían una alta tasa de delincuencia porque ahí la gente estaba a un paso de “las tribus salvajes de México”.
Mientras tanto, Parker, quien calificó a la policía de una “Delgada Línea Azul” que protege a la civilización (es decir, la supremacía blanca), desató un reino de terror contra los negros, los latinos y otra gente de color. “La vigilancia policial de los ghettos se estaba volviendo simultáneamente menos corrupta pero más militarizada y brutal”, escribe Mike Davis. Anteriormente, los agentes del DPLA a menudo “presionaban” para sacar sobornos a la escena interracial de los centros nocturnos de propiedad de los negros en la avenida Central. Ahora la policía de Parker prohibió esta escena, incluso bloqueó a las tiendas propiedad de los negros y alejó con advertencias a los clientes blancos.
Este terror policial se intensificó en los años sesenta. En abril de 1962, unos 75 agentes del DPLA balearon a una mezquita de la Nación del Islam, y mataron a una persona e hirieron a otras seis. ¿Por qué? Algunos policías se habían metido en un pleito con dos miembros de la mezquita después de que los acusaron de tener una “cantidad sospechosa de ropa en su automóvil”. Resultó que los dos miembros tenían un negocio de tintorería. Después del asalto, Malcolm X llegó a Los Ángeles y denunció a Parker por “llenar a sus hombres con odio hacia la comunidad negra”.
1965: La Rebelión de Watts
Entre 1963 y 1965, miles de jóvenes negros fueron hostigados o brutalizados, y 60 personas negras fueron baleadas por el DPLA, 27 por la espalda. Luego, un incidente de este tipo de hostigamiento cotidiano se convirtió en otra cosa.
Según varias versiones, por la tarde del 11 de agosto de 1965, un agente de la Patrulla de Caminos de California (CHP) detuvo a Marquette y Ronald Frye bajo sospecha de conducir en estado de ebriedad. Ronald, que iba de pasajero, se fue a buscar a su madre, mientras una multitud comenzaba a formarse. Cuando Ronald y su madre llegaron y la multitud había crecido a varios cientos de personas, Marquette estalló de furia, “maldiciendo y gritando a los agentes [diciendo] que para poder llevarlo a la cárcel, tendrían que matarlo”. Se produjo un altercado y los tres Frye fueron arrestados y llevados a la cárcel.
Sin embargo, la creciente multitud no se conformaba. Soltaba maldiciones a la CHP. Los cerdos policías decidieron ejercer su autoridad y se metieron entre la multitud para arrestar a un agitador y a una mujer que supuestamente les escupió. Una piedra golpeó al coche patrulla de la CHP cuando se iba, y cuando se corrió la voz de que se había hecho un arresto injusto y se había abusado de una mujer embarazada, la comunidad se sublevó.
Los negros se pusieron de pie con furia y desafío; se estima que participaron 75.000 personas, las que sacudieron a Los Ángeles y enviaron ondas de choque por todo el mundo. Una sensación de libertad y liberación irrumpió en toda la comunidad negra a medida que los odiados cerdos fueran expulsados, y les costó casi una semana de esfuerzos para recuperar el control. El DPLA se vio obligado a poner a 120 kilómetros cuadrados de la ciudad bajo un toque de queda impuesto por fuerzas militares, movilizar a 21.000 policías y elementos de la Guardia Nacional y bloquear y retomar a un barrio tras otro. Más de 30 personas negras y latinas fueron injustamente asesinadas a tiros por los cerdos quienes se desmandaban al por mayor, y con un saldo de 5.000 lesionados o arrestados, pero no obstante las autoridades tardaron seis días en poner fin a la Rebelión de Watts.
Los años 1960-1980: espionaje, represión y asesinato contra los radicales y revolucionarios
La rebelión de Watts fue un punto de viraje en la década de 1960, y contribuyó a iniciar un período de agitación y rebelión masivas en ciudades de Estados Unidos. El DPLA, bajo los protegidos de Parker, Edward M. Davis (1969-1978) y Daryl Gates (1978-1992), respondió con unidades paramilitares de asalto, incluidos los equipos SWAT (Armas Especiales y Tácticas), e intensificaron el espionaje especialmente contra las fuerzas radicales y revolucionarias.
Los asesinos asaltos del DPLA contra el Partido Pantera Negra
El 8 de diciembre de 1969, a cuatro días de que el Departamento de Policía de Chicago y el FBI mataran al líder del Partido Pantera Negra (PPN), Fred Hampton, el DPLA lanzó un asalto en la madrugada contra la sede angelina de los Panteras en la 41 y Central. Dentro de su oficina fortificada con sacos de arena, 11 miembros de los Panteras, entre ellos el ex combatiente de la guerra de Vietnam Geronimo Pratt, se enfrascaron en un tiroteo de cinco horas de duración con 350 policías, equipos SWAT y helicópteros del DPLA, mientras éstos hicieron llover balas y gases lacrimógenos sobre la casa de los Panteras en Watts. Se intercambiaron cinco mil cartuchos de municiones. Las masas de personas de la zona acudieron en apoyo a los Panteras, junto con los estudiantes radicales, lo que contribuyó a evitar que la policía desatara ráfagas aún peores.
Roland Freeman resultó con perdigones en las piernas provenientes de una escopeta de la policía, y un solo disparo le rompió el hueso en el brazo. Una bala de un francotirador de la policía reventó las piernas de Tommy Lewis, una de las dos mujeres adentro. Al no poder frenar el sangrado de algunos de sus camaradas, los Panteras pusieron fin al tiroteo. Cuando terminó, cuatro Panteras y cuatro policías de SWAT resultaron heridos pero no hubo víctimas mortales.
En el documental de 2006 de Gregory Everett, La 41 y Central: La historia nunca antes contada de los Panteras Negras de Los Ángeles, Wayne Pharr recuerda lo que se sentía durante ese enfrentamiento intenso con la apabullante potencia de fuego de la policía: “Esa fue la única vez, como hombre negro en Estados Unidos, que me sentí libre, las cinco horas que estuve en el tiroteo…. Durante esas cinco horas, tuve el control de mi destino...”. Millones de personas también consideraban la acción de defensa propia del Partido Pantera Negra angelino como heroica y se inspiraron en ella1.
La Moratoria Chicana de 1970 y el asesinato de Rubén Salazar
El DPLA y otros organismos del orden público tuvieron en su mira al creciente movimiento de liberación chicana desde marzo de 1968, cuando unos diez mil estudiantes chicanos en el este de Los Ángeles abandonaron clases en las escuelas secundarias de mayoría méxico-americana en protesta por la educación inferior que se les daba.
Así que el 29 de agosto de 1970, cuando más de 25.000 chicanos marcharon en el este de Los Ángeles en la Moratoria Chicana, para exigir el fin a la guerra de Vietnam y a la opresión que enfrentaron como pueblo, el Sherifato del Condado de Los Ángeles y el DPLA se presentaron en manada. Hacia el final de esta marcha en gran parte pacífica, algunos jóvenes supuestamente se robaron refrescos en una tienda cercana y se metieron en la multitud. El Sherifato del Condado de Los Ángeles aprovechó este incidente para declarar una asamblea ilegal y el Sherifato y el DPLA cayeron sobre la multitud, lanzaron gases lacrimógenos y apalearon con sus porras. La gente no se dispersó, sino que valientemente se mantuvo firme y se defendió. En un momento, un agente del Sherifato disparó un bote de gas lacrimógeno por la puerta de una cantina que le dio al prominente periodista chicano Rubén Salazar en la cabeza y lo mató. Otras dos personas también fueron asesinadas antes de que terminara el día. Salazar había dado voz a las demandas chicanas, y muchos exigieron una investigación por considerar que el DPLA pudiera haber singularizado a Salazar para matarlo, una investigación que un jurado de investigación decidió que estuviera justificada. Sin embargo, el fiscal Evelle J. Younger se negó a proceder.
Los chicanos combativos sostuvieron otras tres protestas importantes durante los siguientes cinco meses, que fueron atacadas por el Sherifato angelino y el DPLA, entre ellas la del 31 de enero de 1971, cuando un manifestante fue asesinado y treinta y cinco personas resultaron heridas.
17 de mayo de 1974: La masacre del SLA
El 17 de mayo de 1974, unos 500 policías del DPLA cercaron y pusieron bajo asedio a una pequeña casa en Compton donde sospechaban que estuvieran escondidos unos miembros del pequeño grupo radical, el Ejército Simbionés de Liberación (SLA). Así que abrieron fuego. El SLA había llevado a cabo una serie de acciones, incluido el secuestro altamente publicitado del heredero de la clase dominante, Patty Hearst, con la exigencia de que su familia distribuyera alimentos a los pobres de California, algo que la familia Hearst sí hizo2. (Otros miembros del SLA que no estaban presentes, fueron arrestados y enviados a prisión por asesinato, robo a un banco y secuestro).
El DPLA disparó unas 1.200 rondas de municiones a la pequeña casa mientras seis miembros del SLA respondieron a tiros. Los botes de gas lacrimógeno arrojados a la casa provocaron un incendio, pero el SLA se negó a rendirse y los seis murieron por quemaduras e inhalación de humo. (Foto: AP)
22 de abril de 1980: El asesinato del comunista revolucionario Damián García
El 22 de abril de 1980, Damián García, un miembro del Partido Comunista Revolucionario, estaba impulsando el Primero de Mayo en el Proyecto de Vivienda Pico-Aliso en el este de Los Ángeles. Un mes antes, Damián y otros dos miembros de la “Brigada del Primero de Mayo” habían trepado el tristemente célebre Álamo en Texas, arriaron la bandera de Texas e izaron la bandera roja de la revolución. Esta poderosa declaración internacionalista salió en las primeras planas de los periódicos en muchos países de América Central y del Sur, y convirtió a Damián en un “individuo peligroso” a los ojos de este sistema y su policía política, y del DPLA.
A medida que Damián y sus compañeros avanzaron por el proyecto de vivienda, los enfrentó un hombre que dijo: “Odias al gobierno. Yo soy el gobierno. Tu bandera es roja. La mía es rojiblanquiazul”. Este tipo y otras personas le echaron encima a la Brigada en lo que al principio parecía ser una pelea a puñetazos. Pero, de repente, Damián cayó al suelo y murió, cercenado en el cuello, el abdomen y la espalda.
El DPLA no tardó en salir con la versión de que había sido un asesinato entre pandilleros, y que el mismo pandillero responsable del asesinato de Damián había sido asesinado seis semanas después, y se archivó caso. Sin embargo, dos años más tarde, una investigación en curso reveló que un agente de la policía (Fabián Lizárraga), el que se hacía pasar por un tal “Ernie Sánchez”, había sido asignado por la División de Inteligencia de Desórdenes Públicos del DPLA (PDID) para perseguir a Damián.
El PDID se formó en 1970, y había infiltrado, espiado y desbaratado a más de 200 agrupaciones y mantenía expedientes sobre 50.000 personas, entre ellos el Los Angeles Times, la Organización Nacional de Mujeres, Estudiantes por una Sociedad Democrática en la UCLA, el Partido Paz y Libertad y el Partido Pantera Negra. También espiaron a los miembros del Ayuntamiento Municipal, la Comisión de Policía y al menos un juez.
Una semana después de que Damián y sus compañeros treparon El Álamo, “Sánchez” se había infiltrado en la Brigada del Primero de Mayo. Estaba con Damián a diario y soplaba información al PDID sobre el calendario de Damián, incluido el día en que fue asesinado. Y Sánchez estaba a menos de dos metros de distancia cuando Damián fue asesinado.
En 1983, una demanda de la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) acusó al PDID de espiar ilegalmente a 131 activistas y organizaciones de movimientos sociales. Esta revelación sobre el alcance del espionaje del DPLA y su persecución a activistas políticos, incluido Damián, suscitó un gran escándalo en la sociedad y obligó a la Comisión de Policía a disolver el PDID. (Fue reemplazado por la división antiterrorista). Para colmar la indignación, también salió que un agente del PDID, Jay Paul, había desobedecido una orden de 1976 de parte de la Comisión de Policía para destruir los expedientes de inteligencia confidencial de la unidad sobre revolucionarios, radicales, miembros del Ayuntamiento, la Comisión de Policía y al menos un juez, pero al contrario él los almacenó en su garaje y compartió los expedientes con una operación privada fascista de diseminación de inteligencia llamada Western Goals.
Los años de Gates, 1978-1992:
El DPLA establece la pauta para el terrorismo y supresión racistas patrocinados por el estado
El asesinato de Eula Love. Daryl Gates se hizo cargo del DPLA en 1978 y no tardó en ganar fama por su racismo abierto y burlón y su orientación al estilo de una guerra para mantener el orden público contra los negros, latinos y otra gente de color. Gates inauguró su mandato con, entre otros horrores, el asesinato de Eula Love, la madre de tres hijos, de 39 años de edad, el 3 de enero de 1979. Hacía poco antes Love se quedó viuda y luchaba por criar a tres hijos con un ingreso limitado en su pequeña casa en el Sur Centro. Ese día ella estaba molesta porque un hombre de servicios públicos había acudido a intentar cortar la luz. Se enfrascaron en un altercado y él llamó a la policía. Cuando llegó la policía, Eula salió de su casa mientras sus hijos se quedaron adentro. Los policías conversaron con ella durante dos o tres minutos antes de abrir fuego, y le dieron con doce balas de calibre 38 a una distancia de 2.4 a 6.6 metros. Aseveraron que ella había avanzado sobre ellos con un cuchillo en la mano, pero resultó que ella se estaba alejando.
Después de que asesinaron a Eula, los policías voltearon su cuerpo sin vida y la esposaron en el suelo en su propio patio delantero. Hubo un gran brote de protesta después de su asesinato, pero Gates respondió con burlas y ataques contra ella, y de nuevo a todos los negros, declarando que el cerdo blanco que la mató fue “tanto una víctima de esta tragedia como (lo fue ella)”.
Mientras el alcalde negro angelino Tom Bradley y otros “líderes” negros se mantenían callados ante el escalamiento de la llamada “guerra contra las drogas”, puesta en marcha por Ronald Reagan en 1982, Gates estaba envalentonado para insultar de manera abierta y burlarse de los negros, latinos y otra gente de color como parte del terror que el DPLA estaba descargando sobre ellos. En 1982, después de una serie de asesinatos de jóvenes negros por “llaves de estrangulamiento” del DPLA, Gates dijo que sus muertes fueron causadas por ser negro: “Quizá estemos encontrando que en el caso de algunos negros cuando se aplique [la llave de estrangulamiento de la carótida], las venas o arterias no se abren con tanta rapidez como en el caso de las personas normales [así lo decía]”.
La “guerra contra las drogas” y la Operación Martillo de 1988-1990. La “guerra contra las drogas” no tenía que ver con acabar con la delincuencia; fue una guerra contra los oprimidos cuyo objetivo era incrementar la represión y el control social, una contrainsurgencia antes de la insurgencia. Y el DPLA bajo Gates estaba a la vanguardia de emprender, expandir, militarizar y brutalmente llevarla a cabo.
En 1987, ante la propagación del crack y el auge de la violencia entre los jóvenes de diferentes pandillas y grupos, y la histeria sobre la situación azuzada por los medios de comunicación, los demócratas y los republicanos, el DPLA lanzó el llamado programa de Supresión de Traficantes Activos Relacionados con las Pandillas (GRATS) que puso en la mira a las “comunidades de drogas” con 200-300 policías con órdenes de detener a cualquier “sospechoso” de ser un miembro de una pandilla sobre la base de “criterios” como la forma de vestir y gestos de mano. Gates anunció que se asignarán todas las reservas de personal del DPLA a los enormes rastrillajes llamados Operación MARTILLO.
El autor Mike Davis describe la primera acción de la Operación MARTILLO del 9 de abril de 1988:
Un millar de agentes en deberes de tiempo extra, respaldados por escuadrones tácticos de élite y un equipo especial antipandilla, descargan el primer acto de la “Operación MARTILLO” sobre 26 km cuadrados del Sur Centro angelino entre Exposition Park y North Long Beach, con el arresto de más jóvenes negros como en ningún otro momento desde la Rebelión de Watts de 1965... Humillaban a los chicos al forzarlos a “besar la acera” o abrir las piernas y brazos sobre los radiopatrullas de la policía, mientras que los agentes verificaban sus nombres en los expedientes computarizados de pandilleros. Hacen 1.453 detenciones; procesan a los chicos en centros móviles de fichaje, en su mayoría por delitos triviales como multas de estacionamiento sin pagar o infracciones de toque de queda. En el caso de cientos más, no les ponen cargos, pero capturan suså nombres y direcciones en la lista electrónica de pandillas para poder vigilarlos en el futuro.
Daryl Gates lo llamó una “guerra”. El Jefe de la Unidad de Drogas Duras del DPLA dijo: “Esto es Vietnam aquí”.
La redada en la calle Dalton. Una de las operaciones tristemente célebres durante la Operación MARTILLO fue la redada en la calle Dalton el 1º de agosto de 1988. Ochenta y ocho policías de la tristemente célebre División Suroeste se abalanzaron sobre un grupo de apartamentos en la avenida Dalton cerca de Exposition Park. Blandían escopetas y mazos y gritaban agravios e insultos racistas. El Los Angeles Times informó:
Los moradores... decían que fueron golpeados y pateados por agentes durante lo que los arrestados describían como “una orgía de violencia...”
También acusaron a los agentes de tirar lavadoras en bañeras, verter lejía sobre la ropa, romper paredes y muebles con mazos y hachas, y arrancar una escalera exterior de un edificio.
[Ellos] destruyeron fotos familiares, derribaron puertas de armarios, cortaron sofás, rompieron espejos, con los mazos convirtieron los inodoros en fragmentos de porcelana, empaparon la ropa con lejía y vaciaron los refrigeradores. Algunos agentes dejaron sus propios grafitis: “El DPLA manda”. “Que se mueran los Rollin’ 30s [un pandilla angelina]”.
Los destrozos que hicieron en los apartamentos fueron tan extensos que la Cruz Roja les ofreció asistencia por desastre y albergue temporal a los inquilinos desplazados, un servicio que normalmente se proporciona después de grandes incendios, inundaciones, terremotos u otros desastres naturales.
En la División Suroeste, 32 personas arrestadas fueron obligadas a silbar la canción del programa de televisión Andy Griffith, a medida que las forzaban a pasar por entre dos filas de cerdos que les pegaban con puños y linternas. Después de devastar tantas vidas y hogares, el resultado fue de dos arrestos menores por drogas.
Gates institucionalizó las redadas MARTILLO como ocupaciones semipermanentes de los barrios de los oprimidos, incluida la comunidad mayoritariamente inmigrante de Pico Union, más tarde el sitio del infame escándalo de Rampart, comunidad que Gates dijo que era “un verdadero mercado de pulgas para los traficantes de drogas”.
Hasta 1990, el DPLA y el Sherifato del Condado de Los Ángeles en total habían detenido o arrestado a unos 50.000 sospechosos, ¡aproximadamente la mitad de la población total de 100.000 jóvenes negros en Los Ángeles en ese momento! En muchos de estas redadas muy publicitadas, más del 90 por ciento fueron puestos en libertad sin cargos, pero su inocencia no necesariamente los mantuvo fuera del creciente banco de datos de pandillas del DPLA.
Todo esto fue facilitado por el apoyo de los medios de comunicación, que fomentaron cuentos de horror acerca de las masas. También se sumaron al coro los dirigentes demócratas, entre ellos los políticos negros como la senadora Diane Watson, cuya secretaria de prensa dijo: “cuando hay un estado de guerra, se suspenden los derechos civiles mientras dure el conflicto”. Los “dirigentes” negros reformistas como la Liga Urbana y la Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano comenzaron a sostener que el problema era “tan poca vigilancia policial”, y no la brutalidad policial. Los “progresistas”, como Ishmael Reed y Harry Edwards, se sumaron para denunciar a los jóvenes negros como más allá de toda esperanza, y para exigir que fueran encerrados en prisión para proteger al resto de la comunidad negra (es decir, los negros de clase media, alta y trabajadora más acomodada).
Mientras tanto, se estaban aprobando leyes en el estado de California, con el apoyo de los demócratas así como de los republicanos, que ponían en la mira a los jóvenes negros y latinos bajo el pretexto de una “guerra contra las pandillas” y “guerra contra las drogas”. Una de estas leyes fue la “Ley para la Prevención y Ejercicio del Orden Público contra el Terrorismo Callejero” (STEP), que hizo que la presunta pertenencia a una “pandilla criminal” fuera un delito grave. Tales leyes, junto con castigos mucho más severos por el crack en lugar de la cocaína en polvo, llevaron a asegurar que las personas de color y los pobres fueran encerrados en prisión con mayor frecuencia y durante más tiempo que los blancos, y todo esto fue una gran parte del auge explosivo de la encarcelación en masa, desproporcionadamente contra los jóvenes negros y latinos. Al día de hoy, con una población promedio de 17 a 20 mil internos, la Cárcel del Condado de Los Ángeles es el sistema carcelario más grande en Estados Unidos.
1991-92: La golpiza a Rodney King y la Rebelión de Los Ángeles3
La noche del 3 de marzo de 1991, Rodney King, un joven negro, fue detenido por conducir con exceso de velocidad. Los agentes del DPLA y de la Patrulla de Caminos irrumpieron en la escena y durante los siguientes minutos, al menos siete de ellos, sin piedad, apalearon y le dieron toques eléctricos con una pistola Taser a King, le molieron los huesos de la cara, le rompieron los dientes y el tobillo y le infligieron numerosas laceraciones y lesiones internas. Más de una docena de otros policías se pararon por ahí riéndose y alentando la golpiza.
Vídeo de la paliza a Rodney King, 3 de marzo de 1991.
Un morador del otro lado de la calle grabó en video todo el asalto, y la cinta se mostró repetidamente en la televisión. A pesar de las versiones de la policía de que el vídeo no contaba la verdadera historia, la furia de la población fue tan intensa que los fiscales se vieron obligados, para contener la situación, a acusar a cuatro de los agentes blancos de uso de una fuerza excesiva.
Un año después, los cuatro agentes fueron procesados. Fue necesario cambiar el lugar del proceso a Simi Valley, una comunidad de puros blancos. Había un sentimiento generalizado de que en esta ocasión, la brutalidad y el tratamiento que los negros enfrentaban continuamente fueron grabados en un vídeo para que todos lo vieran, y que los agentes tenían que ser hallados culpables. Pero el 29 de abril de 1992, el veredicto del jurado de Simi Valley que los absolvió de todos los cargos fue transmitido por televisión en vivo.
En cuestión de minutos, la gente comenzó a reunirse en todo Los Ángeles, cientos en frente del cuartel general del DPLA. Las protestas estallaron en muchas comunidades, pero la concentración de gente en la Florence y Normandie se transformó en un punto de inflamación que impulsó a toda la rebelión. Para esa noche, ardían incendios por todo Los Ángeles y estallaban protestas por todo Estados Unidos. Durante los siguientes tres días, las autoridades movilizaron en las calles el operativo militar interno más grande desde la década de 1960, con cerca de 20.000 policías, elementos de la Guardia Nacional, soldados del ejército federal, el FBI, la Patrulla Fronteriza y otros efectivos. Para cuando terminó, la Rebelión de Los Ángeles de 1992 se había convertido en la rebelión urbana más grande en la historia de Estados Unidos. Unas 63 personas fueron asesinadas, 10 por las fuerzas del orden, casi el 80 por ciento de ellas negros y latinos. Unas 12.000 personas fueron arrestadas.
Nota de la redacción: En 1998 la policía de Riverside, California, mató a Tyisha Miller, una afroamericana de 19 años de edad. Miller había perdido la conciencia en su coche, por un ataque epiléptico. Los policías dijeron que ella se despertó de repente y que tenía un arma; le dispararon 23 veces, dándole al menos 12 veces y matándola. Bob Avakian habló de la situación.
Si esa es su manera de manejar la situación, ¡que se vayan al carajo! Que se larguen, que se vayan al carajo, que se quiten de la faz de la tierra y dejen en paz a las masas, porque es obvio que hay mil maneras de manejar esa situación que hubieran sido mucho mejores. Y francamente, si nosotros tuviéramos el poder del estado y ocurriera algo así, habríamos preferido que un policía del pueblo diera la vida primero, antes de matar sin sentido a uno de las masas. Así actúan los verdaderos servidores del pueblo, o sea, se juegan la vida por defender al pueblo. ¡Al carajo con su maldito lema de “servir y proteger”! Si esa fuera su intención, habrían encontrado otra manera mil veces mejor de solucionar el problema. ¿Cómo lo manejaría el proletariado? La historia demuestra que cuando el proletariado tiene el poder, pone por encima de todo la vida de las masas, pero cuando la burguesía tiene el poder, el papel de su policía es sembrar terror y matar a las masas a sangre fría sin ninguna provocación, matarlas sin necesidad, precisamente porque cuanto más arbitrario sea el terror, más asusta. Precisamente por eso lo hacen y es una parte importante de su oficio.
—Bob Avakian, Lo BAsico 2:16
Desde 1992 hasta hoy: Cambios cosméticos, el mismo racista y asesino DPLA
Durante los 27 años transcurridos desde la Rebelión de Los Ángeles, varias comisiones, diferentes jefes de policía y muchos llamamientos y declaraciones para el cambio, el DPLA ha seguido siendo la misma máquina salvaje de asesinato, brutalidad y represión. Aquí van algunos ejemplos:
- Vidas robadas: Asesinados por las fuerzas del orden, un libro publicado en 1999 que logró documentar 197 asesinatos policiales en la región de Los Ángeles en la década de 1990 (algunos por el Sherifato de Los Ángeles y otros departamentos de policía más pequeños, pero la mayoría por el DPLA.)
- El escándalo de Rampart de 1999. En 1999, salió a la luz que la División Rampart del DPLA y su unidad CRASH “anti-pandillas” de élite (Recursos de la Comunidad Contra Maleantes Callejeros) habían estado aterrorizando a los moradores de Pico Union, una zona en gran parte de habla hispana. Esto incluyó a asesinatos, intentos de asesinato, brutalidad, robo, extorsión, tráfico de drogas y de rutina poner cargos falsos y condenar a miles de personas con mentiras, la siembra de “pruebas” y cargos falsos, por ejemplo, en el caso de Javier Francisco Ovando, un joven de 19 años de edad, migrante hondureño que ¡fue arbitrariamente baleado cuatro veces, paralizado de por vida y luego condenado por intento de homicidio! Más de 70 policías de CRASH estuvieron involucrados, pero tan sólo cuatro fueron procesados. El proceso puso al desnudo algunos de sus sanguinarios crímenes y el jurado los declaró culpables. En lugar de aplicar el veredicto, la jueza de la Corte Superior de Los Ángeles, Josephine Connor, ¡desestimó el veredicto y exoneró a los cerdos!
- 2002: cuando William Bratton, el antiguo jefe del Departamento de Policía de Nueva York, fue nombrado jefe del DPLA, importó con muchísima fuerza el “Parar y Registrar” de la Ciudad de Nueva York a Los Ángeles. El número de incidentes de esta práctica pasó de 587.000 en 2002 a 875.000 en 2008.
- 2009-2018: Charlie Beck y más asesinatos policiales. Beck fue presentado como un jefe de policía “reformista” por Obama en una reunión en la Casa Blanca. En realidad, en su mandato de 2015 a 2017, el DPLA contó con el mayor número de personas asesinadas por la policía en cualquier ciudad de Estados Unidos. El DPLA mató a 19 en 2015, 20 en 2016 y 17 en 2017.
- Persecución política contra activistas revolucionarios y antifascistas: 11 miembros de Rechazar el Fascismo and el Club Revolución fueron acusados penalmente por participar en la desobediencia civil no violenta y las protestas políticas, o apoyarlas, de septiembre de 2017 a marzo de 2018. Esto incluyó sostener mantas en la Autopista 101 con la inscripción “¡Trump y Pence tienen que marcharse!” e interrumpir al secretario del Tesoro de Trump, Steve Mnuchin, en la Universidad de California, Los Ángeles. Algunos de los elementos peligrosos de las imputaciones incluyen la persecución contra dos activistas de Rechazar el Fascismo por “conspiración criminal”; el involucramiento de “División de Delitos Mayores y Anti-Terrorismo” del DPLA, en cuyo historial ha perseguido a movimientos progresistas y radicales; el uso de un “informante confidencial” para espiar y grabar ilegalmente a los miembros del Club Revolución y de Rechazar el Fascismo.
LOS CRIMINALES:
Todo el DPLA, de 1869 al día de hoy; todos los policías mencionados anteriormente; y todos los políticos, demócratas y republicanos por igual, y los medios de comunicación que los respaldaron.
LA COARTADA:
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
El jefe del DPLA, James Davis, durante las redadas de los Escuadrones Anti-Rojos contra los “subversivos” y las huelgas sindicales en los años 1920 y 1930:
“Cuanto más la policía los golpee y destroce su cuartel general, mejor. Los comunistas no tienen derechos constitucionales...”
El jefe del DPLA, William Parker, le dijo al público en su ceremonia de juramento en 1950, una época de gran migración de negros a Los Ángeles desde el Sur:
“Los Ángeles es el punto blanco de las grandes ciudades de Estados Unidos en la actualidad. Beneficiará a la comunidad el que lo mantengamos así”.
Parker dijo sobre la rebelión de Watts de 1965:
“Son como los monos en un zoológico. Uno lanzó una piedra y el resto comenzó a tirar piedras”.
Después, advirtió:
“Se estima que para 1970, el 45% de Los Ángeles ya será negro…. Si deseas alguna protección para tu hogar y tu familia... vas a tener que apoyar a un fuerte departamento de policía. Si no la deseas, que Dios te ayude”.
El jefe del DPLA Daryl Gates, tras una serie de asesinatos por el DPLA con la “llave de estrangulamiento”, a jóvenes negros bajo su custodia, dijo que las muertes eran por culpa de la anatomía racial de las víctimas, y no fuerza policial excesiva:
“Quizá estemos encontrando que en el caso de algunos negros cuando se aplique [la llave de estrangulamiento de la carótida], las venas o arterias no se abren con tanta rapidez como en el caso de las personas normales”.
Daryl Gates, a aquellos que criticaban a la Operación Martillo:
“Esta es una guerra.... estamos requeterecontra enojados.... Queremos hacerles llegar el mensaje a los cobardes allá en la sociedad, y eso es lo que lo son, unos viles cobarditos, queremos que se salga el mensaje de que vamos a ir por ellos....”
“Pienso que la gente cree que la única estrategia que tenemos es poner a muchos policías en las calles y hostigar a la gente y hacer arrestos por cosas intrascendentes. Bueno, eso es parte de la estrategia, no hay duda al respecto”.
Al hacer su declaración ante el Comité Judicial del Senado en 1990, Daryl Gates dijo que
los que usen drogas ocasionalmente “deben ser sacados a la calle y fusilados”, porque “nos encontramos en una guerra”, e incluso el uso ocasional de drogas es “traición”.
EL VERDADERO MOTIVO:
En su conjunto, el DPLA es una ilustración sacada de un libro de texto de lo que señala Bob Avakian en Lo BAsico:
El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura.
¡¿Por cuánto tiempo más?! ¿Cuántas veces más tienen que derramar las lágrimas? (en inglés)
¡¿Por cuánto tiempo más?! ¿Cuántas veces más tienen que derramar las lágrimas? (en inglés)
Un corto de Habla BA, ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!, un discurso filmado de Bob Avakian de 2012. Vea el discurso completo en revolutiontalk.net.
1869-1950: La formación y los primeros años de “turbas de linchamiento” del DPLA
El DPLA fue formado en 1869, según el modelo de los paramilitares L.A. Rangers y City Guards y su espíritu de linchamiento, y desde ese entonces ha sido una brutal operación, racista y asesina. Los Ángeles se estaba construyendo en tierras tomadas poco antes a México y despojadas a los amerindios, y tenía una importante y creciente población no blanca. El trabajo del DPLA desde el primer día se centró en encerrar y suprimir a las masas básicas, especialmente a los negros, latinos, amerindios y otras personas de color, y atacar implacablemente a aquellos que se organizaban y respondían con lucha política.
Aquí van algunos de sus crímenes durante esos primeros años:
En 1871, se dio el mayor linchamiento en masa en la historia de Estados Unidos, contra los inmigrantes chinos. De mediados de la década de 1800 a principios de la década de 1900, se aprobaron decenas de leyes racistas y xenófobas contra los chinos que desataron la violencia de las turbas.
Masacre de los Chinos de 1871 se inició cuando una turba de unas 500 personas atacó a unos inmigrantes chinos. Diecisiete fueron ahorcados por la turba, después de que ya habían matado a tiros a la mayoría de ellos y habían lesionado a algunos de ellos. Las autoridades municipales no hicieron nada para detener la carnicería. El jefe de policía, Marshal Francis Baker, hizo una breve aparición y luego se fue a casa a acostarse, dejando a la turba a cargo. La élite de la ciudad sí actuó con firmeza en un frente: se cercioraron de que los linchadores procesados fueran puestos en libertad.
En 1910, el DPLA aprovechó el dinamitazo contra el edificio del Los Angeles Times, algo que inmediatamente imputaron a unos “saboteadores laborales”, para recopilar registros de al menos 300.000 presuntos “subversivos”, incluidos simpatizantes de la revolución mexicana.
Durante la Primera Guerra Mundial, el DPLA y unos justicieros persiguieron a los presuntos anarquistas, socialistas y comunistas, y 220 fueron arrestados bajo la Ley de Espionaje.
En 1923, el DPLA empezó a infiltrarse en el grupo Trabajadores Industriales del Mundo (IWW, un radical grupo de trabajadores) y el Partido Comunista y en los años 1920 y 1930 los Escuadrones Anti-Rojos del DPLA de costumbre dispersaron reuniones de sindicatos e izquierdistas, con palizas y arrestos.
Las primeras estadísticas del DPLA, publicadas en 1920, muestran que el DPLA de manera desproporcionada perseguía a los jóvenes negros, latinos y de color para arrestarlos.
En 1941, dos días después de que Japón bombardeara a Pearl Harbor, el DPLA comenzó a detener en redadas a cientos de residentes japoneses a los que calificó de “subversivos”, incluso antes de que el presidente Franklin Delano Roosevelt, un demócrata, ordenara su internamiento en campos de concentración.
En 1942, cuando se encontró el cadáver de José Gallardo Díaz cerca de una poza para nadar, los medios de comunicación lo tacharon de “Homicidio en la Laguna Soñolienta”, y azuzaron un furor contra “pandillas de muchachos mexicanos”, a los que les echaron la culpa por la muerte. El DPLA acorraló en redadas a 600 jóvenes latinos, arrestó a 59 y condenó a 17 sin que la fiscalía produjera ningún testigo definitivo o evidencia.
El 31 de mayo de 1943, 12 marineros y soldados blancos pelearon con algunos jóvenes pachucos: los pandilleros mexicanos y otros que adoptaron el modo de vestir huango “zoot suit” como señal de rebelión. Durante los siguientes días, cientos de soldados blancos recorrieron Los Ángeles en busca de estos jóvenes pachucos para atacarlos, en lo que se denominó los “Motines Pachucos”.
¿Qué hizo el DPLA? Se mantuvo al margen de los ataques a los pachucos, ¡y luego arrestó a 500 de ellos! El Los Angeles Times, que ayudó a crear la histeria anti-mexicana con informes de “olas de crímenes por mexicanos”, describió las “acciones” de los marineros como “una gran lección moral” para los “anormales” pachucos.
ALGUNAS REFERENCIAS ESENCIALES:
Mike Davis, Ciudad de cuarzo: Arqueología del futuro en Los Ángeles (Lengua de Trapo 2003), en particular el Capítulo Cinco, “El martillo y la piedra”.
“A History of the LAPD, 1900-1965: Historic Racial and Class Repression throughout the 20th Century Leading to the Creation of SWAT by the LAPD following the Watts Unrest of 1965” [Una historia del DPLA, 1900-1965: Represión histórica de razas y de clases a lo largo del siglo 20 que condujo a la creación de SWAT por el DPLA a raíz de los disturbios de Watts de 1965], Clinton Clad-Johnson, tesis de cuarto año para el Dr. Juan Gómez-Quiñones.
“The Raid That Still Haunts L.A.” [El asalto que todavía persigue a Los Ángeles], Los Angeles Times, 14 de marzo de 2001.
Edward J. Escobar, “The Unintended Consequences of the Carceral State: Chicana/o Political Mobilization in Post-World War II America” [Las consecuencias sin querer del estado carcelario: movilización política chicana en los Estados Unidos de la post Segunda Guerra Mundial], Journal of American History, junio de 2015.
Crimen Yanqui Caso #66: “La ‘guerra contra las drogas’: 1970 hasta el presente”, revcom.us, 12 de marzo de 2017.
John Johnson, Jr., “How Los Angeles Covered up the Massacre of 17 Chinese” [La manera en que Los Ángeles cubrió la masacre de 17 chinos], LA Weekly, 10 de marzo de 2011.
Crimen Yanqui Caso #67: “1848-1900: La brutal explotación y cruel opresión de los inmigrantes chinos”, revcom.us, 19 de febrero de 2017.
1. Durante el proceso contra de los Panteras arrestados, se reveló que dos informantes encubiertos del DPLA (Melvin “Cotton” Smith y Louis Tackwood) habían estado en la sede del PPN y le habían dado el croquis de la oficina al DPLA y fabricaron “inteligencia” de que adentro se almacenaban armas militares, lo que se Aprovechó para justificar el asalto.
La rama angelina del PPN fue sometida a más asaltos policiales que cualquier otra rama en todo Estados Unidos. Entre ellos figuran:
- El 1º de enero de 1969, el asesinato del Capitán Franco (Frank Diggs) en Long Beach.
- El 9 de enero de 1969, John Huggins y Alprentice “Bunchy” Carter, líderes del BPP en Los Ángeles, fueron asesinados a tiros por miembros de la Organization US (Esclavos Unidos), un grupo nacionalista reaccionario dirigido por Ron Karenga, durante una reunión en la UCLA (Universidad de California-Los Ángeles), para hablar de la formación de una Facultad de Estudios Negros. Estos asesinatos fueron el resultado de las acciones del COINTELPRO (Programa de Contra-Inteligencia) contra el BPP. No se sabe si el DPLA jugara un papel en ellas. Vea, Crimen Yanqui Caso #42: COINTELPRO — el FBI pone en la mira a la lucha por la libertad negra, 1956-1971, revcom.us, 30 de abril de 2018
- En mayo de 1969, el DPLA realizó 56 arrestos de 42 Panteras.
- El 8 de septiembre de 1969, una unidad armada del DPLA allanó el programa de desayunos gratis para niños de los Panteras en Watts.
- El Pantera Bruce Richards fue herido y el Pantera Walter Toure Poke fue asesinado en un tiroteo con el DPLA el 10 de octubre de 1969.
- Geronimo Pratt fue arrestado en 1970 y luego condenado de cargos chuecos por el asesinato de una maestra de escuela de Santa Mónica, basado en el testimonio de un informante del DPLA, y fue recluido en prisión más de dos décadas.
- En noviembre de 1970, el DPLA allanó la guardería infantil del PPN angelino, apuntando armas contra los niños y dando una paliza al Pantera a cargo. [volver]
2. El entonces gobernador californiano Ronald Reagan dijo que esperaba que se propagara un brote de botulismo entre los pobres que recibieran la comida. [volver]
3. Los LA4 (los 4 de Los Ángeles). A raíz de la rebelión, una de las principales formas en que las autoridades intentaron atacarla fue la persecución a los LA4: cuatro jóvenes negros acusados del ataque contra el camionero blanco Reginald Denny en la Florence y Normandie. Mientras el juez, el fiscal y los principales medios de comunicación intentaron meterlos en prisión bajo cargos falsos, el jurado no se conformó y emitió veredictos de no culpable por casi todos los cargos. En un acontecimiento heroico, cuando el propio Denny se subió al banco de los testigos, pidió que no les diera una condena de cárcel y expresó cierta comprensión real de lo que suscitó la rebelión. El Los Angeles Times citó a Denny: “Todos necesitan respeto.... Y tan pronto como se toma a un grupo de personas, y se les pone en un estante y se dice que no valen, pues déjenme decirles que ellas cuentan para muchísimo.... Es duro decir lo que esos tipos han soportado”. El PCR se unió con una amplia gama de personas para montar una campaña para defender a los LA4. “¡Libertad para los LA4+! ¡Defender la Rebelión de los Ángeles!” y “¡Basta ya de la brutalidad racista de la policía!” fueron dos de los lemas. “20º aniversario de la Rebelión de los Ángeles: ¡Se justifica la rebelión contra la injusticia!”, revcom.us, 22 de abril de 2012. [volver]