En mis escritos y discursos, he enfatizado repetidamente la importancia de buscar la verdad por medios científicos, y de seguir la verdad hasta dónde lleve —de aplicar el método científico para aprender continuamente sobre la realidad, desde muchas fuentes diferentes, que incluyen a las personas que están en desacuerdo con nuestra razón de ser— a fin de transformar la realidad de manera positiva, al servicio de los intereses de la humanidad.
Los revcom siempre ansiamos enterarnos de cualquier problema o deficiencia concreta en lo que estamos haciendo, de modo que podamos hacer el trabajo aun mejor para la revolución la que se necesita con tan urgencia. Estamos firmemente a favor de serias discusiones, debates y luchas de principios sobre las ideas (la lucha ideológica), especialmente sobre los problemas arraigados y la situación crítica que enfrentan las personas en Estados Unidos y por todo el mundo, y sobre cuál es la respuesta a esto. Hay muy pero muy poco de esto, y estamos trabajando activamente para superar esa situación — para promover serias discusiones, debates y luchas ideológicas de principios sobre estas cuestiones cruciales.
Pero la acusación de que nosotros somos un “culto” no tiene nada que ver con la realidad, no es de ninguna manera una expresión de desacuerdos de principios, y no contribuye nada positivo a serias discusiones y debates sobre cuestiones cruciales.
En algunos casos esta acusación se deriva en parte de la ignorancia — de desconocer en realidad qué representamos. Pero, si desconoces esto, más vale que te enteres, y no simplemente escuchar —y repetir— necedades ignorantes al respecto. Y una cantidad muy pero muy grande de personas se aferran a una ignorancia deliberada — evitando adrede enterarse de lo que estamos diciendo y haciendo en concreto, al mismo tiempo que propagan rumores y mentiras sobre esto. Cualquier persona que realmente quiera conocer lo que representamos, y por lo que estamos trabajando, fácilmente puede enterarse viendo El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! y visitando revcom.us, donde obras mías y otros materiales dejan muy claro lo que estamos diciendo y haciendo concretamente. Estamos aplicando —y continuamente estamos trabajando y luchando para ganar a cada vez más personas a que asuman y apliquen— un método y enfoque científico (nada parecido a un “culto”), en impulsar una revolución real para barrer con este sistema opresivo y destructor del capitalismo-imperialismo, que causa tanto sufrimiento horrendo e innecesario, no solamente para las masas de personas en Estados Unidos sino para las masas de la humanidad a nivel internacional, y el que representa una creciente amenaza a la existencia misma de la humanidad.
Pero también existe cobardía de parte de algunas personas que hacen esta acusación ridícula de “culto”: es una forma de decir que no tienen corazón para luchar por algo que realmente vale la pena; una forma de buscar (o inventar) “deficiencias” en lo que somos, de modo que no tengan que correr riesgos para hacer algo que realmente lidiara con la terrible situación a la que están sometidas tantas personas y la profunda crisis que la humanidad enfrenta y tiene que transformar radicalmente. Es una forma de evitar el trabajo, la lucha —y sí, el sacrificio— que se requiere para tener una oportunidad real, por fin, de hacer caer este sistema atroz y así contribuir al objetivo de poner fin a toda la opresión, explotación, degradación y la destrucción del medio ambiente — de emancipar a la humanidad de todo esto.
Y debe quedar en evidencia quién es que más se beneficia de esa calumnia simplona de “culto”. Son los de arriba — aquellos que gobiernan en este sistema, que infligen tanto sufrimiento a las masas de personas, en todas partes, con una crueldad tan terrible y un salvajismo brutal. Están determinados a seguir haciéndolo, y se contentan mucho en ver que se propagan calumnias y mentiras sobre las personas quienes se proponen con seriedad poner un fin a todo esto y quienes están trabajando activamente para hacerlo.
Como dije al principio, los revcom estamos determinados a continuar aprendiendo más, a fin de responder aún mejor al enorme desafío que enfrentamos — de impulsar una revolución real, y organizar fuerzas para ella. Y estamos trabajando para promover serias discusiones, debates y luchas ideológicas en torno a los problemas arraigados y la situación crítica que enfrentan las personas en Estados Unidos y por todo el mundo, y sobre cuál es la respuesta a esto.
Que toda persona que no quiera quedarse enmarañada en la ignorancia con respecto a semejantes cuestiones cruciales, y que se niegue a rebajarse al nivel mezquino y sucio de hacer acusaciones de “culto”, explore con seriedad lo que estamos diciendo y haciendo y participe en el proceso crucial de bregar con lo que realmente se requiere para lidiar con la situación que la humanidad ahora enfrenta de manera urgente.