La dirección comunista se da esencialmente a través de la línea en oposición al método burocrático burgués, y a diferencia de las jerarquías y líderes que dan órdenes y solitos inventan "ideas brillantes" y las imponen a los demás, y cuando hay problemas, ellos son los que deciden cómo manejarlos. Esos no son nuestros métodos, porque nuestro método de dirección es esencialmente basarse en la línea. La dirección se concentra en la línea y la línea se concentra en la dirección. Dirigimos a través de la línea. Es decir, llevamos a examinar las contradicciones que se presentan y junto con los demás buscamos los medios de manejarlas en el contexto de la realidad general. Eso es lo que significa basarse en la línea y así es esencialmente cómo dirigimos, en oposición al método de inventar ideas al antojo e imponerlas a los demás.
Mao dijo que para dirigir lo esencial es manejar ideas y utilizar bien a los cuadros, lo cual no significa ser idealistas ni andar dando órdenes, sino aplicar la línea de masas en el partido y con las masas. Es decir, tomar las ideas de las masas y aplicar nuestra ideología científica del marxismo-leninismo-maoísmo (MLM) para concentrar lo correcto de sus ideas, sistematizarlas, y unirse con las masas y perseverar para aplicar las líneas y medidas que formulamos por medio de ese proceso. Y utilizar bien los cuadros no significa "usarlos" en el sentido burgués sino desencadenarlos y ayudarlos a tomar iniciativa.
Con relación al aspecto de manejar ideas, quiero mencionar algo que Ardea Skybreak escribió en el artículo "Las ideas y la lucha por descubrir la verdad"1, que escribió con el propósito de estimular reflexión y análisis. Señaló que las ideas y el trabajo en la esfera de las ideas tiene sus propias "leyes" o dinámica. Es necesario entrar propiamente a esa esfera, aunque la práctica es, en última instancia, la fuente de todas las ideas y determina su veracidad; es la prueba definitiva, por decirlo así. He aquí otra relación dialéctica, otra expresión de la relación entre la teoría y la práctica. Para dirigir un movimiento revolucionario, hay que entrarle a la esfera de las ideas, y no solamente con relación directa a los problemas prácticos del movimiento, aunque eso es sumamente importante. También hay que abarcar una gran variedad de temas y reflexionar sobre toda clase de cuestiones.
Y eso está relacionado con el principio que recalca el Borrador del Programa2 de nuestro partido sobre la importancia de ideas y cuestiones de teoría que no están ligadas de forma directa a las tareas políticas y prácticas inmediatas. Hay que tener un sentido profundo del movimiento práctico y desenvolver constantemente la dialéctica práctica-teoría-práctica, pero la teoría no es ni debe reducirse a teorías ligadas directamente a la práctica y los problemas prácticos e inmediatos.
Trabajar con las ideas
Mao habló de tener un espíritu poético, lo cual tiene aplicación en muchos sentidos, en un sentido amplio, y también respecto a cómo trabajar con las ideas. Es preciso abarcar una muy amplia gama de cosas, pues trabajar con las ideas tiene su propio proceso y dinámica.
Una de las contradicciones profundas que tenemos que superar por medio de la revolución proletaria es que la sociedad capitalista y la sociedad dividida en clases, con su milenaria división de trabajo opresiva, ha excluido en gran parte a las masas del proceso de trabajar con las ideas. Fundamentalmente, solo podemos superar esto con la conquista del poder por el proletariado y la transformación revolucionaria de la sociedad bajo su gobierno, pero no podemos esperar hasta entonces para empezar a barrer esa división. La vanguardia del proletariado tiene que ayudar a los militantes y las masas en general, sobre todo las más conscientes, a aprender a trabajar con ideas como parte de preparar al proletariado y las masas para gobernar y revolucionar la sociedad. Y, como mencioné antes, por esta razón muy importante, entre otras, el Obrero Revolucionario dedicó un número entero a la cuestión de la evolución y publicó una serie de artículos sobre el tema: las masas tienen que aprender el método científico, tienen que aprender a aplicar concretamente el materialismo dialéctico a muchas esferas, para librar las luchas de hoy y para prepararse para transformar toda la sociedad en el futuro cuando conquisten el poder. Tienen que aprender a bregar con las ideas.
Desde luego, los artículos sobre la evolución son muy pertinentes a luchas y cuestiones políticas e ideológicas decisivas, particularmente (pero no solo) en Estados Unidos. Pero, además, aplican e ilustran principios metodológicos básicos. Y en ese sentido me interesó mucho el informe sobre una conversación con un partidario, un profesional negro que dijo que le gustó mucho el hecho de que, aparte de las polémicas contra los creacionistas, los artículos "no son políticos". Me pregunté: ¿qué querrá decir por "no son políticos" y por qué le gustó eso? Y creo que lo que quería decir es que no son "instrumentalistas", o sea, que la política no dicta la ciencia; más bien los artículos parten de la realidad y con el método científico analizan un aspecto importante de ella (la evolución y el evolucionismo versus el creacionismo). Y eso en parte es lo que se necesita para dirigir. Quizá también quería decir que la serie no "mete a la fuerza" el tema del marxismo, sino que es una aplicación viva del método y la cosmovisión marxista al tema de la evolución, y una ilustración de cómo aplicar ese método en general. Ese es un aspecto necesario de dirigir. Hay que trabajar con las ideas en general y no solo con la teoría política comunista, la economía política marxista, etc., por importantes que sean. Hay que cultivar la flexibilidad necesaria para pensar creativamente sobre toda manera de cosas, sobre las cuestiones políticas del día, pero sin limitarse a ellas.
Pero, repito, existe una profunda contradicción porque las masas han sido excluidas en gran parte del mundo de las ideas por la división de trabajo opresiva y en general, la dinámica de la sociedad capitalista y su papel en ella. Todo eso les dificulta pensar en importantes cuestiones políticas, sociales, culturales y científicas, y hasta les dificulta pensar en el pensamiento, por decirlo así. En cambio, nosotros queremos y necesitamos que piensen en el pensamiento y que breguen con todo tipo de cuestiones en una gran variedad de esferas. Y a pesar de la "dinámica normal" del sistema capitalista y las acciones de la clase dominante que suprimen ese tipo de pensamiento y hacen muy difícil que las masas oprimidas piensen crítica y creativamente, de todos modos lo hacen. Hay muchos ejemplos en el trabajo del partido y la sociedad en general de masas oprimidas que bregan con todo tipo de cuestiones profundas de política, filosofía, cultura, ciencia, etc. Y cuando se les plantea el reto (porque esas cosas no son fáciles y no pueden reducirse a fórmulas simplistas) de entrarle a ese tipo de cuestiones y se les presentan de una manera que entienden, más de unas cuantas le entran con ganas y entusiasmo.
Volviendo a los artículos sobre la evolución en el OR, varios informes mencionan que han sido muy populares con los jóvenes (los universitarios, pero no solo ellos) y que los presos y otros oprimidos también le entran al tema con interés. Un informe relata una conversación con un inmigrante que dijo: "No quiero creer en la evolución porque si creyera eso, para mí la vida no tendría sentido". Ese comentario llevó a una larga conversación y al final como que cambió de opinión, pues debido a las tradiciones y el adoctrinamiento religioso creía que la vida debe tener un propósito trascendental decretado por dios. ¿La vida tiene un propósito? Sí. Pero ese propósito se lo damos los seres humanos (y en realidad cada cual le da su propio propósito, y estos propósitos son muy variados y a veces encontrados). No existe un propósito trascendental y metafísico decretado por dios. El propósito lo determina cada cual, y hay ideas encontradas y lucha sobre qué debe ser, lo cual es una manifestación de los intereses y puntos de vista de varios grupos y clases en la sociedad. Y en todo eso hay mucho que es muy vivo y vital.
Aunque excluyan a las masas de mil maneras de estas cuestiones, hay una lucha constante contra eso, y una y otra vez las plantean y bregan con ellas. La verdad, dichas cuestiones tienen una gran atracción para las masas y le entran con mucho entusiasmo, sobre todo cuando se les presentan de forma clara e imaginativa. Incluso los pandilleros de "hueso colorado" a veces dejan de lado su onda y les entran a todo tipo de cuestiones importantes, o sea, cuestiones de su propia experiencia, de la sociedad y hasta de la naturaleza de la realidad en sí. Y esto brota a pesar de los esfuerzos constantes por sofocarlo. Debemos nutrirlo, estimularlo y desarrollarlo por su importancia ahora y especialmente para el futuro. Es una parte esencial de dirigir a las masas.
Todo eso está relacionado con el principio de que trabajar con las ideas, en el sentido más amplio, es un aspecto esencial de lo que somos y de cómo tenemos que dirigir a las masas para que se vuelvan líderes y activistas revolucionarios conscientes. Debemos tener una comprensión profunda del movimiento práctico y un elemento importante de nuestra orientación es tomar el tiempo, o sea, "crear un espacio", para prestar atención a todo tipo de cuestiones y debatirlas. Es preciso tomar en cuenta las grandes cuestiones estratégicas aun cuando estemos metidos intensamente en el trabajo y en la lucha de masas, con todas las contradicciones que hay que abordar en ese contexto. Es importante crear un espacio en la rutina cotidiana, por importante que sea y pese a toda la atención que tengamos que dedicarle, pues no queremos que se vuelva sofocante ni que perdamos de vista las cuestiones estratégicas ni su conexión con la lucha de hoy. Y por importantes que sean las cuestiones políticas, además de ellas tenemos que entrarle a las grandes cuestiones como el papel del arte en la sociedad, la naturaleza del universo y por qué es cómo es. Claro, uno podría divorciar todo eso de su base materialista, "clavarse en la textura" y perderse en un laberinto de ideas, lo cual no sería bueno, pero sí es bueno "clavarse en la textura" de las ideas sin olvidarse del materialismo
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Como recalqué en "Empeñarse en la revolución, promover la producción"3, otro aspecto importante de nuestros métodos es que siempre debemos estar "interrogándonos" a nosotros mismos y escuchando y aprendiendo de las críticas, observaciones e ideas de otros. Marx dijo que la revolución proletaria avanza por medio de levantarse tras las derrotas y aprender de los errores. "Los ejércitos derrotados aprenden bien", como dice el dicho, y tenemos que aplicarlo, en el sentido amplio, y también aplicar el principio de que los ejércitos victoriosos lo hagan. (Desde luego, esto tiene aplicación general y no solamente a ejércitos).
No debemos aprender solamente cuando la regamos, aunque siempre es una buena oportunidad para aprender. También tenemos que aprender cuando todo sale bien, porque en esos momentos tampoco debemos seguir la onda de la espontaneidad ni poner el "piloto automático". Debemos buscar nuestras deficiencias y corregirlas y superarlas sin perder de vista los avances ni la importancia de aprovecharlos para lograr mayores avances. Y siempre debemos escuchar a los que opinan que andamos mal. No vamos a aceptar lo que dicen si no estamos de acuerdo, digo, si no nos convencen, no tenemos por qué aceptar la crítica en sí, pero debemos escuchar las críticas aun cuando todo esté saliendo muy bien. De hecho, ese es un principio muy importante relacionado con el principio que recalca la Declaración del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) sobre la importancia de defender y aplicar nuestros principios básicos, pero aplicarlos creativamente y con la mente abierta. Es muy necesaria la orientación de aprender, de querer aprender en todo momento, aun cuando vamos muy bien, de escuchar con la mente abierta cuando nos "interrogan" y interrogarnos a nosotros mismos.
Ninguna de las dotes de liderazgo o de comunista es innata ni mucho menos se hereda. Todo eso se aprende, aunque no de un solo golpe. Desarrollarse como comunista, igual que todo, es un proceso que se desenvuelve a través de olas o espirales y coyunturas críticas en que se plantean grandes retos y hay que dar saltos y hacer rupturas. Cada cual tiene sus propias experiencias personales que se dan en el marco de experiencias sociales, y por eso tiene sus propios puntos fuertes y débiles. Nuestra orientación con los líderes, y con los cuadros y las masas, es reunir todos los factores positivos, como dijo Mao, y ayudar a todo mundo a fortalecer los puntos fuertes y superar los puntos débiles, reconociendo que lógicamente no todos tendremos los mismos puntos fuertes y débiles ni sería posible ni deseable vivir en un mundo así. De plano, ese tipo de mundo es imposible, pero si fuera posible, sería muy gacho.