Así que, adentrémonos más en lo que tenemos que hacer ahora. Volvamos al punto crucial de que necesitamos tener seriedad y ciencia. El enfoque y método científico lleva al entendimiento de que la base para la revolución no se encuentra en lo que la mayoría de las personas están pensando o haciendo en este momento (o en cualquier momento dado) sino en las contradicciones profundas y determinantes de este sistema —lo que los “5 ALTOS” concentran y todo el terrible sufrimiento al cual este sistema somete a millones, y miles de millones, de personas— lo que no se puede eliminar dentro de este sistema. Pero esta revolución no se hará “por arte de magia” ni simplemente a causa de los sufrimientos que este sistema inflige a la gente. Es preciso hacer preparativos conscientes y sistemáticos para la revolución, de aquí en adelante, con cada vez más personas, primero miles y al final millones, a las cuales se atraiga e incorpore en las filas organizadas de la revolución para trabajar activamente para esta revolución. CÓMO PODEMOS GANAR explica el plan y los medios para cómo podemos hacer esto realidad.
Primero, es importante entender que, si bien es cierto (como he dicho en EL NUEVO COMUNISMO) “que la revolución no se puede hacer y no se hará simplemente difundiendo la idea de la revolución por ahí, y quizás recibiendo algunas respuestas positivas” — “me gusta”. Al mismo tiempo, sin embargo, también es cierto que difundir el mensaje sobre esta revolución en sí puede ser trabajo revolucionario muy importante — una parte importante de construir el movimiento para la revolución. La realidad es que, entre los que realmente necesitan saber de esto, incluidos los que más desesperadamente necesitan esta revolución, muy pocos siquiera han oído de ella — y viven según la creencia que este mundo, tal como es, es el único posible, y para muchos esto significa que, además de estar sometidos a la continua brutalidad, degradación y tormento, los asfixian la falta de esperanza. Elevar la vista de las personas a la posibilidad de un mundo radicalmente diferente no solamente puede darles esperanzas, sobre una base científica, sino también puede despertar a una fuerza potencialmente poderosa para la revolución que podría convertir esta esperanza en una realidad. Por estas razones: “Es preciso que estemos en una misión de correr la voz, de dejar que la gente conozca que tenemos la dirección, la ciencia, la estrategia y el programa, y la base para organizar gente para una revolución emancipadora y real”. Cabe repetir la importancia de lo que enfaticé anteriormente sobre los grandes puntos fuertes que sí tenemos — y además lo que aún hace falta: las masas de personas “que sufren lo peor de la vida infernal bajo este sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por este sistema”, a las cuales hay que atraer e incorporar, ola tras ola, y desarrollar como revolucionarios conscientes y líderes revolucionarios.
Difundir el mensaje, especialmente al hacerlo en compañía de otros de una manera planeada y sistemática, puede ser un paso importante para sumarse a las filas organizadas de la revolución y participar en el proceso de construir la revolución. Un siguiente paso crucial para hacer esta revolución es que, “Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución”. Organizarse en las filas de la revolución significa actuar juntos con otros de una manera unificada, como una fuerza organizada, guiada por el plan estratégico y la dirección para la revolución, construir la revolución entre más amplias masas de personas, y al mismo tiempo adentrarse más en los principios, métodos y objetivos de esta revolución, lo básico de los cuales está concentrado en los “Puntos de atención para la revolución”. Una forma esencial de organización revolucionaria son los Clubs Revolución, que viven según los “Puntos de Atención”, los propagan y luchan por ellos. El núcleo de los Clubs Revolución son las personas con un profundo compromiso con la revolución que siguen de cerca la dirección del Partido Comunista Revolucionario, que tiene la base, en el nuevo comunismo, para dar la dirección general para la revolución; pero los Clubs Revolución también deben hacer trabajo entre números crecientes de personas que empiecen a conocer la revolución y activar su participación. Los Clubs Revolución son un medio “donde la gente puede participar y actuar en poderosa representación de la revolución, de manera organizada, a la vez que vaya aprendiendo más sobre la revolución y dé pasos adelante hacia el camino de ingresar al Partido”.
Hay que construir, y expandir —y vincular— en todas partes de Estados Unidos, redes de personas que trabajan juntas para difundir el mensaje de la revolución y organizar gente en ella. En regiones donde el Partido y los Clubs Revolución aún no han establecido una presencia organizada, o en circunstancias donde las personas aún no tienen contacto directo con esa presencia organizada, pero se han enterado de los principios y objetivos centrales de la revolución, deben conectarse con otros y activar a los que es posible atraer en torno a esos principios y objetivos centrales; deben conectarse con la dirección central de la revolución para obtener ayuda y orientación para organizar un Club Revolución entre las personas que están atrayendo a la revolución, según los “Puntos de Atención para la Revolución”, del folleto CÓMO PODEMOS GANAR y posteados en revcom.us. Un “eslabón vinculante” crucial en todo esto es el sitio web revcom.us y el periódico Revolución del Partido, que “desenmascaran claramente los crímenes de este sistema, analizan con ciencia por qué no es posible reformarlo, y dan orientación y dirección para que la gente trabaje de manera unificada por la revolución”. En todo lo que hagamos, hay que tener claramente en mente, y propagar audazmente, que, estemos donde estemos, y sea como sea el tamaño de nuestras fuerzas en un momento dado, hacemos todo esto como parte de un movimiento nacional, juntos con gente en otras partes del país, con el objetivo de impactar a toda la sociedad y construir una revolución para derrocar el sistema entero, con el mundo entero en mente.
Un principio y método importante al organizar gente en la revolución es el entendimiento de que, si bien la revolución requiere un compromiso serio, el nivel de compromiso, en cualquier momento dado, “en esencia corresponde a cuáles aspiraciones han sido despertadas o han sido desarrolladas en las personas, y se basan en esas aspiraciones, y a lo que están llegando a comprender que se requiere en relación con eso”, y este compromiso “debe partir de lo que se ha ganado a las personas mismas a reconocer (sí, las que se ha ganado por medio de lucha, incluso a veces lucha aguda) como una contribución necesaria y esencial a la revolución”. La gente puede empezar con las tareas básicas que puede hacer sin dificultad y tener la confianza para hacerlas, las que contribuyen realmente a construir la revolución, y puede aprender a asumir más responsabilidad conforme tengan más experiencia y profundice su entendimiento. Lo importante es que son parte del proceso de construir la revolución, al lado de otras. Hay que tener claramente en mente estos principios y métodos y aplicarlos durante todas las etapas de la participación de la gente en la revolución, para capacitar el continuo desarrollo de su entendimiento y compromiso.
Un corto del discurso:
Bob Avakian — Lo que tenemos que hacer ahora, Primera parte (en inglés)
Un corto del discurso:
Bob Avakian — Lo que tenemos que hacer ahora, Primera parte (en inglés)
Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución
Un discurso de Bob Avakian
En dos partes en inglés: