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BOB AVAKIAN 
REVOLUCIÓN #55: 
¡NO al fascista Trump! ¡NO al Genocida Joe! ¡Que se vaya el maldito sistema!

En los mensajes del Cincuenta y Uno al Cincuenta y Cuatro, examino algunas experiencias históricas cruciales de la revolución comunista, y la aplicación de los principios y métodos básicos de la estrategia revolucionaria y las tácticas revolucionarias, al abordar por qué llegó a ser necesario votar por Biden en 2020 — y por qué estaría muy mal y perjudicial votar por Biden (o Trump) en las elecciones del año en curso (2024). Ya que esos mensajes abarcan mucho, y abordan varias contradicciones complejas, lo que sigue es un resumen de las cuestiones esenciales.

* Pueden darse momentos y situaciones en los que es necesario, en el curso de trabajar por una revolución real, adoptar políticas y tomar acciones que están en unidad con fuerzas burguesas y reaccionarias, o que objetivamente las apoyan o ayudan. No obstante, hay que hacerlo de manera que no se abandone la orientación estratégica de trabajar por la revolución, sino que más bien maneje las contradicciones de una manera que en realidad sí haga avanzar la revolución en general. Hablé de esto en el mensaje número Cincuenta y Dos.

* En las circunstancias extraordinarias de 2020, llegó a ser necesario, como una táctica, votar por Biden en aquellas elecciones, para impedir que justo en ese momento se consolidara más el fascismo, el cual representaba Trump y al cual él estaba al frente (quien perdió las elecciones pero luego casi logró dar un golpe de estado para permanecer en el poder). Abordo esto en particular en el mensaje número Cincuenta y Tres.

* En el mensaje número Cincuenta y Cuatro, abordo por qué estaría terriblemente mal y muy perjudicial votar en las elecciones venideras del año en curso:

Votar en las elecciones en esta ocasión no significaría simplemente implementar una vez más el ritual repetido de votar por el “mal menor” de los demócratas (o, en el caso de algunas personas, de hecho votar por el mal “mayor”, Trump, debido a una propia repulsión por Biden y los demócratas). Argumentar a favor de votar en estas elecciones, en esencia, convertiría en un principio dejarse caer en la trampa mortal de votar por este sistema (que en realidad es lo que representan estas elecciones). Reforzaría muchísimo la ya poderosa atracción —por mucho que las personas se alienen de este sistema y de las atrocidades que perpetra continuamente, y por mucho que hasta se levanten en resistencia en su contra— de nunca zafarse de los límites de este sistema, porque cada pocos años al participar en sus elecciones, se les atraerá a aceptar los términos de este sistema, y a “validar” sus monstruosos crímenes.

* Votar por Biden en esta ocasión no solamente estaría terriblemente mal según los principios y tendría consecuencias muy malas, sino que en la práctica no daría ninguna garantía de impedir que Trump tomara el poder. En esta ocasión, los republicanos están consolidados aún más firmemente en su unidad con Trump en que el único resultado aceptable de las elecciones venideras es la victoria para Trump — y que no se permitirá ningún otro resultado (una victoria por parte de Biden). Y continúan azuzando a una masa fanática de fascistas descerebrados en torno a esa posición básica.

* Para citar una parte crucial de un mensaje anterior (número Ocho):

[S]e está desgarrando el país en su conjunto debido a las divisiones que ya no se pueden tapar, y ya no es posible mantener la articulación de las cosas de la manera en que han estado articuladas durante generaciones.

Es muy probable que todo llegue a un desenlace y todo esté en el aire en el presente año, 2024, siendo las elecciones presidenciales de este año un eje agudo de las riñas entre los dos partidos de la clase dominante imperantes —los demócratas y los republicanos— una lucha que muy probablemente se zafe de todos los límites de la “forma habitual” en que ejercen el poder sobre el pueblo y mantienen en marcha el funcionamiento de todo su sistema mortífero.

* Esta situación general podría conducir a choques armados entre los dos sectores opuestos de la clase dominante, que incluso podrían convertirse en una confrontación militar a gran escala — un nuevo tipo de guerra civil. 

* Esta situación general afectará profundamente a todas las instituciones de este sistema, con la verdadera posibilidad de que se agrieten estas instituciones. Todas estas instituciones son ilegítimas — sirven para imponer este sistema monstruoso del capitalismo-imperialismo y sus continuos crímenes contra la humanidad y su destrucción de las personas y del medio ambiente, en Estados Unidos y en el mundo en su conjunto. La desintegración de estas instituciones contribuiría una dimensión muy favorable a la lucha por una revolución real.

* Retomando de nuevo del mensaje número Ocho:

Una profunda división de este tipo —y especialmente este antagonismo amargo entre los de arriba— no se ha visto en Estados Unidos desde la época de la Guerra Civil en los años 1860.

Éste no es un momento de tomar partido con un grupo de opresores u otro. Este es un momento poco común —una oportunidad muy poco común — una oportunidad que quizá ocurra únicamente una vez en la vida— una oportunidad de aprovechar las profundas divisiones entre los opresores gobernantes y hacer frente al sistema entero de ellos, con el fin de hacerlo caer todo, y erigir algo mucho mejor en su lugar.

* Todo aquel que odie las injusticas y atrocidades perpetradas constantemente tanto por los demócratas como por los republicanos, en su imposición de los intereses de este sistema del capitalismo-imperialismo, tiene que sumarse a nosotros —a los revcom (comunistas revolucionarios)— ahora y de manera continua, explicando con agudeza la realidad de lo que está pasando, y por qué, y dando vida a la revolución como la única solución positiva a todo esto; ganándose a masas de personas, de todos los sectores de la sociedad, para que rompan con todo este sistema y se conviertan en parte de las fuerzas organizadas que están trabajando activamente por esta revolución, desarrollando las bases para acometer toda la cosa, con una verdadera oportunidad de ganar.

* Llegar a formar parte de esa revolución y trabajar con urgencia por semejante revolución, ahora, es lo que se requiere para oponernos de manera realmente significativa tanto al fascismo desquiciado y peligroso representado por Trump, como al horror muy real representado por el Genocida Joe Biden y la violencia destructiva que él ha ejercido, y que amenaza con ejercer, en la imposición de los intereses depravados de este sistema. Trabajar activamente por esta revolución es el único medio para barrer este sistema en su totalidad, que es la fuente de la locura y el sufrimiento muy reales que todos estos políticos representan y buscan imponer, por medios verdaderamente monstruosos.

* Una vez más, para concentrar una cuestión básica de orientación estratégica y enfoque práctico en este “momento poco común” en que estamos viviendo ahora, cuando la revolución no solamente se necesita con urgencia sino que es realmente posible:

¡NO al fascista Trump! ¡NO al Genocida Joe! 
¡Que se vaya el maldito sistema!