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BOB AVAKIAN 
REVOLUCIÓN #85: 
El debate entre Trump y Harris — un loco peligroso contra una asesina en masa y encarceladora en masa “racional”.

Les habla Bob Avakian — REVOLUCIÓN — número Ochenta y Cinco.

En el debate del martes del 10 de septiembre entre Donald Trump y Kamala Harris, Trump volvió a destaparse como un lunático racista, perseguidor de inmigrantes, odiador de mujeres, destructor del clima, anticientífico y mentiroso serial patológico, mientras que, especialmente en contraste con Trump, Kamala Harris se mostró racional.

Pero, ¿qué quiere decir “racional” en el contexto de esforzarse por ser la Presidenta de Estados Unidos? Como he mostrado a lo largo de estos mensajes — y tal como he abordado específicamente en el mensaje número 81, al dejar en claro por qué no me postulo para Presidente, y no quisiera ser Presidente: ser el jefe de este sistema del capitalismo-imperialismo quiere decir ser un explotador cruel, y un opresor asesino de masas de personas. Quiere decir ser un destructor masivo del medio ambiente (nótese la forma en que Trump grita “¡A excavar, maldita sea, a excavar!” en busca de petróleo, mientras Harris se jacta de que, con Biden como Presidente y ella como vicepresidenta, Estados Unidos es el principal productor de petróleo del mundo).

Y quiere decir arrastrar a la humanidad hacia el borde del precipicio de la destrucción mediante el peligro de una guerra nuclear.

Todo ello con el propósito de mantener a Estados Unidos como la potencia capitalista-imperialista dominante del mundo y el saqueador número uno de la gente y del medio ambiente.

Esa es la verdadera “descripción del trabajo” del Presidente de Estados Unidos — jefe de este imperio estadounidense de explotación, degradación, opresión y destrucción masiva.

En los mensajes números 71, 72, 74, 75 y del 76 al 79, he mostrado cómo esto se aplica al Presidente actual, Joe Biden, y a la actual vicepresidenta, Kamala Harris, que ahora aspira a ser Presidenta. He mostrado que la descripción de asesina en masa, de palestinos y otros, y de encarceladora en masa —en particular de personas negras y latinas— refleja acertadamente lo que en realidad Harris ha sido en su “servicio” a este sistema y el papel dominante de este sistema en el mundo.

En cuanto a las venideras elecciones, en vista de que se ha revelado una vez más lo que Donald Trump de hecho representa, hay que decir que apoyar a Trump quiere decir ser apoyar a un ser humano verdaderamente vil. Y, por más horrible que sea Trump, apoyar a Harris y al Partido Demócrata quiere decir:

alistarse como cómplices dispuestos en la cruzada del capitalismo-imperialismo estadounidense para seguir siendo el explotador, opresor y saqueador número uno de la gente y del medio ambiente en el mundo, incluso a costa de poner en riesgo el futuro, y la existencia misma, de la humanidad.

Ni Harris ni Trump —ni ningún candidato a un cargo, especialmente a un “alto cargo”, bajo este sistema— siquiera podría hablar de emancipar a toda la humanidad: de poner fin a toda forma de explotación y opresión, por motivos de clase, raza, sexo y género, y superar todas las divisiones y conflictos por motivos de nacionalidad y país... debido a que todo eso es una parte integral de este sistema.

Es por eso que necesitamos con urgencia una revolución para derrocar y abolir este sistema entero y remplazarlo por un sistema fundamentalmente diferente y mucho mejor, que no tenga de base, que no se requiera la explotación despiadada y el monstruoso asesinato en masa y destrucción, los que tenga por objetivo eliminar por completo.

Así que, como dejé en claro en el mensaje número 81, por eso es que, en lugar de aspirar a ser una parte —y ni hablar el jefe— de este monstruoso sistema del capitalismo-imperialismo, estoy trabajando a diario, con todo a mi alcance, para dar la dirección que se necesita para esta revolución verdaderamente emancipadora, para crear este sistema fundamentalmente diferente y mucho mejor.

Y:

Los principios básicos y los lineamientos prácticos para este sistema se exponen concretamente en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Nortede mi autoría. Es este sistema fundamentalmente diferente en el que debemos insistir, y por el cual debemos luchar —aceptando nada menos— si de verdad queremos poner fin a toda la locura y el sufrimiento innecesario a los cuales están sometidas las masas de la humanidad, en Estados Unidos y en el mundo entero, y más bien emprender la marcha sobre el único camino posible y realista de emancipar a toda la humanidad.