Protesta fuera de un evento de Turning Point USA en la Universidad de California-Berkeley (UCB), 10 de noviembre de 2025. Foto: AP
El grupo fascista Turning Point USA (TPUSA) organizó un evento en el campus de la UCB el lunes 10 de noviembre. TPUSA fue fundado por el ideólogo y organizador fascista Charlie Kirk. Kirk fue asesinado el pasado mes de septiembre, y este evento tenía como objetivo promoverlo como un santo y mártir fascista. El asesinato de Kirk estuvo mal y fue perjudicial, pero eso no cambia el hecho de que él era un fascista.
Cientos de estudiantes y miembros de la comunidad protestan contra el evento de Turning Point USA en la UC-Berkeley.
Este evento se topó con una protesta airada, pero mayoritariamente no violenta, legal y políticamente esencial en la Universidad de California en Berkeley. Fue organizada tanto por grupos estudiantiles del campus como por grupos políticos de la comunidad, y representó un firme repudio a TPUSA y al fascismo.
Esta justa protesta se ha convertido en blanco de ataques, tanto de fascistas como de muchas voces tradicionales que buscan embellecen el fascismo. Al seguir su patrón de ceder ante este régimen fascista y reprimir la protesta y la libertad de expresión estudiantil, la propia universidad se suma a la represión.
Tuvieron precisamente la razón los cientos de estudiantes y miembros de la comunidad que corearon “¡Que se jodan los fascistas!”, “¡Fuera fascistas de Berkeley!” y “¡Que se largue Trump ya!” fuera del evento de TPUSA. Esta protesta, en su inmensa mayoría no violenta, asestó un duro golpe político a los fascistas y demostró con contundencia su impopularidad y la falta de control que tienen sobre los campus.
Protesta fuera de un evento de Turning Point USA en la Universidad de California-Berkeley, 10 de noviembre de 2025. Foto: AP
El ataque contra esta protesta por parte del régimen de Trump fue encabezado por la procuradora general Pam Bondi, quien afirmó que la protesta era obra de “antifa”, la calificó de “disturbios violentos” y declaró: “Miren a antifa en Berkeley. Eso podría ser apoyo material al terrorismo”. “Disturbios violentos” es una mentira total. “Antifa” no es una organización, sino una orientación hacia la oposición a los fascistas, racistas y otras formas de injusticia. Trump la ha designado oficialmente, de forma peligrosa, como una “organización terrorista nacional”. Cuando la procuradora general Bondi utiliza esa palabra, significa que el poder y la maquinaria represiva del gobierno se están utilizando para suprimir e intimidar a una amplia gama de la oposición.
Bondi inició de inmediato una “investigación” sobre la protesta a cargo del Grupo de Trabajo Conjunto contra el Terrorismo, dirigido por el FBI. Harmeet Dhillon, procuradora general adjunta de Estados Unidos, estuvo en Berkeley pocos días después de la protesta, “investigando”, según sus propias palabras, “la agresión de la turba y la intimidación violenta a los asistentes…”.
Los medios de comunicación “acostumbrados” locales, tanto de televisión como de prensa, también han desempeñado un papel perjudicial, presentando a Kirk y a TPUSA como si fueran personas decentes y contribuyendo a exagerar crudamente la supuesta violencia de la protesta. Todo esto dio credibilidad a las mentiras y amenazas difundidas por personas como Bondi. Los medios locales retrataron a TPUSA como si fueran simplemente “conservadores”, en lugar de como el pilar de un movimiento fascista. Y pocos artículos citaron alguna de las numerosas declaraciones fascistas escandalosas de Kirk. Todo esto contribuyó a encubrir y ocultar lo que realmente sucedía. Este tipo de cobertura apoya objetivamente el ataque del gobierno contra la universidad y la protesta.
Como ya dijimos, el asesinato de Kirk estuvo mal y fue perjudicial. Pero eso no cambia lo que Kirk fue en realidad: un líder y organizador de alto nivel de un movimiento fascista. El régimen de Trump está tan empeñado en silenciar y suprimir la libertad de expresión en los campus universitarios de todo el país, sin importarle la ley ni la constitución. Quieren usar el asesinato de Charlie Kirk para consolidar su control sobre los campus, donde ahora existe cierto espacio para el pensamiento crítico y la vida política progresista. Consideran esto una clave para controlar a toda la sociedad.
Los fascistas hacen mucha bulla sobre la forma en que Charlie Kirk se presentó en ocasiones como defensor del debate abierto en los campus universitarios, pero la verdad es que Kirk y TPUSA crearon una “Lista de Vigilancia de Profesores” y una base de datos en línea para “denunciar y documentar a los profesores universitarios que discriminan a los estudiantes conservadores y promueven propaganda izquierdista en las aulas”. La lista incluye a más de 300 profesores que han denunciado haber sido víctimas de doxeamiento, hostigamiento, amenazas de muerte reiteradas y despidos. La única “libertad de expresión” que defienden estas personas es la de sus propias ideas fascistas, y pretenden utilizar el estado para aplastar las opiniones disidentes.
Parte de la razón por la que TPUSA y los fascistas en general están concentrando sus esfuerzos en Berkeley se debe al legado del Movimiento Pro Libertad de Expresión (que surgió en otoño de 1964 y desempeñó un gran papel en hacer surgir el movimiento estudiantil de los años 1960). Los fascistas quieren reescribir y tergiversar la verdadera historia del Movimiento Pro Libertad de Expresión. Ese movimiento no se limitaba a la libertad de expresión en general (aunque sí se trataba de eso), sino que también incluía y se centraba específicamente en torno al derecho de los estudiantes a organizarse políticamente por los derechos civiles y en apoyo a los mismos; precisamente el tipo de derechos civiles que Kirk y sus compañeros fascistas (sobre todo, el propio régimen de Trump) han atacado y actuado para destripar. Como afirmó el líder revolucionario Bob Avakian: “Los fascistas de Trump y MAGA hubieran estado del lado de la Confederación esclavista en la Guerra Civil, en la lucha por mantener, y expandir, la esclavitud”. Y estos fascistas se proponen aplastar a todos aquellos los que tienen ideas que se oponen a esta pesadilla.
Cortesía de El Instituto Bob Avakian. Lea la versión en español aquí. Cortesía de El Instituto Bob Avakian
La Universidad de California en Berkeley afirma, como institución, defender con orgullo el Movimiento Pro Libertad de Expresión. Pero en lugar de una enérgica defensa de la libertad de expresión, y de los activistas atacados por un gobierno fascista, lo que hemos visto por parte de la administración en los últimos días es una vergonzosa sumisión ante el ataque fascista.
arrestos escandalosos, cargos por delitos mayores y fianzas de entre 10 y 20 mil dólares contra cuatro estudiantes que supuestamente intentaron decorar la entrada de la universidad Sather Gate con carteles y una instalación artística (un insecto de cartón) que se oponía a TPUSA.
El portavoz de la UC-Berkeley, Dan Mogulof, anunció que la universidad colaborará con el Grupo de Trabajo Conjunto contra el Terrorismo “para identificar a los agitadores externos responsables de intentar interrumpir el evento de TPUSA de anoche”. Al tomar prestado de la brutal historia de los alguaciles del Sur que atacaron al movimiento por los derechos civiles en la década de 1960, Mogulof califica a los grupos estudiantiles de la UCB y a grupos comunitarios como Voz Judía por la Paz, participantes en la organización de la protesta, como “agitadores externos”. En realidad, Turning Point llenaba el Salón Zellerbach con fascistas de MAGA de toda California y más allá, rebosantes de odio hacia los inmigrantes, las personas LGBTQ y los derechos básicos de las mujeres.
Esto representa una continuación y una profundización de la flagrante capitulación de la administración de la UCB ante Trump. Hace unos pocos meses, la universidad cedió ante las exigencias de Trump de expulsar de los campus a las personas que se oponían al genocidio en Palestina. La UC Berkeley admitió haber entregado los nombres de 160 estudiantes, personal docente y administrativo a la Oficina de Derechos Civiles del gobierno para una investigación por “antisemitismo” al estilo de una cacería de brujas. Esto constituye una violación de los derechos básicos y del tipo de pensamiento crítico que se supone que las universidades deben nutrir. En el lenguaje de Trump, “antisemitismo” significa cualquier crítica a los crímenes israelíes. En este momento, purgar a los campus de este “antisemitismo” es una medida extrema para suprimir el pensamiento crítico y la protesta disruptiva en general. Y se ha presionado fuertemente a las universidades de todo el país para que entreguen nombres, y permitan que el régimen fascista de Trump dicte lo que se puede enseñar en los campus.
Se han sostenido protestas contra la flagrante entrega de nombres en Berkeley y otros lugares. Estas protestas deben intensificarse, y es necesario apoyar a las protestas como la ocurrida en torno a Turning Point, así como defender a las personas y organizaciones que ahora están bajo ataque. Debemos exigir que la universidad como institución se niegue a doblegarse ante el fascismo de Trump y MAGA.
Debemos oponernos con firmeza a las maniobras fascistas para controlar los campus y a la capitulación de los administradores universitarios ante esto. Esta oposición debe integrarse a la lucha para derrotar al régimen de Trump. Apoyamos e instamos a otros a apoyar y unirse a la protesta masiva no violenta en Washington, D.C., iniciada por RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) y que ahora cuenta con una creciente coalición de organizaciones comprometidas a no cejar hasta que el régimen de Trump sea expulsado del poder.
Invitamos a todos a visitar Libros Revolución, donde contamos con una extensa colección de libros sobre el fascismo, tanto desde una perspectiva histórica como en Estados Unidos en la actualidad, junto con literatura sobre muchas cuestiones cruciales, como las obras del nuevo comunismo, desarrollado por Bob Avakian, sobre por qué necesitamos una forma de vida completamente nueva, un sistema fundamentalmente diferente.
Plaza Sproul, Berkeley, 14 de noviembre de 2025. Foto: Revolution Books, Berkeley
Charlie Kirk — en sus propias palabras
Cuatro personas fueron arrestadas por delitos mayores por colgar carteles en Sather Gate que de manera prominente incluían citas de Charlie Kirk y un llamado a protestar durante el evento de TPUSA. Aquí les presentamos tan sólo algunas de las citas donde Kirk explica, con sus propias palabras, quién era:
Mujeres negras: En referencia a Joy Reid, Michelle Obama, Sheila Jackson Lee y Ketanji Brown Jackson por ser “nombradas gracias a la acción afirmativa”, Kirk dijo, “A ustedes les falta la capacidad cerebral de procesamiento para que les tomen en serio de verdad si no fuera por eso. Tuvieron que robarle la oportunidad a una persona blanca para que les tomaran tantito en serio”.
Pena de muerte y ejecuciones públicas: “A propósito, mi otro problema con la pena de muerte — tarda mucho… Se debe hacer en público. Debe ser rápido. Y debe ser televisado… ¿Creen ustedes que los niños deberían tener — que deberían verlas? ¿Cuál es la edad — a cuál edad se debería empezar a presenciar ejecuciones en público?”
Mujeres y feminismo: “Más mujeres jóvenes deben casarse a una edad más temprana y empezar a criar hijos. Eso de la mujer soltera es una de las cuestiones más grandes ante una civilización”.
“Es materialmente una locura creer que una de cada cinco mujeres estadounidenses será violada en su vida… lo que significa que están echando mentiras sobre su violación, están echando mentiras sobre su asalto sexual”.
Lapidar a las personas gay: “Pues, quizá quieras dar un vistazo a esa Biblia tuya. En una parte menos citada de la misma parte de la escritura, en Levítico 18 dice que, “tú que te acuestas con otro hombre te matarán a pedradas”. Pos ¡ahí está! Enton’, Srta. Rachel, cuando citas Levítico 19… el capítulo anterior afirma la ley perfecta de Dios en lo que se trata de asuntos sexuales”.
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