
El año pasado, la Junta de Supervisores de Los Ángeles publicó un informe que decía que los Centros de Detención Juvenil de Los Ángeles no eran “aptos para la habitabilidad juvenil”. O sea, que las condiciones eran tan malas que no se debería obligar a los jóvenes vivir allí. Restringían físicamente a los jóvenes, los encerraban en aislamiento, lo que se considera la tortura para los adultos, ni hablar de para los jóvenes. Les impidieron salir de su cuarto para usar el baño, lo que los llevó a guardar cartones de leche para tener donde mear. Tan solo en diciembre de 2022, casi 300 personas han presentado una demanda contra el Departamento de Libertad Condicional del Condado de Los Ángeles por agresión sexual generalizada entre 1970 y 2018, alegando repetidas violaciones, violencia sexual y amenazas de aumento de sentencia si los jóvenes se resistían o hicieron denuncias.
Después de permitirlos meses para solucionar los problemas, se suponía que iba a haber una inspección la primavera pasada para dar seguimiento al informe del año pasado. Con el fin de evadir la inspección, los cerdos del Departamento de Libertad Condicional que dirigen estas cárceles se apresuraron a transferir a 140 jóvenes a otra instalación, dejando a los padres sin saber dónde estaban sus hijos. El Departamento de Libertad Condicional no se preocupó por la salud y el bienestar de los jóvenes bajo su custodia; le preocupó que más de su mierda saliera a la luz. Esto empeoró la situación para los jóvenes, intensificando la violencia.
¿Y la respuesta de los cerdos? Encierros repetidos donde los jóvenes no pueden salir de sus celdas durante días y días. Se cancelaron la escolarización y las visitas de familiares y abogados. La situación se volvió más caótica y peligrosa para los jóvenes, quienes comprensiblemente se rebelaron contra unas condiciones tan degradantes y un trato brutal.
En los meses siguientes, docenas y docenas de estos cerdos se ausentaron del trabajo “enfermos” durante días o semanas, preocupados por su propia comodidad y seguridad. Aquellos que no se ausentaron respondieron con más violencia, usando spray de pimienta gratuitamente contra estos jóvenes. En el primer semestre de 2022, el spray de pimienta se utilizó cuatro veces más que el primer semestre de 2021, y en los meses entre junio y septiembre de 2022 se utilizó más de 230 veces. Hombres y mujeres adultos están empleando agentes químicos para someter a niños y adolescentes, agentes químicos destinados a infligir dolor y ardor en los ojos y la piel, lo que provoca la asma y ataques de tos y pueden ser mortales.
A cada paso, con cada nueva crisis, la respuesta de este sistema es redoblar la violencia y el terror contra estos jóvenes.
