Los expertos en salud y medio ambiente han advertido hoy de un nuevo y peligroso contaminante, del que se dice que provoca delirios en masa. En un comunicado de prensa en el que emite su máximo nivel de alerta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que “las NPB han provocado que personas por lo demás normales pierdan sus cabales”.
El SNPB, que significa Síndrome de Necedades Políticas de Biden, se liberó en el aire la semana pasada durante el transcurso de la cumbre mundial sobre el clima. Una portavoz de la OMS, la Dra. Delphi Pukka, señaló que el plan propuesto por Biden durante esta cumbre se basa en tecnologías que ni siquiera existen o están en su infancia, y supone decisiones en las industrias que irían directamente en contra de la necesidad de las empresas capitalistas de mantener la mayor tasa de ganancias posible. Todo lo anterior mientras se mantiene una cultura de consumismo parásita, que es posible gracias a la continuación de la dominación de todo el planeta por parte de las fuerzas armadas estadounidenses, que son también el contaminador institucional número uno del mundo.
Incluso al aceptar todo ello, lo que Pukka advirtió que ninguna persona decente debería aceptar a menos que cayera presa del temido síndrome TARUGADA*, el plan no haría mella de importancia en la catástrofe global. “No hay tiempo que perder —insistió Pukka— y algo menos que la verdad podría llevar a la extinción de la especie humana”.
Sin embargo, gente como Bill McKibben, el influyente activista ambiental y escritor, se mostró partidario del plan. Pukka negó con la cabeza, citando el artículo de McKibben en el New Yorker justo después de la cumbre climática de Biden, en el que afirmaba que “es lo suficientemente grande” y que “para hacerlo realidad, él [Biden] va a necesitar del movimiento que nos ha llevado a este punto”. McKibben concluyó su apreciación de la promesa climática de Biden: “Esto es una verdadera inyección de energía, y va a tener que durar”.
“O bien se trata de un simple autoengaño, y lo que es peor, de un engaño, o bien el hombre ha perdido los cabales debido a este nuevo y peligroso contaminante”, dijo Pukka, sacudiendo la cabeza. “Todavía no lo sabemos, pero creo que los datos confirmarán que, de una forma u otra, el SNPB ha desempeñado un papel muy perjudicial en este triste asunto. Y lo que es aún peor, no está a solas: personas que en su día dieron la voz de alarma, como el escritor David Wallace-Wells, salen ahora en la televisión por cable para decir que el plan de Biden es ‘increíblemente ambicioso’ y para afirmar que los gobiernos y los líderes empresariales por todo el mundo están ahora ‘viendo los beneficios económicos... cuanto más rápido actuemos’ para resolver el problema del cambio climático”.
Al cerrar la conferencia de prensa, la Dra. Pukka concluyó que “puede tratarse de un caso de personas como McKibben y Wallace-Wells que se entregan a una manera de pensar ilusoria, incapaces de enfrentarse a la verdadera profundidad del problema y temiendo la solución necesariamente extrema de una revolución que es la única que puede resolverlo. Es fácil culpar a la SNPB, pero para personas cuya pretensión de autoridad se basa en la defensa de la ciencia, nada justifica, con el aumento del nivel de los mares y los incendios forestales, que NO se reconozca la verdad. Esperemos que al menos algunos de los que padecen el síndrome recuperen pronto los cabales. Tenemos algunas pruebas de que la toxina quizá sea contagiosa si no se le haga frente rápidamente”.
Mientras tanto, ella insta a que se les practiquen intervenciones a McKibben, Wallace-Wells y otras víctimas del SNPB.
* El síndrome TARUGADA, que sigue suponiendo una grave amenaza en torno a la epidemia de la Covid-19, tal y como se documentó en estas páginas en el otoño de 2020, se refiere a Tonto Autocomplaciente Reactivo Unitario General Anal Destructivo Americano. Inicialmente aclamado por sus propiedades tranquilizantes, se ha desarrollado un consenso global de que para que sobreviva la humanidad, se debería eliminar este mal y sus causas subyacentes. [volver]