Durante el último año, Israel ha obligado a casi toda la población de Gaza a emprender marchas forzadas repetidamente hacia las llamadas “zonas seguras”, que son campos de exterminio en los que no hay recursos para sobrevivir. La gente lucha por sobrevivir en frágiles tiendas de plástico en el frío y húmedo invierno de Gaza.

Los palestinos de Gaza están sometidos a una constante tortura psicológica, persecución y hostigamiento por parte de drones omnipresentes. En cualquier momento puede caer un misil, una bala o una bomba israelí suministrada por Estados Unidos. La situación de los 75.000 palestinos atrapados en el norte de Gaza es mucho peor. Israel ha convertido el norte de Gaza en una zona de fuego libre.

La limpieza étnica de la región cisjordana de Palestina por parte de Israel se está acelerando ferozmente, llevada a cabo por “colonos” supremacistas judíos rabiosamente racistas, junto con las fuerzas armadas israelíes.

El hambre, las enfermedades y la tortura como armas de genocidio

En medio de la devastación impuesta por la destrucción israelí de las granjas, las pesquerías y las panaderías de Gaza, Israel ahora ha cortado la entrada de ayuda alimentaria a Gaza a un mínimo histórico desde poco después del 7 de octubre de 2023. La gente está comiendo hierba y alimento para animales y bebiendo agua del mar (que es venenosa) en un intento de comer algo.

Israel ha destruido sistemáticamente el sistema de salud de Gaza. Lo único que queda son unos pocos hospitales muy dañados, sin suministro eléctrico fiable, suministros ni personal para funcionar de una forma con sentido. Y las carpas médicas improvisadas están totalmente abrumadas por una población herida, enferma y hambrienta.

Incluso en un mundo capitalista regido por las ganancias, es posible proporcionar tecnología médica, medicinas y técnicas modernas en Gaza con los recursos que están disponibles para las agencias de ayuda. Pero Israel utiliza bombas, tanques, misiles y asesinatos de trabajadores humanitarios para impedir eso. Como resultado, las amputaciones de emergencia se llevan a cabo en entornos llenos de gérmenes sin anestesia. Las mujeres dan a luz sin ninguna ayuda en aulas escolares hacinadas. Los profesionales médicos intentan vivir con la terrible realidad de que toda su formación no significa nada cuando Israel está destruyendo sus instalaciones y les niega medicamentos y herramientas para curar a la gente.

Israel ha proscrito el único canal eficaz para distribuir ayuda alimentaria, la agencia de ayuda humanitaria de la ONU, UNRWA, lo que hace que sea extremadamente difícil la organización del envío de alimentos a Gaza. En Gaza, el ejército israelí persigue sistemáticamente a las autoridades civiles que intentan gestionar y mantener el orden en los lugares de distribución de alimentos, lo que garantiza que toda la ayuda que llegue a Gaza caiga en manos de pandillas que venden los alimentos a precios exorbitantes en el mercado negro.

Campos de exterminio en el sur, zona de fuego libre en el norte

Casi toda la población de Gaza ha sido obligada a marchar repetidamente hacia las llamadas “zonas seguras”. Los han dejado morir de hambre, los han fusilado y los han sometido a enfermedades que se transmiten vía las aguas residuales donde juegan los niños. Los drones que rastrean cada uno de sus movimientos, y llevan a cabo asesinatos, llenan el aire con sonidos que se describen como cortacéspedes amplificados. En cualquier grupo de palestinos, una persona ha perdido a un hijo, a un padre o madre, a un vecino.

El norte de Gaza es una zona de fuego libre. Los bombardeos israelíes y su maquinaria excavadora de suelo siguen arrasando el norte de Gaza y disparando contra todo lo que se mueva. Israel ha cortado incluso la sádicamente exigua cantidad de ayuda que permite llegar al sur. El hipermilitarizado “corredor Netzarim” ha amurallado la sección norte de la diminuta Gaza. Este “corredor” es una zona de preparación de ataques militarizados de cuatro km de ancho que recorre los 6.5 km de ancho de la Franja de Gaza. ¡Eso es una séptima parte de todo el territorio de Gaza! Cientos de edificios cercanos, incluidos un hospital y una universidad, fueron demolidos con excavadoras para despejar el espacio para él.

Un oficial militar israelí retirado le dijo al New York Times que muchos de los líderes militares de Israel ahora creen que Gaza será ocupada por colonos judíos y anexada a Israel. Al señalar el corredor de Netzarim, dijo: “Es por eso que están construyendo todo esto”.

Destruir la educación y la cultura para destruir a un pueblo

Israel ha destruido metódicamente las escuelas de Gaza, haciendo estallar los edificios, masacrando a los estudiantes y matando a la gente que buscaba refugio seguro en esas escuelas administradas por la ONU. Casi 700.000 niños en edad escolar de Gaza han estado privados de la educación primaria y secundaria, de una oportunidad de aprender, jugar, socializarse y recibir una comida.

Israel ha destruido todas las universidades y escuelas técnicas de Gaza¹. El historiador Rasheed Khalidi le dijo a la NBC News: “Cuando destruyen ese tipo de instituciones, no están luchando contra Hamas, están luchando contra la existencia de los palestinos. Están luchando contra su capacidad de tener una memoria, de tener registros y de recibir una educación”.

El ejército israelí ha asesinado a docenas de figuras académicas, científicas e intelectuales en Gaza. Yo conocía a una de ellas. En 2014 organicé un evento en Libros Revolución en la ciudad de Nueva York con el educador, autor y editor Refaat Alareer, como parte de una gira de presentaciones de libros por Estados Unidos que dirigió Refaat, junto con varios jóvenes colaboradores de su antología Gaza Writes Back. Él y sus estudiantes exploraron los estantes y las exhibiciones de Libros Revolución con una entusiasta curiosidad. En su colección de ensayos, Refaat se esforzó especialmente por dar voz a las jóvenes escritoras de Gaza, que se enfrentan a muchas capas de opresión. Cuando leí que Israel bombardeó la casa de él, con las bombas suministradas por Estados Unidos, y lo asesinó a él y a su familia, temblé de lágrimas y furia.

La intensificación de la limpieza étnica en Cisjordania

Durante décadas, la región cisjordana de Palestina ha estado sitiada por colonos ilegales armados rabiosamente sionistas y por el ejército israelí. Desde el 7 de octubre, los palestinos en Cisjordania han estado sometidos a una limpieza étnica terrorista feroz, constante y creciente.

En la actualidad existen más de 140 asentamientos israelíes oficiales en Cisjordania y Jerusalén Oriental. Son ilegales según el derecho internacional, pero Israel los reconoce oficialmente. También hay más de 200 asentamientos “no oficiales” armados por el gobierno israelí. La violencia contra los palestinos en Cisjordania ha aumentado de forma progresiva, incluidas las misiones de bombardeos de la Fuerza Aérea israelí.

Crímenes facilitados por Estados Unidos

Cada uno de los horrorosos crímenes sobre los que usted acaba de leer, y muchos otros, han contado con armamento, financiación, cobertura y justificación por parte de la administración Biden y Harris.

Desde el 7 de octubre de 2023, Estados Unidos ha inyectado casi 18.000 millones de dólares en “ayuda” militar a Israel, lo que incluye proyectiles de artillería, tanques y bombas “antibúnkeres” de 900 kilos que se utilizan para arrasar edificios residenciales enteros y sus alrededores. Además, las propias fuerzas armadas estadounidenses han desplegado miles de millones de dólares en operaciones para facilitar directamente el genocidio de Israel en Gaza.

Una y otra vez, cuando Israel destruye un hospital, asesina a trabajadores humanitarios, queda al desnudo por manejar una serie de cámaras de tortura masivas contra los palestinos sin ninguna pretensión del debido proceso, corta la ayuda, mata a periodistas… el Departamento de Estado de Estados Unidos saca el mismo pretexto: Estamos trabajando con nuestros socios israelíes para investigarlo y estamos a la espera del informe de los israelíes.

Estados Unidos ha bloqueado repetidamente las resoluciones de alto el fuego en las Naciones Unidas, ha bloqueado el procesamiento a líderes israelíes por crímenes de guerra y se ha opuesto a las conclusiones de genocidio por parte de organismos mundiales.

YA es hora de DETENER EL GENOCIDIO

El auge de lucha poderoso e inspirador contra el genocidio israelí apoyado por Estados Unidos en cien campus universitarios en todo Estados Unidos (y más allá) tocó una fibra sensible para los gobernantes estadounidenses. Cuestionó la legitimidad del apoyo político, financiero, militar y diplomático de Estados Unidos al genocidio israelí contra el pueblo palestino. E impulsó a mucha gente a buscar y conocer la verdad sobre el estado de Israel: que era y es sobre todo un estado de asentamientos neocolonial, que hoy sirve a los intereses de la dominación imperialista estadounidense de la región.

El imperio contraatacó con arrestos, suspensiones, listas negras, el doxeamiento y despidos. Y los gobernantes estadounidenses azuzaron un intento coordinado de presentar a todas y cada una de las protestas contra el sionismo como si fueran antisemitismo. Esta mentira confunde la oposición política a un estado basado en la supremacía judía con el odio al pueblo judío como un pueblo.

El régimen fascista entrante de Trump y MAGA amenaza con un “infierno sobre la tierra” en Gaza cuando tome el poder. Sea cual sea la forma que adopte ese “infierno sobre la tierra”, hay que tomar en serio esa amenaza. Y la gente en Estados Unidos, en las entrañas de la bestia, debe responder. YA es hora de que la gente decente de todo el mundo exija un FIN al apoyo de Estados Unidos al genocidio de Israel en Gaza y Cisjordania.