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No sabes lo que crees que “sabes” sobre…

La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro

Entrevista con Raymond Lotta

Actualizado

Nota de la redacción: Esta entrevista y la cronología de “La VERDADERA historia del comunismo” se han actualizado de las versiones que aparecieron originalmente en revcom.us, para que correspondan a la nueva versión ampliada del libro electrónico en inglés. El libro electrónico en inglés está disponible en Insight Press.

La VERDADERA historia de 
la revolución comunista

(Cronología ilustrada)

La efímera Comuna de París de 1871, la revolución rusa de 1917 a 1956 y la revolución china de 1949 a 1976 eran titánicos levantamientos de los “esclavos” de la sociedad de ese tiempo contra sus “amos”. Ante adversidades y obstáculos increíbles y durando lo que constituye un nanosegundo de la historia humana, estas revoluciones realizaron cosas asombrosas — y cambiaron el curso de la historia humana. Por primera vez, se despejó la larga noche de tinieblas de la humanidad — el período en que la sociedad ha estado dividida entre el explotador y el explotado, entre el opresor y el oprimido. Se inició el proceso de forjar una forma de sociedad completamente nueva.

Índice

 

No es de sorprenderse que calumnien al comunismo

Bob Avakian

 

Entrevista con Raymond Lotta

 

Capítulo 1: Introducción

Las mentiras de la opinión común

Necesitamos una revolución y un mundo completamente nuevo

 

Capítulo 2: El primer amanecer — La Comuna de París

Marx saca la lección esencial de la Comuna: Necesitamos un nuevo poder estatal

 

Capítulo 3: 1917 — La revolución abre paso en Rusia

Lenin y el crucial papel de la dirección comunista

Un poder de nuevo tipo

Cambios radicales: Las mujeres

Cambios radicales: Las nacionalidades minoritarias

Las artes

José Stalin

La construcción de una economía socialista

La lucha en el campo

Cambiando las circunstancias y cambiando el modo de pensar

Un punto de viraje: El aplastamiento de la revolución en Alemania y el ascenso al poder de los nazis

Errores y reveses

Un punto de orientación

Dos contradicciones de distinto tipo

Una relación crucial: Avanzar la revolución mundial, defender el estado socialista

 

Capítulo 4: China — Una cuarta parte del género humano escaló nuevas alturas de la emancipación

Nace una revolución

China en vísperas de la revolución

La movilización de las masas para transformar la sociedad entera

Una pregunta sin resolver: ¿Cuál rumbo para la sociedad?

El Gran Salto Adelante

Un camino sensato y racional de desarrollo

La verdad acerca de la hambruna

 

La Revolución Cultural: El mayor avance de la emancipación humana hasta ahora

El peligro de que la revolución dé marcha atrás

El desencadenamiento de la juventud para iniciar la Revolución Cultural

La naturaleza contradictoria del socialismo

“Se trataba de una revolución de verdad”

Debates de masas, movilizaciones de masas, críticas de masas

Las “nuevas cosas socialistas”

“Naturaleza humana” y cambio social

El envío de los intelectuales al campo

¿Qué está mal con la “historia según las reminiscencias”?

La última gran batalla de Mao

 

Capítulo 5: Hacia una nueva etapa de la revolución comunista

Bob Avakian desarrolla una nueva síntesis del comunismo

Las lecciones de la Revolución Cultural y el avance más allá de la misma

Al mundo le hace falta la nueva síntesis de la revolución comunista

 

Notas

 

Apéndice: Dos ensayos sobre la epistemología

“¿Pero cómo sabemos quién está diciendo la verdad sobre el comunismo?”

Un lector responde a “¿Qué está mal con la ‘historia según las reminiscencias’?”

 

Capítulo 1 — Introducción

La gente necesita la verdad sobre la revolución comunista. La PURA verdad. En un momento en que la gente se levanta en muchas partes del mundo entero y buscan salidas, a ESTA alternativa se le declara inaceptable. En un momento cuando cada vez más personas se inquietan por el futuro y plantean grandes preguntas sobre ello, a ESTA alternativa se le calumnia y se le difama constantemente, al mismo tiempo que se les niega a sus defensores una oportunidad de responder. Es urgente que se respondan las preguntas y se diga la VERDAD sobre la revolución comunista —la verdadera salida de los horrores que la gente sufre hoy día, y los aún peores que les esperan mañana. Para hacerlo, el periódico Revolución hizo arreglos para que Raymond Lotta fuera entrevistado por diferentes grupos de personas en diferentes partes del país, y otras personas le mandaron preguntas. Lo siguiente es una versión editada y sintetizada que parte de esas entrevistas, además de agregar otro material nuevo después de concluirse las entrevistas.

Pregunta: Te he oído hablar sobre la “primera etapa” de la revolución comunista. ¿Exactamente, a qué te refieres?

Raymond Lotta: Estamos hablando de un parteaguas de cambios en la historia humana, los primeros intentos en la historia contemporánea de construir sociedades libres de la explotación y la opresión. Específicamente, estamos hablando de la breve Comuna de París de 1871, la revolución rusa de 1917 a 1956 y la revolución china de 1949 a 1976. Eran levantamientos titánicos de los “esclavos” de la sociedad contemporánea contra sus “amos”. Pretendieron crear una comunidad de la humanidad, una sociedad basada en el principio de “de cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades”, en la que ya no existan divisiones sociales por las cuales unas personas reinan sobre otras y las oprimen, robándoles no sólo de los medios para una vida digna sino también del conocimiento y los medios para conocer plenamente el mundo y actuar para cambiarlo.

Nunca se habían dado transformaciones tan radicales y de tanta envergadura respecto la organización de la sociedad y el manejo de la economía, en la cultura y la educación, en las relaciones entre las personas, y en el modo de pensar y el sentir de las personas, como en esas revoluciones. Contra casi toda probabilidad y ante obstáculos gigantescos, y en lo que equivale a un nanosegundo en la historia humana, esas revoluciones lograron cosas asombrosas —y cambiaron el curso de la historia humana. Nunca antes se había reventado de manera tan contundente el mito de una naturaleza humana que no cambia —según la cual las personas “naturalmente” son egoístas y que algunas personas nada más dominan “naturalmente” a otras. 

Durante esas pocas décadas, parecía a punto de nacer un mundo mejor. Como se plantea en El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, por primera vez se despejó “la larga noche… de miles de años de tinieblas para la gran mayoría de la humanidad” —en la que la sociedad está dividida entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos— y empezó a cuajarse una forma completamente nueva de sociedad1.

 

Las mentiras de la opinión común

Pregunta: Pero “lo que todo el mundo sabe”, es decir la opinión común, es que esas revoluciones no eran liberadoras, pero sí extremadamente autocráticas, que pisoteaban los derechos del pueblo… que eran utopías que se convirtieron en pesadillas.

RL: Sí, eso es “lo que todo el mundo sabe”, debido a la distorsión y tergiversación sistemáticas, basado en un sinfín de mentiras sobre lo que trataban esas revoluciones: qué pretendían en realidad, qué lograron, qué retos y obstáculos concretos los confrontaban.

Ahora bien, la gente es consciente, a cierto grado, de que le han mentido sistemáticamente sobre cosas como de que los “armas de destrucción masiva” eran el pretexto para la guerra en Irak. Y no estamos hablando de unas declaraciones erróneas o mentiritas secundarias… la guerra en Irak causó la muerte de cientos de miles de personas y el desplazamiento de millones.

Sin embargo, demasiadas personas que se consideran “pensadores críticos” aceptan fácilmente “lo que todo mundo sabe” sobre el comunismo. Hay que decirlo bien claro: la clase dominante y los guardianes intelectuales del estatus quo han emprendido un asalto ideológico incansable contra el comunismo… por el periodismo popular, los llamados estudios eruditos, autobiografías que trafican en la “autenticidad de la experiencia personal”, películas, etcétera.

Desde hace varios años, he participado en un proyecto llamado “Pongamos las cosas en claro”, respondiendo a esas distorsiones y trayendo al pueblo la verdad sobre esas revoluciones. Por ejemplo, en 2009 y 2010, hice una gira universitaria, y una cosa que hicimos fue poner mesas en los campus universitarios con un “examen sorpresa” respecto a los datos básicos sobre las revoluciones comunistas2.

Bueno, los estudiantes sacaron resultados pésimos. Eso es una vergüenza, no sólo por lo que indica sobre la educación universitaria… sino, de mayor importancia, porque se está prohibiendo a la gente un conocimiento crucial de cómo el mundo podría ser radicalmente diferente, podría ser un lugar mucho pero mucho mejor, donde los seres humanos podrían florecer de verdad.

Hay mucho en juego, concretamente, es relevante y urgente ahora mismo.

 

Necesitamos una revolución y un mundo completamente nuevo

Pregunta: ¿Qué quieres decir con eso de “mucho en juego”?

RL: Fíjate en el estado del mundo… las guerras injustas, la pobreza y la abrumadora desigualdad, la opresión y degradación tan atroz de la mujer. La crisis medioambiental se acelera y no hacen nada para detenerla. La clase capitalista imperialista en el poder… la que detenta el poder, reforzándolo con violencia… la que controla la economía mundial y los recursos del mundo… esta clase y el sistema sobre el cual preside nos han impulsado sobre una trayectoria que pone en peligro los sistemas de equilibrio ecológico que apuntalan la vida misma del planeta.

La gente responde, especialmente la nueva generación. Se han dado importantes inicios de protesta y rebelión: el levantamiento generalizado en Egipto en 2011, los movimientos Ocupar, los jóvenes desafiantes en Grecia y España y los recientes levantamientos en Brasil y Turquía. La gente está poniéndose de pie. Está buscando y midiendo soluciones y filosofías. Varios programas y puntos de vista políticos han ganado influencia y seguidores: “los movimientos sin liderazgo”, “la democracia de verdad”, “anti-jerarquía”, anti-estado y “horizontalismo”, “democracia económica” y cosas por el estilo.

Pero, la única solución que se descarta sin más ni más es la revolución comunista. Sin embargo, es precisa y únicamente la revolución comunista la que puede lidiar concretamente con los problemas de la sociedad y el mundo que causan tanta agonía entre la gente… la que puede realizar las aspiraciones más elevadas que han impulsado a la gente a protestar.

Estamos viendo el precio de las implicaciones de la falta de una dirección, visión y programa comunistas.

Miremos Egipto. Las masas heroicamente derrocaron al régimen de Mubarak. Eso parecía, en la superficie, un cambio dramático. Pero quedaron en el poder las fuerzas armadas, los títeres del imperialismo, y la gente queda forzosamente encerrada entre dos alternativas inaceptables: el fundamentalismo islámico o una que otra variante de la democracia occidental al servicio del imperialismo. La idea de un movimiento “sin liderazgo” que de alguna manera podría crear un cambio fundamental se ha revelado como una ilusión y un impedimento peligrosos y perjudiciales3.

Pregunta: Pero, dicen que Lenin y Mao nada más tomaron el poder por un grupito. ¿Cómo respondes a esa acusación?

RL: Lenin4 en 1917 en Rusia, y luego Mao5 en China, dirigieron partidos que por su parte dirigieron a millones y luego decenas de millones de personas en unas revoluciones que enfrentaron los problemas más profundos de la sociedad. Aplicaron y desarrollaron la teoría del comunismo científico desarrollado por primera vez por Carlos Marx6. Dicha ciencia pone al descubierto la fuente de la explotación y miseria en la sociedad — la división de la sociedad en clases en que, sobre dicha base, un pequeño grupo de personas monopoliza la riqueza y controla la sociedad. Además, demuestra la manera en que se podría arrancar todo eso de raíz y eliminarlo en lo fundamental, mediante una revolución al servicio de los intereses de la clase explotada de hoy, el proletariado, y con la participación de dicha clase como base más sólida.

Los partidos que Lenin y Mao forjaron y dirigieron, lograron dos cosas: Primero, dirigieron a las masas a hacer revoluciones… a derrocar al viejo sistema. Segundo, dirigieron a la gente a establecer nuevas estructuras que capacitaron a las masas para que empezaran a responsabilizarse de gobernar la sociedad y transformarla… de iniciar el proceso de abolir todas las relaciones de explotación y opresión y todas las instituciones e ideas que corresponden a dicha relaciones y las refuerzan.

Marx había descubierto la posibilidad de un nuevo amanecer emancipador y liberador para la humanidad. Insistió en que eso tendría que ser, en última instancia, obra de las mismas masas. Las revoluciones mencionadas encarnaron esa visión.

Al mismo tiempo, no se podía hacer eso sin una dirección —una dirección científica y visionaria. Aprender esa lección se pagó en sangre en la primera gran iniciativa de hacer una revolución —la Comuna de París.

Capítulo 2: El primer amanecer — La Comuna de París

Pregunta: ¿Podrías decirnos más sobre la Comuna de París?

Raymond Lotta: La Comuna de París ocurrió en 1871, durante los últimos días de una guerra entre Francia y Alemania. Los parisinos habían sufrido terriblemente… un desempleo generalizado, la carencia de alimentos y la devastación por la guerra. El 18 de marzo, se levantaron contra su “propio” gobierno. La Guardia Nacional Parisina, que contenía influencias radicales, se rebeló… y unos sectores de la ciudad se unieron en una insurrección. La Guardia tomó las oficinas municipales de la mayoría de los distritos de París y ejecutó a dos generales del gobierno francés del período de guerra.

Una semana más tarde, la Guardia Nacional organizó nuevas elecciones municipales. Se creó un nuevo gobierno, que fue la Comuna. Lo constituyeron socialistas, anarquistas, marxistas, feministas, demócratas radicales y otras tendencias.

Inmediatamente, la Comuna abolió las antiguas fuerzas del orden (la policía). Estableció reformas sociales radicales: la separación de la iglesia del estado, puso la educación profesional a la disposición de las mujeres y fondos de jubilación para las solteras; y canceló muchas deudas. La Comuna estableció centros donde los desempleados podían encontrar empleo. También, permitió que los sindicatos y cooperativas obreras tomaran y manejaran las fábricas abandonadas por los capitalistas durante la guerra. Permitió a los inmigrantes obtener la plena ciudadanía.

Pero no se trataba solamente de una nueva administración que tomaba medidas progresistas. Pretendieron crear un nuevo modo de gobernar, un tipo de sistema gubernamental diferente.

Pregunta: ¿Qué quieres decir con eso?

RL: Los Comuneros, como se les llamaban, trataron de crear un sistema político que representara los intereses y las necesidades de los obreros, los pobres de la ciudad y los de abajo… los cuales habían vivido oprimidos durante tanto tiempo, privados del acceso al poder político. Además, pretendieron crear una forma de gobernar que operara muy diferentemente al sistema burgués: que los administradores tuvieran que rendir cuentas ante el pueblo que los eligió; pretendieron simplificar el gobierno y vincularlo más directamente a la vida tumultuosa de las masas populares.

Pregunta: He conocido a unos anarquistas que dicen que se basan en la Comuna de París, que esta es su modelo. ¿Qué tendría de equivocado eso?

RL: Bueno, había unos problemas, pero uno muy grande. Los Comuneros habían prendido eso en París —y lo que estaban haciendo era increíble, excepcional— pero no habían derrocado decisivamente el viejo orden explotador ni destruido por completo el poder del viejo estado. De hecho, los altos jefes políticos y las fuerzas militares del viejo gobierno francés habían huido hasta las afueras de París, a una zona llamada Versalles.

Pues, el comité central de la Comuna concebía lo que estaban haciendo como una rebelión municipal y que podían mantenerse en París. Los Comuneros tenían la idea de que, al crear la Comuna, este modelo, y su creatividad en el espacio ahora liberado de París, se convirtiera en el ejemplo que seguir para el resto del país. Pero ese análisis no fue el correcto.

La clase dominante francesa no se conformó con su derrota inicial y aún contaba con el poder para hacer cumplir su voluntad… especialmente en las fuerzas armadas regulares.

Ya para mayo, ese gobierno reaccionario de Versalles había reunido un ejército de 300.000 soldados. El 21 de mayo, el ejército volvió a París para aplastar la Comuna. Los Comuneros opusieron una resistencia heroica. No obstante, las fuerzas militares arrasaron sus barricadas callejeras y terminaron por masacrar de 20.000 a 30.000 parisinos… solamente en el curso de una semana. Se hizo famosa la última resistencia en que los comuneros quedaron atrapados contra el muro de un cementerio. De ahí se suscitó una ola de ejecuciones7.

 

Marx saca la lección esencial de la Comuna: Necesitamos un nuevo poder estatal

Carlos Marx apoyó a la Comuna con gran entusiasmo. Tras su derrota, analizó científicamente su importancia y sus lecciones. Señaló que la Comuna estaba anunciando un tipo de estado completamente nuevo, la dictadura del proletariado —que los Comuneros no estaban simplemente tomando la máquina del viejo estado y tratando de utilizarla de manera progresista. Pero también señaló que una de las deficiencias fatales de la Comuna de París fue que no marchó sobre Versalles ni hizo añicos desmantelando por completo la máquina del viejo estado, concentrada en el ejército permanente del viejo orden. También señaló que la Comuna no desmanteló ni se apropió de los activos del Banco de Francia, que estaba financiando el reagrupamiento del viejo régimen y su ejército en Versalles.

Marx mostró que todo estado, en su esencia, era una dictadura de la clase dominante en la sociedad. O sea, pueden existir algunas formas de democracia, pero siempre y cuando la sociedad esté dividida en clases, el ejército, la policía y el poder ejecutivo reforzarán los intereses de la clase dominante —lo que hoy quiere decir la clase capitalista imperialista. Repito, una lección clave de la Comuna fue que es necesario destrozar y desmantelar dicho poder estatal… es necesario reemplazarlo con un nuevo sistema de poder estatal, la dictadura del proletariado. Es decir, hay que desmantelar las fuerzas armadas del viejo sistema, y establecer un sistema económico y social completamente nuevo —hay que crear un nuevo poder estatal capaz de hacer cumplir la voluntad de los oprimidos y explotados8.

Además, la Comuna tenía otro punto débil: no tenía la dirección necesaria para analizar, confrontar y actuar sobre los retos concretos que enfrentaba. No tenía una dirección que se basara en un conocimiento científico de lo que se requiere para derrotar la contrarrevolución y lo que se requiere para seguir de ahí y transformar la sociedad… pues, a forjar una economía nueva y un sistema social nuevo.

La Comuna era ese avance inspirador e histórico-mundial para la humanidad oprimida. En ese momento efímero de la Comuna se encuentra el embrión de una sociedad comunista sin diferencias de clase ni opresión social9.

Fue Lenin el que aplicó las lecciones de la Comuna y dirigió la revolución rusa que creó el primer estado socialista del mundo.

Menos de 50 años después de la derrota de la Comuna, se da una revolución mucho más amplia y profunda… en Rusia. Como acabo de decir, Lenin sacó lecciones de la Comuna y desarrolló el análisis de la necesidad de una dirección de vanguardia. Porque el hecho es que… una razón fundamental de por qué la Comuna no podía consumar su increíble potencial fue la falta de una dirección unificada. Algunas personas exaltan esa misma falta de la Comuna. Pero la falta de una dirección fue una de las razones por las cuales los Comuneros fueron aplastados… y ¡eso no es ningún motivo para exaltar!

Pregunta: Pero lo que estás diciendo va contra toda esta concepción —pienso en el tipo de movimientos que has señalado, como Ocupar— de que un liderazgo sumamente organizado asfixia a la gente. 

RL: Sí, eso está ahí, en pleno apogeo, y es profundamente erróneo. Lenin desarrolló la concepción científica de la necesidad de un partido de vanguardia basándose en dos comprensiones críticas. Una, que, a partir de sus propia experiencia cotidiana de lucha… las masas populares no pueden desarrollar espontáneamente la conciencia revolucionaria y la comprensión científica de cómo está estructurada y funciona la sociedad y las formas, las únicas formas, en que puede ser transformada radicalmente. Miremos Egipto. La gente ha sido realmente valiente en levantarse, pero se tienen todas esas ilusiones sobre los militares egipcios. Se necesita liderazgo para llevar esta comprensión a las masas populares. Sobre la base de esta comprensión, las masas pueden ser desencadenadas para transformar conscientemente el mundo —y esto es parte de lo que ha sido demostrado por la historia que vamos a abordar. Hacer la revolución requiere ciencia. La revolución requiere pasión, intrepidez, valentía, y energía creativa. Pero eso por sí mismo no transformará el mundo… sin una comprensión científica de lo que conlleva hacer la revolución y emancipar a la humanidad.

Pregunta: ¿Y el otro punto?

RL: La necesidad de un liderato centralizado. Para realmente capacitar a las masas para superar los obstáculos y lo que el enemigo va a lanzar en contra, en particular su fuerza militar. Y para poder abrirse paso a través de los altibajos, incluyendo las maniobras y engaños de la clase dominante en una crisis revolucionaria, y dirigir al pueblo a realmente derrocar el viejo orden y pasar a una sociedad revolucionaria. Se necesita un enfoque estratégico y la capacidad estratégica para aunar toda la creatividad y determinación de las masas. Cuando la gente se libera de la “rutina normal” y levanta la cabeza, ¿a dónde va a llevar todo esto? La cuestión del liderato es decisiva. Y veamos, no es que haya tal “falta de liderato”. Algún programa y alguna fuerza, representando diferentes intereses de clase, va a estar dirigiendo, independientemente de qué tanta gente quiera evitar el liderato. Y seamos honestos: la “falta de liderato” es realmente un programa que está siendo dirigido —y no lleva a nada realmente transformador10.

Se requiere un liderato centralizado. ¿Cómo se va a coordinar un levantamiento cuando cambien las condiciones y surja la oportunidad? ¿Cómo se va a coordinar la reconstrucción de la sociedad luego de la destrucción producida por la guerra revolucionaria? ¿Cómo se va a coordinar el funcionamiento de una nueva economía? ¿Cómo se va a coordinar el apoyo a la revolución mundial? Se requiere un liderato centralizado.

Ahora bien, Lenin no estaba planteando: “Bueno, simplemente nosotros sustituiremos a las masas”. No, el asunto es que entre más juegue su papel de vanguardia el liderato, mayor es el activismo consciente de las masas. Las masas hacen la historia, pero sin liderato no pueden hacer la historia a favor de sus más elevados intereses. El tener liderato es lo que permitió que se diera la revolución rusa y cambiara todo el curso de la historia mundial.

Capítulo 3: 1917 — La revolución abre paso en Rusia

Pregunta: Pues hablemos de la revolución bolchevique y las condiciones en la sociedad rusa. En la mayoría de las escuelas, ni siquiera enseñan los hechos básicos.

Raymond Lotta: Se llama la revolución bolchevique, porque el partido comunista se llamó originalmente bolchevique (la palabra significa “mayoría” y se refiere a la mayoría de las fuerzas agrupadas alrededor de Lenin que decidieron forjar un partido de la revolución).

La revolución rusa ocurrió en medio de la turbulencia de la Primera Guerra Mundial. Esa guerra comenzó en 1914 y duró hasta 1918. Se trató de una guerra en la que se enfrentaron dos bloques de potencias imperialistas. Un bloque incluía a Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos (y Rusia hizo parte de esa alianza); y la otra era dirigida por Alemania con sus aliados. Combatían por la supremacía mundial, en particular el control de las regiones oprimidas coloniales de África, Asia y el Medio Oriente.

Se trataba de una guerra monstruosa, mecanizada, moderna. Los combatientes sufrieron ataques de gas, torpedos, minas, bombardeos por artillería que no podían ver, ametralladoras. Fue una matanza en una escala jamás vista en la historia humana… 10 millones de personas murieron y otros 20 millones resultaron lisiados11.

Cuando Rusia entró en la guerra, todos los partidos políticos importantes de Rusia y la mayoría de los partidos políticos importantes de Europa dieron su apoyo a la guerra, en nombre del patriotismo... todos, menos el Partido Bolchevique dirigido por Lenin. Este tomó una postura internacionalista y capacitó a la gente para que viera que la guerra no concordaba con los intereses de la humanidad oprimida y llamó al pueblo en los países imperialistas a levantarse en revolución y derrocar a sus propios gobiernos.

La mayoría de la sociedad rusa en ese tiempo eran campesinos. Cultivaban pequeñas parcelas de tierra (una situación semejante a la de los aparceros del Sur de Estados Unidos). Las condiciones de vida estaban muy atrasadas y las personas estaban atrapadas en la tradición. Los campesinos comenzaban la siembra de acuerdo al calendario religioso. Las mujeres se enfrentaban a condiciones horribles de opresión.

En las ciudades, la gente vivía apiñada y rodeada de enfermedades.

Rusia era un imperio. La nación rusa dominante había colonizado algunas zonas y regiones de Asia central (como Uzbekistán) y también había subordinado a ciertas regiones más desarrolladas como Ucrania. Se llamó a Rusia “una cárcel de naciones”. Las nacionalidades no rusas componían aproximadamente el 45 por ciento de la población, pero esas culturas minoritarias eran objeto de una supresión por la fuerza y prohibiciones de hablar o enseñar sus idiomas en las escuelas.

Rusia era una sociedad autocrática y represiva. El zar se apoyaba en la policía secreta, las cárceles y el espionaje.

La Primera Guerra Mundial intensificó todo el sufrimiento de la sociedad. Unos 1,5 millones de rusos murieron en la guerra y 3 millones de rusos resultaron lisiados. La gente pasaba hambre. La guerra provocó una “crisis de legitimidad” en la sociedad rusa… y echaba raíces un clima revolucionario. Los trabajadores se amotinaron e hicieron huelgas a favor de mejores condiciones de trabajo. Las mujeres se tomaron las calles. Muchos soldados rehusaron reprimir las protestas y la rebelión de los soldados se extendió. Se derrocó al zar12.

Pero el nuevo gobierno no hizo nada para cambiar las fundamentales condiciones de vida de las masas… y suscribió pactos secretos con los imperialistas británicos y franceses, para mantener a Rusia en la guerra.

 

Lenin y el crucial papel de la dirección comunista

Pregunta: Sin embargo, muchas veces dicen que los bolcheviques estaban intrigando por debajo de cuerda y que básicamente hicieron un golpe de estado en octubre de 1917.

RL: Esas son tonterías. El Partido Bolchevique dirigido por Lenin estaba preparado para actuar y dirigir, más que ninguna otra fuerza de la sociedad rusa. Tenía fuerza en las bases y organización en los comités de fábrica, las fuerzas armadas, los soviets. Estas eran las asambleas representativas de trabajadores que eran ilegales y anti-gobierno, que estaban en contienda por el poder en los pueblos grandes y las ciudades...

El programa y la visión bolcheviques tenían una resonancia amplia y profunda en una sociedad en crisis y turbulencia y que buscaba dirección. El Partido Bolchevique dirigió a las masas a captar y rechazar las varias maniobras del nuevo régimen. Formuló las demandas de “tierra, paz y pan” que respondían a las necesidades primordiales del pueblo en una situación de sufrimiento y privación horribles, cosa que ningún otro partido iba a hacer. En octubre Lenin y los bolcheviques dirigieron a las masas en una insurrección, la Revolución de Octubre13.

Pregunta: Sin embargo, para repetir, la manera en que se lo ha descrito es que los bolcheviques solo estaban apretando las riendas del poder para sí mismos.

RL: Fíjate, se estaba creando un nuevo poder estatal. De inmediato, el nuevo gobierno promulgó dos decretos increíbles. El primero puso fin a la participación de Rusia en la guerra y exigió el fin de la matanza, y pidió la paz sin conquistas ni anexiones. El segundo les dio a los campesinos la autoridad de apoderarse de las vastas tierras del reino zarista, de las clases de terratenientes aristocráticos y de la iglesia (la que en sí era propietaria de grandes extensiones de tierras).

Lo que estaba pasando tuvo una trascendencia mayor. Esa “larga noche de tinieblas”, esas tinieblas de explotación y opresión, se rompía. Por primera vez desde el surgimiento de la sociedad de clases, no se iba a organizar la sociedad al servicio de la explotación. Eso tuvo repercusiones por todo el mundo.

En Europa, soldados, marineros y trabajadores cansados por la continuación de la guerra seguían las noticias de la que estaba sucediendo en la nueva sociedad. En Alemania, en Kiel y Hamburgo, marineros rebeldes de la marina alemana se amotinaron desobedeciendo las órdenes de continuar la guerra. En 1918 estallaron insurrecciones en partes de Europa central, y fueron cruelmente reprimidas. Hubo muchos países en Europa en los que surgieron situaciones revolucionarias, y tuvieron lugar algunas revoluciones. Pero en ninguna otra parte, distinta de Rusia, se abrió paso y se mantuvo la revolución. Gran parte de la razón fue que no había un auténtico partido de vanguardia en estas sociedades. Pero debido a la influencia de Octubre, se propagaron nuevas organizaciones comunistas en diferentes partes del mundo. Y los bolcheviques asumieron el punto de vista de propagar la revolución, y promover el marxismo y la organización del partido de vanguardia. Sobre esta base, se formó un nuevo organismo internacional que coordinara la actividad de los partidos y organizaciones comunistas alrededor del mundo —un tremendo avance para la revolución. 

El capitalismo mundial nunca sería el mismo. La historia mundial había sido cambiada profundamente.

Pregunta: Has pintado un cuadro de quiénes apoyaban a la revolución comunista en Rusia. Y por qué. Pero, ¿no había algunas personas que se oponían férreamente a esta revolución?

RL: Sí. Había una guerra civil de 1918 a 1921. El país se sumió en un estado de caos y colapso casi totales.

Pocos meses después de la insurrección de 1917, las fuerzas reaccionarias dentro de Rusia, que representaban al viejo orden derrocado, lanzaron una embestida contrarrevolucionaria contra el nuevo gobierno. Catorce potencias extranjeras, incluido Estados Unidos, intervinieron con tropas y ayuda militar en apoyo de la contrarrevolución. Fíjate que en octubre de 1918, cuando se celebró el primer aniversario de la revolución, tres cuartos del país estaba en manos de las fuerzas contrarrevolucionarias. Piénsalo.

El nuevo estado proletario estaba aislado en el ámbito internacional, y había una aguda escasez de alimentos y de armamento14.

Aquí se puede ver el papel vital de la dirección de vanguardia. El partido se responsabilizó de coordinar las acciones militares. Desarrolló políticas económicas para satisfacer las necesidades sociales y mantener unida la sociedad. Dirigió la creación de nuevas instituciones sociales. La prensa revolucionaria y otros medios de comunicación diseminaron el marxismo y la visión socialista de una nueva economía, nuevas instituciones políticas y nuevos valores. Eso inspiró todo un “discurso” emancipador en la sociedad... y eso afectó el ambiente de una manera muy poderosa y positiva.

La nueva sociedad confrontaba una embestida internacional. Sí, a veces la economía estaba a punto de colapsar y la gente estaba sufriendo. Pero la dirección comunista se mantuvo firme y emprendió la tarea de ampliar y consolidar y movilizar sus bases entre los que querían conservar la liberación jugándosela el todo por el todo. La gente ahora podía movilizarse y ponerse de pie, porque ahora existían nuevos órganos de poder estatal proletario que expresaban su voluntad y su determinación.

 

Un poder de nuevo tipo

Pregunta: ¿Qué quieres decir con “órganos de poder estatal proletario”?

RL: Esa es una buena pregunta, y es central. En las sociedades capitalistas, los ejércitos, los tribunales, la policía, las prisiones y —en la mera cúpula del poder— el poder ejecutivo están al servicio de los capitalistas. Esos órganos reprimen a la gente cuando ésta se pone de pie —para dar un ejemplo, lo que hicieron contra el movimiento Ocupar— o incluso antes de que se ponga de pie, para que “conozca su lugar” en la sociedad capitalista — como con el parar y registrar, en la Ciudad de Nueva York y otras ciudades. Las legislaturas no son más que tribunas de charlatanería, lugares que posibilitan que los diferentes capitalistas en contienda debatan y resuelvan sus desacuerdos y/o sirvan como una válvula de escape inocua para el descontento popular. Así que se podría decir que todos esos son órganos de poder estatal reaccionario, u órganos de poder estatal burgués, es decir, capitalista. Como ya dije, es una dictadura de la burguesía, es decir, de la clase capitalista.

La revolución socialista tiene que establecer nuevos órganos de poder revolucionario que representan al proletariado. Estos órganos de poder, en los cuales deben venir participando cada vez más personas, tanto de los de abajo de la sociedad como de los sectores que son más de clase media, tienen que ser capaces de reprimir la contrarrevolución. Por ejemplo, se necesitan fuerzas de seguridad pública, pero sobre una base completamente distinta, al servicio de fines completamente distintos y con una conducta completamente distinta a lo que tenemos hoy. Pero esos nuevos órganos de poder también tienen que ser capaces de respaldar al pueblo en la realización de transformaciones en toda esfera, dirigiéndolo y permitiendo la organización de sus esfuerzos de crear toda una nueva sociedad sobre una base totalmente nueva. Eso es lo que representa la dictadura del proletariado.

Las masas forjaron nuevas prácticas en la situación desesperadísima de una guerra civil total. Por ejemplo, se desarrolló la práctica del trabajo cooperativo voluntario, en que las personas, ante a durísimas presiones, se juntaron para mantener condiciones de salubridad e higiene en las ciudades. La gente estaba cambiando la naturaleza humana, trabajando colectivamente y forjando nuevas relaciones basadas en la cooperación. Y el nuevo estado le daba su apoyo a eso.

Pregunta: Casi nunca se menciona la guerra civil cuando se habla de la revolución. ¿Qué pasó en realidad?

RL: La contrarrevolución fue derrotada a gran costo. Un millón de personas murió en los combates y otros tres millones murieron de enfermedades durante la guerra civil. El 90 por ciento de los ingenieros, los médicos y los maestros abandonaron el país. Algunos de los comunistas-obreros más abnegados murieron en las primeras líneas de combate. El tamaño de la clase obrera en sí se redujo dramáticamente —debido a los combates, los desplazamientos y la destrucción, y las personas que se refugiaban en las zonas rurales.

Los comentaristas burgueses hablan como si los bolcheviques asumieran el mando de un país que básicamente estaba intacto, y que los imperialistas simplemente quedaban mirando con benignidad. No, todo estaba casi en ruinas, y los imperialistas y los reaccionarios se venían encima. El primer embargo de petróleo en el mundo se aplicó contra el nuevo estado soviético.

Pero conservaron el poder de estado…y, por frágil que era, la Unión Soviética seguía siendo una cabeza de playa en la lucha para un nuevo mundo. Todo eso estuvo integralmente vinculado con la dirección de Lenin y la existencia de un partido de vanguardia.

 

Cambios radicales: Las mujeres

Pregunta: Pero existe una línea de ataque que sostiene que las emergencias y las amenazas llegaron a ser una excusa para que los bolcheviques simplemente traicionaran las esperanzas de la gente.

RL: Recuérdate, se trataba de una revolución que luchaba por sobrevivir, pero también de un poder estatal que luchaba por llevar adelante una revolución social. Veamos la opresión de la mujer.

La revolución actuó rápidamente para tomar medidas importantes. Abolió todo el sistema de matrimonio autorizado por la iglesia, que había codificado la autoridad del hombre sobre la mujer y los hijos. Se facilitó el divorcio. Eso fue muy importante, pues le dio a la mujer más libertad social. Se promulgó la igualdad de salario en el trabajo. Se le dio a la mujer atención médica gratuita en los hospitales de maternidad; y en 1920 la Unión Soviética llegó a ser el primer país de Europa moderna que despenalizara el aborto15. Todo eso fue muy, muy avanzado en comparación con los países capitalistas de la época, pues en ese tiempo el derecho al divorcio generalmente estaba sujeto a toda clase de restricciones religiosas, si es que se permitiera en primer lugar, y las mujeres ni siquiera podían votar en muchos países capitalistas o acababan de ganar ese derecho muy básico... y eso ocurría solo unos pocos años después de que las autoridades estadounidenses habían torturado a unas presas sufragistas huelguistas de hambre mediante la alimentación a la fuerza16. Muy ligado a eso en espíritu es el hecho de que la Unión Soviética despenalizó las relaciones homosexuales.

A mediados y a finales de los años 1920, algo más estaba ocurriendo también. Se daban luchas contra las costumbres patriarcales en algunas de las repúblicas de Asia central. Mucho de eso se relacionaba con las leyes represivas islámicas… la ley Sharia. Las mujeres estaban desafiando todo eso, y el estado socialista respaldó a las mujeres (y los hombres ilustrados) que participaban en esas luchas…y en realidad las alentaba.

El gobierno erogó fondos para las organizaciones locales de mujeres. Un eje central de la lucha fue oponerse a la práctica del matrimonio concertado que persistía todavía en diferentes regiones, y también el pago de un precio por la novia… el intercambio de pagos entre las familias de los novios. Por un tiempo, los comunistas de las ciudades fueron a esas zonas para ayudar en las campañas. A veces la situación se ponía muy intensa, y las fuerzas atrasadas atacaban a los organizadores. También unas mujeres activistas de esas localidades se presentaron a luchar. En 1927, se lanzó una gran ofensiva contra la práctica milenaria de obligar a la mujer a ponerse el velo, que era un significante opresivo, en el mundo de ese entonces y hoy, del control patriarcal sobre el rostro, el cuerpo y la humanidad de la mujer17.

En los periódicos y en las escuelas soviéticos, se debatía animadamente acerca de los papeles de cada género, el matrimonio y la familia. Las obras de ciencia ficción imaginaban nuevas relaciones sociales. Y, para ser franco, cuando se compara lo que estaba pasando en la Unión Soviética con la situación del patriarcado, un patriarcado impuesto a la fuerza, en el resto del mundo durante ese tiempo y ahora... ¡pues, sí, parece una ciencia ficción!

No había existido jamás una sociedad que se propusiera superar la opresión de la mujer… jamás la igualdad de género había llegado a ser el centro de tanta atención en la sociedad. La gente necesita saber eso. Hay que aprender de eso. Tenemos que aprender de los puntos fuertes de eso, que eran por mucho el aspecto principal, en particular durante ese período, y también tenemos que aprender de algunas de las deficiencias en su conocimiento, sobre las cuales hablaré en adelante.

 

Cambios radicales: Las nacionalidades minoritarias

Pregunta: Mencionaste las nacionalidades minoritarias. ¿Cómo se opuso a la discriminación? Obviamente, aquí en Estados Unidos, el racismo está vivito y coleando. Pero los activistas progresistas y radicales cuestionan si el socialismo, el comunismo, puede en realidad lidiar con la opresión racial y nacional.

RL: La revolución bolchevique creó el primer estado multinacional en el mundo basado en la igualdad de nacionalidades.

El nuevo estado socialista reconoció el derecho a la autodeterminación —es decir, el derecho que tiene una nación oprimida a separarse de un imperio o de una nación dominante y obtener su independencia. Finlandia, por ejemplo, que el imperio ruso había mantenido en una posición subordinada, recibió su independencia. La constitución soviética de 1924 formalizó una unión multinacional de repúblicas y regiones autónomas. Por eso se habla de una unión soviética… la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, conformada por 12 grandes repúblicas nacionales y 25 regiones autónomas (y muchos distritos y otras unidades más pequeños). El nuevo gobierno central reconoció el derecho a la autonomía, lo que significaba el autogobierno en las repúblicas y en las regiones.

Un decreto de 1917 les dio a todas las nacionalidades minoritarias el derecho a la enseñanza en su idioma materno en todas las escuelas y universidades18. Se introdujeron muchas novedades muy llamativas en los años 1920 y a principios de los 1930. Se crearon escrituras para muchas nacionalidades minoritarias cuyo idioma no tenía forma escrita. El estado soviético dedicó considerables recursos a la producción en masa de libros, revistas y periódicos en las regiones de minorías, la distribución de películas y el estímulo a conjuntos folklóricos.

Se publicaban libros en más de 40 idiomas no rusos. Detengámonos ahí. ¿Qué ocurre ahora en Estados Unidos? Se ven campañas de “sólo inglés” en partes del país. Compara eso a la Unión Soviética. En los años 1920, se animaba a los rusos a aprender idiomas no rusos. El chovinismo gran ruso, que era similar a los privilegios y la dominación de los estadounidenses blancos, se reprendía pública y enérgicamente como una influencia perniciosa en la sociedad.

La política de nacionalidades pidió una “dirección autóctona” en los nuevos territorios nacionales. La idea fue formar a líderes de la población de esas zonas. No escatimaron esfuerzos para capacitar a líderes del partido y administradores del gobierno, escuelas y empresas en las nacionalidades anteriormente oprimidas19.

Se puso fin a la persecución de los judíos, la gran mayoría de quienes el régimen del zar había confinado a una zona determinada llamada “la zona de asentamiento” y que estaban sujetos a periódicos “pogromos” de chusmas, similares a los linchamientos que ocurrían en Estados Unidos. Tras la victoria de la revolución, el nuevo estado prohibió oficialmente el antisemitismo. Los judíos entraron en profesiones que por mucho tiempo les habían sido vedadas y ocuparon importantes posiciones de autoridad en la administración del estado. Se formaron compañías de teatro que presentaban obras en yídish. Durante la guerra civil, la dirección bolchevique luchaba contra la influencia de ideas antijudías en sectores de los campesinos y otros20.

Ese espíritu de combatir la opresión nacional y el fomento activo de la diversidad étnica imbuían a la Unión Soviética durante los primeros años. Era uno de los constantes que distinguía la nueva sociedad y el nuevo estado.

¿En qué otra parte del mundo ocurrían cosas iguales en ese tiempo? Para responder en pocas palabras: en ninguna otra parte. Pero ya sabemos, o se debería saber, cómo era la situación en Estados Unidos. La segregación era la ley. El Jim Crow estaba en pleno vigor. El Ku Klux Klan marchó por las calles de Washington, D.C. vestido en todo su atuendo durante ese tiempo, y la ley de la chusma de linchamientos aterrorizaba a los afroamericanos en el Sur del Estados Unidos. En el Norte “ilustrado”, turbas de blancos recorrían desmandados las ciudades ahí, asesinando a 23 personas negras solo en Chicago durante un alboroto de 1919 que duraba siete días, uno de 25 ultrajes similares cometidos ese verano solamente... el mismo año en que los “rojos” estaban peleando una guerra civil para crear un nuevo mundo en lo que iba a ser la Unión Soviética21.

Cuando Paul Robeson, el gran actor, cantante y radical afroamericano, visitó la Unión Soviética por primera vez a principios de los años 1930, le impresionaron muchísimo los esfuerzos de la revolución de superar los prejuicios raciales y nacionales y le conmovió profundamente el trato que recibió tanto de los funcionarios como de la gente de a pie en la nueva sociedad socialista. Las minorías étnicas no eran objeto de linchamientos en la Unión Soviética tal como ocurría a los negros en el Sur de Estados Unidos durante esa época22. La nueva Unión Soviética no era un lugar donde películas tales como El nacimiento de una nación, que elogia al Ku Klux Klan, y Lo que el viento se llevó, que pinta de color de rosa la cultura de las plantaciones blancas, se crearon y se defendían como iconos cinematográficos en ese entonces, los cuales todavía hoy cuentan con el mismo tratamiento. La nueva cultura de la Unión Soviética promovía la igualdad entre las nacionalidades y celebraba el heroísmo de los que luchan contra la opresión.

Estados Unidos y la Unión Soviética eran dos mundos distintos.

 

Las artes

Pregunta: Te has centrado principalmente en los cambios económicos y políticos. ¿Pero qué ocurría en la esfera de las artes?

RL: Bueno, primero, lo que acabo de describir son definitivamente cosas políticas... pero también abarcan las maneras en que las personas se relacionaban en la vida social e incluso qué pensaban del mundo y de sí mismas. Y eso se reflejó también en el arte. Desde la llegada al poder de la revolución en 1917 hasta los años 1920 y principios de los 1930, reinaba una tremenda vitalidad artística en la Unión Soviética. Se debatía mucho el papel y el propósito y la naturaleza del arte revolucionario en contribuir a la construcción de una nueva sociedad y un nuevo mundo.

Se creaban innovaciones de talla mundial en las artes. Me refiero a importantes artistas visuales de vanguardia como Rodchenko y Malevich, cineastas como Eisenstein y Dovzhenko23… quienes estaban creando obras muy apasionantes, inspirados por una nueva visión radical del mundo, un deseo de rehacer el mundo de forma radical… y estaban haciendo eso por medio de técnicas nuevas y sin precedentes, como el montaje en el cine.

Fíjate, escuché a la comisaria de una exhibición reciente del Museo de Arte Moderno que trataba el movimiento de arte abstracto de principios del siglo 20. Le entrevistaron en la televisión y le preguntaron dónde, en ese período, influenciaba el arte concretamente la sociedad. Ella comentó: Fíjese, el único lugar del mundo en que la vanguardia llegó a ocupar el poder estatal... era la Unión Soviética. Lo dijo caprichosamente, pero estaba señalando algo real.

Los artistas de la Unión Soviética estaban creando increíbles obras pioneras, como parte de una transformación audaz de la sociedad y de la conciencia. Un arquitecto famoso diseñó estructuras con el propósito de expresar el internacionalismo; otros arquitectos y urbanistas estaban reconsiderando el trazado de las ciudades y la vivienda para promover la comunidad y la cooperación… incluso creando nuevos diseños para el mobiliario doméstico.

Estaban llegando al público puntos de vista y debates de toda índole... cuestiones sobre la importancia y el papel del arte o la relación entre la experimentación artística y las nuevas relaciones sociales. Había grupos y asociaciones de artistas y trabajadores culturales, publicaciones, manifiestos y proclamaciones de todo tipo.

Además, la innovación artística de talla mundial y la exploración teórica se unieron a las necesidades de las masas y, si quieres usar este término, a los “actos cotidianos”. En particular en las artes visuales, se hicieron grandes adelantos en el arte de los afiches, en la litografía, que contribuían a la batalla por la alfabetización de los campesinos.

Se lanzaron grandes campañas de masas para superar el analfabetismo y muy rápidamente la población soviética alcanzó altos niveles de alfabetización.

Se hicieron campañas de salud pública —me refiero a cosas básicas como animar a la gente del campo a practicar una higiene básica— en que pedían que los artistas visuales ayudaran a encontrar formas de comunicar el mensaje. Estos engalanaron los trenes con imágenes audaces.

Había muchos teatros al aire libre, un teatro llevado a las masas. Los artistas participaron en festivales en la calle y en desfiles… estos eran formas muy populares de expresión cultural de masas. Los poetas y los escritores satíricos gozaban de muchos seguidores entre las masas24.

Lo que quiero destacar es que la Unión Soviética era un lugar muy emocionante, un lugar maravilloso en que vivir en los años 1920 y a principios de los 1930. Era totalmente distinto a cualquier otro lugar del planeta.

 

José Stalin

Pregunta: Jamás se oye de esas cosas ¿Qué fue el rol de Stalin en todo eso? ¿Puedes comentar su rol en general también? La opinión general es que él fue un lunático o tirano.

RL: Hay mucho aquí. Hay, y aquí uso la frase del historiador Arno Mayer, una “satanización ritualizada” de Stalin25. Y déjeme decirlo sin pelos en la lengua… los que simplemente aceptan esta “satanización ritualizada” y la repiten… son víctimas de un “lavado del cerebro”.

Tenemos que poner las cosas en claro y ver a los individuos y los sucesos de modo científico, captando el contexto concreto: ¿qué pasaba en la sociedad y en el mundo; cómo entendían lo que enfrentaban; y, sobre dicha base, cuáles eran sus objetivos y metas? En resumen, tenemos que desmitificar.

Stalin fue un auténtico revolucionario. Los cambios sociales radicales que se daban en la sociedad soviética que he estado describiendo… todos estaban muy relacionados con la dirección de Stalin. Lenin murió en 1924. José Stalin asumió la dirección del Partido Comunista en la Unión Soviética. A mediados de los años 1920, se planteaba la pregunta: ¿Sería posible construir el socialismo en la Unión Soviética? ¿Sería posible hacerlo en una sociedad de atraso económico y cultural?

Marx había esperado que las revoluciones socialistas brotaran primero en los países capitalistas más avanzados —porque en estos existían una clase obrera industrial grande y una economía industrial moderna, las que podían servir de base para una economía y sociedad socialistas desarrolladas. Pero la historia no se ha desarrollado así.

Lenin dijo, Vale, no tenemos lo que se esperaba, según la teoría, que fuera la base desarrollada para construir el socialismo… estas son las cartas que nos tocan, tenemos que construir el socialismo y crear cimientos mejores… y tenemos que promover la revolución mundial. Y la Unión Soviética tuvo el papel de iniciar la formación de una asociación de partidos comunistas… la Tercera Internacional Comunista.

Pero concretamente aumentaron y se intensificaron los retos. Después de una década de revolución, en 1927, la Unión Soviética aún estuvo sola, el único estado proletario en el mundo… y no existía ninguna certeza de que iban a ocurrir revoluciones en otros países. Así que, para repetir, ¿se podía sobrevivir y llevar a cabo la transformación económica y social socialista?

Stalin dio un paso al frente y luchó por la idea de que la Unión Soviética podía y debía tomar el camino socialista bajo esas circunstancias. Si no, la Unión Soviética, el primer estado socialista del mundo, no iba a poder sobrevivir. No iba a poder ayudar a la revolución en otras partes. Si se hiciera algo menos, eso iba a desperdiciar los sacrificios de millones de personas en la Unión Soviética e iba a traicionar la esperanza de la humanidad oprimida por todo el mundo. Stalin luchó por esa orientación… y dirigió luchas complejas y agudas para socializar la propiedad de la industria y colectivizar la agricultura.

 

La construcción de una economía socialista

Pregunta: ¿Te refieres al debate sobre la construcción de “el socialismo en un solo país”?

RL: Claro. En ese tiempo, a finales de los años 1920, Stalin vio la construcción socialista en la Unión Soviética como parte y como contribución al avance de la revolución mundial. Él y otros altos líderes esperaban una nueva ola de revoluciones, especialmente en Alemania. Creían que la Unión Soviética iba a estimular esa nueva ola… aunque todavía iba a ser necesario “hacerlo a solas” por un tiempo.

Pregunta: ¿Podrías describir en pocas palabras la situación económica en la Unión Soviética a mediados de los 1920?

RL: La agricultura estaba todavía atrasada y no podía dar de comer a la población de manera segura. La industria estaba limitada y no podía suministrar las fábricas y máquinas necesarias para modernizar la economía. Rusia había sido una sociedad en que los intelectuales eran un segmento pequeñísimo de la población, y sólo una tajada reducidísima de la población tenía una educación superior técnica o en las humanidades. Además, como de siempre, se vislumbraba la amenaza de un ataque imperialista.

Estas eran las contradicciones económicas y sociales concretas que unos seres humanos concretos se enfrentaban al tratar de rehacer la sociedad y el mundo.

El estado soviético bajo la dirección de Stalin tomó medidas para crear una economía de nuevo tipo. Por primera vez en la historia contemporánea, se llevaba a cabo la producción social de manera consciente según un plan, cuyo propósito era satisfacer las necesidades de la gente y que se orientaba por las metas y objetivos sociales generales de poner fin a la opresión y pobreza y de cambiar el mundo… un plan que se coordinaba en su conjunto. Esto constituyó un adelanto asombroso. La producción ya no estuvo sujeta a la generación de ganancias para un capitalista.

Mencioné la ruptura con “la larga noche de tinieblas”. Aquí en este territorio liberado en el mundo, cercado por las potencias imperialistas y reaccionarias hostiles, emprendían algo sumamente radical. En lugar de la explotación y dominación por una minoría de propietarios… en lugar de dedicar el producto social del trabajo y la energía de la gente al mantenimiento de la división de la sociedad en clases… ahora existía una economía que servía a las necesidades de la sociedad y del cambio revolucionario.

Pregunta: Pero lo pintan como si éste fuera un plan maestro controlado desde arriba, impuesto sobre la sociedad.

RL: Se lanzó el Primer Plan Quinquenal en la Unión Soviética en 1928. El lema del Primer Plan Quinquenal era “estamos edificando un mundo nuevo”. Millones de trabajadores y campesinos estaban prendidos de este espíritu. En las fábricas y las aldeas, la gente discutía el plan: cómo la construcción de una economía de este tipo iba a afectar su vida — y la vida de la gente del mundo. En conferencias en las fábricas hablaban de la manera de reorganizar el proceso de producción. Las personas se ofrecían de voluntario para construir los ferrocarriles en las tierras inhóspitas. Se ofrecían de voluntario para trabajar horas extras. En las acerías, cantaban canciones revolucionarias en el camino al trabajo26.

Nunca antes en la historia había ocurrido tal movilización de gente para alcanzar de manera consciente las metas económicas y sociales propuestas.

Preguntemos de nuevo: ¿qué pasaba en el resto del mundo? La economía capitalista mundial languidecía en la Gran Depresión de principios de los años 1930 — con niveles de desempleo que alcanzaron el 20 y 50%. Las personas pasaban hambre en las grandes ciudades como Nueva York y Berlín, y si has visto la película Las uvas de la ira, ya tienes una imagen de lo que enfrentaban los pequeños agricultores en Estados Unidos… en el país más rico del mundo.

En la Unión Soviética, también se daba la transformación de la agricultura, la colectivización…

 

La lucha en el campo

Pregunta: Eso es algo que las personas me comentan como algo negativo.

RL: Bueno, están muy equivocadas. La colectivización lidiaba con necesidades y contradicciones concretas en la sociedad… y en la situación mundial que los soviéticos enfrentaban.

Tenemos que volver a la Guerra Civil de la que hablé. Causó tremenda destrucción y desarticulación de la economía y la sociedad. Las condiciones eran desesperadas. La gente en los pueblos y ciudades pasaba hambre, la industria a duras penas funcionaba, y los campesinos estaban reacios a cultivar porque durante la guerra el gobierno había estado canalizando grandes cantidades de productos agrícolas para alimentar al ejército y a la población.

Era necesario restaurar y estimular la producción económica y reconstruir el transporte y las comunicaciones. El liderato revolucionario tomó ciertas medidas, conocidas como la Nueva Política Económica o NEP. Estas incluían la reintroducción de algunos mercados privados y diversas formas de propiedad y actividad capitalistas —aunque el estado socialista mantuvo el control de la gran industria y de la banca. Y se permitió el ingreso de inversionistas extranjeros. Estas medidas eran vistas por Lenin y el liderato revolucionario como un repliegue temporal para reanimar la economía. La NEP la reanimó pero a la larga también dio lugar a nuevos problemas. 

Había una escasez de comida en las ciudades, en especial con el crecimiento de la población urbana. Se habían repartido las tierras a los campesinos a raíz de la toma de poder en 1917. Pero durante los años 1920, un sector de campesinos ricos cobraba fuerza en la economía del campo la que aún se basaba en la propiedad privada de pequeños campesinos. Los campesinos ricos, es decir los kulaks, tenían grandes extensiones de tierras y consolidaban mayores extensiones de tierras de su propiedad. Y la NEP había dado lugar a fuerzas (la expresión popular era “hombres-NEP”) que dominaban la molienda y el mercadeo de grano y las finanzas en el campo. Crecía la polarización social entre los kulaks y los campesinos pobres27.

Stalin y otros líderes consideraban que tuvieran que tomar rápidas medidas para crear grandes unidades de agricultura en el campo, las que iban a aumentar la productividad y cercar a los kulaks. Además, creían que eso iba a acelerar la “proletarización” de los campesinos llevando más personas a las ciudades y a la industria y atenuando las tensiones entre la nueva sociedad y los campesinos, los que seguían aferrados a la propiedad privada.

La colectivización representó un enorme movimiento social que incorporó, activó y se apoyó en los campesinos más pobres como base y se dedicó a incorporar al mayor número de personas posible. Unos voluntarios dedicados de entre los trabajadores en las ciudades fueron al campo para forjar colectivos. Unos artistas, autores y cineastas fueron a las primeras líneas para contar las historias de lo que pasaba. Enviaron bibliotecas móviles a los equipos en los campos de la agricultura. En algunas regiones, las granjas tenían sus propios círculos de teatro. Desafiaron la religión, la superstición y las tradiciones que entumecen la mente.

Las personas alzaron la frente y comenzaron a conectarse con lo que estaba pasando en la sociedad en general. Discutieron los planes nacionales y los acontecimientos nacionales. Las mujeres, quienes habían llevado una vida bajo la tradición opresiva y la obligación patriarcal, se transformaron en conductoras de tractores y dirigentas de los colectivos28.

Pregunta: Pero la colectivización efectivamente se topó con mucha resistencia.

RL: Claro. Por un lado, eso tenía que ver con la lucha de clases en el campo —donde los kulaks y otras fuerzas tradicionalmente privilegiadas afianzaban sus posiciones y movilizaban resistencia a los cambios y a las fuerzas sociales de que yo mencionaba. Eso fue lo principal.

Por otro lado, una parte de esta resistencia se debió a los errores que cometían. Mao escribió sobre esto en los años 1950. A la vez que reconoció el carácter estupendo y sin precedentes de la colectivización en la Unión Soviética, también tenía críticas serias a la manera en que la manejó Stalin. Se dio antes de que los campesinos hubieran tenido la experiencia de cooperar los unos con los otros, de trabajar en el campo y usar las herramientas de manera cooperativa. No hicieron suficiente trabajo político e ideológico para crear el conocimiento y el ambiente para capacitar a los campesinos para que pudieran actuar con mayor conciencia para construir la propiedad social colectiva. Además, el estado se llevó demasiado grano del campo, lo que ejerció una presión innecesaria sobre los campesinos y suscitó resentimiento29.

 

Cambiando las circunstancias y cambiando el modo de pensar

Pregunta: Espérame —¿qué quieres decir por “trabajo ideológico”?

RL: Me refiero al trabajo para cambiar lo que las personas hacen y además el trabajo de convencimiento para que piensen de nuevas maneras y sobre dicha base, que se desencadene la iniciativa para transformar al mundo. La vida de los pequeños campesinos —en que cada quien era dueño de su propia parcela, sobrevivía a duras penas sobre la base de su propio trabajo, en oposición a otros que competían en su contra— opone los unos contra los otros, lo que determina su forma de pensar. Stalin tenía la tendencia a pensar que mediante la mecanización y colectivización de la agricultura, el modo de pensar de la gente iba a transformarse más o menos de forma natural; pero el proceso en general era mucho más complejo que eso y en realidad es necesario trabajar para transformar lo que la gente piensa, y también la manera en que la gente piensa, mucho antes de la revolución Y ADEMÁS en cada fase. Como dije, Mao señaló eso, lo que es algo que Bob Avakian —BA— ha retomado y llevado a una nueva altura en la nueva síntesis del comunismo.

Volvamos a Stalin. Él trataba de resolver problemas concretos en la sociedad —como la manera de hacer avances y dejar atrás la agricultura privada en una época en que la Unión Soviética se enfrentaba al cerco internacional. Pero, como mencioné, se aplicó un enfoque un tanto mecánico, él consideraba que la creación de niveles más altos de propiedad y granjas más grandes y una tecnología más avanzada era el meollo del asunto… y menospreció la importancia de la dimensión ideológica en general y no comprender que los valores y el modo de pensar de las personas tienen que cambiar y sus relaciones entre sí en la producción y en la sociedad tienen que cambiar y que es necesario que la dirección esté trabajando para influir en eso30.

El mismo problema existía en el enfoque de la planificación industrial —una noción mecánica de que al construir la industria pesada socialista, eso iba a afianzar las bases materiales para el socialismo. Pero como dijo Mao años después: “de no fomentar valores cooperativos, ¿de qué sirve la propiedad estatal de las fábricas y almacenes?” El desarrollo económico socialista tiene que orientarse hacia la reducción de las diferencias entre la industria y la agricultura, entre el trabajo intelectual y el manual, entre el trabajador y el campesino. Stalin prestó cierta atención a superar estas contradicciones, pero lo consideró una tarea secundaria en relación a la creación de las bases industriales y agrícolas más modernas31.

 

Un punto de viraje: El aplastamiento de la revolución en Alemania y el ascenso al poder de los nazis

Pregunta: Tal como yo lo entiendo, se había dado un viraje claro hacia las políticas más conservadoras, para decirlo así, en la sociedad soviética en general a partir de mediados de los años 1930. ¿Es eso cierto? Y si es así, ¿por qué?

RL: En la Unión Soviética, a la dirigencia y las masas no les tocó la decisión de elegir las circunstancias en que hacer, defender y desarrollar la revolución. Para mediados de los años 1930, la revolución ya se enfrentaba a férreos ataques y una situación mundial peligrosa y muy desfavorable. En 1931, Japón invadió a Manchuria en la frontera oriental de la Unión Soviética. En 1933, el partido nazi, encabezado por Hitler, consolidó el poder en Alemania.

Como dije, los líderes soviéticos habían esperado que se diera una revolución en Alemania. Pero el régimen nazi aplastó efectivamente al Partido Comunista de Alemania y emprendió un programa de militarización. Al mismo tiempo, fuerzas pro-fascistas había cobrado fuerza en Hungría, Bulgaria y Rumania, en los país bálticos y en Polonia. En España, las potencias occidentales estuvieron cruzadas de brazos, mientras que el general Franco encabezó un levantamiento contra la República Española, con el apoyo activo de Hitler y Mussolini. Alemania y Japón habían firmado un pacto contra la Unión Soviética.

El creciente peligro de una guerra entre los imperialistas y la probabilidad de un masivo ataque imperialista contra la Unión Soviética afectaron profundamente las políticas económicas y sociales en la Unión Soviética.

Pregunta: ¿Y las implicaciones de eso?

RL: La guerra estaba en ciernes. Al igual que los demás retos que la revolución soviética enfrentaba, no había ninguna experiencia histórica previa de lidiar con la magnitud de una situación así… la probabilidad de un ataque total por el imperialismo alemán contra la Unión Soviética. Stalin y la dirección soviética analizaban la situación según cierto enfoque. Según su apreciación, se había dado un gran salto en la propiedad estatal socialista y en el desarrollo de las fuerzas productivas, y ya era hora de resguardarse y prepararse para la posibilidad de una guerra.

Fomentaban mayor disciplina y una aceleración del proceso productivo en las fábricas para obtener una capacidad de sostener una guerra. Se apoyaban más en las medidas administrativas, los incentivos materiales (pagar más para que la gente trabajara más duro), y las técnicas de gestión y la tecnología.

Restringieron los experimentos radicales sociales y culturales de los años 1920 y principios de los 1930. Los consideraron muy alejados de las urgentes tareas de producción y de la política y muy enajenantes para las amplias filas de los trabajadores y los nuevos estratos técnicos recién educados que se solidarizaban con el nuevo gobierno.

Le dieron prioridad a la unidad frente a la creciente amenaza de una guerra… y estaban forjando la unidad basada en una especie de patriotismo nacional.

En el plano internacional, la Unión Soviética pedía y trataba de construir un frente unido mundial contra las potencias imperialistas fascistas. Subordinó e incluso sacrificó las luchas revolucionarias en varias partes del mundo por la defensa de la Unión Soviética. La dirección soviética consideró la defensa de la Unión Soviética como idéntica a los intereses de la revolución mundial.

Todo eso era muy problemático. Iba en contra y contradecía lo que representaba la revolución y su carácter principal en general. La revolución se enfrentaba a la necesidad de prepararse para un ataque y una guerra que pudieran destruir la revolución en su conjunto. Eso era algo real y monumental. Pero el enfoque de Stalin tenía serias fallas.

 

Errores y reveses

Pregunta: ¿Podrías explicar eso un poco? Por ejemplo, ¿cómo justificaron ese cambio de enfoque?

RL: Bien, ya mencioné la tendencia de Stalin a ver las cosas de manera mecánica y estática. Es decir, de no ver que existen contradicciones en las sociedades, procesos, individuos —en realidad, en todo— que tal vez no estén en la superficie, pero que concretamente están impulsado el cambio dentro de ese algo. Por ejemplo, al examinar un huevo y al solamente ver lo que hay en la superficie, no se sabría que había un potencial pollo adentro, que crece y crece y que con el tiempo logrará romper la cáscara y salir y convertirse en algo completamente distinto.

Ese modo de pensar mecánico o estático se metía a hurtadillas y venía empezando a moldear su concepción del socialismo —de que existía un estado socialista que era necesario defender a toda costa contra la embestida que él podía ver venir encima y se justificaron muchas cosas con el aval de llevar dicha defensa, cosas que concretamente socavaron el carácter socialista del estado.

Por ejemplo, Stalin empezó a hacerles concesiones a unas partes de la población que todavía tenían ideas muy religiosas y tradicionales y que estaban bajo una fuerte influencia del nacionalismo ruso, o ambas cosas. Bien, es cierto que la nueva sociedad ya llevaba 15 años en marcha —pero algo que hemos aprendido es que existen grandes sectores de la población que de la noche a la mañana no abandonan esa vieja forma de pensar. Así que esto presenta retos en términos de librar lucha ideológica, realizar trabajo educativo, y promover una cosmovisión científica de la sociedad, a la vez que se defiende el derecho al culto religioso. Pero, como lo veía Stalin, se tenían que hacer concesiones a dichas formas de pensar y a dichas fuerzas, tales como la Iglesia Ortodoxa Rusa, a fin de fortalecer la unidad en apoyo a la campaña bélica, según el parecer de Stalin. 

Por ejemplo, el gobierno también empezó a revocar algunos avances anteriores en torno a la mujer y las personas gay. Dieron marcha atrás a algunos avances tremendos y, en ese momento, únicos en el mundo que yo había mencionado, como el derecho al aborto. Y también anularon los derechos de las personas gay. Además, más en general, se exaltaba la familia tradicional y se reforzaban las relaciones tradicionales. Eso fue tanto un error muy serio como un indicio de cierta falta de profundidad en el entendimiento de la importancia de las relaciones de género en la transformación general de la sociedad. Para repetir, esas cosas se basaban en la suposición de que en líneas generales ya se había asegurado el carácter socialista de la sociedad y que lo principal que había que hacer era defenderla.

Bueno, para nada quiero restarle trascendencia a la magnitud de la amenaza que enfrentaba la Unión Soviética. Stalin y su entorno eran los primeros en dirigir a un estado socialista, tenían una enorme responsabilidad de defenderlo y en esa situación, el más poderoso ejército del mundo estaba en puertas y el líder de dicho ejército dejaba muy en claro su intención de destruir a ese país socialista. Además, recordemos que los nazis casi lograron plasmar dicha amenaza: mataron a unos 26 millones —¡26 millones efectivamente!— de personas en la Unión Soviética en el transcurso de intentarlo. 

Para nada digo esto para justificar esos errores. Simplemente digo esto para que captemos concretamente lo que ellos enfrentaban y que ante tal magnitud de enormes presiones, debemos y podemos hacerlo mejor en el futuro. Además, sin entrar en los pormenores aquí, eso recalca la importancia del trabajo que ha desarrollado Bob Avakian, de bregar con esa experiencia en general, y de la manera en que él la ha analizado y que por medio de ese proceso, ha desarrollado la nueva síntesis del comunismo.

Pregunta: ¿Qué hay de los gulags32 y las ejecuciones? Cuando se habla de Stalin, quizá eso sea lo primero que la gente menciona.

RL: La situación internacional que acabo de describir —en que la propia existencia de la Unión Soviética estaba en la mira— también determinaba el contexto para las purgas y la represión a finales de los años 1930.

Fíjate, cuando hablamos de errores muy serios, nos referimos en parte a lo que sucedió en 1936-1938. Muchas personas inocentes sufrieron represiones: funcionarios económicos, oficiales militares, miembros del partido que habían estado en la oposición en años anteriores y otros que estaban considerados como potenciales fuentes de oposición, inclusive unas personas de la intelectualidad. Violaron los derechos legales básicos del pueblo y cometieron ejecuciones a partir de esas violaciones. Eso era, como dije, doloroso33.

Ahora bien, existen dos maneras contendientes de entender lo que estaba pasando en ese momento, y sólo una contribuye a conocer a la verdad. Es posible afirmar que Stalin era un monstruo, un déspota paranoico que sólo quería acumular “el poder absoluto”… fin de la discusión. Tal es la argumentación de los historiadores anticomunistas y de los propagandistas de la guerra fría.

O es posible aplicar un enfoque científico a este momento de la historia de la revolución comunista para entender lo que sucedió y por qué. Analizar lo que Stalin y la dirección soviética enfrentaban en concreto en ese momento por lo que se refiere a la certeza casi total de un ataque masivo, analizar el hecho de que, en tal situación, efectivamente existían algunos grupos contrarrevolucionarios y algunos elementos en el partido y en el ejército que al parecer habían estado urdiendo intrigas en contubernio con una u otra potencia imperialista, analizar el marco que aplicaban para entender todo eso y luego es necesario evaluar lo que se hizo en términos políticos ante eso. Y si cometieron errores —y como mencioné, efectivamente los cometieron, algunos de éstos muy serios—, y de ahí, es necesario bregar por analizar qué, en su manera de ver y lidiar con esos problemas, fue lo que suscitó esos errores.

 

Un punto de orientación

Por tanto, quiero adentrarme en lo que condujo a esos errores. Pero primero, quiero tratar otra cosa… como punto de orientación básica. Incluso reconociendo que tuvieron lugar graves excesos, no obstante, lo que sucedió en la Unión Soviética para nada alcanzaría las alturas del colmo del siguiente acontecimiento singular de la historia de Estados Unidos: la decisión de Thomas Jefferson de hacer la Compra de la Luisiana, la que desempeñó un papel fundamental en la expansión y prolongación de la esclavitud en Estados Unidos.

Antes de la guerra de Secesión, en los mercados de Nueva Orleáns se vendieron cien mil esclavos, en una tercera parte niños34. Los esclavos pizcaron el algodón de antes del amanecer a después del anochecer. Desbrozaron los pantanos llenos de enfermedades. Trabajaron como su fueran animales de carga. Los esclavistas pares de Jefferson practicaron la violación generalizada y masiva, el castigo brutal e incluso la venta de niños y su separación de sus progenitores. En el litoral oriental de Estados Unidos, los esclavistas, entre ellos el mismo Jefferson, sacaron grandes ganancias de la expansión del territorio esclavista. En el territorio recién adquirido, el genocidio contra los pueblos indígenas cobró un nuevo impulso terrible.

Thomas Jefferson actuó de manera consciente y metódica para extender y consolidar el sistema de esclavitud, literalmente un sistema de propiedad de seres humanos. Creó un infierno sobre la tierra que iba a durar casi seis décadas, en busca del imperio y ganancias35.

O, veamos la enorme cantidad de matanza cometida por Estados Unidos durante las últimas décadas en unos tiempos en que nadie podía sostener que enfrentaba ninguna amenaza seria a su propia existencia —y se trata de unos millones de muertes en Corea, unos millones más de muertes en Indochina, y cientos de miles de muertes y millones de desplazados en Irak, todo lo que fue y es consecuencia de la intervención militar directa de Estados Unidos, y eso ni menciona las muchas mortíferas guerras de sustitutos que ha patrocinado en América Latina y África —y, para repetir, ¿para qué? Para mantener un sistema mundial de explotación y miseria.

Stalin, por otro lado, cometió errores, hasta errores serios, en una situación en la que la Unión Soviética estaba en circunstancias desesperadas y se enfrentaba a amenazas graves. Pero cometió esos errores en el contexto de defender una revolución que sacudía al mundo y tenía la meta de eliminar en el mundo la esclavitud en su forma contemporánea36.

Para determinar la esencia del asunto, es necesario juzgar a cualquier figura histórica o cualquier acontecimiento histórico en el contexto general de lo que estaba sucediendo, cuáles intereses vitales operaban y estaban en juego y cuáles eran las metas y los objetivos de la persona o del grupo en cuestión. Al mismo tiempo, como mencioné, tenemos que evaluar la forma en que Stalin y una buena parte de la dirigencia soviética analizaban las tensiones y las contradicciones en la sociedad y su enfoque de lidiar con éstas. Y había problemas serios.

 

Dos contradicciones de distinto tipo

Pregunta: ¿Qué significas con eso? ¿Problemas en la manera en que él estaba entendiendo las cosas? ¿Hay una relación con lo que mencionaste sobre una visión estática del socialismo?

RL: Claro. Anteriormente mencioné que a partir de los años 1930, la propiedad socialista y colectiva se había establecido en los sectores principales de la economía. Las clases poseedoras antiguas fueron derrocadas y el capitalismo privado fue prácticamente transformado.

Stalin analizó que ya no había una base económica para la explotación... y por lo tanto ya no hubo clases antagónicas en la sociedad socialista. El análisis era que había dos clases no antagónicas: los trabajadores y los campesinos colectivizados, y luego un estrato de nuevos y viejos intelectuales y profesionales. La antigua clase dominante fue derrocada por la revolución y la guerra civil. Según el análisis de Stalin, había restos del orden antiguo pero no había clases antagónicas... no había fuerzas burguesas al interior de la sociedad. Además, se decía que estos restos del orden antiguo... otra vez estoy describiendo el análisis... sólo podían contar con apoyo externo.

Así que se decía que la amenaza a la sociedad soviética provenía de los agentes de las clases derrocadas, nutrida y apoyada por el capital extranjero. Se expresó todo este discurso de espías y saboteadores extranjeros, de complots y conspiraciones de fuera. Hubo subversión real, pero Stalin tendía a considerar que toda la oposición en la sociedad provenía, de alguna manera u otra, desde el exterior. Además, consideraba que la lucha contra la contrarrevolución era una especie de operación de contraespionaje. Fue esta actitud la que llevó a los serios errores que describí anteriormente.

Pero el análisis de Stalin estuvo errado. De hecho, la sociedad bullía de diferencias de clase y contradicciones, y no todas provenían del exterior... aunque, como he venido señalando, existía la amenaza de la intervención y la guerra, y eso de que lo que pasa en el mundo moldea profundamente las luchas en la sociedad socialista. Todo eso lo descubrió Mao, quien, sobre esa base, pudo dirigir Revolución China en una forma profundamente distinta de tratar estas contradicciones, y la lucha de diverso tipo que susciten37. Trataré todo eso posteriormente en esta entrevista.

Stalin confundía esas dos contradicciones de distinta naturaleza. En la sociedad soviética en la década del 1930 algunas personas planteaban objeciones a las distintas políticas del estado socialista... personas, de hecho, que estaban expresando disentimiento. Pero Stalin estaba tratando todas esas diferencias como antagónicas y decía que todo eso provenía de amenazas externas... de la subversión externa. La represión sólo debió haberse dirigido contra los enemigos. Sin embargo, se utilizó contra las personas que expresaban desacuerdos y en contra de las personas que estaban cometiendo errores en ciertos puestos de responsabilidad. Como ya he dicho, Mao comprendió el problema y se adentró más profundamente para llegar a conocer la verdad de la dinámica de la sociedad socialista. Bob Avakian se ha basado en esa idea pionera de Mao y en la experiencia de la sociedad socialista más en general y ha desarrollado un análisis científico más profundo de la sociedad socialista y una visión más amplia de la importancia del disentimiento y la lucha entre las ideas contendientes en dicha sociedad.

Pero Stalin no entendía las cosas de esta manera. Se apoyaba en purgas y acciones de la policía para resolver los problemas, a diferencia de movilizar a las masas para hacer suyos los asuntos políticos e ideológicos candentes sobre el rumbo general de la sociedad y de ver que se abriera la situación, todo lo que ocurrió en la Revolución Cultural de China. Más bien, se aplicó ese enfoque general de atrincherarse para defender al estado socialista.

Se dio un alejamiento serio del internacionalismo... la Unión Soviética se alejaba de la responsabilidad del estado socialista de promover la revolución mundial. Se creía que nada era más importante que la protección del estado socialista y que al hacerlo, se justificaba casi todo, incluso entablar en una especie de realpolitik, o sea, urdir intrigas políticas, con los imperialistas. Bien, para que quede claro, las relaciones diplomáticas que entablan los estados socialistas con los imperialistas pueden jugar un papel —dichos estados no pueden existir en un estado de guerra constante; por ejemplo será necesario tener comercio con otros países, etc.— pero es necesario entablar estas relaciones según los principios… según la idea de que semejantes relaciones estén subordinadas al avance de la revolución. Pero con demasiada frecuencia se perdió esa orientación al navegar por ese período38.

 

Una relación crucial: Avanzar la revolución mundial, defender el estado socialista

Pregunta: Pero has venido subrayando la necesidad concreta de defender la Unión Soviética y la forma en que eso estaba afectando las decisiones de Stalin.

RL: Claro, pero no había un análisis científico correcto de eso. Fíjate que Bob Avakian identificó —y ningún líder y teórico comunista previo a él siquiera había conceptualizado las cosas en esos términos— que existe esta contradicción concreta entre la defensa del estado socialista y el avance de la revolución mundial, y en ocasiones esta situación se puede manifestar de manera muy aguda. Eso es un elemento esencial de la nueva síntesis del comunismo, en el mayor desarrollo de la ciencia del comunismo.

No se puede dejar que los imperialistas simplemente destruyan la nueva sociedad socialista. Es necesario defenderlo. Pero eso puede entrar en contradicción con el apoyo a la revolución en otras partes del mundo... en términos de dónde poner los recursos, la forma de practicar la diplomacia y la manera de organizar la sociedad socialista y de preparar a las personas en lo ideológico por lo que se refiere a hacer sacrificios por la revolución mundial en general. Por lo tanto, será necesario reconocer dicha contradicción y aprender a manejarla.

Stalin e incluso Mao, posteriormente cuando dirigía la revolución en China, tendían a equiparar la defensa del estado socialista con las acciones en beneficio de los intereses del avance de la revolución mundial. Además, para repetir, al evaluar todo eso, es necesario tomar en cuenta que ésta fue la primera vez que se había enfrentado a una situación semejante y no hubo ninguna experiencia previa de la cual aprender, es necesario tomar en cuenta la amenaza concreta a su existencia que enfrentaban y es necesario tomar en cuenta que ambos líderes nunca se claudicaron ante el imperialismo y que Mao, en particular, luchó por la revolución e hizo avances en la revolución hasta su propia muerte. Eso, objetivamente, equivalía a poner la defensa del estado socialista por encima del avance de la revolución mundial.

No se trata de que Stalin y Mao conscientemente se propusieran subordinar la revolución mundial a la defensa de la patria socialista. Más bien, debido a que entendían esta contradicción muy compleja y aguda de una determinada manera lineal — sería posible triunfar en la revolución en este país, luego en aquel país... y de que la revolución mundial progresaría mediante un proceso de defensa y sumar nuevos países socialistas... debido a dicho entendimiento, cometieron errores de política.

Al adentrarse profundamente en todo eso, Bob Avakian ha desarrollado un nuevo análisis científico: el papel principal del estado socialista es el de ser una base de apoyo para el avance de la revolución mundial. Tiene que defenderse a sí mismo sobre esa base y estar preparado para arriesgar su supervivencia en los períodos en que la revolución mundial puede hacer grandes avances. Y en todo eso, tiene que manejar correctamente las contradicciones concretas y muy difíciles39.

Así que esas son algunas lecciones importantes de lo que estaba ocurriendo en la Unión Soviética en la década del 1930.

Pregunta: Y, como se sabe, la Unión Soviética fue invadida por el imperialismo alemán en 1941.

RL: Fíjate, la historia de la Unión Soviética cuando era socialista, era una historia de una sociedad que hacía la guerra, se preparaba para la guerra o curaba las heridas de la guerra. En junio de 1941, los nazis invadieron a la Unión Soviética. Lanzaron el ejército más moderno del mundo y la mayor parte de su poderío militar contra los soviéticos. Hitler dejó claro para sus tropas que él esperaba que descartaran todo principio de humanidad en lo que iba a ser una guerra de aniquilación total40.

Los soviéticos combatieron con heroísmo increíble. En la Segunda Guerra Mundial, 26 millones de ciudadanos soviéticos perdieron la vida, más de 1 de cada 8 personas en la población en general.

Pero existía esa contradicción. La Unión Soviética salió de la Segunda Guerra Mundial con una victoria militar. Pero se había debilitado la revolución en los ámbitos político e ideológico. O sea, los errores que describí habían corroído y socavado la manera en que las personas entendían los objetivos de la revolución comunista y en concreto habían reforzado las debilidades en la forma en que las personas estaban tratando de conocer el mundo y cómo transformarlo. La gente todavía estaba luchando por construir el socialismo y se negaba a ceder ante el imperialismo, todo lo que Stalin definitivamente dirigía. Pero la gente también se había venido confundiendo en su manera de entender la diferencia entre el nacionalismo y el internacionalismo... entre la revolución y la reforma... y en lo que en realidad constituía un enfoque científico de la naturaleza y la sociedad.

A raíz de la muerte de Stalin en 1953, las nuevas fuerzas de la burguesía al interior del Partido Comunista maniobraron para tomar el poder, y en 1956, Nikita Jruschov, un alto funcionario del partido y el gobierno, tomó las riendas, consolidó el dominio de una nueva clase capitalista y dirigió la reestructuración sistemática de la Unión Soviética en la forma de una sociedad de capitalismo de estado41. Eso representó el final del primer estado proletario.

Pregunta: Así que ¿cómo pones eso en perspectiva?

RL: La revolución soviética se trataba de un levantamiento de los esclavos con una dirección comunista de vanguardia —y de forjar una forma completamente nueva de organizar y administrar la sociedad, una forma completamente nueva de relacionarse con el mundo... no para saquear y conquistarlo, pero para contribuir a la emancipación de la humanidad. Su derrota representó un amargo revés, lo que cundió aún más debido al hecho de que en ese entonces las personas no tenían las herramientas de la ciencia para analizar el carácter y la fuente de dicha derrota. 

A pesar de los errores que he descrito, la revolución de 1917 a 1956 representa los primeros pasos, aparte la fugaz Comuna de París, en el camino de la emancipación, hacia un mundo libre de la opresión y la explotación. Le dio inspiración a la gente en todo el mundo. Pero es necesario forjar ese camino... es necesario profundizar y extender el análisis de lo que se requerirá. No ocurre de forma automática o de forma espontánea. Hay una “curva de aprendizaje”, por decirlo así.

Pero para aprender y para aprender profundamente, se requiere un conocimiento científico de la sociedad y la forma de transformarla. Se requiere un mayor desarrollo de esa ciencia... Hablo de la ciencia del comunismo. Se trata de identificar y analizar los problemas y desafíos en el proceso de llegar a un mundo sin clases... y de forjar soluciones y desarrollar nuevos descubrimientos sobre la manera de entender lo que se enfrenta.

Eso es lo que hizo Mao Zedong, el líder de la revolución china... llevó el proyecto de la emancipación, la revolución comunista, a alturas completamente nuevas de análisis y práctica. Para la humanidad, eso constituyó un nuevo adelanto, más radical y emancipador. A continuación, nos adentraremos en eso.

Capítulo 4: China — Una cuarta parte del género humano escaló nuevas alturas de la emancipación

Pregunta: Lo que nos lleva a la revolución china en 1949. ¿Podrías contarnos algo sobre cómo los comunistas llegaron al poder allá?

Raymond Lotta: Fue un enorme levantamiento político y social, una lucha armada revolucionaria de masas de un sacrificio y osadía extraordinarios. Mao Zedong dirigió esta revolución que hizo época. Pero para entender cómo llegó al poder la revolución… tenemos que entender su contexto histórico.

En el siglo 19, las principales potencias capitalistas del mundo empezaban a penetrar en China, imponiendo lo suyo en lo militar, en lo político… y para el fin de siglo llegaron a dominar a China. Impusieron tratados que les dieron ventajas comerciales. Dividieron a China en esferas de influencia extranjera, lo que significó que una potencia controlaba, saqueaba y explotaba una parte del país… mientras otra hacia lo mismo en otra parte de China.

Desde mucho tiempo atrás China había sido gobernada por una monarquía. Esta fue derrocada en 1911 por una revuelta de oficiales militares insurgentes y de civiles opositores, y se declaró una república en 1912. Pero la republica era débil… y se debilitó por el antiguo orden corrupto. Los señores de la guerra dividieron al país en sus propios feudos parecidos a mini-estados. Eso facilitó que el imperialismo, especialmente el imperialismo japonés, continuara abriéndose paso a golpes en el país42.

 

Nace una revolución

Pregunta: ¿Cuándo entran en escena Mao y el comunismo?

RL: La gente de China hizo diversos intentos de deshacerse del control extranjero, a veces mediante enormes levantamientos; hubo valientes revueltas campesinas. Pero no lograron cambiar en lo fundamental las condiciones de la sociedad china.

La revolución bolchevique cambió dramáticamente la ecuación. Despertó e inspiró a un sector de la juventud y los intelectuales a abrazar el comunismo. El Partido Comunista de China se formó en 1921. Desde 1927 se dio una batalla encarnizada entre el Kuomintang, que empezó como un gobierno-partido nacionalista del cual luego se habían apoderado los reaccionarios financiados por diferentes potencias imperialistas, y el Partido Comunista de China. El movimiento comunista sufrió de enormes matanzas y persecución a manos del Kuomintang. En este contexto, Mao desarrolló y luego luchó por una estrategia política y militar correcta, para en verdad ganar la liberación43.

La Gran Marcha fue un punto de viraje importante, una de las hazañas militares más extraordinarias del siglo 20. En 1934 Mao dirigió a 100 mil combatientes del Ejército Rojo y organizadores comunistas en una larga marcha de más de 9.600 kilómetros, para reagrupar y reorganizar las fuerzas para la revolución. Atravesaron a pie ciénagas peligrosas y montañas traicioneras. Lucharon en contra de los ejércitos de los señores de la guerra y los reaccionarios. Difundieron la revolución a dondequiera que fueron. Cuando la Gran Marcha llegó a su destino, solo 10 mil personas la habían terminado. Pero gracias a la Gran Marcha, la revolución pudo continuar44.

En 1931, el imperialismo japonés empezó a expandirse agresivamente en China...y en 1937 entró en guerra con China. Las fuerzas militares japonesas se tomaron Shanghái y además la ciudad capital de Nankín, donde llevaron a cabo una de las peores atrocidades en la historia moderna… la sistemática violación, tortura y asesinato de 300 mil civiles45. Japón saqueó a China por sus materias primas… por la producción industrial por trabajo esclavizado…y cometió horribles crímenes de guerra, incluyendo el uso de armas químicas. Esto sucedía en el contexto de la Segunda Guerra Mundial de 1939 a 1945… en la que las potencias imperialistas una vez más buscaban repartir el mundo mediante la violencia.

Los comunistas chinos estaban decididos a luchar en contra de la invasión y ocupación japonesa como parte de la lucha por la liberación social y nacional. Hacia 1940 sus fuerzas militares habían aumentado a unos 500 mil elementos. Mao y los comunistas movilizaron y dirigieron al pueblo a ponerse en pie y luchar en contra de las fuerzas invasoras del imperialismo japonés. Y en 1945 derrotaron a las fuerzas japonesas en China.

Pero el país estaba devastado. ¡Alrededor de 14 millones de chinos murieron a causa de la Segunda Guerra Mundial! Gran parte de la red ferroviaria, importantes carreteras y fábricas fueron destruidas. Apenas terminó la guerra en 1945, estalló una guerra civil entre las fuerzas dirigidas por los comunistas, y las fuerzas del Kuomintang equipadas y financiadas por el imperialismo estadounidense. Después de cuatro años de intensos combates, la revolución china triunfó en 194946.

Pero los imperialistas estadounidenses estaban avanzando rápidamente por la península de Corea, amenazando con invadir a China y con usar armas nucleares en su contra. La VII Flota Naval estadounidense estaba estacionada en el Lejano Oriente. Todo eso sucedió durante la guerra de Corea, que empezó nueve meses después del triunfo de la revolución.

La revolución llegó al poder en esas condiciones. Al ganar esta increíble victoria la revolución china fue un faro para los oprimidos del mundo… y un blanco para el imperialismo. Según la opinión común en el movimiento comunista en ese entonces, no era posible en un país económicamente atrasado como China con una población de cientos de millones de campesinos, que se hiciera una revolución anticolonial conducente al comunismo. Mao aplicó y desarrolló la ciencia del comunismo al forjar un camino revolucionario para las naciones oprimidas —desarrolló el programa político y la estrategia militar para hacer una revolución liberadora en tales países. El adelanto de Mao ha tenido grandes repercusiones para la revolución en todo el mundo.

 

China en vísperas de la revolución

Pregunta: ¿Cómo era la sociedad china en 1949?

RL: China era una sociedad semifeudal. La gran mayoría de la población eran campesinos indigentes, sujetos al dominio cruel y arbitrario del latifundismo.

Los campesinos rentaban tierra al terrateniente, el que, cuando había buenas cosechas, tomaba la mitad de la riqueza creada por los campesinos… extrayendo el grano como renta. En años de vacas flacas, la extracción era mayor. El campesino se quedaba con lo que sobraba, que hasta en tiempos de vacas gordas en general no era suficiente… y tenía que pedirle prestado a los usureros pagando intereses del 30% al 100%. Para colmo, el campesino tenía que pagar impuestos a las autoridades del gobierno. En los años de hambruna, que eran frecuentes… los campesinos tenían que comer hojas y corteza de árbol y a menudo se veían forzados al horror de vender a una o uno de sus hijos para que los otros pudieran sobrevivir. La hambruna era considerada como algo que hacia parte de la vida normal… una de las cosas de las que los campesinos esperaban morir… como la enfermedad o la vejez47.

Para las mujeres, la vida era un infierno. Estoy hablando de las golpizas a las esposas, de matrimonios concertados y de la prostitución forzada. Una de las costumbres más opresivas y horrorosas de la sociedad china era la práctica de los pies vendados. A las niñas de siete y ocho años de edad les amarraban fuertemente los pies con vendajes y los doblaban hasta que se les rompiera el empeine, con los dedos permanentemente retorcidos. El propósito de esta horrible práctica era de achicarse los pies de las mujeres y obligarlas a balancearse al andar… algo considerado erótico y estético en la sociedad patriarcal de China. El intenso dolor y sufrimiento se concentraban en el viejo dicho: “por cada par de pies vendados hay un balde lleno de lágrimas”. Los pies vendados se convirtieron en el símbolo de las circunstancias de las mujeres chinas antes de la revolución48.

En las ciudades la situación era desesperada. En Shanghái antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, se recogían 25 mil cuerpos sin vida en las calles cada año49. En las fábricas textiles encerraban en las noches a las jóvenes trabajadoras. Shanghái estaba repartida por diferentes potencias imperialistas.

China tenía una base industrial no desarrollada… que producía principalmente bienes de manufactura ligera, como cigarrillos y textiles. Era un país de 500 millones de habitantes que solo tenía 12 mil doctores entrenados en la medicina occidental. Cuatro millones de personas morían cada año de enfermedades infecciosas y parasíticas50. La expectativa de vida era de 32 años. La gente estaba tan desesperada que existía ese inmenso flagelo de la adicción al opio… 60 millones de adictos al opio.

Por eso la gente hizo la revolución. Por eso es necesario derrocar a las viejas clases explotadoras y destrozar su sistema estatal.

 

La movilización de las masas para transformar la sociedad entera

La revolución china logró precisamente eso. Estableció un nuevo poder estatal, una forma de la dictadura del proletariado, basada en la alianza de los trabajadores y los campesinos. Este nuevo poder estatal protegió los derechos del pueblo, suprimió la contrarrevolución e hizo posible llevar a cabo la transformación integral de la sociedad y apoyar la revolución mundial. En las ciudades y en las zonas rurales se establecieron nuevas instituciones en cada nivel de la sociedad… dirigidas por el Partido Comunista… pero con la participación de millones y millones de los anteriormente explotados quienes tomaban la iniciativa de transformar y administrar la sociedad.

Por milenios los oprimidos habían sido tratados como menos que un par de manos de trabajo. Ahora tenían el derecho y la capacidad de ponerse de pie… y el respaldo del Ejército Popular de Liberación para transformar la economía, la política y la vida social y cultural.

Bajo la dirección de Mao y el Partido Comunista de China, la revolución de inmediato se puso a cambiar las condiciones.

Pregunta: ¿Por dónde empezaron?

RL: Una de las primeras medidas fue la reforma agraria. Para inicios de la década del 1950 el nuevo poder estatal revolucionario había quitado a las clases terratenientes explotadoras del 30% al 40% de las tierras de cultivo y las había repartido a unos 300 millones de campesinos. La reforma agraria fue la más masiva expropiación y distribución de propiedad y la más grande supresión de la deuda en la historia universal51. Fue un verdadero movimiento masivo desde abajo, dirigido por el partido. Fue diferente al cambio de arriba hacia abajo que a menudo tuvo lugar en el campo soviético bajo Stalin.

Por toda China los campesinos se repartieron la tierra, los aperos y los animales. Confrontaron a los antiguos terratenientes. Organizaron reuniones de masas para contar cómo habían sufrido en la vieja sociedad y cómo iban a trabajar la tierra en la nueva sociedad. Entraron a la vida política, derribando a los antiguos jueces designados en las aldeas, reemplazándolos por concejos elegidos por la gente. Empezaron a deshacerse de la superstición y a estudiar la ciencia. En un país en donde las mujeres nunca habían sido tratadas como iguales, no solo los hombres recibieron tierras sino también las mujeres. La revolución había quebrado de forma decisiva la espina dorsal de la opresión terrateniente52.

Pregunta: Mencionaste que las mujeres obtuvieron tierras, pero ¿de qué otras formas estaban cambiando las cosas para las mujeres?

RL: Volvamos al pasado por un momento. Ya mencioné lo que se había hecho en la Unión Soviética, especialmente en la primera década y cacho, y en comparación con el resto del mundo. Tenemos que captar a fondo esa cuestión —estoy hablando de la opresión de la mujer de forma más universal— que ni siquiera se consideraba una “cuestión” hasta finales del siglo 18, cuando se escribieron las primeras obras importantes que la trataron. Marx y Engels la vieron como una parte integral de la revolución comunista desde el principio, y Engels escribió una obra muy importante al respecto, El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, que explica en mucho detalle cómo se originó esta opresión y a grandes brochazos, cómo se podría y debería eliminar por medio de la lucha por la sociedad comunista53.

Por un lado eso era el análisis y práctica más avanzados en el planeta, aunque en ciertos sentidos todo eso —el pionero trabajo teórico de Engels, las transformaciones en la Unión Soviética e incluso los primeros adelantos en China de los que voy a hablar— fueron los primeros pasos. Los primeros pasos… pero pasos gigantescos. Incluso algo como el derecho a tener tierras —eso tuvo gran importancia en el contexto de un país en el que de muchas maneras todavía no había salido por completo del feudalismo.

En la China liberada en 1950, una nueva ley matrimonial le puso fin al matrimonio infantil y los matrimonios concertados. La nueva ley les garantizó a hombres y mujeres el derecho a divorciarse. Pero como Mao enfatizó, la revolución trataba de más que unas nuevas leyes. La gente estaba cambiando la sociedad por medio de la movilización de masas, pero eso estaba profundamente conectado con la lucha por transformar las relaciones sociales opresivas y las ideas atrasadas, y por cambiar los valores y las ideas y maneras de pensar.

Donde había reforma agraria, había lucha en contra del trato a las mujeres como objetos de la autoridad masculina, la lucha en contra de los estrechos límites de la familia y en contra de la autoridad del clan. Aquí es bien importante —el partido desarrolló la práctica de apoyarse en las viudas y los huérfanos incluso al dar la lucha por la reforma agraria y las formas cooperativas de la agricultura— atraer e incorporar a las y los más oprimidos y en el proceso atraer e incorporar a las mujeres mucho más cabalmente a la vida pública, y de una forma muy dinámica. 

En el conjunto de la sociedad había una lucha ideológica en contra de la noción de la inferioridad de las mujeres. Mao popularizó la consigna, “las mujeres sostienen la mitad del cielo”. No fue simplemente una declaración de igualdad pero un llamado a oponerle resistencia a todo lo que se le atravesara en el camino. En menos de una década desapareció la prostitución como un fenómeno social importante; se quitó la vergüenza que había sobre aquellas mujeres que habían sido forzadas a prostituirse; y se hizo posible una vida nueva y productiva, y las mujeres podían caminar por la calles de las grandes ciudad sin miedo. Se eliminó de una vez para siempre la práctica de los pies vendados. Además, de ahí todo eso fue mucho más allá en la Revolución Cultural, que estalló en 1966 —de la que hablaré en un momento54.

Pregunta: Dijiste que China quedó devastada después de la guerra. ¿Cómo lidió con eso el nuevo poder?

RL: Lanzaron campañas de masas para limpiar las ciudades. Eliminaron la cólera y otras enfermedades epidémicas o las pusieron bajo control. Construyeron nuevas fábricas y viviendas para los trabajadores. Construyeron hospitales y escuelas de medicina. Hacia 1965, China ya había entrenado a 200 mil médicos generales55. Se creó un nuevo sistema educativo. Lanzaron campañas masivas de alfabetización. Voluntarios de todo tipo se fueron al campo, y para finales de la década del 1950 la mayoría de los campesinos habían adquirido una comprensión de lectura básica. Eso fue lo que la revolución hizo posible.

Se eliminó con el flagelo de la adicción al opio, por medio de la educación y un tratamiento médico en masa. La gente que había sido adicta ahora podía trabajar productivamente… porque se había establecido toda una nueva economía basada en satisfacer las necesidades sociales, incluyendo la capacidad de sembrar cultivos por el bien de la sociedad. De mayor importancia, lo más precioso eran las personas y su capacidad de estar sanas, aprender y contribuir56.

 

Una pregunta sin resolver: ¿Cuál rumbo para la sociedad?

Pregunta: Así que esos fueron grandes avances

RL: Sí, pero hacia dónde se dirigía la sociedad… eso estaba sin resolver.

Pregunta: ¿Qué quieres decir? Tenían el poder, ¿o no?

RL: Déjame remontarme un poco por un segundo. Cuando la revolución llegó al poder en 1949, Mao dio el famoso discurso en la plaza Tiananmen de Pekín. Le declaró a la multitud: “El pueblo chino se ha puesto en pie”. Pero miró más allá de ese momento y declaró que era “solo un comienzo... un breve prólogo de una larga obra”.

Eso era la forma poética de Mao, para decir que la revolución no podía detenerse. Que estaba entrando a una nueva etapa de la transformación socialista de la economía, a la creación de nuevas instituciones políticas y al proceso de forjar nuevos valores de trabajar por el bien común. La revolución tenía que continuar.

La meta de la revolución comunista es superar la división de la sociedad y del mundo en clases y crear una comunidad mundial de la humanidad. Marx usó esta frase tan descriptiva para captar la esencia del comunismo: “las dos rupturas radicales”… con las relaciones tradicionales de propiedad y además con las ideas tradicionales. Es por eso que los cambios iniciales que yo estaba describiendo, por asombrosos que fueran… fueron solo “un comienzo”.

Pero poderosas fuerzas en el Partido Comunista de China tenían una visión muy diferente. Veían la revolución como un medio para superar la dependencia y el atraso económicos de China y transformar a China en una potencia moderna e industrial. China había sido humillada y dominada por potencias extranjeras. Ellas veían el socialismo como un medio, y en el contexto, de lograr la liberación nacional y la independencia nacional.

Y llegaron a la conclusión opuesta a la de Mao. Desde la perspectiva de ellos, la revolución política y social terminó en 1949. Ahora la tarea era, según su concepción, principalmente la modernización económica.

Se basaban en parte en las deficiencias de la Unión Soviética cuando era socialista. Promovieron un programa de rápida industrialización. A su parecer, el desarrollo iba a filtrarse hacia el campo. Su visión los impulsó en cierta dirección: concentrar recursos en fábricas grandes y modernas y en tecnología avanzada… para construir un gran aparato de planificación centralizada… para crear ejércitos de expertos… para motivar a la gente con bonos e incentivos salariales. Pero aquí está la trampa: buena parte de su pensamiento reflejaba realmente la concepción sobre el socialismo dominante en el movimiento comunista internacional. Estaban adoptando el modelo soviético de desarrollo.

Pregunta: ¿Y Mao estuvo en desacuerdo?

RL: Sí. Mao reconocía la necesidad de construir la industria… pero estaba en contra de la idea de la rápida industrialización basada en concentrar los recursos en las zonas urbanas y a expensas de los campesinos en la agricultura. Estaba de acuerdo con desarrollar tecnología, especialmente tecnología apropiada para las condiciones de China… pero estaba en contra de la idea de poner la tecnología y los expertos por encima de la gente y su creatividad. Estaba a favor de mejorar la vida de la gente… pero en contra de motivar a la gente atrayéndola según intereses materiales inmediatos.

Él consideraba que el enfoque de otros líderes en el partido iba a llevar a reforzar y ampliar las desigualdades y a quitarles la iniciativa a las masas. Mao estaba buscando un enfoque que de verdad le permitiera a las masas obtener el dominio en todos los terrenos de la sociedad y que impidiera que se formaran nuevas elites.

Se tenía que planificar el desarrollo económico, pero se necesitaba un sistema de planificación diferente, más radical, más dinámico y más participativo que el que existía en la Unión Soviética. Si China iba a estar en una posición de resistir el ataque y la invasión imperialista, tenía que descentralizar la industria y no concentrar el desarrollo en las vulnerables ciudades y zonas costeras; pero de hecho estoy hablando de algo más profundo, que tiene que ver con atraer e incorporar a las masas populares de manera más profunda en el proceso concreto de conocer y transformar la sociedad.

Dos campos contendían al interior del Partido Comunista, sobre el rumbo de la sociedad. Esas fuerzas conservadoras tenían fuerza e influencia en el Partido Comunista y en la sociedad. En el periodo de 1949 a 1976, ardía una intensa lucha en los más altos niveles del partido sobre el rumbo de la sociedad, sobre seguir adelante hacia el comunismo… o volver al capitalismo.

Y hay otra dimensión. A mediados de la década del 1950, Mao y las fuerzas revolucionarias estaban luchando en contra de dos legados. Bob Avakian ha hablado acerca de esto57. En primer lugar y de mayor importancia, estaban luchando contra las continuas amenazas e influencias del capitalismo y del imperialismo occidental, el que históricamente había dominado a China, que la estaba cercando y presionando. En segundo lugar, Mao estaba luchando en contra del legado político e ideológico y la influencia del modelo soviético de desarrollo, que inclusive antes de la restauración del capitalismo en su forma estatal, tenía problemas notables. Por el capitalismo de estado, quiero decir un sistema en que las fábricas, las minas, el transporte —en síntesis, los medios de producción— son propiedad del estado, pero se manejan de acuerdo a los principios capitalistas de la “ganancia al mando” en vez de apoyar a la revolución y satisfacer las necesidades sociales.

Pregunta: Sé que hemos hablado un poco de esto, pero ¿por qué es que eso no fuera un modelo para el desarrollo socialista?

RL: Bueno, uno de los problemas del enfoque o modelo soviético era la idea de que una vez que se haya establecido la propiedad estatal de los principales recursos productivos de la sociedad, la tarea fundamental era la de desarrollar las fuerzas productivas, de ir a toda máquina para poder desarrollar la economía. Pero Mao lo veía de una forma diferente. Planteaba que esa idea en realidad no iba a conducir a que las masas cambiaran las condiciones materiales ni a que cambiaran a sí mismas… a cambiar todas las relaciones sociales e ideológicas de la sociedad. En cambio, ese modelo de llegar al comunismo simplemente por medio de aumentar la producción llevaría al surgimiento de un nuevo estrato privilegiado que empezaría a establecerse en una posición por encima de las masas.

En ese momento Mao no había desarrollado una teorización completa de todo eso. Además, iban a darse grandes luchas en los años por venir, con su culminación en la Revolución Cultural. Esas luchas fueron crisoles por los que Mao empezó a forjar un pionero análisis de la naturaleza de la sociedad socialista y de la realización de la meta del comunismo, una comprensión realmente nueva de lo que es el comunismo. En ese momento, a comienzos y mediados de los años 1950, Mao ya estaba viendo problemas concretos con lo que yo llamo “el modelo soviético”.

Así que ésa era la situación a la que se enfrentaba la dirección revolucionaria en China. ¿China iba a poder aguantar las presiones del imperialismo occidental y de Estados Unidos en particular? ¿Iba a poder resistir las presiones a cobijarse bajo el ala y el control de la Unión Soviética? O ¿iba a poder irse por un camino diferente, por un camino liberador?

 

El Gran Salto Adelante

El Gran Salto Adelante de 1958 empezó a forjar ese camino diferente. Había un tremendo potencial y entusiasmo por el cambio en el campo. Y la dirección revolucionaria pudo convertir eso en una fuerza poderosa para la transformación58.

Pregunta: Hay mucha confusión y desinformación sobre el Gran Salto Adelante. ¿De qué se trataba? También quisiera que hablaras sobre los ataques al Gran Salto Adelante.

RL: Al centro del Gran Salto Adelante en el campo estaban las comunas. Las comunas juntaban a los campesinos de una manera que combinaba la actividad económica, la actividad política y social, la milicia y lo administrativo. Esto era algo nuevo. Eran unidades de poder en las que las masas, especialmente los anteriormente oprimidos y explotados, estaban ejerciendo el poder bajo la dirección del partido. Estaban cambiando la base productiva de la sociedad, específicamente en el campo. Y al hacer eso… como parte de eso, estaban cambiando las relaciones entre las personas y en la población.

Bien, las comunas surgieron mediante un proceso. Los campesinos tomaron parte en el gran movimiento por la reforma agraria… se levantaron en contra de los terratenientes y obtuvieron tierras, aperos y ganado. Pero las cosas no pararon ahí. La dirección revolucionaria animó a la gente a formar equipos de ayuda mutua, a ayudarse entre sí para sembrar, cultivar y cosechar y compartir aperos… y de ahí, a organizarse en cooperativas en que los campesinos juntaban y usaban colectivamente sus tierras individuales, sus animales y las grandes herramientas… y después en cooperativas más grandes59.

La gente estaba trabajando colectivamente de nuevas maneras y estaba viendo los beneficios de trabajar colectivamente y compartir recursos. Un creciente número de campesinos empezaron a quemar las escrituras de sus tierras porque estaban trabajando en el marco de estos nuevos arreglos y estaban obteniendo la respectiva seguridad.

En una zona rural, las cooperativas de los campesinos se unieron a otras para comenzar un enorme proyecto para traer el agua por las montañas para irrigar tierras áridas. Mao resumió esa experiencia, la que se convirtió en un modelo para las comunas.

Pregunta: Bien, ¿qué estaban haciendo las comunas?

RL: La gente se podía movilizar en conjunto para desencadenar todo tipo de energía y creatividad. Trabajaron para recuperar tierras, para plantar árboles, para construir carreteras. Construyeron proyectos de irrigación y varios proyectos de control de inundaciones para protegerse de las calamidades. Se hizo posible usar tractores y maquinaria de una forma más racional para satisfacer las necesidades de la producción de alimentos, porque la tierra era de propiedad colectiva. Se establecieron industrias de pequeña escala en el campo —de fertilizantes, fábricas de cemento y pequeñas plantas hidroeléctricas. Los campesinos empezaron a dominar la tecnología: se difundió el conocimiento científico; y se hizo posible de una manera totalmente nueva la innovación y solución de problemas locales. El estado socialista estaba también garantizando que los precios de los bienes industriales y los productos manufacturados de consumo adquiridos por las comunas y los campesinos se mantuvieran bajos y los precios agrícolas estuvieran regulados en un nivel que ayudara a los campesinos.

De esa y otras maneras, estaban lidiando con las brechas entre la ciudad y el campo y entre los campesinos y los obreros y las estaban transformando. Eso era muy importante porque el desarrollo desigual entre las zonas urbanas y rurales es una fuente de privilegios y dominación sociales y de clase. Históricamente el desarrollo e industrialización capitalista han implicado que las ciudades expriman recursos al campo —y los campesinos en zonas rurales se enfrentan a bajos precios por los productos agrícolas que venden y precios muy elevados por los productos manufacturados que compran. Esas relaciones desiguales entre el campo y la ciudad contribuyen al empobrecimiento en el campo y obligan a muchos campesinos en el tercer mundo a abandonar las zonas rurales por los tugurios y barriadas de las ciudades. Esto constituía también una alternativa, y un rechazo, al enfoque soviético hacia la colectivización que exprimía sin miramientos a los campesinos, con el fin de acumular capital para el desarrollo industrial.

Una característica principal del Gran Salto Adelante fue su manera de desafiar la opresión de la mujer. Las mujeres ya no eran restringidas ni contenidas por las sofocantes limitaciones de la producción familiar. Las personas salieron del hogar. El Gran Salto Adelante creó cocinas y comedores comunales, guarderías infantiles y cooperativas para hacer reparaciones en las casas. Las mujeres entraron en el torbellino de la batalla económica, política e ideológica para crear una nueva sociedad. Se cuestionaron las viejas costumbres y valores. La gente estaba luchando en contra de la superstición, el fatalismo, y las costumbres feudales que todavía persistían, como el matrimonio concertado60.

Las comunas también establecieron redes de escuelas primarias y medias así como clínicas médicas.

Esta era una manera de desarrollar la autosuficiencia y el desarrollo equilibrado, con la diseminación de capacidades técnicas e industriales para que China pudiera resistir mejor un ataque imperialista y apoyar a la revolución mundial.

Las comunas representaron un salto de la participación directa de las masas en todas las esferas de la sociedad, hasta en relación a lo que la revolución había logrado hasta ese momento61.

 

Un camino sensato y racional de desarrollo

Pregunta: Pero si uno lee cualquiera de estos libros o artículos anticomunistas sobre el Gran Salto Adelante, todos dicen que éste era “algo loco e irracional”.

RL: Permíteme decir lo que es algo loco e irracional. La agroindustria corporativa que se apoya en la especialización y monocultivo para la exportación y en enormes insumos de fertilizantes basados en el petróleo… la que perjudica a los ecosistemas locales y obliga a los campesinos a abandonar el campo para las ciudades y a vivir en los tugurios… todo eso sí es una locura. La conversión de las tierras previamente utilizadas para cultivar alimentos en tierras para cultivar productos agrícolas para combustibles como el etanol y el desarrollo de una agricultura orientada a la exportación que cultiva flores exóticas para la exportación mientras que los pobres pasan hambre… eso sí es una locura. Obligar a los países a depender cada vez más del mercado mundial para los productos alimenticios básicos que están sujetos a las fluctuaciones de los precios mundiales... eso sí es el colmo de la irracionalidad y locura.

Cuando 250.000 campesinos pobres de la India se suicidaron entre 1995 y 2011 por estar atrapados en las redes de la agroindustria mundial, como la Monsanto, y se endeudan para pagar por las semillas y fertilizantes monopolizados por esas empresas… eso es el trágico resultado de un modo de organización económica loco e irracional basado en las ganancias y la dominación imperialista de la agricultura y el conocimiento científico62.

Estuve en Manila en 1996, y algunas personas me llevaron a lo que se llama la Montaña de Humo. Es un gran relleno sanitario en el cual la gente pepena lo que puedan para sobrevivir, para usar o vender. Los incendios generaban humo y gases tóxicos (de ahí el nombre). Muchas personas ahí eran campesinos desplazados. Eso era una época en que las Filipinas estaba bajo presiones de cultivar los llamados “productos agropecuarios no tradicionales para la exportación”, como el espárrago, el cual me dijeron no formaba parte de la dieta del pueblo. Previamente, algunas mujeres se habían dedicado a cultivar el arroz pero no tenían escrituras para las tierras… estaban bajo esas presiones para cambiar los cultivos… ya no podían seguir en la agricultura y migraron a Manila donde el único trabajo para muchas estaba en el comercio sexual. Eso sí es una locura.

Vivimos en un mundo en el que 18.000 niños se mueren al día de hambre y de enfermedades evitables63. Eso sí es una locura.

Desde el punto de vista de satisfacer las necesidades básicas de la gente y de desarrollar una agricultura sostenible, desde el punto de vista de echar abajo todas estas divisiones esclavizantes... desde el punto de vista de los intereses de la humanidad — el Gran Salto Adelante era totalmente racional. Es un ejemplo de lo que Mao llamaba “poner la política al mando” del desarrollo económico… crear una economía que sirviera a las necesidades del pueblo y contribuyera a la transformación revolucionaria de la sociedad64.

Por medio del Gran Salto Adelante y posteriormente la Revolución Cultural, la China revolucionaria estaba realizando algo sin precedentes en la historia humana. Fue la primera vez que un proceso del desarrollo económico y de industrialización no fue simultáneamente un proceso de urbanización caótica.

 

La verdad acerca de la hambruna

Pregunta: Pero ocurrió una hambruna y se dice que ocurrió porque Mao era temerario, trataba de hacer cosas fanáticas en el campo, simplemente trataba de exprimir lo más que pudiera de la mano de obra campesina sin considerar el bienestar del pueblo.

RL: Quiero hablar de eso y despejar muchas distorsiones al respecto. Primero, como expliqué, el Gran Salto Adelante no era temerario y sí tenía metas de política coherentes. Movilizó la energía y entusiasmo de las masas campesinas.

Ahora bien, ocurrió una crisis alimenticia masiva que comenzó a finales de 1959, la cual se empeoró en 1960. Pero no sucedió debido a las políticas o la indiferencia de Mao. La crisis de hambre no fue resultado del sistema de comunas, el camino económico diversificado que estaban forjando o los proyectos de recuperación de tierras. Las dificultades de 1960 a 1961 —las que sí llegaron al nivel de una hambruna— tenían causas complejas.

Primero, se dio un fuerte descenso en la producción alimenticia en 1959. China había pasado por los peores desastres climáticos en un siglo. Las inundaciones y las sequías afectaron más de la mitad de las tierras de cultivo65.

Segundo, la situación internacional dio un giro el que afectó los acontecimientos en China. Se dio una lucha ideológica aguda entre la China revolucionaria y la Unión Soviética. Como decía, la Unión Soviética ya no era socialista; las nuevas fuerzas capitalistas habían subido al poder a mediados de los años 1950. La dirigencia soviética ahora estaba tratando de consolidar el movimiento comunista internacional bajo una línea revisionista. Por revisionismo, quiero decir un enfoque capitalista y anti-revolucionario que se envuelve en la terminología marxista a fin de justificar y legitimar políticas reformistas que no modifican las relaciones esenciales del capitalismo. Mao analizó que la Unión Soviética ya había abandonado el camino socialista y estaba traicionando los intereses de la revolución mundial en beneficio del imperialismo estadounidense. Denunció todo eso.

Los soviéticos tomaron represalias, retirando sus asesores y técnicos, cortando la ayuda, llevándose los planos de las instalaciones industriales sin acabar. Eso causó dislocaciones en la economía china. No llegaron los repuestos y los equipos esperados y se desbarató el plan económico original. Además, los soviéticos dejaron a China con la carga de una deuda por el equipo militar suministrado durante la guerra de Corea66.

Así que se produjo un descenso repentino y fuerte de la producción alimenticia debido a las calamidades del tiempo; y luego el retiro repentino de la ayuda soviética causó tensiones y trastornos adicionales en la economía.

Tercero, los maoístas cometieron ciertos errores de política. Un problema era que en muchas zonas rurales dedicaban demasiado tiempo del trabajo de los campesinos a los proyectos no agrícolas. Eso perjudicó la producción alimenticia. Otro problema era que las comunas inicialmente eran muy grandes y estaba también el problema de tratar de organizar y gestionar la producción agropecuaria, la distribución de ingresos y otras actividades a un nivel demasiado alto y centralizado en la estructura de las comunas. Hacía falta una mayor flexibilidad.

Cuarto, los altos dirigentes revolucionarios no recibían una información tan confiable acerca de lo que efectivamente estaba sucediendo en las zonas locales, lo que hubiera sido lo indicado, especialmente al empeorarse rápidamente la situación del hambre. Por un lado, los enormes cambios y la experimentación del Gran Salto Adelante trastornaron algunos procedimientos de planificación así como los sistemas y canales de reportes. Por otro lado, las presiones de la dirección central en el sentido de cumplir con las metas en combinación con el espíritu eufórico de los tiempos tuvieron la consecuencia de que los líderes al nivel local a menudo exageraran las cifras de producción de granos y otros productos. Así que esa combinación de factores dificultó que los líderes conocieran el panorama preciso de lo que se necesitaba… y eso afectó la capacidad de responder rápidamente.

Efectivamente se dio una crisis. Pero la dirección de hecho respondió. Llevaron a cabo investigaciones e hicieron ajustes. Redujeron las cuotas de granos a entregarse al estado. Redujeron la escala de ciertos proyectos no agrarios, para que la gente pudiera dedicar más tiempo a la producción de alimentos. Redujeron el tamaño de las comunas para crear mayor flexibilidad67. Racionaron de manera importante el grano a nivel nacional y enviaron provisiones de granos de emergencia a las regiones en dificultad68. Importaron granos del extranjero para las ciudades y para las comunas pudieran quedarse con más grano.

Y, de gran importancia, la estructura de las comunas, las instituciones y valores cooperativos posibilitaron realmente que la gente se uniera para lidiar con los problemas69.

Esta hambruna de 1960-61 tenía las causas que estoy describiendo. La respuesta se dio de la manera que estoy describiendo: basándose en las necesidades del pueblo y en el mayor avance de la revolución. 

Comparemos esta situación con la hambruna que tuvo lugar en la India durante la Segunda Guerra Mundial y que dejó de 1,5 a 3 millones de muertes. Esa hambruna la causaron las políticas de adquisiciones y precios agrícolas del gobierno británico durante la guerra. Eso fue obra de Churchill, unas políticas en las que persistió mucho después de enterarse del sufrimiento que estaba causando70.

Y más recientemente han ocurrido —y siguen ocurriendo— hambrunas horrorosas en África. Son el legado de la dominación y distorsión imperialista de esas economías, de guerras civiles aprovechadas, si no directamente atizadas, por el imperialismo… y por el calentamiento global y sus impactos, que tienen todo que ver con el funcionamiento del capitalismo mundial. Y en esos casos de hambruna, la “ayuda” muchas veces termina por minar más la agricultura campesina de subsistencia sostenible.

Así que en varios casos, la hambruna resulta de las relaciones del capitalismo-imperialismo, las cuales la exacerban. En el caso de la revolución china, la crisis de 1960-61, ocurría en el contexto de tratar de solucionar el problema de los alimentos que por mucho tiempo había afectado a China.

Pregunta: Pero ¿y qué hay de la gran cantidad de muertes? — algunos estudios dicen que murieron de 30 a 40 o 50 millones de personas.

RL: Fíjate, se ha producido una verdadera industria casera de inflar la cantidad de muertes que ocurrieron durante el Gran Salto Adelante. Se basa en datos no confiables de censos y diversas manipulaciones de las estadísticas. Muchos cálculos de muertes se basan en la diferencia entre lo que hubiera sido el esperado crecimiento demográfico normal, y el número de personas en la población en realidad. Los métodos son muy dudosos. Por ejemplo, debido a las dificultades durante la crisis de alimentos, cayó la tasa de natalidad, pero cuentan algunos no nacidos en el número de las “muertes en exceso”. O, tomando otro ejemplo, hubo emigración de las aldeas durante el Gran Salto, en algún grado al inicio y posteriormente cuando aumentó la escasez de alimentos —y este fenómeno contribuyó a los erróneos cálculos de población71.

Toda esta empresa de inflar el número de muertes sirve para atacar al Gran Salto Adelante y la revolución maoísta más en general. Es importante saber que las cifras de los censos que los académicos occidentales utilizan para calcular el número de muertes… estos datos de los censos los divulgó inicialmente Deng Xiaoping. Éste se había opuesto a Mao y dirigió el golpe de estado contrarrevolucionario de 1976. A principios de los años 1980, promovía el desmantelamiento de las granjas colectivas… y los conteos de muertes y cifras más altas de muertes eran parte del descrédito oficial contra las granjas colectivas en esos momentos72.

Muy seguido, los académicos occidentales anticomunistas usan la metodología de que si alguien se murió, pues eso fue obra de Mao, y no que simplemente se murió… Mao “mató” gente… y Mao “mató” gente porque era un tirano inmisericorde.

Vale la pena que la o el lector consulte la página web Pongamos las cosas en claro, la que ofrece materiales que critican a esta metodología.

El meollo del asunto es lo siguiente: Para 1970, por primera vez China ya era capaz de resolver su problema histórico de alimentación. Es decir, durante cientos de años China había sufrido ciclos devastadores de sequías y privación. Pero ahora había desarrollado la capacidad de satisfacer las necesidades básicas nutricionales y de seguridad alimenticia, la capacidad efectiva de tener una agricultura sostenible basada en las necesidades —y no una que sirve al capitalismo mundial73.

Todo eso se debió en lo fundamental al Gran Salto Adelante y la formación de las comunas. Se debió en lo fundamental a la movilización colectiva del pueblo para construir obras de riego y de control de inundaciones, recuperar y mejorar las tierras, dominar nuevas técnicas agrícolas y establecer pequeñas industrias en el campo. Se debió en lo fundamental al espíritu de trabajar por el bien común promovido por la revolución socialista.

 

La Revolución Cultural: El mayor avance de la emancipación humana hasta ahora

Pregunta: Hablemos de la Revolución Cultural que ocurrió entre 1966 y 1976, el próximo episodio trascendental de la revolución china.

RL: La Revolución Cultural fue el punto culminante de la primera etapa de la revolución comunista. Es el tercer “hito” de la primera etapa de la revolución comunista… estoy hablando de la Comuna de París y la revolución bolchevique como los primeros dos hitos.

Ahora bien, en última instancia la Revolución Cultural fue derrotada en 1976. Y China ya no es un país socialista. Sin embargo, la Revolución Cultural todavía inspira y ofrece lecciones increíblemente ricas. Toda persona que aspire a una sociedad y un mundo justos y liberadores tiene que aprender sobre… y aprender de la Revolución Cultural.

Pregunta: Pero, Raymond, denigran tanto a la Revolución Cultural. ¿Cómo se puede desmentir todo eso y ayudar a la gente a verla desde un punto de vista científico?

RL: Sí, la burguesía nunca se cansa en calumniar a la Revolución Cultural. Tenemos que librar una seria batalla por la verdad porque eso está muy relacionado con las posibilidades humanas. ¿De qué se trataba la Revolución Cultural? ¿Cuáles problemas en la sociedad y el mundo enfrentaba? ¿Qué eran sus objetivos concretos? ¿Qué eran sus formas predominantes de actividad y lucha? ¿Qué logró en la realidad? ¿Cómo cambiaron la sociedad y la gente por medio de ella?

El mero planteamiento de estas preguntas para una investigación y exploración seria, en sí nos lleva a un plano de discusión diferente. Y, al bregar con estas preguntas y contestarlas a base de ese fundamento científico, efectivamente llegamos a la verdad concreta de la Revolución Cultural.

Ahora bien, al evaluar cualquier período o figura histórica, siempre se topa con tendencias secundarias o contrapuestas, anomalías y cosas por el estilo… pero la primera y principal pregunta que hay que hacer es: ¿qué es lo principal, qué es la esencia de la sociedad, movimiento social o figura histórica en cuestión… qué es su carácter principal?

La Revolución Cultural fue la iniciativa de mayor alcance en la historia contemporánea, y en la historia humana, de revolucionar y reestructurar una sociedad dejando atrás toda la explotación y opresión… a base de la participación consciente, el activismo consciente, de decenas y cientos de millones de personas. Durante el curso de la misma, millones y millones de personas revolucionaron su concepción del mundo — es decir, sus valores básicos, su enfoque de la realidad… y se transformó el etos, o el espíritu, de la sociedad en conjunto.

 

El peligro de que la revolución dé marcha atrás

Pregunta: Así que ¿qué fue la médula de la Revolución Cultural? Oímos tanto de facciones y peleas y críticas y de que denunciaban a las personas.

RL: Para captar la esencia, tenemos que ver el contexto mayor. Mao había estado buscando una solución al problema de que la revolución pudiera dar marcha atrás. No por una invasión o ataque, por más concretos que eran esos peligros, sino por causas internas… quiero decir, internas al mismo sistema socialista. El peligro era que el partido comunista pudiera convertirse en el instrumento de una nueva clase explotadora que ejerciera un control y dominio burgués.

Una nueva élite podría tomar el control de los órganos del poder estatal y adaptarlos para reinstaurar las relaciones de explotación y opresión… aunque el estado siguiera siendo socialista en nombre y ciertos rasgos superficiales del socialismo aún estuvieran en vigor.

Eso no fue una cuestión abstracta en China de 1964 a 1966.

Anteriormente hablamos del Gran Salto Adelante. Éste rompió radicalmente con los modelos de desarrollo soviético y occidental. Era un golpe contra las fuerzas burguesas-tecnócratas en el partido. Sin embargo, debido a la crisis alimenticia y hambruna de 1960 a 1961 y los desequilibrios industriales provocados por la retirada repentina de la ayuda financiera y técnica soviética, era necesario hacer ciertos ajustes económicos y organizativos. Eso le dio oportunidades a las fuerzas conservadoras en el Partido Comunista que se declaraban los “realistas económicos” capaces de hacer que la economía alcanzara el nivel donde tuviera que estar. Se abalanzaron con lo que tuvieran a su alcance para minar las políticas y el espíritu del Gran Salto Adelante.

Dichas fuerzas contaron con un poder organizativo imponente dentro del Partido Comunista. Ya para 1964 y 1965, estaban ganando terreno. Tenían un programa coherente. Querían priorizar las inversiones según indicadores de las ganancias. Querían copiar el sistema educativo soviético para producir elites profesionales y “elites comunistas”. Estaban bien atrincherados en la esfera cultural — en la ópera, una forma de arte muy popular, todavía imperaban los antiguos temas y personajes feudales. De hecho les decían a los obreros y campesinos que se olvidaran de la política, que “la dejen en manos del partido, que se dediquen a quebrarse el lomo como siempre mientras que nosotros nos encargamos de su bienestar”.

Como expliqué anteriormente, según estas fuerzas conservadoras de alto rango en el partido y el estado, lo más importante era convertir a China en un país moderno, fuerte e industrializado. Para dichas fuerzas, eso era el objetivo del socialismo… y promovían y, donde pudieran, adoptaban políticas que servían a ese objetivo y ese programa.

A nivel internacional, se intensificaba el conflicto con los revisionistas soviéticos. Mao dirigía la lucha por todo el mundo de trazar un deslinde entre la revolución auténtica y el revisionismo de la Unión Soviética —y los soviéticos trataban de aislar a China. Al mismo tiempo, los imperialistas estadounidenses escalaban rápidamente la guerra en Vietnam. Vietnam del Norte colinda con China, y en ese momento había un peligro real de que Estados Unidos la escalara más y atacara a China. En ese contexto, algunas fuerzas revisionista-conservadoras sostenían que era necesario aflojar la lucha ideológica con los soviéticos. Y se posicionaban para adoptar para China el modelo soviético (que se había convertido en un sistema capitalista dentro de un marco institucional de propiedad estatal y planificación estatal que era socialista solo de nombre)74.

Acuérdate, dijimos que Mao había estudiado muy profundamente la experiencia soviética. Analizó que las purgas que hizo Stalin en los años 1930 no solucionaron el problema de impedir la contrarrevolución en la Unión Soviética. En primer lugar, en buena parte limitaron a las masas de obreros y campesinos a un papel pasivo. No les desarrollaban la conciencia que les capacitara para distinguir entre los programas y puntos de vista que impulsaran la sociedad adelante hacia el comunismo… y los programas y políticas que la condujeran de vuelta al capitalismo. Además, el Partido Comunista y las instituciones del estado no se revolucionaron a través de las purgas.

Mao estaba bregando con un problema histórico-mundial de la revolución comunista. ¿Cómo impedir la contrarrevolución, pero impedirla de una manera que concuerde con el objetivo de alcanzar un mundo comunista? ¿Cómo impedir la contrarrevolución de una manera que capacite a las masas a jugar un papel consciente y decisivo para transformar la sociedad y transformarse a sí mismas? ¿Cómo mantener el partido sobre el camino revolucionario y combatir la atracción de “ponerse cómodo” y convertirse en una nueva clase explotadora?

Así fue el desafío, y se planteaba muy agudamente en la situación por la que pasaba la sociedad china en principios de los años 1960… porque los seguidores del camino capitalista se posicionaban para tomar el poder.

Se podría decir que la situación más amplia en la sociedad les favorecía.

 

El desencadenamiento de la juventud para iniciar la Revolución Cultural

Pregunta: ¿Qué quieres decir con eso? ¿No era Mao el que dirigía todavía?

RL: El partido se había vuelto bastante calcificado y esas fuerzas revisionistas gozaban de mucha autoridad e influencia… eso era un problema grande. Pero hubo otro problema grande. La gente se conformaba demasiado con lo rutinario. Pues, en el curso de los 17 años anteriores, el bienestar material y social del pueblo se había mejorado enormemente. Eso fortaleció cierta tendencia, especialmente entre aquellos que habían sufrido tanto en la vieja sociedad, a dejar de cuestionar. Además, debido a todo lo que se logró bajo la dirección del partido, muchos campesinos y obreros daban por sentado que sus líderes, si se decían “comunistas”, habían de ser buenos, habían de ser comunistas. También, en muchas unidades de fábricas y zonas rurales, las personas simplemente tenían mucho miedo a criticar a los líderes. ¿Cómo despejar esa costumbre de conformarse con el statu quo?

Así que Mao estuvo enfrentado a esa situación, a esa necesidad. Buscaba una solución. Y la Revolución Cultural constituyó el paso pionero. La solución no iba a ser quitar, de arriba para abajo, a las autoridades revisionistas. Al contrario, iba a ser una revolución que supusiera y requiriera la participación y la movilización desde abajo, de millones de las masas. Por medio de la lucha política e ideológica de masas, con la dirección del núcleo revolucionario del partido, las masas podían llegar a entender y distinguir lo correcto y lo incorrecto, la revolución y el revisionismo… y sobre esa base jugar el papel decisivo para echar abajo políticamente a los centros del poder burgués dentro del Partido Comunista. La Revolución Cultural se empeñó a revolucionar toda la sociedad y el modo de pensar de la gente.

Al decidir lanzar la Revolución Cultural, Mao estaba asumiendo un enorme riesgo. Hablé de la situación internacional, de los imperialistas estadounidenses en Vietnam y de las maniobras soviéticas.

Pues, ¿cómo agitar las cosas e iniciar una lucha así de trascendental? Mao buscaba una fuente de dinamismo y rebelión. ¿Dónde se encontraba en la sociedad? Mao se enfocaba en los jóvenes. A diferencia de muchas personas de más edad, los jóvenes no comparaban tanto la situación con la de antes… pero con la que podría ser.

Mao captó que la juventud podría ser un catalizador. Quería desencadenar su espíritu rebelde y preguntón.

Se formaron los Guardias Rojos. Eran organizaciones de estudiantes preparatorios y universitarios revolucionarios, además de otros jóvenes. Organizaron protestas y manifestaciones. Criticaron a los administradores universitarios por andar de caciques. Lanzaron críticas a varios líderes del partido. Así comenzó la Revolución Cultural. Los Guardias Rojos ayudaron a difundir el mensaje de que “se justifica la rebelión contra los reaccionarios”, como Mao lo expresó75.

Cerraron las escuelas durante un año, y el gobierno permitió que los jóvenes viajaran gratis por tren. Se diseminaron hacia diferentes regiones, incluso caminaron hasta las zonas remotas, para reunirse con la gente, como los campesinos, a los cuales les habían enseñado a desprestigiar. Despertaron y alentaron a las personas a alzar la frente y a preguntar: “¿Cuáles políticas, al servicio de cuáles objetivos, están al mando aquí? ¿Dónde quedó la revolución?”76

 

La naturaleza contradictoria del socialismo

Pregunta: Raymond, has usado frases como seguidores del camino capitalista, y quizás debas explicarlas.

RL: Mao descubrió que las raíces del problema de que la revolución pudiera dar marcha atrás, están en la misma naturaleza, en la naturaleza contradictoria, de la sociedad socialista. Por un lado, el socialismo es un gran salto, un salto que deja atrás la explotación y la dominación por la clase burguesa. El socialismo hace posible llevar a cabo cambios económicos y sociales fundamentales en beneficio de los intereses de las masas y capacita a las masas para poder transformar la sociedad.

Por otro lado, el socialismo es una sociedad en transición. Es una transición del capitalismo —y todas sus divisiones de clase, explotación y desigualdades— al comunismo, un mundo sin clases. El socialismo trae las cicatrices económicas, sociales e ideológicas de la vieja sociedad. Aún existen diferencias de desarrollo entre la industria y la agricultura, entre la ciudad y el campo y entre las regiones. Existe la división milenaria entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Todavía existen diferencias salariales y todavía están en uso el dinero y los precios.

Estos “rezagos” de la sociedad capitalista traen las semillas del capitalismo. Por ejemplo, el socialismo ocupa el dinero y los precios en el intercambio de productos y como herramienta para la planificación económica y la evaluación de la eficiencia. Pero la existencia del dinero y los precios también puede influenciar la toma de decisiones en un sentido capitalista… hacia la producción de lo que rinda más dinero.

También existen instituciones e ideas opresivas que refuerzan la vieja sociedad. Estoy hablando del patriarcado, el racismo y el chovinismo nacional. Dichas cosas no desaparecen “automáticamente” una vez minada su base material a raíz del derrocamiento del capitalismo. Es necesario combatirlos en sí. Además, perdura la fuerza de la costumbre y de miles de años de ideas y modos de pensar de las clases explotadoras.

Alcanzar el comunismo supone superar esas desigualdades económicas y sociales, esas relaciones de mercancías y esas instituciones sociales e ideas opresivas. Eso no sucederá de la noche a la mañana. De hecho, Marx creía que esa transición iba a ser relativamente breve, pero se ha comprobado que en eso se equivocó. Se requerirá un proceso prolongado y complejo de lucha y transformación revolucionarias —a escala mundial.

Así que, habrá que luchar en todo momento sobre cómo transformar y restringir esos rezagos de la sociedad socialista —o incluso si restringirlos o no. Mao analizó que eso es en realidad una lucha entre el camino socialista y el camino capitalista… entre las políticas y líneas que continuarían el avance hacia el comunismo, y las que conducirían la sociedad en un sentido opuesto, de vuelta hacia el capitalismo, como ha sucedido hoy en China.

Ahora bien, Mao analizó que las desigualdades y diferencias sociales que persisten en una sociedad socialista, junto con el papel aún importante del dinero, los precios y los contratos en la economía socialista, en su conjunto son parte del suelo del cual surgen nuevas fuerzas privilegiadas y una nueva burguesía en la sociedad socialista.

Y profundizó aún más ese análisis. Demostró que el núcleo de la nueva clase burguesa en el socialismo se encuentra en los altos niveles del partido comunista y el estado socialista. Se trata de los seguidores del camino capitalista. Éstos fomentan políticas que aumentarán esas brechas y ocupan métodos y medios heredados de la vieja sociedad de clases explotadoras; además, debido a su influencia sobre cómo se implementa la producción, de hecho se convierten en el punto de concentración de una nueva burguesía, justamente en la misma sociedad socialista y en el mismo partido. Pretendían tomar el poder… y por eso Mao y el núcleo revolucionario lanzaron la Revolución Cultural en 196677.

Hay que tener en cuenta que se estaba forjando un avance teórico de Mao. Mao estaba aplicando categorías marxistas a la economía política del socialismo, y en el proceso estaba extendiendo y enriqueciendo estas categorías. Mostró que las relaciones de producción socialistas son sumamente contradictorias, que hay aspectos burgueses dentro de ellas. Mostró que en el marco de la propiedad estatal socialista formal podía resurgir el capitalismo. Y tomó la comprensión de Lenin de que “la política es la expresión concentrada de la economía” para explicar cómo ciertos altos dirigentes del partido podían realmente convertirse en personificación de las relaciones de producción capitalistas. Mao y el liderato revolucionario estaban planteando este tipo de cuestiones a las masas en el curso de la Revolución Cultural. El cuartel general revolucionario, como fue llamado, estaba dirigiendo al pueblo en el estudio y comprensión de la “estructura profunda” de la sociedad y en el cuestionamiento del tejido de la sociedad78.

La narrativa anticomunista dice que Mao era un déspota paranoico que simplemente inventaba enemigos a su antojo. Al contrario, la Revolución Cultural representaba el futuro de una revolución que abarcaba una cuarta parte de la humanidad. Era una lucha trascendental para continuar la lucha por un mundo nuevo y liberador… en oposición a esos seguidores del camino capitalista que querían conducir a China de vuelta al capitalismo.

 

“Se trataba de una revolución de verdad”

Pregunta: ¿Podrías contarnos un poco más sobre el sentir y el fluir de la Revolución Cultural?

RL: Era una revolución de verdad. Estaba llena de inventos e innovación. Desde el comienzo, inspiró a decenas de millones de personas, pero también chocó y perturbó a decenas de millones. Era bien aventado, bien alocado: mítines en la calle, protestas, huelgas y manifestaciones. Colgaban lo que se llamaban “cartelones de grandes caracteres” en todas partes, en los cuales las personas apuntaban sus comentarios y críticas acerca de las políticas y los líderes. Algunos eran bastante sofisticados y otros sencillitos. Se permitía el uso de edificios públicos para reuniones y debates. Florecieron los periódicos de pequeña circulación; solamente en Pekín, se publicaron más de 900 periódicos. El gobierno proporcionó materiales e instalaciones para esas actividades gratuitamente, incluidos papel, tinta, brochas, cartelones, prensas, salones para reuniones y sistemas de sonido.

De ahí, al echar raíces entre los obreros, la Revolución Cultural entró en una nueva etapa. Cuarenta millones de trabajadores a través del país participaron en luchas y levantamientos de masas intensos y complicados para tomar el poder a las atrincheradas administraciones municipales y organismos del partido en los cuales habían surgidos focos de conservadurismo. A veces hicieron paros laborales, a veces lucharon contra los paros laborales… a veces convocaron a manifestaciones multitudinarias, a veces se suscitaron debates populares que continuaban toda la noche, con la frecuente participación de estudiantes y Guardias Rojos. En todas partes aparecían cartelones, y las multitudes se juntaban para leerlos atentamente y debatir sus temas… como dije, era una escena bien alocada, bien revolucionaria.

Se puso muy intenso. En Shanghái en el otoño de 1966, hubo como 700 organizaciones en las fábricas79. Las fuerzas revolucionarias se movilizaban. Los seguidores del camino capitalista contraatacaron. Tenían sus organizaciones de masas, trataban de desacreditar a los revolucionarios y trataban de sobornar a los trabajadores con aumentos salariales.

Al último, los trabajadores revolucionarios, con la dirección maoísta, lograron unir amplios sectores de la población de la ciudad. En enero de 1967, quebraron el dominio de los revisionistas seguidores del camino capitalista que controlaban el gobierno municipal. Se tomaron la sede del gobierno municipal, se apoderaron de los centros de comunicaciones y empezaron a organizar la distribución de artículos básicos en la ciudad. Eso fue la “Tempestad de Enero” de Shanghái.

Y de ahí lo que ocurrió fue extraordinario: la gente hacía discusiones y debates multitudinarios sobre cómo manejar la ciudad, qué tipos de estructuras políticas servirían mejor los objetivos de la revolución. Empezó a experimentar con nuevas instituciones de gobierno municipal. Hubo debate… y aparecieron verdaderos retos sobre qué tipo de organismos de poder político, qué tipo de instituciones, corresponden a lo que la revolución necesitaba para avanzar.

Se planteaban grandes preguntas y también se sacaban lecciones en los más altos niveles de dirección de la Revolución Cultural. Por ejemplo, ¿cómo facilitar que fueran al mayor grado las masas las que tomen decisiones, y las de mayor significado? Pero al mismo tiempo, ¿cómo desarrollar instituciones y estructuras suficientemente fuertes como para impedir la contrarrevolución? ¿Cómo fomentar la participación y el debate más amplios… pero al mismo tiempo mantener el liderazgo revolucionario y dar dirección revolucionaria a las instituciones del poder?

Pues, no es cuestión de tratar una ciudad como Shanghái por sí sola sino de desarrollar un sistema de gobierno y del ejercicio del poder que tomen en cuenta las necesidades mayores de la revolución… por ejemplo, mandar doctores y personal técnico capacitado a otras partes del país donde harían falta… o incluso a otras partes del mundo para apoyar la revolución.

Eso fue el proceso de experimentación, debate y resumen que ocurrió en el primer año o dos de la Revolución Cultural. A fin de cuentas se estableció una nueva institución de poder político que se llamaba el “comité revolucionario”. Combinó la participación popular multitudinaria con un rol dirigente especial del partido. Se aplicaban las lecciones y se implementaban cambios en los niveles básicos de la sociedad… en las fábricas, hospitales, escuelas, etc.80

Mao dijo que no puede haber revolución sin transformar las costumbres, los hábitos y los modos de pensar. Cuando hablé de la Unión Soviética, mencioné el comentario de Mao, “de no fomentar valores cooperativos, ¿de qué sirve la propiedad estatal de las fábricas y almacenes?” Un tema que he venido subrayando… es decir lo que Mao recalcaba y lo que supone el comunismo… es que hay que venir cambiando las circunstancias y cambiando las ideas, el modo de pensar y los valores… Y, para quién y para qué… ¿para el interés individual propio o para el beneficio de la humanidad? La gente discutía cosas así en medio de las grandes batallas de la Revolución Cultural. Transformaban la sociedad y el mundo, y las relaciones entre las personas, y su propia concepción del mundo y entendimiento, en un proceso muy entretejido.

A principios de la Revolución Cultural, Mao hizo una observación penetrante. Dijo que si bien el blanco de la Revolución Cultural eran los seguidores del camino capitalista, el objetivo era transformación de la concepción del mundo — capacitar a las masas para que entendieran más profunda y científicamente la sociedad y el mundo, su papel transformador y las cuestiones de ideología y moralidad81.

 

Debates de masas, movilizaciones de masas, críticas de masas

Pregunta: ¿Qué dices del nivel de violencia durante la Revolución Cultural?

RL: La violencia brotó a veces, pero eso no fue lo que Mao pedía ni tampoco representaba el carácter principal de la Revolución Cultural. Sus formas principales de lucha eran los debates de masas, las movilizaciones políticas de masas y la crítica de masas.

Dicha orientación de Mao se especificó en documentos oficiales muy difundidos. En la Decisión de 16 puntos la que guiaba la Revolución Cultural, se declara: “Durante el debate, se debe recurrir al razonamiento y no a la coacción o la fuerza”82. Ésta no fue alguna directiva esotérica del partido. Se popularizó por toda la sociedad.

Se llevó a cabo una aguda lucha política e ideológica contra la autoridad revisionista y los seguidores del camino capitalista, a nivel de la sociedad entera. Como yo decía, los seguidores del camino capitalista contraatacaron; organizaron entre los jóvenes, los obreros y los intelectuales. Se trataba de una lucha de dos lados.

Ahora bien, en lo que concierne a la violencia que sí ocurrió… en primer lugar, es importante entender que una parte de la violencia que sí sucedió durante la Revolución Cultural —y como dije, eso no era la forma principal de la lucha— la azuzaron los altos dirigentes seguidores del camino capitalista con el fin de defender sus puestos atrincherados y desacreditar la Revolución Cultural.

También en esa situación, a algunos Guardias Rojos se les pasó la mano en el afán de deshacerse de las influencias burguesas y cometieron excesos y recurrieron a maltratos. En otros casos, algunos individuos se aprovecharon de la Revolución Cultural para saldar cuentas u ofensas personales.

Otro factor que complicó la Revolución Cultural es el hecho de que algunas camarillas o grupos organizados dentro del partido se hacían pasar por defensores, hasta “los defensores más duros” de la Revolución Cultural… pero en realidad perseguían objetivos muy distintos y, en última instancia, fuertemente opuestos.

Mao y los líderes revolucionarios tenían que dirigir a las masas a desmenuzar las cosas, resumir las lecciones y métodos de lucha y consolidar los nuevos niveles de entendimiento. Criticaron, denunciaron y combatieron los actos de violencia —por medio de publicar declaraciones, directivas y editoriales y de intervenciones en el terreno.

Al estudiar concretamente lo que decían y hacían los individuos que trabajaban con Mao, queda claro que llevaban lucha con las personas para que se unieran según sus intereses fundamentales y sus aspiraciones más elevadas y que lucharan sobre los principios desde un plano elevado y les ayudaban a no dejarse enredar en las enemistades sectarias. Por ejemplo, se hizo famoso un incidente que sucedió en una universidad en Pekín. Unos activistas estudiantiles se embrollaron en una pelea entre facciones que se puso violenta. La dirección maoísta envió a equipos de obreros no armados para ayudar a detener la violencia y ayudar a los estudiantes a analizar las diferencias.83

 

Las “nuevas cosas socialistas”

Pregunta: Bueno, ¿se trataba solamente de una lucha sin fin? Quiero decir, ¿hacia dónde se dirigía todo eso?

RL: Bueno, la Revolución Cultural pasó por fases. En el período de 1966 a 1968 el pueblo se levantó y derrocó a muchos seguidores del camino capitalista en la cúpula, mediante toda la gama de luchas y debates que he venido describiendo. De ahí la Revolución Cultural da otro giro. Se posibilita consolidar los logros y avanzar con transformaciones sociales e institucionales, las que surgieron de las luchas y la experimentación que se llevaban a cabo.

Y se dan los grandes cambios en las instituciones básicas y la administración de la sociedad84.

Pregunta: ¿Puedes darnos unos ejemplos?

RL: Claro. Bueno, un énfasis importante de la Revolución Cultural era abordar la cuestión de superar y tratar de superar la división histórica entre los que trabajan con las ideas y los que trabajan con el lomo. ¿Cómo hacerlo? Quiero adentrarme en este tema en adelante, pero por ahora lo importante es que en casi todas las sociedades ni cuestionan este asunto —simplemente se da por sentado que algunas personas van a trabajar con las ideas y recibir la formación para desarrollarse el intelecto, y otras no; y que eso conducirá a relaciones de desigualdad. Es una división opresiva, y el sistema educativo bajo el capitalismo se organiza y prioriza para reproducirla, y por eso si la nueva sociedad simplemente ocupa el viejo sistema educativo del capitalismo y lo extiende, esa relación opresiva seguirá arraigándose y extendiéndose.

Tomando eso en cuenta, cambiaron por completo el sistema educativo. Desafiaron, y muy agudamente, los antiguos métodos pedagógicos, en los cuales el estudiante no es más que un receptáculo pasivo de conocimiento al cual sólo le importan las calificaciones, mientras el maestro es la autoridad absoluta. En cambio, fomentaban el espíritu crítico. Combinaban el estudio con la actividad productiva. Se deshicieron de las políticas elitistas de admisiones a las universidades que favorecían a los hijos e hijas de los miembros del partido y de profesionistas. Promovían fuertemente la entrada de jóvenes de origen obrero y campesino en las universidades. Tras egresar de la escuela secundaria, los estudiantes de diferentes orígenes sociales pasaban dos años en las fábricas o comunas, y después solicitaron su admisión a la universidad… y una parte del proceso de admisión eran recomendaciones y evaluaciones por parte de la gente de la comuna o la fábrica85.

Bajo el capitalismo, se ve el conocimiento de determinada manera: como una palanca para conseguir una ventaja competitiva sobre los demás, como una escalera hacia el éxito individual, como una fuente de lucro y prestigio particular. Y algo de esta mentalidad pasó a la sociedad socialista, y es otra semilla de capitalismo. Bajo el socialismo, el conocimiento se pone al servicio de la sociedad y al mundo, al servicio de una sociedad que va eliminando las desigualdades y cambiando al mundo en beneficio de la humanidad, y, cabe repetir, se empeña en eliminar esa misma división opresiva y profundamente arraigada entre las personas educadas para trabajar con las ideas y las personas que quedan completamente marginadas de esas esferas.

De la Revolución Cultural surgieron las “nuevas cosas socialistas” que reflejaron las nuevas relaciones y valores socialistas.

Un avance muy emocionante era lo que se llamaba la investigación a “puertas abiertas”. Los científicos iban al campo para hacer experimentos en medio de los campesinos. Establecieron centros de investigación cerca de los sembradíos. Los especialistas provenientes de las ciudades y los campesinos llevaron a cabo experimentos de manera cooperativa… acerca de granos híbridos, los ciclos de vida de los insectos y otros temas científicos. Los científicos aprendían de la vida de los campesinos y de sus preguntas y observaciones, y los campesinos aprendían el método científico.

En las ciudades, las instituciones educativas e institutos de investigación líder establecieron relaciones cooperativas con las fábricas, comités vecinales y otras organizaciones. La gente iba a los laboratorios y los laboratorios iban a la gente. Surgieron relaciones innovadoras, por ejemplo las trabajadoras de una fábrica vecinal que producía partes para computadoras avanzadas — no formaban parte del actual sistema capitalista mundial como mano de obra subcontratada y superexplotada pero formaban parte de una economía que servía al pueblo… en suma, estas mujeres iban a los institutos de investigación y veían cómo se usaban las computadoras, y el personal de los institutos iba a las fábricas locales86.

Todo eso iba para ir echando abajo los muros y las diferencias sociales.

Pregunta: Estás describiendo una estructura social muy distinta.

RL: Totalmente. Estamos hablando de dos mundos distintos.

Se dio el movimiento de los “médicos descalzos”. Los jóvenes de las ciudades y los jóvenes campesinos educados recibían capacitación para ofrecer medicina preventiva y atención médica básica. Se fueron a diferentes partes del campo. Fueron llamados los “médicos descalzos”, debido a que se encontraban en las zonas rurales en condiciones muy rudimentarias... pero el movimiento contribuía a satisfacer las necesidades básicas de salud de las personas. Había 1,3 millones de médicos descalzos87.

Y este fue solo uno de los avances en la atención de salud durante la Revolución Cultural. Hubo un tremendo impulso a la combinación de la medicina tradicional, como la acupuntura, con la medicina moderna. Hubo una mayor revolucionarización de las relaciones médico-paciente, desafiando la idea de que los pacientes son simples receptores pasivos de tratamiento. Hubo grandes avances en investigación y se hicieron verdaderos descubrimientos. Se sintetizó la insulina88.

Una de las grandiosas e innumerables anécdotas médicas de la Revolución Cultural tiene que ver con el tratamiento de la malaria. Los combatientes por la liberación de Vietnam, que enfrentaban al imperialismo estadounidense, estaban padeciendo nuevas variedades de malaria —y a finales de los años 1960 el liderato vietnamita pidió ayuda a China. Mao inició un importante programa de choque colectivo. Un grupo de investigadores analizó 40.000 químicos mientras que otro investigó medicinas tradicionales, despachando enviados a las aldeas. Se desarrolló una nueva cura increíblemente efectiva para la malaria, y solo fue reconocida como un importante avance por la comunidad médica internacional en los años 198089.

La gente no cae en la cuenta de que la China revolucionaria estableció el sistema de atención de salud más igualitario del mundo, basado en el principio de servir al pueblo, y de que la atención primaria esencial alcanzó a prácticamente toda la población. Se duplicó la expectativa de vida, de 32 años en 1949 a 65 años en 197690. Y para comienzos de los años 1970, Shanghái tenía una tasa de mortalidad infantil menor que la de Nueva York91.

En términos de innovaciones y transformaciones en otras esferas, practicaban la crítica y supervisión de las masas a los miembros del partido, donde la gente básica criticaba a los miembros del partido. Se institucionalizaron estas cosas mediante los grandes levantamientos y desafíos de la Revolución Cultural.

Se dieron grandes cambios en la gestión de las fábricas, la práctica de lo que se llamó “las dos participaciones” en la que los trabajadores participaban en la gestión y los directivos participaban en el trabajo productivo. Se cuestionaba el viejo sistema de estrictos controles mediante normas y reglamentos que a menudo convertían a los obreros en nada más que apéndices de la maquinaria.

La Revolución Cultural creó una cultura más amplia, en que la gente se ocupaba de las grandes cuestiones de la sociedad. Las fábricas no eran simplemente unidades de producción. Se convirtieron en espacios de lucha política, de estudio político, de estudio teórico. Grupos culturales se formaron en las fábricas92.

Pregunta: Volviendo a la discusión anterior de que la manera de ver lo que es una forma racional de organizar la sociedad depende de qué clase de mundo que se quiere gestar, me puedo imaginar a los capitalistas, y a los que piensan como éstos, exclamando: “¡Eso no es la forma de manejar una fábrica! ¡Eso es una locura!” ¿Y qué de las artes?

RL: Se produjo una explosión de la actividad artística entre los trabajadores y los campesinos — poesía, pintura, música, cuentos e incluso películas. Se propagaron proyectos de arte de masas y nuevas formas de actividades artísticas populares y de colaboración, hasta en las zonas rurales y remotas. Una de las más famosas de estas fue El Patio de los Arriendos93. Este era un grupo de estatuas que ilustraban de forma conmovedora el sufrimiento en la vieja sociedad… se ve a los campesinos entregando sus exiguas cosechas como arriendo e impuestos. Fue un trabajo escultórico conjunto de estudiantes y maestros, y estaba exhibido en la casa de un antiguo terrateniente. Este tipo de obras alcanzó un alto nivel de expresión artística y contenido revolucionario94.

La Revolución Cultural también produjo lo que se llaman las “obras revolucionarias modelo”. Establecieron la pauta para que la gente en toda China pudieran utilizarlas como modelos en su creación de numerosas obras artísticas. Las óperas modelo y ballet modelo revolucionarios pusieron a las masas al frente y en el centro del escenario. Representaron su vida y su papel en la sociedad y la historia. Estas obras modelo eran de un nivel extraordinariamente alto, combinando formas tradicionales chinas con los instrumentos y las técnicas occidentales.

Mujeres fuertes ocuparon un lugar prominente en las óperas revolucionarias. Donde antes el ballet todavía tenía esa influencia delicada y remilgada, ahora se imbuía de atletismo. Por eso, no sólo trataban temas de la emancipación de la mujer, pero específicamente presentaban a mujeres que bailaban de maneras mucho más innovadoras y atléticas. Se manifestaban nuevas síntesis, nuevas formas híbridas, mediante el proceso de creación de estas óperas modelo. Así que eso es lo que estaba pasando y diferentes compañías de la Ópera de Pekín fueron de gira en el campo, ayudando a los grupos culturales locales a desarrollarse al tiempo que aprendían de las actuaciones locales95.

De hecho, la Revolución Cultural ejercía un gran impacto social y cultural en el campo de China. Se dieron grandes cambios antes de la Revolución Cultural. Ya hablé de lo que pasó durante el Gran Salto Adelante... y de que mejoró la vida material de la gente. Pero la influencia de las viejas formas de organización de la vida de las aldeas, el papel de la familia y de la familia extendida... y el mero hecho de que se llevaba una vida más circunscrita al campo, sin el bullicio, intensidad y diversidad de la ciudad… todo eso tuvo un efecto conservatizador. Bien, la Revolución Cultural comenzó a sacudir eso también96.

 

“Naturaleza humana” y cambio social

Recuerdo haber leído una historia de alguien que creció en una aldea rural durante la Revolución Cultural. Habló de que la gente en su aldea aprendieron a leer y escribir mediante el estudio de los textos de las obras de teatro y óperas producidas durante la Revolución Cultural y que incorporaban el idioma y música locales en adaptaciones. Escribió sobre cómo la vida cultural y social de las aldeas cambió, inclusive en los deportes y el estudio, y que les dio a las personas una oportunidad de conocerse y comunicarse... y de enamorarse. Una nueva esfera pública estaba reemplazando a la vida más circunscrita del hogar y el clan en las aldeas97.

Tú sabes, a la gente siempre le dicen que el comunismo no funciona porque “va contra la naturaleza humana”… que la gente es egoísta “por naturaleza”. Pero esa no es una afirmación sobre la naturaleza humana… es una afirmación sobre “la naturaleza humana bajo el capitalismo”… que es promovida y reforzada por un sistema basado en la competencia y en la propiedad privada, en el que la gente tiene que competir por empleo, educación, por todo, incluso en las relaciones personales… y en que se tiene un sistema basado en la ganancia que promueve el “primero yo”, “el ganador se queda con todo”…

Pero el socialismo abre todo un reino de libertad para que la gente cambie sus circunstancias y cambie su pensamiento. Esto es lo que sucedió durante la Revolución Cultural. Se tenía un sistema económico basado en utilizar los recursos para el mejoramiento de la sociedad y la humanidad. Se tenían nuevas relaciones e instituciones sociales que le permitían a la gente cooperar entre sí y maximizar sus contribuciones a la liberación de la sociedad y el mundo. En la Revolución Cultural cambió el sentido de responsabilidad social de la gente… se creó un nuevo ambiente social que apreciaba la cooperación y la solidaridad.

Esto fue real y repercutió en lo que la gente consideraba significativo e importante en su vida… y en cómo actuaban. No era alguna utopía perfecta… sino gente real transformando la sociedad y su forma de pensar. La consigna “servir al pueblo” fue popularizada durante la Revolución Cultural, y la gente estaba realmente evaluando su vida, y la vida de los otros, con eso en mente98.

Y cuando se restauró el capitalismo en China en 1976, y regresaron las viejas relaciones económicas de perro-come-perro… la gente cambió de nuevo —de vuelta a la vieja concepción de “yo contra ti”. Cambiaron no debido a que una naturaleza humana primordial se hubiera reafirmado de algún modo, ¡sino debido a que la sociedad había cambiado de vuelta al capitalismo!

 

El envío de los intelectuales al campo

Pregunta: Ya mencionaste bastante el campo y las ciudades. ¿Y qué de las políticas de enviar a los intelectuales y profesionales al campo? Eso es muy controvertido.

RL: Las políticas de enviar a los intelectuales y artistas al campo no eran punitivas. Durante la Revolución Cultural, se convocó a los artistas, médicos, trabajadores técnicos y científicos y a personas diversas a ir entre los obreros y campesinos: a aplicar sus conocimientos a las necesidades de la sociedad, a compartir la vida de la gente trabajadora, a intercambiar conocimientos y a aprender de la gente básica.

Se dice que ir al campo era una forma de persecución. Pero hacer que los obreros y los campesinos entraran en las universidades y los profesionales fueran al campo no era un asunto de recompensas y castigos. Uno de los objetivos de la Revolución Cultural era la de ir eliminando el desequilibrio cultural que existía en China. Era una situación social en la que los artistas, intelectuales y profesionales estaban concentrados en las ciudades y en la que a menudo realizaban su trabajo en una especie de torre de marfil separados del resto de la sociedad, sobre todo del 80 por ciento de la gente que vivía en el campo.

Hay que ver la política de enviar a los profesionales al campo en el contexto social y económico más amplio de la búsqueda, por parte de la China maoísta, de un desarrollo equilibrado e igualitario. En el tercer mundo, existe una crisis de urbanización caótica y desarrollo distorsionado: las ciudades excesivamente grandes e insostenibles para el medio ambiente con anillos de barriadas miserables; las masivas afluencias de migrantes del campo a las ciudades que no pueden encontrar trabajo; las políticas económicas, los sistemas educativos y la infraestructura de cuidados de salud que beneficiaban a la gente acomodada de las ciudades en detrimento de los pobres de las ciudades y los habitantes de las zonas rurales.

La Revolución Cultural suscitó en toda la sociedad la discusión sobre la necesidad de reducir las desigualdades entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, entre la ciudad y el campo, entre la industria y la agricultura y entre hombres y mujeres. El proceso de eliminar esas desigualdades y brechas fue parte de un proceso de superar las divisiones sociales y fomentar el desarrollo del conocimiento, conciencia y capacidad de la sociedad, en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Pregunta: Entiendo lo que dices acerca de las desigualdades entre las ciudades y el campo. Pero ¿por qué había tanto énfasis en el envío de los intelectuales al campo? Algunas personas afirman que simplemente ordenaban que los intelectuales fueran a participar en el trabajo físico y la agricultura y a trabajar en las fábricas, y nada más. ¿Cómo respondes a eso?

RL: Lo que es muy importante entender es que la Revolución Cultural lidiaba con este problema histórico-mundial... de la gran brecha entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, que yo comentaba anteriormente y en que quisiera adentrarme en más profundidad ahora.

Bien, la mayoría de la gente hoy en día da por sentado o como un hecho que siempre habrá algunas personas que trabajan principalmente con el lomo y las manos, y otras que trabajan con la mente. Y es muy cierto que esta división ha existido desde hace muchísimo tiempo. Se remonta a miles y miles de años y acompañó la división de la sociedad humana primitiva en clases.

Por lo tanto, en la sociedad humana ha existido esta situación en la que la vida y actividad intelectual, las responsabilidades de la administración y gestión de los asuntos de la sociedad, la creación artística y cultural... han sido el coto de una muy pequeña porción de la sociedad. Pero eso es producto de la forma en que la sociedad humana ha evolucionado y se ha desarrollado, especialmente desde el surgimiento de las clases y de los sistemas económicos de explotación en que un pequeño sector de la sociedad controla el trabajo y el producto del trabajo de los demás... no es algo “innato” en los seres humanos.

La división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual tiene dos grandes efectos.

Uno, las personas que participan en estas formas de “trabajo intelectual” tienen ciertas ventajas y privilegios... siquiera para poder participar en esta actividad... y existe un estatus social superior que va con todo eso. Como se sabe, los gobernantes de la sociedad tienen el control de los medios de hacer cumplir el dominio opresivo... para conservar los sistemas de explotación y de aprovechar los frutos del trabajo de los demás. Monopolizan la toma de decisiones importantes en la sociedad. Su estatus es, sí, el de gobernantes, y la contradicción entre el trabajo intelectual y el trabajo manual en este caso es antagónica. Pero hasta las personas que no están gobernando pero que se dedican principalmente al trabajo intelectual... todavía tienen ventajas y prestigio social.

En el caso de aquellos que se dedican al trabajo manual, están mantenidos en una posición subordinada, son “buenos por su duro trabajo” y luego son descartados. Históricamente se ha desvalorizado y menospreciado el trabajo manual.

Pero he aquí el segundo efecto negativo de esta división del trabajo. Traba el desarrollo integral del individuo. Las masas trabajadoras pasan la mayor parte de sus horas en hacer precisamente eso, trabajar... y trabajar en condiciones de monotonía, repetición y a menudo bajo el látigo o el dominio de otros. No tienen la oportunidad de participar en el ámbito del trabajo con las ideas, para llegar a conocer cómo funciona la sociedad y para asumir la responsabilidad de la gestión de los asuntos de la sociedad. Mientras tanto, aquellos que se dedican principalmente al trabajo intelectual en general están separados de la actividad productiva... y eso traba su desarrollo y comprensión integrales del mundo. En los pueblos, las personas están separadas del mundo natural, mientras que en el campo pueden llevar una vida muy aislada y sumirse totalmente en la lucha con la naturaleza.

Bien, los fundadores de la ciencia del comunismo, Marx con Engels, vieron en esta división del trabajo y en las contradicciones de clase que dicha división refleja y refuerza, un problema fundamental que la revolución comunista tiene que superar. Imaginaron una sociedad comunista futura en la que se logre una nueva y mayor unión del trabajo intelectual y el trabajo manual, en que las personas son a la vez productivas y creativas. Pero para lograr eso, se requiere un proceso complejo... y al igual que con tantos otros temas que hemos estado comentando, si pudiera decirlo de esta manera, “aprendemos de la curva de aprendizaje” durante la primera etapa de la revolución comunista.

La Unión Soviética bajo Stalin trató de lidiar de ciertas maneras con esta contradicción intelectual-manual. Una de las iniciativas más importantes fue la de ascender a las personas de origen obrero a puestos de gestión y autoridad, dedicando recursos a la formación y educación de los trabajadores. Eso representó un gran avance en comparación con la vieja sociedad. Pero el mero ascenso de los trabajadores a puestos administrativos en sí no resuelve el problema... Por una parte, estas posiciones administrativas encarnan relaciones de producción que llevan las semillas del capitalismo. Por la otra, como Mao señaló, si esos trabajadores tienen una concepción del mundo burguesa, pues, desde sus nuevas posiciones, es posible que actúen en contra de los intereses más amplios de las masas y se conviertan en “peces gordos” de “origen humilde”.

La Revolución Cultural manejaba la contradicción trabajo intelectual-manual de manera distinta. Por ejemplo, como mencioné, no sólo ponía a los trabajadores en puestos de gestión sino revolucionaba el concepto general de la gestión. Aparte de emprender diferentes tareas y responsabilidades, las masas contaban con dirección para adentrarse en las grandes cuestiones sociales, políticas e ideológicas de la sociedad y el mundo. Por ende, la Revolución Cultural lidiaba con la contradicción intelectual-manual de una manera más plena que en el caso de la Unión Soviética. No se reducía a “ascender a los trabajadores”99.

La política de enviar a los jóvenes educados y a los intelectuales al campo es otra parte importante de esto. Capacitaba a los intelectuales para que aprendieran de la experiencia de vida de la gente trabajadora básica y que compartieran conocimientos y tuvieran una idea viva de la forma en que su trabajo intelectual era parte de un proyecto más amplio de transformar y revolucionar la sociedad.

Eso suscitó mucho entusiasmo y mucho interés en muchas personas. Conozco una profesora de literatura que creció durante la Revolución Cultural. De joven fue al campo... y ha escrito sobre esto. Recibió su formación intelectual en la ciudad. Trabajó al lado de los campesinos, estudió los idiomas locales, estudió la teoría con los campesinos. Y todo eso le era una increíble y transformadora experiencia... una vida con propósito la que no existe para los jóvenes en la sociedad estadounidense100.

Pregunta: Pero la gente dirá que, en un país como Estados Unidos, uno puede hacer que su propósito sea su propia vida.

RL: En 1968-1969 en Estados Unidos, si uno era un joven sin una educación universitaria o sin una exención del servicio militar, había una buena probabilidad de que lo reclutaran en el ejército para cometer genocidio contra el pueblo vietnamita. ¿Esa es una vida con propósito? En China, los jóvenes y los profesionales iban al campo como parte de la creación de un mundo nuevo.

Recuerdo que después de que el huracán Katrina azotó a Nueva Orleáns en 2005, una gran diversidad de personas —enfermeras, ingenieros, conductores, personas diversas— quería ir allá para ayudar. Pero eso no fue posible, por lo menos no en gran escala... pues el sistema socioeconómico estadounidense no está organizado así. Es decir, no es una sociedad en la que unas prioridades sociales concretas orientan lo que ocurre. También recuerdo que, durante las vacaciones de Pascua después de Katrina, los estudiantes universitarios de diferentes partes del país se fueron a Nueva Orleáns para unirse con las masas en la reconstrucción de su vida. Pero eso ocurrió en una pequeña y muy temporal escala.

Imaginemos una sociedad en la que eso sea la norma, y no la excepción. Donde las personas tengan la capacidad de trabajar por el bien común, de aplicar sus conocimientos y energía a eso y donde se tomen las decisiones sociales para promover eso. Imaginemos una sociedad donde el poder estatal avale ese impulso que vimos en el caso de Katrina... a la vez que ese poder se cuide de no “asfixiarlo con apoyos”... en otras palabras, tiene que haber espacio para que las personas ensayen cosas nuevas y exploren en nuevos sentidos.

Como señalé antes, en la China revolucionaria llamaron a la gente educada a aplicar sus conocimientos a las necesidades de la sociedad, a compartir la vida de la gente trabajadora y a aprender de la gente básica. Un gran número de jóvenes y profesionales respondieron al llamamiento de la Revolución Cultural a “servir al pueblo” y a ir al campo y servir de ejemplo para los demás. Se hizo un llamamiento a los más altos intereses y aspiraciones de las personas, a servir al pueblo.

Y esto se convirtió en una pregunta generalizada: ¿Qué tiene más importancia, que un médico calificado tenga el “derecho” a una vida privilegiada en la ciudad o que se haga que los servicios de salud estén ampliamente disponibles, para que la gente en el campo tenga el derecho a una atención digna? Esa era una pregunta importante, ya que en vísperas de la Revolución Cultural, del 70 al 75 por ciento del gasto oficial en salud estuvo concentrado en las ciudades, donde sólo el 20 por ciento de la población vivía. Pero a principios de los años 1970, se tenía una situación en la que, en un momento dado, un tercio del personal hospitalario de las ciudades ya estaba en el campo, en los equipos móviles101. Eso fue algo tremendo.

Pero por grandes que fueran esos adelantos... no obstante hubo problemas en la forma en que estaba operando la contradicción entre el trabajo intelectual y el trabajo manual… en la forma en que Mao y el liderato revolucionario enfocaban la superación de las diferencias entre los intelectuales y otros sectores de la sociedad, sobre todo los anteriormente oprimidos y explotados.

Pregunta: ¿Problemas de qué tipo?

RL: Eso es algo que voy a tratar en adelante, al hablar de la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian.

Pero en términos de la política de enviar a los intelectuales al campo... ésta se guiaba fuertemente por la idea de “remodelar a los intelectuales”. Ésta era problemática. Ahora, esa frase, “remodelar a los intelectuales”, que se utilizaba en China en ese momento, no se refiere para nada a la versión anticomunista: “obligar a los intelectuales a dejar de pensar”. Se trataba de luchar contra las actitudes elitistas. Sin embargo, el enfoque era unilateral, como si los intelectuales, simplemente porque estaban participando en el trabajo intelectual y contaban los respectivos privilegios... fueran una fuente de problemas en la sociedad. Y se daba un tratamiento selectivo a los valores, las ideas y la manera de pensar… de los intelectuales.

Se prestaba una atención unilateral a superar la división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual desde la perspectiva de superar los privilegios y prejuicios de los intelectuales. Bien, existen actitudes y valores elitistas de los intelectuales derivados de la particular posición que ocupan en la sociedad. Pero los trabajadores y los campesinos también están bajo la influencia de la ideología burguesa, lo que incluye un resentimiento hacia los intelectuales o la práctica de inclinarse ante éstos. Es necesario transformar la manera de pensar de todos... como parte de convertirse en emancipadores de la humanidad.

Lo que estoy diciendo es que la Revolución Cultural, en general, representó un avance concreto en el tratamiento de la contradicción entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Fue trascendental. Pero no representó la plena síntesis que se necesitaba. Podemos tratar eso en adelante.

 

¿Qué está mal con la “historia según las reminiscencias”?

Pregunta: Se han publicado estas reminiscencias sobre lo malo que era tener que ir al campo y que la gente sufrió. ¿Cómo interpretar estas reminiscencias?

RL: Quisiera subrayar lo siguiente acerca de las reminiscencias... y cualquier historiador que se precie de sí mismo te dirá lo mismo. Si bien algunas reminiscencias efectivamente pueden captar y analizar las principales líneas y tendencias de todo el período histórico en el que el autor vivió, en su mayoría tienden a limitarse a lo que el autor experimentó directamente. Por lo general, las reminiscencias no son obras de investigación y síntesis científica —aunque, para repetir, hay y puede haber excepciones. Las reminiscencias no reflejan necesariamente la amplia, diversa y compleja tela social que es la historia... ni van a la esencia de las distintas fuerzas sociales y de clase en contienda, de los distintos programas y puntos de vista contendientes sobre los cuales se batalla en la sociedad y en el mundo. Eso no los hace inútiles — pueden arrojar luz sobre ciertas cosas, pero tenemos que ser conscientes de lo que son... cuáles son sus limitaciones. Existen dinámicas sociales más amplias y éstas constituyen el contexto para la experiencia individual de cada quien.

Ahora bien, hay mucha complejidad por lo que respecta a una situación como la Revolución Cultural, donde había gran turbulencia social, la que incluía el hecho de que algunas personas perdían privilegios y otras eran víctimas de excesos en lo que fue en general una causa justa. 

Fíjate que estaba leyendo una discusión sobre la literatura de reminiscencias por J. Arch Getty, un historiador de la revolución soviética. Y él señaló que uno nunca debería tratar de entender un acontecimiento importante como la Revolución Francesa mediante las historias personales... o sea, la narración de “he aquí lo que yo tuve que vivir”, o “he aquí lo que yo escuché”, etc. Pero de alguna manera, procedió a señalar, cuando se trata de la revolución soviética durante el período de Stalin, es perfectamente permisible hacer grandes generalizaciones analíticas basadas en la historia por anécdota102. Y lo mismo le pasa en grande a la Revolución Cultural. No se puede entender todo lo que hemos estado comentando en esta entrevista, en términos de los principales motivos y el principal carácter, así como la complejidad, de la Revolución Cultural... mediante la literatura de reminiscencias.

Es importante tener en mente ese punto de metodología. 

Además, está el hecho de que solamente las reminiscencias de cierto tipo, las que son las quejas de aquellos que vieron sus privilegios bajo ataque durante la Revolución Cultural, son las reminiscencias que se promueven en la sociedad estadounidense, en las escuelas, en lo que sea... como parte de la embestida ideológica de la burguesía contra el comunismo. Es como si alguien de otro país fuera a tratar de entender los años 1960 y 1970, sin saber nada de la historia general de la esclavitud y del Jim Crow y luego la continuación de la opresión y discriminación contra los negros en el norte de Estados Unidos, al leer solamente las reminiscencias de una persona blanca a la que le negaron admisión a una universidad que tenía un programa de acción afirmativa para las minorías. (Véase “Un lector responde a ‘¿Qué está mal con la “historia según las reminiscencias”?’” en el Apéndice)

 

La última gran batalla de Mao

Pregunta: Raymond, pasemos al desenvolvimiento de la Revolución Cultural. Has hablado de dos fases de la Revolución Cultural — de los grandes levantamientos de los primeros años y luego algo de la consolidación y transformación. ¿Qué estaba pasando en los últimos años de la Revolución Cultural?

RL: La Revolución Cultural comenzó en 1966 —y luego pasó por esas fases que describí. Para principios de los años 1970, la lucha de clases ya se agudizaba. Era una situación compleja. Las fuerzas reaccionarias oponían resistencia y oposición a la Revolución Cultural. Entre las masas estaban las personas de inclinaciones muy radicales que luchaban para defender y llevar adelante la Revolución Cultural... estaban aquellos que la apoyaban en algunas ocasiones y que no estaban tan entusiasmados en otras ocasiones... y había personas atrasadas que de plano se le oponían.

De mayor importancia, los seguidores del camino capitalista se estaban movilizando continuamente en torno a su programa... a la vez que sufrían grandes reveses y derrotas en los primeros años de la Revolución Cultural.

Mao había analizado que la situación de los dos caminos que se abren después de la toma del poder, el camino capitalista y el camino socialista... que esa situación no es algo que dure unos cuantos años o algo así. Se trata de un rasgo definitorio de un relativamente largo período de transición socialista. Y, como Mao también recalcó: no está resuelto quién saldrá ganando... hasta la consumación concreta del comunismo y la eliminación de la división de la sociedad del mundo en clases.

Mao seguía advirtiendo del peligro de la restauración capitalista. Las masas tienen el poder estatal en el socialismo, pero la revolución tiene que continuar. Tal como comentábamos anteriormente, es necesario lidiar con las cicatrices de la sociedad de clases — con la continuación de las diferencias entre la ciudad y el campo, con la persistente jerarquía de la especialización, con el papel del dinero en la gestión de la economía, con el hecho de que existe esa brecha entre el trabajo intelectual y el trabajo manual.

Existe la influencia de las viejas ideas y valores, de la fuerza de la costumbre... de ir con la corriente, de subordinarse a lo convencional, de conservar las formas “ensayadas y comprobadas” y así sucesivamente. Una cuestión crucial de la transición socialista es la posición de la mujer en la sociedad, de llevar a cabo la plena emancipación de la mujer y de emprender una lucha contra las raíces y la persistencia del patriarcado y todas sus formas.

A eso se enfrenta la revolución en el poder.

Pregunta: Mencionas los rasgos generales y los desafíos generales ante la sociedad socialista. Pero ¿qué significaba eso en ese momento, en términos de estas fases de la Revolución Cultural?

RL: La situación específica, la coyuntura concreta frente a los revolucionarios, era muy difícil de 1973 a 1976. Y no se trata únicamente de lo que estaba ocurriendo en China en ese momento. Se trataba de la situación internacional en su conjunto y su compenetración e impacto en la lucha de clases en China. Sólo puedo referirme de paso a algunos aspectos básicos de lo que estaba pasando.

Permíteme empezar con la situación internacional a comienzos de los años 1970. Crecía el peligro de la guerra, lo que incluía la posibilidad de un ataque contra China por la Unión Soviética. Es posible que la o el lector no sepa... pero allá por los años 1970, la mayor concentración de tropas terrestres en el mundo estaba en la frontera chino-soviética, donde dos ejércitos estaban enfrentados entre sí. Al mismo tiempo, se habían producido sucesos en China, como la franca traición, de parte de algunas personas que anteriormente tuvieron un papel dirigente en la Revolución Cultural. Esa situación suscitaba mucha confusión en la población y era necesario desmenuzarla y entenderla.

Un desafío determinante al que se enfrentaban Mao y los revolucionarios en ese período fue el de cómo lidiar con ese peligro de la guerra y al mismo tiempo mantener la Revolución Cultural en marcha. Pues, un grupo de seguidores del camino capitalista asociados con los altos líderes del partido Deng Xiaoping y Zhou En-lai estaba tratando de aprovechar esa aguda y peligrosa situación internacional para poner fin a... para darle marcha atrás a la Revolución Cultural. Sostenían: “Ya basta de la Revolución Cultural esa, tenemos que ponernos a la tarea de crear un ejército moderno y una economía eficiente”. Por lo que querían decir una economía y fuerzas armadas capitalistas. Estaban luchando por su programa en los altos niveles del partido... y estaban movilizando a fuerzas sociales en la sociedad.

Todavía tenían muchísima fuerza en el partido, en el gobierno y en las fuerzas armadas. Hacían llamamientos con cierto contenido a las masas. Decían que si China estuviera enchufada a la economía mundial, la sociedad estaría en mejores condiciones: aumentaría el nivel de vida del pueblo trabajador básico, se fortalecería la economía de China, y ésta estaría en una mejor posición para lidiar con el peligro de una guerra. Hicieron un llamamiento a los jóvenes de orígenes más privilegiados en el sentido de que la Revolución Cultural “les estaban robando” sus “carreras”.

Mao y el cuartel general revolucionario en el partido estaban movilizando a las masas para hacer frente a esta situación que estoy describiendo. Dirigían a las masas para defender los nuevos cambios en la educación, como inscribir a los jóvenes de origen obrero y campesino en las universidades... dirigían a la gente a defender las obras culturales revolucionarias, como las óperas... la gestión de nuevas formas en las fábricas... lo que comentamos en términos de los jóvenes que iban al campo.

Fue una lucha complicada que los revolucionarios estaban librando. Estaban llamando a la gente a defender estas “nuevas cosas socialistas” frente a las actividades de los seguidores del camino capitalista para desacreditar y socavarlas... otra vez en nombre de la estabilidad. Además, los revolucionarios no estaban únicamente argumentando por defender lo que se había ganado mediante la Revolución Cultural sino llamando al pueblo a ir más lejos en la lucha para revolucionar la sociedad y las ideas y la forma de pensar de la gente.

Promovían el estudio de la teoría marxista. Ponían al descubierto el programa y la línea de los seguidores del camino capitalista. Planteaban ante la sociedad lo mucho que estaba en juego... para las masas de China y para la causa del comunismo... lo mucho que estaba en juego en esa lucha para hacer retroceder las actividades de los seguidores del camino capitalista de dar marcha atrás a los logros de la Revolución Cultural. Hubo brotes de protesta, algunos organizados por los seguidores del camino capitalista... otros por las masas revolucionarias en su contra. Los revolucionarios siempre se orientaban a movilizar la actividad consciente de las masas en esa lucha complicada.

La lucha pasó por fuertes curvas, giros y vaivenes. Y a medida que avanzaba y se intensificaba, iba afectando el estado de ánimo de unos sectores de las masas. Algunos sectores que habían apoyado la Revolución Cultural en sus primeras fases ya estaban empezando a cansarse. Eso es la realidad de la lucha de clases. Pero ante todo eso, los revolucionarios bregaban muy duro en la lucha para poner de manifiesto los problemas y volver a tomar la iniciativa.

Esa fue “la última gran batalla de Mao”. Fue heroica... fue trascendental.

Además, en ese periodo de 1973 a 1976, Mao y los revolucionarios que él dirigía realizaron aportes teóricos importantes a nuestra comprensión de la naturaleza de la sociedad socialista, la lucha de clases bajo el socialismo y el objetivo del comunismo. Los revolucionarios también hicieron algunos errores y equivocaciones secundarios... y éstos también encierran lecciones importantes103.

Solamente he podido ofrecer una descripción a grandes rasgos. Si la o el lector quiere tener un profundo análisis de la “última gran batalla” de Mao y sus lecciones, ha de leer las obras de Bob Avakian como La pérdida en China y el legado revolucionario de Mao Tsetung, Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung104 y ¿Conquistar el mundo? Deber y destino del proletariado internacional.

Cuando Mao murió en septiembre de 1976... eso representó la señal para los reaccionarios dentro del partido. En octubre éstos montaron un golpe de estado militar. De inmediato emprendieron acciones contra el núcleo revolucionario en los altos niveles del partido y desplegaron soldados en importantes zonas del país. Hubo resistencia. Pero la represión fue rápida y dura, con un gran número de detenciones y ejecuciones.

El socialismo en China fue derrotado. La primera etapa de la revolución comunista llegó a su fin.

Capítulo 5: Hacia una nueva etapa de la revolución comunista

Pregunta: Raymond, hemos hablado de la primera etapa de la revolución comunista con cierta profundidad y has puesto de relieve de manera vívida y aguda esas transformaciones y logros sin precedentes... y algunos de los problemas también. Pero a la larga, se dio una derrota. ¿Qué implicó eso en ese momento y de dónde nos deja esto hoy?

Raymond Lotta: La derrota en China fue un verdadero punto de viraje. Había confusión, conmoción y desorientación en el movimiento comunista internacional —me refiero a las fuerzas quienes por lo general se describen a sí mismas como maoístas. Además había una reacción de ese tipo entre las fuerzas radicales y progresistas más amplias.

Muchos llamados comunistas aceptaron al nuevo liderazgo de China. Señalaron el aparente apoyo que el nuevo liderazgo tuvo entre sectores de las masas chinas... y no veían mal el que los seguidores del camino capitalistas, que habían montado el golpe de estado, apoyaran de labios para fuera al socialismo y el comunismo. Otros se sumieron en el desconcierto y la desmoralización. Y otros se revolcaban en el agnosticismo de “¿quién puede decir?, ¿quién puede saber?” y eligieron “esperar a ver qué pase”... o simplemente continuaron en lo suyo como si este masivo revés no importara tanto.

En esas circunstancias, Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, se puso a la altura de cumplir con una necesidad grande e histórica: la de hacer un balance de lo ocurrido en China y además de las responsabilidades que eso dejó para los auténticos revolucionarios.

En 1977, BA escribió un análisis exhaustivo del golpe de estado. Explicó que una línea revisionista había ganado en China. Puso de manifiesto la forma en que esa línea se expresaba en diversas esferas. Definió las líneas de demarcación de la lucha de clases en China y cómo ésta estaba concentrada en los más altos niveles del liderazgo. Defendió a Mao y a sus seguidores más cercanos, la llamada “banda de los cuatro”. Además, libró una lucha muy compleja y de muchos principios para conseguir que el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos —el partido que lideraba en ese entonces y que lidera hoy— adoptara una postura correcta sobre este tema, a pesar de una oposición muy solapada de parte de una facción dentro del PCR105.

Nadie más en el mundo emprendió un análisis y evaluación de este tipo. BA bregó profundamente con la realidad y su complejidad y sacó conclusiones científicas: la revolución proletaria sufrió su segunda gran pérdida... primero en la Unión Soviética y ahora en China... y ahora nos toca a nosotros, a los auténticos comunistas, sacar lecciones, hacer un balance y además seguir adelante.

En el período que le siguió al golpe de estado... hablo de 1977 a 1979... Avakian también escribió el libro Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung, en el que sintetiza las contribuciones cualitativas de Mao a la ciencia de la revolución, siendo la más importante la teoría y la práctica de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado.

BA arrojó una claridad científica sobre ese momento crucial y empezó a abrir y trazar el camino para seguir adelante. Defendió los grandes logros de Mao y de la revolución china, mientras que analizaba profundamente la experiencia de China, y además de la primera etapa de la revolución comunista en su conjunto.

Pregunta: Bien, ¿qué implica eso acerca de lo que pasó en China?

RL: Con el beneficio del trabajo de hacer un balance que Bob Avakian acometió durante los siguientes treinta años, ahora podemos ver más claramente dos aspectos de por qué se dio esa derrota. Por un lado, había razones objetivas poderosas que obraban en contra de los revolucionarios en China. He mencionado que el peligro de la guerra estaba afectando la situación y la lucha de clases en China. Y a escala mundial, la fuerza —y las fuerzas— del capitalismo siguen teniendo una fuerza material e ideológica mayor, en comparación con aquellas de la revolución comunista naciente. Y eso se refleja en la sociedad socialista.

Pero hay otro aspecto de lo que pasó en China. Los factores objetivos no explican totalmente el golpe de estado. Hubo verdaderos problemas y debilidades en el enfoque y en las concepciones de Mao y los revolucionarios. Esas debilidades no eran... y repito no eran... la causa principal de la derrota en China. Pero sí contribuyeron a la derrota.

Para repetir, BA trabajaba y bregaba por forjar esta evaluación de la relación entre los factores objetivos y subjetivos y el análisis de esas debilidades. Es un balance surgido de 35 años de profundo y científico forcejeo y síntesis, lo que ha dado lugar a una nueva síntesis del comunismo.

 

Bob Avakian desarrolla una nueva síntesis del comunismo

Pregunta: ¿Podría llevarnos al período posterior al golpe de estado en China?

RL: Esencialmente, Avakian empieza este proceso de profunda exploración y examen crítico de la primera etapa de la revolución comunista, de hecho, de todo el proyecto comunista, con la obra ¿Conquistar el mundo? Deber y destino del proletariado internacional, escrita en 1981 (revista Revolución #50, enero 1982). De ahí siguió explorando y haciendo nuevos descubrimientos. Durante las más de tres décadas desde la contrarrevolución en China, Bob Avakian desarrolló y forjó una nueva síntesis del comunismo.

Ha estado haciendo todo esto, cabe añadir, en el contexto del incesante asalto ideológico de la burguesía contra el comunismo.

Así que déjame hablar de la nueva síntesis. Se trata de un nuevo marco integral por el cual proseguir con la revolución comunista. El vínculo esencial es un adelanto en el método y enfoque científico. Si queremos conocer y cambiar el mundo al servicio de los más altos intereses de la humanidad, necesitamos la ciencia... tenemos que conocer cómo es el mundo en concreto y cómo concretamente se puede transformar el mundo radicalmente106.

Avakian también ha desarrollado el marco internacionalista del comunismo —recuérdate, hablé acerca de los errores cometidos al respecto por Stalin e incluso por Mao y cómo esos errores terminaron por socavar sus propios esfuerzos de defender y hacer avanzar la revolución— y ha hecho avances muy cruciales en la estrategia revolucionaria107.

Pero teniendo en cuenta el tema de esta entrevista, quisiera centrarme en algunos puntos esenciales que principalmente se refieren al ejercicio del poder y la dictadura del proletariado como una transición al comunismo —aunque los puntos que voy a mencionar reflejan los adelantos de BA en el método, en especial la necesidad de buscar rigurosamente la comprensión más completa posible de la verdad... y las formas de llegar a conocerla. No obstante, en lo que voy a mencionar solamente es posible tocar de paso la riqueza y la profundidad de la manera en que la nueva síntesis trata estas cuestiones.

Avakian ha desarrollado una nueva concepción de la forma de ejercer el poder en la sociedad socialista. Se concentra en la formulación “un núcleo sólido con mucha elasticidad” y se expresa concretamente en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) que ha publicado el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. ¿Cómo se aferra al poder y cómo se mantiene la sociedad en movimiento en la dirección hacia el comunismo... y al mismo tiempo —y esto es una parte integral del proceso de llegar al comunismo— como se desencadena a toda la sociedad en el empeño de comprender la realidad y el potencial revolucionario en la realidad a fin de transformarla y crear un mundo mucho mejor y muy diferente?

Constitution for the New Socialist Republic in North America cover

 

Se trata del socialismo como una transición vibrante y dinámica. Se trata de descubrir nuevas verdades y utilizar las contradicciones todavía por resolver en la sociedad socialista, como la cuestión de la plena emancipación de la mujer... al utilizar esas contradicciones como motor para impulsar la sociedad hacia adelante. Y se trata de hacer eso, junto con el avance de la revolución mundial.

BA ha recalcado que el trabajo intelectual y la efervescencia intelectual y cultural son vitales para una sociedad del tipo que el socialismo tiene que ser... y para llegar al comunismo, a un mundo sin clases. El trabajo intelectual se suma al acervo de conocimientos de la sociedad y el mundo y acerca de los mismos. La efervescencia y el debate de la vida intelectual y la aplicación del método científico a los problemas y el pensamiento crítico que los acompaña... todo eso es algo esencial e indispensable para las masas... para la capacidad de las masas populares de conocer el mundo con mayor profundidad y para tener la capacidad de transformarlo cada vez más profundamente... y de transformarse a sí mismas.

La efervescencia intelectual y el disentimiento contribuyen al espíritu crítico y exploratorio que tiene que penetrarse en la sociedad socialista, para destapar los problemas y defectos de la sociedad socialista... y para interrogarla en todos los niveles108.

 

Las lecciones de la Revolución Cultural y el avance más allá de la misma

Pregunta: Así que ¿cómo se aplica eso a la experiencia de la Revolución Cultural?

RL: Bueno, Mao no lo captó totalmente. Como acabo de decir, en su orientación Mao tendía a ver a los intelectuales, y para repetir se trata de tendencias secundarias... más bien tendía a ver las cosas por el aspecto de sus problemas ideológicos... y no captó plenamente la manera en que la actividad intelectual puede contribuir a la atmósfera que se necesita en la sociedad socialista — a una sociedad del tipo en el que la gente querría vivir y florecer.

Fíjate, no se podrá superar la gran división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, sin desencadenar la efervescencia intelectual y sin abrir espacios y ámbitos concretos para la misma — al mismo tiempo que hay movimiento en algunos de los diversos sentidos de la Revolución Cultural... echando abajo las divisiones sociales y capacitando a los intelectuales para reconocer las desigualdades persistentes de la sociedad y para verse a sí mismos y a su trabajo en el contexto más amplio de crear un mundo nuevo. Para repetir, Mao no tenía la síntesis completa de la superación de esta gran división en la historia humana, aunque la Revolución Cultural fuera un adelanto histórico.

Bueno, uno de los principales objetivos de la Revolución Cultural fue el de capacitar a las personas para que distinguieran entre el camino capitalista y el camino socialista. Aquí retomamos algunos puntos sobre la efervescencia intelectual que mencionaba anteriormente. Se dio un florecimiento sin precedentes de debates y forcejeo durante la Revolución Cultural. Recuérdate que yo hablaba de todos esos periódicos y los grandes debates y cartelones en los muros. Pero por grandioso que fuera todo eso, todavía había cierto confinamiento... cierta limitación del disentimiento. Hablo del ámbito de debates y florecimiento.

En China durante la Revolución Cultural, el comunismo era la “ideología oficial”. Si bien se prendía todo ese debate increíble... no obstante, ciertas tendencias y corrientes de pensamiento que no iban a conseguir un público... porque todavía había ese marco y discurso oficial, digamos, aun cuando las cosas, tal como he estado explicando, se estaban poniendo muy alocadas y se estaba abriendo de par en par.

He aquí un problema. No todos eran comunistas... y lo mismo será cierto en una sociedad socialista. Es necesario crear una situación en la que existe la vivacidad mental y la posibilidad de plantear críticas y disentimiento... incluso, como Avakian subraya, de parte de puntos de vista opuestos al comunismo y al socialismo. ¡El estado socialista no sólo tiene que proteger el disentimiento, lo que incluye el disentimiento en contra del socialismo, sino fomentarlo!

Y esto es lo paradójico... de veras es una contradicción. Pues, ese enfoque en la China revolucionaria, de confinar el disentimiento, efectivamente obró en contra de la Revolución Cultural. Obró en contra de la capacitación de las masas para conocer a fondo todos los puntos de vista en la sociedad... el descubrimiento de todas las contradicciones... y que las masas aprendieran mediante la riqueza de los debates, incluso de los puntos de vista opuestos al socialismo.

Ahora bien, no se trata de una orientación sin riesgos. De veras, estarás al filo de una navaja. Ello, porque habrá seguidores del camino capitalista y variedades de la contrarrevolución que obran en tu contra y pretenden derrocarte y pretenden utilizar este disentimiento en su actividad.

Avakian identifica el gran reto, en una entrevista de 2012 titulado Lo que la humanidad necesita: La revolución, y la nueva síntesis del comunismo, planteando una pregunta crucial que proviene de la primera etapa de la revolución comunista... y sobre la que la nueva síntesis ha abierto paso:

¿Cómo darle la prioridad correcta y necesaria a las necesidades fundamentales de las masas populares en la sociedad —especialmente las masas cuyas necesidades económicas, sociales, políticas y culturales han sido pisoteadas en el viejo sistema explotador— sin socavar al mismo tiempo la necesaria efervescencia intelectual y cultural, creatividad e incluso disentimiento que es esencial para fomentar el tipo de proceso en la sociedad en que tanto las masas populares en general, como la dirección del partido y del gobierno, estén aprendiendo de todo ese proceso, incluyendo las críticas que se plantean y las ideas poco convencionales que se expresan en la actividad intelectual, en la esfera de las artes, etcétera —para propiciar un proceso más rico?109

Eso es un enorme adelanto, una parte de un mayor adelanto basado a un profundo estudio y forcejeo que es la nueva síntesis y proporciona una base concreta para la esperanza sobre una base científica sólida.

 

Al mundo le hace falta la nueva síntesis de la revolución comunista

Pregunta: Raymond, hemos cubierto mucho terreno. ¿Algunas palabras finales?

RL: Hemos hablado largo y tendido sobre toda la primera etapa de la revolución comunista —de la lucha muy trascendental de crear un mundo completamente nuevo. Y nos adentramos muy profundamente en Mao y la Revolución Cultural, el punto culminante de la primera etapa de la revolución comunista. Y, sí, ésta fue derrotada. Pero lo que es notable no es que perdieron el poder en China ni que anteriormente pasó lo mismo en la primera iniciativa en la Unión Soviética. No, cuando se piensa en lo que se enfrentaban en el plano internacional y en función de los rezagos de la sociedad en la que subieron al poder... al aplicar un enfoque científico a todo eso… lo que es muy notable es qué tanto tiempo lograron tener el poder y qué tan lejos lograron avanzar. Lo que hay que celebrar es la tremenda contribución que eso constituye para el acervo del conocimiento humano y la realidad de las posibilidades humanas.

Pero no podemos quedarnos con eso, así no más. Por mucho que tratemos en esta entrevista, en un sentido yo apenas logré escudriñar en la superficie de las cosas. Es necesario explorar de manera más profunda y científica los grandes logros y lecciones de esta primera etapa y es necesario adentrarse de manera mucho más profunda en la nueva síntesis del comunismo que Bob Avakian ha desarrollado. Además, es necesario movilizar todo eso en la lucha que enfrentamos en este momento —a fin de transformar concretamente este mundo, el que es un horror, pero que en realidad no tiene que ser así. Toda la historia del comunismo hasta ahora demuestra de manera poderosa que el mundo no tiene que ser así, que no hay nada inherente a la naturaleza humana que nos condena a un mundo así, ni es todopoderosa la clase dominante a la que nos enfrentamos. Además, la idea general de la nueva síntesis demuestra cómo, efectivamente, podemos hacer una revolución Y ADEMÁS que podemos ir más allá y hacerlo mejor esta vez.

Todo eso se reduce a lo siguiente: el mundo clama con urgencia por un cambio radical, por la revolución. Además, para continuar y para dar saltos en el camino para salir de esas “tinieblas” de la sociedad de clases, es fundamental y necesario captar correctamente el VERDADERO carácter, el carácter liberador de la primera etapa de la revolución comunista Y ADEMÁS empaparse en las contribuciones de Bob Avakian que resume esa etapa y da dirección para una nueva, aún más grandiosa etapa. Se trata de la necesidad y la base para un mundo en el que los seres humanos verdaderamente podrán florecer. Y se trata de que todos nosotros nos pongamos a la altura de la gran necesidad que tenemos ante nosotros: hacer nuestra esta ciencia y usarla para transformar la realidad que enfrenta la humanidad.

Communism The Beginning of a New Stage 225

 

Notas

1. El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (Chicago: RCP Publications, 2009). [volver]

2. El quiz “Todo lo que te han dicho sobre el comunismo es FALSO: El capitalismo es un fracaso, la revolución es la solución” está en el sitio de Pongamos las Cosas En Claro. [volver]

3. Para un análisis del levantamiento en Egipto y la necesidad de una auténtica revolución, véase Samuel Albert, “Egipto, Túnez y las rebeliones árabes: Cómo llegaron a un callejón sin salida y cómo salir de él”, Demarcations: Una revista de teoría y polémica comunista, nº 3 (Invierno 2014). [volver]

4. V.I. Lenin nació el 22 de abril de 1870 y murió el 21 de enero de 1924. Era el líder del Partido Bolchevique, que posteriormente se convirtió en el Partido Comunista de la Unión Soviética. En 1917, en medio del tumulto de la Primera Guerra Mundial, Lenin dirigió la revolución rusa que derrocara al viejo orden opresivo y creara el primer estado socialista en el mundo. Entre las contribuciones de Lenin a la ciencia de la revolución figuran la decisiva importancia del partido de vanguardia, un análisis del desarrollo del capitalismo en el imperialismo, y un profundo análisis e insistencia en el internacionalismo, y la naturaleza del estado. [volver]

5. Mao Zedong nació el 26 de diciembre de 1893 y murió el 9 de septiembre de 1976. En 1935, Mao surge como el definitivo líder de la revolución china. Forjó la estrategia de la guerra popular. Cuando el Ejército Popular de Liberación entró marchando triunfante a Pekín en 1949, Mao proclamó la República Popular China. En 1966, Mao inició la Gran Revolución Cultural Proletaria. Mao hizo contribuciones vitales a la ciencia del comunismo en la filosofía, la economía política, el arte y la cultura y otros ámbitos. Pero su mayor contribución es la teoría de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. [volver]

6. Carlos Marx nació el 5 de marzo de 1818 y murió el 14 de marzo de 1883. Hizo un adelanto histórico-mundial en el entendimiento humano. Desarrolló una explicación histórica científica integral del desarrollo de la sociedad humana. En el caso del capitalismo, identificó la contradicción básica del capitalismo como la existente entre la producción social y la propiedad privada. Esta contradicción se resuelve por medio de la revolución proletaria que derroque el capitalismo y progrese hacia la eliminación de todas las opresivas relaciones sociales y de clase y todas las ideas y modos de pensar correspondientes. Explicó que esta revolución para llegar al comunismo, a un mundo sin clases, supone las “dos rupturas más radicales”: con las relaciones de propiedad tradicionales y con las ideas tradicionales. [volver]

7. El clásico relato de un testigo presencial de la Comuna de París es el de Prosper-Olivier Lissagaray, Historia de la Comuna de 1871 (Barcelona: Ed. Estela, 1971). Otras historias útiles son la de Frank Jellinek, The Paris Commune of 1871 (Nueva York: Grosset & Dunlap, 1965); y Carolyn J. Eichner, Surmounting the Barricades: Women in the Paris Commune (Bloomington, IN: Indiana Univ. Press, 2004). Es fascinante ver la creativa película de Peter Watkins, La Comuna (2010). [volver]

8. Carlos Marx, La guerra civil en Francia (Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1978). [volver]

9. Una importante visión general de la importancia de la Comuna y las controversias relacionadas dentro del movimiento comunista internacional puede encontrarse en “La Comuna de París en perspectiva: La revolución bolchevique y la revolución china como su continuación y profundización”, en el Apéndice: “Democracia: ¿Más que nunca podemos y debemos lograr algo mejor!”, en Bob Avakian, El falso comunismo ha muerto… ¡Viva el auténtico comunismo!, 2ª edición en inglés (Chicago: RCP Publications, 2004); salió la versión en español en Un Mundo Que Ganar 1992/17 (Democracia: Más que nunca podemos y debemos lograr algo mejor). [volver]

10. Para un análisis pertinente, véase Bob Avakian, “Una reflexión sobre el movimiento ‘Ocupar’: Un comienzo inspirador… y la necesidad de ir más allá”, Revolución, 13 de noviembre de 2011. [volver]

11. Sobre el trasfondo de la Primera Guerra Mundial, véase Eric Hobsbawm, La era del imperio 1875-1914 (Barcelona: Crítica, 2001), Cap. 13; y Raymond Lotta, America in Decline (Chicago: Banner Press, 1984), pp. 174-187. [volver]

12. Para una breve explicación del contexto social de la Revolución Bolchevique, véase Sheila Fitzpatrick, La Revolución Rusa (Buenos Aires, Siglo XXI, 2005), Cap. 1. [volver]

13. Para un relato de un participante en la Revolución de Octubre, véase John Reed, Diez días que estremecieron el mundo (Madrid; Akal, 2007). La película de 1928 de Sergei M. Eisenstein, Octubre: Diez días que estremecieron el mundo, está disponible en el internet. La película de 1981 Reds de Warren Beatty, que está disponible en DVD, es un relato de ficción de la vida de Reed con el extraordinario trasfondo de la Revolución Rusa.

Véase también, The History of the Civil War in the USSR, Vol. 1 (Nueva York: International Publishers, 1937); y John L.H. Keep, The Russian Revolution: A Study in Mass Mobilization (Nueva York, W.W. Norton, 1976). [volver]

14. Sobre la Guerra Civil. Véase E.H. Carr, La Revolución Bolchevique 1917-1923, Vol. 2 (Madrid: Alianza, 1987); y Bruce W. Lincoln, Red Victory: A History of the Russian Civil War (Nueva York: Simon & Schuster, 1989). [volver]

15. Sobre la política y la práctica bolcheviques, véase por ejemplo, Richard Stites, The Women’s Liberation Movement in Russia: Feminism, Nihilism, and Bolshevism, 1860-1930 (Princeton, NJ: Princeton Univ. Press, 1978); y Wendy Z. Goldman, Women, the State & Revolution: Soviet Family Policy and Social Life, 1917-1936 (Nueva York: Cambridge Univ. Press, 1993), 1-58. [volver]

16. La película de 2004 Ángeles de hierro trata el movimiento de las sufragistas de la década del 1910 en Estados Unidos y cuenta la historia verídica del arresto de un grupo de mujeres manifestantes y la manera en que, cuando hicieron una huelga de hambre, las autoridades les alimentaron a la fuerza. [volver]

17. Véase, por ejemplo, Marianne Kamp, The New Woman in Uzbekistan: Islam, Modernity, and Unveiling under Communism (Seattle, WA: Univ. of Washington Press, 2008); y véase también Adrienne Lynn Edgar, “Emancipation of the Unveiled: Turkmen Women Under Soviet Rule, 1924–29”, The Russian Review 62 (Enero 2003) para un análisis de la lucha contra el “bridewealth” [pago por el matrimonio] y otras de tales prácticas feudal-patriarcales en Asia central. [volver]

18. Sobre el enfoque de los bolcheviques y los logros en extender la educación a las minorías nacionales, garantizar la igualdad de los idiomas, y promover la instrucción en los idiomas nativos, véase, por ejemplo, Jeremy Smith, “The Education of National Minorities: The Early Soviet Experience”, Slavonic and East European Review 75, no. 2 (Abril 1997). [volver]

19. Véase Terry Martin, Affirmative Action Empire: Nations and Nationalism in the Soviet Union, 1923-1939 (Ithaca, NY: Cornell Univ. Press, 2001) para importante material fáctico sobre la política y la práctica respecto a las nacionalidades en la Unión Soviética desde 1917 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. [volver]

20. Véase Arno Mayer, Why Did The Heavens Not Darken (Nueva York: Pantheon, 1988), 55-89. Para una narrativa y relato visual del establecimiento de la Región Autónoma Judía en la Unión Soviética, véase Robert Weinberg, Stalin’s Forgotten Zion: Birobidzhan and the Making of a Soviet Jewish Homeland (Berkeley: Univ. of California Press, 1998). [volver]

21. Véase Cameron McWhirter, Red Summer: The Summer of 1919 and the Awakening of Black America (Nueva York: St. Martin’s Griffin, 2012); y Robert Whitaker, On the Laps of Gods: The Red Summer of 1919 and the Struggle for Justice That Remade a Nation (New York: Random House, Inc., 2008). [volver]

22. Véase Philip Foner, ed., Paul Robeson Speaks: The Negro and the Soviet Union (Nueva York: Citadel, 2002), 240; y Martin Duberman, Paul Robeson (Nueva York: Knopf, 1989). [volver]

23. Aleksander Mikhailovich Rodchenko (1891-1956) era pintor, escultor, fotógrafo y diseñador gráfico, un fundador del constructivismo y el diseño ruso. Kazimir Severinovich Malevich (1879-1935), un pintor y teórico del arte, era un pionero del arte abstracto geométrico. Sergei Mikhailovich Eisenstein (1898-1948) era director de cine y teórico del cine. Alexander Petrovich Dovzhenko (1894-1956) era guionista, director y productor de cine. Eisenstein y Dovzhenko eran pioneros en la teoría del montaje soviética. [volver]

24. Sobre la experimentación en las artes, véase Vladimir Tolstoy, Irina Bibikova, y Catherine Cooke, eds., Street Art of the Revolution: Festivals and Celebrations in Russia, 1918–1933 (Nueva York: The Vendome Press, 1990); William G. Rosenberg, ed., Bolshevik Visions: First Phase of the Cultural Revolution in Soviet Russia, Part 2 (Ann Arbor: Univ. of Michigan Press, 1990); y Richard Stites, Revolutionary Dreams: Utopian Vision and Experimental Life in the Russian Revolution (Nueva York: Oxford Univ. Press, 1989). Para ver obras de arte representativas de este periodo, consúltese el sitio web de la exhibición de 2013 en el Museo de Arte Moderno, Inventing Abstraction, 1910-1925: How a Radical Idea Changed Modern Art. [volver]

25. Arno Mayer, The Furies: Violence and Terror in the French and Russian Revolutions (Princeton, NJ: Princeton Univ. Press, 2001), 607. [Hay edición en español: Las Furias. Violencia y terror en las revoluciones francesa y rusa.] [volver]

26. Sobre la experiencia inicial de planificación e industrialización socialistas, véase en Maurice Dobb, Soviet Economic Development (Londres: Routledge & Kegan Paul, 1948), los capítulos sobre el primero y el segundo planes quinquenales; E.H. Carr y R.W. Davies, A History of Soviet Russia: Volumen 4: Foundations of a Planned Economy 1926–1929 (Nueva York: Penguin, 1974); y el agotado pero que vale la pena buscar, Anna Louise Strong, The Stalin Era (Nueva York: Mainstream Publishers, 1956). [volver]

27. Dobb, Soviet Economic Development, Cap. 9. [volver]

28. Para relatos informativos véase, por ejemplo Maurice Hindus, Red Bread: Collectivization in a Russian Village (Bloomington, IN: Indiana Univ. Press, 1988); Lynne Viola, The Best Sons of the Fatherland: Workers in the Vanguard of Soviet Collectivization (Nueva York: Oxford Univ. Press, 1989); y Strong, The Stalin Era. [volver]

29. Véase, por ejemplo, Mao Zedong, Una crítica de la economía soviética (México, Fondo de Cultura Económica, 1982): y “Sobre diez grandes relaciones (25 de abril de 1956)” en Obras Escogidas de Mao Tsetung, tomo 5 (Pekín, ELE, 1977). [volver]

30. En 1932-1933, ocurrió una hambruna en la Unión Soviética. Han acusado a Stalin de provocar adrede dicha hambruna a fin de castigar a los ucranianos. Por qué eso no es cierto y no se basa en los hechos, se aborda en Raymond Lotta, “La hambruna de 1933 en la Unión Soviética: Lo que pasó en realidad, por qué NO fue una ‘hambruna intencional’” (próximamente en español aquí). [volver]

31. Sobre el enfoque soviético de la construcción socialista y cómo Mao rompería con este en maneras muy significativas, véase Raymond Lotta, Prólogo: “La economía maoísta y el futuro del socialismo, en Maoist Economics and the Revolutionary Road to Communism: The Shanghai Textbook on Political Economy, Raymond Lotta, ed. (Chicago: Banner Press, 1994). [volver]

32. La palabra “Gulag” se refiere a la “Dirección General de Campamentos Correccionales de Trabajo y Asentamientos de Trabajo”, un sistema de campamentos de detención y de trabajo. [volver]

33. En parte por la experiencia de las previas sociedades socialistas y por lo que Bob Avakian ha resumido acerca de la importancia del estado de derecho y la protección de los derechos del individuo, la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) aboliría la pena de muerte y establecería estrictos procedimientos para su uso temporal únicamente en el caso de la guerra, invasión, insurrección y demás circunstancias extraordinarias semejantes. Además, no metería a las personas en la cárcel ni las reprimiría simplemente por plantear desacuerdos con la política del gobierno o con la forma socialista de gobierno — sería necesario corroborar un delito concreto.

Lea más acerca del sistema jurídico en esta Constitución — para repetir, a partir del resumen de BA de los adelantos y también de las debilidades de las sociedades socialistas previas.

Consulte un ensayo exploratorio sobre lo que ocurría en la Unión Soviética durante el periodo de las purgas, en Una contradicción histórica: Cambiando el mundo en lo fundamental sin “apagar las luces”, página 53, Carta 9: “Cuando las luces se apagaron… realmente se apagaron: más hallazgos y reflexiones sobre los años 30” en revcom.us. [volver]

34. Walter Johnson, Soul by Soul: Life Inside the Antebellum Slave Market (Cambridge, MA: Harvard Univ. Press, 2001). [volver]

35. Sobre Jefferson y la esclavitud, véase Henry Wiencek, Master of the Mountain: Thomas Jefferson and His Slaves (Nueva York: Farrar, Straus and Giroux, 2013); y véase Bob Avakian, “Una pregunta agudamente planteada: Nat Turner o Thomas Jefferson”, Revolución, 16 de abril de 2013. [volver]

36. La espuria teoría anticomunista del “totalitarismo” equipara a Stalin con Hitler, la ideología comunista con la ideología fascista, y la dictadura del proletariado con regímenes fascistas. Esta teoría está construida sobre grotescas distorsiones de la experiencia histórica real, y de las metas y métodos reales, de la revolución comunista. Y es parte vital del arsenal ideológico de la burguesía, en particular la idea de que el comunismo sólo llevará a una “utopía convertida en pesadilla”.

Para entender por qué esta teoría es errónea, y la concepción del mundo que la conforma, véase la comprehensiva refutación a Hannah Arendt, tal vez la principal proponente de esta teoría, en Bob Avakian, Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr? (Chicago: Banner Press, 1986; Bogotá: Editorial Tadrui, 2006); también véase la refutación de Karl Popper, otro influyente teórico del “totalitarismo”, en Bob Avakian “Marxismo como ciencia — refutación de Karl Popper”, en Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Revolución, 21 de octubre de 2007. [volver]

37. Mao Zedong, “Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo”, en Obras escogidas, tomo 5 (Pekín, ELE, 1977), pp. 419-458. [volver]

38. Consulte una valoración general sobre Stalin en Bob Avakian “Stalin y el ‘estalinismo’” en “El fin de una etapa — el comienzo de una nueva etapa”, revista Revolución (Chicago: RCP Publications, 1990), en revcom.us. [volver]

39. Bob Avakian, ¿Conquistar el mundo? Deber y destino del proletariado internacional (1982, actualizado 5 de julio de 2018); Avakian, Avanzar el movimiento revolucionario mundial: Cuestiones de orientación estratégica (primavera 1984); y la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto); todas estas obras están en línea en revcom.us [volver]

40. Sobre la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, la lucha militar contra el imperialismo alemán, y el papel de Stalin en dirigir las hazañas militares soviéticas, véase Geoffrey Roberts, Stalin’s Wars: From World War to Cold War, 1939–1953 (New Haven: Yale Univ. Press, 2006).

Sobre las raíces y el carácter de la Segunda Guerra Mundial, véase Raymond Lotta, America in Decline, pp. 205-219. [volver]

41. Sobre la restauración del capitalismo en la Unión Soviética en 1956 y el ulterior desarrollo de la Unión Soviética como una formación socialimperialista, véase Raymond Lotta, “Las realidades del socialimperialismo versus los dogmas del realismo cínico: La dinámica de la formación de capital soviético”, en Raymond Lotta vs Albert Szymanski, La Unión Soviética: ¿Socialista o socialimperialista? Parte II, Se inicia la discusión (Bogotá: Asir Editores, 1986). [volver]

42. Para examinar el contexto, véase Jean Chesneaux, et al., China From the Opium Wars to the 1911 Revolution (Nueva York: Pantheon, 1976). [volver]

43. Un relato clásico de esto, basado en parte en entrevistas con Mao, es el de Edgar Snow, Estrella roja sobre China (Buenos Aires, Argentina: Editorial Ágora, 1961). [volver]

44. Dick Wilson, La Larga Marcha de Mao Tse-tung (Barcelona: Noguer, 1973). [volver]

45. Iris Chang, The Rape Of Nanking: The Forgotten Holocaust Of World War II (Nueva York: Basic Books, 2012). [volver]

46. Véase Han Suyin, The Morning Deluge: Mao Tsetung & The Chinese Revolution 1893–1954 (Boston: Little, Brown, 1972); Rana Mitter, Forgotten Ally: China’s World War II, 1937–1945 (Nueva York: Houghton Mifflin Harcourt, 2013) [volver]

47. Sobre la repercusión y el horroroso número de víctimas de las hambrunas en la China pre-revolucionaria, véase Walter Mallory, China: Land of Famine (Nueva York: National Geographic Society, 1926); y Carl Riskin, China’s Political Economy (Oxford: Oxford Univ. Press, 1987), 24. [volver]

48. Véase Elisabeth Croll, Feminism and Socialism in China (Nueva York: Schocken Books, 1988), Cap. 2. [volver]

49. Jonathan D. Spence y Annping Chin, The Chinese Century (Nueva York: Random House, 1996), 84. [volver]

50. Fredric M. Kaplan, Julian M. Sobin y Stephen Andors, Encyclopedia of China Today (Nueva York: Harper & Row, 1979), 233. [volver]

51. Véase William Hinton, “The Importance of Land Reform in the Reconstruction of China”, en Hungry for Profit: The Agribusiness Threat to Farmers, Food, and the Environment, Fred Magdoff, et al. (Nueva York: Monthly Review Press, 2000), 216.

A comienzos de la década de 1950, una reforma agraria radical dirigida por el Partido Comunista y basada en la movilización de los campesinos les había quitado poder a las viejas clases terratenientes. Véase John G. Gurley, China’s Economy and the Maoist Strategy (Nueva York: Monthly Review Press, 1976), 236-241; y Maurice Meisner, La China de Mao y después: Una historia de la República Popular (Córdoba, Argentina: Comunicarte, 2007), 90-102. [volver]

52. Esta descripción se toma de William Hinton, Fanshen: La revolución en una aldea china (Barcelona: Laia, 1977). Este es un fascinante micro-estudio de la revolución agraria de Mao en sus dimensiones económica, social e ideológica, centrado en una aldea. Hinton apoyó a la revolución china pero adoptó una posición muy errónea con respecto a la última gran batalla de Mao de 1973–1976, condenando a la llamada “banda de los cuatro” que de hecho abanderó la línea de Mao y jugó un papel destacado en la lucha por impedir la restauración capitalista y continuar la revolución.

Entre otras obras útiles sobre la revolución agraria están: Isabel Crook y David Crook, Mass Movement in a Chinese Village: Ten-Mile Inn (Nueva York: Random House, 1979); y la novela de Yuan-tsung Chen, La aldea del dragón: La revolución china contada desde dentro por una de sus protagonistas adolescentes (Barcelona: Planeta, 1981), que habla del trabajo de reforma agraria en la década de 1950. [volver]

53. Friedrich Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el estado (Madrid: Alianza Editorial, 2008). [volver]

54. Entre los estudios occidentales escritos en los años 1970 sobre la lucha por la liberación de la mujer en la China revolucionaria están: Croll, Feminism and Socialism in China; Delia Davin, Woman-Work (Oxford: Oxford Univ. Press, 1976); y Claudie Broyelle, La mitad del cielo: el movimiento de liberación de las mujeres en China (México: Siglo XXI, 1976). [volver]

55. Véase Kaplan, et al., Encyclopedia of China Today, 233. [volver]

56. Véase C. Clark Kissinger, “Cómo la revolución maoísta erradicó la drogadicción en China”, en revcom.us. [volver]

57. Bob Avakian, “La Revolución Cultural de China… el arte y la cultura… el disentimiento y la efervescencia… y el avance de la revolución hacia el comunismo”, Revolución, 19 de febrero de 2012. [volver]

58. Las diferencias de Mao con el modelo soviético y la articulación por su parte de un modelo alternativo y un enfoque profundamente dialéctico para el desarrollo económico socialista, a partir de las experiencias y lecciones del Gran Salto Adelante, estaban tomando forma, como puede verse, en Mao Zedong, Una crítica de la economía soviética. [volver]

59. Artículos escritos en China en la época sobre la experimentación campesina y el desarrollo y lucha por formas superiores de colectivización fueron recopilados en El auge socialista en el campo chino (Pekín: ELE, 1957). Mao escribió prefacios y notas para esta recopilación, en Obras Escogidas, tomo V, 251-298. [volver]

60. Li Onesto, “Cómo el cuidado colectivo de los niños liberó a la mujer en la China maoísta”, Obrero Revolucionario (ahora Revolución), 17 de mayo de 1998. [volver]

61. Para documentación y análisis del Gran Salto Adelante y las comunas, véase Isabel y David Crook, The First Years of Yangyi Commune (Nueva York: Routledge, 1966); Han Suyin, Wind in the Tower: Mao Tsetung and the Chinese Revolution 1949–1975 (Boston: Little, Brown, 1976), Cap. 8; Keith Buchanan, The Transformation of the Chinese Earth (Nueva York: Praeger, 1970); y William Hinton, Through a Glass Darkly: U.S. Views of the Chinese Revolution (Nueva York: Monthly Review Press, 2006). [volver]

62. P. Sainath, “Farmers’ Suicide Rates Soar Above the Rest”, The Hindu, 18 de mayo de 2013. [volver]

63. UNICEF, Informe 2013. Niveles y tendencias en la mortalidad infantil. [volver]

64. Algunos de los importantes discursos y charlas de Mao en la época del Gran Salto Adelante se recopilan en Roderick MacFarquhar, Timothy Cheek y Eugene Wu, compiladores, The Secret Speeches of Chairman Mao: From the Hundred Flowers to the Great Leap Forward (Cambridge, MA: Harvard Univ. Asia Center, 1989). [volver]

65. Véase YY Kueh, Agricultural Instability in China, 1931–1991: Weather, Technology, and Institutions (Nueva York: Oxford Univ. Press, 1995). Los datos por estación climatológica de China se sintetizan en http://www.famine.unimelb.edu.au/weather_stations.php. [volver]

66. Véase Han Suyin, Wind in the Tower, Cap. 9-11 sobre la escisión chino-soviética; y Riskin, China’s Political Economy, 130-131, sobre el retiro de la ayuda soviética. [volver]

67. Véase Buchanan, Transformation of the Chinese Earth, 130-131. [volver]

68. Véase Franz Schurmann, The Logic of World Power: An Inquiry into the Origins, Currents, and Contradictions of World Politics (Nueva York: Pantheon, 1974), 330-331; y Han Suyin, Wind in the Tower, 170-171. [volver]

69. Véase, por ejemplo, Dwight H. Perkins, Agricultural Development in China: 1368–1968 (Edinburgo: Edinburgh Univ. Press, 1969), 303. [volver]

70. Madhusree Mukerjee, Churchill’s Secret War: The British Empire and the Ravaging of India during World War II (Nueva York: Basic Books, 2010). [volver]

71. Vea un repaso de las sensacionalistas afirmaciones y dudosos métodos estadísticos, en Daniel Vukovich, “Missing Millions, Excess Deaths, and a Crisis of Chinese Proportions”, en China and Orientalism: Western Knowledge Production and the PRC (Nueva York: Routledge, 2011).

Véase también William Hinton, Through a Glass Darkly, 241-257; y Utsa Patnaik, “Republic of Hunger”, en The Republic of Hunger and Other Essays (Pontypool, UK: Merlin Press, 2008). [volver]

72. Joseph Ball, “¿Mao realmente mató a millones en el Gran Salto Adelante?”, Revista Mensual, septiembre 2006, que está disponible en ingles en monthlyreview.org. Este estudio también presenta una importante crítica metodológica a la forma en que se llega a los “resultados estadísticos” para la “tesis de la hambruna masiva”. [volver]

73. En un escrito de 1975, un estudioso occidental de la agricultura de China caracterizaba así el avance de la China revolucionaria en la producción y distribución de alimentos: “Primero, China parece haber logrado eliminar las fluctuaciones más extremas en la producción agrícola, aunque se necesitarán varias décadas más de experiencia para confirmar a fondo este logro.... Segundo, el racionamiento de alimentos esenciales significa que a toda la gente se le garantiza sus requerimientos mínimos mientras los suministros a nivel nacional sean adecuados. En China no se ve el fenómeno de zonas ricas que mantienen grandes excedentes mientras decenas de miles mueren en alguna otra parte en una región con hambruna. Puesto que China ha resuelto en gran medida el problema de la distribución de alimentos, tanto en el tiempo como en la población, la nación podría soportar un período prolongado de estancamiento de la producción antes de que la gente pudiera comenzar a padecer desnutrición grave. No puede decirse lo mismo de muchas otras naciones menos desarrolladas”. Dwight Perkins, “Constraints Influencing China’s Agricultural Performance”, en China: A Reassessment of the Economy, A Compendium of Papers Submitted to the Joint Economic Committee, Congress of the United States (Washington, D.C.: U.S. Government Printing Office, 1975), 352-353. [volver]

74. Desde finales de los años 1950 hasta el derrumbe de la Unión Soviética, los revisionistas soviéticos estuvieron promoviendo un modelo de desarrollo “socialista” a ser adoptado por países del tercer mundo. Dieron ayuda para su construcción y varias fuerzas gravitaron hacia él. Uno de tales países es la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte). Su liderato en diversos momentos se ha calificado de socialista-comunista, pero en los hechos esta sociedad no tiene nada en común con el socialismo o el comunismo. Hay propiedad estatal, un sistema de bienestar social, y formas de “participación obrera” y “democracia obrera”. Pero Corea del Norte es en esencia una sociedad militarizada, paternalista gobernada por una estrecha capa de capitalistas-estatales burocráticos. Es una sociedad en la que las masas se mantinene en un estado pasivo y sofocado.

Para conocer más sobre las diferencias entre el auténtico socialismo y el tipo de sociedad que existe en Corea del Norte o Cuba, véase Bob Avakian, “Tres alternativas para el mundo”, en Lo BAsico de los discursos y escritos de Bob Avakian (Chicago: RCP Publications, 2011), 67-70. [volver]

75. Véase la entrevista “Correrías con los Guardias Rojos: Remembranzas de la Gran Revolución Cultural Proletaria”, Obrero Revolucionario #386, 22 de diciembre de 1986. [volver]

76. Jan Myrdal y Gun Kessle, China: The Revolution Continued (New York: Pantheon, 1970) especialmente pp. 75-108. [volver]

77. Parte del importante trabajo teórico hecho por los revolucionarios maoístas en China sobre estos temas se recopila en Raymond Lotta, comp., And Mao Makes 5: Mao Tsetung’s Last Great Battle (Chicago: Banner Press, 1978). [volver]

78. Véase la síntesis en Bob Avakian, Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung (Chicago: Liberation Distributors, 1991), Cap. 6. [volver]

79. Véase Elizabeth J. Perry y Lu Sin, Proletarian Power: Shanghai in the Cultural Revolution (Boulder: Westview Press, 1997). [volver]

80. Véase la discusión en Raymond Lotta, Nayi Duniya y K.J.A., “Reinterpretando la Revolución Cultural con el fin de sepultar la Revolución Cultural”, en “‘La política de la emancipación’ de Alain Badiou: Un comunismo encerrado en los confines del mundo burgués”, Cap. IV, Demarcations: una revista de teoría y polémica comunistas, nº 1 (verano-otoño 2009). [volver]

81. Véase Mao Tsetung, “Discurso ante la delegación militar de Albania” [1967]. Un Mundo Que Ganar 1985/1. [volver]

82. Véase el “Decisión de los 16 Puntos”, “Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria” (Adoptada el 8 de agosto de 1966), en Importantes Documentos de la Gran Revolución Cultural Proletaria (Pekín: ELE, 1970). [volver]

83. La lucha en la Universidad Tsinghua se describe en William Hinton, Hundred Day War: The Cultural Revolution at Tsinghua University (Nueva York: Monthly Review Press, 1972). Véase la Parte III. “The Working Class Intervenes”. [volver]

84. Para un análisis general de la Revolución Cultural, véase la entrevista con Bob Avakian, “La Revolución Cultural de China… el arte y la cultura… el disentimiento y la efervescencia… y el avance de la revolución hacia el comunismo”. Sobre los principales acontecimientos y puntos de viraje de la Revolución Cultural, especialmente en sus fases iniciales, véase Jean Daubier, Historia de la Revolución Cultural Proletaria en China (México: Siglo XXI, 1972). [volver]

85. Sobre la Revolución Cultural en el campo y sus efectos en la educación, incluida la enorme expansión de la enseñanza secundaria, véase Dongping Han, The Unknown Cultural Revolution: Educational Reforms and Their Impact on China’s Rural Development (New York: Garland Publishing, 2000), 88; y Suzanne Pepper, “Education”, en The Cambridge History of China, Vol. XV, Roderick MacFarquhar y John K. Fairbank, eds. (Nueva York: Cambridge Univ. Press, 1991), 416.

Vea un análisis más general de las transformaciones en la educación, en Ruth Gamberg, Red and Expert: Education in the People’s Republic of China (Nueva York: Schocken Books, 1977). [volver]

86. Véase Ciencia y pueblo en China (Madrid: Blume, 1979). En los años 1920 se descubrió la más rica evidencia de la evolución humana: El hombre de Pekín. Luego de la revolución, el hombre de Pekín hizo parte del movimiento para llevar la ciencia al pueblo: la historia de la evolución humana era una lección de filosofía marxista ofrecida a las masas. Véase Sigrid Schmalzer, The People’s Peking Man: Popular Science and Human Identity in Twentieth-Century China (Chicago: Univ. of Chicago Press, 2008). [volver]

87. Véase la entrevista “Correrías con los Guardias Rojos: Remembranzas de la Gran Revolución Cultural Proletaria”. Sobre el movimiento de los “médicos descalzos” como parte de un sistema integrado de atención de salud, véase Teh-wei Hu, “Health Care Services in China’s Economic Development”, en China’s Development Experience in Comparative Perspective, compilador, Robert F. Dernberger (Cambridge, MA: Harvard Univ. Press, 1980).

Véase también el documental, The Barefoot Doctors of Rural China, producido por Victor Li, que stá disponible en YouTube; y Comité Revolucionario de Salud de la Provincia de Hunan, A Barefoot Doctor’s Manual: The American Translation of the Official Chinese Paramedical Manual (Philadelphia: Running Press, 1977). [volver]

88. Vea una visión general de la atención en salud en la China revolucionaria, en Victor W. Sidel y Ruth Sidel, Serve the People: Observations on Medicine in the People’s Republic of China (Boston: Beacon Press, 1973). [volver]

89. Véase Donald G. McNeil, Jr, “For Intrigue, Malaria Drug Gets the Prize”, New York Times, 16 de enero de 2012; y “Malaria: Rediscovered Cure”, Médecins Sans Frontières, 24 de abril de 2013, en msf.org. [volver]

90. Penny Kane, The Second Billion: Population and Family Planning in China (Nueva York: Penguin Books, 1987), 172 y Cap. 5. [volver]

91. Victor W. Sidel y Ruth Sidel, Serve the People, 256-258. [volver]

92. Durante la Revolución Cultural, como se mencionó, hubo grandes avances en la comprensión de la economía política del socialismo y en cómo desarrollar una economía socialista de forma revolucionaria hacia metas revolucionarias. Esta comprensión está concentrada en un importante manual escrito en China en el periodo 1972-76 y está disponible en una edición en inglés: Maoist Economics and the Revolutionary Road to Communism (Chicago: Banner Press, 1994). El epílogo se centra en las innovaciones en la planificación y proporciona documentación empírica de los logros económicos alcanzados en la Revolución Cultural: Raymond Lotta, “Epílogo: Teoría y práctica de la planificación maoísta: En defensa de un socialismo visionario y viable”, pp. 279-332. [volver]

93. El patio de los arriendos. Escultura en arcilla (Pekín: ELE, 1970). [volver]

94. La afirmación infundada de que China era un inmenso “moridero cultural” durante la Revolución Cultural hace parte de la creencia popular de nuestra época. Un reciente estudio de Paul Clark, The Chinese Cultural Revolution: A History (New York: Cambridge Univ. Press, 2008), analiza en detalle la ópera, el cine, la danza, las artes visuales, la literatura, la poesía y el teatro y muestra que la Revolución Cultural fue de hecho un período de gran creatividad, innovación y producción artística sin precedentes. Aunque esta obra padece de cierto anticomunismo y el autor opera dentro de un marco de modernización nacionalista, es un estudio valioso y bien documentado.

Sobre el arte del cartel durante la Revolución Cultural, véase Lincoln Cushing y Ann Tompkins, Chinese Posters: Art from the Great Proletarian Cultural Revolution (San Francisco: Chronicle Books, 2007). [volver]

95. Los guiones de algunas de las obras de teatro modelo pueden encontrarse en Lois Wheeler Snow, China On Stage: An American Actress in the People’s Republic (New York: Vintage, 1973). Véase también Li Onesto, “Yang Bang Xi: Las obras revolucionarias modelo de la China revolucionaria”, Revolución, 18 de junio de 2006.

Véase también el ensayo sobre dos de los ballets modelo, de Bai Di, “Feminism in Revolutionary Model Ballets The White-Haired Girl and The Red Detachment of Women”, y vea la película del ballet Destacamento rojo de mujeres. [volver]

96. Véase Jan Myrdal, Return to a Chinese Village (New York: Pantheon, 1984); Jack Chen, A Year in Upper Felicity: Life in a Chinese Village During the Cultural Revolution (New York: McMillan Publishing Co., 1973); y Dongping Han, The Unknown Cultural Revolution: Life and Change in a Chinese Village (New York: Monthly Review Press, 2008). [volver]

97. Véase Mobo Gao, “Debating the Cultural Revolution: Do We Only Know What We Believe”, en Critical Asian Studies 34 (2002): 427-430; y Mobo Gao, Gao Village: A Portrait of Rural Life in Modern China (Honolulu: Univ. of Hawai’i Press, 1999), Cap. 9. [volver]

98. Lo que esto significa en términos de experiencia de vida se transmite en reflexiones como: “Teníamos un sueño de que el mundo puede ser mejor que hoy”, entrevista de “Pongamos las cosas en claro” a Wang Zheng, Revolución, 3 de septiembre de 2006; y Dongping Han, The Unknown Cultural Revolution; véase también el video de Dongping Han en BookTV, booktv.org. [volver]

99. Importantes artículos teóricos producidos durante la Revolución Cultural sobre la cuestión de la revolucionarización de la gestión se recopilan en Stephen Andors, ed., Workers and Workplaces in Revolutionary China (White Plains, Nueva York: M.E. Sharpe, 1977). Para un estudio escrito desde una perspectiva ideológico-política diferente que arroja luz sobre la revolucionarización de la gestión: Stephen Andors, China’s Industrial Revolution: Politics, Planning, and Management 1949 to the Present(Nueva York: Pantheon, 1977). [volver]

100. Para más versiones semejantes, véase la valiosa colección de ensayos escritos por mujeres que crecieron en la China maoísta: Xueping Zhong, Wang Zheng, y Bai Di, eds., Some of Us: Chinese Women Growing Up in the Mao Era (New Brunswick, NJ: Rutgers Univ. Press, 2001). [volver]

101. Teh-wei Hu, “Health Care Services in China’s Economic Development”, 234. [volver]

102. John Archibald Getty, Origins of the Great Purges: The Soviet Communist Party Reconsidered, 1933–1938 (New York: Cambridge Univ. Press, 1987), 4-5. [volver]

103. Documentos de esta lucha están recopilados en Raymond Lotta, compilador, And Mao Makes 5. [volver]

104. Bob Avakian, La pérdida en China y el legado revolucionario de Mao Tsetung (Chicago: RCP Publications, 1978) y Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung (Chicago: Liberation Distributors, 1991). [volver]

105. Lea el análisis de Bob Avakian y los documentos fundamentales de esta lucha en Revolution and Counter-Revolution: The Revisionist Coup in China and the Struggle in the Revolutionary Communist Party, USA. [volver]

106. Lea más sobre el importante avance hecho por Bob Avakian en la ciencia del comunismo en “Conversación de Bob Avakian con unos camaradas sobre epistemología: Sobre conocer y cambiar el mundo”; “El comunismo como una ciencia“ (el apéndice de la Constitución del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos); Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Primera parte: “Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués“; y Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, Primera parte: “Revolución y el estado“, en revcom.us. [volver]

107. Lea más sobre el desarrollo del internacionalismo hecho por BA en Avanzar el movimiento revolucionario mundial: Cuestiones de orientación estratégica; lea más sobre de la estrategia en Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Segunda parte: “Todo lo que hacemos tiene que ver con la revolución”; y en “Sobre la estrategia para la revolución“, una declaración del Partido Comunista Revolucionario, en revcom.us. [volver]

108. Bob Avakian, Observations on Art and Culture, Science and Philosophy (Chicago: Insight Press, 2005). Se puede descargar pasajes en español en revcom.us. [volver]

109. Entrevista a Bob Avakian por A. Brooks, Lo que la humanidad necesita: La revolución, y la nueva síntesis del comunismo (2012), en revcom.us. [volver]

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Del genocidio en Gaza, a la creciente amenaza de una guerra mundial entre potencias nucleares, a la creciente devastación ambiental…, el sistema capitalista-imperialista que nos gobierna es un horror para miles de millones de personas por todo el mundo y está desgarrando el tejido de la vida sobre la Tierra. Ahora, la batalla total al interior de la clase dominante estadounidense, entre republicanos fascistas y demócratas criminales de guerra, está llegando a un desenlace —probablemente durante, o antes de, las venideras elecciones—, desgarrando a la sociedad como nunca antes había ocurrido desde la Guerra Civil.

Bob Avakian (BA), líder revolucionario y autor del nuevo comunismo, ha desarrollado una estrategia para hacer los preparativos para la revolución y para hacerla. Ha analizado científicamente que el presente es un momento poco común en el que una revolución real se ha vuelto más posible, y ha expuesto la visión panorámica, la base sólida y el plano concreto para “lo que sigue” en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.

El sitio web revcom.us sigue y aplica esa dirección y es esencial para todo esto. Posteamos nuevos materiales de BA y seleccionamos el conjunto de su obra. Aplicamos la ciencia que él ha desarrollado para analizar y poner al descubierto cada acontecimiento clave en la sociedad, cada semana. Revcom.us postea la dirección oportuna de BA para los revcom (comunistas revolucionarios), incluidos sus mensajes en las redes sociales que desglosan esto para la gente cada semana y a veces con más frecuencia. Actuamos como un eje que guía y conecta para el creciente movimiento revcom a nivel nacional: no sólo muestra lo que se está haciendo, sino aborda lo que está bien y lo que está mal y aprende rápidamente — y recluta gente nueva para lo que tiene que ser una fuerza en rápido crecimiento.

Digámoslo así: ¡no habrá revolución a menos que este sitio web no sólo “siga en marcha” sino que pase a alturas completamente nuevas!

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