Durante la última semana, el régimen fascista de Trump y MAGA ha intensificado y ampliado rápidamente sus ataques contra los inmigrantes. Esta ha sido una escalada importante y requiere una mayor lucha en este frente, así como un gran esfuerzo por vincularla con la campaña general para que Trump se largue… ¡YA! y convertirla en un poderoso motor de dicha campaña.

La “limpieza” en Estados Unidos de inmigrantes no blancos siempre ha sido un eje central de la agenda general de Trump. Esto no se debe solo a que azuce al sector más reaccionario de su base social y atrae a muchos más indecisos. También se debe a que Trump y otros líderes creen sinceramente que restaurar la “grandeza de Estados Unidos” (es decir, su capacidad de saquear y asesinar sin oposición ni restricciones) requiere restablecer la supremacía estadounidense cristiana blanca abierta, descarada e indiscutible.

Tengan esto en cuenta, porque incluso lo que está sucediendo ahora —que es un horror— es a la vez solo una etapa de una campaña de limpieza étnica y, muy posiblemente, de genocidio, mucho más a gran escala y de corte nazi.

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El 21 de mayo, en una reunión en la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Stephen Miller (el principal líder del proyecto de deportaciones en masa de Trump) exigió enojadamente que los arrestos y detenciones de inmigrantes tuvieran que aumentar rápidamente a 3.000 al día, es decir, más de un millón al año. Contó con el apoyo de otra figura de alto rango, Kristi Noem. Esta es efectivamente la política ahora.

El afán fascista para hacer añicos la vida de millones de personas implica al menos estos seis elementos básicos:

UNO: Cancelar programas de “parola” migratoria

Joe Biden estableció lo que se conocer como programas “parola” [permiso de permanencia temporal] para las personas provenientes de países donde la crisis económica y política se consideraba tan intensa que no era seguro vivir allí: Venezuela, Cuba¹, Haití y Nicaragua. (Estos cuatro países han estado devastados totalmente por el imperialismo durante los últimos 130 años). Estos programas “parola” tenían que ser revisados cada dos años para determinar si fuera seguro para que las personas pudieran regresar a sus países sin riesgos. Sin embargo, Trump ha venido trabajando para eliminarlos inmediatamente, a pesar de que no ha habido mejoras.

El 30 de mayo, la Corte Suprema de Estados Unidos, dominada por los fascistas, dio luz verde a Trump para cancelar los programas parola. De inmediato, más de medio millón de personas que estaban viviendo en Estados Unidos legalmente han perdido su estatus legal y están sujetas a una deportación rápida.

DOS: Poner en la mira a los individuos que se presentan a audiencias judiciales y entrevistas obligatorias

Se requiere que las personas que se encuentren en Estados Unidos de forma legal, pero temporal, acudan periódicamente a las oficinas de migración y tribunales para audiencias, entrevistas o simplemente para “presentarse”. Sin embargo, según ImmigrationImpact.com: “La semana pasada, agentes del ICE iniciaron un operativo nacional para arrestar a personas no ciudadanas cuando se presenten para su audiencia en tribunales en materia migratoria en varios estados, como Arizona, California, Florida, Georgia, Illinois, Nueva York, Nevada, Carolina del Norte, Texas y Washington.… Los informes señalan que a los abogados del gobierno, empleados del ICE, les dieron indicaciones de que soliciten a los jueces en materia migratoria que desestimaran los casos. Una vez que se haya desestimado un caso, los agentes del ICE arrestan al no ciudadano”.

Un reportero de THE CITY (un sitio web de noticias de la ciudad de Nueva York) observó a dos docenas de agentes federales, enmascarados y vestidos de civil, merodeando por el lobby del Tribunal en materia migratoria de la calle Varick durante horas, estudiando fotos de personas que debían comparecer ante el tribunal. ¡Al menos siete fueron arrestados durante el día! Otro inmigrante fue aterrorizado, “le temblaban las manos”, cuando le interrogaban los agentes, aunque finalmente lo dejaron ir. Y esto ocurrió solo una semana después de que un estudiante de secundaria de Nueva York fue arrestado en circunstancias similares.

Hay un elemento aún más siniestro detrás de este método. El ICE no solo puede arrestar fácilmente a miles de personas que hacen lo que se supone que deben hacer, sino que el mensaje a otros inmigrantes es que es peligroso presentarse a las audiencias, entrevistas, etc., obligatorias. Por tanto, es de esperar que un gran número de inmigrantes que intentan seguir el proceso legal establecido dejen de presentarse. Y en tal caso pueden ser arrestados y deportados inmediatamente por no presentarse a su audiencia. Esto está creando una verdadera situación de “condenados si lo hacen y condenados si no lo hacen”. Como un abogado en materia migratoria lo dijo: “Este es un momento extremadamente aterrador… Nunca antes había sucedido algo así: el gobierno intenta desestimar el caso, luego ficha a las personas y las hace desaparecer en este vacío de detención”.

TRES: Movilizar gran parte de las fuerzas del orden (FBI, policías estatales, policías locales y alguaciles), además de los agentes del ICE

Para llevar a cabo estos arrestos a escala masiva, los fascistas integran cada vez más a todos los niveles de las fuerzas del orden en sus operaciones. Agentes del FBI, alguaciles federales [Marshalls] y otros participan de rutina en las redadas contra los inmigrantes. Hoy en 29 estados ya existen acuerdos que permiten a la “policía local y estatal interrogar, arrestar, detener y procesar a inmigrantes para su deportación sin la supervisión del ICE, con una capacitación mínima sobre leyes y procedimientos migratorios”. Bajo estos acuerdos, cualquier policía racista de turno puede retar a un individuo que escuche hablando español en público, o con tatuajes, o cualquier otra excusa falsa, y exigirle que presente su acta de nacimiento o documentos migratorios o se enfrentará a un arresto e incluso a la deportación. Esta es una receta para la perfilación racial y étnica generalizada, las deportaciones equivocadas y la violencia.

La mayoría de estos agentes policiales se visten de civil y a menudo llevan máscaras, lo que significa que si ves que “La Migra” detiene a tu primo, no puedes estar seguro, y tal vez no tengas idea, de cuál agencia lo tiene detenido ni dónde.

CUATRO: Redadas contra comunidades y centros de trabajo de inmigrantes

En décadas recientes, todos los presidentes estadounidenses han llevado a cabo deportaciones masivas, como un intento de abordar el hecho de que la dominación estadounidense (y la dominación capitalista-imperialista en general) del “tercer mundo” ha hecho insoportable la vida allá para cientos de millones de personas, obligando a un gran número a huir a países imperialistas ricos como Estados Unidos. Obama era conocido como “el deportador en jefe” y sostenía el “récord” de 430,000 deportaciones en 2013.

Pero Miller insiste en un aumento del 250% sobre esa pasmosa cifra. Y las cifras solo cuentan una parte de la historia. Las campañas de deportaciones anteriores se centraron principalmente en la frontera entre Estados Unidos y México y tenían como objetivo reducir el ritmo o detener la entrada de nuevos inmigrantes. Pero Trump está haciendo algo diferente: está desatando un régimen de terror contra comunidades inmigrantes arraigadas en ciudades de todo Estados Unidos, poniendo en la mira a personas que van caminando por la calle, que están en sus hogares o en el trabajo.

A principios de mayo, agentes federales vestidos de su equipo de rigor “visitaron” 100 restaurantes en Washington, D.C. para exigir a los dueños que presentaran formularios que demostraran que sus empleados se encuentran legalmente en Estados Unidos. Dos semanas después, al menos seis agencias federales volvieron a recorrer a Washington, D.C. y arrestaron a 189 inmigrantes. Posteriormente, al tratar de hacer creer que se centraba en los “criminales”, el procurador federal afirmó que “casi una docena” de los 189 arrestados tenían “órdenes de arresto”, pero posteriormente admitió que la mayoría de las “órdenes de arresto” eran administrativas, lo que se refiere a casos como faltar a una audiencia de inmigración.

En la región de Pittsburgh, Pensilvania, dos comunidades de clase obrera fueron allanadas, con al menos cinco personas arrestadas. En Tallahassee, Florida, 100 trabajadores de diferentes sitios de construcción fueron arrestados.

El terror que esto genera no solo es estresante, sino que también puede ser mortal. En la región de Nashville, una serie de redadas condujo al arresto de más de 200 inmigrantes. En medio de esto, un bebé de seis meses fue encontrado inconsciente; su cuidadora había demorado en llamar al 911 por temor a ser arrestada. El bebé murió. El sheriff local dijo: “Nunca sabremos si pudiéramos haber salvado la vida de ese niño”, e intentó asegurar a la gente que los sheriffs no estaban participando en el arresto de inmigrantes, por lo que la gente aún podía sentirse segura al pedirles ayuda. Pero, de hecho, tuvo que reconocer que, según la ley de Tennessee, cometería un delito mayor si tuviera una política de no ayudar a la persecución de inmigrantes por parte de ICE.

CINCO: Una red de campos de concentración se amplía rápidamente de Estados Unidos a El Salvador, y hasta ¿?

Otro elemento central es que el ICE admite carecer de capacidad de detención incluso para las 49.000 personas que afirma tener detenidas. Están tratando de solucionar la situación contratando prisiones privadas y cárceles locales, además de deportar a personas a prisiones de tortura en El Salvador y a Sudán del Sur, un país devastado por la guerra. La perspectiva del rápido aumento de la población carcelaria del ICE y la escasez de fondos e instalaciones, junto con el despiadado racismo antiinmigrante que impregna el régimen de Trump, son una receta para las condiciones de pesadilla de campos de concentración.

SEIS: Aplastar a toda oposición, ya sea de la gente, de los jueces o de los líderes políticos demócratas

El último factor es la represión política de amplio alcance, que trasciende a las comunidades inmigrantes. Cuando una pequeña multitud protestó por los arrestos en el tribunal en materia migratoria de la calle Varick en la ciudad de Nueva York, unas dos docenas de miembros del Grupo de Respuesta Estratégica del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), una unidad militarizada del NYPD creada originalmente para “combatir el terrorismo”, en manada los rodearon y apalearon, y arrestaron a 23. Cientos de jueces que han fallado en contra de Trump en asuntos de inmigración (u otros) han sido víctimas de la publicación de información confidencial (doxeamiento) y amenazas, y una jueza de Milwaukee fue arrestada por el FBI por tomar medidas para evitar que un acusado en juicio fuera arrestado por el ICE en su sala. Cuando varios alcaldes y otros políticos locales de la región de Pittsburgh expresaron su oposición a las redadas del ICE ahí y su solidaridad con los inmigrantes, fueron amenazados con la suspensión de todos los fondos federales. Y cuando la alcaldesa de Washington, D.C. indicó que quería que la policía local no participara en las redadas de inmigración, el máximo funcionario del Departamento de Justicia de la ciudad amenazó con que se podría terminar “el autogobierno local”. (Washington, D.C. es mayoritariamente negro e hispano; poner fin al “autogobierno local” significaría que los funcionarios electos locales serían reemplazados por la autoridad del Congreso, mayoritariamente fascista y abrumadoramente blanco). Cuando el alcalde de Newark, Ras Baraka, acompañó a varios congresistas demócratas en una visita de inspección y supervisión a un centro de detención del ICE el 9 de mayo, agentes federales lo arrestaron a las afueras de las instalaciones por “entrada ilegal”. Aunque los cargos contra Baraka fueron retirados posteriormente, el régimen de Trump ha presentado cargos por delitos mayores contra la congresista LaMonica McIver, quien se encontraba en la multitud que rodeaba a Baraka cuando fue arrestado.

Cabe destacar que Trump se ha referido repetidamente a la oposición popular y demócrata a su agenda migratoria como “una insurrección sin ley”. Esto plantea la posibilidad de que invoque la Ley de Insurrección. Esto le permitiría utilizar tropas federales para “restaurar el orden”, algo que él lleva años considerando seriamente.

¡YA es hora!

Todo esto señala un paso gigantesco hacia un ataque mucho más amplio y despiadado contra la población inmigrante en Estados Unidos. Esto recuerda mucho a los primeros días de las redadas de Hitler contra la población judía, y de hecho, hay dimensiones en las que la situación actual es peor.

El momento de oponernos a esto con todas nuestras fuerzas, y aún más, el momento de lanzar con fuerza, de forma masiva y continua la exigencia de que se largue el régimen fascista de Trump YA… ¡¡¡ES AHORA!!!