Guardia Nacional de Texas en el Centro de la Reserva del Ejército de Estados Unidos en Elmwood, Illinois, 7 de octubre de 2025. Foto: AP
En cualquier momento, la Corte Suprema de Estados Unidos podría emitir un fallo que revoque una orden de un tribunal de distrito federal (y reafirmada por un tribunal de apelaciones federal) que ha estado impidiendo una ocupación armada de Chicago por tropas de la Guardia Nacional “federalizadas”1. Si la Corte falla a favor de Trump, será un paso importante hacia la mayor consolidación de un Estados Unidos fascista, en que Trump tendrá una autoridad prácticamente indiscutible, impuesta por un ejército estadounidense bajo su mando exclusivo.
En resumen, aquí va por qué esto es tan importante y cuál es la situación actual:
El 6 de octubre, Trump federalizó a 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois y les ordenó ir a Chicago. Tres días después, se ordenó el envío de 200 guardias más, esta vez de Texas.
Esto fue claramente una “toma de control hostil”: Trump actuó a pesar de la insistencia ferviente y casi unánime de los funcionarios y líderes cívicos de Chicago e Illinois de que no querían ni necesitaban tropas federales. Tanto la ciudad como el estado (Illinois) demandaron ante un tribunal federal para impedir el despliegue de estas tropas federalizadas.
Las mentiras flagrantes del régimen de Trump al descubierto en los tribunales federales de apelaciones…
El régimen de Trump dijo que las tropas federales eran necesarias para que el ICE pudiera rematar su trabajo: aterrorizar y detener a los inmigrantes, personas negras y otros ciudadanos, a menudo con la deportación de miles de no ciudadanos, y al encabronar a gran parte de la población. El régimen afirmó que los hampones descontrolados del ICE
han sido objeto de un ataque coordinado por grupos violentos que intentan obstruir las acciones legales de las fuerzas del orden federales. Estos grupos están activamente alineados con organizaciones terroristas internas designadas y han buscado impedir la deportación y expulsión de no ciudadanos delincuentes mediante protestas violentas, intimidación y sabotaje de las operaciones federales.
También se refirieron a las protestas civiles, en gran medida pacíficas, como una “rebelión” que debía ser suprimida.
Estas son mentiras peligrosas cuyo objetivo es paralizar la protesta y la expresión protegidas por la Constitución. De hecho, son los agentes del ICE los que han actuado con saña y violencia contra las protestas pacíficas, lanzando gases lacrimógenos en los barrios, disparando granadas aturdidoras y balas de goma directamente contra los manifestantes, entre ellos sacerdotes, políticos y una diversa gama de la población de Chicago. Esta mentira fue tan extrema que dos tribunales federales, que normalmente trabajan bajo la premisa de que el gobierno es honesto y veraz, esencialmente los desenmascararon. El tribunal de distrito dijo que “no puede concluir que las declaraciones de los Demandados [es decir, el gobierno federal] sean fiables”. Por ejemplo, el juez señaló que el gobierno federal citó como evidencia casos en los que hampones del ICE acusaron a personas de actos violentos, pero que omitió mencionar el hecho de que estas acusaciones fueron desestimadas por los grandes jurados debido a que se basaban en mentiras.
El tribunal de distrito concedió una orden de restricción temporal (TRO) para impedir que el gobierno federal desplegara las tropas mientras apelaba su caso ante tribunales superiores. De inmediato, el gobierno federal apeló eso ante el Tribunal de Apelaciones del Circuito, el que avaló al tribunal de distrito en torno a los asuntos principales y volvió a ratificar su TRO para bloquear el despliegue de soldados. El tribunal de apelaciones básicamente señaló que tanto el gobierno federal como las autoridades locales habían presentado “conjuntos de hechos contradictorios”, pero que la evidencia material indicaba la veracidad de la versión de los hechos del gobierno local y contradecía la versión del gobierno federal.
…Pero ahora la Suprema Corte fascista ilegítima están considerando el caso
Todo esto fue lo que llevó el caso a la Suprema Corte, con la presentación por parte del régimen de sus argumentos ante los jueces el 17 de octubre. Los fascistas continuaron insistiendo en sus “hechos” ya desacreditados. Esta insistencia es en sí muy importante, debido a que implícitamente (sin decirlo abiertamente) equivale a un argumento de que “los ‘hechos’ son lo que nosotros digamos que son, sin importar la evidencia”. Esta es una posición extremadamente peligrosa para un gobierno, y si esa posición es validada por el tribunal más alto del país, esencialmente se convierte en “la ley”.
Pero para colmo, el régimen ha solicitado explícitamente a la Corte que avale un argumento jurídico abiertamente fascista. El procurador general de los Estados Unidos ante la Corte Suprema, John Sauer, declaró ante la Corte que mantener vigente la orden de restricción temporal “causa un daño irreparable al Poder Ejecutivo al contravenir la autoridad del Presidente como Comandante en Jefe, poniendo en peligro la vida y la seguridad de los agentes del DHS e impidiendo que el Presidente y el Secretario de Guerra tomen medidas razonables y legales para proteger al personal federal contra la resistencia violenta que ha persistido en la zona de Chicago durante varios meses”. [Énfasis añadido].
En este argumento, la primera parte (“contravenir la autoridad del Presidente como Comandante en Jefe”) es la que realmente importa, especialmente debido a que el resto del argumento sobre la rebelión violenta ya se ha demostrado que es falso. Como señaló el profesor de derecho de la American University, Steve Vladek, el argumento de Trump es que “el Presidente tiene el poder exclusivo e inapelable para decidir si federalizar o no a las tropas de la Guardia Nacional y cuándo hacerlo”.
Vladek también señala que Trump sostiene que las protestas contra el ICE “perturbaron” su trabajo. Vladek escribió que convertir esto en el detonante para el envío de militares “permitiría al Presidente desplegar la Guardia Nacional en respuesta incluso a protestas antigubernamentales totalmente pacíficas, simplemente debido a que una pequeña parte del personal federal tendría que ser desviada hacia ellas”.
Hay muchísimo en juego en este caso
Nada de esto es “hipotético”. Veamos un solo ejemplo: Trump ha especulado repetidamente de que él podría mandar que los militares tomaran el control de las máquinas de votación después de una elección para que su propia gente pueda “supervisar” el conteo de los votos.
Así que lo que está en juego aquí es otorgarle a Trump la autoridad legal para desplegar las fuerzas armadas —para reprimir a protestas, robarse elecciones, respaldar la limpieza étnica por parte del ICE— utilizando cualquier pretexto que le dé la gana. Y ya nos estamos “acostumbrando” a esto, con el envío de soldados a Los Ángeles, Washington, D.C., Memphis y Nueva Orleáns, y con ciudades como Oakland, Nueva York, Baltimore y San Francisco también en la mira del régimen.
Esto debería hacer que la gente comprenda lo extremo y rápidamente que se está consolidando el régimen fascista. Debería subrayar que, por importantes y heroicas que hayan sido las protestas en Chicago y en ciudades por todo el país, no podemos luchar simplemente contra esto ciudad por ciudad. El régimen es una monstruosa bestia implacable cuyo objetivo es aplastar y absorber a toda oposición. Como dice el líder revolucionario Bob Avakian en su importante declaración en @BobAvakianOfficial, REVOLUCIÓN #141: ¡La hora ya nos está encima urgentemente — de expulsar al régimen fascista de Trump!:
A diario lo siguiente se evidencia con cada vez mayor fuerza y crueldad: No se puede vivir con este fascismo de Trump y MAGA — hay que sacarlo del poder antes de que cometa atrocidades aún más terribles y suprima a la fuerza cualquier posibilidad concreta de resistencia.
La profunda pregunta a la que toda la gente decente se enfrenta en este momento es: ¿Nos pondremos de pie juntos, millones de nosotros, para hacer lo que se necesita hacer con urgencia, para expulsar a este régimen fascista de Trump, el que es una terrible plaga para la humanidad y una gravísima amenaza para el futuro de la humanidad?
¡Que se largue el régimen fascista de Trump ya!
A partir del 5 de noviembre: ¡Inundemos a Washington, D.C.!
Desarrollar una fuerza de hampones fuertemente armados y sin ley
Agentes del DHS rocían con gas pimienta a los manifestantes en un centro del ICE en Portland, 2 de octubre de 2025. Foto: AP
Mientras que el régimen de Trump está desplegando, amenazando con desplegar o luchando en los tribunales para desplegar soldados entrenados profesionalmente para la guerra (es decir, para matar personas) en una docena de ciudades estadounidenses, un creciente ejército de hampones fuertemente armados está causando estragos en muchas más zonas del país. Con máscaras, sin identificación o con chalecos de “policía” (que no lo son), secuestran a estudiantes extranjeros en las calles y los hacen desaparecer en una red de campos de prisioneros. Rompen las ventanas de los coches de los inmigrantes cuando llevan a sus hijos dentro. Arrebatan a los bebés a los brazos de sus madres. Arrestan y deportan a vendedores de tamales y jornaleros; lanzan gases lacrimógenos y agreden brutalmente a los manifestantes; y así sucesivamente.
Con una impredecible violencia, sadismo, falta de disciplina y carencia de ley, su papel es aterrorizar a las nacionalidades oprimidas y reprimir y desbaratar a cualquier oposición al régimen.
En la Alemania de Hitler, se les conocía como las Camisas Pardas o la SA. En la Italia de Mussolini, eran las Camisas Negras. En Estados Unidos bajo Trump, esta fuerza es el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y cuenta con refuerzos de otras agencias como la Patrulla Fronteriza, el FBI, etc.
Están creciendo rápida y peligrosamente.
El “hermoso megaproyecto” presupuestario de Trump, firmado el 4 de julio pasado, erogó 170 mil millones de dólares al ICE para los siguientes cuatro años, más que el presupuesto militar de la mayoría de los países del mundo. También contemplaba la ampliación de la fuerza del ICE a 10.000 agentes para finales de año, con el fin de lograr su objetivo de deportar a un millón de inmigrantes no blancos al año.
Aunque las personas que detienen son en su inmensa mayoría trabajadores comunes y corrientes, no “delincuentes violentos”, el ICE está aumentando su armamento a un ritmo asombroso. En los nueve meses transcurridos desde que Trump llegó al poder, solo el ICE (es decir, sin contar a la Patrulla Fronteriza, etc.) ha gastado $71.515.762 en armamento, principalmente en “armas pequeñas, municiones y accesorios para municiones”, pero también en algunas armas de mayor calibre, incluidas “ojivas de misiles teleguiados y componentes explosivos”.
¿¡¿Ojivas de misiles teleguiados?!? ¡¿Qué carajos?!
Una sola compra de rifles semiautomáticos y automáticos a Geissele Automatics ascendió a más de $9 millones, casi tanto como lo que se gastó en armamento en todo el año anterior. El gasto total en armamento ha aumentado en un 600%.
¿Y quiénes son las personas a las que están armando así? Para cumplir con sus objetivos de reclutamiento, el ICE está ofreciendo una bonificación única de $50.000. Y se están apresurando a procesar la avalancha de potenciales reclutas, sin prestar mucha atención a aspectos como la capacitación, la estabilidad o la propensión a la violencia. El proceso de selección es superficial: al parecer, a muchos ni siquiera se les han tomado las huellas digitales ni se les han realizado verificaciones de antecedentes. Un recluta “había sido acusado anteriormente de robo a mano armada y agresión derivados de un incidente de violencia doméstica”. Otros dieron positivo en las pruebas de drogas después de ser reclutados. Mientras tanto, el curso de capacitación se redujo de 13 semanas a ocho semanas y luego a seis semanas.