El 10 de marzo, dos días después del secuestro de Mahmoud Khalil por parte del régimen de Trump, éste publicó con saña: “Este fue el primero de muchos por venir”. Desde entonces, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han perseguido a varios estudiantes y profesores, han desafiado las órdenes de los jueces y han puesto en la mira a personas únicamente por sus expresiones y actividades políticas en oposición a la masacre genocida israelí del pueblo palestino, respaldada por Estados Unidos.

Momodou Taal, estudiante de posgrado de Cornell

Momodou Taal es candidato a doctorado en Estudios Africanos en la Universidad de Cornell y una voz destacada en las protestas pro-palestinas. Tiene doble nacionalidad, británica y gambiana, y cuenta con una visa para residir legalmente en Estados Unidos. Taal ha declarado que agentes del orden público “de una agencia no identificada” fueron vistos estacionados frente a su casa en Ithaca, Nueva York. Esta semana, los abogados de Taal solicitaron ante el tribunal una orden de alejamiento temporal para evitar su arresto. No obstante, aun después de la solicitud, recibieron un correo electrónico de un abogado del Departamento de Justicia que solicitó que Taal se entregara al ICE. Taal declaró: “Trump intenta detenerme para evitar que comparezca ante el tribunal”. Los abogados de Taal solicitan al tribunal que retrase su entrega al ICE.

Juez bloquea la deportación de un investigador de la Universidad de Georgetown

Badar Khan Suri es de la India y da clases y asiste a Georgetown como investigador postdoctoral en el Centro Alwaleed Bin Talal para el Entendimiento Musulmán-Cristiano de la universidad, en la Escuela de Servicio Exterior Edmund A. Walsh. El 17 de marzo, Suri fue arrestado por agentes enmascarados del DHS frente a su domicilio en Arlington, Virginia, presuntamente por “difundir propaganda pro Hamas”. Suri se ha pronunciado contra el genocidio en Gaza. Su esposa es ciudadana estadounidense de ascendencia palestina, cuyo padre fue asesor de un líder de Hamas que fue asesinado por Israel en Irán el año pasado. Por lo tanto, simplemente por alzar la voz contra el genocidio y debido a los antecedentes familiares de su pareja, Suri fue secuestrado y amenazado con la deportación. Suri no tiene antecedentes penales ni ha sido acusado de ningún delito. No obstante, fue trasladado a una cárcel del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Luisiana, con el riesgo de una deportación rápida. Su abogado presentó una solicitud para exigir su libertad al día siguiente, seguida de una moción de emergencia presentada por la ACLU de Virginia el día 20 en nombre de Suri. Ese mismo día, un juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos bloqueó su deportación, y ordenó que Suri “no será expulsado de Estados Unidos a menos que el tribunal emita una orden en contrario”.

Médica de la Universidad de Brown deportado al Líbano contra la orden del juez

La Dra. Rasha Alawieh es una médica de 34 años, especialista en trasplantes de riñón y profesora de medicina en la Universidad de Brown. Alawieh es originaria del Líbano y reside en Estados Unidos con una visa válida desde 2018. En su reciente visita al Líbano, el Consulado de Estados Unidos le expidió una visa H-1B, que permite a ciudadanos extranjeros altamente cualificados vivir y trabajar en Estados Unidos. No obstante, el 20 de marzo, al regresar de esa visita al Líbano, fue retenida en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston durante 36 horas sin explicación alguna. Agentes del CBP (Servicio de Aduanas y Patrulla Fronteriza) dicen haber encontrado “fotos y vídeos que muestran simpatía con” figuras de Hezbolá en su teléfono. Explicó que había asistido al funeral del líder de Hezbolá, Hásan Nasralá, ¡al que asistieron casi un millón de personas! Su familia presentó rápidamente una demanda, y un juez federal ordenó a las autoridades el viernes que no la deportara sin avisar al tribunal con dos días de antelación. No obstante, en desacato de la orden del juez, Alawieh fue embarcada en un avión con destino a París, presumiblemente la primera etapa de su viaje de regreso al Líbano. El domingo por la mañana, el juez emitió una segunda orden, argumentando que había motivos para creer que el CBP había desobedecido a propósito su orden anterior.

Estudiante de Columbia obligada a huir a Canadá

Ranjani Srinivasan, estudiante de doctorado originaria de la India de 37 años de edad que estudia en la Universidad de Columbia, fue objeto de persecución por parte de las autoridades de inmigración a principios de marzo, a pesar de no tener vínculos con las protestas contra el genocidio palestino perpetrado por Estados Unidos e Israel. Fue arrestada a las afueras de una protesta como transeúnte en abril del año pasado y posteriormente liberada. Meses después, le notificaron que su visa de estudiante había sido revocada sin explicación alguna. Un par de días después, agentes del ICE llamaron a su puerta— ella no abrió, lo cual concordaba con sus derechos constitucionales. Regresaron una segunda vez cuando ella no estaba ahí. Luego ella empacó sus maletas y voló a Canadá. Los agentes volvieron una tercera vez con una orden judicial, pero ella ya no estaba. Luego, descubrió que Columbia le había cancelado la matrícula. Ella dice que la están persiguiendo por ejercer su derecho a la libertad de expresión. La directora del DHS, la fascista Kristi Noem, se jactó de que Srinivasan se había “autodeportado” y difundió un video de ella subiendo a un avión, insinuando que esto justificaba la acción del gobierno estadounidense. Sus abogados lo negaron, argumentando que el DHS revocó su visa por motivos de “expresión política protegida” y que a ella le negó el derecho a impugnar esta revocación injusta.