El martes 25 de marzo, agentes del ICE secuestraron a Rumeysa Ozturk, estudiante de posgrado de la Universidad de Tufts, frente a su apartamento en Somerville, Massachusetts. Seis agentes enmascarados la rodearon y esposaron cuando salía de su apartamento para desayunar tras observar el Ramadán (video del secuestro de Rumeysa Ozturk). Al cierre, se desconoce su paradero, aunque el localizador de reclusos del ICE indica que, al igual que Mahmoud Khalil, ya fue trasladada a un campo de concentración en Luisiana, a pesar de una petición de hábeas corpus presentada el martes ante un tribunal federal de Massachusetts para su liberación, donde un juez ordenó que Ozturk no fuera trasladada fuera del estado (¡para qué sirva el “estado de derecho”!).

Ozturk es de nacionalidad turca y candidata a doctorado en el Departamento de Estudios Infantiles y Desarrollo Humano y una catedrático de enseñanza, que trabaja como asistente de investigación doctoral en el Proyecto de Televisión Infantil de Tufts. Cursó una maestría en Teachers College, Universidad de Columbia, con una beca Fulbright.

Hasta la fecha de este informe, no ha habido contacto entre Ozturk y su familia, amigos ni abogados. El ICE la ha “desaparecido”, y la administración de Tufts ha sido informada de que su visa de estudiante ha sido cancelada.

La ira y la indignación se arremolinaron en el campus de Tufts a medida que se corría la voz, y el miércoles por la noche, 2.000 estudiantes y activistas comunitarios acudieron a una manifestación de emergencia convocada por la Coalición para la Liberación de Palestina en Tufts y el Movimiento de la Juventud Palestina, que fue rápidamente apoyada y promovida por una amplia gama de organizaciones, como 50501, Acción de Masas por la Paz y Rechazar el Fascismo. La exigencia “¡Libertad para Mahmoud, libertad para Rumeysa!” resonó toda la noche. Los Revcom y miembros de Rechazar el Fascismo que circulaban entre la multitud invitaron a los asistentes a unirse a la manifestación de emergencia convocada en apoyo a Mahmoud Khalil al día siguiente en Harvard Square, frente a la Universidad de Harvard, que se había actualizado para incluir la exigencia de la liberación inmediata de Rumeysa. También se invitó a los asistentes a la proyección de selecciones de la Primera parte de “Las Entrevistas de Bob Avakian, 2025”, en Cambridge.

El “delito” de Ozturk fue que, hace un año, co-escribió un artículo de opinión en el Tufts Daily con la demanda de que la administración de la Universidad cumpliera las resoluciones del Senado de la Unión Comunitaria de Tufts para que la universidad reconociera el genocidio palestino en Gaza y desinvirtiera en corporaciones israelíes. Posteriormente, Canary Mission, un sitio web sionista-fascista, doxeó información confidencial sobre ella con el propósito declarado de “documentar a personas y grupos que promueven el odio hacia Estados Unidos, Israel y los judíos en los campus universitarios norteamericanos”.

Cabe reflexionar un momento sobre esto: un editorial en un periódico estudiantil que llama a la administración del campus a que cumpla con la votación de un consejo estudiantil electo es motivo de arresto, encarcelamiento sin el debido proceso o comparecencia ante el tribunal, pérdida de la visa de estudiante, aislamiento total no solo de la familia, sino también de la asistencia legal, y la amenaza de la deportación inmediata. Este es el tipo de clima que el régimen fascista de Trump y MAGA y demasiados colaboradores administrativos intentan inculcar en los campus universitarios hoy en día. Las acciones de los estudiantes de Tufts en respuesta son justas, y no solo necesitan apoyo, sino que deben crecer, amplificarse y llegar a todos los rincones del país como parte de un movimiento poderoso no solo para liberar a todos los presos políticos encarcelados por el régimen fascista, sino para expulsar por completo a este régimen fascista.