Donald Trump, el candidato fascista republicano a la presidencia, quizá una vez más fuera objetivo de un asesinato en su campo de golf en Florida el domingo 15 de septiembre por la tarde. Se detuvo a una persona ahí poco después de que el Servicio Secreto disparó contra alguien que, según dijeron, blandía un rifle. Poco tiempo después, encontraron un arma en los arbustos que rodean al campo de golf, y poco después, arrestaron a un hombre por sospechoso.

En este momento, no sabemos más que eso. Pero hay dos cosas que es posible decir ahora. Para citar un mensaje que Bob Avakian (BA) posteó @BobAvakianOfficial después del atentado contra Trump en julio, titulado “Número Sesenta y Cuatro: La creciente locura, la intensificación de la situación y la posibilidad de una revolución”:

Pero cualquiera que sea la verdadera motivación del tirador, y lo que sea que quizá conlleve esta situación, no tiene ninguna relación con ningún cambio positivo, y ciertamente no tiene ninguna relación con ninguna transformación emancipadora de la sociedad, la cual se puede obtener únicamente mediante una revolución, que cuente con la participación de millones de personas y que tenga por objetivo barrer todo este sistema y reemplazar sus relaciones e instituciones de explotación y opresión, y su pútrida cultura, por otras que sean liberadoras y edificantes.

Al escribir al momento de ese primer incidente, BA agregó:

Lo que sí está claro es que este atentado contra Trump es parte de la creciente locura y caos que se está dando, en el mundo en general y en Estados Unidos en particular.

Ahora, a menos de dos meses de que Bob Avakian dijo lo anterior, nos enfrentamos nuevamente a lo que podría ser un suceso similar. Además, inclusive en el tiempo transcurrido desde ese mensaje, han ocurrido otros acontecimientos importantes e incluso sin precedentes (incluidas la expulsión de Joe Biden y la selección de la noche a la mañana de Kamala Harris como la nueva candidata demócrata). Todo esto y otras cosas confirman la importancia de lo que ha señalado BA.

Esta situación no se calmará. Y en este caso también, el despacho de Bob Avakian citado anteriormente ofrece una importante observación:

Todo esto es una expresión del hecho de que ya no puede mantenerse la forma en que una clase dominante básicamente unificada ha gobernado el país durante generaciones. Es muy probable que el desenlace de todo eso sea un cambio radical, de un tipo u otro. La cuestión crucial, como he dicho anteriormente, es si ¿será un cambio radical reaccionario, que intensifique más la ya terrible opresión y las atrocidades horripilantes integradas en este sistema del capitalismo-imperialismo, el cual las comete continuamente — o si será un cambio radical revolucionario que abra camino hacia la abolición de la base para todas estas atrocidades?

Lo dicho anterior no es sólo una “lección” o una “opinión” — es una evaluación profunda de los tiempos, basada en un estudio profundamente científico de las dinámicas subyacentes que han configurado y que están impulsando esta situación extraordinaria.

Además: no es posible evadir lo dicho anterior — y nadie debería querer evadirlo. De hecho, Bob Avakian también expone en estos mensajes, así como en su obra más amplia, una forma no sólo de actuar en torno a estas dinámicas, sino de configurarlas y de hacerlo de una manera que pueda poner a la humanidad en el camino hacia su emancipación urgentemente necesaria.

Todo esto subraya la importancia de que todos aquellos que deseen ver un cambio positivo asuman el deber no sólo de seguir los despachos de Bob Avakian y de compartirlos con otros, sino también de luchar agudamente con esas otras personas para que le entren a fondo a los mensajes de BA a fin de desarrollar las bases y estar en posición de hacer una revolución real en estos tiempos.

El tiempo es corto… y la marcha de los acontecimientos se está acelerando.