La semana pasada, el régimen de Trump siguió atacando con ariete las normas, reglas e incluso leyes existentes para transformar el sistema de “justicia”, las fuerzas armadas, la educación, la administración pública, la atención médica y otras cosas en instrumentos de un brutal gobierno fascista. A continuación presentamos un repaso de tan solo algunas de estas medidas adoptadas la semana pasada por Trump.
Intensificación de ataques contra oponentes, reconfiguración radical del sistema de “justicia” para promover el fascismo
Esta semana, Trump aceleró su campaña para poner en la mira a sus oponentes y oponentes potenciales, desató a sus partidarios fascistas, y convirtió al Departamento de “Justicia” de Estados Unidos (DOJ) en un arma para consolidar e imponer el fascismo.
El retiro de las escoltas brindadas por el Servicio Secreto. Trump retiró las escoltas brindadas por el Servicio Secreto a una serie de figuras de alto perfil con las que él se había enfrentado en el pasado y que habían recibido numerosas amenazas de muerte de parte de los fascistas de Trump y MAGA. Entre ellas figuran el general Mark Milley, el ex director de los Centros para el Control de Enfermedades, el Dr. Anthony Fauci, e incluso su ex secretario de Estado Mike Pompeo. Milley fue jefe del Estado Mayor Conjunto durante el primer mandato de Trump y después describió a Trump como “fascista hasta la médula” y “la persona más peligrosa para este país”. Revocar esta protección envía un mensaje muy ominoso, potencialmente una amenaza de muerte para cualquier funcionario de alto perfil que siquiera piense en traicionar a Trump, así como contra los oponentes de Trump en general.
Purga de funcionarios que investigaron a Trump. El 24 de enero, el Departamento de Justicia despidió a más de una docena de funcionarios que trabajaron en las investigaciones penales del procurador especial Jack Smith sobre Donald Trump. El procurador general interino de Trump dijo que no podían confiar en que “implementaran fielmente” la agenda de Trump. Esta medida se produjo horas después de que el funcionario de carrera de mayor rango del Departamento de Justicia fuera reasignado. El New York Times informa que el Departamento de Justicia ha estado “sacudido por despidos y temor” durante estos primeros días del régimen de Trump.
Reorganización del FBI. A varios altos funcionarios del FBI se les ha ordenado que renuncien en cuestión de días o serán despedidos. Estos empleados de alto rango del FBI habían sido promovidos bajo el ex director Christopher A. Wray, a quien Trump obligó recientemente a renunciar.
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Washington, D.C., 6 de enero de 2021, los amotinadores leales a Trump montan una intentona. Foto: AP
Los fiscales que acusaron a los amotinadores del 6 de enero ahora están bajo investigación. El procurador federal interino designado por Trump en Washington, D.C., ahora ha iniciado una investigación a los fiscales que presentaron cargos de obstrucción contra unos 250 amotinadores contra el Capitolio del 6 de enero. Resultó que esos cargos fueron desestimados por un fallo de la Corte Suprema el año pasado. En esta conexión, el Departamento de Justicia ahora ha eliminado de su sitio web una base de datos que detalla los delitos y las condenas resultado de la insurrección contra el Capitolio del 6 de enero y el intento de golpe de estado.
Paralización del organismo independiente de control de derechos. Tres de los cuatro miembros en funciones de la Junta de Supervisión de la Privacidad y las Libertades Civiles que habían sido seleccionados por los demócratas fueron despedidos, lo que deja a la Junta de Supervisión sin capacidad de actuar mientras Trump comienza a transformar las agencias de inteligencia estadounidenses al servicio de su agenda fascista.
Desatar a los violentos fanáticos antiabortistas
Trump indultó a 23 fanáticos antiabortistas e invasores de clínicas que habían sido procesados bajo la Ley FACE de 1994 [Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas], que ofrecía cierta protección a las clínicas de aborto y a aquellos que buscaban un aborto. Según el Centro por los Derechos Reproductivos, “[l]os indultados bloquearon físicamente el acceso de los pacientes a los centros de salud, se robaron tejido fetal a las clínicas y lesionaron a pacientes y trabajadores de la salud”. Mientras tanto, el Departamento de “Justicia” anunció que ahora sólo procesará a aquellos que bloqueen ilegalmente el acceso al aborto y a los centros de salud reproductiva en “circunstancias extraordinarias”, como causar la muerte o daños corporales serios o daños en propiedad ajena. Esta es una luz verde brillante para que los fanáticos fascistas cristianos y MAGA [Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza] intensifiquen sus agresiones con impunidad. Trump también restableció y amplió la “regla de mordaza global” (la llamada política de la Ciudad de México) que bloquea la ayuda estadounidense a cualquier grupo de ultramar que brinde servicios, información o defensa del aborto.
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Estudiantes y simpatizantes pro Palestina marchan en la Universidad de Texas, Austin, el 24 de abril de 2024. Foto: AP
Amenazas con deportar a manifestantes no ciudadanos pro Palestina
El 29 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva que exige que los colegios y universidades monitoreen e informen sobre las actividades de los estudiantes y el personal internacionales. Toda acción crítica hacia Israel y su genocidio en Gaza y Cisjordania podría ser calificada de antisemita y conllevan fundamento para la deportación. Esto incluye las protestas a favor de Palestina o en contra de Israel.
Unificar a las fuerzas armadas en torno a la supremacía blanca
La semana pasada, el régimen de Trump se apresuró a cohesionar a las fuerzas armadas estadounidenses en torno a una supremacía blanca abierta y agresiva. El lunes, Trump firmó cuatro órdenes ejecutivas cuyo objetivo es reconfigurar a las fuerzas armadas, incluida una orden que prohíbe la DEI (diversidad, equidad e inclusión) en las fuerzas armadas; y otra para revisar la política del Pentágono sobre los elementos militares transgénero, que se cree que es un primer paso hacia la prohibición de los miembros militares transgéneros.
El Senado de Estados Unidos, ahora controlado por los republi-fascistas, confirmó como secretario de Defensa al virulento fascista cristiano y supremacista blanco Pete Hegseth. Rápidamente ordenó la creación de un grupo de trabajo para garantizar que no queden programas DEI en el Pentágono. Hegseth amenazó: “No estamos bromeando. No se cambiarán los nombres ni se manipulará nada con guante de seda. La DEI ya no existe”.
El martes 28 de enero, la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) emitió un memorando que anunciaba una “pausa” en la celebración de las conmemoraciones anuales de 11 eventos, incluidos el Día de Martin Luther King Jr., Juneteenth, el Mes del Orgullo y los Días de Recordación del Holocausto1.
La Fuerza Aérea ya ha comenzado a clausurar sus oficinas y juntas de diversidad e inclusión. El secretario interino de la Fuerza Aérea, Gary A. Ashworth, ordenó “des-establecer en el Departamento de la Fuerza Aérea a todos los Grupos de Trabajo de Análisis de Barreras (DAFBAWG, por sus siglas en inglés) con efecto inmediato”.
Limpieza étnica racista y antitrans de la educación estadounidense
El 29 de enero, Trump emitió dos órdenes ejecutivas que ponen en la mira a la educación primaria y secundaria en todo el país. Una titulada “Poner fin al adoctrinamiento radical en la educación K-12” amenaza con retener la financiación a las escuelas que enseñaran que Estados Unidos es “fundamentalmente racista, sexista o de otro modo discriminatorio”, en otras palabras, cualquier cosa que se aproxime a enseñar una historia acertada de Estados Unidos. También amenazaba a la financiación federal para cualquier escuela que proteja a los estudiantes transgénero, reconozca las identidades transgénero o enseñe sobre cuestiones transgénero. En cambio, exigía que la educación fuera “patriótica”, presentando una imagen blanqueada de la fundación de Estados Unidos como “unificadora, inspiradora y ennoblecedora”.
Otra orden ejecutiva ordena al Departamento de Educación y a varias otras agencias que recanalicen los fondos de los contribuyentes de la educación pública a vales para escuelas privadas para financiar la educación de los niños en casa o en escuelas privadas o religiosas. Esta orden tiene como objetivo fortalecer la base social de Trump de fuerzas derechistas, supremacistas blancas y fundamentalistas cristianas en toda la sociedad. Rompería aún más la separación entre la iglesia y el estado al permitir que los fondos públicos paguen por la educación religiosa.
Congelar la financiación para las necesidades básicas de millones de personas, atacar a la atención médica
El martes 25 de enero, el régimen de Trump congeló millones de millones de dólares en subvenciones, préstamos y otras erogaciones del gobierno federal. El régimen dice que ponía en la mira a los “programas ilegales de DEI [diversidad, equidad e inclusión]”. En realidad, dio un machetazo a todo tipo de programas que ayudan a muchos millones de personas, en particular a los empobrecidos y oprimidos. En los 50 estados, los portales de reembolso de Medicaid en línea dejaron de funcionar, cortando los fondos para las clínicas y hospitales que brindan atención médica a niños, familias de bajos ingresos y personas con discapacidades. Financiamiento para centros de salud rurales, vivienda, educación infantil, programas de asistencia alimentaria, asistencia para veteranos discapacitados y muchas otras cosas.
Esta medida es completamente ilegal, ya que el Congreso ya había asignado los fondos. Un juez federal bloqueó rápidamente la congelación, y el régimen de Trump luego rescindió el memorando que anunció la congelación. Pero el flujo de ayuda financiera ya se había desbaratado, y las escuelas, hospitales, organizaciones sin fines de lucro, organizaciones comunitarias y otros se quedaron luchando duro por restablecer su financiación, y con incertidumbre sobre su futuro. Y la secretaria de prensa de Trump declaró de manera ominosa que una congelación de la financiación federal seguía en consideración y que la Casa Blanca seguiría encontrando formas de eliminar la financiación para las “ideologías woke (concienciadas)”.
La suspensión de la financiación de la salud mundial, una amenaza a millones de personas en todo el mundo
El lunes 27 de enero, Trump emitió una orden de suspensión de todos los fondos de salud globales tramitadas por la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional). Se ordenó a todas las organizaciones de salud extranjeras que dejaran de administrar medicamentos para el VIH, la malaria y la tuberculosis que habían sido pagados con la ayuda estadounidense, aunque los medicamentos estaban disponibles. Al día siguiente, el secretario de Estado Rubio emitió una exención que permitía que esos medicamentos se utilizaran en el marco del programa PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA). No obstante, la exención de Rubio quizá no detenga la congelación de Trump de la financiación de medicamentos para la prevención, el trabajo de divulgación y las pruebas del VIH/SIDA, y otros programas. Se informa que PEPFAR ha salvado la vida de más de 25 millones de personas en todo el mundo, y ahora la congelación de la financiación de salud global de Trump pondría en peligro a muchos millones de personas.
Se ordena que los trabajadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dejen de trabajar con la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Una de las órdenes ejecutivas que Trump firmó el día de su toma de posesión ordena que Estados Unidos se retire de la OMS, algo que los expertos en salud advierten que tendría consecuencias peligrosas para la salud de las personas en Estados Unidos y en todo el mundo. Supuestamente, la retirada requiere un aviso previo de un año y la aprobación del Congreso. Pero el 27 de enero, se ordenó a los trabajadores de los CDC, la principal agencia de salud pública de Estados Unidos, que dejaran de comunicarse de inmediato con la OMS. Muchos empleados de los CDC se sacudieron con la directiva porque habían estado trabajando con colegas de la OMS para prevenir brotes de enfermedades importantes, como la viruela símica, la gripe aviar y el virus de Marburgo.
El ataque al por mayor de Trump a los servicios gubernamentales
Desde que tomaron el poder, los fascistas de Trump y MAGA han lanzado un ataque tras otro a fin de destripar la burocracia del servicio civil del gobierno federal y los servicios necesarios que proporciona a millones de personas.
Entre otras cosas, el régimen de Trump ha dejado de contratar. Ha llamado a terminar el trabajo remoto (fuera de la oficina), lo que probablemente obligaría a muchos a renunciar. Ha intentado eliminar algunas protecciones laborales del servicio civil. El gobierno federal ha amenazado con desmantelar la FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias), que emplea a 20.000 personas. Últimamente, envió un aviso a todos los 2,3 millones de empleados públicos presionándolos para que renuncien anticipadamente a cambio de una indemnización. El gobierno federal es el mayor empleador del país y alrededor del 20 por ciento de sus empleados son negros. Estas medidas probablemente llenen las agencias con fascistas de MAGA y destripen los servicios que prestan estas agencias, con los que millones de personas cuentan, desde la gestión de emergencias hasta la prevención de epidemias de enfermedades, pasando por la seguridad en el transporte y el suministro de alimentos, y mucho más2.
Vídeo en inglés y con algo en español: ¡NUEVA entrevista a Bob Avakian!
En medio del ascenso del fascismo y un sistema moribundo, un camino liberador hacia adelante