Trump: se debe enviar a los críminales nacidos en Estados Unidos a El Salvador. PBS News (en inglés)
El lunes 14 de abril, Trump se reunió en la Casa Blanca con su homólogo fascista Nayib Bukele, presidente de El Salvador. El gobierno de Trump pagó a El Salvador seis millones de dólares para retener a varios cientos de migrantes venezolanos en la “mega prisión”-campo de concentración de Bukele, CECOT. En el curso de su charla amistosa sobre el sufrimiento que esto inflige a los venezolanos, Trump dijo: “Los homegrowns serán los siguientes. Los homegrowns. Tienes que construir unos cinco lugares más. Tienes espacio [risas fuertes en la sala]. No es lo suficientemente grande”. Y Bukele dice: “Sí, tenemos espacio. (Por “homegrowns”, Trump se refiere a las personas nacidas en Estados Unidos).
Desde entonces, Trump, así como su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, Elon Musk y otros fascistas han seguido proponiendo esta idea en público y en privado.
Tengan en cuenta que la prisión CECOT supera con creces el nivel habitual de abuso y tortura que ya se aplica en las cárceles estadounidenses. Decenas de personas están hacinadas en una sola celda, sin colchones, sábanas, cubiertos, con poca comida y sin privacidad. Sin libros, programas de rehabilitación o educativos (¡excepto el estudio bíblico!), sin visitas de familiares ni abogados, sin llamadas telefónicas ni reuniones virtuales. Sin tiempo al aire libre (solo hacen 30 minutos de ejercicio en interiores). El castigo puede abarcar (oficialmente) aislamiento en un hoyo completamente oscuro en el suelo, con solo un respiradero, durante hasta 15 días.
El CECOT contiene a 40.000 prisioneros. Los cinco adicionales que Trump solicitó para “algunas personas realmente malas” significarían que quiere tener la capacidad de someter a 200.000 personas a esta tortura.
¿Quiénes serán enviados a estos CECOT duplicados? Sin duda, Trump enviará allá a algunos de los dos millones de personas que ya están encarceladas en Estados Unidos. Serán usados como ejemplo para aterrorizar a los presos que quedan.
Pero presten atención a las palabras del director principal de Trump para la lucha contra el terrorismo, Sebastián Gorka, sobre los individuos que apoyan la lucha para traer a casa a Kilmar Ábrego García de la prisión salvadoreña en la que se encuentra. Gorka reflexiona: ¿están del lado de los miembros del cártel, del lado de los inmigrantes ilegales, del lado de los terroristas?... Y hay que preguntarse: ¿son técnicamente cómplices de ellos? Porque ser cómplices de criminales y terroristas es un delito según el estatuto federal”.
Y nótese bien que Trump y sus secuaces han seguido amenazando con este destino a aquellos que protesten incluso en una sala de exposición de Tesla1.
Terminaremos esto citando una vez más el incisivo punto de Bob Avakian:
La situación avanza velozmente — los fascistas en el poder están decididos a abrumar, dividir, aplastar y desmoralizar rápidamente a aquellos que se les opongan.
Es necesario movilizar a todas las personas decentes, en cantidades que crezcan rápidamente, y movilizar a otras, para que se conviertan a mayor ritmo en millones que se alcen, unidos en su determinación de hacer surgir una situación política en que este régimen ya no pueda permanecer en el poder. (del e-mensaje REVOLUCIÓN #113, Los fascistas de Trump y MAGA hubieran estado del lado de la Confederación esclavista en la Guerra Civil, en la lucha por mantener, y expandir, la esclavitud”.)